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I. OBJETO
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como a la cocaína, desde los 35 años de edad, teniendo un consumo de
aproximadamente entre 3 a 5 gramos de cocaína por semana y de entre 15 y 20 gramos
de marihuana por semana.
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son personas sagaces en cuanto a la forma en que manejaban su “negocio”,
demostrando “astucia” y creatividad” para tratar de despistar a los investigadores y ocultar
así sus actividades ilícitas, mas si tenemos en cuenta que desarrollaban su actividad en
distintas localidades de la provincia, siendo una de sus modalidades de venta “delivery”,
previo contacto telefónico con sus clientes, modalidad que otorga suma complejidad a la
investigación policial siguiendo con este análisis y por tratarse de una organización con
distribución de roles y una inteligencia previa que les permitió llevar adelante su designio
criminal con total impunidad, aparece como factible la posibilidad concreta de que
cualquiera de los imputados en libertad pueda poner en riesgo al proceso con el fina de
mejorar su situación procesal, a de los demás coimputados o tomando recaudos
necesarios a los fines de entorpecer la investigación, máxime si se tiene en cuenta que
ya han tenido acceso a las presentes actuaciones. Todo ello sumado al grado de
impunidad con el que se manejaban, permite considerar que esa cualidad puedan
utilizarla los encartados en libertad en detrimento de la presente investigación y así
obstruir el accionar de la justicia”.
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padecer los imputados”, es un serio indicador de riesgo procesal. Respecto a este
particular señaló que “Martín Rodrigo GONZÁLEZ declaró que: es adicto a las drogas
tanto a la marihuana como a la cocaína, desde los 35 años de edad, teniendo un consumo
de aproximadamente entre 3 a 5 gramos de cocaína por semana y de entre 15 y 20
gramos de marihuana por semana.”
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es conductor del Taxi cuya licenciataria es su progenitora, la cual obtuvo esa chapa de
taxi para que la trabaje el prevenido GONZÁLEZ, lo cual, a su vez, da mayor certidumbre
de la estabilidad laboral del prevenido.
Para el supuesto de que V.E. entienda que aun resta prueba por
diligenciar y que de recuperar GONZÁLEZ su libertad pudiera interferir en la obtención
de dicha prueba, esta defensa considera que V.E. deberá determinar un periodo de
tiempo para que el Sr. Fiscal de instrucción diligencie el material probatorio al que hace
referencia en el aludido “séptimo indicio de peligrosidad procesal”, para que de ese
modo, luego de quedar asegurada la prueba en el presente proceso, se revoque la
medida de coerción al prevenido GONZÁLEZ, a los fines de que éste recupere su libertad.
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Por otro lado, no parece que, por su condición de conductor de taxi,
pueda soportar el alto costo económico que importa mantenerse prófugo, lejos de la
localidad donde reside y tiene sus afectos. Al contrario, es razonable presumir que todo
ello ha de pesar en su ánimo en orden a que prefiera someterse a proceso (como lo ha
demostrado al entregarse sin resistencia - ni siquiera opuso reparos al actuar policial al
momento de su detención-), y acudir al juicio, en lugar de poner en riesgo su actual
situación familiar intentando la fuga.
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dominio del hecho, y por lo tanto no se le puede endilgar la calidad de coautor de este, pues
su conducta se circunscribe en la simple colaboración en el actuar de otro.
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de “Comercialización de estupefacientes agravada (art. 5 inc. “c” primer supuesto de la
ley 23.737 y art. 46 del CP.)
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La lectura que aporta la construcción indiciaria devenida en
pruebas de la causa, no posibilita esa idea sino más bien el de una actuación individual de
GONZÁLEZ con el prevenido MANSILLA, sin tributar a una supuesta empresa:
IV. PETITUM
Provea de conformidad y
SERÁ JUSTICIA.
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