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Hígado

La fisiología del hígado es compleja, una de las verdaderas maravillas del


cuerpo humano. El papel que cumple este órgano es vital para el organismo.
Realiza su labor llevando a cabo procesos altamente especializados que son
fundamentales para la salud y la vida. Se puede decir que el hígado trabaja como
una planta procesadora. Desde allí se transforman y se liberan elementos y
compuestos que van a los demás órganos. Tiene tres conjuntos de funciones
básicas: funciones vasculares, funciones metabólicas y funciones secretoras y
excretoras.
Dentro de la fisiología del hígado se destacan los siguientes procesos: filtración y
almacenamiento de sangre, metabolismo, formación de bilis, depósito de vitaminas
y de hierro y síntesis de los factores de coagulación.

Fisiológicamente el hígado tiene un papel vital para el organismo, presentando


multiplicidad funcional metabólica, digestiva, hemostática, inmunológica y de
reservorio, con flujo de alrededor de 1500 mL de sangre por minuto. Los hepatocitos
son células poliédricas de 20 nm de longitud por 30 ìm de anchura, con núcleo
central redondeado u ovalado. Representan el 80% de la población celular hepática
en el hombre. Presentan membrana hepatocitaria, citoesqueleto con
microfilamentos, microtúbulos y filamentos intermediarios de citoqueratina y
organelas como las mitocondrias, retículo endoplasmático rugoso y liso, aparato de
Golgi, lisosomas y peroxisomas. El citoesqueleto tiene un papel funcional en el
transporte de sustancias y en la dinámica de los canalículos biliares. Las
mitocondrias participan en la fosforilación oxidativa y la oxidación de ácidos grasos.
El retículo endoplasmático rugoso se encarga de la síntesis de albúmina,
fibrinógeno y diversas proteínas mediadoras de reacciones inflamatorias y de la
coagulación sanguínea. En el retículo endoplasmático liso se da depósito de
glicógeno, conjugación de bilirrubina, esterificación de ácidos grasos, glicogenolisis,
desiodación de tiroxina, síntesis de colesterol y de ácidos biliares, metabolismo de
lípidos, sustancias liposolubles, esteroides y fármacos, alcohol y tabaco. El aparato
de Golgi realiza el transporte de lípidos hacia el plasma, tiene actividad fosfatásica
ácida catabólica, produce glicoproteína y promueve la adición de carbohidrato a las
lipoproteínas. Los lisosomas presentan actividad fosfatásica ácida además de
poseer 30 enzimas hidrolíticas responsables del catabolismo de cuerpos extraños,
elementos sanguíneos envejecidos y depositar hierro. Los peroxisomas
metabolizan las purinas, los lípidos, el alcohol y el peróxido de hidrogeno, participan
en la gluconeogénesis, en la beta-oxidación de los ácidos grasos de cadena larga.

Los sinusoides tiene un diámetro de 105 a 110 ìm y ocupan de 6 a 8% de la


superficie endotelial. Realizan endocitosis, intervienen en la síntesis de la matriz
extracelular, con producción de colágeno IV, fibronectina, colágeno III. Producen
mediadores de reacciones inflamatorias tales como interleucinas 1 y 6,
prostaciclinas y prostaglandinas E2 y vasorreguladores como el monóxido de
nitrógeno, que representa un papel fundamental en el desarrollo de fibrosis e
hipertensión portal.
El hígado es el responsable de la síntesis, activación y aclaramiento de los diversos
factores de coagulación, de sus inhibidores y de fibrinólisis. La hemostasia primaria
depende del número y función plaquetaria, en cuanto que la coagulación depende
de la activación de factores y presencia de plaquetas. Sintetiza la mayoría de los
factores de coagulación, con producción exclusiva del fibrinógeno, protrombina y
factores V, VII, IX y X, una pequeña fracción del factor VIII. Los factores II, VII, IX y
X son glicoproteínas cuya síntesis es dependiente de la absorción de vitamina K. El
factor VII ha sido utilizado como marcador de función hepática

Fisiología del hígado y funciones vasculares


La naturaleza de fisiología del hígado hace que este se comporte como un
reservorio de sangre. Este órgano es capaz de almacenar hasta el 10% del volumen
total de sangre. Esto quiere decir que puede acumular hasta 1 litro y medio de
sangre cuando la volemia, o volumen total de sangre, se hace excesiva. Así mismo,
suple sangre adicional si la volemia disminuye. Al mismo tiempo, la fisiología del
hígado permite que este órgano actúe como un filtro para la sangre que proviene
del intestino. Las células de Kupffer, o macrófagos que residen en el hígado,
absorben y neutralizan virus, bacterias, parásitos y macromoléculas.
De este modo, actúan como una barrera para los microorganismos y toxinas que
provienen del intestino. También cumplen un importante papel en el procesamiento
de antígenos.

Funciones metabólicas
Las funciones metabólicas en el hígado son realizadas por unas células llamadas
“hepatocitos”. Su acción se ejerce sobre diferentes nutrientes:
Carbohidratos
Grasas
Proteínas.

Otras funciones metabólicas del hígado son:


Almacenamiento de vitaminas
Producción de sustancias que intervienen en la coagulación
Almacenamiento de hierro
Eliminación de fármacos, hormonas y otras sustancias.

Funciones secretoras y excretoras


Una de las tantas tareas que tienen lugar en el marco de la fisiología del hígado es
la de formar y secretar bilis. Esta sustancia interviene en los procesos de digestión,
en los que actúa como emulsionante de los ácidos grasos.

Esto quiere decir que convierte estos ácidos grasos en pequeñas gotitas para que
sean atacados con mayor facilidad por los jugos digestivos.

Almacenamiento y concentración de bilis en la vesícula biliar.


La bilis es secretada continuamente por los hepatocitos y se almacena en la
vesícula, se mantiene almacenada hasta que se necesita en el duodeno. Como
pueden secretarse hasta 1200 ml por día de bilis y la vesícula posee un volumen
máximo entre 30 y 60 ml, se impone el papel de la mucosa de la vesícula en la
reabsorción de agua, sodio, cloro y otros electrolitos, fundamentalmente a través de
mecanismos de transporte activo de sodio por las células epiteliales que permiten
concentrar, dentro de la vesícula, el resto de los constituyentes biliares tales como:
sales biliares, colesterol, lecitina y bilirrubina.

Funciones de la bilis:
1.-Las sales biliares por su acción emulsificante facilitan la digestión de las grasas
en el intestino e incrementan el transporte de lípidos a través de la mucosa intestinal.
Por tanto, la ausencia de sales biliares perturba la digestión y absorción de líquidos
y por consiguiente también se perturba la absorción de vitaminas liposolubles como
son la A, D, E y K. Un déficit de vitamina K conlleva una deficiencia en la formación
a nivel hepático de diversos factores de la coagulación (protrombina, factores VII,
IX y X) que generan grave alteración de dichas funciones.
2.-Constituye una vía de excreción para el colesterol y la bilirrubina, siendo esta
última un pigmento tóxico para el organismo.
3.-Amortigua la acidez del quimo presente en el duodeno y favorece la formación
de micelas para el transporte de lípidos, gracias a su contenido en bicarbonato.
4.-Tiene una función inmunológica, ya que permite el transporte de inmunoglobulina
A a la mucosa intestinal.

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