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Universidad de Chile

Facultad de Derecho
Departamento Derecho Privado
Derecho Civil VIII
Prof. Joel González

SENTENCIAS
Examen Derecho Civil VIII

Francia Candia Troncoso

08 de agosto de 2018
CASO N° 1

JURISPRUDENCIA DE CORTE SUPREMA

Fecha en que se dictó la sentencia: 17 de octubre de 2002.

Tribunal que dictó la sentencia: Corte Suprema

Rol N°: 3778-2002

Primeramente, se debe señalar que el presente caso trata sobre la pretensión de doña
margarita Cáceres Marambio quien viene a deducir acción de petición de partición de
herencia en contra de doña Sara Graciela Cáceres Marambio, solicitando en definitiva que se
acoja la demanda declarando que tanto la demandante como sus hermanos son herederos de
Juan Bautista Caceres y de Yolanda Marambio Lobos, pasando a formar parte en calidad de
hijos en el auto de posesión efectiva inscrita en el registro de propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Rancagua.

Posteriormente la parte demandante objeta el documento que presento la demandada,


señalando que consiste en contrato de compraventa en el servicio de vivienda y urbanización
de la sexta región y doña Sara Cáceres Marambio. Sin embargo la prueba no se refiere a la
falta de integridad que objeta, por lo que deberá desestimarse la objeción planteada.

En el presente caso, se hacen parte de la causa doña Ubalita del Carmen, doña Maria Victoria
y don Juan Segundo, todos de apellido Caceres Marambio, para comparecer junto a doña
margarita Caceres Marambio, para deducir la acción de petición de herencia, reconociendo
su posición de herederos, y pasar a formar parte del auto de posición efectiva del Conservador
de Bienes Raices de Rancagua, ordenándose la sub inscripción respectiva.

Se agrega que la demandada tramito la posesión efectiva de la sucesión intestada de los


causantes con objeto de excluirlos, según consta en la inscripción del auto de la posesión
efectiva. La parte demandante ha objeto de acreditar los fundamentos de su acción rinde la
siguiente prueba: certificado de matrimonio de Yolanda Marambio y Juan Bautista Caceres,
certificado de nacimiento de todos los causantes (Ubalita del Carmen, doña Maria Victoria y
don Juan Segundo y doña Margarita), certificado de defunción de don Jun Bautista Caceres,
certificado de defunción de doña Yolanda Marambio, y la fotocopia de la autorización dl auto
de posesión efectiva, a nombre y en favor de la demandada Sara Cáceres Marambio.
El tribunal considero que de la prueba rendida por la demandante se puede extraer la calidad
de hijos legítimos de los demandantes. Manifestando que habrá que acceder a la acción de
petición de herencia, toda vez que cada uno de los actores tiene la calidad de heredero en la
posesión efectiva”.

Posteriormente la causa llega a la Corte de Apelaciones, puesto que la demandada opuso la


excepción de prescripción de la acción de petición de herencia, señalando que la causante
falleció hace más de veinticinco años. Por otro lado, la parte demandante ha solicitado el
rechazo de la excepción de prescripción, señalando que la prescripción comienza a correr
desde la fecha que su contraparte obtuvo la resolución que le concedió exclusivamente la
posesión efectiva.

La Corte de Apelaciones rechaza la excepción de prescripción opuesta, señalando que la que


la prescripción adquisitiva solo puede hacerse valer por vía de la acción y no de la excepción,
por lo que para que prospere es necesario que sea formulada vía reconvención, y n como
simple excepción de la demanda.

Por último, este caso llega a la Corte Suprema, recurriendo la demandada al recurso casación
en el fondo en contra de la sentencia dictada por la Corte de Apelaciones. La Corte Suprema
acoge la acción de petición de herencia, y declara que los actores son también herederos
abintestato, de doña Yolanda Marambio y don Juan Bautista Caceres. Declarando por último
que la casación no reúne los requisitos formales del artículo 722 del Código de Procedimiento
Civil para que la casación pueda acogerse a tramitación.

A modo de comentario me parece que el tribunal y las Corte de Apelaciones y posteriormente


Suprema, utilizaron los argumentos correctos y un debido razonamiento, por cuanto
finalmente rechazaron los recursos interpuestos por la parte demandada, por adolecer de total
incoherencia con la materia objeto de discusión. Y acogieron la acción de petición de
herencia interpuesta por doña Margarita Ceceres Marambio y sus hermanos.

En este caso la Corte de Apelaciones y posteriormente la Corte Suprema, acudieron a la


jurisprudencia y doctrina que señalan que la acción de petición de herencia no termina por
su solo no ejercicio. Puesto que nace el derecho real de herencia. Mientras este no lo haya
adquirido un tercero por prescripción adquisitiva, la acción que lo protege se mantiene.

En este caso, el prescribiente deberá asumir el rol procesal de actor, y en dicha calidad deberá
obtener que el tribunal declare que ganado por la prescripción adquisitiva el derecho real de
herencia.
El interesado deberá pedir al tribunal que declare que es dueño del derecho real de herencia
por haberlo ganado por prescripción, para posteriormente y en virtud de dicha declaración,
pedir que la acción de petición de herencia iniciada en su contra, prescrita.

La prescripción adquisitiva por su propia naturaleza, como modo de adquirir dominio, debe
ser declarada en juicio de lato conocimiento, razón por la cual no queda dentro de una mera
excepción, como la intento interponer la parte demandada.

La prescripción adquisitiva solo puede hacerse valer por vía de la acción y no de excepción,
puesto que, mediante ella, el demandado no solo se limita a enervar o rechazar la acción
dirigida en su contra, sino que pretendo obtener una declaración a su favor, con el objeto que
se reconozca su derecho.

En este sentido, la parte demandada además de contradecir lo dicho por la doctrina respecto
de la acción de petición de herencia, se equivoca al interponer como excepción la
prescripción adquisitiva, la cual debía ser interpuesta vía reconvención para que prosperara.

Según lo anteriormente dicho, me parece acertada la decisión de la Corte, que declara


inadmisible el recurso de casación en el fondo interpuesto en contra de la sentencia de la
corte de Apelaciones, por cuanto no se condice con lo señalado por la doctrina y
jurisprudencia, no entendiendo la naturaleza de la acción de petición de herencia, la cual
contiene un derecho real de herencia, el cual no prescribe por su solo no ejercicio de la parte
peticionaria. Además, de interponerse de forma equivocada como mera excepción, lo cual es
un error en la forma, razón por la cual es imposible que prospere.

Este razonamiento de la Corte es acertado también, desde el punto de vista de protección de


los posibles herederos, quienes pueden ver afectado su acción de petición de herencia, si otro
de los herederos, acude personalmente y adjudicándose únicamente para su persona el
derecho real de herencia, perjudicando a los demás herederos.

Al recurrir únicamente a la inscripción de auto de posesión efectiva, sin notificar a los demás
herederos, y solicitando posteriormente la prescripción adquisitiva, señalando que existe un
exceso de plazo transcurrido, acogiéndose en el artículo 1269 del Código Civil.
CASO N° 2

JURISPRUDENCIA DE CORTE APELACIONES

Fecha en que se dictó la sentencia: 24 de noviembre de 2005.

Tribunal que dictó la sentencia: Corte de Apelaciones

Rol N°: 966 2005

Primeramente, a modo de descripción de los hechos, comparece en esta causa don Ricardo
Piraino Sepúlveda, solicitando que se ordene al Conservado de Bienes Raices de San
Fernando practicar la inscripción de la escritura pública.

Señala que el auxiliar de la administración de justicia rechazo su requerimiento para efectuar


las inscripciones a que dicho título da lugar, por cuanto uno de los comparecientes en el
instrumento le afecta un embargo sobre sus derechos en el inmueble objeto del acto.

Fundándose en la doctrina, el compareciente señala que tal rechazo es infundado según la


normativa vigente, puesto que la escritura trata de la liquidación de la comunidad sobre un
inmueble denominando “lote A resultante de la subdivisión del predio agrícola Reserva del
fundo Santa Eliana, en la comuna de Chimbarongo”.

Y que, a él, no se adjudicó parte alguna del inmueble sobre cuyos derechos se había
practicado embargo, por lo que tal medida de apremio carece de sustento y no puede ser
obstáculo para la práctica de las inscripciones conservatorias que requiere al auxiliar.

En razón de lo señalado por la doctrina respecto de la adjudicación, que señala que tiene
efecto declarativo y por lo mismo retroactivo, conforme a lo cual se entiende que el
adjudicatario ha sido poseedor de la cosa desde que la recibe por este título, desde el momento
de la formación de la comunidad, en tanto que respecto de los demás comuneros que no se la
adjudican, se reputa que jamás la han poseído.

Por otra parte, el auxiliar don Efren Araya Adam, señala en su informe, que rechazo las
inscripciones requeridas por una serie de razones, dentro de las mas importantes estaban: que
el acto adolece de objeto ilícito, la omisión de la cláusula de cambio de destino y la no
singularización correcta de los lotes, en cuanto a medidas y deslindes.
Ante lo cual, posteriormente el solicitante don Ricardo Piraino comparece acompañando
copia autorizada de una escritura de rectificación y complementación de adjudicación, con
la cual pretende subsanar los reparos del informe del señor Conservador Bienes Raices.

En la sentencia del presente caso, establece tal como señala el peticionario que el carácter
declarativo de dominio de la partición de bines, tiene un efecto retroactivo consistente en que
se reputa al adjudicatario dueño de los efectos que le hubieran cabido en la partición, desde
el nacimiento de la comunidad, y por otro lado, se entiende que jamás ha tenido parte alguna
en los demás bienes que no le fueran adjudicados (como el bien sujeto a restricción de
embargo en este caso).

Es importante añadir, que la presente causa inicio por el rechazo estampado al final de la
escritura, que señala que adolecería de objeto ilícito (artículo 1464 Código Civil). El fallo de
la corte señala respecto a esto que, el embargo trabado sobre los derechos que a un comunero
le correspondan sobre un bien poseído pro indiviso, queda sujeto a la condición que en
definitiva se adjudique a dicho copropietario el todo del bien sobre cuyos derechos se trabo
el embargo.

Al mismo tiempo señala que la partición o adjudicación de bienes tiene un carácter


declarativo y no traslaticio de dominio, por lo tanto, no constituye enajenación y
consecuencialmente, no le es aplicable lo dispuesto en el art. 1464 del Código Civil, referente
a objeto ilícito.

Sin embargo, en el presente caso, en la escritura de partición aparece como destinataria de la


adjudicación de una parte del inmueble poseído en comunidad, la Sociedad Agrícola Mulas
Limitada, por lo que efectivamente existe una traslación del dominio de los miembros de la
comunidad, hacia la sociedad Agrícola.

Habiendo entonces transferencia del dominio, hay enajenación y habiendo enajenación hay
también objeto ilícito por la existencia del embargo. Razón por la cual la Corte negó lugar a
la solicitud principal.

A modo de comentario, me parece correcto el razonamiento de la Corte de Apelación, ya que


le da la razón al conservador de Bienes Raices de San Fernando, el cual se ajustó a derecho
a derecho al rechazar la inscripción del título, confirmando, también, la sentencia de primer
grado.

Además, me parecen bastante explicativos y coherentes el desarrollo de los argumentos de la


sentencia, ya que, en primer lugar, explica la figura de la adjudicación.
Señalando que la adjudicación que se haga del inmueble poseído en comunidad,
necesariamente tendrá efecto declarativo, sin que le alcanzaran los efectos del objeto ilícito,
en función de la existencia de un embargo, como ocurrió en este caso. Fundándose dicha
ficción legal, en lo dispuesto por el artículo 1344 del Código Civil, aplicable a comunidades
de objeto singular.

Citando doctrina, especificando que la partición o adjudicación de bienes tiene un carácter


declarativo y no traslaticio de dominio, por lo tanto, no le es aplicable el objeto ilícito, por
cuanto no constituye una enajenación.

Sin embargo, explica que, en el presente caso, lo que efectivamente ocurrió, fue una
traslación de dominio desde el patrimonio de los miembros de la comunidad hacia el
patrimonio de la sociedad Agrícola de Mulas Limitada, quien es un tercero a la comunidad.

Por lo que, según estos hechos, en este caso existe efectivamente una enajenación, por esto,
corresponde aplicarle objeto ilícito, por la existencia de un embargo. Necesariamente, la
Corte debía rechazar la petición de don Ricardo Pierano, de practicar la inscripción de
escritura pública, por cuanto esta adolecía de objeto ilícito, conforme al artículo 1464 del
Código civil y lo dispuesto en los artículos 13, 18 y 20 del reglamento del Conservador de
Bienes Raices.
Sentencia N° 3: SENTENCIA PROFESOR 1998

Fecha en que se dictó la sentencia: 21 de marzo de 2018.

Tribunal que dictó la sentencia: Corte Suprema.

Rol N°: 33859-17

Doña Carolina del Carmen Quezada Morales, en representación de Marta Elena Quezada
Morales, quien deduce demanda en juicio ordinario de petición de herencia en contra de don
Humberto Arturo Faúndez Morales.

La demandante es hija legitima de doña María del Carmen Morales Gómez y de don Diego
Quezada Vallejos. Así, el día 30 de enero de 1997 se concedió la posesión efectiva de la
herencia intestada a don Humberto Arturo Faúndez Morales, hijo natural de ésta y como
cesionario de los derechos de los Srs. Diego Segundo, Mario Edmundo, Carolina del Carmen
y Pedro Pablo todos Quezada Morales, hijos legítimos de la causante.

Por resolución de fecha 9 de julio de 1996 la sucesión indicada se declaró exenta de impuestos
a la herencia de lo que se dejó constancia en la inscripción del decreto de posesión efectiva
aludido.

La inscripción del bien raíz fue singularizada en favor de Humberto Arturo Faúndez Morales.

Mediante escritura pública de fecha 31 de enero de 1997, el demandado dándose como único
propietario del bien raíz antes señalado, transfirió y vendió a doña María Eugenia Marileo
Catrinao. Con fecha 5 de marzo de 1997 el demandado contrajo matrimonio con adquirente
doña María Eugenia Marileo Catrinao.

Se omitió incluir en la posesión efectiva de doña María del Carmen Morales Gómez hija
legítima de ésta. El demandado conocía la existencia de su hermana, la demandante, por lo
que deberá considerárselo poseedor de mala fe para todos los efectos legales.

Se solicita se declare y adjudique su derecho real en la herencia referida y se le restituya la


parte que le corresponde en el bien hereditario.
El demandado señala que no es efectivo que omitió incluir a la demandante por cuanto
ignoraba su existencia, ya que su madre nunca le habló de ésta y sus hermanos tampoco. Una
vez realizados todos los trámites exigidos por la ley y como dueño de la propiedad, la enajenó
recibiendo por ella la suma de $500.000.

La demandante señala que es hija legítima de doña María del Carmen Morales Gómez,
respecto de quien se concedió la posesión efectiva al demandado, en su calidad de hijo natural
de la causante y como cesionario de los derechos que les correspondían a los hijos legítimos
de la causante.

El demandado dándose como único propietario, vendió el inmueble a doña María Eugenia
Marileo Catrineo con quien contrajo posteriormente matrimonio.

Hace presente que teniendo derechos n la secesión y siendo conocida de don Humberto
Arturo Faúndez, éste no la mencionó y por tanto no fue incluida como heredera en el auto de
posesión efectiva razón por la que se debe considerarle poseedor de mala fe para todos los
efectos legales.

Pide que se adjudique el derecho real de herencia que le corresponde en su calidad de hija
legítima en la herencia intestada de la causante doña María del Carmen Morales Gómez.
Además, que se ordene al demandado a restituir a la parte demandante dentro del tercer día
o desde que la sentencia se encuentre ejecutoriada o en el plazo que este Tribunal determine,
la parte que le corresponda en el bien raíz o en la cantidad que este Tribunal determine.
También que se declare para todos los efectos legales que el demandado ha sido poseedor de
mala fe y que se condene expresamente en costas al demandado.

El demandado contestando señala que ignoraba la existencia de la actora y tampoco sus


hermanos le advirtieron este hecho. Agrega que tampoco su madre le habló de ella. Expresa
que en estas condiciones su responsabilidad se encuentra limitada como heredero y
cesionario de buena fe.

Que la acción de petición de herencia intentada en autos, prevista en el artículo 1264 del
Código Civil, es aquella que compete al heredero para obtener la restitución de la
universalidad de la herencia, contra el que está poseyendo, invocando también la calidad de
heredero, sin serlo, esto es, contra el falso heredero, y que en este caso corresponde reconocer
que conforme al primer orden de sucesión regular establecido en el artículo 988 del mismo
cuerpo legal, la demandante es legitimaria.

Humberto Arturo Faúndez Morales como la actora, son herederos legítimos de la causante
doña María del Carmen Morales Gómez, y correspondiendo dirigir la acción intentada en
autos contra una persona que no tenga la calidad de tal, es decir, contra un falso asignatario,
en concepto de este sentenciador la demandante ha errado su accionar pues debió impetrar la
ampliación del auto de posesión efectiva en un procedimiento contencioso.

La Corte de Apelaciones señala en sentencia con fecha 7 de abril de 2000, que se produce la
sentencia en alzada salvo excepciones.

La acción ejercida es la contemplada en el artículo 1264 del Código Civil, denominada de


petición de herencia. La disposición legal citada otorga esa acción a todo el que probare su
derecho a una herencia ocupada por otra persona en carácter de heredero, sin restringir o
limitar el sujeto pasivo a los herederos falsos o aparentes. La legitimación pasiva corresponde
a todo aquel que ocupa la herencia como heredero, sin establecerse mayores
reglamentaciones o precisiones respecto de los que pueden ser sujetos obligados de la acción.

La jurisprudencia de nuestros tribunales al resolver que la acción de petición de herencia


puede interpuesta tanto en contra de quien la posea en todo o parte como falso heredero,
cuando en contra de quienes siendo verdaderamente herederos han desconocido los derechos
de otro heredero legítimo, ocupando la cuota de este último le corresponde en la herencia.

La demandante por su parte es hija legítima de causante por lo que está llamada legalmente
a la sucesión intestada de su madre, y en los autos se concluye que no fue incluida por los
peticionaros respectivos. Por lo tanto, es procedente acoger la demanda de petición de
herencia tal como lo hizo el tribunal, toda vez que se ha comprobado su derecho a la herencia
intestada y la cuota que le correspondería a ella.

Corte Suprema

La corte suprema en los autos reproduce la sentencia de la Corte de Apelaciones y falla con
respecto a un recurso de casación en el fondo presentado. En su sentencia sostiene que se ha
infringido la disposiciones legales por cuanto de haberse aplicado correctamente se habría
concluido la improcedencia de dicha acción, toda vez que el demandado es un heredero
legítimo y heredó el inmueble de buena fe, y no se hizo más rico según sus palabras.

La Corte señala que la casación no reúne el requisito formal señalado en el artículo 772 del
código de procedimiento civil, ya que no se señala de qué como los errores de derecho que
denuncie influye en lo dispositivo del fallo.

Por lo que se declara inadmisible el recurso de casación lo cual encuentro que está acorde a
la legislación vigente en la medida en que la demandante tenía un justo motivo para litigar,
siendo evadida de manera maliciosa por el demandado, por lo que se falló correctamente.

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