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lA. MONREAL & A. SERRANO «Los escolítidos (Coleoptera, Scolytidae) del pino carrasco»
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Cuad. Soco Esp. Cien. For. 10(2000) «La selvicultura del pino carrasco»
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P. calcaratus O. erosus C. medítcrraneus T. piniperda
se rompen con facilidad y caen al suelo. El Son parásitos secundarios que atacan a árbo-
ataque del insecto se hace por rodales, encon- les debilitados por otros insectos, cuando sus
trándose con frecuencia numerosos pies con ramas están desprendidas o sobre los restos
la copa totalmente llena de ramillas rojizas y de las cortas (GIL & PAJARES, 1986).
otras aún verdes encorvadas con el insecto en
su interior.
4.3. Orthotomicus erosus Woll.
Aunque los ataques de los individuos
inmaduros se produce sobre árboles sanos, Los daños ocasionados por Orthotomicus
los adultos son incapaces de penetrar en los erosus están localizados más frecuentemente
troncos de los árboles vigorosos para realizar en las ramas que en el tronco, y si 10 ataca, 10
la puesta, por 10 que dificilmente su ataque hace en la parte alta (M. DE AGRICULTURA,
supondrá la muerte de pinos instalados en 1965). Se trata de un hospedante habitual en
zonas acordes con sus características selvíco- la Península Ibérica de las especies del géne-
las. Sus mayores daños los causan en jóvenes ro Pinus, aunque también puede serlo ocasio-
repoblados o masas adultas que se encuen- nalmente con las especies del género Abies. Si
tran en situaciones adversas que disminuyen bien se trata de un parásito secundario, inca-
su vigor y posibilitan el aumento de las paz de atacar árboles sanos, puede resultar
poblaciones del insecto al facilitarle nuevo dañino por su capacidad de transmitir el azu-
material apropiado para su localización. El lado de la madera a los fustes recién cortados.
ataque es más intenso en los linderos del bos-
que o en la vecindad de los claros, o sea, en
sitios de más luminosidad (MOLINA, 1964). 4.4. Crypturgus mediterraneus Eichh.
Un aspecto importante en la biología de Se trata también de un parásito secundario,
este escolítido 10 constituye su asociación que se instala sobre plantas debilitadas o
con los hongos causantes del azulado de la muertas del género Pinus habitualmente,
madera, particularmente con numerosas aunque también y de forma ocasional sobre
especies de Ceratocystis (GIL & PAJARES, especies del género Abies. Se suele alimentar
1986). tanto en los troncos como en las ramas.
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de control a 10 largo del tiempo sobre las 6.1. Seguimiento de las poblaciones
poblaciones de los insectos. Sin embargo, los
factores bióticos actúan de forma más sutil, Los daños ocasionados por los escolítidos
pero con significativos efectos a la hora de normalmente afectan a árboles individuales o
reducir y controlar estas poblaciones. Estos a pequeños grupos distribuidos de forma
factores incluyen: insectos parásitos y preda- irregular entre la masa. Debería llevarse a
dores, ácaros y nemátodos parásitos, aves y cabo en el monte el seguimiento de las pobla-
otros vertebrados insectívoros y diversas ciones de insectos para tratar de localizar las
enfermedades. infestaciones en sus primeros estadios, esti-
mar su potencial destructivo y poder deducir
- Muchas familias de Himenópteros pose- la necesidad o no de un control más directo.
en representantes que parasitan escolíti- Además nos proporcionarán una valiosa
dos: Braconidae, Ichneumonidae y información acerca de los métodos directos
Pteromalidae, son las más importantes de control más aconsejables y contribuirán a
(GIL & PAJARES, 1986). incrementar nuestros conocimientos sobre la
biología de estos insectos.
- Dentro de los predadores de escolítidos
los Dípteros y los Hemípteros poseen El seguimiento de las poblaciones nos indi-
algunos representantes. Pero sin duda son cará si representan condiciones endémicas y,
los Coleópteros los que poseen una mayor en este último caso, si la población se
fauna de especies predadoras. Varias fami- encuentra aumentando o decreciendo.
lias han sido señaladas como tales; siendo Cuando los factores naturales de control, cli-
las más importantes Tenebrionidae, matología, meteorología, predadores, parási-
Colydidae y Cleridae, (ASTIASO & LEYVA, tos, etc., mantienen a las poblaciones de
1970), de las dos primeras hemos encon- escolítidos en niveles más o menos constan-
trado ejemplares en las muestras de labo- tes, prevalecerán las condiciones endémicas,
ratorio. pero si los daños producidos exceden los
- También la acción de los pájaros insectí- límites normales, nos encontramos ante
voros es particularmente notable durante situaciones epidémicas.
el transcurso de las plagas. Se ha señalado En la inspección y seguimiento de los esco-
que los picamaderos llegan a destruir hasta lítidos habrá que abordar dos cuestiones fun-
el 75% de la población de escolítidos en damentales:
determinadas áreas. Su actividad además
acelera la desecación de la corteza y pro- • Primeramente, la detección y localiza-
duce una mortandad tan elevada como el ción de los posibles focos epidémicos o
número de los individuos que devoran. En del nuevo establecimiento de especies
el caso de Tomicus se sabe que los depre- foráneas y de cambios producidos en sus
dadores más importantes son los pájaros. distribuciones.
• En segundo lugar, una evaluación que
trate de determinar la extensión e intensi-
6. MEDIDAS DE PREVENCIÓN Y CON- dad de la plaga, su dirección, los daños oca-
TROL sionados y los presumibles, y la necesidad
y efectividad de las diversas medidas de
Los escolítidos juegan un importante papel control. Estas evaluaciones pueden lograrse
en el mantenimiento de la salud y vigor de los por medición directa del número y vigor de
árboles, eliminando a aquellos viejos y enfer- las poblaciones de los escolítidos o indirec-
mos y acelerando el reciclaje del material tamente mediante la estimación de la mor-
muerto. A pesar de la función natural que rea- talidad de los árboles y de otros daños cau-
lizan en el bosque, su enfrentamiento con los sados por ellos (GIL & PAJARES 1986).
intereses humanos los transforma en elemen-
tos perniciosos, sobre todo cuando llegan a La medición del daño ha sido muy utiliza-
alcanzar niveles epidémicos. da como indicador de la necesidad de control
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Tomicus Desde mediados de Febrero y Ramas o troncos Sitios de fácil Retirada y quema
piniperda Abril hasta Junio Marzo desramados, con acceso y no de los cebos o
cierto grosor de corteza. expuestos tratamiento con
En grupos de 5 a 10 totalmente piretroides antes
unidades al sol de Mayo
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