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1) NO DISCUTA SOBRE QUIÉN TIENE LA RAZÓN: EXPLORE LAS VERSIONES DE CADA UNO
por qué cada uno ve las cosas de modo distinto:
o porque tenemos distinta información
notamos cosas distintas
cada uno se conoce a sí mismo mejor que lo que lo conocen los otros
(los demás tienen información sobre ellos que nosotros no tenemos)
o porque tenemos interpretaciones distintas
experiencias anteriores influencian nuestra visión
aplicamos reglas implícitas distintas
(lo que cada uno piensa que el otro debe o no debe hacer puede ser distinto)
o porque nuestras conclusiones reflejan nuestros propios intereses
(tendencia a desarrollar inconscientemente percepciones sesgadas)
pasar de la certeza a la curiosidad
(qué sabe el otro que yo no se, y que lo impulsa a actuar de determinada manera)
acoja ambas versiones: adopte la posición “y”
o no se preocupe por aceptar o rechazar la versión del otro: sólo procure entenderla
o afirme su punto de vista y sentimientos sin menospreciar los del otro
o comprender la versión del otro no quiere decir que usted tenga que estar de acuerdo con
ellas, ni que deba renunciar a la suya
o procure sustituir “pero” por “y”
preste atención primero a los sentimientos del otro, luego preste atención a las intenciones
reconocer los sentimientos puede ser complicado (muchas veces están disfrazados o
transformados en juicios, acusaciones y suposiciones)
reconozca su propia huella emocional: familiarízese con los sentimientos y emociones que le
parezcan fáciles o difíciles de identificar, admitir y expresar
rechaze la suposición de que hay algo inherentemente malo en tener sentimientos
inapropiados (rabia, ira, envidia, etc.) - los sentimientos son normales y naturales –
simplemente están allí
rechaze la idea de que hay emociones que se supone que la gente buena nunca debe sentir
no se deje llevar por la idea de que los sentimientos de los demás son más importantes que
los nuestros
evite emitir juicios, acusaciones o suposiciones en vez de expresar sus sentimientos (la
diferencia entre los juicios, acusaciones y suposiciones y la expresión de nuestros
sentimientos a veces es difícil de notar – cuando emitimos juicios y acusaciones tienden a
percibirse como expresión de sentimientos)
no trate a sus sentimientos como una verdad absoluta – trate de negociar con ellos – procure
verlos desde distintos puntos de vista – formule varias hipótesis sobre sus causas – los
sentimientos pueden cambiar si cambiamos nuestro modo de pensar sobre ellos
no trate de desahogarse –procure describir sus sentimientos
o sus sentimientos no tienen que ser racionales para expresarlos (incluso puede admitir
que no se siente cómodo con sus sentimientos o que no está seguro de que tengan
sentido)
o normalmente uno tiene varios sentimientos o emociones - procure identificarlos y
describirlos todos
o exprese sus sentimientos evitando juzgar, acusar o hacer suposiciones
o no monopolice – reconozca que ambas partes pueden tener sentimientos fuertes – los
sentimientos del otro no excluyen los suyos y viceversa
o procure empezar con “yo siento que . . .” o “yo me siento . . . “ – esto enfoca la atención
sobre los sentimientos, deja claro que se habla desde la propia perspectiva y evita caer
en la trampa de juzgar o acusar
procure reconocer los sentimientos del otro – hágale saber que sus sentimientos le importan
y que se está esforzando por comprenderlos
agradezca que el otro le permita expresar sus sentimientos y que el otro le haya expresado
los suyos a usted
evite la tentación de pasar por alto los sentimientos y seguir adelante en la solución del
problema – concéntrese en expresar sus sentimientos y en entender los sentimientos del otro
LA CONVERSACION DE IDENTIDAD
rasgos de identidad comunmente amenazados: ¿soy competente? ¿soy buena persona? ¿soy
digno de amor?
nadie tiene un sentimiento de identidad a prueba de temblores – la vida consiste en lidiar con
problemas de identidad
una conversación difícil puede hacer que nos veamos obligados a renunciar a un aspecto
predilecto de nuestro modo de vernos a nosotros mismos
familiarízese con aquellos rasgos de su identidad que son importantes para usted, de modo
que pueda identificarlos en una conversación – pregúntese qué amenaza su identidad
enriquezca su identidad y autoimágen
o rechace la falsa disyuntiva del todo o nada (soy perfecto/soy inútil)
o sea capaz de admitir que usted a veces comete errores
o sea capaz de amitir que sus intenciones pueden no siempre ser las mejores
o sea capaz de admitir que usted puede haber contribuido al problema
cuando se ponga a prueba su autoimagen procure mantener o recobrar el equilibrio
o no trate de controlar las reacciones del otro, mas bien prepárese para la respuesta del
otro
o no mida el éxito de una conversación por el hecho de si el otro se molesta o no
o imagínese que ha pasado el tiempo y usted ve hacia atrás – piense en cómo se sentirá
cuando recuerde el asunto en un futuro
o si se siente confundido para comprometerse eficazmente en la conversación, tómese un
descanso – pida un tiempo para pensar – no dude en posponer la conversación hasta
recobrar el equilibrio
no olvide que la identidad del otro también está involucrada
rechace la idea de que pedir ayuda es muestra de debilidad o le crea una carga innecesaria a
otros – no dude en pedir ayuda en un problema que se le haga muy difícil de enfrentar sólo