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Recurso de casación interpuesto por José Orlando Pinto Padilla, contra la sentencia
dictada por la Sala Décima de la Corte de Apelaciones, en proceso penal que por el
delito de Estafa Mediante Cheque, se siguió contra Genaro Orrego Quiñónez.
Se tiene a la vista para dictar sentencia, el recurso de casación promovido por JOSÉ
ORLANDO PINTO PADILLA, contra la sentencia dictada por la Sala Décima de la
Corte de Apelaciones el día treinta de agosto de mil novecientos ochenta y cinco, en el
proceso penal que por el delito de Estafa mediante cheque se siguió contra Genaro
Orrego Quiñónez en el Juzgado Quinto de Primera Instancia del Ramo Penal de este
departamento.
Con fecha treinta de agosto de mil novecientos ochenta y cinco, la Sala Décima de la
Corte de Apelaciones, al conocer revocó la sentencia condenatoria de primer grado y
declaró: I. Que por falta de plena prueba para condenarlo, absuelve a Genaro Orrego
Quiñónez, del hecho concreto y justiciable que oportunamente se le dedujo. II.
Procedente la impugnación deducida por la defensa contra el protesto contenido en
acta notarial levantada con fecha dieciocho de agosto de mil novecientos ochenta y
dos, por el notario Emerio Lemus Recinos, y su respectiva protocolación; en
consecuencia: a) Nulo y sin ningún efecto jurídico tal acto y el instrumento
(protocolación) faccionado el día veinte de agosto de mil novecientos ochenta y dos. b)
Se ordena al notario Emerio Lemus Recinos, haga la anotación respectiva al margen
del citado instrumento, para lo cual se le fija un término de tres días, caso contrario
debe operar la anotación el Juez de los autos; y c) Impone al notario Emerio Lemus
Recinos, por la infracción cometida, la multa de veinticinco quetzales exactos, la que
debe hacer efectiva en la Tesorería del Organismo Judicial dentro de un término de
ocho días; caso contrario se traducirá en detención corporal a razón de un día por cada
quetzal dejado de pagar. Para fundamentar su fallo la Sala hace las siguientes
consideraciones: a) Que tanto de la fotocopia que se ve a folio cuatro de la pieza de
Primera Instancia del cheque número dos millones, setecientos ochentinueve mil
quinientos diez del Banco del Café, Sociedad Anónima, como de la respectiva
declaración indagatoria del enjuiciado, Genaro Orrego Quiñónez, se desprende que
éste giró a favor del licenciado José Orlando Pinto Padilla, el citado cheque por la
suma de quince mil quetzales exactos, pero no que el citado título de crédito se haya
expedido en calidad de pago, y que como consecuencia de tal acción le hubiera
defraudado en su patrimonio, por lo que debe apreciarse lo exteriorizado en su
confesión en la parte que le es favorable; porque aun cuando el ofendido en su
declaración mediante llamamiento especial claramente señaló que el acusado le giró el
cheque en calidad de pago de honorarios, como su abogado defensor en diversos
asuntos que le había seguido en Tribunales del departamento de Sacatepéquez, cierto
es también que tal situación en ningún estadio de este procedimiento, ni siquiera en su
querella y ratificación de la misma lo esgrimió, ni mucho menos lo demostró o probó,
tal y como legalmente era su obligación de conformidad con la ley de la materia,
menos aún justificó por medio de su contabilidad el ingreso de tal suma a su haber
personal, tampoco que hubiera extendido factura o recibo en tal concepto, y que
realizara declaración ante la autoridad fiscal respectiva por servicios profesionales,
siendo sintomático que en su propia declaración mediante llamamiento especial y que
es objeto de comentario, llegara al extremo de pronunciarse en el sentido de no saber
en qué asuntos había asesorado al acusado porque los mismos se habían quedado en
sumario, explicación que los que juzgan aprecian reticente dada su calidad de
profesional del derecho que lo hacía exteriorizar una respuesta categórica, precisa y
concordante".
Los hechos narrados por la Sala se relatan en forma correcta por lo que no se
rectifican.
RECURSO DE CASACIÓN:
José Orlando Pinto Padilla, en su calidad de acusador particular y bajo su propia
dirección profesional, interpuso recurso de casación contra la sentencia relacionada,
por motivo de fondo e invocando como caso de procedencia, el haberse cometido error
de derecho en la apreciación de la prueba, contenido en el inciso VIII del artículo 745
del Código Procesal Penal y señaló, como infringidos, los artículos 263 y 268 en sus
párrafos primero del Código Penal y 496, párrafo III del Código de Comercio; 641 y
732, parte primera del Código Procesal Penal, y 101 del Código de Notariado Decreto
314 del Congreso de la República, con base en las razones siguientes:
A) Que nuestra legislación plasmó en el párrafo primero de los artículos 263 y 268 del
Código Penal y artículo 496, párrafo tercero, del Código de Comercio, que comete
estafa quien induciendo a error a otro, mediante ardid o engaño, lo defraudare en su
patrimonio en juicio propio o ajeno y que quien defraudare a otro, dándole en pago un
cheque sin provisión de fondos o disponiendo de ellos, antes de que expire el plazo
para su presentación, será sancionado con prisión de seis meses a cinco años y multa
de cien a cinco mil quetzales y el que defraudare a otro librando un cheque sin tener
fondos o disponiendo de ellos antes de que expire el plazo para su cobro o alterando
cualquier parte del cheque o usando indebidamente el mismo, será responsable del
delito de estafa conforme al Código Penal. Que en el presente caso, el procesado es
autor responsable del delito de estafa mediante cheque, cometido en el patrimonio del
recurrente, porque el enjuiciado confesó en su declaración indagatoria y ampliación de
diecinueve y veintisiete de agosto de mil novecientos ochenta y tres haberle librado un
cheque por la cantidad de quince mil quetzales exactos contra el Banco del Café,
Sociedad Anónima, número dos millones setecientos ochenta y nueve mil quinientos
diez, sin tener fondos depositados y disponibles en dicha institución y que aunque trató
de calificar su confesión, asegurando que se trataba de un cheque librado en garantía
de pago, no probó los extremos indispensables, por lo que tal confesión debe apreciarse
como prueba suficiente para proferir un fallo de condena; que la confesión referida no
es la única prueba, pues aparecen la documental consistente en testimonio de la
escritura pública número quinientos cuarenta de fecha veinte de agosto de mil
novecientos ochenta y dos, autorizada en esta capital por el notario Emerio Lemus
Recinos, que reproduce el cheque girado y el comprobante del Banco librado en el cual
se indica que el cheque no fue cancelado por no tener fondos disponibles el girador, por
lo que existe plena prueba de la culpabilidad del procesado ya que, además, el cheque
por tener una categoría jurídica y un sistema propio, hacen que el mismo incorpore un
derecho literal y autónomo.
B) Que el fallo recurrido "violó también el artículo 641 del Código Procesal Penal
vigente, puesto que determinó extremos ya probados, como es el hecho de haberse
girado un cheque cuya cuenta estaba desprovista de fondos, situación que quedó
plenamente probada en autos, no sólo por la propia confesión prestada por el señor
Genaro Orrego Quiñónez, sino que también mediante el protesto que se efectuó por el
notario Emerio Lemus Recinos, del cheque sin fondos expedido por Genaro Orrego
Quiñónez, ya que tal título de crédito tiene su propia naturaleza jurídica, a la cual no se
le puede dar ninguna otra interpretación que la que la misma ley le confiere, ya que de
lo contrario el mismo juzgador se estaría convirtiendo en legislador, razones que hacen
considerar que sí existe plena prueba mediante la cual pueda deducirse la culpabilidad
del procesado".
C) Que asimismo se violó "el artículo 732, párrafo primero del Código Procesal Penal
vigente, que establece que: 'El Tribunal de Apelaciones puede: confirmar, revocar,
reformar o anular la resolución de que conoce en grado', porque si bien 'le da las
facultades que se indican' 'no le confieren facultades tales como declarar nulo y sin
ningún efecto jurídico, un instrumento público notarial, cual es el que efectuó en el
punto segundo de la parte declarativa de la sentencia' que impugna por medio del
presente recurso".
D) Finalmente señala que, al resolver la Sala "la impugnación deducida por la defensa,
contra el protesto, contenida en Acta Notarial levantada con fecha dieciocho de agosto
de mil novecientos ochenta y dos en esta capital por el notario Emerio Lemus Recinos
y su respectiva protocolación, faccionada el veinte de agosto de mil novecientos
ochenta y dos, la Honorable Sala Décima de la Corte de Apelaciones, violó también el
artículo 101 del Código de Notariado contenido en el Decreto 314 del Congreso de la
República, que específicamente determina las sanciones a las infracciones en que
incurran los notarios, siempre que las mismas no constituyan delito, encontrándose
entre estas infracciones las prohibiciones a los notarios contenidas en el artículo 77 del
Decreto 314 del Congreso de la República, Código de Notariado, y las sanciones
contenidas en el artículo 101 del mismo cuerpo legal ya indicado, pudiendo consistir
éstas en: amonestar o censurar al notario infractor o imponerle multa, por lo que la
Honorable Sala Décima de la Corte de Apelaciones, al entrar a conocer acerca de la
impugnación planteada, debió circunscribirse a lo específicamente determinado por la
ley".
CONSIDERANDO:
II
LEYES APLICABLES:
Artículos citados y 16, 27, 29, 31, 181, 182, 193, 259, 745, inciso VIII y 759 del Código
Procesal Penal; 32, 38, inciso 2o., 157, 159 y 169 de la Ley del Organismo Judicial.
PARTE RESOLUTIVA:
Edmundo Vásquez Martínez.- M.T. Molina Abril.- M. Pellecer M.- H. González C.-
M.L. Meneses de Jáuregui.- Ante mí: Anaisabel Prera Flores