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Jaime Gustavo Sáenz Reyes

Taller de Géneros discursivos


23/Septiembre/2016
Paralelo 3

EROTISMO CASTO

La conservación de la pureza íntima, ha sido punto de referencia para diversos


escándalos dentro de la sociedad, esencialmente dentro del cristianismo. Pero sería lo ideal
comenzar con una serie de diferencias entre erotismo y sexualidad, para poder entrar en el
tema que se tratará en este ensayo. Sabemos que, el erotismo es netamente humano y que
todo esto nace a partir de un solo punto, la imaginación, a partir de esta nace el deseo, por
consiguiente el subconsciente humano crea un atmósfera erótica, que lo puede llevar a la
vida y la muerte como menciona Octavio Paz en su texto la llama doble, explicando la
dualidad de este mundo llamado erotismo. El erotismo es sexualidad transfigurada:
metáfora. El erotismo es sexo en acción pero, ya sea porque la desvía o la niega, suspende
la finalidad de la función sexual.1

En este tema pueden entrar en acción metafóricamente o no, el sentido del pecado,
el deseo, la tentación, el amor, la castidad, y en este último es el que se genera la
problemática del tema, ¿Cómo puede haber amor sin erotismo dentro de la vida cristiana?
Dentro de la vida cristiana, es pecado tener relaciones sexuales antes del matrimonio, por
eso la castidad de un sacerdote católico, ya que para seguir a Cristo hay que seguir su
ejemplo, pero existen limitaciones, ya que después de todo, siguen siendo humanos, y
tienen las mismas necesidades que una persona que lleva una vida inclinada hacia el
matrimonio, por lo tanto la ordenación sacerdotal se transforma en una vocación, como lo
menciona el Padre José, sacerdote y párroco de la parroquia Sagrada Familia en
Guayaquil.2

Aun así, ¿Hasta qué punto la imaginación erótica puede mantenerse casta, si
nuestros ojos ven cada día algo hermoso. Físicamente hablando de la belleza humana.
Cruzarse por nuestros ojos y en el centellar de un relámpago nuestra imaginación erótica
admira lo creado por Dios?. Se derivan muchas preguntas a partir de esta primera, como
por ejemplo ¿Puede la imaginación dejar de ser producto de mi deseo?, ¿Por qué la
problemática de la oración de confesión general católica al decir, “he pecado mucho de

1
Octavio Paz, La llama doble (Barcelona: Seix Barral, 2010), 18 - 20
2
Entrevista a el Sacerdote José Cruz. Guayaquil, 11 de julio de 2016.
Pensamiento”, si es muy complicado que la psiquis de un cristiano no cree esta
atmósfera erótica a partir de la admiración de la belleza del sexo opuesto o quizás del
mismo?

Se ha trabajado a lo largo de los siglos, un sentido de castidad dentro del


cristianismo el cual ha fracasado por diversos escándalos, producto de la tentación y del
deseo, convirtiendo estas dos palabras en otra, “pecado”, y por consiguiente llevándolo a lo
que es llamado confesión, purgándose frente a la divinidad Eterna de sus fallas cometidas.
La Iglesia se mueve gracias al pecado, esta palabra es esencia de cada templo cristiano, ya
que cada ser necesita un Dios misericordioso y Todopoderoso que lo ayude a sobreponerse
a las tentaciones del enemigo. Propiamente hablando de la dualidad del cristianismo como
lo es Satanás.

Doble filo

Podríamos poner como punto de partida, un sentimiento o una sensación, que puede
tener resultados impredecibles, ponernos en una situación de doble filo ante las
consecuencias. Un sentimiento agradable en principio pero que al final, puede condenarnos
y desear no haberlo sentido, ya que se establece un paradigma entre lo bueno y lo malo,
estamos hablando del deseo, lo cual abre dos caminos desde lo pecaminoso y propiamente
lo lujurioso, hasta la felicidad y propiamente alcanzando lo deseado, creando un
sentimiento de satisfacción.

Cabe recalcar que deseo no es necesidad, como menciona René Girard.

El hombre substancialmente es deseo. Pero lo es de una manera peculiar: el deseo


para formularse tiene que percibir la amenaza de otro. Somos constitutivamente
seres miméticos Deseamos lo que los otros desean y, recíprocamente, los otros
desean lo que nosotros deseamos. El deseo es un drama existencial que se juega a
tres bandas, nosotros, los otros y cosa deseada — que no sería tal si otros no la
deseasen también.3

3
Ramón Alcoberro, << Introducción a René Girard>>, documento en internet,
http://www.alcoberro.info/pdf/girard1.pdf

2
Como podemos notar, es verídica esta cita de Girard, ya que se necesitan tres partes,
el que desea, el deseado, y por último lo deseado. Si comparamos este autor, con el libro
del Cantar de los cantares de la Biblia cristiana, podríamos darnos cuenta que el sentido
erótico resalta a primera vista, pero he aquí, donde podríamos referenciar desde el punto de
vista cristiano, que el deseo mutuo de Salomón y su esposa, es un deseo con consecuencias
buenas, ya que de por sí son una sola carne, es decir, están casados y por ende son esposos;
y por la temática del libro Bíblico ya mencionado, cabe recalcar que se consta de estos tres
factores enunciados anteriormente, los cuales son correspondidos de parte y parte. Más sin
embargo, podremos darnos cuenta que el deseo sigue latente, desde lo físico hasta inundar
el alma de estos personajes, trasladándolos al mundo del amor. Ahora bien, si relacionamos
el texto mencionado de las Sagradas con la Llama doble de Octavio Paz, podríamos
confirmar que la teoría de este autor es real también. No puede haber amor sin Erotismo,
pero Erotismo sin amor sí, y para que haya atracción debe existir el deseo. Una vez más la
Psiquis humana entra en juego, volviéndonos esclavos y no dueños de nuestro propio
deseo.4

Seducción hacia la muerte

Ser seducido hacia el pecado nace a partir del deseo, esta es la base de la fantasía,
pero si hablamos de erotismo sabiendo ya que es netamente humano, estamos hablando de
lo físico y propiamente de la belleza. Nuestra psiquis crece sin darnos cuenta con un canon
de belleza, ya sea masculina o femenina, pero sabiendo que el fin de todo es ser agradable
la vista humana. Ahora bien, podremos colegir que esta belleza puede concebir
primeramente el deseo, y como siguiente paso convertirla en tentación. Esta armonía física
puede jugar papeles impredecibles en la mente de todos, incluyendo al cristiano.

La belleza puede seducirnos, incluso la Biblia menciona la belleza, en inagotables


personajes empezando por el Gén 12, 11 – 14 en la que Saray se la etiqueta como una
mujer hermosa, que atrapó al Faraón de Egipto y este tuvo coito con ella, a lo cual Dios
respondió con plagas a esta tierra. Su deseo ante la belleza de una mujer lo hizo esclavo del
mismo, para que luego ella se convierta en tentación y por consiguiente el Faraón

4
Paz, La llama doble…, 11-31.

3
concibiera lo que es el pecado.5 En pocas palabras, podemos colegir que la belleza ha
estado desde mucho tiempo atrás, y la psiquis humana comienza a trabajar con la fantasía a
partir de maravillarse de la armonía física.

La mancha

La mancha que adquirimos a partir del pecado original de Adán y Eva, es la que sin
libre albedrío llegamos a poseerla queriéndola o no, simplemente naces y creces con ella.
Más sin embargo con el rito bautismal esta mancha original del pecado queda sanada, y por
ende borrada de nuestra alma y espíritu. El pecado es considerado como tal, al momento de
ceder a la tentación del enemigo. Dentro de este tema del pecado, hay uno muy importante
que la Iglesia católica lo incluye en la lista de los siete pecados capitales, la lujuria.
Mancha mortal para el cristianismo asociada generalmente con el deseo. 6

El pecado es el núcleo del cristianismo y de la iglesia, sin pecado no hay religión.


Sin embargo para la Iglesia católica, existe una salida para limpiar todo lo impuro de
nuestra alma; el sacramento de la confesión, este paso elimina al instante el pecado de
nuestro interior, poniéndonos disponibles para la comunión con Jesucristo, aún así en la
Biblia misma se menciona, “La carne es débil”, esto se lo relaciona con el pecado de la
lujuria, al momento en que la pareja copula antes del matrimonio, poniendo exclusivamente
en juego nuestro cuerpo, pero naciendo una vez más de la imaginación.

Ironía de la pureza

La pureza dentro del cristianismo se la relaciona mucho con el amor verdadero, ya


que al momento de superar las pruebas del sexo, la pareja cristiana construye unos pilares
más firmes dentro de la relación, más sin embargo, no deja de existir la tentación y el
deseo. La mente de cualquiera de las dos partes juega un papel importante. ¿Cómo no darse
cuenta de la hermosura de una mujer, o de lo varonil que puede llegar a ser un hombre?
Obviamente es imposible, porque existe la atracción, el erotismo no es sexo como ya
mencionamos, es un mar lleno de placer en el que te sumerges para crear un mundo

5
La Biblia (Países bajos: Verbo Divino, 1989), Gén 12,11.
6
Entrevista al Sacerdote José Cruz,… 11 de julio de 2016.

4
fantástico, y al ser feliz y trasmitir y compartir esa felicidad con la persona deseada, nace lo
que es el amor. Una vez más llegamos al clímax de todo esto, la imaginación.

Como sabemos la Iglesia católica ha sido motivo de escándalos por motivos de


Sacerdotes que han caído en la esclavitud de su propio deseo, y caen en la lujuria, en la
tentación, e incluso en las redes del amor, después de todo son humanos. La imaginación es
tan poderosa dentro del erotismo que desencadena un ambiente de excitación. A lo cual
como ya vimos, es muy difícil resistirse. Es la ironía de la pureza, al limpiar los pecados
pero la imaginación voltea a ver la belleza que se nos cruza en medio de la rutina,
separando un pequeño lapso de lo ocupado que puede estar nuestro tiempo, pero que puede
dar paso a una serie de fantasías.

Psiquis inicial

¿Podemos someter a nuestra imaginación como a nuestro cuerpo?, es obvio que si


no podemos controlar nuestros deseos carnales, es porque nuestra psiquis trabaja para que
obtengamos lo deseado sin darnos cuenta que puede ser una tentación, y en ocasiones
llevándonos a caer en pecado, coligiendo que no podemos controlar a simplicidad nuestros
pensamientos.

La fantasía y la imaginación, partes esenciales para que el erotismo nazca, y que se


deje la castidad de lado por unos instantes, para poder observar la belleza que nos ofrece la
creación de Dios propiamente. Aquel Dios que nos da el libre albedrío para poder tomar
decisiones, lo que nos separa de la naturaleza, lo que nos hace diferentes y únicos,
dándonos la prueba de amor. Esta prueba de amor no es sexo ni erotismo, es el poder de
elección, el hacer a una persona única es lo que da la confirmación de amor.

Por este motivo de la psiquis es que las parejas copulan entre sí. Esposo y esposa se
aman tras la oscuridad de sus deseos y tentaciones, consumiéndose en medio de un mar de
placeres, pero conservando su castidad y su pureza, evitando el pecado. Todo nace a partir
de la psiquis propiamente dada por El Eterno. En fin, poder procrear a través del fruto del
amor.

5
Bibliografía

- Entrevista a el Sacerdote José Cruz. Guayaquil, 11 de julio de 2016.

- Devocionales. 20 versículos de la Biblia para mujeres hermosas, documento en


internet, http://www.devocionalescristianos.org/2013/08/20-versiculos-biblicos-
para-mujeres-hermosas.html

- La Biblia. Países bajos: Verbo Divino, 1989.

- Paz, Octavio La llama doble. Barcelona: Seix Barral, 2010.

- Alcoberro, Ramón. Introducción a René Girard, documento en internet,


http://www.alcoberro.info/pdf/girard1.pdf.

- Santaolalla, Gilberto. Deseo mimético desde René Girard, documento en internet,


http://www.dialogoexistencial.com/deseo-mimetico-rene-girard/.

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