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La sordera congénita es la hipoacusia –total o parcial- que está presente desde el nacimiento
(aunque rara vez es detectada antes de los seis meses) y que puede ser genética (heredada) o
adquirida. Es un impedimento del oído que es tan severo que el niño resulta impedido en procesar
información lingüística a través del oído, con o sin amplificación. Es una enfermedad relativamente
rara, pero con resultados contundentemente obvios para el bebé que suele ser por lo demás –
cuando la sordera es aislada o no sindrómica- normal, sin ninguna característica que lo diferencie
de otros bebés.
El 80% de las sorderas infantiles están presentes en el momento del nacimiento. La mayoría de los
niños sordos nace en familias que escuchan con normalidad.
CLASIFICACIÓN
La deficiencia auditiva se produce cuando existe un problema o daño en una o varias partes del
oído.
La sordera de transmisión o conductiva es consecuencia de un problema en el oído externo o
medio, incluido el conducto auditivo, el tímpano o los huesecillos. Cualquier obstrucción o
problema estructural afecta a la transmisión del sonido en el oído, haciendo que los niveles
sonoros parezcan inferiores. En muchos casos, se puede corregir con medicamentos o cirugía.
La sordera neurosensorial o perceptiva es consecuencia de daños en el oído interno (cóclea)
o en el nervio auditivo. La persona tiene dificultad para oír con claridad, entender el discurso e
interpretar diversos sonidos. Este tipo de sordera es permanente. Se puede tratar con audífonos o,
en casos graves, realizar un implante coclear.
La sordera mixta se produce cuando alguien presenta problemas auditivos tanto de transmisión
como neurosensoriales.
El grado de deficiencia auditiva varia dependiendo de la persona. Algunas personas
padecen sordera parcial, es decir su oído puede captar algunos sonidos: se acostumbra
clasificarlas en ligeras, moderadas, severas y profundas, correspondiendo cada una de ellas a los
resultados de la audiometría y a la repercusión que tienen sobre el desarrollo lingüístico y la
comunicación del individuo. Al grado de afección más leve se le denomina sordera superficial.
Se considera sordera total (anacusia), cuando el daño o lesión es tan severo que no se
encuentra audición en los exámenes que se realicen, lo que significa que el oído no oye nada.
Pueden estar afectados uno o ambos oídos.
Desde el punto de vista del momento de aparición: La sordera congénita está presente en el
momento del nacimiento o se produce en los primeros días de vida. La sordera adquirida se origina
más tarde ―en la infancia, la adolescencia o la edad adulta― y puede ser súbita o progresiva (se
produce poco a poco, con el transcurso del tiempo). A las hipoacusias congénitas, tanto genéticas
como adquiridas, se las clasifica a su vez en prenatales, natales y postnatales inmediatas.
Desde el punto de vista pedagógico: se considera prefásica cuando aparece durante el primer
año de vida, prelocutiva cuando aparece antes de aprender a hablar y puede ser heredada o
adquirida y poslocutiva o adquirida cuando aparece después de haber aprendido a hablar
(suelen ser producidas por traumatismos, infecciones u otitis).
Desde el punto de vista de la configuración o forma se refiere al patrón de pérdida auditiva en
cuanto a las frecuencias conforme se registra en los audiogramas. Por ejemplo, una pérdida
auditiva que solamente afecta los tonos altos, sería una “sordera a los tonos altos” y el audiograma
mostraría una buena audición para los tonos bajos o podría ser viceversa. La pérdida podría ser
igual para ambos tonos.
OTRAS CLASIFICACIONES:
Bilateral o unilateral. cuando es un oído o son ambos los afectados.
Simétrico o asimétrico: significa que el grado y la configuración de la audición es igual en
ambos oídos o es diferente.
Progresiva o súbita: progresiva significa que la pérdida de audición se va empeorando con el
tiempo. Súbita significa que aparece de repente y entonces requiere una atención médica
inmediata para determinar la causa y dar el tratamiento.
Fluctuante o estable: significa que es una pérdida de audición que cambia con el tiempo, a
veces es mejor y a veces es peor.
CAUSAS
Los investigadores consideran que un 50% de los casos de sordera congénita son hereditarios, un
25% son adquiridos y otro 25% de causa indeterminada.
La sordera congénita hereditaria puede ser causada por cambios (mutaciones) en los genes.
Los casos hereditarios pueden ser de herencia recesiva (cada uno de los padres hereda un gen
defectuoso al bebé), dominante (uno de los genes del par de genes, está defectuoso) o ligada al
sexo (la madre transmite el gen defectuoso y solamente a hijos varones, las hijas tendrán
solamente una pérdida ligera de audición).
Los genetistas subdividen también la pérdida de audición en no- sindrómica o aislada cuando no
existen otros problemas médicos y sindrómica cuando está asociada a anormalidades en otras
partes del cuerpo. Por mucho, la más común es la sordera aislada.
Se conocen más de 80 genes que causan sordera aislada, el más frecuentemente implicado en
estos casos es el gen de la conexina 26 (GJB2), situado en el cromosoma 13 y más de 400
síndromes genéticos que cursan con hipoacusia.
El 50 por ciento de los niños que nacen con sordera no tienen antecedentes familiares, pero su
patología es de origen hereditario.
La sordera congénita adquirida puede ser:
Prenatal y es debida a influencias de agentes ambientales (teratógenos) que dañaron el
oído del bebé (el nervio auditivo u otros elementos anatómicos del oído) durante su desarrollo
dentro del útero, Entre los teratógenos causantes de sordera se puede considerar a:
Agentes (medicamentos o drogas) que la madre ingirió durante el embarazo (ciertos
antibióticos como la kanamicina, estreptomicina, gentamicina, amikacina, neomicina.
Incluso son tóxicos para la audición la furosemida, y hasta la aspirina a grandes dosis y
otros medicamentos, como el ácido retinoico, la talidomida y la quinina que se asocia a
malformaciones faciales y del oído).
Se sabe de algunas infecciones virales que son causa de sordera cuando la madre se
infecta durante el embarazo o se las transmite al bebé en el parto. Se identifican
principalmente a: la rubéola, citomegalovirus, toxoplasma, herpes simplex y sífilis. El
grado de pérdida de audición por esta causa es variable.
Malformaciones craneofaciales.
perinatal se debe a influencias patológicas que actúan durante las primeras horas del
nacimiento.
Hay que tener en cuenta que en muchos casos, la causa de la sordera no llega a ser determinada.
¿Es siempre congénita la sordera? No. Algunos niños son oyentes en los primeros años,
aprenden a hablar y luego pierden progresivamente la audición durante la infancia o adolescencia,
En este caso los factores genéticos (de herencia) juegan un papel preponderante, lo mismo que en
la pérdida auditiva del adulto, la que muchas veces es familiar y es más frecuente conforme la
persona envejece.
DEFINICIÓN
La Microtia es una malformación presente en el momento de nacer del oído externo (pabellón
auricular) del bebé.
Este defecto es de severidad variable y puede ir desde una deformidad leve que casi no se nota,
hasta un problema mayor que involucra el pabellón auricular y el oído medio.
Puede ser unilateral o bilateral, por lo general, afecta el lado derecho más que el oído izquierdo. En
el 20% de los casos pueden estar afectados ambos lados.
La mayoría de las veces, aunque afecta la forma externa de la oreja del bebé, las partes del oído
que se encuentran dentro de la cabeza (el oído interno), no están afectadas. Sin embargo, en
algunos casos, los bebés con este defecto tendrán un canal auditivo estrecho o ausente.
La ausencia del canal auditivo se denomina “atresia”. En algunos casos, la parte externa del canal
puede verse normal pero desemboca en un punto ciego. La atresia se da en el 65% de los casos
de microtia.
Es importante señalar que en la gran mayoría de los casos, el oído interno y el nervio auditivo no
están afectados y son funcionales. Esto significa que se puede mejorar la audición con la ayuda de
dispositivos auditivos adecuados.Cuando la persona tiene “atresia auricular”, hay pérdida de
audición de ese lado por lo que el audiólogo deberá verificar el grado de disminución de la
audición.
Un canal auditivo estrecho (por ejemplo uno en el que es posible que el médico visualice el
tímpano pero el canal es más estrecho de lo normal) se considera como “estenosis del canal
auditivo”.
La atresia auricular comúnmente afecta un solo lado, pero también puede ser un problema bilateral
(atresia auricular bilateral). Es obvio que en los individuos con atresia bilateral, la pérdida de
audición será tan importante que hará necesario el uso de aparatos auditivos.
TIPOS DE MICROTIA
Existe una gran variedad en la forma que adoptan las orejas que no se han desarrollado.
De acuerdo a esto, los especialistas consideran cuatro grados de Microtia:
Grado I: La oreja es más pequeña que lo normal y tiene el lóbulo, hélix y antihélix. El canal auditivo
externo es pequeño pero está presente.
Grado II: La oreja esta malformada y pequeña pero aun se pueden distinguir sus principales
componentes, también se refieren a esta deformidad como una oreja constreñida o deformidad de
“taza”. El canal auditivo externo puede estar ocluido (atresia) o medio cerrado. Esto es causa de
pérdida de la audición.
Grado III: “La Microtia Clásica”: Ausencia del oído externo. La oreja es un apéndice vertical de
piel con un lóbulo mal formado en el extremo inferior. El canal auditivo y el tímpano están ausentes
(atresia).
SÍNTOMAS
Además del efecto psicológico que puede causar una oreja malformada, el niño o el adulto con
Microtia puede tener una pérdida auditiva bastante importante.
En casi todos los casos de Microtia, El oído externo, el canal auditivo y el oído medio, están
afectados.
Oido externo: El pabellón auricular puede estar con defectos leves en su estructura hasta no
haberse desarrollado.
El canal auditivo: Generalmente está estrecho y puede no haberse desarrollado.
El oído medio: esta es la parte que queda por detrás del tímpano. Generalmente está afectada y
los cambios pueden ir de leves a una deformación severa de los huesecillos.
El oído interno es normal porque se forma de un tejido embriológico diferente del oído medio y del
externo. Por lo tanto, es raro que estén afectados en el caso de la Microtia.
El problema real, como ya se mencionó, es la conducción del sonido el cual está bloqueado por la
malformación en el complejo medio y externo (es por esto que el tipo de sordera generalmente
es conductiva).
TIPOS DE SORDERA QUE PUEDEN ESTAR ASOCIADOS A LA
MICROTIA Y ATRESIA
Dependiendo de la parte del oído que no está funcionando como debe de hacerlo, existen
diferentes tipos de sordera: conductiva, neurosensorial o mixta, que pueden asociarse a la Microtia
y Atresia.
Sordera conductiva: es cuando el sonido no puede pasar en forma eficiente a través del oído
externo y medio para llegar al oído interno (cóclea y nervio auditivo).
La Microtia puede causar sordera conductiva porque está asociada a deformidades del oído
medio e interno que afectarán el grado de sordera que se experimenta. Dependiendo de las partes
dañadas, el niño tendrá una sordera moderada (40-70 dB) en el oído afectado.
Algunas de estas deformidades incluyen:
Malformaciones de los huesecillos del oído medio
Otras deformidades: desarrollo incompleto del hueso que rodea el oído (el hueso mastoideo)
lo que provoca una disminución en la circulación del aire en el oído medio.
Sordera neurosensorial la cual es causada por una falla en el oído interno o en el nervio auditivo
(el nervio que se encarga de transmitir las señales eléctricas del sonido desde la cóclea hasta el
cerebro). Este problema es inusual en los niños con Microtia y puede indicar la presencia de otro
tipo de anormalidades o la asociación a un síndrome.
La sordera mixta se presenta cuando el niño tiene, además de la sordera conductiva, la sordera
sensorioneuronal.
DIAGNÓSTICO
Si el bebé nació con una oreja subdesarrollada o ausente, la Microtia es obvia desde el nacimiento
y dependerá de la experiencia y conocimiento del médico para que, desde un principio, le formulen
el diagnóstico.
La mayoría de las veces la Microtia se presenta como un padecimiento aislado, en algunas
ocasiones ocurre como parte de algún síndrome.
El médico pediatra neonatólogo deberá descartar la presencia de cualquier síndrome y para esto
primero que nada hará un examen físico detallado y solicitará hacer una Tomografía Computada o
una Resonancia Magnética de la cabeza para tener un panorama más detallado de la oreja; estos
estudios le ayudarán a ver si los huesos u otras estructuras de la oreja están afectadas incluyendo
asimetría facial o alargamiento de la hendidura bucal.
Con todos estos datos, tu pediatra coordinará un equipo médico de especialistas que tendrán que
trabajar unidos para dar un mejor tratamiento a tu bebé.
TRATAMIENTO
Cualquier niño con Microtia, debe ser atendido por un equipo multidisciplinario de médicos
especialistas que incluye a: un cirujano otorrinolaringólogo (especialista en oído, nariz y garganta),
un cirujano plástico especializado en reparación de Microtia, un audiólogo, un otoneurólogo y un
terapista del lenguaje. Este equipo tendrá acceso también a un genetista y a otros profesionales
que sea necesario involucrar para el tratamiento general del niño.