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Opera: Akhnaten

Compositor: Philip Glass

Alejandra Martínez Flores

En este ensayo hablaré sobre la ópera de Akenatón, un faraón de la civilización egipcia, que
no solo fue uno de los gobernantes más destacados, sino que se enfocó más que en la
problemática de la sociedad y la política, fue en la filosofía y religión de esta cultura y
civilización.

También es participe en esta obra personajes como su esposa Nefertiti y toda la familia real,
los cuales tienen un papel importante en la política de Egipto., además de ayudarlo a
gobernar, Nefertiti marca un antes y un después en el papel que la mujer tenía como esposa
en la corte real del Antiguo Egipto.

Acto I.

Al comenzar se puede apreciar una especie de introducción a la historia con una música que
transmite una especie de tensión, se pueden apreciar la sección de cuerdas en la orquesta con
unos cornos haciendo un colchón armónico. Esta tensión aumentando conforme pasan los
primeros minutos, hasta que los alientos hacen presencia, como tratando de llegar a la
culminación de dicha emoción, aunque, esto se prolonga unos minutos más.

Después de mantenerse en constante tensión, pareciera que terminara, disminuyendo su


intensidad, pero en vez de eso, remonta con toda la orquesta sinfónica, en la que ahora todos
los instrumentos se hacen presentes, trasmitiendo, lo que yo creo que son una mezcla de
emociones, como si quisiera decir que cuando crees que estarás aliviado de algo o que sabes
la respuesta, esto cambia todo y surgen nuevas preguntas y problemas por resolver.

La música vuelve a bajar su intensidad, tal vez transmitiendo el medio del conflicto, el
momento de análisis sobre lo que estamos buscando resolver. Finalmente, después de un
clímax de nuevo intenso, esta sensación va bajando, y se escucha una voz recitando unas
palabras, un refrán, hasta que la música desaparece. Este es el inicio de la historia.

Alejandra Martínez Flores


Un escriba recita un estribillo, que al parecer relata la muerte de un faraón, el hecho de como
el alma de este no es la de un simple mortal, y como debe subir y brillar en el firmamento,
como un dios, pues “él no es de este mundo, el pertenece a los cielos”.

Al terminar este estribillo, suenan los tambores seguidos de los violoncellos, rindiendo
homenaje al faraón que yace, y canticos en su honor, éste ritual es de acuerdo con el Imperio
Nuevo según las costumbres de los egipcios. El faraón al que le rinden un funeral sagrado es
Amenhotep III.

Conforme avanza la música el coro se vuelve más intenso, como si gradualmente quisieran
alcanzar algo más allá, que sus cantos lleguen al más allá, y que los escuchen los dioses, así
transcurren hasta que súbitamente terminan.

Después de pesto Akenatón se prepara para su coronación como nuevo faraón del Alto y Bajo
Egipto, la música en esta parte de la obra es mas apacible, con un sentido más ambiental de
un día típico de preparativos en Egipto, sonando principalmente los instrumentos de aliento
madera en la orquesta, con pequeñas interacciones de cuerdas. Súbitamente hay un cambio
de música, vuelve a ponerse más tensa, como transmitiendo algo de presión, hasta que
comienza el coro a recitar unas palabras, recitadas por Horemheb, un miembro de la corte
egipcia, para finalmente coronar como nuevo faraón a Akenatón.

Los canticos que recitan el coro y el cantante son palabras que antiguamente recitaban a los
faraones el día de su coronación, en el que los elevaban al termino de hijos de dioses, ya que
al morir ellos pasaban a ser uno con el máximo dios, Ra. Esta composición de alabanza denota
tintes sagrados, pues el coro da una atmosfera de algo sagrado y alcanzar lo más alto.

Las campanas suenan y la atmosfera vuelve a cambiar, suena un ambiente más dramático, y
“Akenatón” comienza interpretando un texto en egipcio, después se le unen “Nefertiti” y la
reina Tiy, su madre, quienes le cantan al ahora faraón, le piden que vele por el futuro de su
mundo, parece que le rezan como si fuera un dios, pues así lo contemplan ahora con su nuevo
cargo, piden por los ríos, por la vida, por los habitantes de Egipto.

Finalmente, la reina Tiy y Nefertiti dejan solo a Akenatón, para que medite sobre su nueva
posición y sobre lo que continua ahora en su vida como faraón, abriendo paso no solo a una
nueva etapa para el sino para todo Egipto.

Alejandra Martínez Flores


Las campanas suenan dramáticamente, acompañadas de la orquesta, hasta que cada
instrumento se va apagando, y solo quedan las campanas, que se desvanecen hasta quedar en
silencio. Este es el fin del acto I.

En este acto podemos apreciar como esta bien sentada una religión politeísta, con ritos
sagrados específicos, y un pueblo muy devoto no solo a su dios sino a su faraón, todo el
mundo esta triste, incluso la música suena así, pero ellos no imaginan que no solo están
diciendo adiós a un faraón, sino también, a una época.

Acto II.

Este acto se sitúa cinco años después de la coronación de Akenatón, él ya es un faraón con
algo de experiencia y con una manera de pensar al parecer más madura.

Comienza con los instrumentos de viento dominando la melodía, más concretamente los
clarinetes, hasta que todos los alientos madera se unen a ellos y posteriormente la orquesta.
Poco después se pueden escuchar los canticos del coro, junto con el que sería un sumo
sacerdote, implorando al dios Amón, y rindiéndole culto. La música siempre puede percibirse
con tintes sagrados, y un poco de tragedia, como si transmitieran su sumisión ante su dios.

Los egipcios siempre trataban de transmitir sus sentimientos y cultos más sagrados a través
de la música, tratando de alcanzar la perfección ya que para ellos la armonía era lo más
importante, se puede apreciar en esta pieza el punto de perfección al que deseaban llegar para
complacer a su dios.

Puede apreciarse un conflicto y la voz de Try y la de Akenatón entran en escena, no en modo


de conversación como lo fue anteriormente, sino en un modo de discusión, al parecer
comienzan una especie de pelea entre los sacerdotes y Akenatón y su madre, la discusión se
vuelve cada vez más agresiva, una pelea de la que parece que ninguno de los dos lados va a
ceder. Así continúan hasta que termina abruptamente y solo se escuchan los cornos muy
suavemente, sin embargo, la música continúa muy tenue, con las maderas dominando, y todo
parece estar en calma, pero no relajado.

Leyendo más sobre esta época, es en esta parte donde Akenatón decide instaurar una nueva
religión, la monoteísta, adorando así a un solo dios, y desmantelando los templos de los
antiguos dioses, dejando atrás las adoraciones al dios Amón, por lo cual los sacerdotes no

Alejandra Martínez Flores


pueden aceptarlo y es por esto por lo que una discusión muy fuerte se desata con Akenatón.
A pesar del descontento de los sacerdotes, el faraón establece esta nueva religión y filosofía,
pues en su gobierno como faraón él se enfoca más en los asuntos religiosos y filosóficos que
en los políticos y de la sociedad.

Después de esto, se aprecia un poema recitado por un escriba, algo que parece recitado hacia
un dios, pero que en realidad es un poema de amor, en el que después aparecen recitándolo
Nefertiti y Akenatón a modo de dúo, dando a entender que ellos se han enamorado, y al
parecer unirán sus vidas ante su dios. El texto recitado en esta parte de la obra fue extraído
de un poema de amor que fue encontrado en una momia real del período Amarna, el mismo
en el que gobernó Akenatón.

Esta parte tiene un tinte más dramático, también me parece un poco trágico, pero en un modo
más romántico. Además, me parece muy bella la interpretación de ambas voces formando
acordes, generando así una armonía entre ellos, como lo son cuando están juntos,
demostrando así por medio de música la conexión que hay entre ellos.

Al desaparecer la música se puede escuchar la voz de un escriba, recitando un discurso sobre


la ciudad de Aketatón, la cual fue fundada por Akenatón, utilizada para representar el nuevo
punto de vista no solo en arquitectura, sino en toda la cultura y filosofía de Akenatón. Esta
ciudad representaba en gran parte adoración al nuevo dios, Atón. También habla sobre el por
qué construirá esta ciudad, que el lugar fue escogido por el dios Atón y que ningún otro lugar
será en donde levante esa ciudad que no sea ese exacto, incluso impone la adoración hacia
Atón, por encima de todo y todos, incluyendo su esposa Nefertiti.

Comienzan a sonar las cuerdas una vez más, y después toda la orquesta suena, en una canción
con un tinte más profano, en el que se celebra la inauguración de la ciudad de Aketatón, todos
festejan y danzan a modo de júbilo, hasta que la música termina súbitamente.

El único que queda en escena es el fagot, y después se le une el oboe y algunos alientos metal,
el violín los acompaña y la música tiene tintes nostálgicos, es tenue y un poco apagada, los
bajos siguen dominando la pieza, hasta que Akenatón comienza a cantar un himno hacia su
dios Atón.

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La atmósfera tiene un toque apacible y suave, pero alcanzando un toque celestial, en el que
trata de llegar a ser escuchado por Atón. Esta pieza no deja de sentirse egipcia, pero tiene un
poco de parecido, a mi parecer, con las piezas sacras creadas en el clasicismo y el
romanticismo, por grandes compositores como Bach, quizá porque la letra adora a un dios
único creador de todo, y al que se le adora con mucho fervor, como en muchas obras sacras
del cristianismo.

Akenatón se aleja y se escucha al coro recitar las plegarias que el ya interpretó antes, dando
fin así al segundo acto.

En este acto se puede ver como todo cambia, desde el faraón hasta las creencias, como una
persona con tanto poder trata de cambiar la ideología completa de un pueblo entero, y aunque
sus intenciones no eran del todo malas, no todos lo toman por el camino positivo, al contrario,
causa mucho desconcierto e ideas encontradas en el pueblo de Egipto.

Acto III.

Este acto se representa a partir del año 17 de su gobierno, el cual es el último, y llega hasta
el presente.

El acto comienza con unas misteriosas campanas, y los alientos de nuevo dominan el
escenario con un aire de misterios e incertidumbre. Comienza el canto de la familia de
Akenatón, esta melodía no tiene letra, al parecer se comunican con ella sin palabras. Leyendo
al respecto sobre esto al parecer está reunida la familia y entre todos llegan a la conclusión
de que están “separados del resto del mundo”. ¿Qué quiere decir esto? A mi parecer, se
referían a que su filosofía y creencia estaba separada de la del pueblo. Mientras afuera del
palacio real, el pueblo se amotinaba, las personas se mostraban inconformes. Todo el tiempo
que dura la melodía, parecen estar angustiados.

Un Escriba se encuentra afuera del palacio junto con el pueblo agitado, y comienza a recitar
las tablillas que los príncipes sirios mandaron a Akenatón., conocidas como las cartas de
Amarna. En la primera tablilla uno de los príncipes relata que pidió ayuda al rey Akenatón
cuando la requería, pero éste le ignoró, y no obtuvo respuesta a pesar de haber mandado a un
mensajero para obtener una respuesta más concreta, aun así, nada sucedió.

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Se puede escuchar una melodía de fondo dominada por alientos, y continua el escriba
recitando ahora una segunda tablilla, con una advertencia al rey, si no brinda ayuda a los
príncipes, principalmente militar, ellos arrasaran con todas las tierras de Akenatón, dejando
en la ruina y destruyendo su gobierno, incluso le dan un tiempo para que piense en las
decisiones que está tomando y en dicha advertencia.

En la tercera tablilla se relata que el rey de Egipto no solo se ha alejado de los príncipes y sus
aliados, sino también de los antiguos dioses, pues tenía ya una manera de pensar totalmente
diferente a la de los demás, y que durante todo el reinado de Akenatón (aproximadamente 17
años) no habían obtenido respuesta suya, ni en lo terrenal ni en lo espiritual.

Después de que el escriba termina de recitar estas tablillas fuera del palacio real, se puede
escuchar el canto de confusión de las hijas de Akenatón, quienes se encuentran confundidas
pues son realmente ajenas al mundo exterior, a los problemas y la manera de pensar de sus
súbditos.

De pronto se escuchan unas trompetas se escuchan, se siente una declaración de guerra, y


Horemheb, Ay y el Sacerdote de Amón comienzan a cantar otro texto de las cartas de
Amarna, mientras los demás en modo de coro reafirman lo que los hombres están cantando.

Las palabras que Horemheb le dice al rey son que él ha descuidado su reinado, que se alejó
de la filosofía egipcia, y al cambiar tan de repente la religión, muchos quedaron
desconcertados, y con sus creencias cuestionadas, que eso solo afecto al pueblo, además de
que se habían dejado de rendir culto a los dioses, lo cual ellos lo veían como algo profano.

Akenatón, estuvo tan pendiente de su forma de ver la vida, y la forma en que verían la vida
sus súbditos que dejo de lado la parte política y de relaciones con otros príncipes y faraones,
dejando a su familia toda la responsabilidad del reino en cuanto a actividades comerciales,
relaciones exteriores, etc. A causa de esto su familia creció aislada y sin saber el
funcionamiento correcto de la corte y de la familia real, confundidos sobre como debían ser
las cosas y como el pueblo estaba siempre inconforme.

En todo este tiempo la música se vuelve cada vez mas intensa y de acusación, la orquesta es
más dinámica que al inicio y el pueblo sigue cantando en coro las acusaciones hacia la familia
real, hasta que la música se va desvaneciendo y quedan, como al inicio, los alientos.

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Un escriba aparece hablando sobre el final del reinado de Aketatón, dirigiéndose
exclusivamente al antiguo dios Amón, y le dice que el sol brilla de nuevo para su época, que
su legado continuara en esta era.

Se puede escuchar de nuevo a la orquesta en un piano y al escriba narrando la reconstrucción


de los templos de Amón, y la caída de Akenatón. En esta parte el escriba adora a Amón y le
relata que todos los templos que habían sido destruidos que habían vuelto mas grandes y con
mas riquezas, todas para ese dios, y que nadie nunca iba a dejar de adorarle por toda la
eternidad.

En la siguiente escena el escriba que relata gran parte de la historia ahora aparece como un
guía en el siglo XX, en una ciudad de Aketatón ahora en ruinas, a medio excavar y siendo
solo un aliento de todo lo que fue. Da una descripción de como llegar a las ruinas de lo que
una vez fue el palacio de Nefertiti y Akenatón. También da a conocer que no hay mucho de
lo que fue de la ciudad, que todo está destruido y que en ese lugar se encontraron las tablillas
de correspondencia entre Egipto y Siria, las que fueron en parte las causantes del declive del
gobierno de Akenatón.

Por ultimo se pueden escuchar a la que alguna vez fue la familia real ejecutar una ultima
melodía, mientras sus almas en el presente caen en cuenta de que su ciudad ha caído, y
comienzan su viaje para unirse a Ra, en el firmamento, pues después de todo, Akenatón fue
un faraón y debía unírsele en las estrellas.

Esta obra, aunque es ejecutada por instrumentos de una orquesta sinfónica, puede escucharse
la dominación de los alientos en la mayoría de esta, pues en aquel tiempo, aunque también
existían las cuerdas, los instrumentos de aliento eran mas ejecutados, incluso algunos
instrumentos eran sagrados, para alabar a Ra, el dios de todo, y para mantener un equilibrio
y armonía perfectas en el universo.

Akenatón fue un faraón muy peculiar, muy distinto a sus predecesores, y aunque es poco
conocido, se dice que es de los faraones mas destacados, pues llego e impuso un nuevo tipo
de religión, sus ideas parecían más del tipo contemporáneo que se aquella época, incluso su
familia lo apoyaba y ellos mismos fungían de faraones algunas veces, principalmente su

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esposa Nefertiti, llegando a ser una de las primeras mujeres importantes en el gobierno de
Egipto.

Muchos consideran que esta faraón llego a ser alguien revolucionario, y que estaba
adelantado a su época, pues tenia ideas de vida muy diferentes e incluso parecidas a las que
le precedieron en la civilización griega, solo que tuvo una falla, fue tan drástico el cambio de
ideas en el gobierno y la sociedad que el pueblo no lo pudo aceptar con tanta rapidez y se
comenzaron a ver disturbios en la sociedad, hasta el punto de que ya no estaban de acuerdo
con el gobierno de Akenatón. Esta obra trata de un hombre que quiere cambiar a su pueblo y
trata de mejorar su forma de vida, pero no es bien visto por la mayoría.

Además, como ya he mencionado otras veces, el descuidar la parte política le costó, a mi


punto de vista, el trono a Akenatón, pues no atendió las alianzas y por llegar a la armonía
perfecta en la sociedad perdió el poder que se le había otorgado antes, dando fin a su reinado
diecisiete años después.

A pesar de que el reinado de Akenatón y toda su ideología estuvo en un lapso muy corto de
diecisiete años, esto basto para infundir una variación a la religión y cambiar la manera de
pensar de las personas para siempre.

Alejandra Martínez Flores

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