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¿Qué es la piel?

La piel es el órgano más extenso del


cuerpo. Está compuesta por tres
capas diferentes:

 Epidermis: es la capa externa,


que constituye la verdadera
cubierta de protección contra
influencias ambientales como las toxinas, las bacterias y la pérdida de
fluidos.
 Dermis: diez veces más gruesa que la epidermis, es el tejido de sostén de
la piel y responsable de su elasticidad y fortaleza.
 Hipodermis: es la capa más interna, y protege el tejido muscular
absorbiendo los impactos gracias a las aglomeraciones en forma de
‘almohadilla’ de unas células de grasa llamadas adipocitos. Éstas también
aíslan el cuerpo del frío y del calor, y almacenan importantes nutrientes.
¿Cuáles son las funciones de la piel?

No sólo es importante cuidar nuestra piel por razones de estética. Entre otras
funciones, este órgano:

 Proporciona una barrera frente a los productos químicos nocivos, el calor y


el frío, los microorganismos dañinos y las radiaciones solares.
 Nos ayuda a mantener el balance hídrico del organismo.
 Es el encargado de la correcta percepción del tacto, la presión, la
temperatura y el dolor, a través de sus receptores.

¿Qué tipos existen?

El tipo de piel de cada persona está determinado, sobre todo, por el tipo de fluido
que las glándulas sudoríparas y sebáceas que la componen segregan para
mantenerla húmeda.

 Si esta secreción es más bien acuosa, estaremos hablando de una piel seca o
normal.
 Si es oleosa, se tratará de una piel grasa.
 Cuando hay un equilibrio en estos fluidos, se habla de tipo mixta.

PACIENTES CON RIESGO DE SUFRIR DAÑOS EN LA PIEL

 Alteraciones sensoriales.
 Alteraciones del estado nutricional y de la hidratación.
 Presencia de secreciones o excreciones excesiva de la piel.
 Dispositivos médicos.
 Alteraciones de la circulación venosa.
 Inmovilidad.
CUIDADOS DE LA PIEL

OBJETIVOS: Mantener una piel intacta en el paciente.

1. Aseo general cada 24 horas y parcial cuando sea necesario.

2. Utilizar jabones o sustancias limpiadoras con potencial irritativo bajo.


3. Mantener la piel del paciente en todo momento limpia y seca.

4. Examinar el estado de la piel a diario, buscando sobre todo en los puntos de


apoyo.

5. Cambios posturales cada 2-3 horas.

6. Registrar el estado de la piel.

7. Aplicar emulsión cutánea suavizante.

8. No frotar o masajear excesivamente sobre las prominencias óseas.

9. No utilizar sobre la piel ningún tipo de alcoholes.

10. Evitar la formación de arrugas en las sábanas de la cama.

11. Para reducir las posibles lesiones por fricción o presión en las zonas más
susceptibles de ulceración como son el sacro, los talones, los codos y los
trocánteres, proteger las prominencias óseas aplicando un apósito hidrocoloide.

¿Qué cuidados debe tener la piel?

Cada uno de estos tipos requiere de unos cuidados específicos. También la edad, el
sexo, los factores ambientales y la fisiología de cada persona resultan factores
determinantes. Además, ante problemáticas como el acné, la hipersensibilidad, el
envejecimiento o patologías como la atopia, estos cuidados deben ampliarse.
Anualmente, se realizan en las farmacias españolas diez millones de consultas
sobre los cuidados de la piel. Acudir a ellas nos será de gran ayuda.
PROBLEMAS MÁS FRECUENTES

Los problemas de la piel más frecuentes son:

1. a) Infecciones por hongos


Estas infecciones son ocasionadas por un hongo que conocemos como Candida
Albicans. En general puede ocasionar mucha comezón y pequeñas ampollas. Las
áreas del cuerpo que están expuestas a este hongo son:

 La boca.
 El pecho.
 Alrededor de las uñas.
 Entre los dedos de las manos y los pies.
 Los genitales.
El famoso pie de atleta es una infección por hongos.

Si sospechas que tienes una infección de este tipo consulta a tu médico para que te
dé un buen tratamiento. Recuerda que el control de la glucosa en sangre es de vital
importancia para evitar estos problemas.

1. b) Infecciones por bacterias


Este tipo de infecciones pueden presentarse en varias partes del cuerpo, entre
ellas: los párpados y en los folículos capilares. Generalmente, el tejido infectado se
ve más rojo y puede hincharse y presentar dolor. Este tipo de infecciones son
causadas por distintos organismos pero los más frecuentes son las bacterias
Staphylococcus.

1. c) Comezón
Cuando los niveles de glucosa en sangre se encuentran elevados puede presentarse
mucha comezón. Ésta también puede ser ocasionada por piel seca o por problemas
en la circulación.

Hay que tener especial precaución e intentar no rascarse sobre todo al bañarse. La
recomendación más común es aplicar crema lubricante después del baño y utilizar
jabón neutro.

1. d) Piel seca
Las personas mayores se encuentran con este problema con frecuencia. La piel
seca puede encontrarse en partes especiales del cuerpo por ejemplo en las piernas,
las manos o incluso la cara.

La comezón puede ser un síntoma de piel seca. Además de estar irritada, la piel
puede empeorar si uno se rasca. Al rascarse podemos aumentar el riesgo de una
infección o de desarrollar úlceras.
Como te hemos repetido a lo largo del texto, el control glucémico nos ayudará a
evitar y a tratar problemas en la piel.

Cuidados generales
En realidad hay varias cosas que puedes hacer para mantener tu piel saludable. A
continuación te presentamos algunos consejos que pueden ayudarte:

 Mantén tus niveles de glucosa en sangre lo más cercanos posible a los


objetivos que tu medico ha establecido. Cuando los niveles de glucosa en
sangre se encuentran elevados, la piel se reseca y tiene mayor dificultad en
defenderse de bacterias.
 Mantén tu piel limpia e hidratada.
 Protege tu piel. Utiliza guantes al tratar con limpiadores, solventes y
detergentes.
 Evita baños muy calientes. Si tienes problemas de resequedad evita los baños
de burbujas. No utilices cremas o lociones entre los dedos de los pies.
Recuerda que la humedad excesiva puede fomentar la aparición de hongos.
 Comunícate con tu medico si notas alguna cortada o herida. Lava bien la zona
con jabón. Recuerda no auto medicarte. Tu médico es quien decidirá el mejor
tratamiento.
CUIDADOS DE LA PIEL PARA EL ADULTO MAYOR POSTRADO

Tener un especial cuidado de la piel del paciente postrado en cama es importante,


este tejido es especialmente vulnerable a presentar úlceras por presión (escaras),
debido a la inmovilidad y pérdida sensitiva.

Úlceras por presión

Las escaras son uno de los principales riesgos del paciente en cama. Son
lesiones que se dan por la falta de circulación cuando la piel queda
comprimida entre una superficie (colchón, silla) y una prominencia ósea
durante un período prolongado.
La muerte del tejido es causada por la falta de una adecuada circulación en
determinadas áreas del cuerpo, debido a esto, la piel se desprende dejando una
úlcera, que tiende a infectarse fácilmente.

El permanecer mucho tiempo en una misma posición, la desnutrición, la pérdida de


la sensibilidad o conciencia a raíz de daños cerebrales, y edades avanzadas, son
factores que predisponen al paciente postrado en cama a sufrir escaras.
También influye la mala circulación, como en el caso de las personas diabéticas,
además de la pérdida del control de esfínteres y la humedad excesiva. Los codos,
las caderas, el hueso sacro, la parte interna de las rodillas, los tobillos y talones;
son las zonas del cuerpo más predispuestas a presentar úlceras debido a que son
partes donde el hueso es más prominente. Para la prevención de escaras es
fundamental evitar la presión mantenida sobre las partes del cuerpo más
vulnerables. Realizar cambios de postura por los menos cada dos horas, ayudará a
promover la circulación adecuada y evitar este padecimiento.

De espaldas, de lado o boca abajo; cualquiera que sea la postura, es de vital


importancia que el paciente descanse de manera cómoda la cabeza y extremidades.
Evitar que los talones se apoyen demasiado contra el colchón y que las rodillas se
compriman una contra otra cuando el paciente está de lado.
Es ideal que los pies estén apoyados en un ángulo de 90°, la clave está en hacer un
puente entre la prominencia ósea y cama o silla, ayudándose de elementos como
almohadas, cobijas o cojines.

Cabe destacar que los colchones y cojines anti – escaras no remplazan la necesidad
de realizar cambios de posición frecuentes.
Los cuidados de la piel del adulto mayor postrado parten de
mantener la piel limpia y seca y una buena opción es el uso
de productos especializados. Si observa enrojecimiento o presencia de
ampollas en el cuerpo, lo más probable es que se está formando una
úlcera por presión y debe protegerse con especial cuidado.

Las arrugas u objetos extraños en la sábana pueden erosionar las


pieles más sensibles, por esta razón, es importante que la cama se
encuentre extendida y limpia.
La lubricación de la piel a través de masajes con cremas humectantes ayudará a
que la piel se comporte mejor frente a la inmovilidad y las condiciones externas.
Medidas preventivas

 Mantener la piel correctamente lubricada.


 Cambios de posición constantes según las necesidades específicas de cada
paciente.
 Una alimentación sana y balanceada.
 Cambiar el absorbente cada vez que el indicador de humedad lo revele para
prevenir la dermatitis.
 Usar adecuadamente los puentes en los puntos de apoyo.
 Revisar la piel diariamente en busca de zonas enrojecidas y eliminar la presión en
éstas.

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