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Crónicas de la decadencia

Sobre la agonía de un pobre país rico.

Autor: Leonidas Torres Citraro

ISBN 978-958-46-2000-2

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Contenido

Introducción
1. Involución (página 5)
2. Desorden nuestro (página 9)
3. Carta a Rafael (página 16)
4. Emigrar (página 21)
5. Trágicas semejanzas (página 25)
6. El mito de Fidel y la inmadurez de América Latina (página 33)
7. ¿Educación superior? (página 38)
8. Tiempos difíciles (página 51)
9. Musulmanes intolerantes (página 61)
10. Rezago infinito (página 69)
11. Genocidio blando (página 92)
12. Se acaban las palabras. (página 97)
13. Anatomía de la crisis venezolana del año 2014. (página 98)

CVitae. (página 114)

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Introducción.

Estos escritos no fueron pensados para estar bajo el título “Crónicas de la


decadencia”, fueron surgiendo a lo largo de los primeros años del presente siglo,
desde la perspectiva de un miembro de nuestra clase media, estropeada y
deteriorada, es decir decadente, proceso usual en ese pintoresco territorio
denominado América Latina (AL), donde los aprendices de gobernantes han sido
eficientes destructores de riquezas, logrando por esta vía la construcción de una
sólida infraestructura de la decadencia.
Decadencia es el deterioro de lo existente, abandono de lo iniciado, es verbo
agresivo en el arranque y campos desolados al final, es la pérdida de las
condiciones pasadas.
Decadencia es la sumatoria de las iniciativas que perdieron su energía y se
incorporaron al cementerio de proyectos. Es privar a los ciudadanos de la calidad
de vida que merece un país con tantas riquezas. Es el menoscabo permanente de
los activos que una vez fueron útiles, es la materialización de la irresponsabilidad
de nuestros gobernantes.
Decadencia es entrega, declinación y sensación de desamparo. Decadencia es la
negación del futuro.
Estamos viviendo tiempos turbulentos, en especial los últimos veinte años. Ha sido
un período donde los venezolanos hemos visto un carrusel de levantamientos
populares, golpes de estado, enfrentamientos armados en las calles de Caracas,
gigantescas marchas de protestas contra un régimen que quiere establecerse para
siempre, con saldo de muchos muertos y heridos. También miles de empresas
cerradas y la consecuente oleada de millones de desempleados, hambre y el
surgimiento de una nueva clase gobernante, que brilla por su mediocridad e
infinita avidez por la riqueza fácil. Su increíble torpeza ha incrementado la
pobreza, la tristeza y la desesperanza.
Si de algo disfrutó el pueblo venezolano fue de movilidad social, es decir
esperanzas concretas de progresar. Esa expectativa de una mejor vida, se ha

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reducido a un pequeño grupo de privilegiados. Esta explosiva mezcolanza va
creando situaciones, que son las que trato de atrapar en estos ensayos, los cuales
se alimentan tanto de viejos vicios de nuestro colectivo, como de nuevas malas
mañas. Creo que somos un pueblo malcriado e irreverente, lo primero tiene su
origen en la inmensa y mal aprovechada riqueza petrolera, lo segundo en la suma
de la arrogancia española más el complejo de héroes que arrastramos desde la
guerra de independencia. No tuvimos ni la herencia, ni los líderes que nos
sembraran una cultura del trabajo, de la humildad y de la honradez.
En los últimos cincuenta años hemos desperdiciado grandes oportunidades de
levantar una sociedad moderna, que con disciplina, imaginación y con los enormes
recursos recibidos, formaría parte de la vanguardia del mundo globalizado, que
caracteriza al inicio del siglo XXI.
A nuestros hijos y nietos les estamos dejando una mala herencia, ellos podrán
encontrar en estas páginas una incompleta explicación de los males y
adversidades con los que estarán lidiando, producto de nuestros profundos errores
y carencias, así como de nuestra alegre e insensata inmadurez.
Otros ensayos, de carácter más universal, tal es el caso de las migraciones y el
agitado mundo islámico, son de tratamiento casi obligatorio, dado que sus
consecuencias nos llegan por la vía de los medios de comunicación y nos afectan
en razón de la globalización, donde la onda expansiva de un remoto evento llega
rápidamente a nuestras costas, pero sobre todo, por el insólito entremetimiento del
megalómano de Miraflores, al tomar partido en el barril de pólvora del Medio
Oriente, donde enemigos milenarios afinan sus estrategias para liquidarse
mutuamente, en una guerra que tiene variados y complejos ingredientes y en la
que definitivamente no tenemos nada que buscar.

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1. Involución
Año 1839, Caracas todavía sufre del síndrome postraumático de la guerra de
independencia. Es un pequeño pueblo que a ratos duerme tranquilo y con
frecuencia se agita por las confrontaciones entre godos y liberales. Es la capital y
sede del poder de un territorio que no llega a consolidarse como nación, donde los
llaneros, andinos, zulianos, valencianos, orientales y guayaneses sienten más a su
terruño que a ese vago concepto llamado Venezuela.
El país huele a pólvora, a incienso y rezos por las decenas de miles de muertos
que dejó la guerra. Está en el ambiente el aroma de una inmensa multitud de
mujeres que no encuentran hombres. Huele también a café recién colado, a bosta
y cagajón, a ruralidad, a estancamiento.
El 27 de agosto de ese año, el diario “El Liberal” publica un informe sobre la
situación de las escuelas oficiales donde se comenta ”que en dichas escuelas los
alumnos estaban atrasados, los preceptores llegaban tarde, se despachaba a los
niños antes de la hora, se empleaba a los estudiantes en labores privadas de los
profesores y había graves fallas o falta total en la enseñanza de la escritura, la
gramática, la lectura, la aritmética, la urbanidad y la moral y además el número de
alumnos excedía en mucho al que era posible atender por cada profesor”
(“Guzmán Blanco”, Tomás Polanco Alcántara, página 24)
También en 1839, bien al sur del continente, en la estrecha faja de tierra de Chile,
coinciden los dos más notorios educadores que hemos tenido. Don Andrés Bello,
para ese entonces ciudadano chileno, había sido elegido senador. Están cerca los
días del Código Civil y del Rectorado de la Universidad de Chile. Con un perfil
mucho más bajo y sin la aureola de Don Andrés, encontramos a Simón Rodríguez
quien en su inquieto peregrinar llega a la austral ciudad de Concepción para
asumir la Dirección del colegio local. Luego de allí se traslada a Santiago,
probablemente en 1838, donde reedita alguna de sus obras, escribe en El
Mercurio y en alguna ocasión se reúne con Don Andrés.
Nuestros dos grandes educadores exponen su cultura e inteligencia en otras
tierras, enriqueciendo al ambiente y a las personas que los rodean, mientras tanto

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las escasas escuelas públicas de la provinciana Caracas sufren un profundo
deterioro, situación que se mantuvo por muchos años. En efecto, no
encontraremos argumentos favorables a la educación durante los once años del
mandato de los Monagas (1847 – 1858), ni en los largos años de la Guerra
Federal y su preámbulo(1858 – 1870), período en el cual 16 personas ocuparon la
Presidencia del país.
En su obra “Memoria de cien años” Rafael Fernández Heres señala que para 1873
“había en el país un total de 117 escuelas (públicas y privadas), a las que asistían
4.237 alumnos. La Universidad de Caracas tenía 306 alumnos inscritos y 19
profesores”.
Antonio Guzmán Blanco (AGB) con una educación y cultura muy superior al
promedio de los próceres de la independencia, fue el primer gobernante que
colocó a la educación entre sus prioridades, preocupación que se materializó con
el Decreto del 27/06/1870 donde se establece que la instrucción primaria sería
gratuita y obligatoria. Otra muestra de su disposición es la creación del Ministerio
de Instrucción Pública el 23/05/1881, función que hasta ese momento era
responsabilidad de una dependencia del Ministerio de Fomento, a la cual los
presupuestos de gastos de la República no dotaban de suficientes fondos.
Cuando en 1888 AGB abandona el poder y el país, había 1.949 escuelas
primarias con 97.478 estudiantes. Fue un crecimiento explosivo, que debía su
fuerza a la presencia y convicción de AGB en la necesidad de la educación. Una
vez desaparecida su figura del ambiente político, la actividad escolar fue víctima
de una dramática reducción por parte de la lista de tenebrosos gobernantes que
ocuparon la silla presidencial desde 1888 hasta 1908 cuando Cipriano Castro viaja
a Europa. Para ese último año el número de escuelas se había reducido a 716 con
una asistencia de 25.000 alumnos, es decir la cuarta parte de 20 años atrás.
Grave retroceso, lamentable involución.
En los años veinte del siglo XX la Venezuela rural inicia su gran transformación al
ritmo de los balancines petroleros. Es en el gobierno de Medina Angarita en
septiembre de 1941 cuando entra en vigencia la primera Ley de Educación,
impulsada por el joven intelectual Arturo Uslar Pietri. En esos años se funda el

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Instituto Pedagógico Nacional, se crea una red de escuelas normales y se
construyen edificaciones especiales para escuelas y liceos. Por primera vez en
nuestra historia se le daba a la educación su verdadera importancia. En 1948 se
aprueba la Ley Orgánica de Educación, sin embargo a partir de ese año y durante
toda la gestión de Pérez Jiménez la educación pierde impulso y se esconde en un
segundo plano.
Es a partir de 1958 cuando se retoma con fuerza el tema, con fuertes
asignaciones presupuestarias y un programa de construcción de planteles y
edificaciones. Había llegado la masificación de la educación. Para cuantificarla
acudimos al “Diccionario de Historia de Venezuela” de la Fundación Polar, que
señala que para el año escolar 1982 – 1983 el país cuenta con 15.950 planteles,
con una matrícula de 4.746.000 alumnos, atendida por 207.700 docentes y un
presupuesto de 15.595 millones de bolívares (alrededor de 3.620 millones de
dólares al cambio de 4,30 Bs/U$).
Pero algo no estaba funcionando bien, al punto que el Ejecutivo Nacional designa
en 1985 una “Comisión Presidencial para el estudio del Proyecto Educativo
Nacional”, como respuesta a la crisis que toda la sociedad sabía que se gestaba y
crecía dentro del sistema educativo. Hace más de 20 años que la mencionada
Comisión entregó su informe, que diagnosticó la crítica situación y estableció un
conjunto de orientaciones. Pero la realidad es que no se aplicaron sus
recomendaciones. El valioso informe, como muchos otros, fue engavetado.
No hicimos nada y llegamos al 2005, aplicando todos los años fuertes sumas al
sector educativo tal como lo informa la OCEPRE con relación al presupuesto del
año 2005, en el cual la partida del Ministerio de Educación y Deportes es de 8,17
billones de bolívares (U$3.800 millones al cambio de 2.150 Bs/U$), cifra que
representa el 11,8% del presupuesto nacional y el 3,6% del PIB.
En apariencia todas las cifras aumentaron pero cuando despojamos a esos
U$3.800 millones del año 2005 del efecto de la inflación, es decir los deflactamos
a una tasa del 3% anual y llevamos su valor al año 1983, da como resultado
U$1.984 millones, monto inferior a los U$3.620 millones que se invirtieron en
educación 22 años atrás. Lo que sí aumentó fue la población de estudiantes, pasó

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de 4.746.000 en 1983 a 7.755.000 en 2005, luego si calculamos el per capita para
ambos años (en dólares del año 1983) nos encontramos con 763 dólares por
alumno en el año 1983 y 256 dólares por alumno en el año 2005, es decir en este
último año invertimos apenas el 34% de lo que invertíamos hace 22 años.
Vistas las cifras anteriores comienza a gestarse un sentimiento de inconformidad y
un mal sabor, sensaciones que se consolidan cuando leemos las cifras del
Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la UCAB: por cada
100 niños que ingresan al primer grado de escuela primaria, solo egresan 17
jóvenes del bachillerato. Para profundizar nuestra consternación encontramos las
siguientes cifras sobre la calidad de nuestra educación en el artículo “La escuela
del fracaso” de Luís Pedro España (Director del IIES): “En estos días revisábamos
los resultados de unas pruebas de habilidad escolar. Los resultados harían llorar a
una piedra. En promedio la habilidad verbal de los alumnos del primer nivel de
básica en escuelas públicas de centro poblados medianos es de 7,3 puntos y este
promedio baja a 5,4 cuando se trata de niños de segundo nivel de básica. En la
habilidad numérica los niños de 1º a 3º grado obtienen solo 5,4 y cuando pasan al
nivel de 4º a 6º su puntaje en matemática cae a 2,7. Todas estas notas sobre20.
Sí, leyó bien ¡sobre veinte puntos!
La conclusión simple y evidente es que estamos presenciando el mayor fraude
de toda nuestra historia. Las inversiones y gastos realizados en el sector
educativo por los diferentes gobiernos del período 1958 al 2005, son la parcela
más importante del gasto social, significando un promedio anual del 3% al 4% del
PIB. Estamos hablando de decenas de miles de millones de dólares, toda esa
inmensa suma gastada a lo largo de décadas, con la pasiva complicidad de
educadores y autoridades, quienes jugaron y juegan un papel relevante en este
colosal fraude, cuyo resultado final son jóvenes semianalfabetos que a duras
penas logran garabatear su nombre, que escasamente realizan las sumas más
elementales e ignoran los aspectos básicos de nuestra historia y geografía. En
otras palabras son los mismos males que denunciaba 166 años atrás el diario “El
Liberal” de Caracas. Grave retroceso, lamentable involución.

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2. Desorden nuestro.
La suerte corrida por las capitulaciones firmadas entre Cristóbal Colón y la Corona
de Castilla el 17/04/1492, fue un preanuncio del constante desconocimiento de la
ley que habría de imperar en América (“El autoritarismo y la improductividad”,
Capítulo VI, página 127)

En las Indias alcanzó dimensiones colosales el antiguo aforismo español: “se


acata pero no se cumple”. (Capítulo VI, página 138)

Tal como se puede apreciar en las notas del epígrafe, ambas del historiador
argentino García Hamilton, son de muy vieja data las raíces del desorden y la
improvisación presentes en nuestro gentilicio, son a su vez elementos básicos a la
hora de definir la receta cultural del venezolano e importante lastre en nuestro
vano intento de modernización.
Para inicio del análisis nos topamos con el emblemático caso de la Compañía
Guipuzcoana, empresa a la cual se le otorgó el privilegio del comercio entre
España y Venezuela según Real Cédula del 25/09/1728. Acudo a la obra de
Gerardo Vivas Pineda “La aventura naval de la Compañía Guipuzcoana de
Caracas”, Fundación Polar, 1998, quien en una agradable prosa describe la
pasmosa rentabilidad del cacao así como el fraude y las triquiñuelas que aplicaban
los vascos y sus compinches para obtener buenas ganancias con muy poco
esfuerzo. Prácticas y valores que lamentablemente han persistido en la mente de
nuestro colectivo hasta el presente y que forma parte de la mencionada receta.
De la obra de Vivas Pineda citamos:
 El fraude ya era costumbre en los predios marítimos de España, pero la
facilidad con que la Compañía amasaba su fortuna contagió a todos los
estratos sociales involucrados en su ejercicio comercial. En las escuadras
mercantes de la empresa a la mayoría de los marineros les bastaba con
encaletar una que otra faneguita de cacao en los escondrijos de los barcos

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para multiplicar sus ingresos, pero en muchas ocasiones las tripulaciones
embarcaban tales cantidades de mercancía negra que los buques navegaban
al borde del naufragio por el peso de la sobrecarga ilegal.
 Con relación a las prácticas de fraude y contrabando reseña: Ejemplo de ello
es el caso del paquebote Nuestra Señora de la Concepción, en el que su
capitán embarcó sin notificar una carga de cacao, luego de lo cual rechazó
admitir un cargamento que la corporación tenía previsto embarcar, negándose
a emprender el viaje a España.
 Desde el siglo XVIII la ilegalidad pasa a ser sinónimo de enriquecimiento no
solo en algunos pocos personajes ocultos o posicionados en las altas esferas
del gobierno, sino un fenómeno que abarca por lo menos a toda la población
costera de Venezuela.
Cuando Vivas Pineda describe los detalles de las trampas y engaños de los
tripulantes de la Compañía, también sugiere las circunstancias en que la semilla
de la corrupción fue sembrada entre los valores de nuestro ser colectivo, la cual ha
prosperado hasta conformar ese espeso ambiente de corrupción que caracteriza a
todos los puertos y aeropuertos (para solo referirnos a esa población costera), con
las ávidas mafias de interventores, guardias nacionales, policías de todos los
colores y un enjambre variopinto de personajes que lanzan la red para atrapar a
sus victimas. Todos ellos herederos de la Compañía Guipuzcoana en la
especialidad de estafas, ardides y abusos para exprimir ese dinero fétido y fácil,
que sale tanto de las arcas aduaneras como de los bolsillos de resignados
comerciantes y atemorizados ciudadanos.
Avanzando en el tiempo y ya en la era republicana, tomamos el testimonio de
Antonio Guzmán Blanco (AGB), quien en 1863 en su condición de Secretario de
Hacienda de Juan C. Falcón, presenta la Memoria de ese despacho a la Asamblea
Nacional donde precisa el estado general de la situación económica de la
República, especialmente en su aspecto fiscal: la falta de estadísticas, la
confusión en las cuentas y oficinas que manejaban los caudales públicos, la
inexistencia de datos suficientes y un desorden generalizado, hacía
extremadamente difícil calcular los ingresos posibles para ordenar el presupuesto

10
(“Guzmán Blanco”, Tomás Polanco Alcántara, página 115, Ediciones GE, año
2002).
En esa misma obra se indica: Ese estado, bien difícil para el cálculo de ingresos,
estaba unido a otra circunstancia negativa, que consistía en la costumbre, ya
antes denunciada por otros Ministros de Hacienda, de ser hábito de los Congresos
aprobar un presupuesto de gastos que no tomaba en cuenta el volumen de los
ingresos. La clase dirigente conocía el gran desorden de la administración pública
pero al parecer no tenía conciencia de la gravedad y trascendencia de no respetar
un principio tan elemental como lo es el balance de ingresos y egresos a la hora
de formular un presupuesto.
Para mayor enredo teníamos una deuda externa que pesaba como una lápida,
sobre la gravedad de la misma señala Tomás Polanco A.: El Gobierno estaba
enfrentando un serio problema por la enorme carga que significaba para el Fisco
el compromiso vigente de destinar el 55% de los ingresos de ciertas aduanas para
el pago de la deuda pública externa. Ese era un importante aspecto de nuestras
finanzas en el año 1865, cuando Antonio Leocadio Guzmán negociaba en Londres
un nuevo préstamo para el país. Los Guzmán –padre e hijo- fueron inescrupulosos
negociantes que a la hora de hablar con los banqueros anteponían la codicia de
sus bolsillos a los intereses del país. La fortuna de AGB, que llegó a deslumbrar a
los parisinos, tuvo su origen en los múltiples préstamos en los cuales fue el
intermediario y gestor de la Nación.
AGB inició un proceso centralizador de la Hacienda Pública casi en la misma
medida en que asumía mayor poder político. Así el gobierno central en su papel
de único dispensador de recursos adelantó la construcción de caminos y
carreteras, obras que a su vez contribuyeron a consolidar la tendencia
centralizadora del poder. Durante sus múltiples gobiernos AGB promovió el
ingreso del capital extranjero, el cual se concentró en las vías férreas y el
mejoramiento de las instalaciones portuarias. A la sombra de estas iniciativas
creció un conjunto de casas comerciales –muchas de ellas de origen extranjero-
que controlaban el comercio exterior y el de las principales ciudades. Pero estos
suaves vientos modernizadores se fueron atenuando hasta desaparecer.

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A partir de 1888 cuando AGB se retira del país, Venezuela entra en una aguda
fase de inestabilidad política y económica, esta última a consecuencia de la
primera, pero también debido a factores externos como es el caso de los altibajos
en los precios del café y el cacao.
En las dos décadas que van de 1888 a 1908, cuando salen del escenario AGB y
Cipriano Castro respectivamente, Venezuela se volatiliza bajo el fuego de las
montoneras y la insurgencia de una fauna de caudillos, factores que generan un
cuadro de parálisis, desorden administrativo, epidemias, desempleo e involución.
Las cifras del lento crecimiento de nuestra población ilustran el desolador
panorama de esos años, en 1888 la población era de 2.246.000 habitantes y 20
años después solo había subido a 2.374.000 habitantes, es decir un paupérrimo
incremento del 6% (“Cuentas Nacionales de Venezuela 1874 – 1914”, Tomás E.
Carrillo Batalla, Publicación BCV).
Para mayor precisión veamos el cuadro financiero y administrativo que describe el
Diccionario de Historia de Venezuela de la Fundación Polar sobre el período de
Cipriano Castro: Los ingresos ordinarios del fisco para los nueve años de este
período 1900-1908 alcanzan a Bs 378 millones mientras los egresos totalizan Bs
433 millones. En consecuencia las reservas del Tesoro quedan exhaustas. La
Deuda Pública, a pesar de la perentoriedad del pago de las deudas atrasadas, se
mantiene en un altísimo nivel que llega a los Bs210 millones. La mayor parte de la
misma (70%) es externa. La situación fiscal no puede ser más angustiosa. En una
situación donde sectores internos y externos acechan contra el gobierno, los
gastos de conservación del orden público y el servicio de la deuda pública
consumen las mayores partidas. De los gastos públicos del período poco se
dedica a los gastos realmente productivos.
En beneficio del lector, para no fatigarlo con repetitivas situaciones y argumentos
del genuino desbarajuste que nos acompaña desde nuestro más remoto pasado,
daremos un salto que nos llevará al período democrático que se inició en 1957.
Esto significa que pasaremos por alto a gobernantes de relieve histórico como es
el caso de Juan Vicente Gómez, personaje de múltiples facetas de corrupción,
entre ellas la caprichosa entrega de las primeras concesiones petroleras.

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Dando una buena zancada para aproximarnos al presente, llama la atención
dentro de este recuento de nuestra desorganización administrativa, la importante
negociación que llevó a cabo el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez (1989 –
1993), más específicamente en febrero de 1990, cuando se firma con la banca
internacional el acuerdo de reestructuración de la deuda pública externa bajo el
esquema del Plan Brady. Para el momento en que C.A. Pérez recibe de su
compañero de partido Jaime Lusinchi la banda presidencial, el país presentaba un
balance negativo de reservas monetarias. Es decir el monto de estas era tan
precario que no alcanzaba a cubrir las cartas de crédito ya emitidas y que vencían
en los próximos seis meses. El gobierno se vio en la obligación, en los primeros
meses de 1989, de aprobar la medida de cesación de pagos del servicio de la
deuda externa, con la excepción de las mencionadas cartas de crédito. ¡Qué
lamentable situación para un país que en los últimos diez años (1979 a 1988)
había recibido no menos de 140.000 millones de dólares!.
Para salir de ese hueco fiscal el gobierno requirió el apoyo del FMI, Banco
Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y la banca privada internacional,
entidades que aprobaron préstamos a corto y largo plazo que permitieron honrar
los compromisos de los sectores público y privado. Un aspecto que muestra el
grado de anarquía y desorden administrativo fue la incapacidad del Ministerio de
Hacienda y del Banco Central de Venezuela de determinar el monto de la deuda
pública externa, debiendo acudir a los propios acreedores para obtener dicha
información. Una multitud de organismos oficiales había contratado préstamos con
más de 400 bancos del exterior a lo largo de muchos años. En una alta proporción
estos eran documentos a corto plazo para adelantar obras y proyectos a largo
plazo, que se venían renovando en forma permanente sin ningún control
centralizado y sin ninguna capacidad de negociación ante la dispersión del sector
oficial.
Para el ingenuo historiador u observador que en ese momento (1990) pensara que
ya habíamos alcanzado la cúspide del desorden y el derroche, que no era posible
descender más allá de ese impúdico bochinche, a esos ingenuos el porvenir les
aguardaba con situaciones insólitas e increíbles, no habían visto todavía el

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cataclismo de Chávez, al avasallante deslave de la corrupción, al catastrófico
manejo de los dineros públicos, situación donde el BCV fue pisado como una
indefensa cucaracha para extraerle sus jugosos recursos, donde se estableció la
práctica del doble presupuesto despreciando los principios básicos de la tesorería
de un país, donde lo usual es el otorgamiento de contratos sin licitaciones, donde
la Contraloría General produce nauseas, donde la riqueza e impunidad de los
nuevos dirigentes se nos muestra a diario con descaro, donde una Asamblea
Nacional genuflexa y monocromática va creando un marco legal según los
caprichos del inquilino de Miraflores. Este es un país que durante los años 2005 y
2006 ha venido recibiendo alrededor de 120 millones de dólares cada día, fruto de
una cotización del barril de petróleo que supera los 60 dólares. Lo increíble es
encontrar al 80% de la población viviendo en la pobreza, sin expectativas, ya que
el gobierno no está ejecutando planes para resolver los grandes problemas de
seguridad, vivienda, empleo, salud e infraestructura física.
Para conservar el poder Chávez mantiene una estrategia perversa, que es
procrear un ambiente de permanente conflicto con múltiples enemigos (reales o
imaginarios), una atmósfera de inseguridad y de miedo generada por un poder sin
moral, de estimular una infinita corrupción para ganarse la incondicionalidad de los
depravados hampones que masacran la ubre pública y de amenazas contra la
propiedad privada para limitar al máximo a dicho sector. Nos ha venido
acorralando de tal manera que lo único que pensamos es en sobrevivir, no en
luchar, sino mantenernos con vida en esta cloaca de principios de siglo en que se
ha transformado Venezuela, aquel país que de 1940 a 1980 mostró una de las
tasas de crecimiento más altas del mundo; una movilidad social que fortaleció a la
clase media al punto de conformar el 40% de la población; de iniciar un ensayo
democrático a partir de 1957 cuando América Latina era un nido de dictaduras; de
crear Instituciones que nos iniciaron en la modernidad; estamos arriesgando todo
ese potencial y ese posible mundo de prosperidad, de continuar con este absurdo
proceso involucionario, que puede dejarnos al margen del progreso y de la
historia, como el país que todo lo tuvo pero sufrió la más terrible de las plagas: la
del caudillo infalible que tiene la solución a todos nuestros males y miserias; la del

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caudillo autócrata que acumula la suma de todos los poderes y finalmente la del
caudillo megalómano y socialista, que todavía cree en el absurdo sueño de
implantar en el país y en el mundo entero, un sistema que demostró su inviabilidad
a un costo que nunca podremos medir, y produjo más lágrimas y sufrimientos que
ningún otro en la historia de la humanidad.

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3. Carta a Rafael
Diciembre 2000.
Querido hijo:
Ya finalizando el año, el siglo y el milenio, quisiera reflexionar contigo sobre lo
afortunados que somos por haber nacido en estas tropicales tierras al norte de
América del sur, en un período histórico oportuno por cuanto la humanidad
comenzaba a materializar todo un cúmulo de conocimientos, que se habían venido
entrelazando a lo largo de más de un siglo. Somos un buen ejemplo del caso de la
persona indicada, en el lugar apropiado y en el momento oportuno.
Veamos las razones de esta afirmación. En mi caso particular, cuando nací en
1943 se estaba desarrollando la 2ª Guerra Mundial (1939-1945), cuyo escenario
principal era Europa, con la siniestra figura de Adolf Hitler a la cabeza de la mayor
locura cometida por el hombre. En esa carnicería no solamente cayeron seis
millones de judíos, también fueron víctimas los gitanos, los testigos de Jehová, los
polacos y todos aquellos que eran considerados “biológicamente inferiores” a los
arios. De manera que de haber nacido allí, las probabilidades de sobrevivir eran
muy pocas.
En la extinta Unión Soviética, Joseph Stalin tiranizó a los pueblos de la URSS
desde 1929 hasta que murió en 1953. Fueron decenas de millones de personas
involucradas en migraciones y trabajos forzados e incontables millones las
victimas. Estamos hablando de generaciones enteras, que en una condición de
semiesclavitud, soportaron los delirios y las utopías de un socialismo imposible. El
calvario del pueblo soviético continuó hasta 1989 cuando cayó el Muro de Berlín y
aun hoy en día se prolonga en medio de grandes incertidumbres. Allí tampoco
habría tenido mayor suerte de salvar mi pescuezo. En Japón, en 1945, lanzaron
dos bombas atómicas que destrozaron a dos ciudades y por primera vez en la
historia, el ser humano se vio expuesto a las funestas consecuencias de la
radiación. No te vayas a condoler mucho de los japoneses y te engañes con su
eterna sonrisa y su estilo ceremonioso, ya que en la primera mitad del siglo XX –

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antes de la Segunda Guerra Mundial- tenían planes imperialistas e invadieron
Corea, Manchuria y parte de China, sometiendo a horribles torturas y sufrimientos
a los nativos de esos países. Las heridas fueron tan profundas que su
resentimiento llega hasta el presente. Como verás en esas tierras fue muy difícil
sobrevivir. Además los japoneses, con eso de su severa disciplina y la
marginación de la mujer, tienen un perfil que no es mi preferido.
Mencioné a China y para continuar en esas lejanas latitudes, los habitantes de ese
país fueron estrujados, humillados y castigados por las alocadas políticas o
programas ideados por su líder Mao Tsé-tung (Gran Salto y la Revolución Cultural
Proletaria), durante los cuales murieron incontables millones y otros tantos
sufrieron hambrunas bíblicas. Desde 1949 hasta su muerte en 1976 Mao fue el
gran líder de China. Una vez más nos salvamos de no haber nacido en el lugar
equivocado.
Ni hablar del resto de Asia, de África y el Oriente Medio donde en medio de
miserias milenarias, hermanos y vecinos, por problemas religiosos, de patriotismos
inflados, de colonias traumatizadas y cuanta excusa se les pueda ocurrir, se
vienen echando cuchillo desde tiempos inmemoriales y con especial énfasis desde
la 2ª Guerra Mundial.
Párrafo aparte merecen los fanáticos musulmanes quienes dirigidos y auspiciados
por unos personajes dignos de una película de terror, como son Saddam Hussein,
Yaser Arafat y Gadafi, aterrorizan al mundo con los coches bomba y los fanáticos
suicidas. Una de las fuerzas que los mueve es el resentimiento por las
vergonzosas derrotas sufridas ante el ejército de Israel, nación formada por un
pueblo cuatriboleao, que cada vez que ha sido atacada por sus vecinos árabes, ha
respondido con contundencia y valentía, arrinconando a sus enemigos. Así que de
haber nacido en los territorios de esas viejas civilizaciones, nuestro pellejo habría
sido perforado sin misericordia.
No estaría completo este recorrido geográfico sin mencionar a los EE.UU., nuestro
gran vecino del norte, país al que mucho admiro, pero que en el siglo XX, dada su
condición de gran potencia, participó en las dos grandes guerras donde murieron
decenas de miles de sus ciudadanos. Luego vinieron los conflictos de Corea y

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Vietnam con sus nuevas cuotas de victimas y una fuerte oposición de la sociedad
civil. En 1990 tras la invasión de Kuwait por parte de Irak, intervino para defender
tanto la estabilidad de la región como sus intereses petroleros. Sin negar las
ventajas de los nacidos en EE.UU., es necesario mencionar los riesgos, uno de
ellos sería la multitud de cadáveres que produjeron las mencionadas guerras y el
otro es la gran difusión de las drogas, las cuales han aniquilado y esclavizado a
incontables vidas.
Por otro lado nacimos en un momento en que la biología y las ciencias médicas ya
habían alcanzado una masa crítica de conocimientos, que permitió la elaboración
de antibióticos, vacunas, analgésicos y todo un arsenal de medicamentos que nos
han evitado muchos dolores y malos momentos. Por ejemplo la penicilina la
descubrió Fleming en 1929 y su producción masiva se logra alrededor de 1940,
aliviándonos de las infecciones que afligieron a la humanidad desde que hay
registro histórico. Todos estos adelantos han aumentado la expectativa de vida en
Venezuela. En las primeras décadas del siglo XX el promedio a duras penas
alcanzaba los 40 años, hoy en día está casi en los 70. Como verás nuestro
momento de nacer fue muy oportuno. Luego en los años 60 aparece la píldora
anticonceptiva y con ella sale la mujer a la calle, iniciando el proceso de
liberalización sexual que tanto falta le hacía a la humanidad y cuyos efectos
perduran hasta el presente. En cuanto al panorama presente en materia de salud
estamos presenciando los grandes avances de la biotecnología, la ingeniería
genética y la nanotecnología, que seguramente alargarán nuestros años con una
mejor calidad de vida.
Hasta principios del siglo XX el hombre promedio, con sus limitados medios de
locomoción, escasamente conocía los pueblos y lugares que estaban en un radio
de 10Km. de su casa, los más osados llegaban a los 20 Km., más allá solo los
escasos aventureros. Luego con la aparición del automóvil, el avión de hélice y el
jet, dicho círculo se fue ampliando a una escala mundial. Fui testigo del
lanzamiento del primer satélite, el Sputnick en 1957; de la llegada del hombre a la
Luna en 1969 y recuerdo haber disfrutado contigo a mi lado, la llegada del robot

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Pathfinder a Marte en julio 1997. Como verás nacimos en el momento oportuno
para conocer otros países así como ampliar nuestro horizonte cultural.
No te haré mayores comentarios de la tecnología y de la electrónica, de las cuales
eres firme usuario mediante el computador y el teléfono celular, pero sí debo
recordarte, como un símbolo del acelerado crecimiento de la tecnología, a mi vieja
regla de cálculo la cual usé en mis estudios de ingeniería y que tú guardas con
mucho cariño. Soy un fiel creyente que la curiosidad del ser humano es la que le
ha permitido evolucionar, primero para satisfacer sus necesidades básicas, luego
para dominar su entorno y siempre por la insaciable sed de conocimientos. Por
supuesto que en todo esto hay un lado negativo y quizás lo más relevante sea la
contaminación causada por todas las máquinas y procesos inventados por el
hombre, en su permanente iniciativa por lograr una mejor calidad de vida, calidad
que a su vez, es afectada por la contaminación. Creo que este es el gran desafío
que enfrenta el ser humano: seguir progresando sin afectar el medio ambiente.
Para mayor beneficio nuestro, debajo del suelo que pisamos y como un regalo de
la madre naturaleza, hay un inmenso mar de petróleo. Esta riqueza gratuita nos ha
permitido vivir con comodidad, sin grandes apuros ni hambrunas (aunque muchos
estudiosos consideran que nos ha perjudicado, al punto que fue bautizado como
“el excremento del diablo”). En el año 1946 la producción de petróleo superó por
primera vez la marca de un millón de barriles diarios (MMB/día), a partir de ahí el
país entró en una época de gran bonanza, que duró unos 35 años, hasta 1980.
Fueron años en los que Venezuela era el destino favorito de decenas de miles de
inmigrantes, que nos veían como un país atractivo y prometedor. El problema con
el petróleo es que la inmensa riqueza proveniente de su extracción y
procesamiento, no se ha distribuido equitativamente entre los venezolanos, pero
eso ha sido culpa de los malos gobiernos.
En lo que definitivamente no hemos tenido suerte es con nuestra clase
gobernante, primero fue la plaga adeca, la cual en 1945 interrumpió un pausado
proceso de democratización que iba muy bien encaminado, guiado por hombres
prudentes y de buena formación. Luego vino el paréntesis de Pérez Jiménez,
después los cuarenta años de democracia boba y corrupta de AD y Copei, etapa

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en la cual los últimos veinte años fueron muy malos. Ahora para rematar tenemos
al emboinado Comandante Chávez, el socialista, amigo de Fidel, émulo de
Bolívar, un verdadero desastre. Va comiéndose la flecha de la historia.
Tal como lo comenté en el primer párrafo, creo que nacimos en el lugar apropiado
en el momento oportuno. A lo mejor no es el caso óptimo, por aquello de los malos
gobernantes, pero sí hemos vivido mejor que casi todos nuestros contemporáneos
a lo largo del globo terráqueo.
Recibe un abrazo de tu padre

Nota: Para los eventuales y escasos lectores, debo señalar que el matiz personal
de este ensayo se debe a la necesidad de establecer una referencia sobre la
buena suerte de Venezuela al disfrutar de un siglo de paz (siglo XX), apenas
perturbada por las lamentables manifestaciones de la guerrilla izquierdista
sembrada por el asesino de Cuba.
En ese siglo de paz el país evolucionó de una profunda ruralidad a una explosiva
urbanidad, fue un cambio cataclísmico que marcó la siquis colectiva y nos convirtió
en una muy confundida sociedad, con la brújula averiada y escasos valores en
nuestro interior.
El resto del mundo también cambiaba aceleradamente, sufría la confrontación de
diferentes ideologías y ambiciones, donde murieron millones de seres humanos, la
mayoría sin saber la razón de su muerte. Esas guerras las vimos desde lejos y esa
fue una gran suerte.

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4. Emigrar

La condición humana se expresa por un permanente deseo y esfuerzo de


descubrir, investigar, ver qué hay más allá de la colina que limita nuestra casa o
del horizonte del mar; de progresar, de sacarle el mayor provecho a nuestro
tiempo. Por eso el hombre, desde sus más remotos orígenes, inventó
herramientas, utensilios y métodos que le permitían viajar más lejos, mejorar las
cosechas, cazar animales con menor riesgo, preservar alimentos y curar heridas.

El hombre siempre ha tenido un afán por mejorar sus condiciones de vida, es el


impulso primario y vital que lo ha movido desde que dio sus primeros pasos como
homo sapiens. En los albores de la humanidad los inventos se transmitían con
gran lentitud, podían transcurrir siglos o hasta milenios para que una nueva
técnica o utensilio pasara de un continente a otro. En la medida que mejoraba la
capacidad de transporte, con la invención de la rueda y la domesticación de
animales de carga, el horizonte del hombre se amplió y en esa misma medida
creció la velocidad de difusión de los conocimientos, lográndose progreso en
tierras lejanas, distintas a la que originó la nueva técnica.

De la misma manera viajaban noticias y novedades, mitos y leyendas. Los


habitantes de las aldeas escuchaban sobre la existencia de grandes ciudades
donde se celebraban fiestas y desfiles, se veían frutos y animales de regiones
exóticas. Se vivía cerca del poder porque en ellas residía el emperador, el rey, el
kan, el jefe que dirigía a miles de hombres que periódicamente salían a combatir
contra temibles enemigos. Todo esto creaba un escenario de grandes
oportunidades, donde podrían realizarse los sueños del aldeano y no está de más
repetir, que todos hemos tenido sueños y fantasías de un mañana mejor.

La natural curiosidad del hombre por explicar los fenómenos naturales y


climáticos, así como defenderse de ellos, de lograr una mejor alimentación, de
movilizarse más rápido y de realizar un menor esfuerzo en la ejecución de las
tareas, forma parte de la carga genética que nos diferencia del resto de los

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animales. Ese profundo deseo de progresar y vivir mejor, explica las más remotas
migraciones, cuando en un mundo sin fronteras la familia nómada buscaba
mejores cotos de caza, agua abundante, un clima benigno y más tarde –en su
evolución- tierras fértiles para sus cultivos.

En este inicio del siglo XXI el mundo está lleno de barreras para viajar, límites o
líneas imaginarias, aduanas, oficinas de inmigración, pasaportes, visas, permisos,
policías, aparatos y perros detectores, cámaras fotográficas, circuitos cerrados de
video y hasta máquinas capta huellas. El avión vuela a 900 Km/hora pero la
burocracia va a paso de caracol. Es el típico contraste de nuestros días, una
tecnología que va por el canal rápido y por otro lado el hombre con sus eternas
guerras y desconfianzas, va creando trabas y exigencias, que frenan la naturalidad
de los procesos.

En realidad el viaje, sea de placer, negocios o de naturaleza migratoria, comienza


semanas o meses antes, con la reservación del cupo en la fecha deseada y la
solicitud de la visa, sobre todo para los nativos de piel marrón, eternos
sospechosos de estar urdiendo alguna trampa o escondiendo lo ilegal. Pero
soportamos toda esa burocracia, por la curiosidad y el deseo de conocer
sociedades donde hay esperanzas de crecer y educar a nuestros hijos; donde se
respeta el bien común y existe una ley más allá de la simple teoría; donde se
convive con bajos niveles de agresividad y hay un orden que nos deja perplejos.

Todo lo concerniente a la burocracia se aplica a los viajeros formales, por que las
oleadas de ilegales pasan por otras tribulaciones. Mucho más riesgosas, tanto que
a veces se les va la vida. Pero asumen ese riesgo por la simple razón de no estar
satisfechos con su presente y están decididos a luchar por ese futuro en el centro
de la civilización, del imperio. Centro del poder que alguna vez fue persa, egipcio,
romano, carolingio, inca, maya, mongol, hindú, chin y un largo etcétera. Hoy el
nombre del imperio, es esa llamativa frontera de 20 a 25 países prósperos
ubicados en tres continentes, que forman la élite del mundo, hacia donde fluyen
diariamente miles de inmigrantes ilusionados, dispuestos a trabajar, estudiar,
luchar y construir el futuro que no creen posible en sus terruños. Es el incontenible

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deseo de prosperar y mejorar, lo que conforma la esencia de ese ser humano que
todo lo arriesga para no permanecer en la pobreza. Es la esencia de las corrientes
migratorias que inexorablemente se mueven hacia las fronteras del imperio,
logrando penetrar las murallas físicas y burocráticas, para desconcierto de
planificadores y autoridades.

Además de ese inmenso deseo de un mañana mejor, otra gran fuerza de las
migraciones ha sido la de las persecuciones religiosas y políticas, las cuales
movilizaron, hace pocas décadas, a millones personas de Europa hacia América;
la de los aterrorizados judíos escapando de Europa ante las locuras de Hitler; la
de los tutsis en África y muchas otras. Pero la que en realidad nos interesa es
aquella corriente migratoria conformada por ese hombre o familia, limitados por el
sofocante ambiente local, que los reduce a un diario y doloroso sobrevivir, buscan
salida a su embrutecedora situación. Donde cada día es como una capa de
engrudo que los ata al miserable presente y es otro que restar a un porvenir lleno
de sueños.

Nos interesan esas valientes personas que sin volverlo a pensar emprenden un
incierto camino hacia el futuro. Esos nativos de América Latina que por infinitos
caminos llegan a los EE.UU.; corajudos y decididos seres de los más cercanos y
apartados rincones de África que superando cualquier obstáculo y peligro buscan
con fervor a la próspera Europa; a esos desconcertados habitantes de la vieja
Europa Oriental que vieron colapsar –casi en un pestañar- al imperio soviético,
perder al Estado sobre protector, presenciar el vertiginoso surgimiento de las
insaciables mafias y el nacimiento prematuro y estridente de un mercado sin
límites ni tutelas, que huyen hacia cualquier ambiente que les ofrezca un mínimo
de estabilidad.

Llega el ilusionado inmigrante a un territorio desconocido, donde simultáneamente


sufre las fuerzas contradictorias de la discriminación de los nativos y por otro lado
la demanda del mercado por su mano de obra barata, que pasa a desempeñar los
trabajos que ya no le atraen al cómodo ciudadano. Es característica básica del
buen inmigrante estar imbuido de un gran espíritu de sacrificio, de consumir lo

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indispensable, de gran modestia y humildad, que en el largo plazo le rinde
excelentes frutos. No todos tienen un final feliz, pero los casos de aquellos que
alcanzaron sus metas y conocieron la prosperidad, alimentan las leyendas en el
submundo de su etnia o nacionalidad, motivando a los que ya llegaron y a los que
aún no han llegado, a especular sobre las probabilidades de alcanzar sus sueños
y las gratificantes satisfacciones de verlos realizados.

Impregnado de una gran energía y de una sólida voluntad va el inmigrante


labrando su camino, lleno de sacrificios y privaciones, pero muy consciente de su
acertada decisión, de esa arriesgada aventura que le ofrece una perspectiva, un
ambiente donde hay trabajo remunerado. Con esos ingresos vive y ahorra para
enviarle a la familia que dejó atrás y a la que espera, con tiempo y esfuerzo, traer
a la nueva patria. La suma total de las remesas de dólares hacia sus países de
origen no son cifras menores, en el caso de México es la segunda fuente de
ingresos de divisas después del petróleo. Es decir son millones de mexicanos que
se benefician con el trabajo de aquellos que se fueron. La frontera de México y
EE.UU. es la línea divisoria más activa del mundo, el tráfico legal de personas es
de decenas de millones al año a la que se suma la corriente ilegal de inmigrantes,
quienes en las situaciones más adversas la cruzan para iniciar la aventura del
sueño americano. A esos millones de mexicanos se le suman decenas de miles de
centroamericanos para quienes el camino es más largo y tortuoso, por no hablar
de sudamericanos cuyo número crece cada año a un ritmo exponencial. Todos
ellos ven en esos 3000 kilómetros de la frontera mexicana un atractivo reto, que
con un poco de audacia y picardía lo podrán sortear.

Digno de análisis es el caso de Venezuela, donde la estupidez de la clase


gobernante logró invertir la corriente de los flujos migratorios y en pocos años
pasamos de ser un país receptor de decenas de miles de inmigrantes -oriundos de
vecinos y lejanos países- que nos veían con los mejores ojos, para venir a hacer
su vida y levantar su familia, para lamentablemente convertirnos en una sociedad
que propicia la diáspora de sus mejores hijos.

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5. Trágicas semejanzas
Cualquier lector que se aventure en las páginas de nuestra accidentada historia
puede percatarse del muy modesto progreso logrado en los últimos 100 años,
sobre todo en el cultivo de valores como la honradez, la modestia y la sana
administración de los bienes públicos, así como en la cultura del trabajo (y no de la
suerte y el azar) y de la iniciativa personal e inventiva (y no de la dependencia y
pasividad).
La riqueza petrolera permitió la construcción de una infraestructura, de la que el
país carecía en una fecha tan avanzada como 1935, año de la muerte del dictador
Juan Vicente Gómez. En las siguientes décadas logramos mostrar una frágil
fachada de país moderno, sin embargo carecíamos de lo más importante, es decir
los recursos humanos para ir sembrando en todos los estratos de la sociedad, los
valores y las líneas de acción que nos incorporarían, de verdad, a la modernidad.
Pueblo y gobernantes con experiencia nula en el arte de dirigir y hacer crecer una
sociedad que pudiera convivir en armonía y con un norte en el cual concentrar sus
esfuerzos, lo que logramos fue alcanzar un estruendoso fracaso en metas y
proyectos fundamentales, al sacrificar la cantidad por la calidad, como fue lo
obtenido con el fiasco de todo el sistema educativo.
Nuestros mediocres gobernantes no evolucionaron. Son numerosos, deplorables y
lamentables los casos de delirante incapacidad y corrupción, así como profundas
las injusticias generadas a lo largo de generaciones, que cruzan como una fea
cicatriz los capítulos de nuestra historia, pero solo me voy a detener a analizar dos
épocas y dos presidentes, distantes cien años, que se inician respectivamente en
el año 1899 con la entrada de Cipriano Castro en Caracas y en el año 1999
cuando Hugo Chávez inicia su período presidencial.
Ubiquemos la mirada en el 22 de octubre de 1899 cuando Cipriano Castro entra
victorioso en Caracas, una ciudad de 80 a 90.000 habitantes, capital de un “pobre
y azotado país con una población de dos millones y medio de habitantes, que
apenas dispone de mil escuelas públicas a las que concurren 25 mil escolares, un
ingreso de 103 millones de bolívares y 106 millones de egresos” (Para el período

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de Castro se usa como fuente principal la obra “Los días de Cipriano Castro” del
escritor e historiador Mariano Picón Salas –MPS-). En la medida que nos
adentramos en la mencionada obra nos vamos percatando de las semejanzas
entre los dos presidentes y lo muy poco que hemos avanzado como sociedad y
como personas, ya que la sumatoria de nuestros actos y omisiones es lo que
conforma el tejido que constituye la identidad nacional.
El perfil sicológico de ambos presidentes y sobre todo sus rasgos comunes son
elementos necesarios para comprender la historia y la lamentable situación actual:
son polémicos, contradictorios, impredecibles, cursis, románticos, locuaces,
presumidos, mesiánicos, machistas, arbitrarios y con un ego enorme que necesita
una corte de aduladores, jala bolas, chupamedias, oportunistas, pillos, pedigüeños
y algunos escasos creyentes.
Veamos con mayor detalle algunas de sus características y semejanzas:
1. Émulos de Bolívar: Ambos tienen a Bolívar como su héroe tutelar, en el caso
de Cipriano y tal como MPS describe los sueños de Cipriano: “Si él se llenó de
gloria en las campañas que comenzaron en Tononó y concluyeron en el
Capitolio de Caracas, campañas comparables a las de Bolívar en 1813, ¿por
qué no seguir imitando al Libertador; hacerse el albacea de sus mejores
pensamientos y reconstituir, por ejemplo, la Gran Colombia?”. De forma similar
nos viene aturdiendo Hugo Chávez con su retórica bolivariana, asignándole
dicho remoquete a toda actividad, congreso, evento, junta parroquial o
carnavalito que se lleve a cabo en el país, Esto sin nombrar que ahora somos
la República Bolivariana.
2. Habladores, parlanchines y salvadores de la patria: dice MPS que la prosa de
Cipriano era una mezcla de “Venezuela heroica” con el lenguaje panfletario de
Vargas Vila, un político colombiano contemporáneo de Cipriano, famoso por su
florida labia. Como ejemplo de su verbo quedó la pomposa frase “la planta
insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la patria”. En
Chávez se materializa el caudillo populista, el predicador de utopías, el orador
declamador, el auténtico narciso que en maratónicas cadenas nos estruja su
ristra de lugares comunes y su chabacanería, con abundancia de términos

26
guerreros, batallas épicas, soldados heroicos y el siempre implacable imperio
del norte que desangra a los marginales desvalidos.
3. Líderes de América Latina: “Cipriano Castro propone, en imprudente carta al
Ministro de Chile (el 04 de diciembre de 1903) que Venezuela encabece una
unión de repúblicas latinoamericanas, cuyos primeros acuerdos debían
realizarse en nuestro país por delegados de todas las naciones hermanas. Así
habría de completar lo que nunca logró Bolívar ......... ....un enviado viaja de
un país a otro como misionero de cierta Liga Latinoamericana que el genio y
voluntad de Castro opone al Panamericanismo de Teodoro Roosevelt”, así
describe MPS la megalomanía de quien presidía Venezuela en 1903. En
Chávez observamos el mismo delirio de grandeza de ser el líder de América
Latina y de los países del tercer mundo. Ataca a los EE.UU. y ofende a sus
dirigentes, quiere conformar un gran frente antiyanki, despotrica del liberalismo
y levanta la bandera del socialismo cuando el mundo entero se enrumba en
sentido contrario.
4. Corte de aduladores y jala bolas: con palabras que conmueven nuestro
gentilicio MPS describe el grado de deterioro de aquella sociedad, “En la
sumisión a Castro de gentes honorables que no temen confundirse con los
cortesanos, se retrata la tragedia moral y material de la Venezuela de
entonces: el poco ámbito de un país en bancarrota, la necesidad física del
empleo, la hacienda hipotecada y la casa retrovendida. Y se preparan los
festejos y honores a Castro como a un César invencible cuyo poder se
presume tan largo como el de Monagas o Guzmán Blanco” Decía un joven
político refiriéndose a Castro: ”hombres como él todo lo saben, todo lo adivinan
y todo lo vencen, presentando al mundo el espectáculo de un fenómeno único”.
Entre los numerosos títulos recordamos el epónimo, el restaurador, el siempre
vencedor jamás vencido y el benemérito. En la Venezuela de Chávez podemos
ver la sumisión de su corte en el programa dominical donde el presidente, en
su papel de showman, dice chistes malazos que un coro de altos funcionarios
festeja ruidosamente. Esta nueva élite política sigue con devoción las palabras
del Teniente Coronel y hasta acepta estoicamente regaños públicos, por no

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haber hecho a tiempo sus tareas. Son ríos de babas y lágrimas que corren
para mantener su parcelita de poder, sus cargos, el billete verde y sus egos
bien inflados.
5. Corte de periodistas e intelectuales: MPS nos describe a Gumersindo Rivas
como el sumo sacerdote de la lisonja, era el enlace con la pequeña prensa
local y con la de otros países, relaciones que se encargaba de lubricar con el
eterno verde billete. Muy cercano a don Cipriano, era quien le presentaba
“recortes de prensa española y suramericana y de ciertos periodiquillos ad-hoc
impresos en Paris y Nueva York en que se habla de Castro como el gran héroe
del siglo................ Gumersindo ha conseguido que hablen de Castro,
confortados de buenos cheques, escritores hispanoamericanos de tanto
auditorio como Luís Bonafoux y Enrique Gómez Carrillo. “La Época” de Madrid
sostiene toda una campaña justificativa de los actos de Don Cipriano en que se
le pinta como la mayor y despierta conciencia de un afligido país que combate
por su dignidad.” El gobierno de Chávez cuenta con un enorme plantel de
estaciones de radio y televisión, así como de periódicos y portales de Internet
con su respectiva legión de periodistas, con la que hubieran querido contar los
más destacados dictadores del pasado. También aplica el mismo mecanismo
de comprar periodistas extranjeros, tal es el caso de Ignacio Ramonet de
L´Monde Diplomatique
6. Nueva Constitución: a fines de 1903 Castro ordena desde Miraflores que todos
los Concejos Municipales y Asambleas Legislativas se dirijan al Congreso para
pedirle al cuerpo legislador que se convierta en Constituyente y nos dote de
una nueva Carta fundamental. En el fondo lo que Castro quería era alargar el
período a seis años y descartar el sufragio directo proponiendo un Cuerpo
Electoral de 14 miembros que en votación secreta escogería al Presidente,
dichos miembros eran elegidos por ese Congreso que a su vez estaba
conformado por fieles servidores de Cipriano. No dudo que toda esta tramoya
les suene familiar, la diferencia está en que los venezolanos escogimos
libremente a Chávez en diciembre de 1998, pero a partir de esa fatídica fecha
la trama de la tragedia es similar, es decir, una Asamblea Constituyente

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producto de ardides electorales que burlaron la representación de las minorías,
una transición donde se escogen arbitraria e ilegalmente a los directivos de los
Poderes Públicos, nueva Constitución a imagen y semejanza de Chávez y el
campo despejado para las trampas electorales organizadas y refrendadas por
un Consejo Nacional Electoral que bien podría llamarse Oficina Presidencial
para el Fraude Electoral.
7. Separación de poderes: siempre bajo la guía de MPS obtenemos este material:
"que no diga el malcriado gobierno castrista que en nuestro país las sentencias
de un Juez sólo pueden ser modificadas por las de una Corte Superior. El
argumento montesquiano de la separación de los poderes públicos, en
Venezuela resulta un escarnio. Todo el mundo sabe que el omnímodo
Restaurador remueve jueces y cortes enteras a su arbitrio”. En el gobierno de
Hugo Chávez la característica más resaltante es la absoluta identificación de
los Poderes Públicos con el Ejecutivo. El sumiso Tribunal Supremo de Justicia
y el dócil poder electoral han elaborado todas las trampas y maniobras para
negarle a los venezolanos su derecho a un proceso electoral limpio e imparcial.
8. Resentimiento contra los ricos: el Dr. Andueza Palacios, ministro de Cipriano,
es el autor de una frase pronunciada con la aprobación del Restaurador, que
resume dicho resentimiento: “Si el gobierno necesita dinero y los bancos no
quieren darlo, habrá que abrir las bóvedas y cajas fuertes a golpes de
mandarria”. Como resultado de esta confrontación los banqueros fueron a
parar a los calabozos de la Rotunda, famosa cárcel caraqueña de esa época.
Hugo Chávez no ha mandado a la cárcel a los banqueros, pero arrasó con la
clase empresarial llevando a la quiebra cerca de 10.000 industrias. La otra obra
de su resentimiento es el despido de 20.000 empleados de PDVSA, llevando a
esta empresa a la triste condición de un Ministerio de las Misiones.
9. Demagogos: en 1904 el Congreso, estrenando nueva Constitución, decide
entregarle a Cipriano una espada de honor, en cuya elaboración se estimaba
gastar una fuerte suma. “Pero aquí Don Cipriano tiene un rasgo de
emocionada filantropía. Piensa en la multitud de familias hambreadas, de
pobres vergonzantes que a consecuencia de los malos días de la guerra se

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ven en Caracas congestionando los pasillos de los Ministerios o pignorando
sus muebles y prendas de vestir. Supone que el Congreso habrá de gastar por
lo menos veinte o treinta mil bolívares en la consabida espada de honor, y en
carta patética les recomienda que inviertan la suma en auxilios de caridad”. A
los venezolanos de principios del siglo XXI no se nos olvida la firme promesa
de Chávez, de prescindir de La Casona y de La Guzmania para entregar
dichas instalaciones a los niños de la calle. La realidad nos ha mostrado que el
Chico de Sabaneta no solamente es un gran mentiroso y demagogo, sino que
gasta cifras increíbles en lujos y caprichos personales.
10. Danzarines y cantantes: en el punto 50 de su obra, titulado “Alegre temporada
de fiestas”, MPS narra lo siguiente: “El Cabito está ansioso de diversiones y se
entrega al más libertino cesarismo. Grandes bailes ofrecieron en su honor
cuando la sosegada Caracas recibió a los miembros de las Comisiones............
............ Un como frenesí danzante, la danza como símbolo e invitación al
cortejo lúbrico, comienza a poseerlo. Como ahora no tiene guerrilleros que
combatir, da escape a la energía nerviosa, bailando los programas enteros de
un sarao............. Se tornan casi folklóricos los pañuelos de encaje que
empuña en la manecilla enana para secarse el sudor bailarín. Con el mismo
paso y pasmo saltante, como si midiera el compás con todo su cuerpo peludo,
baila al mismo son polkas, valses, cuadrillas y masurkas. Será el agitado
Dyonysos de una trágica y casi triste bacanal venezolana”. En el caso de
Chávez nos calamos a un frustrado cantante, que en cadena nacional muestra
sus disonancias, que son calurosamente acogidas por la claque, que
embelesada lo aúpa y aplaude.
11. Más semejanzas, trágicas semejanzas: las relaciones diplomáticas, la
corrupción y la pobreza.
 Relaciones diplomáticas: Cipriano Castro rompió relaciones con Colombia (en
1901 a raíz de Carazúa) y con los EE.UU. en 1908. Chávez por su lado
mantiene tensas relaciones con el gobierno constitucional del vecino y fluidas
con las FARC. (¿quién entiende semejante locura?). Con los EE.UU. acaricia

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permanentemente la idea de romper relaciones a pesar de ser nuestro principal
socio comercial.
 Corrupción: esta es profunda y ramificada en los dos períodos que estamos
comparando, con la desventaja para Castro y sus secuaces que por ser
Venezuela un país en bancarrota había muy poco que robar. No es esa la
situación de Chávez,- que dispone de los altísimos ingresos petroleros y de un
ejército de depredadores de la hacienda pública.
 Pobreza: Finalmente está la lamentable semejanza de la pobreza, con muchas
razones que la explican en aquel país agropecuario de la época prepetrolera,
recién salido de una larga cadena de enfrentamientos y guerrillas, pero no en
la Venezuela del siglo XXI con el barril de petróleo superando los cien dólares.

Conclusiones:
La conclusión obvia es que no hemos avanzado en los últimos cien años de
historia. Se dice fácil pero es una verdad dura de tragar, es cierto que nuestras
cifras son ahora mucho más grandes, que tenemos una bien descuidada
infraestructura física y decenas de universidades, pero la realidad es que somos el
mismo país, pequeño y marginal, que presidió Cipriano Castro hace un siglo atrás.
No producimos nuestros alimentos ni las medicinas que consumimos, toda la
tecnología viene de los países desarrollados, no estamos a la cabeza de ninguna
rama del saber humano. En otras palabras, no nos dejemos engañar por ese
espejismo de modernidad conformado por los relucientes centros comerciales, la
red telefónica y sus estilizados celulares, la ostentación automotriz de unos pocos
y las ahuecadas autopistas, seguimos siendo el mismo pueblo sin cultura del
trabajo, malcriado por el petróleo, en busca del atajo y el golpe de suerte, con la
misma clase gobernante, incapaz de abordar y resolver con inteligencia las
centenarias insatisfacciones de los menos afortunados.
A Venezuela, al igual que al resto de América Latina, la separa una profunda
brecha de los países líderes, y ese abismo lo hemos construido por nuestra
enfermiza adicción al caos y a la anarquía, por carecer de lo mínimos elementos
de organización social, sentimos atracción por el bochinche, la confusión y el

31
desorden. Carecemos de los valores mencionados al inicio de este documento,
como son como la honradez, la modestia y la sana administración de los bienes
públicos. Piensen en la abundancia de sinónimos que tiene la corrupción (mordida,
coima, transa, unto, comisión, soborno, etcétera).
Para ilustrar la calidad moral de nuestros gobernantes así como de su entorno,
que son el modelo a seguir por el pueblo llano, voy a citar los nombres de
destacados presidentes latinoamericanos de fecha reciente: el sonriente Fujimori y
su carnal Montesinos, el jacarandoso Abdalá Bucaram, el narcotraficante Manuel
Noriega, el corrupto y mediático Collor de Mello, el sanguinario Augusto Pinochet y
su homólogo Fidel Castro, en Colombia tenemos dos casos: el proceso 8000
donde se involucró al guabinoso Ernesto Samper con el narcotráfico y luego el
rosario de asesinatos que dio como resultado al paisa Gaviria. El tenebroso
ambiente gansteril de la familia Salinas de Gortari de México; el gordo Arnoldo
Alemán y sus secuaces que le robaron millones de dólares a los pobres de
Nicaragua, país que en un alarde de masoquismo escogió como presidente al
pedófilo Daniel Ortega. El caos de Argentina que en diciembre de 2001 vio desfilar
a cuatro presidentes por la Casa Rosada. Algo similar sucedió en el 2004 y 2005
en Ecuador y Bolivia, con presidentes que escasamente duraban una semana o
dos meses y cuyos nombres no recordamos. Todos los personajes mencionados
están vivos, como verán no hubo necesidad de echar mano de los clásicos (Perón,
Papá Doc, Trujillo, Somoza, Pérez Jiménez y las dinastías militares de Argentina y
Brasil).
La conclusión es que más allá de la comparación de dos presidentes (Cipriano
Castro y Chávez), este breve documento intenta cotejar a un mismo país en dos
momentos de su historia, dando como resultado un preocupante estancamiento.
Hace cien años, cuando gobernaba el Restaurador, Venezuela estaba muy
distante de la vanguardia de los países desarrollados de esa época, la brecha era
muy grande. Transcurrido un siglo, obviamente tanto Venezuela como América
Latina han evolucionado y progresado, solo que al aproximarnos a la brecha,
observamos con gran pesar que esta es mayor que hace cien años.

32
6. El mito de Fidel y la inmadurez de América Latina.
Desde hace años vengo viendo a Fidel Castro en las tomas de posesión de los
presidentes de América Latina y en las cumbres iberoamericanas, y no termino de
sorprenderme de su presencia en esos eventos, donde el dictador cubano juega
un rol protagónico y es el líder más admirado de todos los presentes. A mi mente
acude el símil del que invita a su casa al degenerado que violó a su pequeña hija y
lo colma de atenciones, lo alaba ante otros invitados y le sirve el mejor licor que
dispone. Pocos años antes del gobierno de Hugo Chávez, en la década de 1990,
Fidel visitó a Caracas y acudió a un acto en el Aula Magna de la UCV. La prensa
reseñó que el lleno fue impresionante, de jóvenes estudiantes que vitoreaban a
Fidel como si fuera una estrella de rock, como su ídolo. Fue una situación que me
dejó el alma encogida, no podía creer que jóvenes de los años 1990 siguieran
viendo a Fidel Castro como un líder. A casi diez años de la caída del muro de
Berlín y bien demostrada la incapacidad del socialismo para resolver los
problemas básicos de la humanidad, con un catastrófico ensayo como fue el de la
Unión Soviética, que significó la muerte de millones de seres y el sacrificio de
generaciones enteras, que soportaron una humillante vida: lúgubre, triste y
aplastada. No podía entender como esos jóvenes universitarios caraqueños
seguían encandilados por Fidel y no lo ubicaran correctamente en la historia:
como un comunista fracasado, que con el indispensable soporte de la Unión
Soviética había tratado de exportar su revolución para medio mundo, trayendo
muerte y desolación a millones de familias, al atraer, ilusionar y engatusar a
multitudes de jóvenes para “luchar por la revolución”. Frase que pasó a ser una de
las más trágicas que ha acuñado la humanidad, ya que está impregnada de
sangre, engaños y vil manipulación.
En mayo de 2003, en la toma del presidente Kirchner de Argentina, pude ver
nuevamente la sanguinaria figura de Fidel. Nuevamente la prensa reseñó que
Fidel había sido el más ovacionado de los presidentes invitados y por enésima vez
sentí esa desazón, de no poder explicar esa idolatría. Siempre he creído que los

33
argentinos son un pueblo con más cultura que los venezolanos y en este caso se
aplicaría la faceta de “cultura política”, pero con esa manifestación de admiración a
un ser tan perverso, disminuyó su status de pueblo culto.
El colmo de la inmadurez y estupidez en la historia de las relaciones de Fidel con
los dirigentes de América Latina, se alcanzó en la XXX Cumbre de Mandatarios de
Mercosur (julio 2006), en la que por primera vez Venezuela participaba como
miembro pleno. Estuvieron presentes los presidentes de Argentina, Brasil,
Paraguay, Uruguay y Venezuela. Como invitados los de Chile, Bolivia y Cuba.
¿Qué tienen dentro de sus respectivas cabezas estos honorables presidentes para
compartir su mesa con el más longevo y sanguinario dictador de América Latina?.
El Protocolo de Ushuaia (julio 1998), uno de los documentos fundamentales de
Mercosur dice en su introducción: “La plena vigencia de las instituciones
democráticas es condición esencial para el desarrollo de los procesos de
integración entre los Estados Partes del presente Protocolo”. Los mandatarios de
Mercosur no solamente se sientan en la mesa con el dictador Castro, también
firman con él un acuerdo de complementación económica, en el cual se deja clara
la posibilidad de adhesión. ¿por qué no se preguntan sobre la libertad de
expresión y prensa en Cuba?, ¿cuándo fueron las últimas elecciones libres en
Cuba?, ¿han oído hablar los honorables presidentes de los partidos de oposición o
del parlamento cubano?, ¿cuántos diarios, estaciones de radio y televisión hay en
Cuba, que no sean del sector oficial?, ¿se acuerdan de los 75 opositores pacíficos
que en marzo de 2003 fueron a prisión?, ¿cómo es posible que demócratas que
surgieron de elecciones libres, estén rebajándose al sentarse y rendirle tributo a
un ser que está bañado en sangre de pies a cabeza?
Pero la ignorancia y la estupidez no terminan ahí. Al término de la Cumbre de
Mercosur, unas 20.000 personas se reunieron en Córdoba, en un acto popular
para escuchar a Fidel Castro y Hugo Chávez. La multitud esperó varias horas la
llegada de los dos presidentes y a su arribo fueron aclamados como ídolos. Fidel
subió al escenario en su tradicional uniforme verde oliva, habló tres horas y fue
ovacionado por la multitud.

34
Para ubicar a Fidel Castro en el verdadero lugar que le corresponde, es necesario
realizar un ejercicio de historia que nos permita medir el grado de maldad del
tirano de Cuba, así como realizar una especie de inventario de los daños morales
y materiales ocasionados a lo largo y ancho de toda América Latina, por culpa de
su maldita revolución.
No hubo país que escapara de la maléfica influencia de Fidel y su corte de
barbudos. El primero que sintió su intromisión fue Venezuela, en los primeros años
de la década de 1960. Luego sigue una lista que abarca todo el alfabeto
latinoamericano, con los casos más relevantes de Colombia, Perú, Bolivia, Chile,
Nicaragua y Granada, países donde los resultados de su revolución pueden
traducirse en miles de muertos, millones de vidas truncadas, miseria, dictaduras y
en general un atraso con relación al resto del mundo. A diferencia de América
Latina, el resto de las naciones sí se venía identificando con el modelo de
democracia y libre mercado, como el camino más eficiente para superar la
pobreza de los pueblos.
Cuando hablamos de la Unión Soviética, la figura que más acude a mi mente es la
del dictador Stalin, notable entre los malos y arquitecto de la más atroz pesadilla
que haya sufrido pueblo en toda la historia. El balance más confiable habla de 40
millones de muertos y el sacrificio de generaciones enteras que soportaron una
vida inhumana durante casi treinta años, hasta su muerte en 1953. Luego de él
siguieron otros gobernantes comunistas que también martirizaron al noble pueblo
ruso hasta 1988, cuando Gorbachov inicia el proceso de desmontar la estructura
comunista e incorporar a Rusia al mundo democrático. Pero a quien quiero
destacar es a Stalin como el personaje histórico, cuya inmensa maldad es la única
referencia que puede servir para medir la del tirano de Cuba. Si pudiéramos sumar
la multitud de cadáveres que ha generado Fidel en Cuba, América Latina y África,
seguro que daría una cifra solo superada por las víctimas de Stalin. Si se pudiera
precisar el número de jóvenes cuyas vidas fueron truncadas, es decir aquellos
que no murieron pero abandonaron un hogar, una carrera, en fin un futuro por
seguir el cuento aquel de “luchar por la revolución”. Esa cifra de vidas frustradas
en toda América Latina, con seguridad se contaría por millones de seres que

35
vieron empequeñecer su existencia, al ser manipulados por dirigentes locales, que
a su vez eran manipulados por Fidel. Capítulo aparte en esta cuenta de víctimas lo
conforma el pueblo cubano, que es la cantera principal de cadáveres de la
revolución de Fidel. ¿Quién sabe cuantas decenas de miles de cubanos murieron
a lo largo de 47 años de tiranía?. Observen que estamos hablando de más de
cuatro décadas, es decir Fidel ha gobernado a Cuba quince años más de los que
Stalin mandó en la Unión Soviética. Adicionalmente es obligatorio señalar que hay
miles de cubanos enterrados a lo largo de toda América Latina, miles en África y
miles en las aguas caribeñas que separan a Cuba de la Florida, cuando buscaban
desesperadamente escapar del infierno fidelista. Miles de familias separadas,
decenas de miles de presos por el solo hecho de disentir, por escribir sus
pensamientos y por luchar por la libertad.
Ahora bien una vez asimiladas estas razones y estos números (los cuales
menciono para darle cuerpo a la maldad, para que nos percatemos de la magnitud
de la tragedia), es el momento de preguntarse ¿cómo es posible que hoy en día,
cuando la información está al alcance de todos, existan personas que admiren a
Fidel? Y no solamente lo admiran sino que lo invitan a su casa en calidad de
huésped de honor.
He visto a Fidel pasearse en casi todos los países de América Latina como el
invitado estrella, acompañado de las respectivas élites políticas y me pregunto:
¿de qué enfermedad padecemos?
En el caso de Venezuela pareciera que la enfermedad es más aguda, no
solamente fuimos los primeros en padecer los delirios de grandeza de Fidel de
exportar su maldita revolución, allá por lo años 1960, sino que ahora, para cerrar
el ciclo, estamos padeciendo del idilio de Chávez con Fidel. Por eso es pertinente,
es necesario hacerse estas preguntas:
 ¿Cómo olvidar las miles de victimas que dejaron las guerrillas fomentadas
por Fidel, tanto del lado de nuestras Fuerzas Armadas como de los
imberbes guerrilleros y de la población civil?
 ¿Cómo se pueden medir los daños ocasionados por las guerrillas, en toda
América Latina, en materia de subdesarrollo, atraso y miseria, al espantar

36
durante décadas al inversionista privado, nacional y extranjero, que era el
sector que verdaderamente podía generar fuentes de trabajo y riquezas
para el país?
 ¿Cómo medir el daño por quedarnos atrás en la historia, al no comprender
que se estaba gestando un nuevo mundo, donde la tecnología y las
comunicaciones, lo estaban transformando todo y nuestros líderes
nacionalistas, izquierdistas y socialistas, encandilados por la maldita
revolución, perdían miserablemente su tiempo?
 ¿Cómo entender que hoy en día, en el inicio del tercer milenio, existan
presidentes que idolatren a Fidel, al extremo de que en el caso de
Venezuela pasamos a ser invadidos por un ejército de supuestos médicos,
entrenadores, maestros y asesores azucareros?
 ¿Cómo explicar esa idolatría que no solo la sufre Chávez sino toda una
legión de “revolucionarios” del sector oficial, que declaran sin titubeos sobre
los adelantos y las maravillas de la revolución cubana pero que no explican
porqué hay un solo periódico en Cuba; porqué Fidel tiene casi 50 años
como presidente; porqué en las elecciones Fidel saca el 100% de los votos;
porqué los cubanos se escapan de la isla para la Florida y no es al revés
(los gringos para Cuba); porqué hay tanta miseria en Cuba?
 ¿Sabremos algún día qué habría pasado si todo el tiempo empleado y
malgastado por las ilusas izquierdas de América Latina en “luchar por la
revolución”, con sus consabidas secuelas negativas, se hubiera utilizado en
trabajar y estudiar?
 ¿Cómo serían de diferentes nuestros países, cuánto progreso y mejoría en
la calidad de vida de los pueblos se habría obtenido, de no haber tenido el
estorbo de la maldita revolución y el tiempo perdido que ella engendró?
 Podría el eventual lector responder las preguntas: ¿de qué enfermedad
padecemos?, ¿invitarías a Fidel a cenar en tu casa?

37
7. ¿Educación Superior?
La necesidad en cualquier sociedad moderna de un sistema de educación superior
de calidad, que atienda sus requerimientos y se mantenga lo más cerca posible de
las fronteras del conocimiento, es una verdad largamente demostrada.
Haber egresado de una buena universidad es un punto a favor para todo joven
que se inicia en su vida laboral o académica. Pero, ¿qué es una buena
universidad?. Responder a esta interrogante, de por sí difícil, se hace más cuesta
arriba cuando ampliamos el alcance, y lo llevamos de lo nacional hasta lo regional
o mundial.
El objetivo del presente documento es llevar a cabo un estudio comparativo de las
universidades de mayor prestigio de América Latina con algunas de las
instituciones líderes en el mundo, buscando establecer las diferencias en su grado
de desarrollo, del aporte a sus respectivos países, del costo de formar un
profesional y de los logros académicos y científicos alcanzados por sus planteles
docentes.
El primer reto fue determinar cuales debían ser las universidades seleccionadas
objeto del presente estudio y a tal fin nada mejor que utilizar las clasificaciones de
universidades, elaboradas por organizaciones cuyo fin primordial es ese.
El prestigioso diario “The Times” de Londres publica anualmente el “Higher
Education Supplement” con el “World University Ranking” donde se clasifican las
primeras quinientas (500) universidades de todo el mundo, de acuerdo a un
conjunto de criterios de excelencia académica. En el ranking del 2006 figuran la
Universidad Autónoma de México (UNAM) en el puesto 74, la Pontificia
Universidad Católica de Chile (Nº 228), la Universidad de Buenos Aires (Nº 276) y
la Universidad de Sao Paulo (Nº 284), luego siguen otras diez como las únicas
representantes de América Latina. De España figuran 15 instituciones en dicha
lista, donde destaca la Universidad de Barcelona en el puesto 190.
Para comprobar la responsabilidad y confiabilidad de la primera fuente acudí al
ranking elaborado por el “Institute of Higher Education de la Universidad de

38
Shangai “Jiao Tong “, que ofrece la clasificación de las primeras quinientas (500)
universidades del mundo y cuyo propósito es orientar a los jóvenes de ese país
que piensan estudiar fuera de China. En este ranking la primera institución de AL
es la USP en el grupo (101 a 152) donde todas las que en el se incluyen, están al
mismo nivel. Luego siguen la Universidad de Barcelona (España) y la UNAM en el
grupo (153 a 202) y finalmente la Universidad de Buenos Aires (UBA), la
Complutense de Madrid y la Estadual de Campinas (Brasil) en el grupo (203 a
300). En ninguno de los dos rankings figura la Universidad Central de Venezuela
(UCV), razón que me llevó a buscar uno de mayor cobertura con el propósito de
ubicar a las universidades de Venezuela, encontrándolo en Cybermetrics
Research Group (CRG) que tiene el portal Webometrics Ranking donde clasifican
a más de tres mil (3.000) universidades en todo el mundo.
Al analizar la clasificación de las tres organizaciones antes mencionadas se
observa una fuerte semejanza para los treinta o cuarenta primeros lugares. Todas
señalan a las mismas universidades, difiriendo solo en la posición de algunas de
ellas. El predominio de EE.UU. es abrumador, ocupando sus institutos de
educación superior alrededor del 85% de esos primeros lugares. Como muestra
de lo antedicho, el “World University Ranking” señala el siguiente orden para las
cinco primeras: Harvard, MIT, Cambridge, Oxford y Stanford; la clasificación de la
Universidad de Beijing es igual, solo que en lugar de Oxford, incluye a la University
of California (Berkeley) y la de Webometrics (CRG) es California, Harvard, MIT,
Stanford e Illinois. En esta última clasificación EE.UU. ocupa 101 lugares en la
lista “Top 200” del mundo.
Reflexionando sobre las mencionadas clasificaciones, realizadas por
organizaciones de reconocida solvencia, llama la atención de cualquier lector la
pobre y escasa figuración de las universidades de América Latina (AL), la cual
solo puede ser el reflejo de la pésima educación que vienen recibiendo nuestros
países desde hace décadas o desde siempre.
La consolidación de un buen nombre como instituto de educación superior es el
resultado de muchos años, buenos dirigentes, abundantes recursos y de una
planificación a largo plazo, todos ellos factores ausentes en nuestra vida

39
universitaria, salvo los años o la antigüedad, ya que casi todas las casas de
estudio de AL fueron fundadas antes que las de EE.UU. Tal es el caso de la
UNAM de México y la Universidad de San Marcos (Lima, Perú) que iniciaron sus
actividades en 1553 y la UCV en 1725, mientras que Harvard – que es la
universidad más antigua de EE.UU. - fue fundada en 1636.
Después de la lectura de los mencionados rankings fueron surgiendo un conjunto
de interrogantes cuya respuesta se avizoraba dolorosa, pero antes era necesario
precisar algunas dudas: ¿qué tienen las universidades que ocupan los primeros
lugares?; ¿cómo es su administración para lograr tal grado de excelencia?; ¿qué
hemos dejado de hacer para merecer tan pobre figuración?; ¿cuál es la ubicación
de nuestras casas de estudio en esas clasificaciones?; ¿cuán grande es la brecha
que separa a nuestras universidades de los puestos cimeros de la clasificación?.
Ese fue el punto de partida para iniciar esta investigación, consideré que para ir
despejando el panorama lo mejor era conocer un poco más a fondo a algunas de
las universidades líderes de EE.UU., las cuales nos servirían de referencia para
una comparación con las mejor clasificadas de América Latina.

Harvard University: obligado comenzar con esta casa de estudios privada, ya


que ocupa el primer lugar de casi todas las clasificaciones. Para el año académico
2005 – 2006 mantenía una matrícula de 19.844 estudiantes (6.613 en grado y
13.231 en postgrado), habiendo finalizado sus estudios, ese año, 6.876 en ambos
niveles. Tiene en su nómina 2.117 docentes a tiempo completo y a lo largo de la
historia 43 de ellos han recibido el premio Nóbel en sus distintas especialidades;
46 han recibido el prestigioso Pulitzer (música, periodismo, literatura) y 4 la Fields
Medal (equivalente al Nóbel de matemática pero que se otorga cada 4 años).
Para ese año Harvard presentó un presupuesto de U$ 2.757 millones, de los
cuales un 18% era aporte del sector oficial, el resto tenía su origen en el pago de
anualidades con un promedio de U$ 42.000 por año y por los “endowments funds”
(cuya traducción libre son donaciones de terceros, usualmente en inversiones a
largo plazo, con el propósito de becar estudiantes o adelantar proyectos de

40
investigación) cuyo monto total para el 2005 alcanzó a U$ 25.853 millones, es
decir un 54% de las exportaciones petroleras de Venezuela para ese mismo año.

University of California: esta casa de estudios figura siempre en los diez


primeros lugares de los distintos rankings. Fue fundada en 1868 como institución
pública, está repartida geográficamente en diez campus en diferentes ciudades del
estado de California y para el año 2005 contaba con una matrícula de 209.080
estudiantes (159.066 en grado y 50.014 en postgrado). Ese mismo año se
graduaron 55.049 en todos los niveles. Su plantel docente es de 37.430
profesores a tiempo completo, que goza de gran prestigio por haber recibido 49
premios Nóbel, 17 de ellos desde 1995. Además sus investigadores han sido
premiados con 56 Medallas de Ciencia desde que el Congreso de los EE.UU. las
estableció en el año 1956. En un estudio realizado por la National Science
Foundation se determinó que esta universidad es la que más patentes registra en
los EE.UU.
Aún cuando la universidad es pública los estudiantes deben pagar una anualidad
(fee) de U$ 7.200 que incluye un seguro. Utilizando las residencias universitarias,
el gasto anual por alumno (alojamiento, comidas, transporte, libros, anualidad y
otros) es de U$ 24.300. Para aliviar esta carga a los estudiantes de menores
recursos la universidad mantiene un programa de becas con el cual ayuda a un
35% de ellos y cuyo costo total fue de U$ 1.100 millones en el 2005.
El presupuesto del año 2005 – 2006 (budget for current operations) alcanzó a U$
15.314 millones. De este monto el estado de California aporta la mayor tajada, sin
embargo su participación ha decaído desde un 82% en el año 1985 a un 57% en
el 2005. Lo contrario ocurrió con el porcentaje de los pagos de anualidades que
creció de 11% a 31% en esos mismos años.
Con relación a Harvard y la University of California es importante destacar que el
ingreso está restringido del punto de vista académico, al exigir a los aspirantes un
rendimiento en el SAT (Scholastic Aptitud Test, prueba standard para el ingreso en
los institutos de educación superior de EE.UU. cuyas áreas de interés son
matemática, lectura y escritura) que está por encima del promedio.

41
Otro aspecto de suma importancia de las universidades de EE.UU. –públicas y
privadas- es la estrecha relación que mantienen con agencias del gobierno (NIH,
NASA y muchas otras) y con el sector privado, quienes les suministran los
recursos necesarios para adelantar investigaciones de ciencias básicas y de
resolver problemas específicos que confrontan en el desarrollo de sus
operaciones.
El año 2004 según el Global Education Digest 2006 de la UNESCO, el sistema de
educación superior de EE.UU. tenía una matrícula de 16.900.000 alumnos, de los
cuales se graduaron 2.473.000 profesionales y para ello invirtió el 2,7% del PIB. El
porcentaje total del PIB invertido en educación a todos los niveles fue de 7,4%

De las universidades de América Latina seleccionamos a la Universidad Autónoma


de México (UNAM), la Universidad de Sao Paulo (USP) y la Universidad de
Buenos Aires (UBA) por obtener la mejor clasificación en los rankings antes
mencionados así como por su emblemática presencia en la educación superior de
nuestro continente. También se incluyó la Universidad Central de Venezuela
(UCV) para tener una referencia local.
Universidad Autónoma de México (UNAM): es una de las universidades más
grandes del mundo en cuanto a número de estudiantes, cuya matrícula alcanzó en
el año 2005 a 170.018 (no se incluye alumnos de bachillerato), divididos en
150.253 en licenciatura, 19.765 en maestrías y doctorados, todos ellos recibieron
sus clases de un plantel de 34.302 profesores e investigadores. Ese mismo año
obtuvieron títulos 14.986 profesionales. Todos los aspirantes a ingresar a la UNAM
que resulten aprobados en el examen de selección, deberán comprobar haber
concluido el ciclo de bachillerato con promedio mínimo de siete.
El presupuesto 2005 de la UNAM para la educación superior fue de 13.704
millones de pesos (que a una tasa de 10,72 pesos/U$ equivalen a U$ 1.278
millones). De ese total los aportes del gobierno federal representan un 90% del
presupuesto.
La UNAM muestra con orgullo a tres de sus alumnos que han recibido el premio
Nóbel: Alfonso García Robles (Paz), Octavio Paz (Literatura) y Mario Molina

42
(Química). Este último cuando recibió el Nóbel de Química era profesor del MIT en
los EE.UU.
Para ubicarla en el contexto regional podemos señalar que la UNAM es la primera
de América Latina y de México según la clasificación de las 200 primeras
universidades de la región que hace Cybermetrics Research Group. Esta
organización incluye en esa lista a otras 32 universidades de México donde
destaca el Instituto Tecnológico de Monterrey en el séptimo lugar.
El año 2004 según el Global Education Digest 2006 de la UNESCO el sistema de
educación superior de México tenía una matrícula de 2.236.000 alumnos, de los
cuales se graduaron 340.000 profesionales. El porcentaje total del PIB invertido en
educación a todos los niveles fue de 6,2%
Buscando ampliar estas cifras encontré el documento “Informe sobre el proyecto
de presupuesto para educación superior correspondiente al año fiscal 2005,
ANUIES”, donde se indica que el monto asignado para ese año fue de 42.883
millones de pesos (U$ 4.000 millones) como gasto federal para la educación
superior (incluyendo el postgrado), un equivalente al 0,54% del PIB (porcentaje
que es el más bajo de los 8 últimos años). Al correlacionar el gasto federal en
educación superior como porcentaje del gasto total en educación se obtiene la
cifra promedio del 14,5% para los últimos 15 años. Otra cifra de interés es el gasto
federal en educación superior por alumno que alcanza a 26.841 pesos por año
(U$2.462)

Universidad de Sao Paulo (USP): es junto con la UNAM la universidad de


América Latina que obtiene mejor figuración, en el ranking elaborado por la
Universidad de Shangai destaca por encima de la de México. Es una casa de
estudios nueva fundada en 1934. Tiene diez campus distribuidos en la geografía
del estado de Sao Paulo con 73.537 alumnos, de los cuales 48.530 son de grado y
25.007 de maestrías y doctorados. En el mismo año se graduaron 5.946
profesionales, 3.218 maestrías y 2.270 doctorados. Todos ellos fueron instruidos
por un cuerpo de 5.222 profesores e investigadores.

43
El presupuesto 2005 fue de R$ 1.964 millones que a una tasa de 2,4 R$/U$
equivale a U$ 818 millones. El origen de la mayor parte de dichos fondos es la
Tesorería del Estado de Sao Paulo.
Para ubicarla en el contexto regional, la USP es la segunda de América Latina y la
primera de Brasil según la clasificación de las 200 primeras universidades de la
región que hace Cybermetrics Research Group. Esta organización incluye en esa
lista a otras 66 universidades de Brasil, lo que representa un tercio del total de la
región, siendo que de las veinte primeras once son de ese país. Cabe señalar que
tres de ellas también figuran en el ranking de la Universidad de Shangai. El año
2004 según el Global Education Digest 2006 de la UNESCO el sistema de
educación superior de Brasil tenía una matrícula de 3.582.000 alumnos, de los
cuales se graduaron 497.000. El porcentaje total del PIB invertido en educación a
todos los niveles fue de 4,4%.

Universidad de Buenos Aires (UBA): fue fundada en 1821 y según el último


censo de estudiantes realizado en el año 2004 mantiene una matrícula de 218.910
estudiantes (sin incluir los del ciclo básico común) más 13.536 de postgrado. En el
mismo año se graduaron 15.647 profesionales más 1.581 en cursos de postgrado,
todos ellos fueron instruidos por un cuerpo de 27.868 profesores y auxiliares.
La UBA es la octava de América Latina y la primera de Argentina según la
clasificación de las 200 primeras universidades de la región que hace
Cybermetrics Research Group. Esta organización incluye en esa lista a otras 27
universidades de Argentina pero solo cuatro de ellas se incluyen en las primeras
cincuenta.
El presupuesto 2004 fue de P$ 842 millones (P$ 684 millones del Tesoro y P$ 158
millones de recursos propios) que a una tasa de 2,98 P$/U$ equivale a U$ 282
millones. Estas son las cifras frías pero si queremos ver su otra cara leamos las
declaraciones del Rector Guillermo Jaim Etcheverry el 19/05/2005: La Universidad
de Buenos Aires atraviesa una seria situación económica y financiera que
compromete la posibilidad de seguir realizando sus actividades de enseñanza, de
investigación y de asistencia médica a la comunidad. Efectivamente, como lo

44
señaláramos en su momento públicamente, el presupuesto que se le ha asignado
es exiguo. Sobre una estimación realizada en 2004 de 855 millones de pesos para
hacer frente a las necesidades mínimas durante el presente ejercicio (2005),
hemos recibido hasta el momento un crédito total de 442 millones de pesos, es
decir, algo menos del 52 % de aquella estimación.
El año 2004 según el Global Education Digest 2006 de la UNESCO el sistema de
educación superior de Argentina tenía una matrícula de 2.026.000 alumnos, de los
cuales se graduaron 150.000 profesionales y para ello invirtió el 1,1% del PIB. El
porcentaje total del PIB invertido en educación a todos los niveles fue de 4,7%.
Otra valiosa fuente es el documento de M. García Solá preparado para la
UNESCO “El financiamiento de las instituciones de educación superior en
Argentina, 2004” donde analiza la evolución del financiamiento estatal del período
1983 al 2004, lapso en el cual la volatilidad de los recursos, para las universidades
estatales, es en extremo preocupante al pasar de U$ 1.036 millones en 1983 a un
pico de U$ 1.804 millones en el 2000 para luego caer en picada a U$ 683 millones
en el 2004. Al referirse a la eficiencia cuantitativa del sistema de las universidades
públicas el autor indica: “…nos permiten medir la eficiencia de la universidad
estatal argentina, que luego de haber tenido una relación de egresados versus
ingresantes del 46% en 1982, la misma se precipitó a 16% en 1985, trepó a 21%
en 1993 y de nuevo empezó a descender hasta ubicarse en torno al 17% que
alcanzara en 2001….“ Es decir que por cada 100 estudiantes que ingresan a las
universidades públicas solo se gradúan 17, cifra que asciende a 26 cuando se
analizan las universidades privadas.
A lo largo de su historia cuatro egresados y/o profesores de la UBA han merecido
el premio Nóbel, Bernardo Houssay y Cesar Milstein en Medicina (para el
momento de recibir el premio era profesor de la Universidad de Cambridge y
ciudadano británico); Luís Leloir en Química y Carlos Saavedra en Paz.

Universidad Central de Venezuela (UCV): las últimas cifras disponibles


corresponden al año 2004, cuando esta institución presentó una matrícula de

45
57.569 estudiantes, 4.551 egresados en las diferentes carreras y un plantel
docente de 7.741 profesores e investigadores.
En el ranking de América Latina de Cybermetrics Research Group, la UCV ocupa
el puesto 38 después de la Universidad de los Andes (Nº 20) y la Universidad
Simón Bolívar (Nº 34). Cabe señalar que entre las primeras 200 sólo figuran siete
institutos de Venezuela. En el ranking mundial de dicha organización la UCV
ocupa el puesto Nº 1.223
El año 2004 según el Global Education Digest 2006 de la UNESCO el sistema de
educación superior de Venezuela tenía una matrícula de 983.000 alumnos, de los
cuales se graduaron 101.000 profesionales y para ello invirtió el 2,3% del PIB.
Para el año 2005 el presupuesto del Ministerio de Educación fue de Bs. 8.172.900
millones (U$ 3.800 millones a la tasa oficial de 2.150 Bs/U$) y el del Ministerio de
Educación Superior (MES) Bs 5.201.300 millones (U$ 2.420 millones), entre los
dos ministerios se estaba destinando el 5,6% del PIB. Pero de la cifra asignada al
MES solo eran de las universidades Bs 3.593.400 millones (U$ 1.671 millones) ya
que el resto del presupuesto era para el funcionamiento de la burocracia
ministerial y de los colegios universitarios. En el caso de la UCV el presupuesto
para el año 2005 fue de Bs 556.000 millones (U$ 258 millones). Cuando se trata
del tema presupuestario las quejas de los rectores son una constante en todos los
países, leamos las declaraciones del Rector de la UCV: “corto e insuficiente,
calificó Antonio París, rector de la Universidad Central de Venezuela (UCV), el
monto asignado como presupuesto para el 2007 para esa casa de estudios, Nos
han asignado la suma de 654 millardos de bolívares para el próximo ciclo
académico, cifra muy por debajo del billón de bolívares que solicitamos. El monto
aprobado por la OPSU sólo representa un 13% de aumento en comparación con
las cifras manejadas en 2006. Esto es ilógico, cuando la inflación acumulada
sobrepasa el 12 por ciento".
Para finalizar y poner en perspectiva la proporción del gasto destinado a la
educación superior, es necesario incluir cifras de un estudio periódico realizado
por la UNESCO que abarca un conjunto de 19 países llamado “Education Counts,
benchmarking progress in 19 WEI countries, World Education Indicators 2006”

46
donde se incluyen a Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay. De dicho
estudio tomamos los siguientes datos:
Al comparar los costos de la educación se usa el Purchasing Power Parities (PPP)
(tabla 3. a) y allí se observa que los países de la OECD gastan en promedio 5,11
veces más en educación primaria que el conjunto de países WEI ($5.450 por
estudiante por año versus $1.066). En educación secundaria la diferencia se
acentúa y el promedio de la OECD ($6.962) es 5,8 veces el de países WEI
($1.183). Al alcanzar el tercer nivel o de estudios universitarios (tabla 3. a) la
brecha se reduce al comparar la OECD ($11.254) contra el promedio de los países
WEI ($4.225), donde se detectan dos casos excepcionales Brasil ($10.054 por
estudiante por año), Malasia ($10.792) y en un segundo plano Chile ($7.011). Los
gastos de Argentina ($2.896), Paraguay ($2.678), Perú ($1.368) y Uruguay
($2.351) se mantienen por debajo del promedio WEI (tercer nivel). México no
presentó información.
De estas cifras lo que se concluye es que los países desarrollados representados
por la OECD gastan mucho más (entre 5 y 6 veces) que los países WEI en la
educación primaria y secundaria. Esta brecha se reduce a 2,6 cuando
comparamos los gastos del sector universitario, objeto del presente análisis, cuya
primera conclusión es la descomunal diferencia de recursos que ambas regiones
(USA y AL) destinan a sus respectivos sistemas superiores.
Por una simple aplicación del sentido común, surge la profunda preocupación de
las abrumadoras cifras que nos encontraríamos, si nos tomáramos el trabajo de
comparar los sistemas de educación primaria y secundaria, labor que ya ha sido
ejecutada por la OECD con su programa PISA (Programme for International
Student Assessment) cuyos resultados muestran con singular contundencia la
deficiente formación que reciben los jóvenes de los países de América Latina al
ocupar los últimos lugares en el citado programa.

Conclusiones preliminares
La panorámica que se ha ido delineando en la medida que avanzamos en la
investigación es de una abismal diferencia al comparar las dos universidades de

47
USA con las cuatro de prestigio de América Latina. Los recursos que la sociedad
de EE.UU. entrega a esas universidades son sistemáticos y generosos con el
propósito de obtener profesionales de alto nivel cuyos conocimientos mantengan a
ese país entre los líderes del mundo desarrollado.
Las universidades y más específicamente los cuerpos docentes de estas
instituciones de América Latina, han permitido a lo largo de décadas la formación
de esta gigantesca brecha. Como líderes naturales de sus respectivas sociedades
no han tenido ni el coraje ni la imaginación, de exigir, de luchar, de proponer
soluciones audaces que son las que pide a gritos nuestra lamentable situación.
Quizás han preferido holgar en el tibio ambiente de sus confortables posiciones
burocráticas y mantenerse a la espera de sus previsibles ascensos dentro del
escalafón universitario.
También se puede afirmar sin mayor duda que los gobiernos y las sociedades de
nuestros países han fracasado al no establecer a la educación entre sus
prioridades. Vistos los resultados está claro que el sistema de educación superior
no está cumpliendo con sus objetivos básicos, de formar personas con la
capacidad y los valores que nos permitan lograr una mayor justicia social y una
menor dependencia científica y tecnológica.
No solo es la opinión de las tres organizaciones especializadas en la clasificación
de universidades lo que nos debe preocupar sino también la objetividad de las
cifras y estadísticas recabadas, que arrojan los siguientes resultados:
 El presupuesto de Harvard University es de U$ 2.757 millones y con el
atiende a una población de 19.844 estudiantes. La suma de los
presupuestos de la UNAM, USP, UBA y UCV es de U$ 2.636 millones y su
matrícula es de 529.577 alumnos, es decir 26 veces más que la de Harvard.
 El presupuesto de la University of California (UC) es de U$ 15.314 millones
y con el atiende a una población de 209.080 estudiantes. La relación de
estas cifras con la sumatoria de las cuatro universidades de América Latina
es que los recursos de la UC son 5,8 veces mayores para atender una
población 2,5 veces menor.

48
 La dependencia de los presupuestos federales o estatales es de apenas un
18% en el caso de Harvard y 57% en la UC (siendo que ésta es una entidad
pública), mientras que en las cuatro universidades de América Latina la
dependencia oscila entre un 80% y 90%.
 Al dividir el presupuesto entre el total de estudiantes se obtiene una gama
de costos por estudiante que va desde 138.900 U$/alumno en Harvard,
73.200 U$/ alumno en la UC, 11.100 U$/alumno en la USP, 7.500
U$/alumno en la UNAM, 4.500 U$/alumno en la UCV hasta 1.300
U$/alumno en la UBA. Lo que nos evidencia que la excelencia cuesta.
 Para medir el rendimiento de las universidades se dividió el número de
egresados entre la matrícula total. En Harvard se obtuvo 3,5 egresados por
cada 10 cursantes, en la UC 2,6; en la USP 1,6; en la UNAM 0,9 y en la
UBA y UCV 0,8 egresados por cada 10 cursantes. Si pudiéramos hablar de
productividad universitaria, con estos resultados los costos señalados en el
punto anterior ya no serían tan elevados. Si de alguna manera se pudiera
ponderar la calidad de los egresados y el aporte que le van a dar a sus
respectivas sociedades, entonces veríamos que sí queda compensada con
creces la alta inversión en las universidades.
 Al relacionar los estudiantes de postgrado con el total de estudiantes se
obtuvieron interesantes cifras: en Harvard el 67% de la población está
cursando estudios de postgrado; en la UC el 24%; en la USP el 34%; en la
UNAM el 12% y en la UBA el 6%. No habían cifras disponibles para la UCV.
 Resumiendo el delicado tema de la calidad de las instituciones,
presentamos el cuadro de las tres organizaciones que elaboran las
clasificaciones:

CRG
Times Shangai mundo A. Latina
Harvard 1 1 2 NA
California 8 4 1 NA
UNAM 74 101 a 152 110 1

49
USP 284 153 a 202 112 2
UBA 276 203 a 300 376 8
UCV ND ND 1223 38

No se puede evitar que asome la pesadumbre a nuestro pensamiento cuando


vemos el puesto Nº 1.223 otorgado a la UCV y que las otras dos
organizaciones no la consideren para los 500 lugares que conforman el total de
instituciones evaluadas.
 En cuanto al número de premios Nóbel que han recibido las universidades
no debe tomársele como un aspecto menor o anecdótico, debemos
considerar que detrás de cada premio hay un equipo de talentos, muchos
años de trabajo, altas dosis de mística, equipos e instrumentos muchas
veces únicos e importantes recursos aportados con mucha confianza en los
líderes de esa investigación.
Podría seguir estableciendo relaciones numéricas, pero que poco añadirían a la
conclusión global que se ha venido formando en la medida que he ido
profundizando la investigación: estamos viviendo tiempos en los que cada día se
nos presentan abrumadoras evidencias de la importancia de la ciencia y la
tecnología en el cotidiano existir. Esas evidencias están materializadas en una
inmensa gama de facilidades que nos permiten comunicarnos, realizar
operaciones bancarias y comerciales desde la comodidad de nuestra casa u
oficina, cuidar nuestra salud, transportarnos y en general mejorar nuestra calidad
de vida, no existirían de no ser por el esfuerzo del talento reunido en las mejores
universidades y corporaciones, que cada día amplían los límites del conocimiento
al experimentar con nuevos procesos, materiales, sistemas y enfoques.
Formar en nuestras universidades a profesionales, científicos e investigadores de
excelente calidad requiere de buenos dirigentes, abundantes recursos y de una
planificación a largo plazo. Si en realidad queremos insertarnos en la sociedad del
conocimiento – que es como se ha bautizado a los tiempos que vivimos- toda la
sociedad debe hacer de la educación la altísima prioridad de su escala de valores,
dotándola, desde el jardín de infancia hasta la universidad de todos los medios

50
necesarios, exigiéndole la formación de un ser humano, que no solo esté
preparado en una disciplina específica, sino que lleve muy en su interior una fuerte
ética que nos facilite deslastrarnos de nuestros centenarios males.

9. Tiempos difíciles
A lo largo de la historia de Venezuela, nunca un solo hombre le hizo tanto daño al
país, en tan poco tiempo, como el desastre logrado por Chávez. El país está en
ruinas, física y anímicamente. Perdimos la camisa, perdimos la sonrisa, estamos
en terapia intensiva y no tenemos como pagar tan costoso tratamiento.
Las cifras de nuestra realidad y las opiniones de calificados expertos lo que nos
permiten es trazar el perfil de una situación catastrófica, con indicadores de una
economía de guerra y con un profundo daño en el tejido social. Nos esperan

51
tiempos muy difíciles, cuando Chávez ya no sea presidente (por que algún día se
irá), deberemos remontar la cuesta con la presencia del chavismo en todas las
Instituciones y cargando el lastre de los malos hábitos sembrados por las
misiones. Irremediablemente, nos esperan tiempos difíciles que exigirán trabajo,
paciencia y mucha imaginación para concebir soluciones novedosas.
Hasta ahora la gran mayoría de los venezolanos, no ha puesto en práctica su
condición de ciudadano sino de habitante del país. Este último es el venezolano
malcriado que solo reclama sus derechos pero ignora los deberes, al contrario del
ciudadano que procura enterarse y ejercer tanto sus deberes como sus derechos.
Creo que el venezolano de estos últimos años, está tomando conciencia de su
fuerza cuando actúa bajo un colectivo, con un mínimo de organización y con
mucha perseverancia. Sin embargo, la transformación de habitante a ciudadano,
es solo parte de la evolución que debe sufrir el modelo cultural venezolano con su
respectivo sistema de valores, para sacar adelante al país en la difícil etapa de la
reconstrucción.
Para ir desarrollando y modelando al ciudadano del siglo XXI, tenemos que estar
plenamente concientes de nuestras limitaciones, de las grandes fallas y carencias
del venezolano de a pie, que es la materia prima básica con la que contamos.
Somos el niño malcriado de América Latina que disfrutó de un siglo de paz,
bañado por la bonanza del petróleo. Se dice fácil, pero muy pocos pueblos pueden
mostrar esa credencial de no tener ni guerras ni conflictos externos o internos a lo
largo de cien años. Por si fuera poco surgió la riqueza petrolera que nos hizo la
vida más llevadera, incorporándonos al siglo XX a un ritmo trepidante pero sin
mayores traumas. Por supuesto, con el agravante de crear una mentalidad
rentista, con un estado paternalista que distribuyó arbitrariamente la riqueza
petrolera y acuñó en nuestra alma esa tendencia a sobrecargarnos de derechos,
dejando a un lado los deberes. Dicho de otra manera, nos hizo más irresponsables
de lo que hubiéramos sido de no existir el petróleo. La principal víctima de esa
nefasta característica ha sido la familia, quedando esta en manos de la madre, ya
que el padre ausente es, usualmente, un irresponsable, que poco contribuye con
la estabilidad del grupo familiar.

52
Para reconstruir el país, una vez superada la pesadilla de Chávez, vamos a seguir
dependiendo de los tres pilares de los ingresos de Venezuela que son emisión de
deuda, petróleo y recaudación de impuestos, pero sobre todo de los recursos
humanos. Quiero referirme ahora a este último tema, porque siempre hemos
pecado al sobrestimar al venezolano promedio y esa falsa imagen surge como
producto de nuestra boconería andaluza y de un cierto complejo de “nuevo rico”,
cuando en realidad nunca hemos sido ni tan buenos ni tan ricos. Para tomar
conciencia de nuestras grandes limitaciones y de nuestro verdadero potencial, hay
que considerar los siguientes aspectos:
 Somos el mismo pueblo, la misma gente que en elecciones libres votó
en consecutivos comicios por Luís Herrera, Jaime Lusinchi, Carlos
Andrés Pérez II, Rafael Caldera II y finalmente por el Teniente Coronel
Hugo Chávez. Es decir nuestra madurez política se ubica en niveles
muy bajos.
 Somos el mismo pueblo que habiendo escogido tan malos presidentes,
luego, como solución a todos sus males y en una reacción visceral
designó al ángel vengador que acabaría con todo lo construido y votó
por Chávez en elecciones libres en 1998. Esto quiere decir que Chávez
no es la causa de nuestros males sino la consecuencia del país que
veníamos siendo.
 Hemos recibido más de un billón de dólares (un millón de millones) en
los últimos 50 años y el resultado de haber recibido tan gigantesca
fortuna es que hoy el país se encuentra abandonado, endeudado y
empobrecido. Por lo tanto somos pésimos administradores, con el
consabido ingrediente de la corrupción, ya que un importante porcentaje
de esa millonada fue a parar a los bolsillos de los gobernantes de turno.
Nos gusta el dinero fácil.
 La ONG “Transparencia Internacional” publica todos los años el Índice
de Percepción de Corrupción (IPC). En el informe correspondiente al
2007, Venezuela se ubica en el puesto 138 de 163 naciones analizadas.

53
En América nuestro grado de corrupción solo es superado por Haití,
país que ocupa el último lugar.
 De la guerra de independencia nos quedó un profundo complejo de
grandeza, que hasta hoy gravita sobre el país y Chávez con su
permanente invocación de Bolívar es el mejor ejemplo de esa distorsión.
Ese complejo hay que arrancarlo de raíz, porque el choque con la
realidad es brutal: somos un pequeño país de América Latina, región
marginal y periférica de un mundo globalizado, que se mueve a un ritmo
acelerado y cambiante, mundo del que día a día nos distanciamos por
tener presidentes tan malos como los cinco últimos que desfilaron por
Miraflores. Debemos tomar conciencia de nuestro verdadero perfil:
somos un país pequeño, subdesarrollado, monoproductor, con 25
millones de habitantes de los cuales un 44% es menor de 19 años con
una educación deficiente y alta deserción escolar. Tenemos unos 12
millones que van de los 20 a los 65 años, que conforma la población
económicamente activa, donde la mayoría es mano de obra no
capacitada, es decir, hay un gentío que no sabe hacer nada y que están
ubicados en la administración pública o en el sector informal.
 Somos un país con escasa población y esta tiene un perfil que no es
muy alentador para llevar adelante la difícil y larga tarea de
reconstruirlo. En pocas palabras nuestros recursos humanos NO son tan
buenos como lo hemos querido creer. Hemos elaborado una falsa
imagen del venezolano promedio, más como la materialización de un
deseo que como un fiel reflejo de la realidad. Esto no quiere decir que
no existan venezolanos preparados y de alto perfil, nos estamos
refiriendo al venezolano promedio, que es aquel con el que debe contar
el país para la próxima etapa de la reconstrucción, que va a requerir
altas dosis de perseverancia y conocimientos. Para agravar la situación,
un porcentaje de personas, que es difícil cuantificar, pero que seguro
son algunas decenas de miles, han optado por irse del país y ese es un
recurso valioso, que lo más probable es que no regrese, porque al

54
conocer que en otras latitudes la calidad de vida es notablemente mejor
que en Venezuela, no dudará en quedarse en su nueva patria.
 Para reconstruir a un país que ha cerrado más de diez mil industrias,
que ha destrozado a PDVSA, que ha malgastado cerca de un billón de
dólares, que tiene a toda su infraestructura física en un lamentable
estado de abandono (calles, carreteras, escuelas, hospitales,
acueductos, red eléctrica, puertos, aeropuertos, etc.), que mantiene tan
altos índices de criminalidad y que maltrata tan duramente a la mujer
(léase violencia doméstica), se requieren personas con preparación
para que ocupen una posición dentro del aparato productivo del país (no
buhoneros, que es donde ha ido a parar la inmensa mayoría de los
desempleados, porque en realidad no saben hacer otra cosa.
Recuerden, somos un país de “toeros”.), personas honestas que
puedan administrar los dineros del Estado sin pensar que son los
dueños de esos recursos (sin apoderarse de todo lo que encuentran o
utilizar como si fueran propios, los bienes que son de todos, que ha sido
la costumbre desde la independencia) y personas con ganas de
trabajar, es decir que tengan muy interiorizada la cultura del trabajo.
Lamentablemente, esas características no son rasgo común en el
venezolano promedio.
 Por razones históricas y por culpa del petróleo que conformó una
mentalidad rentista, NO tenemos una cultura del trabajo. Nuestra cultura
es la del facilismo, del azar, del pajarobravismo, del parasitismo, de la
golilla, del inmediatismo, del compadrazgo o amiguismo, del compañero
de partido, de esperar la solución mágica, de esperar a ese alguien que
nos resuelva los problemas, del machismo, de la violencia y de la
mentira.
 Párrafo aparte merece el rasgo cultural de la mentira. Los matices e
irresponsabilidades son diversas y numerosas. Comencemos por la
mentira constitucional que se materializa en un rosario de fantasías
incorporadas en la última constitución, a sabiendas que su puesta en

55
marcha no es factible. En segundo término encontramos la mentira
como política de Estado. Constantemente el régimen lo que hace es
mentir, desmentir, contrainformar, desinformar. El resultado es que tiene
en permanente crispación a la población. Creo que en un principio el
empleo sistemático de la mentira –por parte de Chávez- no tenía la
intención de desquiciar a la gente, sino de tapar la enorme ineficiencia
de un gobierno pésimo. Hasta que éste se dio cuenta de que tenía en
las manos una manera de controlar a la población, confundiéndola con
la sarta de mentiras que dice en sus interminables cadenas. Luego
viene la mentira contractual plasmada en contratos colectivos que se
incumplen con el mayor descaro. También en contratos de obras donde
una empresa se compromete a terminar una edificación en un plazo
convenido. Plazo que nunca se cumple, ya que se argumentaran
infinitas razones de peso para negociar una prórroga. Así vamos
bajando en la escala y nos encontramos con el tapicero que promete
entregar los muebles en 30 días y se demora 60 días. También está la
mentira laboral, aquí encontramos una amplia gama que va desde el
abogado que asegura conocer en profundidad el derecho mercantil y no
sabe redactar una simple acta de asamblea de una compañía, hasta el
que se presenta como un gran electricista y termina quemando todo el
cableado de la casa.
 Por si todo lo anterior fuera poco, no se pueden dejar de añadir otras
facetas negativas como son:
o a) la extendida práctica de invasión de terrenos, edificios,
industrias y fincas por parte de marginales que son organizados
por afectos al oficialismo, es la violación de un principio vital
como el de la propiedad privada. El estimular esta práctica,
profundiza en el venezolano promedio muchas de las
características señaladas en los párrafos anteriores.
o b) la conjugación del verbo “convivir” no es del conocimiento del
venezolano, quien definitivamente no sabe respetar el espacio de

56
los otros y considera que el prójimo tiene que soportar sus
excesos. Convivencia es vivir en comunidad, respetando a los
demás. Hay expresiones, muy usadas dentro del lenguaje
popular, que son la mejor prueba de no saber vivir en comunidad:
“porque me da la gana”, “te la vas a calar”, “lo que tú digas, me
sabe a mierda”, frases que demuestran un gran egoísmo y la
poca importancia de la opinión ajena.
o c) el ejercicio del sentido común es una actividad muy afín y
complementaria de la convivencia. Su carencia, puede llegar a
afectar al propio interesado. El venezolano promedio desconoce
los principios básicos del sentido común. Sobre este particular se
podría hacer un largo listado, pero nos saldríamos del tema
central.
o d) el concepto de familia siempre ha sido muy frágil en el
venezolano promedio. Como prueba de ello tenemos la
tradicional ausencia del padre y la consecuente formación de la
familia matricentrada, con hermanos de diferentes padres, con
violencia familiar incrementada por los problemas de drogas y
alcohol.
Nada ganamos con resaltar el gran potencial petrolero, minero y turístico del país,
si no hemos educado al pueblo para su racional explotación. Un ejemplo clásico
son los casos de Japón y Corea que careciendo de recursos materiales, son hoy
en día potencias industriales. Otro caso muy cercano, son las decenas de
pequeñas islas del mar Caribe, que atraen todos los años a millones de turistas y
es muy poco lo que tienen que mostrar si las comparamos con nuestras increíbles
bellezas naturales. Sin embargo esos países han contado con el recurso más
valioso: su gente
Cuando menciono la labor de reconstrucción, a la luz de la profunda crisis que
sufrimos, lo que tengo en mente es aprovechar esta lamentable coyuntura para
propiciar la creación de un nuevo país, conformado por una gran clase media, con
gente emprendedora, que asuma riesgos y que no quiera depender de dádivas

57
oficiales sino de su propio esfuerzo. Debemos ser audaces y pensar en soluciones
novedosas y efectivas, que de verdad nos coloquen en el siglo XXI y finalmente
acceder a la modernidad. Debemos hacer de la educación la gran prioridad
nacional, que les permita a las nuevas generaciones asimilar y dominar las últimas
tecnologías para estar a tono con un mundo globalizado y competitivo, así como
sembrarles los principios y la cultura del trabajo, la honestidad, la familia y la
convivencia. Toda solución debe suponer que la tarea que nos espera, implica
perseverancia en una labor diaria que durará décadas, que las etapas iniciales
serán muy difíciles, que hay que educar al pueblo e inculcarle a cada ciudadano el
milenario concepto de “ganarse el pan con el sudor de su frente”.
Como un aporte a la reconstrucción del país y para romper con el tono pesimista
que a primera vista pudieran proyectar estos ensayos, presento una propuesta
que denomino Sociedad de Propietarios, la cual debidamente implementada,
propiciaría un giro radical en la mentalidad del venezolano:
Como premisa básica para su puesta en marcha, es necesario convencer a los
venezolanos de que así como han iniciado un proceso de transformación, de
simples y pasivos habitantes a ciudadanos activos, igualmente pueden, en el
campo económico, transformar radicalmente sus vidas asumiendo el
estimulante reto de ser propietarios, dejando atrás su condición de asalariados,
empleados públicos, buhoneros y desempleados que tantas limitaciones impone.
Esta propuesta va al fondo del problema político y social, ya que además de
empleo y salario, ofrece propiedad y participación en la riqueza y renta nacional, al
mismo tiempo que entrega responsabilidades concretas al ciudadano, en el
manejo de áreas tan importantes, para su desarrollo personal y para la superación
del país, como son educación, salud, servicios públicos y eventualmente el
petróleo.
Para el cabal entendimiento de lo que sería una sociedad de propietarios, es
imprescindible que se le instruya e informe al pueblo de Venezuela, sobre el
estruendoso fracaso de la utopía socialista y para ello basta con mencionar el
triste y cercano caso de Cuba así como el indescriptible sacrificio de los heroicos
pueblos que conformaron la Unión Soviética, que fueron víctimas durante más de

58
70 años de la gran farsa histórica del socialismo. Los ciudadanos de Venezuela
deben entender que la opción que nos ofrece auténticos y viables caminos para
progresar y superarnos, es la economía de libre mercado apoyada en una genuina
democracia, donde su esfuerzo personal les permitirá alcanzar una mejor calidad
de vida y una nueva visión desde su posición de propietarios, de accionistas y de
empresarios, que les ofrecería la Sociedad de Propietarios.
Por otro lado es necesario señalar que la idea que aquí se propone, ha sido
aplicada total o parcialmente en otros países y que su puesta en marcha lo que
requiere es voluntad política y el trabajo diario, de hormiguita, por parte de los
nuevos propietarios, para gerenciar y lograr que funcione un sistema nuevo, el
cual tendrá sus tropiezos iniciales, que deberán ser corregidos para su
implantación final. Veamos a continuación un ejemplo:
Educación: entregar la propiedad de cada una de las escuelas y liceos públicos
del país a los profesores, maestras, personal administrativo y de mantenimiento
que trabajan en dichas entidades. Es decir el conjunto de personas que trabaja en
cada unidad educativa del país, deberá constituir una compañía a la que el
Ministerio de Educación le traspasaría la propiedad del inmueble con todos sus
equipos. Como contrapartida el personal docente cancelaría con sus prestaciones
sociales el monto de la transacción. Deben formar parte de esta compañía, la
Asociación de Padres y Representantes y las autoridades municipales (con una
participación máxima del 5% cada una), como un mecanismo de control a los
nuevos propietarios. Esa gigantesca nómina de empleados, que en la actualidad
debe alcanzar más de 500.000 personas, ya no sería una carga pesada para el
Estado, quien vendería a precios subsidiados una especie de cesta ticket
educativo (CTE) a los padres de los alumnos, para que éstos cancelen sus
mensualidades a la nueva compañía propietaria de la escuela o liceo. Esta a su
vez presenta los CTE en los bancos y obtiene los ingresos para funcionar. Los
padres quedan en libertad de inscribir a sus hijos en cualquier escuela, por lo
tanto, preferirán las mejores. De esta manera se estaría introduciendo un
verdadero espíritu de competencia dentro del sistema educativo, para beneficio de
todos los actores que en el participan. Paralelamente se pondría en marcha un

59
programa de becas para aquellos estudiantes que demuestren no poder pagar los
CTE.
Este proyecto requiere de un plan de mejoramiento y equipamiento inicial de las
instalaciones educativas que se van a privatizar, que estará a cargo del Ministerio
de Educación con el financiamiento de entidades multilaterales. El objeto de dicho
plan sería modernizar los planteles y prepararlos para la sociedad del
conocimiento.
De inicio debe implementarse el ensayo de una prueba piloto por un año en dos o
tres estados, para observar las fortalezas y debilidades que luego permitirán
introducir las modificaciones operativas que la prueba piloto recomiende. También
se requiere la activa participación de todos los gremios del sector, que entiendan
las bondades y ventajas de ser propietarios, que emprendan esa nueva etapa de
sus vidas con una nueva mística y dedicación. El Ministerio de Educación
quedaría reducido a unas diez mil (10.000) personas encargadas de diseñar las
políticas educativas, las normas de funcionamiento y de realizar la supervisión del
nuevo sistema educativo.
Un esquema similar podría aplicarse al sector salud (transfiriendo la propiedad de
los hospitales públicos al personal que trabaja en ellos); al sector de generación y
transmisión de electricidad (cediendo la propiedad de tantas empresas estatales a
varias compañías de electricidad para que compitan) y así con los demás sectores
de la economía donde tenga participación el Estado. Un caso especial sería
PDVSA y para ello hay soluciones presentadas por expertos de la industria
petrolera.

10. Musulmanes intolerantes.


Desde hace tiempo he tenido la inquietud de escribir sobre este tema, pero a
sabiendas de lo delicado que era tocar el ámbito religioso, me inhibía. Sin
embargo una noticia del 1º de abril de 2004 me decidió abordarlo. La noticia dice
así: “Multitud iraquí quemó y mutiló cadáveres de cuatro civiles estadounidenses.
Los hombres fueron emboscados en la ciudad de Falluya y tras ser ametrallados

60
por desconocidos, sus cadáveres fueron presa de decenas de personas que
gritaban consignas contra Estados Unidos y a favor de Saddam Hussein”.
Reacciones como esa las observamos con preocupante frecuencia en las
principales ciudades del mundo islámico, donde no solo está presente el fanático
suicida con su cinturón de explosivos sino también la multitud que apoya sus
barbaridades y en este caso particular, remata la tarea iniciada por el comando
islámico. Se puede argumentar que es una guerra, que EE.UU. representa el
ejército invasor, pero el ataque de esa multitud implica un odio y un rencor tan
enfermizos, de personas que desde su nacimiento se les ha inculcado fobia y
aversión hacia todo lo que no sea musulmán, que merece un análisis más
detallado.
Cuando la tragedia del 11 de septiembre de 2001, las represalias de los
estadounidenses contra musulmanes residentes en los EE.UU. se materializaron
en casos aislados y sin victimas fatales. Buscando aliviar las tensiones se hizo una
campaña para que el pueblo estadounidense entendiera que se trataba de un
pequeño grupo de fanáticos y que por lo tanto se les debía respeto a los fieles de
la religión musulmana. Esa prédica de que el peligro se limita a un pequeño grupo
no es completamente cierta y eso es lo que intento precisar en este ensayo.
Si observamos los atentados terroristas de las últimas décadas, en casi todos ellos
resalta la presencia de fanáticos musulmanes. Si se excluyen los atentados de
grupos locales como las FARC de Colombia, el IRA de Gran Bretaña y el ETA de
España, se podría afirmar que los fundamentalistas islámicos son los
responsables de todos los atentados. Son personas cegadas por su religión (como
le ocurrió a los católicos con la Santa Inquisición) e intolerantes. Creen en un
supuesto paraíso que obtendrán como premio, después del acto heroico de volar
un autobús lleno de inocentes. Paraíso donde los recibirán 72 vírgenes y
disfrutaran de manjares y bebidas. Uno podría pensar, esos son unos cuantos
intolerantes, pero lo verdaderamente preocupante son las multitudes que llenan
las calles de Falluya, Bagdad, Karachi, Jerusalén, Teherán, Rabat, El Cairo,
Damasco, Beirut, Amman y tantas otras ciudades de la cultura islámica, donde los
fieles expresan un odio infinito contra todo aquello no islámico, miles de rostros

61
que ostentan un sentimiento maligno, un infierno en ebullición, que, de
presentárseles la oportunidad, serían capaces de las mayores atrocidades contra
otro ser humano que no comparta sus creencias.
Desde el 11 de septiembre del 2001 venimos con el trauma de los comandos
suicidas de Al Qaeda, pero la vocación terrorista de los musulmanes es de vieja
data, solo basta recordar los 30 años del Estado terrorista de Saddam Hussein,
quien promovió, financió y gestionó todo tipo de movimientos para imponer sus
absurdas ideas; de Muammar Gadafi quien ya lleva 39 años en el poder, durante
los cuales Libia ha sido sede de campos de entrenamiento, refugio de terroristas y
cuartel de planificación de actos tan bochornosos como la bomba en el vuelo
PanAm de 1988, que precipitó el avión sobre la localidad de Lockerbie (Escocia)
dejando un saldo de 270 victimas; de Yasser Arafat, quien desde los años 60,
impulsaba el terrorismo, fue fundador de Al-Fatah, del PLO y promotor de
numerosos grupúsculos de fanáticos capaces de las mayores locuras. También es
bueno recordar que Arafat fue el único líder islámico que apoyó a Saddam
Hussein cuando la invasión a Kuwait de 1990. Como si todo esto no fuera
suficiente en Irán se estableció en 1979 una teocracia, donde los líderes religiosos
son la máxima autoridad, cuyo actual presidente Mahmoud Ahmadinejad ha
expresado repetidas veces, "Como dijo el imán Jomeini, Israel debe ser borrado
del mapa…….Todo el que reconozca a Israel, arderá en el fuego de la furia de la
nación islámica”
No olvidemos el genocidio armenio llevado a cabo por los “Jóvenes Turcos” entre
1915 y 1923, donde murieron 1,5 millones de cristianos armenios, ejecutados por
el ejército y los fieles islámicos del Imperio Otomano. Si retrocedemos en la
historia podemos llegar hasta Hassan iSabbah (en la ciudad de Alamut, Persia,
alrededor del año 1100 d.c.) fundador de la secta de los Assasins. De manera que
no nos debemos extrañar por las acciones alucinadas y furiosas de Al Qaeda y
compañía, solo basta con recordar la historia.
Lo que resulta duro de asimilar, son las fuertes críticas que han llovido sobre
EE.UU. e Inglaterra, especialmente por parte de sus aliados europeos, por llevar
adelante las invasiones de Afganistán e Irak. ¿De qué otra manera se puede

62
acabar con Estados terroristas si no es con un implacable bombardeo y posterior
invasión? ¿Qué armas de destrucción masiva (encontradas o no) podrían ser
comparables a las de Saddam Hussein, que mató a millones de iraníes, iraquíes,
kuwaitíes, curdos y por otro lado a Bin Laden, que ordenó la macabra operación
del 11 de septiembre, por señalar sólo las destrucciones masivas más relevantes
de las últimas décadas?
Luego vino la tragedia del 11 de marzo de 2004 en Madrid, con saldo de 200
víctimas, donde se comprueba la autoría de 5 fundamentalistas marroquíes
vinculados con Al Qaeda, quienes, días más tarde y ante el acoso policial, se
inmolaron en las afueras de Madrid, dejando varios kilos de explosivos y
detonadores, para actos terroristas que seguramente ya habían planificado.
El 07 de julio de 2005 estaban los británicos celebrando la designación de Londres
como sede de los Juegos Olímpicos, cuando esta ciudad fue estremecida –en la
mañana a la hora de mayor tráfico- por cuatro explosiones en su sistema de
transporte público muriendo 52 pasajeros (entre ellos los 4 fanáticos musulmanes
que colocaron las bombas) y dejando más de 700 heridos. Pocas horas después
de las explosiones, Al Qaeda se atribuyó la responsabilidad del acto terrorista.
Estamos lidiando con fanáticos enfurecidos que piensan aniquilarnos si
titubeamos.
Alguien dirá que no se debe generalizar, que hay musulmanes tolerantes y buena
gente, que no están pensando en destruirnos y eso es verdad. Pero el problema
es que importantes sectores de esa población están infectados del germen del
fanatismo y de la violencia, al punto que en ocasiones atacan a sus propios
correligionarios. Basta con recordar la guerra del Irak de Saddam Hussein contra
el Irán del Ayatolá Jomeini, cuyas razones fueron de naturaleza religiosa. Este
conflicto duró desde 1980 hasta 1988, arrojó un saldo de un millón de muertos y
un mayor número de heridos, entre ambos bandos.
¿Cuánto pesa ese sector de extremistas islámicos? No lo sé, pero si observamos
las imágenes de las manifestaciones en las grandes ciudades islámicas, cuando
se protesta contra los EE.UU. e Israel, no se puede evadir la conclusión de que
estamos en presencia de un ejército de decenas de miles de combatientes, con

63
líderes religiosos y políticos impregnados de un confuso resentimiento hacia
Occidente, conformado por corrientes cruzadas de amor y odio, el cual tiene su
origen en el largo proceso de decadencia que desde hace siglos mantiene
anclados, a quienes hace seiscientos años eran los grandes señores del
Mediterráneo, con poderosos Califatos en sus extremos geográficos. Sí, hace
siglos que sus aportes a la ciencia y a la cultura son insignificantes. Su debilidad
los llevó a ser colonias europeas y luego de superada esa fase, el norte de África y
el Medio Oriente se llenaron de monarquías y regímenes corruptos, que en nada
beneficiaron a sus pueblos y poco hicieron para incorporarlos a la modernidad.
Cuando mezclamos en un mismo caldero componentes tan explosivos como el
atraso centenario, la religión y la clásica interpretación victimista de echarle la
culpa a los otros, es decir a Occidente, lo que se obtiene es la Jiddah (guerra
santa), que es la estrategia bandera de grupos como Al Qaeda y su
descentralizada red de franquicias del terrorismo.
Como pieza de primera importancia, forma parte de esta corriente el estado de
Irán, que con 66 millones de habitantes, en su mayoría shiítas y liderados por los
Ayatolás, representan una amenaza para el mundo, no solamente por la supuesta
industria nuclear que están desarrollando, sino por hechos probados como son la
ayuda militar y financiamiento que prestan al Hezbollah del Líbano y a los
fanáticos que continuamente ingresan al vecino Irak como fuerza
desestabilizadora.
No menos preocupante es el financiamiento de poderosas familias del círculo de la
realeza saudita, país dominado por la secta wahabita. Dicha secta, que interpreta
literalmente el Corán y predica un puritanismo extremo, genera unos niveles de
fanatismo increíble, capaces de crear las madrazas, escuelas donde los niños se
aprenden de memoria el Corán y les enseñan, entre otros principios, que la única
forma de terminar el conflicto con Israel es con la destrucción de ese pueblo. Los
wahabitas se hicieron fuertes en Afganistán con la ayuda de Osama BIn Laden,
quien es saudita y fanático de esa secta, allí promovió el fortalecimiento de grupos
talibanes, organización que además de tiranizar al pueblo afgano, entre otras

64
barbaridades, en marzo de 2001, destruyó unas estatuas milenarias de Buda que
había en Afganistán.
No son por lo tanto una minoría, son un activo sector de la sociedad islámica, que
se ha impuesto sobre el resto de sus correligionarios y que ha sido capaz de actos
tan absurdos como los del 11/09/2001 en Nueva York, el 11/03/2004 en Madrid y
el 07/07/2005 en Londres.
Por otro lado la cultura islámica tiene un gran lunar que es realmente abominable,
se trata del tratamiento conferido a la mujer. Es inadmisible que en pleno siglo
XXI, los países musulmanes traten a la mujer como un ser humano de segunda
categoría, maltratando sus derechos y limitando su desarrollo. Según diferentes
fuentes consultadas hay unos 1300 millones de musulmanes en todo el mundo y si
bien hay países islámicos más liberales que otros sobre la posición de la mujer, en
todos la mantienen subordinada al hombre. No deja de resultar sorprendente que
en este momento existen unas 650 millones de mujeres de esa cultura, que son
menospreciadas por la sociedad que las rodea. Para muestra del increíble atraso y
machismo de la cultura islámica, veamos dos noticias, la primera de marzo del
2002:

“Quince colegialas murieron en un edificio de escuela que se incendiaba en La


Meca, porque no llevaban los vestidos Islámicos apropiados. La policía religiosa
mutaween de Arabia Saudita la así llamada "Comisión para la Promoción de la
Virtud y la Prevención del Vicio", les impidió salir del edificio ardiente, porque iban
sin pañoletas para la cabeza y sin abayas (mantos negros), reportó BBC News. Un
policía fue visto golpeando una chica, que escapó, y la forzó a volver a las llamas,
reportó el diario de Arabia Saudita al-Eqtisadiah. La policía también detuvo a los
bomberos y otros colaboradores que trataron de rescatar a las niñas,
advirtiéndoles que era "pecaminoso" acercárseles. Un guarda escolar se rehusó a
abrir la puerta cuando la conflagración aumentó, a pesar de las súplicas del padre
de una de las chicas. Las autoridades solían mantener la escuela cerrada para
asegurarse de que los chicos y las chicas permanecieran separados
estrictamente.

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En un raro evento, algunos de los periódicos de Arabia Saudita reflejaron
resentimiento y furia de los parientes de las víctimas y del público, en contra de la
policía religiosa, a quien se hizo responsable de la muerte de las muchachas. Los
mutaween son todopoderosos en Arabia Saudita, y normalmente nadie se atreve a
criticarlos. Suelen golpear o arrestar y encarcelar a cualquiera que no obedezca
sus órdenes, cuando patrullan las calles para obligar el estricto código islámico de
vestimentas y la práctica de las oraciones prescritas, al igual que al acosar a
aquéllos que se permiten contacto prohibido entre hombres y mujeres.”

La segunda noticia es de septiembre de 2003, tomada de BBC News: “Un tribunal


islámico de apelación rechazó este jueves en Nigeria la condena a muerte por
lapidación dictada contra Amina Lawal por haber mantenido relaciones sexuales
después de divorciarse. En marzo de 2002 un tribunal del norteño estado
nigeriano de Katsinapor sentenció a muerte a la mujer, de 31 años, que iba a ser
enterrada hasta el cuello antes de la lapidación. La ejecución estaba prevista para
enero próximo, después del segundo cumpleaños de Wasila, la hija concebida por
Amina Lawal en la relación extramatrimonial que la llevó a los tribunales. El padre
de la niña fue absuelto por el mismo tribunal que condenó a la mujer en virtud de
la sharia o ley islámica. “

Indagando sobre este doloroso tema, en diciembre de 2007, nos tropezamos con
otra increíble noticia de desigualdad de géneros: “en la población de Qatif, Arabia
Saudita, una muchacha de 19 años fue violada repetidas veces por un grupo de
siete hombres en el año 2006, a raíz del ataque la joven (¡no sus atacantes!) fue
sentenciada a 60 azotes. Como ella tuvo la osadía de comunicarle su tragedia a la
prensa, dicha sentencia fue aumentada a 200 azotes (los cuales son suficientes
para matar a un hombre de gran fortaleza) y seis meses de prisión por la Corte
General de Qatif en noviembre de 2007. Durante el proceso judicial que se le
siguió a la victima los jueces y todos los presentes la abuchearon y la humillaron.
Como si eso no fuera suficiente, el hermano de la muchacha trató de matarla para
preservar el honor de la familia. En el caso de que la muchacha sobreviva a este
increíble juicio y sentencia, su vida será un infierno de discriminación por parte de

66
la sociedad saudita, quien la verá como en la antigüedad miraban a los leprosos. Y
aunque nos parezca increíble los hombres que la violaron están en libertad.

En ese mundo de desigualdades hay mujeres valientes y admirables como la


escritora Taslima Nasreen de Bangladesh, defensora de los derechos humanos de
la mujer en el mundo musulmán, perseguida por las autoridades de ese país,
donde prohíben sus libros y artículos. Esta situación la obligó a viajar a la India,
pero los fanáticos musulmanes de la India ofrecen una recompensa de 500.000
rupias por su cabeza. El acoso es permanente y Nasreen se ve obligada llevar una
vida de gitana, cambiando de domicilio para mantenerse con vida.

Estas noticias revelan facetas del islamismo que son una aberración para
cualquier sociedad moderna: ¿policía religiosa? , ¿autoridades todopoderosas? ,
¿dejar morir a quince niñas por no estar debidamente vestidas? , ¿no les recuerda
la quema de brujas de la Inquisición, la cual fue abolida hace 200 años?, ¿muerte
por lapidación por adulterio?. También nos obligan a preguntarnos, ¿dónde están
los musulmanes moderados?, ¿dónde está esa parte de la sociedad musulmana
del siglo XXI que debería rechazar tan abominables prácticas y discriminación?,
¿será que la mayoría de los musulmanes acepta el concepto de la mujer como un
ser de segunda categoría?

Estas facetas son síntomas de un gran complejo machista, un embrollo existencial


del sector islámico fundamentalista (¿son la mayoría?), que es lo que los mantiene
amargados, como lo expresan los rostros enardecidos de miles de hombres, esos
que observamos en los medios de comunicación, rostros que reflejan auténtica
ferocidad y salvajes instintos, que creíamos ya superados.

Lo que debe llamar nuestra atención es que un amplio sector del mundo
musulmán es permisivo o al menos indiferente, en cuanto a la actividad de
fanáticos terroristas que atacan a personas inocentes en ciudades como Nueva
York, Londres y Madrid, que los han acogido y los toleran (es cierto que su
integración en esas sociedades es muy limitada), pero que ellos han decidido
atacar en su ciego fanatismo. El otro foco de atención debe estar en esos millones

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de mujeres que cotidianamente sufren el desprecio de sus obcecados hombres,
que martirizan y humillan a sus propias madres, esposas, hijas y hermanas.

El mundo musulmán tiene un tenebroso cáncer que está haciendo metástasis en


su interior, representado por una activa minoría que le ensucia el rostro a esa
colectividad y entorpece sus relaciones con el resto del mundo civilizado. Es la
mayoría de musulmanes moderados y tolerantes, la llamada a organizarse y
detener a sus correligionarios fanáticos, antes de los demonios de la guerra se
fortalezcan y destruyan el precario equilibrio que caracteriza al inicio del siglo XXI.

11. “Rezago infinito”


a. Preámbulo
Cuando la corbeta Pizarro atracó en el puerto de Cumaná en 1799 y de ella
descendió Alejandro Humboldt, se dio una circunstancia única en la historia,
donde se encontraron los extremos del conocimiento, representados por el joven
científico prusiano como el producto más refinado de la cultura germana y la
primitiva aldea de Cumaná que yacía adormecida a orillas del río Manzanares, en
una bucólica quietud donde convivían indios guaiqueríes, mestizos y criollos de
diferentes fortunas.
No estaba lejos Cumaná de aquellas tierras que Colón vio en agosto de 1498,
cuando entró al golfo de Paria y quedó deslumbrado ante la magnificencia de la
naturaleza, al punto de ver en esa Tierra de Gracia, indicios del paraíso terrenal.
Muy poco le había llegado, a la modesta aldea, los aires renovadores del
Renacimiento y la Ilustración en esos doscientos años que habían transcurrido
desde la visita del navegante genovés.
Era Humboldt su más notable contacto con la modernidad.
Para ese entonces fungía de Gobernador de Cumaná el Brigadier Vicente de
Emparan, quien atendió al ilustre visitante así como a su compañero el botánico
francés Aimé Bonpland. Dicho Gobernador es el mismo que años más tarde se

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inscribe en la galería de íconos de nuestra historia como el último Capitán General
de Venezuela en su condición de participante de la memorable sesión del
Ayuntamiento caraqueño el 19 de abril de 1810, donde los patriotas exigieron la
renuncia de todas las autoridades españolas, llevando a Emparan a La Guaira,
para luego expulsarlo al exterior. Los agitados días que vivía la pobre y apartada
Capitanía, eran hijos de una de las peores crisis que sufría la Corona española, en
una larga decadencia que duraba más de 200 años contados a partir de la derrota
de la “Armada Invencible” en 1588. El Reino de España vivió encapsulado en un
manto religioso que no le permitió ver que la humanidad gestaba revoluciones
políticas y científicas que cambiarían para siempre las relaciones entre los seres
humanos, al establecer como principios la libertad, la igualdad y el respeto al
prójimo. Pero también al incrementar drásticamente la productividad, elemento
clave de la Revolución Industrial.
España y sus colonias se distanciaron del progreso, de la ciencia y la tecnología,
de la nueva modernidad y así llegamos al siglo XXI, en especial las antiguas
Indias, en extremas condiciones de dependencia y atraso, lamentable situación
que nos recuerda la brecha de conocimientos que separaba al sabio Humboldt de
los plácidos pescadores del Golfo de Cariaco.

b. Breve e incompleta explicación de cómo llegamos adónde estamos.


Escribir sobre nuestro atraso es un acto doloroso, sobre todo porque al profundizar
en nuestra investigación se va perfilando que la causa principal es la permanente
existencia de una lamentable clase dirigente, conformada solo por algunos miles o
decenas de miles de personas, según sea la población del país, la cual a pesar de
haber tenido acceso a una educación formal, en su gran mayoría carece de
valores fundamentales como son la honradez y la justicia. Por el contrario lo que
ha predominado en su conducta ha sido la inmadurez, la avaricia, la jactancia, la
corrupción y un permanente complejo de superioridad, que incluye la creencia de
estar exentos de las leyes.
Las causas de nuestro rezago cultural y tecnológico son múltiples, una de ellas es
la aversión a la modernidad, siempre hemos cargado con esa incapaz clase

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dirigente, en especial los partidos políticos, que se han opuesto tenazmente a
introducir los cambios necesarios y oportunos que las circunstancias demandan,
los cuales de no hacerse en ese momento, siempre inician o refuerzan un proceso
de descomposición que nos hunde aún más en el rezago histórico que caracteriza
a América Latina desde hace siglos.
Para ilustrar este argumento, basta con mencionar una situación histórica sufrida
por Venezuela, cuando en los años 80 y 90 del siglo pasado. La sociedad clamaba
por el fortalecimiento de la democracia mediante la descentralización, renovación
de los cuadros dirigentes e incorporación del país a las nuevas corrientes en
educación, tecnología y globalización. La reacción de una clase dirigente miope y
corrupta le cerró al país, una vez más, el paso a la modernidad posponiendo las
soluciones y rechazando los cambios que implicaran una mínima cesión de poder.
La clase dirigente venezolana, conformada por políticos, empresarios, militares,
académicos, sacerdotes, sindicalistas, intelectuales y para remate la izquierda
guerrillera pacificada, todos ellos cargan con la culpa de nuestro atraso por su
mezquindad, por su inmadurez, por su frágil barniz cultural que no les permitió ver
lo que estaba ocurriendo en el mundo, los grandes cambios que estaban
transformando la estructura de la sociedad, donde lo fundamental pasaba a ser el
conocimiento, el dominio de tecnologías que le estaban abriendo nuevos campos
y perspectivas a la humanidad. En ningún momento esa clase dirigente tuvo la
visión y el olfato histórico para percatarse que tanto renovadas fuerzas y regiones
como nuevos factores pujaban por saltar al escenario principal.
Como párrafo introductorio para precisar la evolución de la ciencia y la tecnología,
podemos señalar que después de un milenio de oscurantismo religioso, llegó el
Renacimiento y algunos hombres geniales en Europa se replantearon otra vez las
mismas preguntas que dos milenios atrás se habían hecho los griegos, pero esta
vez con un enfoque científico y matemático, donde se pudieran repetir y medir las
experiencias. Allí comenzamos a despertar, luego lentamente todo se fue
acelerando hasta que en las últimas décadas del 1700, en Inglaterra, se inició la
primera revolución industrial.

70
En 1784 el escocés James Watt mejoraba la máquina de vapor creada por el
herrero inglés Newcomen, introduciendo en ésta el movimiento rotatorio,
modificación que cambió el curso de la historia al aumentar la productividad,
permitir la construcción de fábricas más grandes y en consecuencia iniciar el
proceso de urbanización que desde ese momento caracteriza a la civilización
occidental. Mientras se iniciaba esa gran revolución, en la Capitanía General de
Venezuela dormíamos una acogedora siesta bajo la protección del Imperio
Español, que entre los años 1742 y 1786, mediante una serie de decretos y leyes,
iba conformando dicha Capitanía, hasta que finalmente se crea la Real Audiencia
de Caracas, cuyo presidente paso a ser gobernador y Capitán General de
Venezuela. En ese vasto territorio que constituyó el proyecto original de nuestro
país, poblado por escasos indios, algunos negros, altivos españoles y una
importante proporción de mestizos, no existían personas ni remotamente
parecidas a Newcomen y Watt.
Entre los años 1821 a 1831 el científico ingles Michael Faraday inventó el motor
eléctrico, el dinamo y el transformador; en 1876 el alemán Nicolás Otto inventa el
motor de combustión interna y en 1884 el también alemán Daimler construye el
primer motor a gasolina; en 1862 Louis Pasteur inventa el método de
esterilización para matar las bacterias de la leche; en 1876 Alex Graham Bell
sorprende al mundo con el teléfono; los trabajos básicos llevados a cabo en la
década de 1860 por el escocés James Maxwell y en la década de 1880 por el
físico alemán Rudolph Hertz, le permitieron al inventor italiano Guillermo Marconi
hacer la primera transmisión de radio en 1895; en 1877 el gran inventor de los
Estados Unidos, Thomas Alva Edison, registra por primera vez el sonido dando
lugar al fonógrafo y en 1879 logra perfeccionar la lámpara de incandescencia o
bombilla dando así lugar al nacimiento de una era muy diferente para la
humanidad, no solo por la lámpara sino por el inicio de la generación y distribución
de electricidad, cuyo primer sistema fue activado por Edison en la ciudad de New
York en septiembre de 1882. Como vemos a lo largo del siglo 19, Inglaterra,
Alemania, Francia, Estados Unidos y otros países eran un hervidero de
innovaciones y descubrimientos.

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Mientras en esas latitudes se avanzaba a grandes pasos, Venezuela arrastraba
inmensos problemas políticos y sociales sin resolver desde la Guerra de
Independencia, que se van agravando progresivamente hasta que se inicia la
Guerra Federal (1859 – 1863). Fue una contienda absurda, con líderes tan
sanguinarios como Zamora a la cabeza de un bando de forajidos que mataron,
violaron y quemaron todo ser vivo, fusilaban a gente por el solo delito de saber
leer y escribir. Para el final de esa traumatizante Guerra, el país parecía que había
dejado de existir, era un sitio desolado y desgastado por las muertes, el hambre,
las pestes, el pillaje, la inseguridad y el desempleo.
Mientras se estaban quemando los últimos cartuchos de la Guerra Federal, en
Londres en 1863 se inauguraba la primera línea del Underground como solución a
sus problemas de tránsito. Debieron pasar 50 años para que entrara en actividad
el Subte de Buenos Aires, el primero de América Latina y 120 años para que
Caracas celebrara un acontecimiento similar, cuando en 1983 entró en servicio la
línea 1 del Metro.
Luego de la Guerra Federal vinieron otras seis o siete Revoluciones que
terminaron de desintegrar al país o a ese sitio denominado Venezuela. Sería
interesante indagar cuantos venezolanos de esa segunda mitad del siglo XIX
tenían alguna noción de las innovaciones mencionadas en los párrafos anteriores.
Leyendo “Cuadernos Lagoven” (enero 1992) el número titulado “La ciencia en
Venezuela, pasado, presente y futuro” (varios autores), podemos obtener una
panorámica de nuestro desarrollo científico a mediados del siglo XX. En efecto
dicha publicación señala que el embrión de la Facultad de Ciencias de la
Universidad Central de Venezuela (UCV) fue un pequeño departamento de
Ciencias Naturales fundado en 1946, que un año más tarde pasó a ser Escuela de
Ciencias, pero que en realidad no funcionó como tal, ya que solo llegó a otorgar la
licenciatura de Biología y así funcionó hasta 1958 cuando se funda la Facultad de
Ciencias, la cual amplía los estudios a las ramas de Química, Física y
Matemáticas.
Cuatro años antes de que nuestra primera casa de estudios creara ese
modestísimo departamento de Ciencias Naturales, la Universidad de Chicago en

72
1942 desarrollaba el primer reactor nuclear bajo la responsabilidad de un grupo de
científicos conformado por Fermi, Szilard y Compton, cuyos resultados fueron
decisivos para el Proyecto Manhattan, conglomerado científico, militar e industrial
responsable por el desarrollo de la bomba atómica, cuyo primer experimento se
llevó a cabo en julio de 1945 en el desierto de Nevada.
Tres años antes del nacimiento del Departamento de Ciencias Naturales de la
UCV, entre los años 1943 a 1946, en la Universidad de Pensilvania los científicos
John Mauchly y Presper Eckert fabricaban la primera computadora electrónica, la
ENIAC, aparatoso artefacto que funcionaba con tubos al vacío, los cuales luego
fueron sustituidos por el transistor, genial invento de tres científicos, Walter
Brattain, John Bardeen y William Shockley, quienes en diciembre de 1947
presentaron la novedad al mundo dando inicio a una nueva era.
Con el propósito de echar un vistazo a las raíces del atraso de Ibero América,
focalizaremos la atención en la España del siglo XIX, por estar geográficamente
más cerca del epicentro de la Revolución Industrial. La España del siglo XIX
todavía era teocrática y autoritaria, donde la Iglesia tenía un peso determinante al
punto que la Inquisición fue suprimida en una fecha tan tardía como 1834 y sin
embargo le sucedieron las Juntas de Fe, organizaciones para-religiosas que
llevaron a cabo una inquisición moderada. El siglo XIX es frecuentemente
señalado por algunos historiados españoles (Jordi Nadal, Tuñon de Lara) como el
siglo del fracaso de la Revolución Industrial, fracaso que se prolongó al menos
durante unos 50 años dentro del siglo XX, es decir toda una larga etapa donde se
caracteriza a la sociedad española por un atrasado sector agropecuario en el que
predominaban el latifundio y el minifundio, así como la falta de una burguesía
emprendedora que asumiera riesgos en el sector industrial. Debemos señalar las
excepciones de la industria textil catalana y la industria siderúrgica del país vasco.
En conclusión España y Portugal pasaron a ser en el siglo XIX los países más
atrasados de Europa, a la cual finalmente se integran en 1986 bajo la condición
de países menos desarrollados.
Aproximándonos al campo de la ciencia y la tecnología, y a su vez tratando de
ubicar la importancia de España en este ámbito, es oportuno hacer una reflexión al

73
respecto: ¿Podemos mencionar nombres de científicos o inventores españoles de
relevancia mundial? ¿Siempre estaremos limitados a los nombres de Juan de la
Cierva y Severo Ochoa, quien en la ocasión de recibir el Premio Nóbel en 1959, ya
era ciudadano de los EE.UU.?
Creo que toda la inventiva ibérica se agotó con los esfuerzos de la escuela de
traductores de Toledo (Siglos XI y XII), el Centro de investigaciones náuticas de
Sagres (Siglos XIV y XV) y con la Casa de Contratación de Sevilla o Casa del
Océano (1503-1600) donde se estudiaba cosmografía, astronomía, cartografía,
matemáticas y todas las ciencias y artes de la navegación, representando en su
época lo que fue la NASA para la exploración espacial.
Si tomamos como referencia a esta última Casa, son 400 años de sequía desde
el punto de vista de innovación y conocimiento científico, son muchos años de
esterilidad que nos obligan a pensar en algún factor limitante. Aquí debo hacer
énfasis en que no estoy señalando ninguna faceta de inferioridad ibérica, sino más
bien una característica de ese pueblo, en ese largo período.
Cuando se plantea el razonamiento empírico de que los hombres son mejores que
las mujeres para las matemáticas, nos apoyamos en las estadísticas que así lo
demuestran. Esto no implica ninguna inferioridad por parte de la mujer. Cuando se
afirma que la mujer es mejor administradora que el hombre, no solamente nos
apoyamos en la vida cotidiana sino también el conocimiento que desde la época
de las cavernas, el hombre salía a cazar y la mujer era responsable de la
administración del hogar, lo que la hizo diestra en tan importante actividad. En
este contexto no se afirma que el hombre sea inferior.
Con este mismo enfoque y apoyados en estadísticas se puede afirmar que los
aportes de los científicos e innovadores ibéricos son de muy poca relevancia y
representan un porcentaje microscópico de la producción mundial de ciencia y
tecnología. Tanto es así, que si echamos mano de las estadísticas de Premios
Nóbel, como un simple indicador, nos encontramos que la participación de
Iberoamérica es muy escasa, sobre todo en aquellos premios de naturaleza
científica. Desde 1901 cuando se inició la entrega de dichos premios, se han
concedido 157 Nóbel de química y solo dos fueron otorgados a nativos de la

74
región (un argentino y un mexicano que tenía nacionalidad de los EE.UU.). En
cuanto a los Nóbel de Fisiología y Medicina tenemos 5 laureados de un total de
195 premiados, los cinco científicos son 2 argentinos, 2 españoles y un
venezolano, también vale el comentario que dos de ellos ya tenían la nacionalidad
de EE.UU. De las 64 personas que han recibido el Nóbel de Economía ninguno es
de la región, lo mismo sucede con el Nóbel de Física, disciplina de vital
importancia para el desarrollo de la electrónica y las telecomunicaciones, así como
de la energía nuclear y muchas otras. Detallando un poco más los científicos
premiados con el Nóbel de Física, observamos que de los 186 laureados hasta el
2009, 81 son de los EE.UU. es decir el 41%, Alemania 24 (12%), Gran Bretaña 21
(11%), Francia 14 (7%) y Rusia 10 (5%), quiere decir que el 77% de los premios
Nóbel de Física fueron otorgados a ciudadanos de una élite de 5 países.
¿Cuál es la interpretación de estas cifras?, ¿los ciudadanos de esos cinco países
son más inteligentes que el resto del mundo y en particular de Iberoamérica? La
respuesta es un rotundo no, la respuesta es que esos países tienen una
organización social que estimula la educación, la investigación y la creatividad.
Que dentro de lo más recóndito de su cultura y de su escala de valores existe el
respeto hacia aquellos que se arriesgan, que experimentan, que exploran y que
aún cuando fracasen en una determinada iniciativa, sus entidades de origen
(empresas, universidades y agencias del gobierno), tienen la disposición de volver
a recibirlos. Tienen la firme creencia que las sociedades dominadas por el miedo
nunca serán prósperas.
Es palpable, no solo que somos diferentes, también que el abanico de
oportunidades a nuestro alcance, muestra otra paleta de colores. Lo mismo
sucede con los pueblos, hay pueblos que tienen un tejido social más fuerte que
otros, lo que los lleva a ser más ordenados y mejores administradores. Esto se
percibe aún dentro del mismo país, en España se dice que los catalanes son más
emprendedores que los andaluces, quienes a su vez son universalmente
conocidos por su música. En Brasil hay un refrán que dice: “los paulistas producen
café, los mineros producen leche y los cariocas beben café con leche”, los
cariocas son los nativos de Río de Janeiro que tienen fama de vivir al día.

75
La capacidad de entender, reconocer y aceptar tanto nuestras limitaciones como
nuestras fortalezas y por lo tanto dirigir nuestros esfuerzos como sociedad hacia
aquellos campos donde las probabilidades de triunfar son mayores, esa capacidad
está más desarrollada en unos pueblos que en otros, si a eso le sumamos el
orden y disciplina ya mencionados, se obtiene un contexto social proclive a
estimular la creatividad, motor que les permite a esos pueblos estar en la
vanguardia de la ciencia y la tecnología.
En numerosas ocasiones menciono el concepto “organización social” a lo largo
de este ensayo, pero no quisiera dejar al lector con la impresión de que estoy
usando un artificio retórico. Quisiera profundizar dicho concepto. Ante todo el
diccionario nos señala que organizar es “establecer o reformar algo para lograr un
fin, coordinando las personas y medios adecuados” y que organización es “una
asociación de personas regulada por un conjunto de normas en función de
determinados fines”. El concepto sienta sus bases sobre estas definiciones y nos
lleva a pensar en un conjunto de personas que trabajan con disciplina y
coordinación para alcanzar una meta. Si ese conjunto quiere progresar y
destacarse debe tener una fuerte disposición al trabajo físico o intelectual. Si ésta
se extiende a todo el conjunto de personas, decimos que es un estado de animo
colectivo, que nace como producto de la convicción de la mayoría, que algo más
debe hacerse para, por ejemplo, terminar una obra, encontrar una solución o
cumplir una meta de producción.
Ampliando más el concepto, organización social es un rasgo cultural, es la
convergencia de un conjunto de fuerzas y factores de un colectivo o sociedad,
como son la disciplina y la capacidad de trabajar en equipo, la perseverancia, el
respeto mutuo, la visión de conjunto para lograr la interacción de las partes, la
tolerancia y la disposición a negociar, la curiosidad e inventiva, la ambición
debidamente acompañada de una dosis de propensión al riesgo, la tendencia al
orden y la solidaridad. Cuando en una sociedad dichos factores constituyen un
valor enraizado en la mayoría de sus habitantes, se puede decir que esa sociedad
está preparada para seguir el ritmo de la historia.

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Medir la organización social y la disposición al trabajo de un pueblo es una tarea
compleja e inasible. Pero lo que sí podemos es, al menos, ubicar nuestra posición
al compararnos con otros pueblos.
La ciudad de Kobe (Japón) fue sorprendida en la madrugada del 17/01/1995 por
un terremoto de magnitud 7,3 en la escala Richter, dejando más de 6.000 muertos,
unos 400.000 heridos, destruyendo la infraestructura vial, de servicios y el puerto
además de miles de viviendas. Al cesar el terremoto se iniciaron incendios en toda
la ciudad al colapsar la red de tuberías de gas, las llamas encontraron un buen
combustible en las miles de casas de madera de lo barrios pobres. En resumen
Kobe quedó destruida.
Luego de cinco años Kobe renació. Ya para el año 2000 la ciudad había sido
reconstruida, gracias a la organización social y al disciplinado trabajo de una
sociedad avanzada, se logró la reconstrucción usando la más moderna tecnología
para disminuir los efectos en caso de que se repita el sismo. Ahora Kobe posee
novedosos sistemas para agua, electricidad y gas que están en condiciones de
resistir una experiencia similar a la de enero de 1995. El metódico enfoque y la
disposición al trabajo de los japoneses en general y de las autoridades de Kobe en
particular, los han colocado a la vanguardia de la multidisciplinaria actividad de
recuperación de desastres.
En diciembre de 1999 el estado Vargas (Venezuela), fue victima de una lluvia
persistente e inusual que produjo el desbordamiento de todas las quebradas que
bajan de la cordillera de la Costa hacia el litoral vecino de Caracas, las cuales
arrastraron inmensas piedras, árboles y una cantidad infinita de lodo y sedimentos,
dejando a lo largo de sus cauces, miles de muertos, decenas de miles sin casa y
toda la infraestructura destruida. En aquel momento la Autoridad Única del Estado
Vargas (AUEV) elaboró un conjunto de planes y proyectos para la reconstrucción
del litoral que lamentablemente nunca se ejecutaron.
En febrero de 2005, es decir, cinco años y dos meses después de la tragedia de
diciembre de 1999, vuelve a repetirse un cuadro climatológico similar, pero de
menor intensidad, produciendo nuevamente grandes inundaciones y perdidas
materiales. El diagnóstico de la situación es que de las 23 quebradas peligrosas

77
que cruzan el estado Vargas, que han debido canalizarse de acuerdo a la
recomendación de la AUEV, solo una había sido totalmente canalizada.
Es decir en cinco años no hicimos nada, nos quedamos en la pura arrancada, en
el momento de la tragedia nos movilizamos con gran energía, elaboramos grandes
planes, prometimos la más increíble reconstrucción y luego nos desinflamos. No
tenemos la voluntad, ni la cultura, ni la mínima organización social para emprender
obras que impliquen perseverancia y un esfuerzo sostenido. En otras palabras
hablamos mucho y hacemos poco.
Al comparar la tragedia de Vargas con el terremoto de Kobe no nos queda sino
admitir que la organización social de Venezuela es una ficción, que bajo el impacto
de un acontecimiento extraordinario, como fue el deslave de 1999, reunimos un
grupo de gente valiosa para que presentara soluciones, las cuales en aquel
momento prometimos aplicar con rigurosidad, pero al cesar las lluvias y ver como
las riesgosas quebradas volvían a ser inofensivos riachuelos, pensamos en las
exageradas recomendaciones de los técnicos y decidimos archivarlas.
Con la inquietud de intentar precisar las causas de nuestras carencias, como es el
caso de la organización social, nos debemos remontar a la vertiente dominante de
nuestra triple cultura (españoles, aborígenes y negros) y a su vez conocer cual era
su posición en el contexto europeo, a tal fin vamos a limitarnos a analizar el
período de doscientos años (1452 a 1648), que transcurre desde la invención de la
imprenta hasta la firma del acuerdo de paz para terminar con la guerra de los
treinta años entre España y Francia en 1648. En ese lapso podemos observar el
auge y decadencia del imperio español, debido esta última, a la miopía de su clase
dirigente (nobleza, aristocracia y clero), que no tuvo el más mínimo olfato histórico
y sí mucha ambición e intolerancia, lo que llevó a España, luego de numerosas
acciones empapadas de fanatismo religioso, a desaparecer de la lista de
potencias europeas.
Es interesante observar como en este período se inicia el despertar del lector
europeo gracias a la invención de la imprenta y a la disponibilidad de papel,
mientras por su lado la corona española se sumerge en una ola de religiosidad e
intolerancia (equivalente a la de los talibanes de hoy) y crea la Inquisición en 1481

78
con la finalidad de perseguir a los judíos, proceso en el cual mueren miles y son
torturados decenas de miles. Esta ola de fanatismo tiene su cúspide en el “Edicto
de expulsión de los judíos”, que aplicaba a aquellos que aún vivían en España en
el año 1492. Esta medida extrema provocó la huida de 200.000 judíos, perdiendo
de esta manera la sociedad española valiosos recursos humanos, con profesión y
oficios definidos, tales como banqueros, comerciantes, industriales, artesanos y en
general gente que sabía leer, escribir, sumar y restar, condición muy escasa entre
los españoles clasificados como cristianos viejos.
La acción conjunta de la Corona Española y el Clero va conformando una rígida
mentalidad donde no caben los principios de libertad, responsabilidad y tolerancia.
Todo lo contrario, la Corona en su afán de dominar hasta lo más mínimo, fue
creando un asfixiante control donde cualquier iniciativa moría al nacer. Paralela a
esta depresión peninsular soplaban en Europa los vientos del Renacimiento con
las obras de Leonardo, Miguel Ángel y Nicolás Copérnico como los hombres
emblemáticos de ese despertar de la humanidad. También está un Martín Lutero,
quien en 1517 clava su tesis en la puerta de la iglesia de Wittenberg, iniciando de
esta manera un movimiento que cambiaría la historia.
Por raro que pueda parecernos, el descubrimiento de América y los viajes de los
primeros exploradores, no son noticias que ocupen la mente de los monarcas –al
menos en las primeras décadas- quienes estaban muy ocupados en guerras
europeas para mantener o expandir sus territorios, para lo cual necesitaban
crecientes recursos que nunca alcanzaban (¿no les recuerda esto situaciones
similares con nuestros gobiernos contemporáneos?). Aquí es pertinente señalar
que el oro y la plata de América solo hacían una breve escala en la península, ya
que su destino final eran las bóvedas de los banqueros europeos que habían
concedido préstamos a la Corona, cuya situación era de hipoteca permanente al
punto que, como lo refiere en su obra “El autoritarismo y la improductividad” el
autor argentino García Hamilton: “en 1543 el 65% de las rentas reales se
destinaba al pago de los intereses de la deuda pública”. También se dirigían
dichos recursos a las casas de los mercaderes de Génova, Venecia, París,

79
Ámsterdam, Utrecht y Bruselas, origen de los artículos suntuarios que importaba la
clase dirigente española.
La decadencia de la Corona comienza a acentuarse y a manifestarse
gradualmente, son múltiples los síntomas, entre ellos la independencia de nueve
provincias de los Países Bajos en 1581 y la derrota de la “Armada Invencible” en
1588 por parte de los piratas ingleses Drake y Hawkins. Paralelamente el resto de
Europa veía surgir una cosecha de grandes pensadores que transformaron la
historia, entre ellos Galileo Galilei quien en 1581 ingresa a la Universidad de Pisa
y Johannes Kepler quien en 1609 inicia la publicación de sus trabajos sobre
dinámica celeste. Son hombres de gran talento como los antes mencionados –
porque hay muchos más- los que preparan el camino a Isaac Newton para que en
1687 pueda publicar los “Principia”, considerada la obra científica más importante
de todos los tiempos.
Mientras todo esto ocurría en Europa a la Corona española no le había bastado
con la grave perdida de recursos humanos a raíz de la expulsión de los judíos, en
1609 le tocó la suerte a los moros. Sobre este evento debemos señalar que
nuevamente fue la intolerancia religiosa el motivo principal de la expulsión y otra
vez se perdieron recursos humanos (se estima que salieron de 400 a 500 mil
moros), los cuales no le sobraban a España, ya que la Corona de esa época
nunca estimuló la formación de artesanos ni comerciantes, mas bien el fuerte
prejuicio religioso creó una actitud contraria a actividades que en otras sociedades
se consideraban como trabajo digno y productivo, estableciendo dentro de la clase
gobernante el desprecio hacia las tareas domésticas, el trabajo manual y las
actividades comerciales.
Como referencia de los distintos caminos que pueden tomar los pueblos y
naciones, es obligatorio señalar el caso de los Países Bajos del Norte (actual
Holanda), ya libres de la Corona Española a partir del año 1581 mediante el Acta
de Abjuración. El laborioso pueblo holandés había descubierto que el comercio y
la industria eran la clave para la prosperidad. Entendieron que la tolerancia
religiosa era un factor positivo para su sociedad, por lo que le permitieron a los
judíos vivir y practicar libremente su religión, incorporando de esta manera

80
recursos humanos de gran valor. Ese factor, entre otros, permitió que los Países
Bajos fueran un semillero de investigadores como Simón Stevin (hidrostática),
Hans Janssen (microscopio compuesto), Hans Lipperhay (telescopio), W. Snel
(leyes de la refracción), Cristian Huygens (reloj de péndulo y de bolsillo), Regnier
Fresius y Gerardus Mercator (cartógrafos) y Anton Leeuwenhock (microscopio de
precisión y microorganismos). Esta generación de hombres curiosos surgió en el
mismo período en que los españoles expulsaban a moros y judíos, fueron ellos y
muchos otros con ese espíritu emprendedor, los que con el correr de los siglos
sembraron las bases culturales y educativas para que en ese pequeño país
pudieran crearse emporios industriales y centros de investigación, de prestigio
mundial, como los de la Philips y Royal Dutch Shell.
Con esto ponemos un pie en las últimas décadas del siglo XX y el inicio del XXI
donde se ha venido gestando una de las más grandes transformaciones que ha
presenciado el género humano, con la incorporación de los inmensos mercados
de China, India y de los satélites de la Unión Soviética, países que vienen
desilusionados del traumático experimento socialista y que en un giro dramático
hacia el libre comercio han logrado reestructurar sus economías y sacar de la
pobreza a centenares de millones de seres. Somos testigos de la más grande
expansión de la economía global de la historia, la cual tiene su génesis en la toma
de conciencia de la mayoría de los dirigentes del mundo en las bondades de la
apertura comercial, de la disciplina en las finanzas públicas y de la importancia de
la educación para que los pueblos exploten sus fortalezas, todo esto impulsado
por una revolución tecnológica cuyo potencial está en pleno desarrollo.
Al hacer una radiografía de la clase dirigente venezolana desde la 2ª Guerra
Mundial, podemos constatar que, con ligeras variaciones, siempre está
conformada por una elite de políticos, empresarios, militares, académicos,
sacerdotes, sindicalistas, e intelectuales. Todos ellos con una ambigua mentalidad
de izquierda que disfruta de las exquisiteces materiales del capitalismo. Son
fervientes nacionalistas, partidarios de dar subsidios, de proteger a ineficientes
industrias nacionales en detrimento del consumidor y de pechar al que produce,
entre otros inhibidores del progreso. Todo esto bajo el telón de fondo del

81
populismo, la demagogia y una administración llena de vicios. Esta última
generación ha sido incapaz, corrupta y miope como pocas en la historia, ya que
habiendo coincidido con la etapa de consolidación de la industria petrolera, con los
inmensos recursos que esta generó, no logró formar una masa crítica de líderes
que tuviera la perseverancia y la claridad para llevarnos a una etapa más
avanzada del desarrollo. No sembró en la sociedad los valores de organización
social, creatividad, inventiva, trabajo, esfuerzo, conciencia de la realidad y ni
siquiera supo interiorizar plenamente principios tan básicos como la separación de
poderes de la democracia. En cualquier país de América Latina se detectan
numerosos casos donde el Ejecutivo, de una manera u otra, hace valer su
presencia en las decisiones del poder judicial. En resumen la administración de
justicia es precaria; la administración de los bienes públicos es oscura y corrupta;
los planes y presupuestos se ejecutan a medias; no hay la necesaria coordinación
y articulación entre las Instituciones públicas. En suma somos un gran desorden.
Hemos sido incapaces de completar la transición de viejas estructuras coloniales
hacia un estado moderno. Después de varios siglos podemos decir, que nos
hemos convertido en algo así como unos eternos adolescentes, inmaduros e
irresponsables.
No hemos tenido ni el coraje ni la claridad para responder sin artificios ni
hipocresías ¿quiénes somos? Arriesgando una esquemática respuesta puedo
señalar que somos pueblos con un alto índice de ignorancia, que recurrentemente
caemos bajo la fascinación del verbo encendido y demagógico de un caudillo que
nos encandila el alma o de un populista que nos hipnotiza con falsas promesas,
las cuales constituyen el ilusorio escenario que ese pueblo inculto desea ver. Cosa
fácil, ya que la ignorancia genera la incapacidad para ver la realidad, incrementa la
obsesión por los espejismos de soluciones mágicas o riqueza súbita y también
agudiza el oído para el tam tam de los tambores que llaman a los negocios turbios
o en el límite de la legalidad, los cuales representan el cómodo atajo que
supuestamente nos va a evitar el diario trabajar.
Si nos limitamos a la segunda mitad del siglo XX, serían miembros representativos
de la galería de caudillos y dirigentes populistas, y solo para nombrar a algunos: el

82
sanguinario Rafael Leonidas Trujillo, el gran demagogo Juan Domingo Perón, el
tenebroso Papa Doc, el megalómano Fidel Castro, el prusiano Alfredo Strossner,
la trágica dinastía de los Somoza, Jorge Videla y su lúgubre camarilla, el
traicionero Augusto Pinochet, el mediático Collor de Mello, el narcotraficante
Manuel Noriega y el jacarandoso Abdalá Bucarám.
Si les parece que estoy haciendo referencia a un pasado lejano, consideren a los
aprendices de brujo que a diario – en este siglo XXI - nos hablan de soluciones
milagrosas que nunca llegaran, sin la mínima calificación para sacar a la América
mestiza de su centenaria pobreza. Como caso emblemático está el anacronismo
de Daniel Ortega, pestilente corrupto y monstruoso pederasta, que el pueblo de
Nicaragua volvió a elegir en enero de 2007, como una clara evidencia de la vena
masoquista de un continente que parece disfrutar con su miseria y desigualdad.
En otra faceta de la respuesta se puede afirmar que somos grandes teóricos con
un alto grado de verbalización. La clase gobernante firma Tratados, Acuerdos,
Convenciones, Cartas de Intención, que rara vez alcanzan su objetivo; elaboramos
anteproyectos de obras fantásticas que solo ocasionalmente construimos; juramos
solemnemente ante acartonados Foros y Asambleas que vamos a acabar con la
pobreza y la desigualdad, pero las lacerantes estadísticas los desmienten.
Hablamos, emitimos pomposos Decretos y llenamos los campos de primeras
piedras, pero la falta de voluntad política, de perseverancia y el siempre presente
espíritu de novelería, distraen nuestros esfuerzos y el resultado es que no
llevamos a cabo lo que planificamos, no ejecutamos, solo hablamos.

c. Aterrizaje en el siglo XXI


c.1. ¿Soberanía?
Dicen los antiguos textos que soberanía consiste en la capacidad de tomar
libremente decisiones políticas en el interior de la nación, con independencia del
exterior. También que nuestra soberanía radica en preservar la integridad de
nuestro territorio y asegurar la vigencia del Estado de Derecho con la supremacía
de la Constitución. Asimismo, son expresión de nuestra soberanía el definir

83
objetivos propios de desarrollo, promoverlos en el país y en el extranjero y
fortalecer nuestra identidad y cultura.
Sin embargo cuando un país, como sucede con la mayoría en AL, tiene una deuda
externa que supera varias veces su PIB; cuando compra el grueso de sus armas a
países desarrollados; cuando el 50% o más de la población infantil sufre de
desnutrición; cuando los desempleados más la inmensa masa que trabaja en el
sector informal conforman el 60% o más de la población económicamente activa;
cuando un 60% o más de la población forma parte de sectores con bajísimos
ingresos mensuales que no le alcanzan para la canasta básica de alimentos, ¿no
deberíamos revisar este concepto a la luz del siglo XXI?
La soberanía no es aquella antigualla de un ejército invadiendo nuestro territorio,
hoy en día la invasión se lleva a cabo mediante la tecnología, las transacciones
financieras vía Internet, la penetración de los medios de comunicación, las
medicinas y equipos foráneos que curan o alivian nuestros males. Cada vez que
encendemos el computador, el televisor, el carro, tomamos medicinas, hablamos
por teléfono, vamos al banco, utilizamos la tarjeta de crédito, extraemos y
vendemos petróleo, nos afeitamos, nos alimentamos o vamos al dentista, en cada
una de esas ocasiones estará presente una empresa extranjera, que años atrás
invirtió millones de dólares en I&D, para crear ese producto o servicio, que
seguramente forma parte de nuestra vida cotidiana y que por lo tanto nos resulta
confiable y necesario. La soberanía se fortalece cuando aumentamos la capacidad
de intercambio comercial porque hemos incrementado nuestra productividad, lo
cual a su vez se debe a un mejor manejo de la tecnología por parte una población
más capacitada.
Si queremos formar parte del grupo de países que está viviendo la transición de
economías industriales a la sociedad del conocimiento, debemos hacer un
gigantesco esfuerzo en materia de educación, investigación y desarrollo.

c.2. Manual de aterrizaje


Para dar el salto hacia las fronteras del conocimiento, una sociedad necesita de
disciplina, organización social, recursos e imaginación. Una aproximación

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progresiva y yendo de lo general a lo particular, exige mencionar en primer lugar
dos de las condiciones indispensables para que un país inicie este largo proceso:
estabilidad política y macroeconómica. Luego se requiere el diseño de políticas
que estimulen la inversión local y extranjera, el fortalecimiento del Estado de
Derecho, la formación de un ambiente atractivo para los negocios, así como para
la competencia y la innovación. Sobre estos conceptos o características es
necesario enfatizar en el cambio radical que debe realizar la clase gobernante a la
hora del mencionado diseño, ubicándose en un mundo global. Deben tener muy
claro que los conocimientos representan la materia prima más preciada.
En la medida que maduren y se consoliden este conjunto de políticas; que los
principales indicadores del país muestren sus bondades y se vaya incorporando
personal con un alto perfil técnico y empresarial, en esa medida se incrementaran
tanto las inversiones como la productividad que nos permitirán competir en
cualquier mercado con aquellos productos y servicios en los que hayamos
detectado fortalezas.
La Revolución Industrial iniciada a mediados del siglo XVIII en Inglaterra produjo
un cambio radical en la economía llevándola del ámbito local al nacional, la
Revolución Tecnológica cuyo desarrollo estamos presenciando en EE.UU. y
algunos países de Europa y Asía del Este, toma la economía del plano nacional y
la globaliza.
Como caballos de batalla de esta última revolución se destacan la
microelectrónica, computación, telecomunicaciones, nanotecnología, nuevos
materiales e ingeniería genética. Todas estas investigaciones se están llevando a
cabo en regiones y países que tienen una organización social que estimula la
educación, la investigación y la creatividad. Que dentro de lo más íntimo de su
cultura y de su escala de valores existe el respeto hacia aquellos que se arriesgan,
que experimentan y que exploran. Tanto los individuos como la sociedad en
general tienen la mente abierta a todo aquello que pueda incrementar su
productividad y mejorar su calidad de vida, tienen la habilidad y el valor de
descartar los procesos y métodos obsoletos que pueden representar un lastre en
su evolución.

85
El momento estelar que vive el género humano puede resumirse en la inmensa
magnitud de un patrimonio de conocimientos en todas las áreas del saber, que se
incrementa todos los días con el aporte de sorprendentes inventos y
descubrimientos. La fragilidad de esta situación reside en la desigual distribución y
generación de conocimientos. El grueso de esa riqueza está en manos de un
pequeño grupo de países y sociedades muy bien organizados, con los recursos
materiales y humanos que les permiten asumir los riesgos de investigar y
desarrollar los productos y servicios del mañana.
¿Podrá AL elevar y reforzar su organización social de tal manera que el grueso de
su población entienda que la única vía para empezar a despegar e ir saliendo del
subdesarrollo es diseñar el gran proyecto de educación, con la prioridad y el
convencimiento de que lo impulsamos o nos quedamos en el último vagón del
tren? Proyecto que a su vez tenga la aprobación de la mayoría, que se entienda
que por su naturaleza es a largo plazo y donde cada uno de los ciudadanos tome
conciencia y entienda que solo con una educación de calidad podremos avanzar.
Sí es posible y la mejor prueba de ello es la disciplinada Corea del Sur, país que
en cuatro décadas pasó de ser un marginal fabricante de baratijas a un productor
de alta tecnología con gran demanda en el mercado mundial. Irlanda es otro buen
ejemplo de lo que se puede hacer, es un caso digno de ser estudiado ya que en
20 años ha pasado a ser el país con el mayor crecimiento del sector de alta
tecnología de la Unión Europea.
Pero es poco probable que sigamos el sendero de Corea del Sur o Irlanda, por
tres razones cuya gravitación es determinante a la hora de cualquier pronóstico
sobre el futuro de América Latina:
 la primera es nuestra historia reciente, al observar la evolución de los
parámetros macroeconómicos de la región, cualquier observador tiene que
sorprenderse al ver con cuanta torpeza, ignorancia y corrupción se
manejaron los inmensos recursos de un continente, que tiene su máximo
exponente en Venezuela, país que dilapidó (y lo sigue haciendo) la riqueza
del petróleo.

86
 La segunda razón es la percepción de terceros. Numerosas organizaciones
públicas y privadas, al estudiar la problemática del desarrollo, la volatilidad
de la economía, el nivel de la educación y la situación de la ciencia y
tecnología, nos ubican en los últimos lugares de su clasificación. Esta es
una imagen poco atractiva para el inversionista, que a final de cuentas es el
que arriesga su capital y por lo tanto lo que busca es el mejor ambiente
político, social y económico para ubicar sus recursos.
 La tercera razón es la escasa calidad de nuestros recursos humanos.
Hemos retrocedido en materia educativa, mientras el resto del mundo ubica
ese tema entre sus prioridades. Lo dicen numerosos estudios y lo percibe
cualquier persona que objetivamente observe el abanico de ineficiencias
que nos caracterizan, desde la pobre calidad de trabajos realizados por
profesionales universitarios hasta la reparación de plomería que tuvo que
ser hecha y rehecha pasando por el mal hablar y mal sumar del
adolescente promedio. Todos frutos de una pésima educación.
Al analizar estas tres razones no podemos obviar la larga sombra de la mala
herencia que recibimos de España, país donde la Inquisición fue suprimida en una
fecha tan tardía como 1834 y sin embargo le sucedieron las Juntas de Fe,
organizaciones para-religiosas que llevaron a cabo una inquisición moderada. Ese
era el contexto cultural de España, en cuyas universidades se estudiaba teología,
religión, latín, filosofía, artes y como única rama científica la medicina.
Como punto de comparación, en España la ley que decretó el establecimiento de
la educación primaria obligatoria es del año 1960, cuando la misma había sido
aprobada en Suecia en 1842, Australia en 1872 y Chile en 1920, para señalar
referencias de tres continentes.
Si bien a lo largo de nuestro análisis, señalamos con crudeza que AL no
evolucionó con el resto de la economía mundial, quedando rezagada en su papel
de proveedora de materias primas, esto no debería tomarse como lo que se ha
denominado la “maldición de la abundancia de recursos naturales”. En estudios
del Banco Mundial se analizan los casos de EE.UU., Canadá, Australia, Suecia y
Finlandia, países que basaron su desarrollo en la explotación de recursos

87
naturales, siendo aún hoy en día grandes exportadores de materias primas. Lo
que sucedió, a cada uno en su tiempo, fue que no se quedaron en esa etapa y
oportunamente fueron realizando una transición hacia el sector manufacturero y
luego hacia sectores de alta tecnología. Esos países no sufrieron la maldición de
la abundancia de recursos naturales, experiencia que debería servir de ejemplo a
AL para despojarse del papel de simple proveedor e iniciar la transición hacia la
sociedad del conocimiento.
¿Cuál ha sido la gran carencia del proceso de desarrollo de AL?, ¿qué faltas u
omisiones lo caracterizan?, ¿cuáles de tantas variables presentan una crítica
fragilidad?
Haciendo memoria de las razones citadas, asociando sus efectos y destacando su
sinergia podemos ensayar una respuesta:

a. El gran obstáculo para el desarrollo de los países de AL ha sido una


enquistada y corrupta clase dirigente que siempre ha pensado en su
beneficio inmediato, creyendo en lo más profundo de su ADN que son
dueños de la hacienda pública y no administradores temporales de ese bien
común. Que su ambición de poder la llevó a posponer o ignorar, en
innumerables ocasiones y países, las reformas que la sociedad reclamaba,
por el miedo de perder su posición privilegiada. Esos dirigentes unas veces
políticos demagogos, otras veces rufianes militares, engullían sin
escrúpulos ni vergüenza la comida y el bienestar de millones, soltando
ocasionalmente un pedazo de pan viejo para mitigar la desesperanza.
b. No tenemos la organización social que nos permita iniciar la construcción y
formación de la infraestructura para el desarrollo, que es una mezcla de
capacidad humana, instituciones, incentivos y facilidades financieras,
políticas que fomenten la I&D y la interacción del gobierno, la industria y las
universidades.
c. Asumimos la educación como algo que debemos hacer pero sin convicción.
Nos hacemos cargo de ella con indiferencia, pero no con el convencimiento

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profundo de que la educación es el más poderoso instrumento conocido
para reducir la pobreza y disminuir la injusticia social.
d. El empresario promedio de la región no se ha caracterizado por tener
espíritu emprendedor y asumir riesgos, por el contrario ha contado con la
complicidad de un estado sobre protector, que creó mercados cautivos para
su enriquecimiento y propició el financiamiento con esquemas laxos, que en
su conjunto moldearon la mentalidad conformista de los empresarios del
siglo XX.
e. Esa relación de los gobiernos de turno con los empresarios desató un
conjunto de fuerzas monopólicas y anticompetitivas, que contaron con la
complicidad de sindicatos, gremios y otros factores de poder, cuyo
resultado fue la casi desaparición del espíritu de creatividad y de
innovación.
f. La región se ha caracterizado por un vacío histórico de una infraestructura
científica y la carencia de un ambiente para la innovación.
g. Hasta hace pocas décadas el sistema educativo de AL presentaba una
fuerte orientación hacia las disciplinas humanísticas, con poca formación de
científicos, ingenieros y técnicos. En la actualidad dicho sistema continúa
sin aportar a la sociedad el capital humano con la calidad y la formación
necesaria para asimilar, adoptar y crear las nuevas tecnologías de la
sociedad del conocimiento.
h. Las universidades de AL han estado tradicionalmente sumergidas en la
política, casi siempre como la figura emblemática de románticos sueños de
una revolución que nunca llegó. Su vinculación con el sistema productivo se
ha limitado a algunas pocas experiencias y lo más grave es que el sistema
de enseñanza continúa anclado en el pasado, sin incentivar la curiosidad
para conocer el mundo de hoy y congelando la creatividad natural de la
juventud.
El hilo argumental que venimos desarrollando nos permite concluir que somos una
región del mundo que no tiene ni la cultura ni la organización social para enfrentar
los retos de la sociedad del conocimiento, ni sus habitantes la capacitación para

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competir en una economía globalizada. Mientras otras regiones y países
incrementan sus esfuerzos para superar tanto la brecha educativa como la
tecnológica, nosotros seguimos con el perfil del tradicional productor de materias
primas.
Por carecer de un sólido andamiaje educativo nos hemos ido rezagando y
deslizando hacia el final de la cola de los países marginales. El abismo que nos
separa de los países líderes del mundo actual aumenta cada día.
La intrascendencia de América Latina, la falta de un propósito colectivo, sin un
discurso común que nos permita identificarnos, nos ha ido difuminando en el
escenario mundial. Somos los habitantes del limbo global, no pesamos, no
decidimos. Día a día nuestra marginalidad se acentúa y crece la insignificancia de
un continente cuyo único papel en el mundo globalizado del siglo XXI es proveer
materias primas, drogas, paraísos turísticos asépticamente aislados de la cloaca
local, las recurrentes noticias de golpes de estado, sangrientos motines
carcelarios, enfrentamientos de narcotraficantes y algo de buena música.
En el año 2009 estamos a una galaxia de distancia de la vanguardia de la
humanidad. Mañana, de no corregir nuestro rumbo, estaremos a cincuenta o cien
galaxias. Y cada día será más difícil acortar la distancia, entonces el rezago será
infinito, como aquel de hace 200 años, cuando la corbeta Pizarro atracó en el
puerto de Cumaná y de ella bajó el sabio Alejandro Humboldt.

11. Genocidio blando.


Una vez concluida la 2ª Guerra Mundial, la humanidad quedó horrorizada ante los
abominables crímenes cometidos por el III Reich de Adolfo Hitler. En una iniciativa
sin precedentes se estableció un tribunal conformado por jueces de los Aliados

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más representantes de la URSS. La tipificación de los crímenes y abusos
realizada por dicho Tribunal y los fundamentos de su constitución, representaron
un avance jurídico que sería aprovechado posteriormente por la ONU para el
desarrollo de una jurisprudencia específica en materia de crímenes de guerra y
crímenes en contra de la humanidad.
Los dos juicios que tuvieron mayor repercusión en los medios fueron el Juicio
principal de Nuremberg, dirigido a partir de noviembre de 1945 por el Tribunal
Militar Internacional, en contra de los principales dirigentes supervivientes del
gobierno nazi que fueron capturados. El otro juicio fue el Juicio de los doctores,
seguido contra un grupo de médicos quienes practicaron macabras
investigaciones en humanos en los campos de concentración.
El juicio de Nuremberg pretendía dejar claro a los hombres y mujeres del mundo
así como a las diferentes culturas que conviven sobre el planeta Tierra, que
crímenes de esa naturaleza, genocidios, intentos de exterminación de una raza o
secta, debían ser denunciados y castigados con el máximo rigor posible, para que
nunca se volvieran a repetir. Con mayor severidad en ese caso, cuando su
inspiración y ejecución tenía como fundamento la supuesta superioridad de una
raza.
En el caso de Venezuela el genocidio tiene sus particularidades. Genocidio –dice
el DRAE- es la exterminación o eliminación sistemática de un grupo social por
motivo de raza, de etnia, de religión, de política o de nacionalidad. Es verdad, no
hemos tenido cámaras de gas, pero sí hemos vivido la eliminación sistemática de
oportunidades para todos los que adversamos la mal llamada revolución
bolivariana. El mejor ejemplo de ese proceso es la lista Tascón o lista Maisanta,
donde quedamos identificados todos los opositores, con la orden universal y militar
de no emplearnos en la administración pública ni contratar con sus entidades. La
discriminación ha sido tan fuerte que creó una nueva clase de ciudadanos, con
menos derechos que otros. Es decir una especie de metecos o plebeyos, situación
que podía parecer normal en la vieja Grecia o en el Imperio Romano pero no en el
inicio del siglo XXI. Por si fuera poco, esta aguda discriminación tiene como telón
de fondo una gran crisis económica que ocasionó el cierre de miles de empresas

91
en el sector privado, que es el gran generador de puestos de trabajo. En otras
palabras, al pobre plebeyo venezolano no lo dejan trabajar en el sector público y
cada vez encuentra menos oportunidades en el sector privado. Esta infeliz
circunstancia creó la primera diáspora de la historia de Venezuela, conformada por
decenas de miles de profesionales jóvenes que emigraron buscando lo que su
país les negaba.
La existencia del plebeyo venezolano del siglo XXI, no es una realidad digerible,
ya que bajo ella subyacen millones de personas que han sido perseguidas,
discriminadas y vejadas, negándoles sus derechos básicos como son el de la libre
expresión sin retaliación y la imparcial administración de justicia.
Si en realidad la lengua es un organismo vivo, deberíamos ampliar el concepto de
genocidio e introducir dos niveles: genocidio duro (como el de la Alemania nazi) y
genocidio blando (como el que vivimos los venezolanos desde enero de 1999 con
el Teniente Coronel Chávez).
Cuando la historia sienta misericordia por este sufrido país y nos libere de la
pesada presencia de Chávez, los venezolanos debemos tomar el ejemplo de
Nuremberg y juzgar civilizadamente al Teniente Coronel y a todos aquellos
cómplices que lo acompañaron en la destrucción de un país, en el sacrificio de
una generación, en la pérdida de calidad de vida de 25 millones de personas y en
la creación de una agobiante hipoteca para los jóvenes venezolanos de hoy y de
mañana.
Todos conocemos el inmenso deterioro de las múltiples facetas del país (salud,
educación, vivienda, seguridad, infraestructura, instituciones y un largo etcétera)
pero un particular crimen sobre el que se debe hacer énfasis es el caso de
PDVSA, por lo que dicha empresa ha representado para nuestra economía y
significa para nuestro futuro.
La politizaron, despidieron a más de 20.000 trabajadores, acabaron con su
prestigio técnico y financiero, destrozaron una estructura que estaba preparada
para crecer y llegar a producir 6 millones de barriles por día, en el año 2008. Pero
además de eso hay un daño oculto que la mayoría desconoce: es el mal manejo
de los yacimientos, causa de la baja producción actual y del alquitranamiento de

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los pozos, situación esta última que impedirá que un pozo con una vida útil de 40
años mantenga una producción normal y la vea reducida a la mitad de su vida o
aún menos. Esos pozos no se podrán rescatar y el petróleo quedará allá abajo sin
posibilidad de extraerlo.
Para medir el inmenso daño ocasionado por la utopía socialista, que llena la
cabeza del emboinado comandante, los integrantes del Tribunal que lo juzgará,
deben plantearse preguntas agudas, que perturben nuestro ser colectivo:
¿de no haber sido por Chávez y de haber continuado con nuestra mediocre
democracia (que siempre respetó la autonomía de PDVSA), con la apertura
petrolera adelantada- Es decir que en lugar de expulsar a las empresas de la Faja,
hubiéramos promovido otros diez grandes proyectos y con los altos precios del
petróleo vigentes hasta julio del 2008, se imaginan la magnitud de nuestros
ingresos y de bienestar en ese escenario alternativo?
¿de no haber surgido el perturbado Chávez en la escena política nacional,
tenemos idea de las decenas de miles de personas que no hubieran muerto por
culpa de la inseguridad e impunidad que sufrimos a diario?
¿de no haber existido el iluminado de Sabaneta, se imaginan el dolor y sufrimiento
que nos hubiéramos ahorrado los enfermos y pacientes al ser atendidos en las
clínicas y hospitales, de un sistema de seguridad social que había sido discutido y
aprobado por una comisión tripartita, antes de las fatídicas elecciones de
diciembre de 1998? Ese sistema, sin lugar a dudas, hubiera sido mucho mejor que
la importación de médicos cubanos y la trágica Misión Barrio Adentro.
¿de no haber existido el predicador socialista Chávez y por lo tanto no haber
cerrado sus puertas más de diez mil empresas, cuántas personas no hubieran
tenido sus empleos todos estos años, en lugar de estar vegetando en las misiones
o incursionando en la delincuencia?
¿de no haber llegado al poder el Teniente Coronel y su camarilla de rufianes
militares y de pillos civiles -todos ávidos del verde billete- cuál habría sido el
destino del billón de dólares recibidos durante el período 1999 a 2009? Seguro
que no habría sido administrado impecablemente, pero debemos recordar, que
antes de 1998, teníamos Instituciones que le hacían contrapeso al Ejecutivo

93
(Carlos Andrés Pérez fue destituido por malversación de 250.000 dólares). Lo
opuesto de la actual debacle administrativa que sufre el país, donde solo vale la
voluntad del megalómano de Miraflores, gran encubridor de las más fétidas
negociaciones de la emergente camarilla robolucionaria.
La salud mental es un aspecto de extrema sensibilidad en cualquier sociedad, ya
que afecta el entorno familiar, vecinal y de productividad de un país. En el caso de
Venezuela está a la vista de todos nuestra condición de pueblo enfermo. Con
términos más precisos el siquiatra Luís José Uzcátegui, al analizar el miedo como
instrumento de dominación política (Revista ZETA, entrevista del 12/02/2010)
señala “desde el punto de vista psicológico, el daño es tremendo, todos los
trastornos de ansiedad y de pánico. La ansiedad flotante que es andar nervioso,
irritable, aprensivo, que no sabe qué va a suceder. Tenemos miles de personas
comprometidas con eso. Después los miedos que fomentan la tristeza, la
depresión, la sensación de fracaso, el pesimismo, que es la dimensión depresiva.
Luego están los miedos que estimulan la enfermedad psicosomática en todas sus
expresiones: problemas cardiovasculares y gastrointestinales. Prosigue el Dr.
Uzcátegui: Los miedos como agentes conflictivos en las relaciones sociales, en las
relaciones de pareja, de familia. El terror al caos económico. El miedo se ha
convertido en el mayor agente patógeno que Venezuela puede tener en este
momento, peor que el sida. Al contrario con otras epidemias, que puedes saber
cuantos casos tienes, pero con el miedo es imposible tener control, seguimiento,
no hay instrumento epidemiológico que pueda decir tanto en morbilidad o tanto en
mortalidad. ¡Cuánta gente ha muerto porque se le alteran los sistemas
inmunológicos, de cáncer, de enfermedades degenerativas por consecuencia de
tener una tortura mediática como la que tenemos!
En esa misma línea de pensamiento podemos plantearnos, cómo medir la
infelicidad, el grado de frustración, los brotes de ira que a diario surgen al
estrellarnos contra una cotidianeidad que solo muestra su cara fea, que ha venido
siendo laboriosamente construida por el Teniente Coronel, cuyo único norte es
permanecer en el poder, sin importarle cómo se ha deteriorado la calidad de vida
de la inmensa mayoría de los habitantes de este país.

94
Ha sido muy eficiente el TC Chávez al erosionar el característico tejido social del
venezolano, donde no se detectaban odios entre los diferentes estratos que lo
conforman. El genio maligno de Chávez ha creado dos países en confrontación.
Costará un gran esfuerzo y mucho tiempo, reconstruir los puentes y vínculos que
antes nos unían.
Chávez y su equipo de bolivarianos desquiciados y corruptos, merecen el
equivalente de un Juicio de Nuremberg, que los haga pagar por la eliminación
sistemática de oportunidades a millones de personas, que no comparten su
estrafalario proyecto de destrucción del país. Se les debe acusar de llevar a cabo
el genocidio blando más degradante de la historia venezolana.

12. Se acaban las palabras.


Desde hace décadas, sobre cada metro cuadrado de nuestro territorio ha estado
cayendo un diluvio de palabras. Hemos estado oyendo discursos, promesas y
declaraciones hasta el agotamiento, hemos escuchado la palabra hueca, melosa y

95
descarada de generaciones de pomposos e incoherentes políticos en quienes
lamentablemente hemos creído y en quienes hemos depositado nuestras
ingenuas esperanzas.
Desde esa tarima han hablado demócratas convencidos, militares camuflajeados
de demócratas, líderes de largas espuelas, burócratas de partidos de alma
corrupta, tecnócratas de buenas intenciones, pájaros bravos en busca de billete y
poder.
Todos han sido incapaces de resolver el problema de la pobreza y de enganchar
al país en el tren del progreso. A todos les faltaba algo, en la mayoría de los casos
podría resumirse que les faltó la participación de gente capaz, honesta,
trabajadora y con la mínima dosis de mística y convencimiento en su labor.
Nuestros dirigentes, esos señores populistas, demagogos y encantadores de
serpientes, siempre han tenido la capacidad de encandilarnos con su verbo y de
engañarnos con falsas promesas, que hemos digerido con placer, dado que
nuestra alma adolescente busca lo fácil, el camino del menor esfuerzo, lo
superficial, sin medir consecuencias futuras, de las cuales nos lamentamos
cuando ya no hay remedio.
En este inicio de milenio, el destino nos envió uno de los personajes con mayor
capacidad de destrucción que nuestra historia conozca. Destrucción de
instituciones, de oportunidades, de infraestructura, de generaciones de jóvenes
que ante la desolación formaron la primera diáspora venezolana.
El gran error del pueblo venezolano fue no percatarse de que, en este caso, el
demagogo también era militar y que dentro de su cabeza, además de una
desbocada ambición, habitaban fantasmas marxistas, patriotas fanáticos,
cantantes frustrados, el gran derrochador de la comarca, trompetas de la época de
la independencia, batallones de briosos caballos, himnos y alabanzas a su figura y
mil otros delirios de su alocada imaginación.
Este militar fue un afortunado al que la vida le ofreció la circunstancia de estar en
el momento y sitio indicados. Sufría el país una profunda desilusión, su vocación
democrática se tambaleaba, estábamos cansados de oír discursos y promesas.

96
Cansados de unos dirigentes corruptos que no presentaban hechos, obras. Solo
hablaban. En ese contexto se insertó el teniente.
Este militar, más que ningún otro dirigente en la historia, habla, habla y habla,
hasta causarnos un agotamiento infinito. Somos una sociedad enferma, estamos
aturdidos por ese eterno y profundo zumbido, que produce el incontenible torrente
de palabras salidas de la omnipresente boca del teniente. Algún día, cuando
termine el zumbido, sentiremos un profundo y relajante placer al cesar la tensión y
la crispación que produce el oír lo que no queremos.
Estamos agotados. No hablemos más, manos a la obra.

04/04/2014.
Anatomía de la crisis venezolana del año 2014.
A. Preámbulo.

97
Para entender cabalmente la crisis venezolana que ocurre en los primeros meses
del año 2014, se debe precisar su origen y hacer un recuento de los hechos
relevantes de las últimas décadas. Para ubicar el origen de la crisis es necesario
remontarnos a los años 1970 y 1980 para precisar que la causa mayor fue la
ceguera de la clase dirigente y en especial los líderes de los principales partidos
políticos AD y COPEI, que no se percataron que la sociedad clamaba por el
fortalecimiento de la democracia mediante la descentralización, por una lucha
frontal contra la desigualdad social, por la renovación de los cuadros dirigentes así
como por la incorporación del país a las nuevas corrientes en educación,
tecnología y globalización. La reacción de una clase dirigente miope y corrupta le
cerró al país, una vez más, el paso a la modernidad posponiendo las soluciones y
rechazando los cambios que implicaban la cesión de una parcela de poder. La
mejor evidencia de este argumento fue la ambición desmedida que llevó a Carlos
Andrés Pérez (CAP) y Rafael Caldera (RC) a postularse y obtener un segundo
mandato, impidiendo la incorporación de nuevas generaciones a los máximos
cargos del poder ejecutivo. Fue al finalizar el primer gobierno de CAP que
comenzó a manifestarse una fuerte frustración y desencanto con la clase dirigente
y sus fosilizadas políticas. El impulso inicial de implantación de la democracia en
los años 1960 y 1970, con oportunidades de educación y de movilidad social se
había debilitado y más bien lo que se percibía era el fortalecimiento de los cogollos
partidistas, de la banca y de los tradicionales grupos económicos, reforzados por
grupos nacidos a la sombra de la corrupción. Bajo este ambiente creció la
desigualdad social, es decir desde el vértice de la pirámide hacían ostentación los
nuevos ricos que se codeaban con los viejos mantuanos. La clase media dejó de
crecer y le cedió lugar a las clases populares que a duras penas sobrevivían.
Debemos recordar que en los períodos anteriores al Caracazo, es decir los
gobiernos de Luis Herrera y Jaime Lusinchi, el venezolano tomó conocimiento de
la inflación, basta con recordar el viernes negro de febrero 1983, cuando el bolívar
sufrió una drástica devaluación, dejando atrás décadas de estabilidad cambiaria y
trayendo la indeseable inflación como invitada permanente a la mesa de nuestro
hogares. Es importante señalar que la herencia que dejaron Herrera y Lusinchi fue

98
una crisis fiscal grave y un nivel de reservas internacionales muy cerca de cero. El
FMI y el Banco Mundial ofrecieron financiar las reformas y aportar los dólares
requeridos para la recuperación económica la cual se dio de inmediato, a los
nueve meses de aplicado el programa de reformas. Los partidos políticos y los
intereses económicos tradicionales, se opusieron frontalmente a esos acuerdos
con la retórica acostumbrada. El resultado fue que se dio inicio al proceso de
erosión que fue socavando las instituciones básicas que definen las libertades
políticas y económicas, creando la oportunidad para que en el horizonte se fuera
asomando el fantasma del caudillo militar o el hombre fuerte, al cual acuden los
pueblos cuando ven alejarse las esperanzas de una vida mejor.
Fue en este caldo de cultivo donde se sembró el paquete económico del segundo
gobierno de CAP, propiciando el Caracazo del 28/02/1989, desborde social y de
anarquía que puede interpretarse como la manifestación de un pueblo que se
sentía marginado y decepcionado, que oía hablar de la riqueza del petróleo, pero
no la veía por ningún lado. A raíz del Caracazo CAP queda políticamente herido,
AD no lo respalda, pero él mantiene su posición con relación al paquete. Esta
coyuntura demostró que el país no estaba preparado para dar un giro hacia el
futuro, la receta de CAP llegó tarde. Luego se presentó la denuncia sobre la
solicitud presidencial de una rectificación presupuestaria de 250 millones de
bolívares, de la partida secreta del Ministerio de Relaciones Interiores para gastos
de seguridad y defensa de la Nación. Para el 11 de marzo de 1993, el Fiscal
General de la Nación Dr. Escovar Salom, solicita ante la Corte Suprema de
Justicia el antejuicio de mérito contra CAP, quien finalmente es destituido en junio
de 1993. Por si fuera poco, en su segundo mandato, ocurrieron los intentos de
golpe de estado del 04 de febrero y 27 de noviembre de 1992 por militares cuyo
líder era el teniente coronel Hugo Chávez Frías (HCF).
Luego de la presidencia provisional de Ramón J. Velásquez, se convoca a
elecciones en diciembre de 1993 las cuales gana Caldera con el 30% de los votos
y 77 años de edad, quien logró esta victoria tras haberse separado de su partido y
haber creado el movimiento político Convergencia con apoyo de grupos de
izquierda como el MAS, MEP y PCV, derrotando a los tradicionales AD y COPEI.

99
Estas elecciones tienen la particularidad de mostrar un pueblo desorientado, hay
un 40% de abstención, es decir solo votaron 5.830.000 personas, Caldera obtiene
1.710.000 votos (30%), los otros tres candidatos (todos menores de 50 años)
obtienen cada uno más del 20%. En las elecciones anteriores del año 1988 la
abstención fue apenas de un 18%, votaron 7.315.000 personas. CAP las ganó con
3.868.000 votos (53%) y Eduardo Fernández que llegó segundo obtuvo casi 3
millones de votos. De una elección a otra se observa un fuerte crecimiento de la
apatía, el extravío y el desencanto.
La caída de los partidos tradicionales y el movimiento populista iniciado por Rafael
Caldera (RC), dieron pie a Chávez para iniciar su propio movimiento, el cual se
cristalizó al legalizar el partido MVR proveniente del MBR-200, que obtiene una
clara victoria en las elecciones presidenciales de diciembre 1998. Durante el
gobierno de Caldera fueron sobreseídos y salen en libertad los militares
involucrados en los intentos golpistas de 1992. Este acto de RC (el cual está en
sintonía con su discurso del 04/02/1992, donde de una manera ambigua condena
el golpe pero justifica sus razones) es un evento fundamental en la carrera política
de Chávez, ya que de haber permanecido preso, su participación en las
elecciones de 1998 no hubiera sido posible.

B. Cómo encontró Chávez al país en 1999.

Para las comparaciones que se mencionan a lo largo de este escrito, es necesario


recordar cuál era la situación del país para el 02 de febrero de 1999, fecha en la
cual Chávez asume la presidencia:
 Según cifras del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) para el año
1998 la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes era de 19, cifra que
subió a 78 para el año 2013, es decir se cuadruplicó. El año 2013 murió de
forma violenta un venezolano cada veinte minutos, hasta sumar casi 25.000
víctimas. Desde que llegó el fallecido mandatario Hugo Chávez al poder en
1999, son 200.000 las personas que murieron en circunstancias parecidas.
Para tener una idea de la gravedad de esta cifra, de acuerdo con la
Organización Mundial de la Salud (OMS), se puede hablar de una epidemia

100
de homicidios cuando asesinan a 10 ciudadanos por cada 100 mil
habitantes.
 El 5 de febrero de 2003, se establece en Venezuela un régimen de control
cambiario denominado CADIVI. Hasta ese día usted podía ir a su banco y
comprar los dólares que necesitase, sea en efectivo, travellers checks o
transferencia a su cuenta en el exterior. Para febrero 1999 la tasa de
cambio era de 580 Bs/U$, bolívares viejos.
 Para el año 1998 las importaciones eran de U$14.700 millones y para el
año 2012 estas llegaron a U$59.300 millones, es decir se cuadruplicaron.
Lo grave de estas cifras es que en ellas tiene un peso importante la
importación de alimentos, rubro al cual se destinan entre U$7.000 y U$
8.000 millones anuales, como promedio de los cuatro últimos años. Según
Carlos Machado Allison en la década de 1991 – 2000 el consumo de
alimentos importados fue de U$66 por persona por año, cifra que para la
década 2001 – 2010 alcanzó un promedio de U$135 por persona por año,
es decir se duplicó. En esa factura destaca el crecimiento en la importación
de carne, arroz, azúcar, aceite y alimentos para animales, productos que
tenían una alta producción nacional. Hace cinco años la producción
agropecuaria nacional se acercó a 19 millones de toneladas y en la
actualidad no llega a 15 con el agravante que en 5 años el número de
personas ha aumentado en 2,5 millones. Después hablan de soberanía
alimentaria.
 El otro aspecto de las importaciones es que, al cerrar más de 200.000
empresas, unas 4.000 del sector industrial, tenemos que importar lo que
antes se producía localmente. Fedecámaras asegura que cuatro mil
industrias han desaparecido en los últimos diez años en el país y lo atribuyó
directamente a las pésimas políticas de los gobiernos chavistas. El
presidente de Fedecámaras, Jorge Roig señaló que el Estado ha
intervenido en casi todas las áreas de la economía privada y que las
empresas tomadas o expropiadas por el Gobierno a lo largo de la última
década “todas operan más o menos al 50 % de su capacidad total”. Señaló

101
también que apenas el 2 % de las tierras intervenidas por el Estado están
productivas, después de que fueran intervenidas millones de hectáreas en
ese lapso. Diez de las 16 centrales azucareras están en manos del Estado
y operan a un 48 % de capacidad, señaló como ejemplo.
 En enero de 1999, un mes antes de la toma de posesión de Chávez se
inicia el alza de los precios del petróleo (en ese mes U$10 por barril), para
enero de 2000 superaba la barrera de U$ 20 por barril, en enero 2006
llegaba a los U$ 60 por barril y en junio del 2008 alcanzaba la cúspide de
U$120 por barril. Luego sufrió una brusca caída a menos de la mitad para
enero 2009, de donde remontó con fuerza hasta el nivel de los U$100 por
barril, como promedio de los años 2010, 2011, 2012 y 2013.
 El nivel de producción de PDVSA entre los años 1997 y 2000 era de
3.500.000 barriles por día (b/d), mientras que para el 2013 apenas
superaba los 2.600.000 b/d. Para agravar este cuadro debemos señalar
que debido al generoso subsidio a la gasolina el consumo interno para el
año 2013 llegó a 832.000 b/d, lo que representa un alza de 34% frente a los
622.000 b/d que representaba la demanda hace 10 años. El deterioro de
PDVSA ha sido tal que para el cuarto trimestre del año 2013 se realizaron
importaciones de combustibles por el orden de 200.000 b/d, lo que obligó a
la empresa a erogar U$ 7.500 millones y reducir su aporte de divisas al
BCV. Las perspectivas apuntan a que este año las compras al exterior
serán de 230.000 b/d, debido principalmente a los problemas que afronta
en el sistema de refinación del país y al crecimiento del consumo interno
antes señalado. Para diciembre del año 1998, según los estados
financieros de PDVSA la deuda externa llegaba a U$ 7.000 millones, esta
cifra llegó a U$ 50.000 millones para junio del 2013, situación que se
agrava al incluir los U$ 65.000 millones que debe al BCV. En cuanto a la
administración interna de PDVSA y como una muestra de pésima gerencia
la nómina de la empresa pasó de 35.000 trabajadores en 1998 a 120.000
trabajadores en el 2013. Los estudiosos de nuestra economía señalan que
la actual crisis cambiaria tiene su origen en que la producción petrolera no

102
logra aumentar y más bien muestra una tendencia decreciente, generando
menos dólares para el país.

C. Anatomía de la crisis.

Conjuntamente con las cifras y hechos históricos reseñados en las páginas


anteriores, que son las primeras evidencias del profundo proceso de deterioro que
ha venido sufriendo Venezuela, para llevar a cabo la anatomía de la crisis también
es necesario considerar los siguientes elementos, que nos permitirán conocer la
auténtica naturaleza del chavismo:
1. En la segunda mitad del siglo XX Chávez fue el protagonista de uno de los
pocos golpes de estado de ese período. El 04 de febrero de 1992 el
teniente coronel Chávez llevó a cabo un golpe militar que fracasó por el
apoyo de las fuerzas leales al gobierno de CAP. El 27 de noviembre del
mismo año, otro grupo de militares vinculados a Chávez, intenta una nueva
sublevación y también fracasa.
2. Las elecciones presidenciales efectuadas en Venezuela el 6 de
diciembre de 1998 para elegir al presidente de la República dan como
ganador Hugo Chávez del MVR con el 56% de los votos válidos (6.500.000)
y un 36% de abstención (4.000.000 de votos).
3. En el mes de abril del 2002 se realizan las mayores manifestaciones de la
historia de Venezuela, protestando contra el gobierno socialista que Chávez
quería imponer. En la madrugada del 11 de abril el Alto Mando Militar
venezolano anunció que Chávez había renunciado. Sin respetar el clamor
de la mayoría, militares adversos a Hugo Chávez ejecutaron un golpe de
estado que colocó en Miraflores al presidente de Fedecámaras Pedro
Carmona. Luego de fuertes protestas de los simpatizantes de Chávez y
algunas presiones internacionales, los militares leales al Gobierno
retomaron el poder y Chávez reasumió la Presidencia en la madrugada
del 14 de abril de 2002.
4. Para calmar el creciente descontento de la población Chávez promueve el
Plan Bolívar 2000, al ver que este mecanismo podría ser una poderosa

103
herramienta de populismo, se diseñan las misiones en el año 2003, a fin de
atender en forma prioritaria a los sectores populares del país en áreas
donde existieran fallas de la política social. Su aparición ocurre dentro de un
clima de confrontación y polarización política que las misiones pretendían
suavizar, objetivo que se logró al bombear miles de millones de dólares a
los bolsillos de los sectores populares y a las cuentas de los corruptos que
florecían a un ritmo exponencial.
5. Consejo Nacional Electoral (CNE): por su condición de militar y por sus
acciones golpistas se puede afirmar que Chávez no fue un demócrata, así
como ninguno de su entorno. Una de sus metas prioritarias fue penetrar el
CNE colocando sus fichas tanto en la Directiva como en los cuerpos
técnicos de ese organismo. Asesorados por los cubanos, los chavistas
tejieron una red que les permitió el completo dominio del CNE y de los
numerosos eventos electorales realizados en estos últimos catorce años.
6. El dominio del CNE logró resultados absurdos a favor del chavismo, que
nos deben de servir de evidencia del talante no democrático de los
dirigentes chavistas. Tal es el caso de las elecciones parlamentarias del
26/09/2010 donde obtuvieron 98 diputados con 5.423.000 votos (48,13%),
mientras la oposición obtenía 65 diputados con 5.320.000 votos (47,22%).
Por otro lado, están las elecciones presidenciales de abril 2013 con el
candidato Maduro (7.587.000 votos / 50,60%) versus Capriles (7.364.000
votos / 49,20%), es decir una diferencia de alrededor del 1,50%. Lo que se
debe destacar de las elecciones de abril 2013 es el grosero ventajismo del
candidato oficial, utilizando todos los recursos del estado, más las
insoportables cadenas, más el miedo sembrado entre los empleados
públicos de perder su empleo y para remate los medios de comunicación
amordazados. Eso no es democracia.
7. Los pilares del chavismo: son varias las razones que le facilitaron a Chávez
el camino al poder, la primera y más importante fue la miopía de los
dirigentes de AD y COPEI de no implementar en el momento oportuno las
medidas de carácter social para disminuir la desigualdad e incrementar la

104
movilidad para fortalecer a la clase media. Lamentablemente ocurrió lo
contrario, es decir aumentó la pobreza y los sectores populares sintieron la
presión de la inflación y el desempleo. En ese ambiente fue que Chávez
sembró su semilla, creció y llegó a la presidencia como el ángel vengador
de las clases populares. En el año 1999 las encuestas revelaban que el
80% de la población estaba a favor de Chávez. Se había convertido en un
fenómeno político sin precedentes en la historia de Venezuela. Sobre esa
ola de popularidad Chávez convocó una Asamblea Constituyente, donde
sus partidarios (Polo Patriótico) logran 121 puestos de los 128 establecidos.
Con esa mayoría se inicia el proceso de redactar la nueva carta magna, la
cual se somete a referendo el 15/12/1999 en el que se aprueba con el 72%
de los votos. La abstención fue del 55%. Con la elección de los miembros
de la Asamblea Constituyente se da inicio a una serie de triquiñuelas
electorales, que conjuntamente con el dominio de CNE, perpetúan a
Chávez en el poder. Recordemos que al excluir la representación
proporcional como método de elección, se adoptó en su lugar el sistema
mayoritario. Este sistema (kino electoral) le garantizó a los candidatos
oficialistas una insólita sobre representación, alcanzando con el 60% de los
votos, el 95% de los escaños (121 puestos), mientras que la oposición con
38% de los votos sólo obtuvo 7 puestos en la Asamblea Constituyente.

8. El 15 de agosto del 2004 se celebró un referéndum revocatorio


presidencial (RRP) para decidir la permanencia de Hugo Chávez en la
jefatura del Estado, cuyo resultado fue de no revocarlo. Fue un referéndum
activado por la oposición para intentar destituir democráticamente al
presidente Chávez mediante el voto popular según lo previsto en la
propia Constitución de 1999. Lo que motivó la realización del referéndum
fue la crispación social y la crisis política que sumió al país y que
desembocó en el Golpe de Estado del 11 de abril del 2002 . La ley electoral
exigía la recolección de un número mínimo de firmas de la población
venezolana para poder activar el referéndum. Así, la oposición aglutinada

105
en la Coordinadora Democrática, decidió iniciar la labor de recolección de
firmas, proceso que tuvo un masivo apoyo de los medios de comunicación
privados nacionales, que en su mayoría adversaban a Chávez. Los
resultados del RRP fueron: Sí (a favor de la destitución de Chávez):
3.989.000 = 40,6 % / El No (a favor de la permanencia de Chávez en el
poder): 5.800.000 = 59,1 %. Luego de transcurrido el referéndum, fue
publicada en internet la lista de los firmantes por la realización del mismo, la
llamada Lista Tascón. Hubo serias denuncias del uso de dicha lista como
un instrumento de discriminación contra de los firmantes y de la oposición
en general. Para esa fecha el país ya estaba polarizado, sin embargo, la
aplicación de la mencionada lista potenció la polarización al crear
ciudadanos de segunda clase, es decir los 4 millones que votamos por la
destitución de Chávez. Sobre los resultados del RRP ha quedado una
gruesa capa de dudas, fraudes y engaños. Para comenzar está el
comentado dominio del CNE por parte del chavismo, pero específicamente
sobre el proceso del RRP se pueden señalar: las trabas para la recolección
de firmas, pasando por la adquisición de las máquinas de votación sin
proceso de licitación, prohibición de acceso a la sala de totalización a los
representantes del Sí, una inexplicable transmisión de doble vía entre las
máquinas de votación y los servidores del CNE y finalmente los resultados
que fueron analizados por expertos independientes, con los cuales se
consolidó la sospecha de un fraude masivo ese 15 de agosto. Uno de los
aspectos más graves son los resultados obtenidos en las encuestas a boca
de urna o “exit polls” donde dos empresas realizaron 23.800 y 12.300
entrevistas, obteniendo cada una resultados similares, alrededor del 60%
para el Sí y el 40% para el No, proporción que mediante un malabarismo
electrónico, el CNE invirtió con el descaro y la cínica sonrisa de siempre.

9. Las consecuencias del referéndum revocatorio, que definitivamente


ratificaron a Chávez en el cargo, fueron el cese de las manifestaciones y
disturbios en el país, Chávez salió muy reforzado, empezó a realizar una
política internacional aún más activa, además de una mayor atención sobre

106
América Latina. También el presidente Chávez declaró que era socialista.
Las consecuencias del referéndum para la oposición fueron a la inversa. La
alianza de los diferentes grupos se quebró, se disolvió la Coordinadora
Democrática, se debilitaron aún más los partidos políticos y en general
perdieron fuerza de convocatoria. De esa manera se inició un largo y
desalentador período con un Chávez fuerte y una oposición agotada, dicho
período va desde agosto 2004 hasta la muerte de Chávez en marzo 2013.
Lo que no consideraron los chavistas, inmersos y embriagados por el
poder, fue la implacable acción de las variables económicas (por razones
ideológicas, por ignorancia y por una coyuntura petrolera favorable) que
serían a largo plazo, el factor erosionador de una situación de poder que
ellos asumen como inexpugnable.
10. Megalomanía y narcisismo por parte de la dirigencia chavista, riqueza
excesiva, corrupción extrema, obsesión por una dañina ideología del
pasado, culto a la personalidad (“Supremo Comandante”), escasos
recursos humanos, polarización de la población, pésima administración,
desprecio por los principios democráticos, excesiva concentración de poder
y la satánica presencia e influencia de la Cuba de Fidel, son los principales
ingredientes de la fatal receta que constituye la tragedia que vive
Venezuela. La figura e influencia de Fidel sobre América Latina no deja de
sorprenderme y no dejo de preguntarme ¿cómo es posible que hoy en día,
cuando la información está al alcance de todos, existan personas que
admiren al sanguinario Fidel? No solamente lo admiran, sino que lo invitan
a su casa en calidad de huésped de honor. He visto a Fidel pasearse en
casi todos los países de América Latina como el invitado estrella,
acompañado de las respectivas élites políticas. La última ocasión fue en La
Habana con motivo de II Cumbre de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada los días 28 y 29 de
enero de 2014, cuyo documento final llamado “Declaración de La Habana”
incluye en su texto frases como: “….Fortalezcamos nuestras democracias y
todos los derechos humanos para todos........”. ¿Habrán leído los 33 Jefes

107
de Estado, de Gobierno y demás representantes del CELAC la mencionada
Declaración?, ¿desde cuándo Cuba es una democracia?, ¿desde cuándo
se respetan los derechos humanos en Cuba?, ¿de qué enfermedad o
ceguera padecen los dirigentes de América Latina?, ¿es que no recuerdan
que los Castro son asesinos?
11. Señalan los economistas que el país recibió en los catorce años del
chavismo 1,20 billones de dólares (1.200.000.000.000), recursos suficientes
para modernizar toda la infraestructura, llevar a cabo una revolución
educativa, establecer un sistema de seguridad social independiente,
fortalecer la industria petrolera y mejorar el nivel de vida de todos los
venezolanos, acciones del estado que en su conjunto vigorizarían al sector
privado, generando decenas de miles de puestos de trabajo en todos los
niveles de la economía, con lo cual se reduciría la delincuencia a su mínima
expresión. Ese es el costo de la oportunidad perdida.
12. Violación de los derechos humanos: Chávez y más reciente Maduro han
sido consecuentes y permanentes violadores de los derechos humanos de
los venezolanos. Esto no lo dice la oposición, pueden acudir a los informes
de Amnistía Internacional y a los de los Relatores Especiales de la ONU, en
los que se ratifica que el chavismo ha recorrido todo el alfabeto de los
derechos humanos, violándolos todos y cada uno con el característico
descaro de su estilo, donde muestran el librito de la moribunda Constitución
afirmando que vivimos en una democracia. Nada más lejos de la realidad
en estos primeros meses de este año 2014, en el que diariamente podemos
constatar y sufrir flagrantes violaciones de nuestros derechos.

13. ¿Quiere saber si hay libertad de expresión en Venezuela? Veamos que


dice la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH): "Es grave
porque el marco jurídico es de enorme ambigüedad y el gobierno tiene
facultades muy fuertes para sancionar a los medios o incluso sacar a los
medios del aire". ¿No está todavía convencido? Veamos lo que dice
Antonio Pasquali: "Según informaciones oficiales, el Gobierno dispone hoy
de 6 televisoras (de alcance nacional y continental, como Telesur), 40

108
televisoras comunitarias, unas 100 emisoras radiales y unas 400
comunitarias, 3 periódicos nacionales y unos 100 comunitarios, una
agencia de noticias (AVN), incontables sitios web, una central de twitteo
presidencial con 200 empleados y un presidente que lleva 260.000
minutos hablándole al país, casi una hora diaria". Más adelante señala
Pasquali: “Chávez seguirá haciendo lo que le dé la gana, el gobierno
continuará amenazando e induciendo al silencio las voces de la
disidencia. El ventajismo oficial será cada día más patente". Por otro lado
recuerde que el 1º de agosto de 2009 la Comisión Nacional de
Telecomunicaciones (Conatel) remitió orden a 34 emisoras de radio que,
por orden del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quedaban
cerradas. Ya en mayo de 2007 habían cerrado a RCTV. La pregunta
lógica ¿hay libertad de expresión? Por supuesto, siempre y cuando usted
hable bien de Chávez y su heredero.

D. Decadencia del modelo chavista: a continuación, un listado –sin orden de


importancia- de los principales factores del desgaste:
a) Desgaste natural: son catorce años de promesas fallidas, los males ya no
pueden atribuirse a los gobiernos anteriores a 1999.
b) Muerte de Chávez: desaparece el único líder del oficialismo.
c) Corrupción galopante: la ausencia de los organismos de contraloría, la
impunidad y el descaro de los boliburgueses ávidos de riquezas son
factores que sin duda van permeando en la opinión pública.
d) Deterioro de la infraestructura: a lo largo de todo el país se incrementaron
las fallas de los servicios públicos hasta llevarlos a una situación de ruina.
Como ejemplo ilustrativo, basta recordar los apagones a todo lo largo del
territorio. Por supuesto que este deterioro en buena parte se debe a la
corrupción, la mala administración e ignorancia de los cuadros chavistas.
e) Presencia cubana: según cifras oficiales del año 2012, en Venezuela había
un total de 44.800 cubanos en las misiones, la administración pública y el
ejército. Sin embargo, de acuerdo a lo expresado por el general retirado

109
Antonio Rivero, en el país hay más de 100.000 cubanos, entre ellos unos
5.000 oficiales del G2. Lo absurdo de esta situación es que por esa plaga
de parásitos y sanguijuelas el país ha venido pagando 100.000 barriles de
petróleo por día (unos U$3.600 millones por año), más otra cantidad similar
por concepto de préstamos y otros servicios. En resumen, los cubanos nos
han venido costando la dolorosa cifra de U$ 7.500 millones por año. Aparte
del costo, lo desagradable de esta situación es que un buen porcentaje de
los cubanos llegan con voz de mando, apoderándose de Registros,
Notarías, dependencias públicas y el ejército. El rechazo a la presencia
cubana es una fuerza que crece día a día y que llega al primer plano entre
los argumentos de las manifestaciones populares.
f) Economía: en el año 2013 la inflación fue 56%, cifra que nos situó a la
cabeza del mundo. Pero lo más preocupante es que las cifras de inflación
anual del período 2008 al 2012 oscilan entre el 20% y el 31%, por lo tanto
sufrimos de un agudo proceso de empobrecimiento que se siente en el
bolsillo de todos los venezolanos. Si a esto sumamos el cierre y
expropiación de miles empresas que le daban trabajo a decenas de miles
de personas, más el control de divisas y de precios, lo natural es que se
haya creado la insólita situación de escasez en un país que flota sobre las
mayores reservas de petróleo del mundo. El país ha venido sufriendo un
sistemático proceso de debilitamiento y destrucción de todos sus activos, lo
que más va a costar reconstruir son los recursos humanos (tanto los que se
fueron del país como aquellos que han sido malcriados por las Misiones, la
corrupción y las pésimas lecciones de moral de los dirigentes chavistas) e
institucionales (comenzando por el poder judicial, el sistema educativo y de
salud, la contraloría, las FAN y PDVSA).
g) Economía y política: no hay dudas de que Chávez fue una persona con
suerte, justo en enero de 1999 se inicia el alza de los precios del petróleo
(en ese mes U$10 por barril), para enero de 2000 superaba la barrera de
U$ 20 por barril, en enero 2006 llegaba a los U$ 60 por barril y en junio del
2008 alcanzaba la cúspide de U$120 por barril. Luego sufrió una brusca

110
caída a menos de la mitad para enero 2009, de donde remontó el nivel de
los U$100 por barril, como promedio de los años 2010, 2011, 2012 y 2013.
Aquí está el origen de los 1,20 billones de dólares que entraron al país en
catorce años y que Chávez despilfarro sin misericordia. El significado
político de esa inmensa fortuna es que ella le permitió mantenerse en el
poder en Venezuela, pero mantener esa estructura cuesta. Para los
primeros años de la era chavista el número de empleados públicos estaba
en el orden de 1.300.000 personas, cifra que para diciembre del 2013 se
acercaba a 2.500.000 empleados. A esto debe sumarse las costosas
compras en armas a Rusia y China (cuyos montos nunca sabremos). Otra
vertiente de la fuga de recursos es lo que se lleva la corrupción, basta con
recordar lo señalado por dirigentes chavistas (Giordani y otros) con relación
a las empresas de maletín, a quienes se les acusa de llevarse el 30% de las
divisas aprobadas por Cadivi. Uno de los aspectos más importantes en los
sueños de Chávez era la exportación de la revolución bolivariana (idea
inculcada por Fidel), para esto debía erigirse en un poder regional (al
menos en el Caribe y algunos países de América del Sur), países de
quienes logró una posición sumisa a punta de regalos y petróleo barato. No
está de más señalar que la gran beneficiaria de la bonanza petrolera y de
los sueños del teniente coronel es la Cuba de Fidel. A Chávez le ocurrió lo
que al típico nuevo rico, mantener un ritmo de vida de lujos y derroches lo
más seguro es que te lleve a la ruina. En nuestro caso fue así, PDVSA cada
año producía menos, se necesitaban más dólares para importar bienes,
porque se había destruido tanto el sector agropecuario como el industrial,
comenzó a acentuarse la escasez y a surgir en el grueso de la población
una nube de inquietudes e incertidumbres, así como a percatarse de que
les estaban robando el futuro, que no tenían expectativas. Se fraguaba así
la rabia y el descontento de los estudiantes que fueron los primeros en salir
a las calles, seguidos después por amplios sectores de la oposición. El
futuro del chavismo depende de cómo respondamos las siguientes

111
preguntas: ¿se mantendrán los estudiantes y los partidos políticos en la
calle?, ¿no se cansaran?, ¿aumentará la represión por parte del gobierno?

E. Conclusiones

En el corto plazo, es decir dentro del horizonte del 2014, lo más probable es que la
situación económica y de escasez se agudice. Las razones están a la vista, cada
día entran menos dólares, las fuentes de financiamiento (tanto para el sector
público como para el privado) están cerradas, la propia crisis ha generado un
retraso y un deterioro en el sistema de logística y transporte de las materias
primas y mercancías. Finalmente, el gobierno ni baja su tono amenazante, ni cesa
de aprobar nuevos decretos por la vía de la Ley Habilitante (aprobada el
19/11/2013), destacando entre ellas la Ley Orgánica de Precios Justos, que se
hizo oficial el 23 de enero de 2014. Es como si la mano de un ser perverso
estuviera dándose gusto al reunir todas las variables para construir el peor de los
escenarios.

Las protestas pudieran disminuir, la gente podría agotarse, pero la situación


económica seguirá igual (la misma escasez, inflación y desempleo), que es uno de
los grandes motores de las protestas. Los otros motores son la inseguridad, el
abuso de poder de los chavistas y los pésimos servicios públicos, que tampoco
tienen solución a corto plazo. Es decir, los grandes motores o razones de las
protestas mantendrán su vigencia, alimentando con renovadas energías la
convicción de los estudiantes, los partidos políticos y el pueblo opositor de
mantenerse en la calle.

La lucha será larga, este recuento nos ha permitido constatar y recordar la larga
lista de atropellos, fraudes, abusos y ventajismos de lo que es capaz el chavismo
dirigente, así como su increíble capacidad de destrucción, ya hemos visto lo que
hicieron con la infraestructura, con el tejido empresarial e industrial y con PDVSA.
No debemos olvidar que en su gran mayoría son militares golpistas o integrantes
de la más cavernaria izquierda, que nos han impuesto el más absurdo programa

112
de gobierno elaborado por mentes que se quedaron ancladas en la utopía
comunista de hace 50 años atrás.

A toda la maldad e ignorancia que bulle en la mente de los dirigentes chavistas


debemos sumarle el apego al poder por parte de su cúpula, su carencia de
principios democráticos, la soberbia que les ha florecido en estos catorce años, los
millones de dólares que dejarían de percibir tanto los boliburgueses como los
cubanos, todas son razones de peso para agotar hasta la última caja de balas.

Leonidas Torres Citraro.

leonitor@gmail.com

FIN

113
Nombre y apellidos: Leonidas Torres Citraro (C.I. V-2.121.023)
Nacido en Caracas, Venezuela, el 16 de agosto de 1943.
Casado, cuatro hijos.
Email: leonitor@gmail.com

Estudié ingeniería industrial en la Universidad Mackenzie (Sao Paulo, Brasil),


donde me gradué en diciembre de 1968. Luego revalidé como ingeniero mecánico
en la Universidad Central de Venezuela en diciembre 1988.
Mis primeros trabajos como ingeniero fueron en la Corporación Venezolana de
Fomento y en el CONICIT. Después establecí con otros profesionales una oficina
de asesoría, especializada en evaluación de inversiones, el área financiera y de
mercado de capitales. Esta etapa duró quince años y luego me incorporé a
Pequiven, la filial de PDVSA responsable de los proyectos petroquímicos, allí
trabajé desde febrero 1988 hasta diciembre de 2001. Fui profesor de la UCV
(Facultad de Ciencias) y en la UCAB (Ingeniería Industrial). Desde el año 2002
trabajo como asesor para dos empresas de consultoría, ubicadas en Caracas y
Panamá. Soy profesor invitado del postgrado de Propiedad Intelectual de la
Universidad de los Andes (Mérida) y del postgrado de Propiedad Intelectual de la
Universidad Externado.
Residenciado en Bogotá, Colombia.

PUBLICACIONES

Artículos publicados:
a) "Los activos intangibles dentro del contexto de la sociedad del
conocimiento: el reto de su identificación y valoración." (publicado en la
Revista Propiedad Intelectual, año 09, N°13, de la Universidad de los
Andes, Mérida - ULA). http://tinyurl.com/h59pdkc

b) "La Nueva Dependencia: Los Activos Intangibles" (publicado en la Revista


Propiedad Intelectual, año 11, N°15, de la ULA). http://tinyurl.com/hmn8una

c) "Métrica para la sociedad del conocimiento" (publicado en la Revista La


Propiedad Inmaterial, N°16, año 2012, Universidad Externado, Bogotá)
http://tinyurl.com/ztx8lst

d) “Los activos intangibles y su importancia en la sociedad del conocimiento”


(publicado en la Revista La Propiedad Inmaterial del año 2014, Universidad
Externado, Bogotá) http://tinyurl.com/ha8fxns

114
e) “Educación e innovación, pilares del desarrollo” (publicado en la Revista La
Propiedad Inmaterial de diciembre 2015, Universidad Externado, Bogotá)
http://tinyurl.com/zzhwjbz

f) “Innovación, portal hacia el futuro” (publicado en la Revista La Propiedad


Inmaterial de junio 2016, Universidad Externado, Bogotá)
http://tinyurl.com/zev3j6g

g) “Cultura de innovación, ideas para su desarrollo.” (artículo propuesto para la


Revista “La Propiedad Inmaterial” de diciembre 2016, Universidad
Externado, Bogotá)

Libros publicados:
 “Ficciones urbanas”, Colección de cuentos, febrero 2001, Editorial Comala,
ISBN 980-6478-37-1
 “Crónicas de la decadencia, Sobre la agonía de un pobre país rico”
(Colección de ensayos – Amazon – abril 2013) (ISBN 978-958-46-2000-2)
http://tinyurl.com/m6uh4rz
 “América Latina: bochinche e insignificancia” (Amazon – enero 2014)
http://tinyurl.com/lb876rc
 “Sociedad del conocimiento, su evolución, presente y perspectivas” (ISBN
978-958-46-2113-9) / (Amazon – febrero 2014) http://tinyurl.com/lsmr6h3
 “Innovación, sus mil facetas” – (en manos del Consejo Editorial de la
Universidad Externado para decidir su publicación)

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