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RESUMEN DEL LIBRO “LA EDUCACIÓN”

La autora señala que Dios es la fuente de la verdadera educación, su propósito es preparar a las
personas para vivir en la tierra y en el cielo desarrollando sus facultades físicas, mentales y
espirituales. El modelo de educación que Dios estableció es la del hogar. Él mismo les enseñaba
por medio de la naturaleza y el trabajo a fin de fortalecer el cuerpo, ampliar la mente y
desarrollar el carácter.

Dios dio a las personas la facultad de escoger entre el bien y el mal. Adán y Eva eligieron el mal
y perdieron el bien que Dios les otorgaba generosamente. Por causa del pecado el hombre se
separó de Dios pero Cristo puede restaurar la relación con Él. La mayor necesidad del hombre
es cooperar con Cristo para inculcar principios de verdad, obediencia, honor, integridad y pureza
que estabilice y eleve a la sociedad.

La educación de Israel tenía por centro la familia, donde se desarrollaba el carácter. A través de
las situaciones cotidianas de la vida aprendían de Dios y lo enseñaban a sus hijos. También
aprendían de las fiestas, ceremonias y ritos que hacían.

Después, Dios proveyó otros instrumentos para educar: Los profetas, quienes hablaban y
comunicaban al pueblo los mensajes que recibían. Sus escuelas servían de barrera contra la
corrupción y atendían el bienestar mental y espiritual de la juventud para estimular la
prosperidad de la nación y proveer de hombres preparados para actuar en el temor de Dios.

Hay muchos ejemplos de personas que se formaron bajo la bendición de Dios: José, Daniel,
Moisés, Eliseo, Pablo y otros. Todos ellos cultivaron un carácter noble como resultado de la
autodisciplina, de la sujeción de la naturaleza baja a la superior y de la entrega del yo al servicio
de amor a Dios y a la humanidad. Su fuerza, tiempo, intelecto pertenecían a Dios y decidieron
darles el uso más elevado.

Pero hay uno que reúne todas las características de los personajes anteriores: Jesús. En Él se
halla el ideal perfecto. Vino a mostrar de qué manera deben ser educados los hombres como
conviene a hijos de Dios; cómo deben practicar en la tierra los principios, y vivir la vida del cielo.
Sus métodos como maestro se encuentran en la educación que dio a sus doce discípulos. Siguió
el mismo sistema establecido desde el principio: La familia y los educó a través del ejemplo.

También dice que se puede aprender de Dios mediante la naturaleza. Toda la naturaleza se
ilumina para aquel que aprende así a interpretar sus enseñanzas; el mundo es un libro de texto;
la vida, una escuela. La unidad del hombre con la naturaleza y con Dios, el dominio universal de
la ley, los resultados de la transgresión, no pueden dejar de hacer impresión en la mente y
modelar el carácter.

De igual modo, el Maestro usó lecciones que interesaban a cada mente e impresionaban cada
corazón. De ese modo la tarea diaria, en vez de ser una serie repetida de trabajos, exenta de
pensamientos elevados, resultaba animada por recuerdos constantes de lo espiritual y lo
invisible.

Afirma que Dios ha provisto en su Palabra los medios necesarios para el desarrollo mental y
espiritual. Ella contiene todos los principios que los hombres necesitan comprender, a fin de
prepararse para esta vida o para la venidera. Estos pueden ser comprendidos por todos. Nadie
que tenga disposición para apreciar su enseñanza puede leer un solo pasaje de la Biblia sin
obtener de él algún pensamiento útil.

Por otro lado, menciona que la música es un precioso don de Dios, cuando es debidamente
empleada y está destinada a elevar los pensamientos hacia temas más nobles, y a inspirar y
levantar el alma.

En cuanto a profecía, señala que en la Palabra de Dios se descorre el velo, y contemplamos


detrás, encima y entre la trama y la urdimbre de los intereses, las pasiones y el poder de los
hombres, los agentes del Ser misericordioso, que ejecutan silenciosa y pacientemente los
consejos de la voluntad de Dios.

En lo que se refiere al cuidado del cuerpo afirma que cuando se estudia el mecanismo del
cuerpo, se debería dirigir la atención a su maravillosa adaptación de los medios al fin, a la
armoniosa acción y dependencia de los diferentes órganos. Una vez que se ha despertado el
interés del estudiante y se le ha hecho ver la importancia de la cultura física, el maestro puede
hacer mucho para obtener el debido desarrollo y formar hábitos correctos.

Un consejo que da acerca de los niños es que no deberían permanecer mucho tiempo dentro de
habitaciones; no se les debería exigir que se apliquen con mucho tesón al estudio hasta que se
haya echado un buen cimiento para su desarrollo físico.

Por último, el cielo es una escuela; su campo de estudio, el universo; su maestro, el Ser infinito.
En el Edén fue establecida una filial de esa escuela y, una vez consumado el plan de redención,
se reanudará nuevamente. En nuestra vida terrenal, aunque restringida por el pecado, el mayor
gozo y la más elevada educación se encuentran en el servicio. Y en la vida futura, libre de las
limitaciones de la humanidad pecaminosa, hallaremos nuestro mayor gozo y nuestra más
elevada educación en el servicio.

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