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Informe del día de la Memoria:

La noche de los lápices

Hablar sobre lo ocurrido en la emblemática noche de los lápices nos impone a hablar
necesariamente sobre un largo periodo de cambios económicos, y sociales que la
precedieron y posteriormente constituyeron en uno de los grandes hitos de la historia
Argentina.

El reconocimiento de los derechos básicos de las personas, siempre estuvo en terreno


de continua lucha, y desde los países capitalistas no veían con buen grado la
implementación de políticas que solo se oponían a sus ansias de dominio. Estos
países fueron, los que apoyaron el golpe de estado en 1976, basados en la doctrina de
seguridad nacional

Es así que el gobierno que tomo al mando en esa época (1976-1983) fue un gobierno
de dictadura cívico- militar que derroco al gobierno constitucional de la presidenta
María Estela Martínez de Perón y estaba encabezada por una junta militar integrada
por tres comandantes de las fuerzas armadas.

El régimen impuesto disolvió todos los cuerpos legislativos y removió a todos los
funcionarios.

Prohibió la actividad de todas las asociaciones, partidos políticos y entidades


gremiales, y asumió la totalidad del poder, sin plazos preestablecidos.

Durante este período, la deuda empresarial y las deudas externas pública y privada se
duplicaron. La deuda privada pronto se estatizó, cercenando aún más la capacidad de
regulación estatal.

Con ese clima económico, la Junta Militar impuso el terrorismo de Estado ,desarrolló
un proyecto planificado, dirigido a destruir toda forma de participación popular.

La dictadura militar dejó cesantes a numerosos docentes primarios, secundarios y


universitarios, por "razones de servicio" o "razones de seguridad" y prohibió en el
recinto cualquier actividad que se aparte de los objetivos de la Junta Militar, asimismo
se censuró la lectura de libros que tratasen temas políticos o sociales.

Durante esta dictadura, se secuestró, torturo y ejecuto clandestinamente a miles de


personas, solo por sospechas de ser guerrilleros o activistas civiles aunque no
tuviesen relación con organizaciones sociales, por ende, cualquier actividad que
estuviese fuera de sus dictámenes, era considerada subversiva. Para los que no
encajaban en sus esquemas se aplicaban distintos métodos “preventivos” desde el
asesinato y la desaparición, hasta la más refinadas formas de marginamiento social y
psicológico, pasando por la clásica y tradicional prisión.

La película representa el acontecimiento sucedido en el Gran Buenos Aires y La Plata


(capital de la provincia de Buenos Aires, en Argentina) durante el Proceso de
Reorganización Nacional, siete adolescentes de la ciudad de La Plata fueron
secuestrados, torturados y asesinados, la razón era que la dictadura había decidido
dejar de entregar el boleto estudiantil secundario, una compensación económica que
reducía los gastos en transporte, y aliviaba la economía de los estudiantes.

Los hechos narrados fueron los siguientes:

-las protestas estudiantiles, en donde participaron miles de alumnos de diferentes


colegios, y a quienes la policía reprimió e hirió.

- el posterior secuestro en la casa de los estudiantes que pertenecían a alguna


agrupación política.

-el encierro en un centro de detención clandestino y los diversos maltratos (físicos y


psicológicos) y torturas de los que fueron víctimas, pasando desde los interrogatorios
con picanas eléctricas, la nula alimentación (pan y agua) y reiteradas violaciones a las
presas(algunas embarazadas).

Hasta 1980, cuándo el único sobreviviente, Pablo Díaz, fue liberado, el mismo quien,
10 años después contaría la experiencia vivida, transformándose en el relator de la
película.

Los otros, pasarían de una prisión a otra, perdiéndose con el tiempo su rastro y
pasando así a formar parte de una larga lista de desaparecidos (eufemismo que los
ideólogos sostuvieron para ocultar sus crímenes: debido a la naturaleza, una
desaparición encubre la identidad de su autor. Si no hay preso, ni cadáver, ni víctima,
entonces nadie presumiblemente es acusado de nada-Amnistía Internacional, en su
informe sobre la desaparición de personas por motivos políticos).) durante aquella
época, ya que gran cantidad de ellos fueron ejecutados y enterrados en fosas
comunes o arrojados al mar desde aviones militares.

Terrorismo de estado, violación de los derechos humanos, desaparición y muerte de


miles de personas, robo sistemático de recién nacidos y otros crímenes de lesa
humanidad, fueron más que alguna de las consecuencias de este régimen autoritario.

Restablecido el sistema constitucional predomino la ideología del posibilismo. No se


trataba ya de modificar el sistema político. Los jóvenes fueron llamados a disputar
elecciones internas en partidos cada vez más irrepresentativos o a un gremialismo
inmediatista en los centro universitarios. Las consecuencias fueron la despolitización y
el desinterés por los grandes temas nacionales.

Asimismo se crearon asociaciones para buscar a los hijos de los desaparecidos como
las Abuelas de Plaza de Mayo.

En los juicios que se siguieron contra las Juntas Militares y el personal de la Policía de
la Provincia de Buenos Aires se investigó el caso de la Noche de los Lápices. Los
autores intelectuales de su desaparición fueron condenados. Algunos de los
ejecutores fueron procesados. Otros se ampararon en la ley de obediencia debida. Los
condenados finalmente fueron indultados por decreto presidencial.

Como conclusión se puede decir que los jóvenes de aquella época allanaron el camino
para conseguir años después un gobierno democrático, jóvenes que lucharon para
construir un futuro mejor y que fueron víctimas de un mundo convulsionado, donde se
mezclaban los intereses de la clase dominante con la simple lucha por obtener los
derechos que les correspondían, por obtener justicia, por sobre todo.

La película demuestra la diferencia entre pedir las cosas en libertad y en democracia,


donde el derecho a reclamar es reconocido por las autoridades y hacerlo en un
régimen de intolerancia donde cualquier reclamo era interpretado como una amenaza
y reprimido brutalmente. No fue solo un boleto y un día, sino que cuestionaban la
realidad de conjunto y peleaban por cambiarla.

Muchos años después los secundarios de hoy vuelven a despertar el interés por los
problemas del país. Organizan centros de estudiantes y vemos como defienden cada
vez más la escuela pública. Constituye un hito de la memoria social por el precio que
posee para reflexionar acerca de lo acontecido, para que no vuelva a ocurrir nunca
más ni aquí, ni en otros lados, y por sobre todo para valorar, cuan importantes son las
libertades que tenemos y que nunca valoramos en su justa medida. Hoy en día, se
debe seguir luchando por nuestros derechos, puesto que la lucha nunca termina.

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