Dios». Encontrarse diariamente con Dios en una oración silenciosa: «la oración personal». Rezar juntos, marido y mujer cada día: «la oración conyugal» y, si es posible, en familia, «la oración familiar». Encontrar cada mes el tiempo para hacer un verdadero diálogo conyugal: «el deber de sentarse». Fijarse esfuerzos personales: «la regla de vida». Hacer cada año «un retiro».