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estos deberán ser normalmente para la actividad que genera la renta gravada, así como cumplir
con criterios tales como razonabilidad en relación con los ingresos del contribuyente,
generalidad para los gastos a que se refieren los incisos l) y ll) de este artículo, entre otros͟ (37º
último párrafo).
Con respecto al Principio de Normalidad, consiste en un criterio básico (aplicable a todo gasto).
Es decir, se trata de un criterio cualitativo el cual está estrechamente vinculado al principio de
causalidad en el sentido que ayuda a evaluar la vinculación del gasto con el giro propio de la
empresa. Por este criterio los gastos deducibles son aquellos que resulten vinculados (lógicos)
para la actividad que genera la renta gravada. Por ende, el principio de normalidad nos dice –en
sustancia– que son deducibles los gastos cuyo objetivo es la obtención de beneficios de la
empresa
De acuerdo a la Ley del Impuesto a la Renta (IR), para determinar la Renta Neta de Tercera
Categoría son deducibles los gastos necesarios para producir y mantener la fuente, siempre que
la deducción no esté expresamente prohibida.
No obstante, para que estos gastos sean aceptados en ciertos casos del contribuyente debe
cumplir con algunos criterios.
Así, los gastos “normales” para la actividad que genera la renta son aceptables siempre y cuando
se cumpla con el criterio de razonabilidad. Es decir, que debe existir coherencia entre las
actividades que realiza la empresa y el gasto que se pretende deducir.
Por ejemplo, es discutible que una empresa, cuya actividad principal es el servicio de lavado
de automóviles pretenda deducir como gasto la compra de papelería en cantidades mayores a
los de agua y limpieza.
CRITERIO DE RAZONABILIDAD
• Ejemplos
- Gastos teléfono celular: RTF No. 1989-4-2002: En el caso concreto, los gastos por
concepto de teléfono celular fueron considerados como deducibles puesto que
resultaban razonables tanto por el monto, así como por cuanto se trataba de una
empresa comercializadora y el teléfono era de uso del gerente de la empresa.
Razonabilidad y proporcionalidad debe ser aplicada en los gastos por transporte de personal
RTF N° 06097-2-2004 (01.06.04)
[S]e concluye que los gastos realizados cumplen con el principio de causalidad en tanto
permitieron el traslado del personal contratado desde su domicilio hasta el domicilio de la
empresa, a fin que pudiera cumplir con las funciones propias del servicio contratado, más aún
si la Administración no ha cuestionado la fehaciencia de los servicios prestados ni el domicilio o
residencia de la contadora, además los gastos incurridos cumplen con los criterios de
razonabilidad y proporcionalidad [...]
El criterio de Razonabilidad.-
Sobre este criterio, el Tribunal Fiscal refiere en la RTF Nº 3228-1-2010 que aun cuando los
gastos podrían –aparentemente- no encontrarse vinculados al giro del negocio, se advierte
que por la naturaleza de los mismos, resulta razonable su adquisición y correspondiente
deducción por parte de la empresa. Como por ejemplo:
El criterio de Proporcionalidad.-
“…según el Principio de Causalidad, todo ingreso debe estar relacionado con un gasto cuya
causa sea la obtención de dicha renta o el mantenimiento de su fuente productora, noción que
sin embargo debe analizarse, en cada caso en particular, considerando los criterios de
Razonabilidad y Proporcionalidad, atendiendo a la naturaleza de las operaciones realizadas por
cada contribuyente, el volumen de éstas(…)”
El criterio de Normalidad.-
“…todo gasto debe ser necesario y vinculado a la actividad que se desarrolla, debiendo
apreciarse ello considerando os Criterios de Razonabilidad y Proporcionalidad así como el
“modos operandi” del contribuyente”
Podemos decir entonces que el gasto no solo debe ser razonable o proporcional, sino que
también debe cumplir con el Criterio de Normalidad teniendo en consideración las actividades
propias e inherentes al giro del negocio.
El criterio de Generalidad.-
De otro lado, y en forma adicional al Principio de Causalidad, hay que tener en consideración
para la deducibilidad de los gastos consignados en los incisos I), II) y a.2) del artículo 37º de la
Ley del Impuesto a la Renta, el denominado Criterio de Generalidad, el mismo que al no tener
una definición en el marco legal positivo, nos obliga a recurrir a la jurisprudencia para tener en
claro los alcances de tal concepto.
“El carácter de “generalidad” del gasto, está vinculado a la inclusión del mismo dentro de las
rentas de quinta categoría de los trabajadores. Así al amparo de esta disposición legal, de
haberse incurrido en un gasto en beneficio del personal (gastos y contribuciones destinados a
prestar al personal servicios de salud, recreativos, culturales y educativos, así como los gastos
de enfermedad de cualquier servidor), este no constituirá renta de quinta categoría si ha sido
otorgado con carácter general, esto es, a todos los trabajadores que se encuentren en
condiciones similares para lo cual deberá tomarse en cuenta entre todo, lo siguiente:
jerarquía, nivel, antigüedad, rendimiento, área, zona geográfica”.