Sunteți pe pagina 1din 5

La época del martirio cristiano y el edicto de Milán.

Jorge Henao Pérez


Patrología II.

La época de las persecuciones al cristianismo, comprende uno de los episodios más


sangrientos de la historia cristiana. Cuando la Iglesia vivió la época de las persecuciones
desde el siglo I hasta comienzos del IV, el concepto de mártir comenzó a evolucionar,es decir,
fue tomando un sentido netamente espiritual hasta el punto de convertirse en la palabra más
común en la realidad social del momento. En este sentido, se habla de 3 tipos de martirio,
que son a saber: El primero lleva consigo la consumación o derramamiento de sangre; el
segundo es aquel donde se confiesa la Fe mediante un tribunal y, el espiritual, que hace
alusión a todas aquellas prácticas relacionadas con la ascesis cristiana.

La historia de la Iglesia antigua se halla particularmente marcada por elementos que se


presentan como consecuencia s su fundación, la expansión, la persecución, el fortalecimiento
de la doctrina, etc.; de este modo, con el propósito de desarrollar el entramado social y
cultural en el que la Iglesia vio sus primeras luces, es menester abordar algunos aspectos
históricos, políticos y culturales para ubicar conceptualmente no sólo los inicios del
cristianismo, sino además el nacimiento y evolución de la patrística. El período a tratar va
desde el siglo I d.c hasta el edicto de Milán en el año 313. En ese momento, la Iglesia (las
primeras comunidades extendidas por algunos lugares de Europa occidental y parte de
oriente) era algo totalmente ajeno a la política, a partir de tal situación, la vida interna de
estas primeras comunidades se fortalece, en consecuencia, se presenta un gran desarrollo en
la liturgia, la organización, las misiones, la defensa ante la persecución y las luchas contra
distintas corrientes diferentes del anuncio del evangelio como el gnosticismo.

Por tanto, con el fin tener una visión completa conviene abordar la época del imperio romano
entre los siglos I-IV; para ello se hace necesario mencionar el término dinastía, ésta no se
concebía como una suceción de padre a hijo, sino más bien que el emperador adoptaba a una
persona como hijo y lo iba introduciendo lentamente en los asuntos políticos. Las dinastías
romanas que estuvieron en el poder desde el siglo I hasta comienzos del IV son:
• La dinastía Julio-Claudia. Tuvo sus inicios con Tiberio (14-37), en su tiempo se
desarrolló la vida de Cristo y se dio el nacimiento de la Iglesia. Nerón (54-68),
después de Calígula y Claudio, su punto de partida en cuanto al tema en cuestión es
el año 62; se presenta el modelo de la autarquía y nace el culto al emperador, a este
respecto, los estoicos se rebelaron a tales prácticas dando origen a las persecuciones
tanto para aquellos seguidores del movimiento intelectual como para los seguidores
de Cristo. Nerón presentaba la persecución con vistas a una limpieza del orden
público. Tales ataques a los adeptos del kerygma se acrecentó con el incendio de
Roma en el año 64, puesto que el empereador se vio en la necesidad de buscar un
culpable y quien mejor que aquellos que seguían una religión distinta a la imperial;
sin embargo estas perseccuciones sólo se presentaron en la capital y duraron hasta su
muerte en el año 68, las consecuencias para la Iglesia fueron nefastas en tanto que los
cristianos fueron concebidos como criminales y dignos de la pena de muerte.
• La dinastía Flavia. Con Vespaciano y Tito (69-81) llegaron tiempos de paz puesto que
los emperadores sabían de la actitud pacífica de los cristianos frente al imperio en
Palestina durante la guerra contra los judíos, además habían cristianos dentro de la
familia imperial como Flavio Sabino. Domiciano (81-96), hijo de Vespaciano,
arremetió violentamente contra el pueblo judío y en estos ataques se confundían a
los judíos con los cristianos, por otra parte, las persecuciones continuaron debido a
que el emperador pensaba que los cristianos eran ateos puesto que se negaban al culto
imperial.
• La dinastía antonina. Durante este período, dada la ofensiva contra el cristianismo, se
presentó una respuesta de doble sentido, la antirracional, es decir, la violencia y, la
racional que dio lugar a movimientos como el gnosticismo. Dentro de esta época se
encuentran personajes como Nerva (96-98) que prohibió las acusaciones contra los
cristianos pero su actitud fue duramente criticada dentro de la corte y tuvo que
revertirla. Trajano (98-117), fue un guerrero que terminó llegando a las altas esferas
de poder. Su actuación frente a los cristianos parte de la influencia de Plinio el joven
hacia él, decidiendo por tanto que los adeptos de Cristo debían ser castigados
violentamente cuando confiesan que lo son, aceptar la posición de los que caeptaban
no serlo y no investigar a los cristianos que no eran acusados, además, con el fin de
mantener la unidad del imperio, Trajano era eracio a los grupos numerosos o
asociaciones. Otros personajes importantes dentro de esta dinastía fueron Adriano
(117-138), Antonio Pío (138-162), Marco Aurelio (162-180), destacado porque
consideraba que el cristianismo era una religión illícita, por ende, guiado por los
montanistas decretó que fueran buscados y castigados y los templos destruidos,
dentro de esta parte se encuentra el martirio de San Justino. Esta dinastía culmina con
Cómodo (180-192). hijo de Marco Auerlio, durante su mandato cesaron los ataques
contra el cristianismo puesto que su concubina Marcia era creyente cristiana y ejercía
gran influencia sobre él.
• La dinastía de los severos. Durante la época de los severos se presentó un tiempo de
tolerancia hasta el año 235. Aumentaron los lugares de culto cristiano; esta tolerancia
sin embargo, no es representaba una paz completa puesto que el decreto de licitud
seguía en pie, aunque los adeptos crecieron en gran número, se comienza a organizar
la jerarquía y se realizaron varios concilios regionales.
• La anarquía militar. Entre los años 235 y 284 se dio un periodo particualar porque
cada legión o grupo de legiones aclamaban como autoridad suprema a su respectivo
jefe, asunto que dio lugar a la gran crisis del imperio. El punto de partida es la crisis
vivida por el imperio en los campos económico, militar, social y religioso. En el
campo religoso acaeció la invasión de los cultos mistéricos orientales que ofrecían la
tranquilidad del alma al asegurar la salvación después de la muerte y el auge de la
magia; a este respecto, la Iglesia tuvo en esta época una importante intervención al
ofrecer toda su doctrina, sus valores a una sociedad que se encontraba en crisis.
No obstante, las persecuciones volvieron con Decio (249-251), quien se hacía llamar
restitutor sacrorum, ordenó perseguir a los cristianos, tal norma se estableció porque se veía
como un peligro la cristianización del imperio debido a su gran expansión dentro del territorio
imperial. Otro personaje importante dentro de este período fue Valeriano (253-260), fue el
primer emperador que jurídicamente persiguió a la Iglesia, ya que a través de un decreto
persiguió a obispos, presbíteros, diáconos y laicos que desempañaban puestos importantes
dentro del imperio, prohibió cualquier tipo de reunión, lugar de culto, en suma quiso destruir
la organización de las comunidades cristianas. Al anterior le sucede Galieno (260-268) su
hijo, fue importante porque abolió el decreto establecido por su padre y ordenó que se le
devolviera todo a los cristianos; tal reconocimiento fue fundamental en tanto se reconoce el
papel de la Iglesia dentro del orden jurídico. Luego de Galieno, le suceden Aureliano, Tácito,
Probo, Caro, Cariano, Numeriano y Diocleciano. Si bien había estado de persecución, es
posible pensar que la tolerancia continuó entre el 260 y el 300, es decir entre el edicto de
Galieno y la persecución de Diocleciano; este último durante los primeros dieciocho años de
su reinado no sólo no persiguió a los cristianos sino que siguió las políticas anteriores
establecidas frente al cristianismo. No obstante, tal situación cambiará completamente
cuando Diocleciano y su corte noten que tal doctrina se había convertido en una potencial
amenaza para el imperio y vuelven las persecucuiones; por ende, el emperador emprende un
plan de reorganización del imperio, a Maximiano le encarga la parte occidental, mientras él
gobierna todo oriente. Galerio es quien le induce bajo el pensamiento de que el cristianismo
no era compatible con el imperio y era un obstáculo para la reconstrucción imperial.

Alrededor del año 311 el emperador Galerio emitió el Edicto de tolerancia de Nicomedia que
puso fin a las medidas represivas en contra de los cristianos garantizando la libertad de culto.
Posteriormente el emperador Constantino, durante la guerra con Majencio en el puente de
Milvio, tuvo una visión que se corroboró con su victoria generando un cambio radical de
percepción del cristianismo. Alrededor del año 313 Constantino y Licinio firmaban el Edicto
de Milán que trajo profundos cambios en la Iglesia y su relación con el imperio, así, en un
proceso progresivo pero ágil, la Iglesia pasaría de ser reservada a pública; para el año 321 ya
se había suprimido el trabajo en los tribunales los domingos en el imperio.

En consecuencia, la Iglesia se desarrolla generando un matrimonio con Roma que no sería


explícitamente oficial hasta Teodosio I, pero que implícitamente ya sus factores internos, su
teología y sus polémicas repercutían en el Imperio, hasta el punto en que el primer gran
Concilio Ecuménico de la historia cristiana, al igual que los próximos 8 concilios llamados
“antiguos” por los peritos, fue convocado por la autoridad imperial. El culmen de esta unión
se daría con el edicto de Tesalónica promulgado por Teodosio I en 380, donde se promulgó
que el cristianismo sería la religión oficial del Imperio Romano. En menos de un siglo, la
Iglesia pasaría de ser perseguida y sectaria a imperial y oficial, lo que trajo conversiones
masivas y cambios significativos en su estructura, culto, fidelidad de sus miembros, y por
supuesto, la necesidad de definir la comprensión de su doctrina para su propagación y
defensa, proceso arduo en el que se concretó el cristianismo que actualmente conocemos con
la ayuda de la producción teológica prolífera de los padres y eventos de peso como los dos
primeros concilios ecuménicos donde se estipuló la fórmula de la fe ortodoxa, todo bajo la
horma del Imperio Romano.

S-ar putea să vă placă și