EL LADO OSCURO DE LA TECNOGOLOGIA, AQUEL QUE NO TODOS VEN
Por: Astrid Carolina Padilla Arrieta, Código:2144744, Introducción a la
Bioingeniería 2018-2 La tecnología es una parte importante del día a día en la vida de la mayoría de las personas en el mundo, dado a que fenómenos como la globalización y la evolución de las tecnologías de las comunicaciones ha permitido que la información se convierta en uno de los principales activos en torno a los cuales se mueve la sociedad. El uso de estas nuevas tecnologías permite un sin numero de beneficios, ya que se facilitan desde tareas tan sencillas como llamadas entre personas que se encuentran en lugares ubicados a kilómetros de distancia entre sí, hasta el control remoto de las actividades de una empresa o un hogar. Sin embargo, a pesar de los múltiples beneficios que siempre se nombran y son muy visibles, es importante mirar el lado negativo de las mismas, aquel lado de la moneda que no todo el mundo ve. Si se echa un vistazo, puede que parezca que no haya efectos negativos, pero puede que lleguen a ser muchos más de los que se piensan. Primeramente, se podría nombrar en un bajo nivel uno de los efectos negativos que se hacen cada vez más visibles, a niveles personales e interpersonales: debido a que la mayoría de personas tienen smartphones, es usual el uso de las redes sociales, lo cual se ha vuelto un necesidad imperativa y hasta una adicción el hecho de publicar todos los sucesos del diario vivir, buscando la aceptación de las personas que los “siguen” en esas redes, olvidando la importancia de compartir con las personas en la vida real y del disfrutar de esos momentos más allá de las fotos y videos, por lo cual, es muy común ir a una fiesta y no escuchar a las personas hablar debido a que su atención está más enfocada a lo que sucede en sus redes sociales que a lo que está sucediendo a su alrededor. Las relaciones interpersonales se pueden desgastar por causa de este fenómeno. Una de las problemáticas, a manera más global, es el impacto medio ambiental que tienen las nuevas tecnologías, el hecho de que el comercio hace que se consuman cantidades enormes de elementos electrónicos, como celulares, computadores, tablets y televisores, puesto que es común que cada año salgan nuevas versiones mejoradas se incrementa la cantidad de elementos electrónicos por persona como a su vez se incrementa el número de elementos electrónicos que dejan de ser utilizados y de los cuales no se hace una buena disposición, por lo que se genera así mismo una enorme cantidad de basura electrónica que contienen gran cantidad de elementos tóxicos y dañinos para el medio ambiente y para el ser humano, sumado a que en general no existen sistemas especializados en el tratamiento de estos residuos, dado a que el reciclaje de la misma no resulta rentable para las empresas y que desde el gobierno no se hacen leyes para regular la disposición de estos residuos, se genera una huella medioambiental bastante grave, a la cual si no se le presta la atención necesaria puede llegar a tener consecuencias graves para todos. Un ejemplo claro de esto es la producción de procesadores de computo, los cuales requieren la movilización de grandes cantidades de recursos naturales: “La producción de un chip de ocho pulgadas para una CPU Pentium requiere a 11.44 metros cúbicos de agua desionizada, 120.8 m3 de gases, 12 kg de químicos peligrosos y produce 0.82 m3 de gases tóxicos, 14 m3 agua de residuales y 4 kg de desechos sólidos peligrosos.” [1] Otra afectación ambiental, a parte de la ya mencionada, es el consumo energético que se requiere para mantener en funcionamiento todas estas tecnologías, se necesita una gran cantidad de energía por factores como que los servidores de internet y de grandes empresas deben estar en siempre en funcionamiento sin poder ser apagados, debido a la constante necesidad de el acceso a estos servidores, así como el mayor acceso a redes de banda ancha por parte del usuario común, provoca que se dedique mucho más tiempo a la descarga de contenidos audiovisuales, lo cual conlleva a que se mantengan encendidos los equipos por mucho más tiempo (=), como por ejemplo, “…un estudio suizo encontró que la energía requerida para la conexión de bancos de los datos puede estar entre 20 y 40 MW, y predijo que para el año 2020 el consumo de energía en las casas suizas aumentará en tres veces debido al uso creciente de equipos digitales.” [1] Son muchas las facilidades en la vida diaria que se dan con el uso de la tecnología, pagar recibos online, hacer compras por internet sin tener que movilizarse y toda la información está al alcance de la mano, sin embargo, estas ventajas traen consigo la desventaja de la exposición de los datos personales, que aunque muchas plataformas tienen fuertes sistemas de seguridad para proteger la información de todos, existen grupos de personas dedicadas a violar estos esquemas de seguridad, con la mala intención de apropiarse de la información de las personas que usan estos tipos de servicios en internet, como los números de cuentas bancarias, que luego usan en “…transacciones fraudulentas o para usar programas maliciosos que pueden inmovilizar aparatos o cifrar datos y exigir dinero a cambio de la clave para descifrarlos”.[2] En el caso de caso de tener hijos o niños pequeños en casa, es de tener cuidado, dado a que la gente inescrupulosa puede llegar a influenciarlos por medio de mensajes o videos en redes sociales. Así como el contenido inadecuado para niños a lo que ellos fácilmente pueden tener acceso. El uso de las tecnologías sigue en aumento día a día, aún más con la llegada del Internet de las cosas, donde todo se interconecta por medio de internet, y se vuelve cada día más imprescindible el uso de las misma, lo que queda entonces es tomar consciencia del efecto que estas tienen en todos los aspectos de la vida, tratando de tomar iniciativas, desde las más pequeñas como no dedicar más del tiempo necesario en las redes como cambios grandes, que sería emprender iniciativas para una correcta disposición de los recursos que se utilizan para la elaboración de estas tecnologías. REFERENCIAS [1] A. B. Andrius Plepys, «El lado oscuro de las tecnologías de la información y las comunicaciones,» ResearchGate, p. 17, 2005.
[2] C. Wellisz, «El lado oscuro de la tecnología,» Finanzas & Desarrollo, p. 4,