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Escalera al Cielo

Dicen que dicen que dicen, que en el mundo de Los Sueños, en un valle sin
fin, vivía una señorita muy bella llamada Bella.

Bella era una de aquellas señoritas únicas en el mundo de Los Sueños,


porque por donde ella caminaba, las rosas florecían, la naturaleza se veía
en completa armonía con ella; muchos dicen que todo era producto de su
sincera alegría, persistencia, humildad y bondad, su gran fortaleza,… y
muchos dones más, que si los sigo contando, no los terminaría de contar
jamás; pero entre todas sus virtudes la que más resaltaba era su gran amor
por Jehová.

Bella se preguntaba muchas veces, - ¿Algún día podre subir al cielo y


conocer a Jehová?, - podré saber ¿Cómo se siente estar cerca a mi Señor?,
¿Por qué el cielo es celeste?

La historia de Bella inicia cuando Jehová dijo:-“por ser mi hija amada,


haré que me conozcas”, “Enviaré a un angelito de la guarda para que te
enseñe como llegar a Mí”. Y es así que en una linda mañana, cuando Bella
estaba sembrando rositas, un angelito se le apareció y le dijo:

-Muy buen día señorita, soy el enviado de Dios; ¡Alégrate! Porque mi Señor
quiere que lo conozcas y ha enviado este plano para que construyas una
escalera al cielo y llegues a Él. Además, he traído conmigo dos vigas tan
fuertes y livianas a la vez, que son las bases de la escalera para llegar a
Jehová tu Dios.

Pero Bella le dijo al angelito: -¡Oh, angelito de bendición!, ¿Cómo podré


hacer una escalera si no tengo escalones para subir?

El angelito respondió: -Porque tu fe es grande para mi Señor; Él hará que


por cada acto bueno que hagas, tengas un escalón más en las vigas que te
ha dado Dios.

Al terminar de decir aquellas palabras el angelito, desapareció como por


arte de magia e inmediatamente aparecieron dos vigas tan largas que
desaparecían en el horizonte. Bella gritó desde el fondo de su corazón, -
¡Gracias mi Dios, por el hermoso regalo que me has dado hoy!
Cuando Bella se dispuso a construir la escalera con actos agradables para
Jehová, se dio cuenta que a su lado habían un montón de escalones con una
pequeña notita que decía: “Un pequeño regalo, por todas las cosas buenas
que has hecho en tu vida. Atte. Tu angelito de la guarda”. Nunca había
habido día más bello para Bella como este.

Los días pasaron y pasaron, y Bella no paraba de hacer actos agradables


para Diosito; la escalera al cielo se perdía entre las nubes, parecía que
había unido al cielo y la tierra; era algo tan maravilloso de verdad.

Pero no todo era color de rosa para Bella, porque sus vecinos don Dolores,
la señora Tristeza, don Gruñón, doña Desesperada y sus compinches, todos
llenos de envidia y maldad, le decían que ella estaba loca, por construir
una escalera tan larga, sabiendo que el cielo no tiene fin, la trataban de
desanimar diciendo que Jehová está muy lejos y que nunca lo encontrará;
pero a pesar de todas sus maldades; Bella les sonreía y les decía: -Vengan
conmigo porque mi Señor, amor eterno nos dará, pero sus vecinos
malvados no la escuchaban y seguían burlándose cada vez más.
Llegó el día en que Bella decidió subir al cielo, llena de alegría y emoción.
Sus vecinos llenos de curiosidad y envidia, esperaron a que Bella esté muy
alto para empezar a seguirle, pensando que ella en algún momento
perdería sus fuerzas y así puedan burlarse para siempre de ella.

Los días pasaron, y Bella subía y subía, llena de fe e ilusión. Pero sus
vecinos vacios de amor y esperanza, se cansaron de subir y dijeron:

-Don Dolores: ¡Ojalá te duela la cabeza y el estomago y sufras en tu


camino!, mejor me bajo a adolecer a la salud.

-Doña Tristeza: ¡Ojalá llores de pena porque arriba nada encontrarás!,


mejor me bajo a fastidiar a la felicidad.

-Don Gruñón: ¡Ojala te llenes de angustia y grites de cólera!, mejor me bajo


a irritar a la tranquilidad.

-Doña Desesperada: ¡Ojalá te impacientes y caigas de la escalera!, mejor me


bajo a incomodar a la paciencia.

Pero Bella no los escuchó.


Diosito al ver tantos malos deseos de sus vecinos y sus compinches, los
castigo por siempre, haciendo que nunca puedan llegar al cielo y vaguen
por la tierra.

El camino de Bella seguía siendo interminable, pero ganaba fuerzas por su


oración, por su gran fe y devoción.

Un día de eterna primavera; Jehová nuestro Dios, hizo que resplandezca


demasiado la escalera al cielo, diciendo: - “Ya no subas más hija mía, tu fe
ha sido grande y por amor ahora me conoces, porque en todas las obras
buenas, estoy Yo”, “Quiero que sepas que nunca eh estado lejos, porque en el
corazón de mis hijos amados reinaré noche y día” –“Pero en tu corazón
Bella, seré llama viva”

Dicen que Diosito mostró a Bella el Jardín del Cielo, lleno de hermosas
rosas celestes y azuladas, es por eso que cada vez que vemos al cielo, lo
vemos de color celeste y azulado.

Bella simplemente, por todo lo que Jehová le había dicho y había mostrado,
lloró de alegría.

Autor: Palabras que puso Diosito en mi corazón.

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