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Facultad de Derecho
Departamento Derecho Privado
Derecho Civil VIII
Prof. Joel González
SENTENCIAS
Examen Derecho Civil VIII
08 de agosto de 2018
CASO N° 1
Primeramente, se debe señalar que el presente caso trata sobre la pretensión de doña
margarita Cáceres Marambio quien viene a deducir acción de petición de partición de
herencia en contra de doña Sara Graciela Cáceres Marambio, solicitando en definitiva que se
acoja la demanda declarando que tanto la demandante como sus hermanos son herederos de
Juan Bautista Caceres y de Yolanda Marambio Lobos, pasando a formar parte en calidad de
hijos en el auto de posesión efectiva inscrita en el registro de propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Rancagua.
En el presente caso, se hacen parte de la causa doña Ubalita del Carmen, doña Maria Victoria
y don Juan Segundo, todos de apellido Caceres Marambio, para comparecer junto a doña
margarita Caceres Marambio, para deducir la acción de petición de herencia, reconociendo
su posición de herederos, y pasar a formar parte del auto de posición efectiva del Conservador
de Bienes Raices de Rancagua, ordenándose la sub inscripción respectiva.
Por último, este caso llega a la Corte Suprema, recurriendo la demandada al recurso casación
en el fondo en contra de la sentencia dictada por la Corte de Apelaciones. La Corte Suprema
acoge la acción de petición de herencia, y declara que los actores son también herederos
abintestato, de doña Yolanda Marambio y don Juan Bautista Caceres. Declarando por último
que la casación no reúne los requisitos formales del artículo 722 del Código de Procedimiento
Civil para que la casación pueda acogerse a tramitación.
En este caso, el prescribiente deberá asumir el rol procesal de actor, y en dicha calidad deberá
obtener que el tribunal declare que ganado por la prescripción adquisitiva el derecho real de
herencia.
El interesado deberá pedir al tribunal que declare que es dueño del derecho real de herencia
por haberlo ganado por prescripción, para posteriormente y en virtud de dicha declaración,
pedir que la acción de petición de herencia iniciada en su contra, prescrita.
La prescripción adquisitiva por su propia naturaleza, como modo de adquirir dominio, debe
ser declarada en juicio de lato conocimiento, razón por la cual no queda dentro de una mera
excepción, como la intento interponer la parte demandada.
La prescripción adquisitiva solo puede hacerse valer por vía de la acción y no de excepción,
puesto que, mediante ella, el demandado no solo se limita a enervar o rechazar la acción
dirigida en su contra, sino que pretendo obtener una declaración a su favor, con el objeto que
se reconozca su derecho.
En este sentido, la parte demandada además de contradecir lo dicho por la doctrina respecto
de la acción de petición de herencia, se equivoca al interponer como excepción la
prescripción adquisitiva, la cual debía ser interpuesta vía reconvención para que prosperara.
Al recurrir únicamente a la inscripción de auto de posesión efectiva, sin notificar a los demás
herederos, y solicitando posteriormente la prescripción adquisitiva, señalando que existe un
exceso de plazo transcurrido, acogiéndose en el artículo 1269 del Código Civil.
CASO N° 2
Primeramente, a modo de descripción de los hechos, comparece en esta causa don Ricardo
Piraino Sepúlveda, solicitando que se ordene al Conservado de Bienes Raices de San
Fernando practicar la inscripción de la escritura pública.
Y que, a él, no se adjudicó parte alguna del inmueble sobre cuyos derechos se había
practicado embargo, por lo que tal medida de apremio carece de sustento y no puede ser
obstáculo para la práctica de las inscripciones conservatorias que requiere al auxiliar.
En razón de lo señalado por la doctrina respecto de la adjudicación, que señala que tiene
efecto declarativo y por lo mismo retroactivo, conforme a lo cual se entiende que el
adjudicatario ha sido poseedor de la cosa desde que la recibe por este título, desde el momento
de la formación de la comunidad, en tanto que respecto de los demás comuneros que no se la
adjudican, se reputa que jamás la han poseído.
Por otra parte, el auxiliar don Efren Araya Adam, señala en su informe, que rechazo las
inscripciones requeridas por una serie de razones, dentro de las mas importantes estaban: que
el acto adolece de objeto ilícito, la omisión de la cláusula de cambio de destino y la no
singularización correcta de los lotes, en cuanto a medidas y deslindes.
Ante lo cual, posteriormente el solicitante don Ricardo Piraino comparece acompañando
copia autorizada de una escritura de rectificación y complementación de adjudicación, con
la cual pretende subsanar los reparos del informe del señor Conservador Bienes Raices.
En la sentencia del presente caso, establece tal como señala el peticionario que el carácter
declarativo de dominio de la partición de bines, tiene un efecto retroactivo consistente en que
se reputa al adjudicatario dueño de los efectos que le hubieran cabido en la partición, desde
el nacimiento de la comunidad, y por otro lado, se entiende que jamás ha tenido parte alguna
en los demás bienes que no le fueran adjudicados (como el bien sujeto a restricción de
embargo en este caso).
Es importante añadir, que la presente causa inicio por el rechazo estampado al final de la
escritura, que señala que adolecería de objeto ilícito (artículo 1464 Código Civil). El fallo de
la corte señala respecto a esto que, el embargo trabado sobre los derechos que a un comunero
le correspondan sobre un bien poseído pro indiviso, queda sujeto a la condición que en
definitiva se adjudique a dicho copropietario el todo del bien sobre cuyos derechos se trabo
el embargo.
Habiendo entonces transferencia del dominio, hay enajenación y habiendo enajenación hay
también objeto ilícito por la existencia del embargo. Razón por la cual la Corte negó lugar a
la solicitud principal.
Sin embargo, explica que, en el presente caso, lo que efectivamente ocurrió, fue una
traslación de dominio desde el patrimonio de los miembros de la comunidad hacia el
patrimonio de la sociedad Agrícola de Mulas Limitada, quien es un tercero a la comunidad.
Por lo que, según estos hechos, en este caso existe efectivamente una enajenación, por esto,
corresponde aplicarle objeto ilícito, por la existencia de un embargo. Necesariamente, la
Corte debía rechazar la petición de don Ricardo Pierano, de practicar la inscripción de
escritura pública, por cuanto esta adolecía de objeto ilícito, conforme al artículo 1464 del
Código civil y lo dispuesto en los artículos 13, 18 y 20 del reglamento del Conservador de
Bienes Raices.
Sentencia N° 3: SENTENCIA PROFESOR 1998
Doña Carolina del Carmen Quezada Morales, en representación de Marta Elena Quezada
Morales, quien deduce demanda en juicio ordinario de petición de herencia en contra de don
Humberto Arturo Faúndez Morales.
La demandante es hija legitima de doña María del Carmen Morales Gómez y de don Diego
Quezada Vallejos. Así, el día 30 de enero de 1997 se concedió la posesión efectiva de la
herencia intestada a don Humberto Arturo Faúndez Morales, hijo natural de ésta y como
cesionario de los derechos de los Srs. Diego Segundo, Mario Edmundo, Carolina del Carmen
y Pedro Pablo todos Quezada Morales, hijos legítimos de la causante.
Por resolución de fecha 9 de julio de 1996 la sucesión indicada se declaró exenta de impuestos
a la herencia de lo que se dejó constancia en la inscripción del decreto de posesión efectiva
aludido.
La inscripción del bien raíz fue singularizada en favor de Humberto Arturo Faúndez Morales.
Mediante escritura pública de fecha 31 de enero de 1997, el demandado dándose como único
propietario del bien raíz antes señalado, transfirió y vendió a doña María Eugenia Marileo
Catrinao. Con fecha 5 de marzo de 1997 el demandado contrajo matrimonio con adquirente
doña María Eugenia Marileo Catrinao.
Se omitió incluir en la posesión efectiva de doña María del Carmen Morales Gómez hija
legítima de ésta. El demandado conocía la existencia de su hermana, la demandante, por lo
que deberá considerárselo poseedor de mala fe para todos los efectos legales.
La demandante señala que es hija legítima de doña María del Carmen Morales Gómez,
respecto de quien se concedió la posesión efectiva al demandado, en su calidad de hijo natural
de la causante y como cesionario de los derechos que les correspondían a los hijos legítimos
de la causante.
El demandado dándose como único propietario, vendió el inmueble a doña María Eugenia
Marileo Catrineo con quien contrajo posteriormente matrimonio.
Hace presente que teniendo derechos n la secesión y siendo conocida de don Humberto
Arturo Faúndez, éste no la mencionó y por tanto no fue incluida como heredera en el auto de
posesión efectiva razón por la que se debe considerarle poseedor de mala fe para todos los
efectos legales.
Pide que se adjudique el derecho real de herencia que le corresponde en su calidad de hija
legítima en la herencia intestada de la causante doña María del Carmen Morales Gómez.
Además, que se ordene al demandado a restituir a la parte demandante dentro del tercer día
o desde que la sentencia se encuentre ejecutoriada o en el plazo que este Tribunal determine,
la parte que le corresponda en el bien raíz o en la cantidad que este Tribunal determine.
También que se declare para todos los efectos legales que el demandado ha sido poseedor de
mala fe y que se condene expresamente en costas al demandado.
Que la acción de petición de herencia intentada en autos, prevista en el artículo 1264 del
Código Civil, es aquella que compete al heredero para obtener la restitución de la
universalidad de la herencia, contra el que está poseyendo, invocando también la calidad de
heredero, sin serlo, esto es, contra el falso heredero, y que en este caso corresponde reconocer
que conforme al primer orden de sucesión regular establecido en el artículo 988 del mismo
cuerpo legal, la demandante es legitimaria.
Humberto Arturo Faúndez Morales como la actora, son herederos legítimos de la causante
doña María del Carmen Morales Gómez, y correspondiendo dirigir la acción intentada en
autos contra una persona que no tenga la calidad de tal, es decir, contra un falso asignatario,
en concepto de este sentenciador la demandante ha errado su accionar pues debió impetrar la
ampliación del auto de posesión efectiva en un procedimiento contencioso.
La Corte de Apelaciones señala en sentencia con fecha 7 de abril de 2000, que se produce la
sentencia en alzada salvo excepciones.
La demandante por su parte es hija legítima de causante por lo que está llamada legalmente
a la sucesión intestada de su madre, y en los autos se concluye que no fue incluida por los
peticionaros respectivos. Por lo tanto, es procedente acoger la demanda de petición de
herencia tal como lo hizo el tribunal, toda vez que se ha comprobado su derecho a la herencia
intestada y la cuota que le correspondería a ella.
Corte Suprema
La corte suprema en los autos reproduce la sentencia de la Corte de Apelaciones y falla con
respecto a un recurso de casación en el fondo presentado. En su sentencia sostiene que se ha
infringido la disposiciones legales por cuanto de haberse aplicado correctamente se habría
concluido la improcedencia de dicha acción, toda vez que el demandado es un heredero
legítimo y heredó el inmueble de buena fe, y no se hizo más rico según sus palabras.
La Corte señala que la casación no reúne el requisito formal señalado en el artículo 772 del
código de procedimiento civil, ya que no se señala de qué como los errores de derecho que
denuncie influye en lo dispositivo del fallo.
Por lo que se declara inadmisible el recurso de casación lo cual encuentro que está acorde a
la legislación vigente en la medida en que la demandante tenía un justo motivo para litigar,
siendo evadida de manera maliciosa por el demandado, por lo que se falló correctamente.