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Libro Apocalipsis, el Cronograma

Profético de Dios

Un viaje por Apocalipsis desde la perspectiva Hebrea


con el Pastor Radial Zoilo Amesty
Primera Edición Enero 2015
ACLARATORIA AL LECTOR:
Quiero hacerle saber a todo lector que este comentario de Apocalipsis es muy
general; no es una explicación verso por verso como quisiera hacerlo; esto nos
llevaría cientos de páginas. Lo que hago en este comentario es destacar los
aspectos más resaltantes de este libro profético de la Biblia, dejando de lado otros
detalles no menos importantes. Mi anhelo es que en este viaje que usted va a hacer
conmigo, pueda ver algunas cosas que Dios, El Eterno, me ha hecho ver; pero que
de pronto, en este viaje conmigo usted también pueda ver nuevas cosas que yo no
he visto todavía, y usted me las haga saber; por eso he colocado mi dirección para
que nos comuniquemos. ¿Amén? Así que escríbame o llámeme desde donde usted
está, bien sea en Venezuela o en el Extranjero.
zoiloamesty@gmail.com

Tlfs. 0416-8664901 0414-0669697

1
(La reproducción total o parcial de este libro con fines de lucro está totalmente prohíbido.
Para la reproducción del mismo debe contarse con la autorización escrita del autor.
Si se quiere hacer uso de la información presentada por el autor en este libro, para
edificación o enseñanza de personas sedientas de la verdad, por favor hacer mención de la
fuente. Este libro no será vendido porque mi trabajo no es comerciar con la Palabra
de Dios; soy un Levita, lo que El Eterno ponga en su corazón lo tomaré como
ofrenda para el sostenimiento de este ministerio, porque nuestra herencia es ÉL,
Adonay ELOHIM.)

INDICE
01. Apocalipsis – Introducción: Pág. 3
02. Apocalipsis, Profecía y Pensamiento Hebreo: Pág. 7
03. Apocalipsis y cómo interpretarlo: Pág. 11
04. El Día del Señor: Pág. 15
05. Las 7 Iglesias: Pág. 18
06. Una visión del Cielo de Dios: Pág. 21
07. El libro de 7 sellos: Pág. 25
08. Quinto y Sexto sellos: Pág. 28
09. Tiempo de sellar al pueblo de Dios: Pág. 31
10. El séptimo sello: Pág. 35
11. El primer ¡Ay!: Pág. 38
12. El segundo ¡Ay!: Pág. 41
13. Preparación para el tercer ¡Ay!: Pág. 45
14. La construcción del tercer Templo de Jerusalén: Pág. 49
15. Los dos Testigos: Pág. 52
16. Dios, Templo y Arca de Salvación: Pág. 56
17. Una Gran Mujer: Pág. 60
18. Las dos bestias: Pág. 63
19. El rostro de la Victoria: Pág. 67
20. Moisés y Jesús y las 7 Copas: Pág. 71
21. Babilonia hoy: Pág. 75
22. Fin de Babilonia y Bodas del Cordero: Pág. 80
23. El Milenio: Pág. 84
24. La Nueva Jerusalén: Pág. 88
25. El privilegio de vivir en la Nueva Jerusalén: Pág. 92

Dos sugerencias al Lector:


1. No deje de estudiar y mantenerse actualizado:
Los temas proféticos son aguas profundas que nadie comprenderá en su totalidad hasta que el
Señor venga, pero es un área que nos reta a continuar estudiando. Recuerde que las Escrituras
nos animan a ser sobrios y atentos, discerniendo con cuidado los tiempos y señales en que
vivimos. La tarea de escudriñar la Biblia no termina nunca; yo tengo una licenciatura en Biblia y
teología, y puedo lograr un doctorado en Biblia y teología, pero eso no significa que ya lo sé
todo; más bien cada día tengo la tarea de escudriñar las Escrituras; cada vez me doy cuenta
que no se nada; así que esta tarea de escudriñar la Biblia nunca termina. Propóngase la meta
de leer la Biblia por lo menos unas dos veces al año. Léala sistemáticamente, desde Génesis
hasta Apocalipsis para que cada día vaya viendo mejor el cuadro profético de Dios.
2. Sea Humilde y de Mente Abierta.
Seamos humildes en nuestra propia opinión sobre estas cosas. Reconozca que personas
de buena intención y gran conocimiento tienen diversas opiniones sobre las profecías.

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Eso implica que yo podría estar equivocado, o que usted podría estar equivocado; pero hay
algo que no debemos hacer, NO rompamos el vínculo del amor y la paz por causa de estos
temas. No caigamos en la soberbia de satanizar a los demás porque no piensan como nosotros.
Lamentablemente vemos que algunos predicadores y maestros de la Palabra arremeten contra
otros predicadores denigrándolos y satanizándolos porque no piensan como ellos. Dios no nos
ha dado ese permiso. El apóstol Judas en el verso 9 dice: “Pero cuando el arcángel Miguel
contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir
juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.” Así que no caigamos en esa
tentación, sino que cada uno hagamos lo que Dios nos ha mandado a hacer y dejemos que los
demás también hagan su tarea sin convertirnos en jueces de ellos. Dios no nos ha dado la tarea
de ser jueces de los demás; Dios es el juez, y un día cada uno dará a Dios cuenta de sí mismo.
Hagamos como dice el apóstol Pablo: “Escudriñadlo todo, y retened lo bueno”.
Comencemos ….

Comenzamos este comentario de Apocalipsis dando una palabra de acción de


gracias al Eterno nuestro Dios Todo-Poderoso porque nos ha acompañado en este viaje
por toda la Biblia; sin Él no hubiera sido posible lograr este propósito. Comencé este
viaje desde Mayo del 2010 con el libro de Génesis, y en Diciembre del 2014 finalicé
este viaje con Apocalipsis; de modo que han sido casi 5 años de trabajo intenso donde
día a día he visto la mano del Todo-Poderoso, Adonay ELOHIM, el Dios de Abraham,
de Isaac y de Jacob; el Dios de Israel y de todo el pueblo cristiano. Del A.T. logramos
producir 150 estudios que abarcan de Génesis hasta Malaquías; y del N.T. hemos
logrado producir 135 estudios que abarcan desde Mateo hasta el último libro de la

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Biblia, Apocalipsis. En total logramos con la ayuda del Eterno Dios, producir 285
estudios escritos y grabados de toda la Biblia para colocarlos en las distintas emisoras
de esta ciudad y de cada ciudad y pueblo de Venezuela y también del Extranjero.
Esperamos también que muy pronto podamos subir estos estudios a las páginas de
internet, la parte escrita y los audios con el fin de que se constituya en un recurso que
pueda ser utilizado por muchas otras personas; inclusive, tenemos también el propósito
de editar en un libro estos estudios de Apocalipsis que le estamos presentando. Sobre
Apocalipsis queremos decirles que hay muchísima bibliografía y muchísimas
interpretaciones, y esto hace más difícil el trabajo. Sin embargo, en este estudio que
vamos a llevar a cabo, vamos a tomar en cuenta los trabajos que se han venido haciendo
desde el siglo pasado y lo que va del siglo XXI; se trata de ese movimiento llamado
―volver a las fuentes‖, y que en realidad donde comenzó fue en el siglo XVI con la
Reforma de Lutero, cuando se comenzó a redescubrir la Biblia desde sus fuentes
originales, las Hebreas. Otro nombre que se le dio a este movimiento de ―volver a las
fuentes‖, fue el de la ―búsqueda del Jesús histórico‖, el Jesús judío, el Jesús del pueblo
de Israel. Pero hay un acontecimiento que le dio más impulso a este movimiento de
―volver a las fuentes‖ y de la ―búsqueda del Jesús histórico‖, fue el restablecimiento de
Israel como nación en Mayo del 1948. Desde esa fecha para acá desde Jerusalén y
desde otros centros de investigación bíblica se ha ido intensificando el trabajo de darnos
una Biblia más fiel al original hebreo. Ya para los años 60, en Israel se imprimió toda la
Biblia, Antiguo y Nuevo Testamento en Hebreo; yo tengo una copia de ella, hecha por
cierto por un grupo de judíos mesiánicos. Recordemos que toda la Biblia se escribió
originalmente en hebreo tanto el A.T. como el N.T. porque todos sus autores fueron
hebreos y pensaban y hablaban la lengua hebrea; aunque algunos hablaban otros
idiomas como Pablo que hablaba griego también. No se nos olvide también que el
griego bíblico ha sido una traducción del hebreo bíblico debido a que el idioma griego
se hizo universal, pero hay que entender que las traducciones griegas no necesariamente
tienen la autoridad final en el entendimiento de la Biblia, sino que más bien quien tiene
la autoridad final en el entendimiento del mensaje de toda la Biblia es el Hebreo, que es
la lengua materna de la Biblia. En algunos momentos de este comentario de Apocalipsis
echaremos mano del griego para aclarar algunos términos que confirman lo que el
hebreo dice originalmente. Hoy día los eruditos bíblicos han venido reconociendo que
para entender con más exactitud la Biblia hay que ir a las fuentes originales de la Biblia
que es el idioma hebreo y no el griego. Para dar un solo ejemplo mencionemos el caso
del erudito bíblico Joaquín Jeremías que escribió el libro: ―Interpretación de las
Parábolas de Jesús‖; en este libro, en la página 17, este erudito bíblico dice lo siguiente:
―Volver a traducir las parábolas a la lengua materna de Jesús es un medio de
importancia fundamental, quizás el más importante, para recuperar su sentido original‖.
En esta misma página, este erudito reconoce que la traducción de las palabras de Jesús
al griego significó de forma inevitable que en muchos casos se modificó fuertemente el
sentido de lo que quiso decir Jesús. Y lo mismo ocurre con el resto del N.T. En el caso
del libro Apocalipsis, vamos a tomar en cuenta y a darle preferencia a los comentarios
que tienen una perspectiva hebrea; o como se dice en el lenguaje de hoy: la perspectiva
judía-mesiánica. Uno de los primeros comentarios que vamos a hacer referencia es el
del erudito bíblico judío Jacques Doukhan que escribió el libro: ―Secretos del
Apocalipsis‖; él llama a este comentario: ―Un vistazo judío al Apocalipsis‖. En la
página 9 de su libro dice que Apocalipsis es más hebreo que cualquier otro libro del
N.T. Contiene más de dos mil alusiones a las Escrituras hebreas del A.T., incluyendo
400 referencias explícitas y 90 citas literales del Pentateuco y de los Profetas. Este
erudito bíblico Doukhan llega a esta conclusión: ―Para comprender el Apocalipsis,

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debemos leerlo a la luz de las Escrituras hebreas‖; y enfatiza diciendo: ―Esta es la
perspectiva principal de este comentario‖. Así que nosotros también tomamos esta
perspectiva hebrea; nos quitamos esos lentes griegos-romanos y nos ponemos los lentes
hebreos que estén más apegados a la interpretación judía-mesiánica, porque todas esas
visiones y símbolos tienen sus raíces es en la cultura y mentalidad judía; comenzando
por el escritor de Apocalipsis que era un judío, y que nada menos, era Juan, el discípulo
amado, quien fue el último sobreviviente de los apóstoles de Nuestro Señor Jesucristo y
que antes escribió el Evangelio de Juan y luego las 3 cartas de Juan; pero resulta que la
tradición cristiana da fe de que también este Juan fue el escritor de Apocalipsis; aunque
como vamos a ver enseguida, los primeros dos versos revelan la procedencia original de
todo lo que encontramos en este libro; dicen así estos dos primeros versos: “1La
revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que
deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo
Juan, 2que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y
de todas las cosas que ha visto.” Como podemos ver, la línea de revelación comienza
con el Padre Dios, El Eterno, quien se le da a su Hijo Jesucristo; luego Él se la da a ―su
ángel‖; no dice el nombre de este ángel, que pudiera ser Miguel, que se menciona más
adelante, y que por cierto, aquí en Apocalipsis hay más de 80 referencias a los ángeles;
pues bien, este ángel es el portador de esa revelación que es entregada al siervo Juan; y
por supuesto, Juan se encarga de dar testimonio de esta revelación. Aquí entendemos
que este escalafón tiene sentido porque el ser humano es tan frágil que apenas puede
aguantar la presencia de un ángel, y no tanto, porque en dos momentos, Juan se siente
impelido a adorar a dos de esos ángeles, pero no se lo permiten. Así que como hemos
podido ver, el autor del libro Apocalipsis no es Juan, sino Jesucristo, el personaje
central. Juan es apenas el siervo, el escritor, el autor del cuarto Evangelio y de las tres
cartas que llevan su nombre. Pero no se nos olvide que este Juan, el discípulo amado,
aquel que recostaba su cabeza sobre el pecho de Jesús, es el más indicado y preparado
para recibir semejante revelación; un hombre con una profunda comunión con su
Maestro. Este Juan resultó ser una piedra en el zapato de uno de los emperadores
romanos llamado Domiciano, quien se declaró divino y exigió que su pueblo lo adorara
como a Dios; pero encontró en Juan un contestatario que no pudo resistir, y que en vez
de sentenciarlo a muerte, prefirió humillarlo enviándolo al exilio de las canteras de la
isla de Patmos para realizar trabajos forzados y lograr así una muerte lenta y sufriente;
pero no, los planes de Dios para Juan en Patmos estaban por encima de la humillación
que Domiciano quería infligirle a Juan. Dios tenía para Juan la Revelación Cumbre; la
Revelación para Juan; la Revelación de la Redención Final: Apocalipsis. ¿Y saben lo
que pasó con el emperador Domiciano? Murió mientras Juan en Patmos recibía el
Apocalipsis. Así es, A.Os., los destinos de nuestra historia y de nuestro mundo no están
en manos de los emperadores, ni de los reyes, ni de los presidentes; están es en manos
del Eterno, del Creador del Universo. Vamos a finalizar nuestro estudio de hoy con el
verso 3 de este primer capítulo de Apocalipsis; dice así este verso: “Bienaventurado el
que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella
escritas; porque el tiempo está cerca.” Como podemos ver, Apocalipsis comienza con
una bienaventuranza de 7 que hay en el transcurso del libro. En realidad esta es una
palabra que identifica a cierto tipo de persona que se le llama: ―Bienaventurado ó
Bienaventurada‖, esta palabra en griego es la palabra ―makarios‖ que se usa en la
literatura griega pagana para describir el estado de felicidad y bienestar como el que
disfrutan los dioses independientes de los seres humanos. Ya dijimos al principio de
nuestro estudio de hoy que vamos a ver Apocalipsis desde la perspectiva hebrea y no
griega, porque Apocalipsis es un libro eminentemente judío, hebreo; por lo tanto no

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creemos que la palabra griega ―makarios‖ que la traducen como ―Bienaventurado‖,
refleja el verdadero sentido de lo que quiso decir Juan porque el pueblo de Dios todavía
no está disfrutando definitivamente de la vida venidera o del ―olam habá‖ como se dice
en hebreo. La palabra original hebrea para ―Bienaventurado‖ es la palabra ―ashrey‖, que
identifica a una persona en progreso hacia una meta; se trata de una persona que está
llevando a cabo un crecimiento espiritual debido a que ha dado su vida al Señor; y en
ese proceso de crecimiento espiritual, la persona va viendo resultados, beneficios,
bendiciones por su andar en los caminos de Dios; inclusive, esa persona puede verse en
medio de tropiezos y dificultades propias de esta vida, pero que sin embargo, esas
experiencias forman parte de ese crecimiento espiritual; todo esto nos dice que no se
trata de algo que usted obtiene de la noche a la mañana, sino que es un caminar día a día
como dice el Salmo 1:1-3 “Bienaventurado (―ashrey‖) el varón que no anduvo en
consejo de malos … sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de
día y de noche”. Como hemos podido ver, el término griego ―makarios‖ no llena las
expectativas de la palabra hebrea ―ashrey‖, porque ―makarios‖ describe un estado de
felicidad y bienestar ya realizado como el que disfrutan los dioses de la literatura griega
pagana, ajenos al ser humano; en cambio la palabra hebrea ―ashrey‖ describe a personas
de este mundo que pasan por pruebas y dificultades, pero que van en progreso hacia una
meta, y esa meta es la redención final con la segunda venida de Jesús el Mesías de Israel
y del Mundo. Y aquí sí podríamos traducir apegado al hebreo las expresiones:
Privilegiado, afortunado, feliz, bendecido el que lee, y los que oyen las palabras de esta
profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.” Notemos
que en este verso se nos habla de tres verbos: ―leer‖, ―escuchar‖ y ―guardar‖, y esto nos
habla de una metodología que caracteriza a los libros de Moisés que los judíos los
llaman: ―La Toráh‖ (las instrucciones de Dios para su pueblo); allí en esta Toráh
encontramos el tan conocido por los judíos, el ―Shemá Israel‖, ―Oye Israel‖; y en hebreo
el verbo ―oír‖ (escuchar, entender) es sinónimo de los verbos ―guardar‖ y ―obedecer‖, lo
cual significa que la ―La Toráh‖ de Dios quiere conducirnos para que le entreguemos
nuestra vida a Dios; que esté a tono con las cosas en ella escritas. Lo mismo está
ocurriendo aquí en Apocalipsis 1:1, ―La revelación, (la Toráh) que Dios le dio a Juan
para su pueblo para que la oigan, la guarden, la obedezcan‖, es lo que debe caracterizar
el estudio de este libro Apocalipsis. Si observamos bien notamos que el verbo ―leer‖
está en singular; y los verbos ―escuchar‖ y ―guardar‖ están en plural: ―los que oyen‖ y
―los que guardan‖; esto nos habla de una dinámica que se lleva a cabo en la sinagoga
judía; hay un lector, y hay una audiencia que oye y que es estimulada a guardar a
obedecer esa palabra leída y explicada. En otras palabras, que Apocalipsis es un libro
para leerlo día a día, estudiarlo, comprenderlo y obedecerlo, porque hay una razón
urgente: “porque el tiempo está cerca”. En el lenguaje judío moderno se usa una
expresión muy típica que habla de ―la redención final‖; es decir, que las cosas ya han
llegado a su punto final para darle lugar al ―olam habá‖, a esos cielos nuevos y tierra
nueva como dicen los profetas del A.T. y este mismo libro Apocalipsis. ¡Qué curioso!
¡Los judíos perciben que ya el Mesías está a las puertas; y los cristianos también
perciben que el Mesías Jesús está a las puertas! ¡Interesante, ¿no es cierto?! Bueno,
quiera el Eterno ayudarnos en esta tarea que estamos comenzando con este primer
estudio de Apocalipsis; así que le animo a que lea esta semana los 22 capítulos que
contiene este libro. Dios les bendiga.

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Profecía y Pensamiento Hebreo

Ya vimos en nuestro primer estudio que Apocalipsis hay que leerlo y estudiarlo
desde la perspectiva hebrea y no griega ni romana, porque este libro está fundamentado
es en las Escrituras Bíblicas de ese pueblo llamado Israel y que su estilo literario no es
griego ni romano, sino hebreo, que tiene su propia simbología, su propia manera de
pensar sobre la historia de la humanidad, del mundo y del universo. En nuestro estudio
de hoy vamos a enfocarnos en cómo vamos a interpretar este libro Apocalipsis desde la
perspectiva hebrea; y para esto vamos a citar lo que dice un conocido biblista y teólogo
muy conocido en Latinoamérica, el Dr. Juan Stam, quien ha escrito un comentario sobre
Apocalipsis en varios tomos; pero también escribió otro libro que usted lo puede
descargar desde las páginas de internet; el libro se titula: ―Apocalipsis y Profecía‖; en la
página 33 está un capítulo que se titula: ―La interpretación cristiana de la profecía‖; allí
en ese capítulo, el Dr. Stam dice: ―Interprete Apocalipsis o cualquier otro libro profético
de la Biblia según el concepto hebreo de la profecía. Cada pasaje debe ser interpretado
siguiendo el concepto hebreo de profecía y no según el concepto occidental y moderno,
que la entiende como predicción de eventos futuros. Recuerde, dice el Dr. Stam, que los
profetas hablaban para sus contemporáneos interpretando el presente a la luz del pasado
y del futuro. Cada pasaje profético nace con el propósito práctico, pastoral, de llamar al
pueblo a volver a Dios. Sigue diciendo el Dr. Stam, no olvidemos que el propósito de la
profecía nunca fue predecir el futuro por sí mismo, sino exhortar al pueblo de Dios. El
Dr. Stam finaliza diciendo: Como ya lo hemos dicho, que predecir eventos futuros no
era la finalidad principal de los profetas de Dios ni tampoco era lo esencial del oficio
profético; su misión era denunciar los pecados del pueblo y el de sus jefes, y llamarles
al arrepentimiento y a una nueva esperanza.‖ Hasta aquí el comentario del Dr. Juan
Stam. También en este estudio de hoy vamos a mencionar otro erudito bíblico muy
conocido, el Dr. William Vine, que tiene un extraordinario Diccionario Expositivo de
palabras del A.T. y del N.T. En la exposición de la palabra ―Profecía‖, el Dr. Vine
define muy acertadamente que ―la profecía es mucho más que la predicción de eventos
futuros.‖ El Dr. Vine sigue diciendo: ―En realidad, la preocupación primordial del
profeta es hablar la Palabra de Dios al pueblo de su tiempo, llamándoles a volver a la
fidelidad al pacto‖. Bien A.Os., luego de estas dos referencias bibliográficas que
hemos mencionado, es importante entonces que tomemos en cuenta el concepto de
profecía desde el punto de vista hebreo en contraste con el punto de vista griego y
romano, y más específicamente como lo vemos hoy día en el mundo occidental, que se
maneja el concepto de profecía como predicciones, vaticinios de acontecimientos del
futuro. No así el punto de vista hebreo-bíblico. Como hemos visto ya, un profeta según
la Biblia es uno que predica la Palabra de Dios, que le anuncia al pueblo de Dios lo que

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debe hacer; y cuando ese pueblo de Dios no es fiel y obediente, entonces el profeta
anuncia juicio, calamidades, con el fin de que haya arrepentimiento, y las personas se
vuelvan a Dios. Así que cada pasaje profético de cualquier libro de la Biblia, nace con
el propósito práctico, pastoral, de llamar al pueblo a volver a Dios y a su Palabra; de
modo que no olvidemos que el propósito primordial de la profecía nunca fue predecir el
futuro por sí mismo, sino exhortar al pueblo de Dios. Como ya lo hemos dicho, que
predecir eventos futuros no era la finalidad principal de los profetas de Dios ni tampoco
era lo esencial del oficio profético; sino que su misión era denunciar los pecados del
pueblo y los de sus jefes, y llamarles al arrepentimiento y a una nueva esperanza. Es
cierto que en algunas ocasiones, el profeta de Dios en última instancia puede incluir un
elemento predictivo, pero no es el común denominador de su tarea profética. Y aquí
tenemos que dar el ejemplo clásico de Moisés que fue el fundador y modelo de la línea
profética en Israel. ¿Y por qué fue profeta Moisés? No porque predijera eventos futuros
sino porque Dios habló por él al pueblo de Israel. Veamos lo que dice Exodo 4: 14 ―¿No
conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? … Tu hablarás a él y
pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo
que hayáis de hacer.‖ Y veamos también Exodo 7, versos 1 ss ―Mira, yo te he
constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta. Tu dirás todas las
cosas que yo te mande, y tu hermano Aarón hablará a Faraón‖. Y más adelante en
Exodo 33 verso 11 dice: ―Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como hablaba
cualquiera a su compañero.‖. Como podemos ver, aquí encontramos la esencia misma
de la profecía desde la perspectiva hebrea: Moisés estaba llamado a estar en la presencia
de Dios y escuchar su voz. Dios le mostraría lo que él y el pueblo tenían que hacer. En
otras palabras, Moisés como portavoz de Dios hablaría a Aarón, que sería como el
―profeta‖ de Moisés para hablar con Faraón; así que el profeta primero se hace presente
ante Dios, y después ante el pueblo; es un vocero de Dios, que escucha su voluntad y la
comunica al pueblo. El profeta es un mediador entre Dios y el pueblo. Como profeta de
Dios, Moisés comunicó al pueblo la ley fundamental del pacto del Señor; de modo que
la función esencial de todo profeta en Israel era la de llamar al pueblo a cumplir ese
pacto cuyas condiciones, bendiciones y reprensiones comunicó Moisés al pueblo.
Como ya dijimos hace un momento, en algún momento la palabra profética podía
contener un aspecto predictivo que era un anuncio del cumplimiento de los términos del
pacto en la vida del pueblo: ante la obediencia, Dios dará fertilidad, buenas cosechas,
salud, prosperidad y seguridad; ante la desobediencia, Dios responderá con plagas,
epidemias, destrucción, deportación y otros castigos con la finalidad de provocar el
arrepentimiento.
Hay otro detalle que es importante que aprendamos al hacerle al libro Apocalipsis un
enfoque hebreo y no griego-romano, y es en lo que tiene que ver con el pensamiento
escatológico hebreo, judío, que es muy diferente al pensamiento escatológico
occidental. Y para esto vamos a citar un material que tiene la Comunidad Israelita Bet-
Or que tiene como título: ―Pensamiento Escatológico Hebreo‖. Usted lo puede
descargar desde internet para que confirme lo que estamos diciendo. Este tema
comienza diciendo que ―El pensamiento hebreo bíblico es muy diferente al pensamiento
occidental, ya que éste tiene sus orígenes en la cosmovisión mitológica greco romana
que tiene una forma de pensamiento lineal. Esto quiere decir que en un extremo ubican
el inicio, los orígenes de la creación y en el extremo opuesto tienen el destino u
objetivo. De allí que en esa línea de pensamiento occidental todo avanza hacia su
objetivo, el cual se encuentra en el extremo opuesto de su origen. Por ejemplo, la
creación evoluciona y cambia en la medida que se aleja de su origen y se acerca a su
objetivo. Todo lo que lo acerque a su objetivo es bien recibido, de allí es que todo lo

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anterior que se ubica entre el presente y el origen es pasado, y tiene una connotación de
antiguo y anticuado. Si se tomara en cuenta lo antiguo significaría retroceder y lo que se
necesita es avanzar, por eso en esta línea de pensamiento occidental lo nuevo, lo
moderno, es bueno y me acerca a mi objetivo, y lo antiguo se desprecia. De allí es que
en la cosmovisión cristiana basada en el pensamiento occidental, concibe un
Apocalipsis en un extremo y el Génesis en el extremo opuesto; y todo lo que tenga que
ver con la Torá o los profetas es antiguo y sería retroceder en la evolución para alcanzar
su objetivo; así que Génesis en dirección al APOCALIPSIS es el enfoque occidental, de
modo que el destino está en sentido contrario al origen; de modo que todo intento por
retornar al origen es desestimado, y la historia solo sirve de referencia para avanzar sin
cometer los mismos errores; esto significa que todo lo que simbolice lo que se dejó atrás
no puede ser valorizado; por eso la cosmovisión de la Divinidad según el pensamiento
occidental, es la de un dios que cambia y evoluciona con ellos, que acepta y apoya todo
lo innovador y que ayude a la evolución, caminando hacia adelante y nunca hacia atrás,
hacia la meta final, distante y opuesta a los orígenes. El problema de la línea de
pensamiento occidental, es que si bien avanzan hacia su objetivo, ese caminar lo aleja
de su origen, y eso en la línea de pensamiento hebreo bíblico eso significa muerte.
Veamos ahora lo que implica el PENSAMIENTO ESCATOLÓGICO HEBREO. La
línea de pensamiento hebreo bíblico nos da una cosmovisión totalmente distinta a la
occidental porque es una forma de pensamiento cíclico o circular en vez de lineal, lo
que significa que nuestro origen es nuestro destino y nuestro objetivo; en otras palabras,
nuestro retorno al origen es nuestra razón de ser, todo va al lugar de donde todo vino. El
planteamiento básico es entonces que EL ORIGEN ES TAMBIEN EL OBJETIVO. De
allí es que la palabra ―Redención‖ toma sentido real en una mente hebrea, porque
redimir quiere decir regresar algo a su lugar original. Por eso es que los profetas de Dios
exhortaban al pueblo muchas veces a ―regresar a las sendas antiguas‖, porque regresar a
esas sendas antiguas significa retornar a nuestro origen, que al mismo tiempo es nuestro
destino. Así lo dice el profeta Jeremías en su capítulo 6 verso 16 “Así dijo Jehová:
Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen
camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma.” Este verso de
Jeremías significa que si no regresamos, nos distanciamos cada vez más de nuestro
origen, y eso significa muerte. Es por eso que HAY dos palabras claves en la Biblia:
Una es la palabra ARREPENTIMIENTO, que significa, devolverse, regresarse del
camino por donde andaba, y transitar por el camino del Dios de Israel; del Dios de la
Biblia. Y la otra palabra es: REDENCIÓN, que significa retornar al lugar original;
recuperar lo que antes nos pertenecía. Recuperar nuestra condición de Hijo de Dios.
Así que en la mentalidad hebrea lo pasado es para recordar siempre; y recordar es
evocar una identidad, una razón de ser; es por eso que en los libros de Moisés siempre
se está diciendo: ―recuerda que fuiste esclavo en Egipto‖; ―no se te olvide lo que viste
cuando estuviste en Horeb, en el Sinai‖; ―cuando tu hijo te pregunte: ¿y esta celebración
qué significa?, tu le recordarás …‖; y en Eclesiastés dice: ―acuérdate de tu Creador‖, y
así sucesivamente. Igual que en Apocalipsis 2:5 “Recuerda de dónde has caído y
arrepiéntete y haz las obras primeras”. De allí que en la mentalidad hebrea EL
FUTURO ESTÁ ES DETRÁS Y NO ADELANTE. Esta es la perspectiva que nos
presenta Apocalipsis; un retorno al Edén; devolvernos al Edén restaurado. De allí que
en la mentalidad hebrea recordar es vivir y evita alejarme de mi origen; es por eso que
la mente hebrea bíblica en lugar de promulgar un cambio, promulga un retorno; en lugar
de promulgar la modernización, promulga la redención; de allí que El Eterno, nuestro
Dios sea nuestro origen, nuestro destino y nuestra razón de ser. Todo esto nos dice que
no nos podemos alejar de la Biblia; ella es el mapa de nuestra vida. Todo está allí.

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-El otro detalle es que en la línea de pensamiento hebreo bíblico, lo antiguo no
tiene una connotación negativa de viejo o antiguo; al contrario, los padres, los
abuelos y todos los ancianos son dignos de respeto, y se aprecia mucho su sabiduría, y
por eso es que en los libros de Moisés se enseña: “ponte de pié ante las canas”. En la
cultura y pensamiento occidental es lo contrario; a los ancianos se les desprecia y
menosprecia; se les ve como caducos; que ya dieron lo que iban a dar; que ya vivieron
su vida. Cuando es todo lo contrario; usted ve que tanto en el A.T. como en el N.T. los
ancianos tienen un papel protagónico en la obra del Señor. Pablo enfatiza mucho que
los ancianos y ancianas en las iglesias tienen que ser las columnas fuertes de las
iglesias. En Tito 2:14 Pablo le dice a las ancianas que enseñen a las mujeres jóvenes a
amar a sus maridos y a sus hijos. Y otro detalle que no queremos pasar por alto, es
que aquí vale advertir que los términos en que tenemos la Biblia dividida en A.T. y
N.T. obedece es al pensamiento occidental; no así la Biblia Hebrea que no tiene esa
división sino que está estructurada de manera distinta, como debe ser. Así que en la
mentalidad hebrea lo pasado es para recordar, y recordar es evocar una identidad, una
razón de ser; es por eso que en la Torá de Moisés siempre se está diciendo: ―recuerda
que fuiste esclavo en Egipto‖; ―recuerda de guardar el Shabat‖; ―no se te olvide lo que
viste cuando estuviste en Horeb‖, y así sucesivamente. De allí que en la mentalidad
hebrea recordar es vivir y evita alejarme de mi origen; así que la mente hebrea en lugar
de promulgar un cambio, promulga un retorno; en lugar de promulgar la modernización,
promulga la redención; de allí que El Eterno, nuestro Dios sea nuestro origen, nuestro
destino y nuestra razón de ser. Así que nuestra cosmovisión escatológica está
fundamentada es en la línea del pensamiento hebreo bíblico, teniendo como base la
palabra profética escrita más segura que el pueblo de Israel ha tenido y tiene hasta el día
de hoy, llamadas las Sagradas Escrituras o el Tanaj que fue la Biblia de Nuestro Señor
Jesús y de sus discípulos, y que luego esos discípulos escribieron sus evangelios y sus
cartas apostólicas fundamentadas en la Tanaj o Sagradas Escrituras Hebreas. Bien, con
este segundo estudio ya estamos listos para continuar nuestro viaje por Apocalipsis.
Dios les bendiga.

10
Y cómo interpretarlo

En nuestro estudio de hoy vamos a comentar un poco lo que ha sido la


interpretación de Apocalipsis a través del tiempo; las diferentes escuelas de
interpretación; las predicciones que se han hecho del fin del mundo; y también es
importante que nos planteemos la manera más equilibrada para entender Apocalipsis.
De entrada tenemos que decir que este libro ha tenido a lo largo de la historia, miles de
interpretaciones. Yo he tenido en mi biblioteca de libros más de 25 comentarios; y en
archivos digitales tengo casi 40 comentarios diferentes. Algunos de esos comentarios
tienen como título: ―Apocalipsis, al fin descifrado.‖ Otro comentario lleva como título:
―Apocalipsis, catástrofe o bendición‖. Otro lleva como título: ―Apocalipsis, el libro que
no entendimos‖. Y otro comentario se titula: ―El Apocalipsis sin velos‖. En fin, cada
comentarista le coloca un título tratando de atraer lectores y lectoras, y a la vez con la
promesa de que ese comentario sí tiene la última palabra. No podemos negar que
Apocalipsis ha sido uno de los libros de la Biblia muy difícil de interpretar y por lo
tanto no debemos caer en un dogmatismo al pensar que yo sí tengo la verdadera
interpretación. Hasta ahora, por lo general han existido cuatro presunciones
interpretativas de Apocalipsis: Esta el enfoque Preterista que ubica el libro hacia finales
del siglo I, y enfatiza que todos los detalles y profecías ya fueron cumplidas en ese
contexto del siglo I. Está un segundo grupo llamado Futurista que enfatiza que
Apocalipsis tiene su cumplimiento inmediatamente con la Segunda Venida de
Jesucristo; que hasta que Él no aparezca, nada de lo que profetiza el libro se cumple.
Esta un tercer grupo llamado el Alegórico o Simbólico; según este grupo, el libro
Apocalipsis presenta la lucha simbólica entre el bien y el mal sin ninguna referencia
histórica. Y está un cuarto grupo denominado Histórico-Profético que plantea que
Apocalipsis es un vistazo histórico de la civilización humana. Un ejemplo de esto son
las cartas a las 7 iglesias que son usadas como una descripción de 7 períodos por los que

11
la iglesia ha venido pasando. Para este grupo, estamos en los tiempos de la séptima
iglesia, la de Laodicea. Por supuesto, cada una de estas escuelas de interpretación de
Apocalipsis tiene algo de validez, pero ninguna puede considerarse definitiva. La
historia de la interpretación de Apocalipsis ha demostrado que nadie tiene la última
palabra. Es cierto que buenos intérpretes de Apocalipsis han propuesto diversas
interpretaciones y han tenido mucha influencia en la historia cristiana y secular. Ya en
el siglo II hubo un intérprete de la Biblia llamado Montano. La convicción de este
hombre era que el fin de la edad se había acercado, y esto lo llevó a darle instrucciones
a los cristianos de abstenerse del matrimonio; que se disolvieran los matrimonios que ya
estaban, y que se reunieran en un lugar apropiado para esperar el descenso de la
Jerusalén Celestial. Por supuesto que la ciudad celestial nunca descendió cuando se
esperaba, y, por consiguiente, Montano y sus seguidores fueron declarados herejes por
el liderazgo de ese tiempo‖. No podemos pasar por alto el llamado: El primer fin del
mundo el 31 de Diciembre del año 999 a las doce de la noche. Ese año fue muy
impactante porque mucha gente se puso histérica esperando el regreso de JesuCristo.
Durante los últimos meses del 999, todo el mundo comenzó a comportase bien lo mejor
que podían; la gente comenzó a vender sus propiedades y a dársela a los pobres; miles
de peregrinos comenzaron a llegar a Jerusalén; las plantaciones fueron descuidadas y
muchas otras cosas más sucedieron. ¿Y qué pasó cuando sonaron las 12 campanadas a
las 12 de la noche del 31 de Diciembre del año 999? Que llegó el año 1.000 y nada
extraordinario sucedió; todo siguió su curso normal . Hubo otro intérprete de profecías
a mediados de los años 1800, Guillermo Miller, un agricultor de Nueva Inglaterra;
quien luego de años de estudio de la Biblia llegó a la conclusión que el tiempo escogido
por Dios para destruir el mundo podía adivinarse directamente interpretando el texto
bíblico, y predijo que el mundo se acabaría en algún momento entre el 21 de marzo de
1843 y 21 de marzo de 1844. Predicó y publicó lo suficiente como para atraer a miles de
seguidores conocidos como los Milleristas; pero nada sucedió en esas dos fechas;
finalmente estableció la fecha del fin del mundo para el 23 de abril del 1844, pero
tampoco sucedió nada. Luego vino el segundo fin del mundo: El Año 2000; se
profetizó el llamado “El efecto 2000 Y2K”. Para muchos, el año 2000 significaba el
fin de la humanidad. Antes de ese momento, se hablaba no solo del fin del mundo, sino
también de un desastre tecnológico que afectaría a todas las computadoras y que tal vez
nos retrocedería hasta la edad de piedra debido a que las computadoras pudieran activar
las bombas atómicas en todas partes del mundo. Han pasado ya varios años desde esos
sucesos y las computadoras cada vez están más presentes en nuestras vidas. Hal
Lindsey: en su libro: ―La agonía del planeta tierra‖ pronosticó el fin del mundo para
1988, pero tampoco sucedió nada. Harold Camping, un predicador radial, por los años
90: escribió un libro titulado: ―¿Está usted listo?‖, y en una de sus páginas dice: “si mi
estudio es preciso, y creo con todo mi corazón que lo es, no habrá extensión de tiempo.
No habrá tiempo para segundas especulaciones. Cuando llegue el 6 de Septiembre de
1994, nadie será salvado, el fin ha llegado". Llegó ese día y nada sucedió. Luego en el
2011 este mismo predicador Harold Camping, de nuevo desde su emisora internacional
―Family Radio‖ según sus cálculos matemáticos, impactó al mundo con su nueva fecha
del fin del mundo para el 21 de Mayo del 2011, pero nada ocurrió; enseguida se
disculpó diciendo que había ocurrido un error matemático, y dijo que la cosa era para el
mes de Octubre de ese año; igualito, nada ocurrió. ¡Ah, pero al año siguiente, en el
2012, el mundo de nuevo fue estremecido con LA PROFECÍA DE LOS MAYAS
PARA EL 2012!; y para completar, ese año se proyectó en todo el mundo la impactante
película catastrófica ―2012‖. Como podemos ver A.Os., han habido un sin fin de
interpretaciones del fin del mundo a lo largo de la historia que han lastimado la buena fe

12
de mucha gente provocando la incredulidad, confusión y el rechazo a los temas de la
Biblia. Esas interpretaciones futuristas que hemos mencionado hacen imposible que el
Apocalipsis influya en el entendimiento del mundo en estos últimos años. Pero la
hermenéutica sana de la Biblia dice que cada libro está escrito para un audiencia
histórica específica, y si no tiene significado para esa audiencia original tampoco tiene
importancia para nosotros; así que con tantas interpretaciones uno debe tener cuidado de
evitar el dogmatismo en posturas absolutistas; tenemos que ser cautelosos; y por otro
lado, siempre debe haber tolerancia cuando hay tanta divergencia de opinión. Para
interpretar bien el libro Apocalipsis tenemos que ver en él una interpretación Divina de
los eventos de los primeros tres siglos de la era cristiana, ya que estas cosas rodeaban al
cristiano perseguido por la Roma pagana, y para consolar al cristiano perseguido se le
revela cómo todo sería cambiado porque la Causa de Cristo y no la de Roma la
perseguidora, sería la triunfante. Así que Apocalipsis en aquél tiempo animaba a
aquellos cristianos, como a nosotros hoy día también, a vivir en vista de la eternidad, y
no del tiempo. Es por eso que Apocalipsis es para cristianos perseguidos de todos los
tiempos; Dios hará justicia. Es cierto que en Apocalipsis hay cosas que todavía no se
han cumplido como la segunda venida de Cristo y el Juicio Final. Apocalipsis, como los
demás libros del Nuevo Testamento, fue escrito para suplir una necesidad de los santos
de ese tiempo, pero tiene aplicación para los cristianos de todo tiempo que se
encuentren bajo circunstancias similares. Para finalizar nuestro estudio de hoy vamos a
dar unas pautas sobre cómo debemos proceder para entender en la mayor medida
posible este libro de Apocalipsis. En primer lugar debemos admitir que los cristianos
occidentales no entienden el género literario apocalíptico desde la perspectiva hebrea,
porque lo han entendido desde la perspectiva occidental, y son dos enfoques muy
distintos como ya lo hemos explicado en el estudio anterior. Y por otro lado los
cristianos occidentales han manejado el concepto de profeta y profecía desde su punto
de vista y no desde el punto de vista hebreo que es muy diferente también. Esto también
lo hemos explicado en el estudio anterior. También debemos admitir que cada
generación de cristianos ha enfatizado la interpretación del Apocalipsis en su propio
contexto histórico, y hasta el momento todas ellas han errado porque se han limitado a
la época que se ha estado viviendo. Muchos comentaristas modernos de Apocalipsis nos
hacen ver como si Juan vio desde su tiempo con mucha anticipación aviones de guerra y
misiles intercontinentales, tanques de guerra, helicópteros, explosiones atómicas,
computadoras, códigos de barras y un sinfín de cosas más, cuando en realidad el
testimonio de Jesús resucitado es el fundamento último del mensaje positivo y
esperanzador del Apocalipsis. Los discípulos de Jesús no debemos olvidar jamás que
creemos en alguien que está vivo y que se encuentra junto a nosotros para siempre. Esto
significa que el tiempo de la Vida y del Reino de Dios ya ha comenzado entre nosotros.
Esta convicción nos debe llevar a pensar que una de las tareas fundamentales para
entender Apocalipsis es que debemos leerlo primero antes de atender a los sistemas
teológicos. Nos atrevemos a decir que el secreto para entender Apocalipsis va a estar es
en las lecturas que usted mismo le va a hacer a este libro, y no tanto en el método de
interpretación preterista, futurista, alegórico o histórico-profético. Fíjese bien lo que
dice Apocalipsis 1 verso 3, ―Dichoso el que lea y los que escuchen las palabras de esta
profecía y guarden lo escrito en ella‖ Así comienza el Apocalipsis y, a pesar de esta
promesa, la mayoría de sus lectores la pasamos por alto. Notemos que el énfasis está no
en interpretarlo, sino en leerlo, escucharlo, y guardarlo o lo que es lo mismo,
obedecerlo. Los acontecimientos históricos aumentan cada día en gravedad y muchos
hombres buscan en el Apocalipsis una ayuda para vivir los tiempos difíciles del mundo
que parecen acercarse velozmente para dar a luz una nueva época. Cada uno de

13
nosotros debe caminar bajo su luz personal. Usted, la Biblia y el Espíritu Santo son
prioridades en esta interpretación y no debe sustituirse por ningún comentario
sensacionalista. Aquí quiero referirme a un testimonio de un amigo cristiano que me
contó hace muchos años que cuando él no conocía nada del Evangelio de Jesucristo,
alguien le puso en la mano una Biblia para que la leyera; y el primer libro de la Biblia
que se le ocurrió leer fue Apocalipsis; y le impactó tanto su lectura que cuando terminó
de leerlo fue a que su compadre y le dijo que escuchara lo que había leído; cuando se lo
terminó de leer, mi amigo dice que ya su vida se había convertido a Jesucristo hasta el
día de hoy que tiene más de 90 años. Esta anécdota nos dice que lo más importante de
Apocalipsis no es lo que otros interpretan, sino lo que usted recibe de su lectura. Por eso
es que Apocalipsis 1:3 dice: ―Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de
esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca‖; así que
primero que todo, usted, la Biblia y el Espíritu Santo son prioridades en esta
interpretación. Y un consejo final para todos nuestros oyentes es que, debido a que
Apocalipsis se presta a muchísimas interpretaciones, no por eso vamos a molestarnos o
catalogar a los demás como falsos o apóstatas porque no van de acuerdo a nuestra
perspectiva de interpretación o porque no compartimos la misma opinión de
interpretación de profecía. Creemos que nunca debemos ignorar o despreciar la idea o
interpretación de otros solo porque no encaja en nuestra caja preconcebida. Seamos
dóciles como palomas y apliquemos el consejo de Pablo, escudriñarlo todo y retener lo
bueno; lo cual significa que estemos siempre abiertos y atentos a lo que el Espíritu
Santo de Dios nos quiere decir, porque recordemos que no todo está dicho en profecía;
los acontecimientos mundiales van dando luz y entendimiento a lo que ya está escrito en
la Biblia. Así que nuestra tarea de ahora en adelante es hacer un intento lo más
aproximado posible para entender este mensaje de Apocalipsis y aplicarlo a nuestra vida
cotidiana hasta que Jesús el Mesías de Israel y del mundo venga. Finalizamos nuestro
estudio de hoy animándole a que lea esta semana todo el libro de Apocalipsis. Dios les
bendiga.

14
Ya hemos presentado tres estudios introductorios de Apocalipsis que nos deben
ayudar a estar listos para comenzar la tarea de comprender este libro que viene de la
mano del Eterno, del Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob; y que este libro fue
entregado en las manos de nuestro Salvador Jesucristo, a quien Nuestro Padre le ha
dado toda potestad en el Cielo y en la tierra. Bien, ya hemos hecho referencia en los
tres estudios anteriores sobre los primeros tres versos de Apocalipsis; hoy vamos a
explorar un poco el resto del capítulo 1 desde los versos 4 al 20. Vamos a comenzar
con los versos 4 al 6 que dicen lo siguiente: “4Juan, a las siete iglesias que están en
Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete
espíritus que están delante de su trono; 5y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito
de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de
nuestros pecados con su sangre, 6y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a
él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.” Lo primero que notamos en
estos tres versos es que hay un trasfondo hebreo extraordinario, solo que como ésta es
una traducción griega no logramos a primera vista ver este trasfondo hebreo. Pero
fijémonos la mención del número 7, que es un número especial en la numerología
hebrea que significa perfecto, completo; luego la declaración que identifica a Dios el
Padre: ―el que es y que era y que ha de venir‖, que es nada menos el Dios que se le
reveló a Moisés en el desierto: ―El yo soy el que soy‖; y que en hebreo es ―Y-H-V-H‖, y
que en nuestras biblias lo traducen como ―Jehová‖; otras biblias lo traducen como
―YAVÉ‖ ó ―ADONAY‖. También de nuevo se menciona el número 7 para identificar la
presencia de Dios como 7 espíritus que identifica al Santo Espíritu de Dios; luego se
menciona el nombre de Jesús como el mesías, Jesucristo, que en hebreo es Yeshúa ha
Mashíaj. La expresión ―el soberano de los reyes de la tierra‖ es muy típica del A.T. para
indicar la soberanía de Dios sobre los que gobiernan el mundo; también notamos esta
otra frase: ―nos lavó de nuestros pecados con su sangre‖, que es un lenguaje que viene
del libro de Levítico; y la expresión ―nos hizo reyes y sacerdotes para Dios su Padre‖ es
una expresión que identifica al pueblo de Israel en Éxodo 19:6; y finalmente la gloria y
el imperio por los siglos de los siglos, es otra expresión muy del A.T. para indicarnos

15
que Dios es el que tiene las riendas de la historia y se las ha entregado a Su Hijo.
Como podemos ver, en estos primeros versos tenemos una visión de Dios como Padre,
como Espíritu y como Hijo revelado en la historia de la humanidad. A.Os., apenas
vamos comenzando a comentar Apocalipsis y de una vez vamos viendo cómo este libro
está repleto de referencias del A.T. El comentarista José Sanchez en su página web
―Descubre la Biblia‖, en el comentario sobre Apocalipsis dice que hay dos requisitos
para entender Apocalipsis: El primero es conocer bien el A.T.; y el segundo requisito es
conocer bien la historia de Israel, de la Iglesia y del mundo. Bien, sigamos comentando
este capítulo 1 de Apocalipsis; el verso 7 dice: “He aquí que viene con las nubes, y
todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán
lamentación por él. Sí, amén.” El profeta Daniel ya lo dijo primero; en su capítulo 7
verso 13; este profeta vio con mucha anticipación este acontecimiento que no tiene nada
de secreto ni de oculto, sino que más bien enfatiza que la venida de Jesucristo a la tierra
es un acontecimiento visible a todo ojo humano; notemos que dice que ―todo ojo le
verá‖, y ―todos los linajes de la tierra harán lamentación por él‖, indicando con esta
expresión la sorpresa que se va a llevar el mundo de los que le traspasaron, le
rechazaron y se burlaron de Jesucristo El Todopoderoso. Luego sigue diciendo el verso
8, “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que
ha de venir, el Todopoderoso.” La frase: ―Yo soy el Alfa y la Omega‖ es la traducción
griega; pero si usted lee el texto hebreo, dice: ―Yo soy el Alef y la Tau‖, que viene
siendo la primera letra y la última del alfabeto hebreo, y de nuevo menciona el nombre
sagrado de Dios como el ―Yo soy el que soy‖, ―YHVH‖, ―JEHOVÁ‖, y enfatiza que se
trata del Todopoderoso, que en hebreo es El Shaday. Aquí uno se pregunta: ¿Por qué
tantas referencias con respecto a Dios? Unas veces con respecto al Padre, otras veces
con respecto al Espíritu de Dios y con más énfasis con respecto al Hijo, Jesús el Mesías
del Eterno. El Dr. Jacques Doukjan que comenta Apocalipsis bajo el título: ―Secretos
del Apocalipsis‖, dice: ―… el libro quiere conducirnos para que le entreguemos nuestra
vida a Dios, que esté a tono con ‗las cosas en ella escritas‘‖ Así es Amigo, Amiga, ¡qué
interesante y qué privilegio el que tenemos, que un libro como Apocalipsis nos
introduce al mundo de Dios y sus designios! Nos sigue diciendo los versos 9 al 11,
“9Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en
la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra
de Dios y el testimonio de Jesucristo. 10Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y
oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, 11que decía: Yo soy el Alfa y la
Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete
iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y
Laodicea.” Notemos que en el verso 9 Juan nos dice que es copartícipe junto con el
pueblo de Dios en tres experiencias muy de este mundo, en la tribulación, en el reino, y
en la paciencia de Jesucristo. Juan dice que estaba en una isla llamada Patmos; pero no
era una isla paradisíaca, sino que era una isla-prisión, y por causa de la palabra de Dios
y por causa de ser un seguidor de Jesucristo fue confinado allí a trabajos forzados; pero
había otra razón, todo seguidor de Jesucristo sabe que entra en la dimensión del reino de
Dios, pero que se requiere paciencia porque los hombres de este mundo se oponen a ese
reino. Cuando Jesucristo comenzó a predicar, le dijo a la gente de su tiempo que el
reino de Dios ya estaba entre ellos; pero ellos dijeron: no queremos que este reine entre
nosotros. En otro momento, Jesús le dijo a la clase dirigente judía: ―Jerusalén, Jerusalén,
que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados; cuántas veces quise
juntarlos como la gallina junta a sus polluelos, y no quisisteis‖. Pero nada, esta
tribulación no impide que Dios siga su curso, sus planes, sus designios para con Israel y
para con el mundo entero. Juan dice que estando en esa isla-prisión, nadie le podía

16
impedir que estuviera en el Espíritu de Dios y recibir de Él la Palabra de Dios. Pues
bien, allí en ese lugar Dios le dio la visión del ―Día del Señor‖. Un gran número de
comentaristas dicen que ese ―Día del Señor‖ era un Domingo; pero nada que ver; ni
Domingo, ni Martes, ni Jueves; en realidad tuvo que ser en Sábado o Shabat. En honor a
la verdad, tenemos que decir que para cuando Juan escribe estas palabras, entre el 90 y
100 d.C., las congregaciones seguidoras de Jesús se reúnen es en el día Sábado, o como
se dice en Hebreo: Shabat. El cambio del Sábado para el Domingo se comienza a dar es
a comienzos del Siglo II cuando ya las congregaciones están bajo el liderazgo más
gentil que judío debido a que ya esas congregaciones no querían que se les identificara
con los judíos para evitar así cualquier tipo de persecución de parte de los romanos; sin
embargo, cuando Constantino el 7 de Marzo del 321, Siglo IV, decreta el cambio del
Sábado para el Domingo, hubo muchas congregaciones cristianas de Europa Oriental,
del Asia Menor y Africanas que se rehusaron a cumplir ese y otros decretos, y se
siguieron reuniendo en Sábado o Shabat, y siguieron celebrando las fiestas bíblicas
como Pesaj y las otras fiestas, porque entendían que sus raíces de la fe estaban en los
libros de Moisés y de los profetas. Creemos que cuando Juan menciona ―El Día del
Señor‖ no solo pudiera estar refiriéndose al Sábado o Shabat, sino que también se estaba
refiriendo a ese gran acontecimiento que ya habían anunciado los profetas del A.T. y
que se conecta sin duda alguna con Apocalipsis: Se trata de ―El Día del Señor‖, que en
hebreo es: ―El Yom Yahwe‖, el día del Juicio final y de su venida al final del tiempo.
Veamos lo que dicen los profetas siguientes: Isaías 13:9 al 13 dice: “9He aquí el día de
Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en
soledad, y raer de ella a sus pecadores. 10Por lo cual las estrellas de los cielos y sus
luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su
resplandor. 11Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y
haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes. 12Haré
más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ofir al hombre. 13Porque
haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación de
Jehová de los ejércitos, y en el día del ardor de su ira.” Veamos también como lo
describe el profeta Joel en su capítulo 2; dice así: “1Tocad trompeta en Sion, y dad
alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el
día de Jehová, porque está cercano. 2Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de
sombra; … 6Delante de él temerán los pueblos; se pondrán pálidos todos los
semblantes. … 10Delante de él temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la
luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. …11…porque grande es
el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?” El profeta Amós también
ilustra cómo será ese día; dice en su capítulo 5:18 al 20 “18¡Ay de los que desean el día
de Jehová! ¿Para qué queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz;
19
como el que huye de delante del león, y se encuentra con el oso; o como si entrare
en casa y apoyare su mano en la pared, y le muerde una culebra. 20¿No será el día de
Jehová tinieblas, y no luz; oscuridad, que no tiene resplandor?” Otro profeta
llamado Sofonías también describe ese día; en su capítulo 1 versos 14 al 18 dice así:
“14Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga la voz
del día de Jehová; gritará allí el valiente. 15Día de ira aquel día, día de angustia y de
aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de
nublado y de entenebrecimiento, 16día de trompeta y de algazara sobre las ciudades
fortificadas, y sobre las altas torres. 17Y atribularé a los hombres, y andarán como
ciegos, porque pecaron contra Jehová; y la sangre de ellos será derramada como
polvo, y su carne como estiércol. 18Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la
ira de Jehová, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque

17
ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra.”
Amigo, Amiga, no hay duda que esto que dicen los profetas del A.T. está en conexión
con lo que describe Apocalipsis. Este Día del Señor es lo que dice Apocalipsis 3:10,
“Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la
hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que
moran sobre la tierra.” Déjeme decirle una cosa, si usted es una persona temerosa de
Dios, que sabe que Dios habla en serio; que envió a su Hijo Jesucristo a este mundo a
sacrificarse en el madero para el perdón de nuestros pecados, y que hemos aceptado su
invitación de andar en sus caminos, pues este Día del Señor no es para usted; usted será
guardado de esa hora de prueba que ha de venir sobre el mundo entero; ese día es para
los que han decidido colocarse del lado del mal; ese día el mal, la injusticia y el
terrorismo tendrán su pago; ese día a los soberbios, a los arrogantes y a los terroristas se
les pondrán pálidos sus semblantes; y los fieles y obedientes a Dios, recibirán la Corona
de la Vida Eterna con Dios. Quiera Dios que usted y yo seamos uno de ellos. Bien,
hasta aquí nuestro estudio de hoy.

JESUS Y LAS
7 IGLESIAS

Ya hemos presentado cuatro estudios de Apocalipsis que nos están ayudando en


la tarea de comprender este libro que viene de la mano del Eterno, del Dios de
Abraham, de Isaac y de Jacob; y que este libro fue entregado en las manos de nuestro
Salvador Jesucristo, a quien Nuestro Padre le ha dado toda potestad en el Cielo y en la
tierra. Hoy finalizamos el capítulo 1 que nos habla de 7 iglesias, 7 candeleros, 7
estrellas y lo más espectacular, la presencia de N.S. Jesucristo en medio de ellas. Lo
primero que notamos es que en el verso 11 se le dice a Juan lo siguiente: “Escribe en
un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna,
Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.” De una vez notamos que hay una
iglesia ausente: la de Jerusalén, desde donde los apóstoles de Jesús giraban

18
instrucciones a las diferentes iglesias en distintas partes del mundo. ¡Ah!... pero no se
nos olvide que en este verso 11 de Apocalipsis ya estamos en el año 100
aproximadamente, y la iglesia de Jerusalén ya no existe porque en el año 70 Jerusalén
ha sido destruida, arrasada por el ejército romano, y toda la población que sobrevivió a
esa destrucción fue dispersada a otras regiones del mundo de ese entonces. La iglesia
de Jerusalén, junto con algunos apóstoles que todavía vivían para el año 70, se
establecieron en estas 7 iglesias del Asia y en otras regiones del mundo. Pudiéramos
decir que estas 7 iglesias eran el prototipo de todas las demás iglesias en cualquier parte
del mundo de ese entonces porque en esa primera visión que Juan tiene, esas 7 iglesias
tienen forma de candeleros o menorás en hebreo; los pastores de esas iglesias tienen
forma de estrellas, pero lo más espectacular es que quien está en medio de esos 7
candeleros es el mismo Señor Jesucristo, que tiene en su mano derecha esas 7 estrellas o
pastores. Lo otro impresionante es la forma como aparece y está vestido N.S.
Jesucristo; dicen los versos 12 al 16 lo siguiente: “12Y me volví para ver la voz que
hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, 13 y en medio de los siete
candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba
hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. 14Su cabeza y sus cabellos
eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; 15y sus
pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como
estruendo de muchas aguas. 16Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una
espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su
fuerza.” Vamos a desglosar brevemente cada uno de estos detalles de esta visión tan
importante para que toda iglesia en cualquier época y en cualquier lugar del mundo sepa
dónde está parada. El primer detalle que nos llama la atención son los 7 candeleros de
oro; esto de una vez nos remite a los candeleros de oro que se mantenían encendidos día
y noche en el Templo de Dios en Jerusalén. Cada candelero o menorá en hebreo tiene 7
lámparas para que sean encendidas. Esos candeleros desde un principio Dios había
dicho que representaban luz para Israel y para las naciones. Con la destrucción del
Templo de Jerusalén los candeleros se apagaron literalmente, pero espiritualmente no se
apagaron, siguen encendidos; la llama de la Palabra de Dios nadie la podrá apagar. La
llama de la Casa de Judá y de la Casa de Efraim siguen encendidas; ¿saben por qué?,
porque hay uno en medio de los 7 candeleros que las mantiene encendidas. Veamos
ahora el personaje que está en medio de los 7 candeleros; se trata de N.S. Jesucristo
glorificado quien aparece vestido no como un emperador o rey, sino como el Sumo
Sacerdote que intercede por Su Pueblo en cada época y lugar del mundo. Escuchen lo
que dice el Comentario Mundo Hispano, en el Tomo 24 que corresponde al Apocalipsis,
en la página 131, dice así: ―La vestidura y el cinto de oro eran portados por los
sacerdotes en el AT, y pueden representar a Cristo como el gran sumo sacerdote de las
iglesias en cumplimiento del sacerdocio aarónico del AT.‖ ¡Interesante! ¿No es cierto?
Aquí debemos decir dos cosas muy importantes: La primera es que Jesucristo en ningún
momento se ha divorciado de su pueblo Israel; Él se sigue identificando con su pueblo
Israel al aparecer no como un romano o como un griego, sino como todo un Judío, y
como Sumo Sacerdote para la Casa de Judá y para la Casa de Efraim que representa a
las iglesias del mundo gentil. Lo segundo que debemos decir es que para N.S.
Jesucristo, esas 7 iglesias que representan a todas las iglesias del mundo en todas las
épocas y en todos los lugares del mundo, son Israel; y aquí podríamos decir que toda
iglesia debe tener como símbolo característico, una menorá de 7 candeleros, y
mantenerlos encendidos permanentemente bien sea con luz eléctrica o con aceite. Hoy
día hay muchas iglesias que ya tienen su menorá como símbolo del Israel de Dios. No
se nos olvide que ―iglesia‖ o ―eklesía‖, así aparece en la versión griega del A.T. llamada

19
la Septuaginta, y significa: ―los sacados o llamados fuera del Egipto de este mundo‖;
―los sacados de la esclavitud del pecado‖; así que Israel en el A.T. es llamado también
―iglesia‖ o ―eklesía‖, porque ellos fueron sacados de la esclavitud egipcia. Lo otro que
se destaca en la visión de la persona de N.S. Jesucristo es su cabeza y sus cabellos como
blanca lana, sus ojos como llama de fuego, sus pies refulgentes, su voz como estruendo
de muchas aguas, su mano derecha sosteniendo las 7 estrellas, de su boca sale una
espada aguda de dos filos, y su rostro como el sol cuando resplandece en su fuerza.
Toda esta descripción nos dice que N.S. Jesucristo es uno con Dios Nuestro Padre; así
lo dice en Juan 10:30 “Yo y el Padre uno somos”. Ante esta grandiosa visión de
Jesucristo, Juan dice en los versos 17 y 18: “17Cuando le vi, caí como muerto a sus
pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el
último; 18y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los
siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.” ¿Qué nos dice toda esta
descripción? ¿Hay algún emperador, algún mandatario, algún rey, presidente, dictador,
que tenga estas características? La respuesta usted y yo la sabemos. Con razón Juan en
este primer capítulo de Apocalipsis habla de ―la paciencia de Jesucristo‖ durante este
tiempo; pero cuando llegue el ―Día del Señor‖, a estos emperadores, reyes presidentes y
dictadores, se les pondrá el rostro pálido y se pondrán a temblar ante el Soberano de los
reyes, presidentes y dictadores de la tierra como dicen los profetas de Dios que
mencionamos en el estudio anterior. Así que este cuadro, esta visión de los 7
candeleros y Jesucristo en medio de ellos, no se le debe olvidar a ninguna iglesia en
cualquier lugar del mundo y en cualquier época y bajo cualquier circunstancia buena o
mala. El capítulo 1 de Apocalipsis finaliza con el verso 20 que dice así: “El misterio
de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las
siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto,
son las siete iglesias.” Notemos esta palabra ―misterio‖, es algo que anteriormente
estaba escondido o era un secreto pero que ahora se ha dado a conocer o se ha revelado
o identificado; en este caso de las 7 estrellas en la mano derecha de Jesucristo, la
mayoría de los comentaristas bíblicos están de acuerdo que se trata de los pastores que
están al frente de las iglesias; y los candeleros el mismo texto bíblico interpreta que son
las iglesias que alumbran al mundo; y por el otro lado, específicamente tendremos que
decir que estos pastores e iglesias que están en la manos de Jesucristo se refieren a todos
los pastores e iglesias de todos los tiempos y de todos los lugares del mundo; y de una
vez pasamos a ver en los capítulos 2 y 3 de Apocalipsis que para cada una de esas 7
iglesias y pastores hay un mensaje específico. Muchos intérpretes de Apocalipsis dicen
que estas 7 iglesias representan 7 períodos por los cuales la iglesia ha pasado a través de
su historia. Que Efeso representa la iglesia del primer siglo; que Esmirna representa la
Iglesia perseguida o la iglesia de los mártires de los años 101 al 313; que Pérgamo
representa la iglesia del Estado Romano del año 313 con Constantino hasta el 538 con la
caída de Roma; que Tiatira representa a la iglesia triunfante cuando ella gobierna al
mundo durante unos mil años; desde el 538 hasta el 1.563, pero que más bien la historia
llama a este período ―el oscurantismo‖; que Sardis representa la época de la Reforma
que duró unos 200 años, desde el 1563 hasta el 1790; que la iglesia Filadelfia representa
el período desde el 1790 hasta el 1844, llamado el período de las misiones mundiales; y
que finalmente Laodicea representa a la iglesia moderna desde el 1844 hasta nuestros
días y que se caracteriza por la apostasía y la mundanalidad. La pregunta es: ¿Cuándo
finalizaría el período de la Iglesia de Laodicea para que le de paso al cumplimiento de
los capítulos 4 al 22 de Apocalipsis? Tal vez la teoría dispensacionalista diría que a
partir del ―rapto‖ de la Iglesia. Pero no encontramos en el texto bíblico ninguna pista
que nos indique que así es. Hacerlo sería forzar el texto bíblico a que diga cosas que no

20
dice. Decir que cada una de estas iglesias representan 7 períodos históricos sería forzar
el texto bíblico a que diga cosas que no dice; sería como forzar un rompecabezas con
piezas que corresponden a otro rompecabezas. Pero veamos estos dos capítulos 2 y 3
de Apocalipsis de una manera más honesta que nos hablan de las características y
cualidades de cada una de esas 7 iglesias. Notemos que Juan NO da una visión
romántica de la iglesia, sino que nos muestra lo fuerte y lo débil que es. Un buen
ejercicio es hacer un listado de las debilidades y los puntos fuertes que se presentan en
cada una de estas iglesias. Estas 7 iglesias se parecen a las 7 iglesias a quienes Pablo
les escribió; a la iglesia de Roma, a la de Corinto, a la de Galacia, la de Filipos, de
Efeso, de Colosas, y a la de Tesalónica. ¡¿Curioso e interesante, no es cierto?! A todas
estas iglesias Pablo las enseñó y las corrigió; les habló de sus fortalezas y de sus
debilidades. Esa es la dinámica de la iglesia de todos los tiempos. De las siete iglesias
a las cuales N.S. JesuCristo se dirige, seis son felicitadas, alabadas; una de ellas
(Laodicea) no recibe ninguna alabanza. De las siete, cinco son censuradas; dos de ellas
(Esmirna y Filadelfia) no reciben ninguna censura. Podemos decir sin equivocarnos, que
más que 7 eras o etapas de estas 7 iglesias, más bien podemos decir que las
circunstancias del bien y del mal que vemos en estas siete iglesias del Asia del siglo
primero, en realidad cubren la gama de circunstancias generales que confrontan las
iglesias de JesuCristo de todos los tiempos y de todos los lugares del mundo. Nuestro
Señor dijo un día que habría trigo y cizaña hasta el fin de los tiempos, que es cuando se
separará el trigo de la cizaña. Lo más honesto que podemos decir entonces es que cada
iglesia de JesuCristo en cada época y lugar puede verse en estas siete iglesias cuáles
cosas agradan al Señor, cuáles no le agradan, y qué hacer para corregir faltas. Para
finalizar nuestro estudio de hoy le sugerimos que lea estos dos capítulos, el 2 y el 3 de
Apocalipsis y verá usted que no tienen nada de complicado, sino que más bien tómelos
como una buena manera de evaluar su vida y la de su iglesia como seguidores de
Jesucristo; vea cuáles son sus fortalezas y cuáles son sus debilidades, y corrija lo que
haya que corregir en su vida y en la vida de su iglesia. Por eso es que cada mensaje a las
7 iglesias finaliza con unas palabras de reflexión: “El que tiene oído, oiga lo que el
Espíritu dice a las iglesias.” Bien, hasta aquí nuestro estudio de hoy. Dios les
bendiga.

21
Ya hemos dicho que la mejor manera de comprender este libro que viene de la
mano del Eterno, va a estar es en las lecturas que usted mismo le haga a este libro, y no
tanto en el método de interpretación que usted le aplique. Fíjese bien lo que dice
Apocalipsis 1 verso 3, “Dichoso el que lea y los que escuchen las palabras de esta
profecía y guarden lo escrito en ella”. Así que le animamos a que durante estos
estudios que estamos dando, usted logre leer varias veces este último libro de la Biblia y
escuche lo que el Espíritu de Dios le dice. Hoy vamos a ver los capítulos 4 y 5 de
Apocalipsis que nos describen una visión del Cielo de Dios. Si usted mira el cielo en su
forma natural, bien de día o de noche, luce majestuoso, misterioso; si lo mira con la
ayuda de un poderoso telescopio se va a ver aún más impresionante y provocativo de
conocerlo. La ciencia espacial nos ha dado una visión un poco más de cerca pero
reconociendo que es una visión muy limitada porque nos dicen que el universo es
infinito. Pero resulta que en estos dos capítulos de Apocalipsis, el 4 y el 5, se nos
muestra la otra cara del cielo, es el Cielo de Dios, y es Dios mismo que nos da una
visión maravillosa. En el capítulo 4 verso 1 se le dice a Juan: “Después de esto miré, y
he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta,
hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después
de estas.” Luego desde el verso 2 hasta el verso 14 del capítulo 5 se nos muestra un
cuadro lleno de figuras, símbolos y sonidos jamás vistos por el ojo humano. Sería
interesante que un pintor al óleo dibujara toda esta visión del Cielo de Dios; el resultado
sería un cuadro espectacular jamás visto por el ser humano. Si usted busca por internet
en Google en la sección imágenes, y coloca la frase: ―Visión del Cielo de Dios‖, resulta
que le van a salir un centenar de cuadros muy interesantes que intentan dibujar toda esa
visión de los capítulos 4 y 5 de Apocalipsis, pero todos se quedan cortos. Antes de
continuar queremos decirles que si usted revisa el A.T. se va a dar cuenta que a otros
siervos de Dios se les dio también una visión del Cielo de Dios. El profeta Micaías en I
Reyes 22:19 dice: “Yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos
estaba junto a él, a su derecha y a su izquierda.” El profeta Isaías en su capítulo 6
versos 1 al 4 relata lo siguiente: “1En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor
sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. 2Por encima de
él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos
cubrían sus pies, y con dos volaban. 3Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo,
santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. 4Y los
quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se
llenó de humo.” También el profeta Ezequiel relata una experiencia en el capítulo 1
donde él dice: “Aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, a los cinco días del mes,
que estando yo en medio de los cautivos junto al río Quebar, los cielos se abrieron, y
vi visiones de Dios.” Todo el capítulo 1 es un relato impresionante que le ha servido a
los Ufólogos para confirmar la existencia de los extraterrestres; pero nada más lejos del
pensamiento del profeta Ezequiel. Toda esa visión de este profeta es mostrarnos la
Soberanía de Dios en la historia de Israel y del mundo. Lo mismo podemos decir de
estos dos capítulos 4 y 5 de Apocalipsis. La idea es establecer un fundamento sólido
para el pueblo de Dios porque los acontecimientos que vienen a partir del capítulo 6 de
Apocalipsis en adelante, se necesita este fundamento porque lo que va a ocurrir
cualquiera puede pensar: ¿Y dónde está Dios en esto que está sucediendo? Esta es la
gran pregunta cuando ocurren cataclismos, guerras mundiales, pestes y epidemias
mundiales. Cuando ocurrió el Holocausto Judío, muchos se preguntaban: ¿Y dónde
estaba Dios cuando esto ocurría? Vamos a tratar de dibujar con nuestras propias
palabras este majestuoso cuadro del Cielo de Dios que se le mostró a Juan y se nos

22
muestra a todos los que de veras creemos en un Dios que rige la historia y el Universo
entero. Lo primero que Juan ve es una gran puerta, pero no cerrada sino abierta,
indicando con esto el acceso a ella. Mucha gente que ha pasado por la experiencia de
morir y regresar de nuevo a la vida, han visto esta puerta del Cielo de Dios. ¡Qué
privilegio será cuando nos toque entrar por esa puerta! Lo siguiente que Juan ve es un
trono establecido en el cielo y alguien sentado en ese trono. Me gusta esa expresión de
Reina Valera: ―un trono establecido‖, lo cual da una idea de permanencia, de
estabilidad, y no de algo transitorio mucho menos simbólico. Así que este ―trono
establecido‖ nos da seguridad por sobre lo que pudiera ocurrir a nuestro alrededor. Pero
se trata de un ―trono‖ que NO está vacío, sino que hay alguien sentado allí; nada menos
que EL ETERNO. EL TODOPODEROSO, ADONAY ELOHIM. EL GRAN YO SOY.
EL CREADOR DEL UNIVERSO Y EL QUE SUSTENTA TODAS LAS COSAS CON
LA PALABRA DE SU PODER desde los millones de galaxias hasta un gusanito que
se mueve lentamente. Pero Juan no ve el rostro de quien está sentado en el Trono, sino
lo que percibe es un destello de luz irradiante como la que reflejan piedras preciosas
como el diamante o el rubí. El apóstol Pablo un día vio en visión este mismo trono y al
que está sentado en ese trono y dijo en I Timoteo 6:16 “(Dios) el único que tiene
inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto
ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.” Luego Juan sigue
diciendo que alrededor de ese Trono de Dios había un Arco Iris, el cual nos recuerda el
pacto que Dios hizo con Noé de que la tierra jamás volvería a ser destruida por agua.
¡Pero qué interesante, Dios no está solo! Juan dice que vio alrededor del Trono de Dios
a 24 ancianos sentados en sus tronos, y estaban vestidos con ropas blancas y coronas de
oro en sus cabezas; no dice que eran ángeles, sino personas. Y aquí uno se pregunta:
¿Quiénes pudieran ser estos personajes de la tierra que lograron alcanzar ese privilegio?
En ningún momento se nos dice quiénes eran; pero lo que sí nos dice es que El Dios
Todopoderoso no tiene a menos compartir su Gloria con seres humanos que han sido
redimidos, salvados por Él. Algún día sabremos quién son esos 24 ancianos. Pero hay
otro detalle que Juan se dio cuenta, y es que no todo era silencio, sino todo lo contrario,
del Trono de Dios salían relámpagos, truenos y voces. Juan se sigue dando cuenta de
un nuevo detalle espectacular, y es que ve delante del Trono de Dios una Gran Menorah
con sus 7 lámparas de fuego ardiendo y que el mismo Juan identifica como los 7
Espíritus de Dios, lo cual nos dice que Dios es un ser sumamente complejo en su
existencia; diríamos que Dios es tan grande y poderoso que se desborda a sí mismo; no
se puede contener; pero con todo y eso Juan logra darse cuenta que en medio de toda
esa majestad de Dios, divisa alrededor del Trono de Dios la presencia de 4 seres
vivientes que de alguna manera tienen una conexión con la tierra: el texto no dice que
eran personas, sino que se describen de esta manera: dicen los versos 6 al 11 “6junto al
trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás.
7
El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un
becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un
águila volando. 8Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y
por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo,
santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir. 9Y
siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que
está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, 10los veinticuatro
ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por
los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: 11Señor,
digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas,
y por tu voluntad existen y fueron creadas.” Notemos que estos 4 seres vivientes son

23
formas de vida diferentes a los que nosotros estamos acostumbrados a ver; y notemos
que se usa varias veces la palabra: ―semejante‖; esto indica que no era un león, ni un
becerro, ni un hombre, ni un águila; el texto bíblico los describe como ―seres vivientes‖
con alguna conexión con la tierra capaces de adorar a Dios y de estimular
poderosamente a los 24 ancianos a adorar a Dios también. Todo esto nos sigue diciendo
que Dios no es un Ser Solitario, ajeno al universo, sino que hay una poderosa conexión
entre Dios y su creación; tanto así que N.S. Jesucristo dijo que ningún pajarito por muy
pequeño que sea cae a tierra si no es por la voluntad del Padre Celestial; y por otro lado,
que si Dios cuida de las aves, también cuidará de nosotros. Pero en medio de todos
estos detalles impresionantes, Juan sigue detectando otros elementos que en un
principio no había divisado; y es que en la mano del que estaba sentado en el Trono, que
no es otra que la misma mano de Dios, había un libro escrito por dentro y por fuera;
pero no se trataba de un libro como el que estamos acostumbrados a ver hoy día, sino
que se trataba de un rollo de pergamino sellado con 7 sellos. Lo interesante es que todo
libro es para ser abierto y leído; no tiene sentido que alguien escriba un libro para que
nadie lo abra ni mucho menos lo lea. Ese libro en manos del Eterno nos dice que el
universo NO es algo estancado que no va para ninguna parte, sino todo lo contrario, que
hay un proyecto de Dios que aunque fue interrumpido por el ser humano con su
desobediencia, pero que sin embargo Dios ha hecho provisión y se tiene que cumplir el
propósito para el cual fueron creadas todas las cosas. De este libro sellado con 7 sellos
vamos a hablar en nuestro próximo estudio. Vamos a finalizar nuestro estudio de hoy
con lo que falta del cuadro que estamos intentando describir con la ayuda de Juan. Pues
bien, la clave para abrir el libro sellado con 7 sellos es la persona de N.S. Jesucristo que
está simbolizado con dos animales: El León y el Cordero. El León porque está
relacionado con la Tribu de Judá donde nació Jesús, y el Cordero porque simboliza el
sacrificio de Jesús por los pecados de la humanidad. Jesús dijo que Toda Potestad le ha
sido dada por el Padre en los Cielos y en la Tierra. El tiene en sus manos el libro donde
están todas las instrucciones y detalles de los acontecimientos que deben suceder para
que toda la creación vuelva a su estado original. El detalle final que Juan vio fueron
esos millones y millones de ángeles que se unían en adoración y alabanza y decían lo
siguiente en los versos 12 al 14: “12El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el
poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. 13Y a
todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar,
y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al
Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.
14
Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron
sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.” Amigo, Amiga,
no hay como ver las cosas desde el Cielo de Dios. Dios te bendiga.

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Hoy vamos a ver el capítulo 6 de Apocalipsis que nos habla de la apertura del
libro sellado con 7 sellos. Dijimos en nuestro estudio anterior que en este libro, que está
en manos del Cordero, N.S. Jesucristo, están todas las instrucciones y detalles de los
acontecimientos que deben suceder para que toda la creación vuelva a su estado
original; o como dice un comentarista de Apocalipsis: ―El documento de los siete sellos
es el símbolo de la promesa de un futuro reino‖. Otro comentarista dice: ―El
libro/rollo revela el plan redentor de Dios, que fue presagiado en el AT, y como tal
contiene el destino del mundo.‖ Pero hay una crisis: Nadie en toda la creación, ni en el
cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra puede o es digno de abrir el Libro, ni siquiera
mirarlo como dice Juan; nadie puede cumplir las condiciones requeridas por el
Mediador del Nuevo Pacto. Todos los anteriores mediadores Adán, Moisés, David y el
resto, finalmente resultaron limitados para la tarea. Nadie pudo quitar el pecado y la
muerte, pues todos han pecado, y continuamente están destituidos de la gloria de Dios
como dice Romanos 3:23. Por otro lado, el sacrificio de animales no podía realmente
quitar los pecados porque tal cosa es imposible como dice Hebreos 10:4; inclusive el
mismo sumo sacerdote que ofrecía los sacrificios, era pecador y estaba "rodeado de
debilidad", teniendo que ser reemplazado después de su muerte como dice Hebreos
capítulos 5 y 7; así que no se pudo encontrar a nadie que garantizara un mejor pacto.
¡Y miren cómo dice un comentarista bíblico sobre esto!: ―Con el profético anhelo y la
profética tristeza de la iglesia del Antiguo Testamento, Juan comienza a llorar mucho.
El Nuevo Pacto había sido ofrecido por el que estaba sentado en el trono, pero nadie era
digno de actuar en nombre tanto de Dios como del hombre para ratificar el pacto; como
consecuencia, el libro de los siete sellos permanecería sellado.‖ ¡Ah … pero miren lo
que sigue diciendo el texto bíblico: Juan es consolado por uno de los ancianos, que le
dice: ¡Deja de llorar; he aquí, Él ha vencido!, refiriéndose al Cordero de Dios que
“quita” el pecado del mundo, Nuestro Señor Jesucristo, Yeshúa Ha Mashiaj, el Mesías

25
de Israel y del Mundo. Pero antes de entrar en el estudio de este capítulo 6 nos vamos a
hacer una pregunta: ¿Estará la iglesia presente en la apertura y en el transcurso de estos
7 sellos? Según la teoría dispensacionalista no estará, porque el ―rapto‖ marcará el final
de la era de la séptima iglesia, la de Laodicea. Uno de los argumentos es que ya
después del capítulo 3 no se menciona más la palabra ―iglesia‖; pero vamos a ver que
esto no es así, porque hay otras palabras después del capítulo 3 que identifican al pueblo
de Dios todavía en esta tierra. Por razones de tiempo solamente voy a dar tres ejemplos:
el primero está en el capítulo 5 verso 8 dice: “Y cuando hubo tomado el libro, los
cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero;
todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los
santos;”; el segundo ejemplo está en el capítulo 6 versos 9 al 11 que dice así:
“9Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido
muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. 10Y clamaban
a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas
nuestra sangre en los que moran en la tierra? 11Y se les dieron vestiduras blancas, y
se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el
número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como
ellos.” Un tercer ejemplo está en Apo 12:17 “Entonces el dragón se llenó de ira
contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los
que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.” La
pregunta es: Si la iglesia no va a estar después del capítulo 3 de Apocalipsis, ¿quiénes
son estos ―santos‖ que oran, que los menciona el capítulo 5; y ¿quiénes son estos
―consiervos y sus hermanos‖ que han sido muertos por causa de la palabra de Dios que
están en el capítulo 6 de Apocalipsis?; y ¿quiénes son estos ―que guardan los
mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo que menciona el capítulo 12
y 14?. Siempre hemos dicho que ojalá y la iglesia ya no esté después del capítulo 3 de
Apocalipsis, sino que esté con el Señor allá en los cielos como dice el
dispensacionalismo; esto nos libraría de los acontecimientos que se ven a partir del
capítulo 6 de Apocalipsis, y esto sería más cómodo para nosotros. Pero … ¿y si no es
así como dicen los dispensacionalistas, sino que la iglesia va a estar en el transcurso de
la apertura de los 7 sellos? Creemos que debemos estar preparados para este otro
escenario, que es el que nos parece que es el que va a ocurrir; ¡ya lo veremos! Bien,
veamos en este capítulo 6 donde se nos habla de la apertura de los 4 primeros sellos
representados por los 4 caballos del Apocalipsis. A estos 4 caballos se les ha llamado
los cuatro jinetes de la historia que han venido recorriendo la tierra, y que un
comentarista bíblico dice que son un resumen de las noticias mundiales desde el año 33
de nuestra era hasta nuestros días de este siglo XXI. Veamos: Nuestro Señor JesuCristo
abre el primer sello y veamos lo que ocurre: “Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el
que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para
vencer.” Un grupo de comentaristas bíblicos interpretan que este caballo blanco y el que
lo montaba representa el anti-cristo que engaña al mundo con su falsa religión. Hay
toda una explicación larga y detallada por la corriente llamada dispensacionalista de que
esto es así. No tenemos tiempo para argumentar sobre esta corriente. Solo nos vamos a
limitar a lo que pensamos junto con muchos otros comentaristas bíblicos, de que este
caballo blanco y el que lo montaba representa es a N.S. Jesucristo en su obra
conquistadora por medio del Evangelio. Solo queremos mencionar tres cosas en apoyo a
esta interpretación. La primera es que entre la simbología de Apocalipsis están los
colores. El color blanco está relacionado con la verdad, la pureza, la santidad, la
victoria, la justicia. El trono de Dios es de color blanco. Los 24 ancianos que están
alrededor del trono de Dios están vestidos de blanco. Los santos mártires y vencedores

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están vestidos de ropas blancas. En el capítulo 19 de Apocalipsis se ve de nuevo a
Nuestro Señor Jesucristo en un caballo blanco y los que le siguen vienen en caballos
blancos. Todo esto nos dice que este personaje que se ve montado en un caballo blanco
no es otro que la representación del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo recorriendo
el mundo para que se cumpliera lo que Él dijo en Mateo 24:14 “Y será predicado este
evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y
entonces vendrá el fin.” Así que como hemos podido ver, el color blanco en
Apocalipsis jamás se utiliza para relacionarlo con el mal, la falsedad, mucho menos con
la figura del anti-cristo. Lo segundo que queremos mencionar también, es que si usted
lee la primera historia de la Iglesia que encontramos en el libro de los Hechos vemos
que en los primeros 40 años, el mundo inicialmente fue evangelizado por los judíos. El
apóstol Pablo, que era un rabino judío y que se convirtió a Jesucristo en el camino a
Damasco, evangelizó gran parte del mundo conocido; él dice en Romanos 15:19 “desde
Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de
Cristo.” La región de ―Ilírico‖ es lo que se llamó la Ex Yugoeslavia, que viene siendo
Europa Oriental; pero en ese mismo capítulo 15 de Romanos, el mismo Pablo dice que
cuando vaya a Roma, de allí irá a España, que venía siendo Europa Occidental.
Digamos que Pablo fue en ese tiempo un Evangelista Internacional antes del año 70.
Pero la historia de la Iglesia cristiana también nos habla de los demás Apóstoles, que
también eran judíos, y que fueron a otras regiones como la India, al Africa, al
Continente Asiático. Y lo tercero que también queremos mencionar es que Jesús hizo
una advertencia: Así como Él dijo que su evangelio sería predicado en todo el mundo
para testimonio a todas las naciones, también Él advirtió en el mismo capítulo 24 de
Mateo, que “vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos
engañarán.” También advirtió: “Y muchos falsos profetas se levantarán, y
engañarán a muchos;” Digamos que paralelo a la verdadera predicación del Evangelio
de Jesucristo, también se han venido predicando otros evangelios; falsas enseñanzas
acerca de Jesús el Mesías, desvirtuando y disminuyendo su verdadero evangelio; pero
jamás, estos falsos evangelios prevalecerán; podemos decir con toda seguridad que el
verdadero Evangelio de Jesucristo siempre será vencedor porque así lo dice el texto
bíblico: “Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le
fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.” El verdadero Evangelio de
Jesucristo será el vencedor no con la fuerza de las armas, ni con la fuerza del cuchillo
degollador, sino con la fuerza de la fe, del amor, de la verdad y de la perseverancia de
los santos. Hoy día en pleno siglo XXI, la evangelización mundial está más fuerte que
nunca antes. Un comentarista bíblico dice que este caballo blanco y su jinete
representan la fuerza mesiánica de Jesucristo en la historia. Después de este caballo
blanco y su jinete, vienen los caballos de la maldad que se refieren a las guerras, al
hambre y a la muerte. Estos tres sellos con sus respectivos caballos están bajo el control
del León-Cordero, Nuestro Señor Jesucristo; y esto nos dice que Él es el que tiene el
control sobre la maldad para que no se desborde; por eso es que se habla allí que al
caballo amarillo le fue dada potestad solo sobre la cuarta parte de la tierra. Veamos
brevemente en qué consisten los otros tres caballos con sus respectivos colores. El
Caballo Rojo encendido simboliza la guerra que hemos tenido constantemente en la
historia humana. Las noticias siempre han sido de guerras y rumores de guerra; pero en
lugar de cesar, estas han ido aumentando progresivamente y cada vez son más terribles
y más destructoras, hasta que en la actualidad encaramos el interrogante de si la vida
humana puede sobrevivir otra guerra, que de librarse, será con armas nucleares. Las dos
primeras guerras mundiales ocurrieron ya, y los rumores de guerras persisten por todas
partes. Lo que hemos visto en los últimos 60 años, y más específicamente en estos

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últimos años que van del siglo XXI, nos dicen que una tercera guerra mundial puede
estar a la vuelta de la esquina, lo cual le daría paso al Caballo negro y al Caballo
amarillo de una manera intensiva. El Caballo Negro simboliza las constantes tragedias
económicas que plagan a la humanidad; pero las guerras las intensifican más,
produciendo escacés, carestía, y hambrunas. Esto le da paso al cuarto Caballo Amarillo
que es el color de la muerte ocasionada por los caballos rojo y negro. La guerra y los
colapsos económicos producen hambres, epidemias y muertes. No hay duda que este
panorama apocalíptico no es muy alentador; sin embargo NO debemos estar espantados
por las crisis de ésta vida, sean de guerra, de hambre o de muerte. ¡Hay UNO que tiene
en sus manos el destino de nuestro mundo y no va a dejar que se vaya por la
borda! No se nos olvide que junto a estos caballos rojo, negro y amarillo, está
también el Caballo Blanco del Evangelio recorriendo el mundo, ofreciendo
Esperanza de Salvación; le invito a que usted también se monte sobre este caballo
de Esperanza y Salvación. Bien, hasta aquí nuestro estudio de hoy. Dios les bendiga.

En nuestro estudio anterior vimos la apertura de los primeros 4 sellos


representados por los 4 caballos del Apocalipsis. Hoy vamos a ver la apertura del
quinto y sexto sello que lo encontramos en el capítulo 6 y 7 de Apocalipsis. Veamos en
primer lugar el relato de la apertura del quinto sello. Los versos 9 al 11 de Apocalipsis
capítulo 6 dicen así: “9Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los
que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que
tenían. 10Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero,
no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? 11Y se les dieron
vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que
se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de
ser muertos como ellos.” A.Os., estos versos nos llevan a destacar lo siguiente: hemos
dicho que la iglesia de Jesucristo, el Israel de Dios en el mundo, va a estar en esta tierra
durante la apertura de estos 7 sellos del Apocalipsis; y que ella está representada por el
caballo blanco que tiene la tarea de recorrer el mundo con la predicación del Evangelio
de Nuestro Señor Jesucristo; pero esto siempre ha tenido un alto costo para ella, y es el
martirio por causa de la palabra de Dios y por su testimonio. Es cierto que la
predicación del verdadero Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo ha resultado incómoda
para los que detentan el poder en las distintas épocas de la historia de la humanidad; y
pudiéramos decir también que las oraciones de los santos ha tenido sus efectos aquí en

28
la tierra y también en el cielo. En los primeros 300 años fueron muchos los mártires por
causa del Evangelio; el Imperialismo Romano ejercía una gran resistencia al
movimiento cristiano porque le resultaba incómodo y le movía el piso de la idolatría.
Durante los casi mil años que duró la época llamada del Oscurantismo, siglos 6 al 16,
fueron muchos los mártires por causa de la palabra de Dios y del testimonio en las
jornadas llamadas ―la inquisición‖, porque los verdaderos cristianos no se sometían al
Imperio Religioso que dominaba esa época. En los tiempos de la Reforma y de la época
de las Misiones Mundiales, también hubo muchos mártires por causa de la predicación
del verdadero Evangelio porque chocaba con otros evangelios extraños. En varias
épocas del siglo XX también hubo muchos mártires por causa de la fe a manos de
gobernantes que les resultaba incómodo la presencia de gente con una convicción
profunda en la palabra de Dios y con un testimonio que les movía el piso de sus
ideologías de quienes gobernaban. Y al parecer, todavía falta una última jornada de
persecución como dice el verso 11, que a esos mártires que están en el cielo, “se les
dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo,
hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también
habían de ser muertos como ellos.” Aquí tenemos que decir que los santos de Dios
también mueren en este conflicto cósmico igual como los que mueren en las guerras, en
los colapsos económicos y en las epidemias y muertes que se desatan por causa de estos
acontecimientos; en otras palabras, los que están en línea con la actividad de este
caballo blanco del evangelismo mundial también corren sus riesgos. Aquí cada vida es
contada…cada vida vale; sus vidas y oraciones no son en vano. Un comentarista
bíblico de Apocalipsis dice: “La oración de los santos es uno de los motores de la
historia.” Veremos en el resto del Apocalipsis cómo Dios responde a las oraciones de
los santos. Esto nos dice que tu vida y tu vida de oración son importantes en el plan de
Dios. Tu oración es escuchada estés aquí en la tierra o estés en el cielo. Pero hay algo
que también debemos mencionar y es en cuanto a la valentía del que profesa la fe y
esperanza en Jesucristo. ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a dar nuestra vida por la
causa de Jesucristo? ¿Hasta qué punto la doctrina del ―rapto‖ es una manera muy
elegante de saltarnos la cerca de la persecución y la tribulación por causa de Jesucristo?
¿De verdad nuestras convicciones cristianas son tan poderosas que son capaces de
transitar por el camino de la persecución y tribulación por causa del Evangelio de
Nuestro Señor Jesucristo? ¿Estaremos entre ese grupo donde alguien pregunta: Y éstos
de dónde vienen?; y la respuesta es: “Estos son los que han salido de la gran
tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del
Cordero.” Pero Apocalipsis no termina aquí; viene ahora la apertura del sexto sello que
dice así en los versos 12 al 17: “12Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un
gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda
como sangre; 13y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja
caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. 14Y el cielo se desvaneció
como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar.
15
Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo
siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; 16y
decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de
aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; 17porque el gran día de
su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?” A esta apertura del sexto sello
tendríamos que llamarla el día del Gran Estremecimiento Mundial donde mucha gente
tendrá que despertar de su letargo moral y espiritual. Este es un día que NO ha llegado
todavía; sin embargo ha habido adelantos, muestras de lo que un día acontecerá de una
manera mundial. El mundo durante siglos ha visto cómo el Evangelio de Jesucristo ha

29
sido predicado. El mundo ha sido testigo de guerras y rumores de guerra; ha sido testigo
de colapsos económicos que han tenido repercusiones mundiales; ha sido testigo de
hambres y epidemias terribles; y por supuesto, también ha sido testigo de grandes
terremotos, inundaciones, sequías, sunamis que han dejado sorprendidos a muchísima
gente; pero este acontecimiento del capítulo 6 de Apocalipsis está por ocurrir en
cualquier momento antes de la venida de Nuestro Señor Jesucristo. El mundo de alguna
manera o de otra presiente que algo grande va a ocurrir en cualquier momento. Se habla
de un gran terremoto en la llamada falla de San Andrés que estremecería el mundo y
que movería una vez más el eje de la tierra provocando cambios en la misma; se habla
de un colapso económico de proporciones mundiales que tendría su origen en Wall
Street lo que ocasionaría una conmoción terrible en la gente al ver que sus finanzas se
han ido al precipicio; se habla de un gran asteroide llamado ―Hercolubus o Planeta
Rojo‖ que se está aproximando y está amenazando la vida del planeta tierra; otros
hablan de una gran invasión extraterrestre que cambiará el destino de la humanidad.
Pero aquí no hay para donde mirar, sino para este acontecimiento que menciona este
capítulo 6 de Apocalipsis. Los profetas del A.T. lo llaman ―EL DÍA DEL SEÑOR‖;
Apocalipsis lo llama ―El gran día de la ira del Cordero‖ (Mateo 24:29). Notemos que el
énfasis no está en destrucción sino en conmoción, estremecimiento moral y espiritual
causados por un estremecimiento a nivel de la tierra y del cielo. ¿Cuántas veces un
accidente en la carretera, o en el mar o la aparición repentina de una enfermedad, nos
causan una conmoción moral y espiritual? Lo mismo pasa cuando ocurre un terremoto,
o un huracán o una inundación; eso nos estremece moral, emocional y espiritualmente.
El hombre y la mujer en estos tiempos finales se han pasado tanto de la raya moral y
espiritual que es necesario una sacudida muy fuerte para que reflexione, se arrepienta, y
cambie de rumbo. ¿Sí o no? ¿O estamos equivocados? El texto bíblico destaca que el
pánico, el estremecimiento, se apodera comenzando con los “reyes de la tierra, y los
grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre”; y lo que se
les ocurre es esconderse “en las cuevas y entre las peñas de los montes; 16y decían a
los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que
está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero;” ¡Qué ironía y qué sorpresa! El
día que ellos pensaron que no vendría nunca, los ha sorprendido finalmente como una
trampa, y el lenguaje involuntario de su corazónes angustiados es: “el gran día de su
ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?” Se imagina cómo se pondrían los
políticos encabezados por los presidentes de las grandes potencias; junto con ellos,
imagine a los generales que conforman el estado mayor conjunto de los ejércitos de esas
naciones; agreguemos cómo se verían los poderosos magnates, por ejemplo, Bill Gates,
la familia Walton, el sultán de Brunei y Carlos Slim, quienes tienen más riqueza neta
que los 48 países más pobres del planeta, todos ellos huyendo a ocultarse en cuevas y
entre las rocas de las montañas para evitar el juicio de Dios. Así que los poderosos y los
siervos huyen de igual manera dice el texto, y huyen para esconderse de la temible
presencia revelada de Dios y del juicio divino que causa pánico. El texto bíblico nos
guía al mostrarnos que la verdad remuerde la conciencia de los transgresores quienes
buscan desesperadamente ocultarse en cuevas y entre las rocas de las montañas (v. 15b).
Por cierto, llama la atención que la desesperación por el sentimiento de culpa trastorna
el entendimiento de estos poderosos de modo que son conducidos a hacer tonterías.
Tratar de protegerse de un gran terremoto refugiándose en una cueva es una insensatez,
por cuanto el movimiento sísmico muy probablemente provocará una avalancha, lo que
resultará en la selladura de las cuevas y, por lo tanto, los moradores quedarán atrapados
en su interior sin poder salir. Amigo, Amiga que nos estás escuchando, esto debe
conducirnos a una reflexión importante; el ser humano debe estar consciente de que no

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hay lugar para esconderse de la presencia de Dios ni de su juicio. La única opción es
que el ser humano pecador, sin importar de cuál clase social sea, tiene que arrepentirse;
debe volverse a Dios y a su Palabra admitiendo sinceramente su condición caída y poner
su fe en Jesucristo, el Salvador del mundo; eso es el arrepentimiento para con Dios y la
confianza en JesuCristo. Para el Pueblo de Dios en cualquier parte del mundo, hay una
palabra que dice: “No temeré aunque la tierra sea removida” (Salmo 46); pero para el
que no está en los caminos de Dios, tristemente lo que se ve es lo infructuoso que
resulta pretender huir de la presencia divina escondiéndose en cuevas y entre rocas de
las montañas. Amigo, Amiga oyente, antes que llegue ese día con sus escenas
estremecedoras, te rogamos que prestes la más seria y sincera atención a tu salvación.
Muchos hacen gala de despreciar ahora la oración, pero en un momento u otro los
hombres y mujeres tendrán que orar. Los que no quieran rogar ahora a Dios, rogarán
inútilmente entonces a las rocas y a las montañas con desesperación; ésta será la mayor
reunión de oración que se haya celebrado jamás. Para finalizar nuestro estudio de hoy,
les decimos que la apertura de este sexto sello no significa que ya es el fin; ni que es el
momento de la venida de N.S. Jesucristo, sino que es una gran señal de que hemos
entrado a una nueva etapa en forma acelerada en los acontecimientos que todavía están
por venir; inclusive, pudiera ser que esta señal es también para evitar que el mismo
hombre apriete el botón de una tercera guerra mundial. Bien, hasta aquí nuestro estudio
de hoy. Dios les bendiga.

En nuestro estudio anterior vimos la apertura del quinto y sexto sello. Hoy
vamos a ver lo que ocurrirá antes de la apertura del séptimo sello que lo encontramos en
el capítulo 7 de Apocalipsis, y nos habla de un lapso de tiempo indeterminado donde se
da un sellamiento del pueblo de Dios por parte de un Ángel especial, y donde también
se destacan dos multitudes: una en la tierra y otra en el cielo. Una tiene un número
determinado de personas, y la otra tiene un número incontable. Y hay otro detalle que
se destaca mucho en este capítulo y es que una vez más nos damos cuenta de que Juan

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todo lo escribe desde una perspectiva judía cuando hace mención muchas veces de la
actividad de los ángeles; cuando se refiere a Dios como ―el Dios vivo‖ y cuando usa la
expresión ―los siervos de nuestro Dios‖, muy usadas en el A.T.; y también cuando
menciona todas y cada una de las tribus de Israel.
Juan contempla cómo la comunidad de Dios que habita en esta tierra recibe una especie
de contraseña, de señal, de manos de un ángel, y se ve colocada así bajo la eficaz
protección de Dios para los duros días de tribulación que se avecinan. Este acto no
significa que el pueblo de Dios no tenga nada que sufrir, sino todo lo contrario, éste
debe prepararse para hacer frente a graves persecuciones, e incluso para aceptar el
martirio. Por eso el vidente Juan tendrá seguidamente una nueva visión en la que se le
muestra la gloriosa recompensa que se concederá a los que superen victoriosamente la
prueba. Esta visión más bien debe animar a los siervos y siervas de Dios a perseverar
hasta la muerte. Es por eso que en el mensaje a las 7 iglesias se insiste 7 veces la
expresión: ―El que venciere‖ y enseguida viene una promesa.
Bien, veamos cómo se inicia este capítulo 7 de Apocalipsis. Dicen así los primeros 3
versos: “1Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la
tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno
sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. 2Vi también a otro ángel que
subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los
cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al
mar, 3diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que
hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.” Lo primero que
notamos es la expresión ―Después de estas cosas‖, lo cual nos sugiere que después de
ese suceso anterior, el gran cataclismo que se producirá en la naturaleza en los últimos
días, pasará determinado tiempo para darle lugar a esto que se nos va a mostrar: el
sellamiento y la visión de las dos multitudes. Dice el verso 2, “Miré a otro ángel
descendiendo del sol naciente que tenía el sello del Dios viviente” El propósito de este
sello, de esta contraseña, es identificar al pueblo de Dios para que la ira de Dios no les
afecte. Más adelante vamos a ver que Satanás también sellará a los suyos. En la Biblia,
en varias partes se usa la figura de ―sellar‖ para indicar tres cosas: Nº 1, protección; Nº
2, propiedad o posesión legítima; y Nº 3, certificación de ser un verdadero hijo de Dios.
Así que estos sellados con esa contraseña, son los obedientes a Dios tanto del A.T.
como los del N.T. En otras palabras, los sellados son todos los salvos de los dos
Testamentos, que han sido redimidos por la sangre del Cordero de Dios, y son salvos
por la gracia de Dios. Es decir, que Dios el Padre y Nuestro Señor Jesucristo reconocen
a sus seguidores y los protegen para finalmente darles la vida eterna. Todo esto es
simbolizado bajo la figura de sellarlos. Veamos por un momento lo que dice el apóstol
Pablo en Efesios 4:30 “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis
sellados para el día de la redención.” Esto significa que la presencia del Espíritu de
Dios en la vida de cada hijo de Dios en particular, ya tiene esa marca, esa contraseña
inconfundible de que somos propiedad de Dios. Esto indica que este grupo, que ha de
ser sellado, son personas que han sido llenas del Espíritu Santo. Notemos que a estas
personas se las llama concretamente "los siervos de nuestro Dios”. Son personas que
sirven con esa misma maravillosa disposición a renunciar a sí mismas por amor y para
beneficios de los demás. Pero aquí nos preguntamos, si ya tenemos el sello de Dios
desde el momento en que creemos y entregamos nuestra vida a Jesucristo, ¿para qué
necesitamos volver a ser sellados por Él? Creemos que este sellamiento que viene
pudiera ser esa ―lluvia tardía‖, ese derramamiento final del Espíritu Santo, ese
avivamiento final que viene, profetizado por el profeta Joel, para una predicación
mundial del Evangelio donde millones y millones vendrán a los pies de Jesucristo. No

32
hay duda que después de ese cataclismo mundial, mucha gente todavía estará muy
sensible a los temas de carácter moral y espiritual, como cuando se nos muere un ser
querido, entonces pensamos en lo que implica la muerte, el más allá; de modo que
pudiéramos decir, que en ese entonces el mundo estará listo para una gran cosecha
como nunca antes había ocurrido. Nos imaginamos también que en este avivamiento
está incluido la conversión de los judíos a Jesucristo; de modo que los judíos creyentes
junto con los gentiles creyentes estarán evangelizando el mundo; eso será
impresionante ese gran avivamiento mundial. Hay otro detalle que vemos sobre ese
sellamiento, y es que el texto bíblico nos dice que ese sello será colocado en la ―frente‖
de las personas. Así lo dice el verso 3, “hasta que hayamos puesto un sello en la
frente de los siervos de nuestro Dios!" En la Biblia, la ―frente‖ es símbolo de decisión
y obediencia; así que nadie piense que este sello es literal; digamos que el ―sello del
Dios vivo‖ es una señal simbólica de algo que está muy adentro de las personas; no así
―la marca de la bestia‖, que al parecer sí va a ser una especie de tatuaje o micro-ship
insertado en la piel. Hablaremos de esto más adelante en otro estudio. Pero en cuanto al
―sello del Dios vivo‖, el sentido que tiene es que cuando en medio de la prueba vengan
a menos las fuerzas humanas, Dios dará a sus siervos y siervas fieles energías
sobrenaturales para que perseveren hasta la muerte; pero hará, además, que se vean
preservados de los castigos que herirán a los malvados como ocurrió en Egipto cuando
Dios les envió las 10 plagas, pero el pueblo de Israel fue preservado, guardado de esas
plagas. Nos sigue diciendo el texto bíblico que a Juan le es dado oír de labios del ángel
que lleva el sello, el número de los sellados o señalados; son ciento cuarenta y cuatro
mil, de los cuales corresponden doce mil a cada una de las tribus de Israel. Esto nos dice
una vez más que Israel ocupa nuevamente la primera plana en el libro del Apocalipsis, y
que esas doce tribus constituyen la base sobre la que se edifica y completa la estructura
de esa casa que Dios está construyendo en esta tierra, y que todos los habitantes de esa
casa de Dios constituyen una sola familia, sin ninguna subdivisión. El apóstol Pablo en
Romanos 11:17 nos explica que los creyentes en Jesucristo que vienen de pueblos que
no son Israel, se injertan al olivo que es Israel y crecen junto con las ramas naturales.
Es lo que dijo Nuestro Señor Jesucristo en Juan 10:16 «Tengo otras ovejas que no son
de este redil, también a ellas debo traer, así ellas escucharán mi voz, y habrá un solo
rebaño y un solo pastor». Esto nos dice evidentemente que el Apocalipsis se arraiga en
la historia de Israel porque pertenece a Israel; es por eso que al leer Apocalipsis nos
damos cuenta cada vez más de que Juan lo escribe desde una perspectiva
eminentemente judía. Por eso es fundamental el número 144.000, como signo de
culminación y cumplimiento israelita. Digamos entonces que esta sección de los 144
mil de las tribus de Israel lo que enfatiza es el aspecto judaico de la iglesia de
JesuCristo. Este número es el resultado de multiplicar doce por doce por mil; lo que nos
indica que los sellados son todos los salvos de los dos Testamentos. El primer doce
representa a las doce tribus de Israel del Antiguo Testamento; el segundo doce
representa a los doce apóstoles de JesuCristo del Nuevo Testamento que también
pertenecen a Israel. Esto lo confirmamos con lo que dice Apocalipsis 21:10, 12 y 14
“10 Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad
santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, … 12Tenía un muro grande y
alto con doce puertas; … que son los de las doce tribus de los hijos de Israel; 14Y el
muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce
apóstoles del Cordero.” Como podemos ver, el número "144" viene de multiplicar 12
por 12 que simboliza el pueblo de Dios de los dos Testamentos. Pero hay otra evidencia
más de que esto es así cuando observamos la lista que se nos da de las 12 tribus de
Israel, y es que ella comienza con la tribu de Juda. Por razones espirituales se menciona

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a Judá como primero de la lista y no a Rubén que era el primogénito de Jacob. Judá es
primero porque Jesucristo descendió de él; es por eso que Jesucristo dijo: ―La salvación
viene de los judíos‖. Lo otro que notamos en ese listado es que hay dos tribus ausentes
de la lista: Dan y Efraín que se entregaron a la idolatría y fueron la sede de otro culto
prohibido por el Dios de Israel, y por eso no se incluyen en este listado. En resumen
A.Os., el término ―Israel‖ en este capítulo 7 de Apocalipsis representa al pueblo de Dios
compuesto de Judíos y Gentiles; así que toda Iglesia en cualquier parte del mundo
debería llamarse ―El Israel de Dios‖.
La segunda parte de este capítulo 7 de Apocalipsis la componen los versos 9 al 16 que
describe la victoria final de los salvados con expresiones de triunfo y la gloriosa
recompensa que se concederá a los que superen victoriosamente la prueba. Pero ya no
son 144 mil, sino que es una cantidad incontable “de todas naciones y tribus y pueblos
y lenguas”; y en medio de esas expresiones de triunfo y acciones de gracias, se oye una
pregunta que Juan no puede contestar: “Estos que están vestidos de ropas blancas,
¿quiénes son, y de dónde han venido? 14Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo:
Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han
emblanquecido en la sangre del Cordero.” A.Os., como podemos ver, el pueblo de
Dios es uno solo compuesto “de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas”,
fundidos, injertados en el Olivo que es Israel como dijo N.S. Jesucristo: “habrá un solo
rebaño y un solo pastor”. Ya dijimos al comienzo de este estudio que el propósito del
sellamiento es preservar el verdadero Israel de Dios como simiente santa de esa gran
tribulación que está a punto de venir. El comentarista de Apocalipsis Ray Stedman dice:
―Durante estos terribles días de juicio, cuando las brujas de la guerra cabalgarán sobre
sus escobas nucleares, cruzando los cielos oscurecidos de la última noche del mundo,
miles que nunca han escuchado con anterioridad el anuncio del evangelio de la venida
del reino de Dios, se volverán a JesuCristo y les costará la vida.‖ Al seguir con la
lectura de Apocalipsis nos daremos cuenta de que los poderes anticristianos de este
tiempo, poderosos y tiránicos, matarán a cualquiera que no lleve ―la marca de la bestia‖.
Estos creyentes tendrán que entregar sus vidas por causa de su testimonio para Dios y
los volveremos a encontrar en el capítulo 20, donde se nos dice: “vi las almas de los
degollados por causa del testimonio de Jesús...ellos volvieron a vivir y reinaron con
Cristo por mil años.” Así que esa multitud del capitulo 7 es la misma del capítulo 20
pero allí les es dado como recompensa, un ministerio espiritual en la tierra durante ese
reinado de JesuCristo de mil años.‖ Bien, hasta aquí nuestro estudio de hoy. Dios les
bendiga.

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Hoy vamos a entrar al capítulo 8 que nos habla de la apertura del Séptimo Sello
que se extiende hasta el capítulo 11. En este estudio de hoy vamos a destacar solamente
los detalles principales del capítulo 8. Al leer todo este capítulo nos damos cuenta de
dos cosas: lo que se decide en el cielo tiene repercusiones en la tierra; pero también lo
que se decide en la tierra también tiene repercusiones en el cielo; nos referimos a las
oraciones de los santos aquí en la tierra. Leamos los primeros 6 versos de este capítulo
8 que dicen así: “1Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por
media hora. 2Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete
trompetas. 3Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro;
y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el
altar de oro que estaba delante del trono. 4Y de la mano del ángel subió a la presencia
de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. 5Y el ángel tomó el
incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y
voces, y relámpagos, y un terremoto. 6Y los siete ángeles que tenían las siete
trompetas se dispusieron a tocarlas.” Notemos en primer lugar que en estos 6 versos
del capítulo 8 que hemos leído, por dos veces se repite “las oraciones de todos los
santos”; en este caso se está refiriendo a los santos que están en la tierra todavía; en el
capítulo 6 vimos a los santos que fueron muertos por causa de la palabra de Dios en la
tierra y que ahora están en el cielo y claman a Dios; pero estos santos del capítulo 8
todavía están en la tierra, y claman a Dios; y este clamor mueve el cielo con efectos en
la tierra. Todo esto nos dice que la teoría del ―rapto‖ desde el capítulo 3, de que el
pueblo de Dios ya no estará en la tierra, echa por tierra esa teoría porque el texto bíblico
nos habla de la actividad del pueblo de Dios en la tierra como lo vimos en el capítulo 6,
como lo vemos en este capítulo 8, y como lo vamos a seguir viendo en los capítulos 11
al 14, y también en los capítulos 18 y 19. Ya hemos dicho anteriormente que la palabra
―iglesia‖, ―ekklesía‖, no es la única que se utiliza en Apocalipsis para identificar al
pueblo de Dios; también se les llama, escuche bien, ―los santos‖, ―los que tienen el
testimonio de Jesucristo‖, ―los siervos de nuestro Dios‖, ―pueblo mío‖, ―los que guardan
los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo‖; le pregunto: ¿por
casualidad es usted uno de ellos?; yo creo que sí. Otro detalle que notamos es que se
nos dice que “se hizo silencio en el cielo como por media hora.”, y luego nos habla

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varias veces de “altar”, de “incensario”, de “incienso”; en otras palabras, que la
escena que nos muestra Juan es que estamos en presencia del Santuario Celestial, y allí
mismo está la presencia de Dios. Pero resulta que en la tierra había un Santuario
Terrenal que era una copia de ese Santuario Celestial. Dios le había dicho a Moisés que
construyera un Santuario según el modelo del Santuario Celestial; y efectivamente, así
lo hizo Moisés; ese Santuario acompañó al pueblo de Israel durante la travesía por el
desierto hasta que llegaron a la tierra prometida; y una vez allí, fue construido el
Templo de Dios en Jerusalén. Por muchos siglos en ese Templo, en ese Santuario
Terrenal, se celebraba el sacrificio diario que incluía el ofrecimiento del incienso; era un
acto que lo llevaba a cabo el Sacerdote, donde él entraba en el templo, ofrecía el
incienso y luego regresaba ante el pueblo reunido allí; mientras esto ocurría, el pueblo
también esperaba y hacía algo muy importante: el pueblo oraba a Dios en silencio; este
ritual duraba aproximadamente una media hora y se hacía en un absoluto silencio.
Ahora bien, en esta escena que se nos presenta en este capítulo 8 de Apocalipsis, el
Templo de Jerusalén ya no está; ha sido destruido por el ejército romano, y el pueblo de
Dios ha sido dispersado por todas las naciones tanto los judíos no creyentes como los
judíos y gentiles creyentes en N.S. Jesucristo; se destruyó el templo físico, pero no la fe
y la oración del pueblo de Dios; ellas están presentes ante el Santuario Celestial. Y aquí
tenemos que preguntarnos el por qué en este capítulo 8 se nos muestra esta escena del
ofrecimiento del incienso en el Santuario Celestial. Esta escena nos muestra cuán
importante es la fe y la oración en la historia del pueblo de Dios. Un hombre de Dios
llamado Alfred Tennyson decía: «Más cosas se consiguen con la oración que las que
el mundo imagina» Pensemos por ejemplo, en las repetidas e impresionantes súplicas
de Abraham por Sodoma en Génesis 18; pensemos en Moisés, haciendo un ayuno de 40
días suplicando a Dios a favor de Israel para que no los destruyera; eso está en
Deuteronomio capítulo 9; y qué de la oración extraordinaria del Profeta Daniel en el
capítulo 9, léala; y qué de la oración de N.S. Jesucristo desde la Cruz: “Padre,
perdónalos porque no saben lo que hacen”. Pensemos también en cuántas oraciones
se han hecho durante estos dos mil años de historia por parte de los seguidores de N.S.
Jesucristo. Pero creemos que según lo que nos muestra este capítulo 8 de Apocalipsis,
en estos tiempos venideros habrá una intensificación en la oración como nunca la ha
habido hasta ahora por parte del pueblo de Dios en todo el mundo; recordemos que en el
capítulo 7 de Apocalipsis vimos cómo el pueblo de Dios fue sellado con el sello de Dios
para ser armados de fuerza sobrenatural en previsión de las pruebas que se avecinan,
porque viene una gran batalla entre las fuerzas del mal contra las fuerzas del bien, y
gran parte de esa batalla va a ser ganada por la oración del pueblo de Dios. Es bueno
recordar que en Apocalipsis encontramos el cronograma profético de Dios que apunta a
lo que dice en el capítulo 21 verso 5, “He aquí yo hago nuevas todas las cosas”. Ya
vimos dentro de este cronograma de Dios la apertura de los 6 sellos hasta el capítulo 7
de Apocalipsis; y ahora en este capítulo 8, leamos lo que Juan vio cuando este séptimo
sello fue abierto; leamos lo que dicen los primeros dos versos: “1Cuando abrió el
séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. 2Y vi a los siete
ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas.” Notemos que
el símbolo central de esta visión es la trompeta; es más, se nos dice: “y se les dieron
siete trompetas.”. En realidad, el texto bíblico no habla de ―trompetas‖, sino de
―shofars‖, cuerno de carnero; la palabra griega ―salpigx‖, traducida en nuestras Biblias
como ―trompeta‖, es la traducción que emplea la Biblia Septuaginta griega para la
palabra hebrea ―shofar‖. El ―shofar” o cuerno de carnero siempre ha ocupado un lugar
prominente en la historia del pueblo de Dios en la Biblia hasta el día de hoy: La Torá o
Ley de Dios, fue entregada al pueblo de Israel acompañada del sonido del ―shofar‖

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como lo relata Exodo 19. El ―shofar‖ se tocaba para anunciar el inicio de las fiestas que
Dios le había establecido a Israel. Según el profeta Joel en su capítulo 2 el sonido del
―shofar‖ marca el día del Señor; así lo dice el primer verso: “Tocad el Shofar en Sión,
y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque
viene el día de Jehová, porque está cercano”. El apóstol Pablo está en conexión no
solo con los profetas del Antiguo Testamento, sino también con lo que dice Juan; en
primera de Corintios 15:51 y 52, Pablo dice: “He aquí, os digo un misterio: No todos
dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar
de ojos, a la final trompeta (o sea: en el toque del último shofar); porque sonará la
trompeta (o sea: el shofar), y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros
seremos transformados.” Notemos que Pablo habla de que esto ocurrirá ―en el toque
del último shofar‖. Pareciera que a Pablo mucho antes que a Juan, se le dio esta visión;
igual como dice Juan en Apocalipsis 11:15 “El séptimo ángel tocó la trompeta (o sea:
el shofar), y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han
venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”.
Amigo, Amiga que nos estás escuchando, es importante que en este tiempo donde Dios
está dándonos más revelación, más iluminación, entendimiento de las Escrituras, es
importante que estemos claros que el sonido que vamos a escuchar no es el sonido de
trompetas como las conocemos hoy, sino que lo que vamos a escuchar es el sonido del
―Shofar‖ que es muy distinto. Ya hoy día nos estamos familiarizando con el sonido del
―Shofar‖; muchas iglesias ya tienen su ―Shofar‖ y lo están tocando en las festividades
del Señor para que el Pueblo de Dios se vaya familiarizando con este sonido. Para
finalizar nuestro estudio de hoy, hagamos un breve resumen de la apertura de los
primeros 4 sellos: vemos la actividad de los 4 caballos del Apocalipsis en donde se dan
simultáneamente 4 actividades: la evangelización mundial, la guerra entre los pueblos y
las hambres y epidemias que dejan una estela de muertos; el quinto sello nos muestra
que la evangelización mundial también deja una estela de mártires; el sexto sello nos
muestra una gran señal que marcará una nueva fase de este cronograma profético de
Dios, y es una conmoción mundial, un terremoto que hará estremecer no solo la tierra
sino también la conciencia moral y espiritual de los habitantes de toda la tierra. Pero
resulta que las cosas no terminan allí, sino que vienen nuevos acontecimientos que van a
seguir intensificando los acontecimientos en la naturaleza: en la tierra, en los árboles, en
los ríos y mares, que son el toque de las 4 primeras trompetas o ―shofares‖ con el fin de
mover a las gentes al arrepentimiento y al cambio de vida. El punto principal es que
estas cuatro trompetas o ―shofares‖ significan que Dios está advirtiendo a la gente mala
del "fruto de sus pensamientos" porque aborrece la ley de Dios como lo dice Jeremías
6:19 “Oye, tierra: He aquí yo traigo mal sobre este pueblo, el fruto de sus
pensamientos; porque no escucharon mis palabras, y aborrecieron mi ley.” Digamos
que estos acontecimientos que anuncian estas 4 primeras trompetas o shofares son una
nueva oportunidad de conversión ya que su destrucción se limita a ―una tercera parte de
la tierra‖. Si hay algo que debemos saber la humanidad es que cuando Dios está
cumpliendo su justicia, no se olvida de la misericordia, y nos da una nueva oportunidad
para convertirnos a ÉL. Finalizamos nuestro estudio de hoy diciéndoles lo siguiente:
Sabemos que a algunos oyentes no les agrada este enfoque que hemos venido haciendo
de que la iglesia, el pueblo de Dios, estará presente en todos estos acontecimientos de
estos 8 capítulos que hasta ahora hemos estado comentando, porque su teoría es que la
iglesia, el pueblo de Dios, se irá en el ―rapto‖ en el capítulo 4 verso 1 de Apocalipsis
donde se le dice a Juan: “Sube acá y yo te mostraré las cosas que han de suceder
después de estas”. En honor a la verdad, es a Juan a quien se le invita a subir, NO a la
Iglesia. Ojalá y fuera así que la Iglesia esté incluida con Juan en este subir al cielo;

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sería para nosotros más cómodo y fácil, ¿no les parece?; no tendríamos que ser
―vencedores‖ ni ―fieles hasta la muerte‖ ante las persecuciones y adversidades de
nuestros enemigos; y eso que dice Apocalipsis en los capítulos 13:10 y 14:12 “Aquí
está la paciencia y la fe de los santos”, se referiría a otros ―santos‖. Pero … ¿y si esos
―santos‖ son la Iglesia, el pueblo de Dios, que están no solo en los capítulos 2 y 3, sino
también en los capítulos 6,8,13, 14, inclusive hasta el capítulo 19? Así que es mejor
que nos estemos preparando para lo imprevisto. Bien, hasta aquí nuestro estudio de hoy.
Dios les bendiga.

Hoy vamos a entrar al capítulo 9 que nos habla del primer ―¡Ay!‖; ya vimos los
primeros 4 toques de shofares que hablan de una serie de desastres ecológicos que
afectarán una tercera parte de la vegetación por causa de la caída de granizo y fuego
mezclado con sangre; también la tercera parte de los océanos es afectada al parecer por
algunos volcanes que están muy cerca de los mares como el Vesubio, el Krakatoa, el
Kilawea, el Yellowstone, el Popocatepek, el Cotopaxi y otros, y que en algún momento
harán erupción como nunca lo habían hecho antes, de modo que esa masa de lava
ardiendo caerá como una montaña y afectará las aguas de los mares; lo mismo ocurrirá
con la caída de un gran meteorito en un lugar estratégico de la tierra con un impacto
profundo de tal modo que los ríos y las fuentes de agua dulce son afectados; pero
también se nos habla de una gran conmoción en el espacio que afectará a una tercera
parte del sol, la luna y las estrellas, ocasionando una especie de semi-apagón de día y de
noche; y de esto nos han venido advirtiendo los astrónomos. No hay duda que todas
estas cosas la humanidad las ha visto en una escala menor, como eclipses, terremotos,
tsunamis, desastres ambientales, virus mortíferos, pero para estos tiempos venideros
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veremos una intensificación de estos fenómenos naturales como nunca se han visto y
que por supuesto, van a conmocionar a la humanidad en una escala mayor en lo moral y
espiritual. Pero aquí no terminan estos acontecimientos; hay una advertencia en el verso
13 del capítulo 8 de Apocalipsis que anuncia acontecimientos mayores que afectarán ya
no a la naturaleza, sino a una tercera parte de la humanidad; dice así este verso: “Y
miré, y oí a un ángel volar por en medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de
los que moran en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para
sonar los tres ángeles!” Esa expresión ―¡Ay, ay, ay!‖, muestra la gravedad de esos
acontecimientos para “los que moran en la tierra”, como dice el texto bíblico; pero en
realidad esta frase no es una traducción muy exacta según nos dicen los eruditos en el
idioma hebreo bíblico; la traducción más exacta es, “aquellos que tienen su hogar en
la tierra”; y se refiere a aquellas personas que solo viven para el mundo y sus ventajas;
a las que solo les preocupa esta vida y les tiene sin cuidado la vida venidera sin pensar
para nada en el propósito de la vida ni en el sentido que pueda tener su propia
existencia; así que es a estos “que moran en la tierra”, es a quien van dirigidos estos 7
toques de trompetas o shofares para que despierten y se vuelvan a Dios y a su Palabra.
Ya vimos los toques de los primeros 4 shofares; pues bien, veamos lo que ocurre
cuando los próximos tres ángeles tocan sus trompetas o shofares. Los primeros 11
versos del capítulo 9 de Apocalipsis nos hablan del quinto ángel que toca el shofar.
Dicen así estos versos: “1El quinto ángel tocó la trompeta (o sea: el shofar), y vi una
estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. 2Y abrió
el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se
oscureció el sol y el aire por el humo del pozo. 3Y del humo salieron langostas sobre
la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. 4Y se les
mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún
árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes. 5Y
les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y su
tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre. 6Y en aquellos
días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la
muerte huirá de ellos. 7El aspecto de las langostas era semejante a caballos
preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras
eran como caras humanas; 8tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran
como de leones; 9tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era
como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla; 10tenían colas
como de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a
los hombres durante cinco meses. 11Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo,
cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión.”. Amigos oyentes, luego de
leer el relato de lo que va a ser esta invasión de langostas, uno queda como dice un
comentarista bíblico, "mudo de espanto" y "totalmente asombrado"; igual ocurre con la
que sigue cuando el sexto ángel toca el siguiente shofar. Hoy solamente vamos a tener
tiempo para estudiar esta invasión extraña de langostas de estos versos del 1 al 11 de
Apocalipsis capítulo 9 al cual se le denomina: el primer ―¡Ay!‖. Un erudito bíblico
dice: ―Es normal que el lector se atemorice ante la posibilidad de una acometida
violenta de semejantes huestes: langostas del tamaño de caballos con inteligencia,
belleza humana y veneno diabólico‖; otro erudito bíblico habla de ―langostas de una
belleza perversa‖. Veamos el primer detalle de este relato apocalíptico que es “una
estrella que cae del cielo a la tierra”. Aquí hay dos cosas que es importante destacar:
la primera es que El texto bíblico indica claramente que no se trata de una estrella
literal, sino que se trata de algo simbólico; se trata de un ente al que se le hace entrega
de una llave que usa para abrir las puertas del abismo. Lo segundo que notamos es que

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según la Versión Hispanoamericana, el texto en realidad dice: ―vi una estrella caída del
cielo‖; es decir, que Juan no vio a una estrella caer, sino que vio a una estrella caída; así
lo dicen otras versiones también; de modo que el énfasis está en la condición de caída
de esa ―estrella‖; y enseguida se nos dice que ―le fue dada la llave del pozo del abismo‖;
en el verso 3 dice: ―y se les dio poder‖; en el verso 4 dice: ―Y se les mandó‖; y en el
verso 5 dice: ―Y les fue dado‖. Todas estas expresiones sugieren sin duda alguna que a
ese ―ente‖, a esa ―estrella caída‖ y a esa hueste que le acompaña se les dio un poder
limitado; no pueden ir más allá de los límites que se les fijan. Esa ―llave‖ simboliza
autoridad; pero como ya dijimos, es una autoridad limitada, controlada. Lo otro que
sigue nos habla ―del pozo del abismo‖. Según el diccionario bíblico Vine, la palabra
―abismo‖ describe una profundidad insondable, el mundo inferior, las regiones
inferiores donde está la morada de los demonios de donde pueden ser soltados; es por
eso que en el capítulo 11 veremos que de ese ―abismo‖ sale una bestia infernal; y en el
capítulo 20 veremos que a Satanás se le encerrará en ese ―abismo‖ por mil años. Lo
otro que nos llama la atención es la palabra ―pozo‖, que indica precipicio profundo. Y
aquí hay que hacer mención de unos “pozos del abismo” que han venido apareciendo
de una forma extraña en diferentes partes del mundo: en Rusia, en la China, en Centro
América, en la Antártida, y otros lugares. Inclusive, uno de esos pozos del abismo que
está en Rusia, dicen que desde las profundidades de ese lugar se oyen gritos y lamentos
y sonidos impresionantes. Nos preguntamos: ¿tendrán que ver estos ―pozos del
abismo‖ con Apocalipsis capítulo 9? Inclusive se habla de que en varios de estos pozos,
y en algunas bocas de volcanes se han visto ovnis entrando y saliendo de estos lugares;
pero al parecer no es nada bueno, sino más bien demoníaco, infernal. De todos modos
en varias partes de la Biblia se habla de que algo se mueve en las partes profundas de la
tierra, y no es nada bueno. El texto bíblico nos sigue diciendo que de ese ―pozo del
abismo‖ sale un humo que oscurece el Sol y el aire del medio ambiente, y donde hay
humo no hay duda que hay fuego. Pero la sorpresa es que desde ese humo espeso
comienzan a aparecer una invasión de ―langostas‖; pero no las tradicionales que
aparecen cada cierto tiempo en las regiones del Africa y del Medio Oriente y que duran
unos 5 meses destruyendo a su paso todo vestigio de vegetación; la descripción que nos
hace el texto bíblico de Apocalipsis capítulo 9, es que se trata de seres diabólicos en
figura de langostas voladoras, que se lanzan sobre la tierra con un ímpetu irresistible,
semejantes a un poderoso ejército, para atormentar a los hombres y mujeres por espacio
de cinco meses. Nos llama la atención que en la descripción de estas ―langostas
voladoras y ruidosas‖ se emplean varias veces las frases "como" y "semejante a" para
enfatizar lo simbólico del pasaje; es decir, que no se trata de langostas naturales, sino de
criaturas demoníacas de una belleza perversa que son una combinación de varias
criaturas en forma de caballos, caras humanas, leones y escorpiones con sus respectivas
alas ruidosas. Estas criaturas pudieran ser el resultado de mezclar la simiente de ángeles
caídos, extraterrestres con la de otras criaturas humanas. No sería la primera vez que
algo semejante sucede; ya ocurrió según lo relata el primer libro de la Biblia, Génesis
capítulo 6. Otros detalles de estas criaturas es que están revestidas de ―corazas de
hierro‖ lo cual simboliza el hecho de que no podrán ser destruidas; y por otro lado que
tienen una especie de alas que emiten un sonido como de carros o aviones de combate,
lo cual implica la velocidad y lo imposible que es eludir su ataque. Un detalle más de
estas criaturas es que tienen una cola como de escorpión que causan un tormento
durante unos 5 meses, pero no causan la muerte; aunque las personas desearán morirse
pero no podrán dice el texto bíblico. Pero hay un detalle muy importante en medio de
todo esto, y es que el texto bíblico dice lo siguiente en el verso 4: “Y se les mandó que
no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna , ni a ningún árbol, sino

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solamente a los hombres (y a las mujeres por supuesto) que no tuviesen el sello de
Dios en sus frentes” A.Os., de una vez tenemos que decir que en el fondo de todo este
drama apocalíptico de lo que se trata es de una batalla moral y espiritual entre el bien y
el mal. Los que estén del lado del bien y de la justicia serán librados de esta amenaza,
que vienen siendo los que tienen ―el sello de Dios en sus frentes‖; de esto hablamos en
el estudio anterior; pero los que estén del lado de la oscuridad, del mal, de la injusticia,
tendrán que pasar por este trago amargo sin poder evitarlo. Fíjense que el texto bíblico
dice que quien está detrás de toda esta invasión de criaturas perversas es un ente que
tiene por nombre en hebreo: Abadón y Apolión en griego. Estas dos palabras
significan: ―destructor‖, ―exterminador‖, ―ruina‖. A este personaje la Biblia lo llama
también en Apocalipsis 20, el dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás.
N.S. Jesucristo en Juan 8:44 dice: “El (Diablo) ha sido homicida desde el principio, y
no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira,
de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira”. No hay duda que Satanás se
rige por medio de la mentira y el engaño, y así logra la muerte espiritual de muchos; es
por eso que su nombre ―destructor‖, indica su carácter y la naturaleza de su obra; incita
al ser humano a destruirse, y en el proceso de hacerlo, el ser humano es atormentado.
Para finalizar nuestro estudio de hoy, hagamos una recapitulación y una aplicación de
todo esto que hemos dicho hasta ahora, y es que el mal es una totalidad cósmica de
serias proporciones y evidentemente bajo un liderazgo hábil; este mal trae tanto
sufrimiento y tormento a la vida humana hasta el punto de hacer de la muerte algo más
atractivo que la vida; sin embargo, ya vimos que este mal, este ―destructor‖ tiene sus
limitaciones impuestas por Dios, lo que nos dice que aún hay tiempo para arrepentirse.
Cuando usted tiene conocimiento de la Palabra de Dios y la acepta, la recibe en su vida,
la toma como norma de su vida, usted verá que será librado de muchos peligros, caídas
y fracazos; ese ―destructor‖ no logrará atormentarlo; usted estará a salvo. Si ángeles
infernales le hacen daño a las personas, ¿por qué no creer que ángeles divinos también
pueden perfectamente cuidar a los que andan en los caminos de Dios?. Bien, hasta aquí
nuestro estudio de hoy. Dios les bendiga.

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Hoy vamos a ver la segunda parte del capítulo 9 que nos habla del segundo
―¡Ay!‖; el verso 12 de este capítulo nos dice: “El primer ay pasó; he aquí, vienen aún
dos ayes después de esto”. Ya vimos en el estudio anterior sobre ese primer ―ay‖ que
nos habla de una invasión extraña sobre la tierra, pero que según el texto bíblico no es
lo peor, porque le siguen dos ayes más graves todavía. Veamos en qué consiste este
segundo ―¡Ay!‖. Dicen los versos 13 al 21 lo siguiente: “13El sexto ángel tocó la
trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante
de Dios, 14diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles
que están atados junto al gran río Eufrates. 15Y fueron desatados los cuatro ángeles
que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte
de los hombres. 16Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones.
Yo oí su número. 17Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían
corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como
cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. 18Por estas tres plagas
fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que
salían de su boca. 19Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas;
porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban. 20Y los
otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de
las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro,
de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar;
21
y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación,
ni de sus hurtos.” A.Os., no hay duda que después de leer estos versos de Apocalipsis
nos llama mucho la atención la referencia al Eufrates donde son desatados 4 ángeles de
la guerra; el Eufrates nos hace recordar dos cosas: la primera es que desde esa región
fue que comenzó la civilización humana; allí estuvo la primera ciudad del mundo
llamada El Edén; así lo dice Génesis capítulo 2; lo segundo que recordamos es algo que
ocurrió hace años atrás en el 2003, en la época de Sadan Hussein cuando él habló de ―la
madre de las batallas‖; pero de lo que nos habla esta profecía es algo más grande; este
es el cuadro de una guerra que abarcará a todo el mundo. ¡Qué curioso, ¿No?! ¡Que
precisamente en la región del Eufrates, donde comenzó la civilización humana, allí
mismo ha estado la raíz de la amenaza de la extinción humana! Notemos que se nos
habla de un ejército de 200 millones con un poder de fuego nunca visto; jamás en la
historia de la humanidad ni en otro reino antiguo ni en el siglo 20 pasado, se ha
levantado o surgido un vasto ejercito de tal magnitud que haya destruido la tercera parte
de la humanidad; pero resulta que este ejército que se levanta con todo su gran arsenal
militar tiene la capacidad de destruir la tercera parte de la humanidad; y aquí uno tiene
que decir que esto nos huele a una tercera guerra mundial. Pareciera que el primer ¡Ay!
es una especie de antesala de esta tan temida tercera guerra mundial. Nos llama mucho
la atención la conexión que hay entre este ejército del Eufrates y la conexión que hay
con Irak, Irán, Siria, Turquía, Arabia Saudita, Jordania y Kuwait; esto nos lleva a pensar
que esto está relacionado con Islamismo y petróleo. En estos tiempos la escena
mundial se ha venido preparando rápidamente para hacer posible la creación de un
ejército "Islamista" con un poder arrollador para conquistar el mundo. ¡Esto nos habla
de que ya es tiempo de despertar y enterarnos de lo que está ocurriendo hoy día, y de
comprender el verdadero significado del tiempo en que vivimos, y cuál será su fin!
A.Os., esta profecía JAMÁS se ha cumplido en la Historia pasada. NADA de lo escrito
en este pasaje se ha cumplido todavía. Nunca ha muerto la tercera parte de la humanidad
por el FUEGO, EL HUMO Y EL AZUFRE producido por unos ejércitos de 200
millones de soldados; por lo tanto, esta profecía tiene que tener un cumplimiento
FUTURO. El Apocalipsis dice que cuatro ángeles están atados JUNTO AL GRAN RÍO

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EUFRATES; esos cuatro ángeles son los ángeles de la GUERRA, es decir, son cuatro
espíritus malignos que han estado atados desde hace muchos siglos junto al río Eufrates,
y cuando sean desatados harán que 200 millones de soldados de diferentes naciones del
mundo exterminen con FUEGO, HUMO Y AZUFRE a la tercera parte de la población
mundial. Ahora bien, fijémonos de nuevo, ¿qué naciones atraviesan el río Éufrates?, lo
atraviesan estas tres naciones: Iraq, Siria y Turquía; pero si observamos bien el mapa
geo-político vemos que también Irán, Arabia Saudita, Kuwait hacen frontera con Irak.
Pero hay otro detalle de carácter geo-político que no podemos pasar por alto y es que
estos países del medio oriente que hemos mencionados están relacionados o más bien
confrontados con los Estados Unidos y con otros países de Europa como Francia,
Inglaterra, Alemania. Por el momento al parecer, Israel no es el objetivo directo en este
capítulo 9 de Apocalipsis, sino cuando lleguemos al capítulo 16, que nos habla del
Armagedón, la cual sí va a ser ―la madre de todas las batallas‖ por la conquista de
Jerusalén. Por ahora, el texto bíblico en este capítulo 9 nos dice que ES desde esta
región del Eufrates donde se desatará la gran guerra que matará a la tercera parte de la
población del mundo! Pero hay otro detalle en el texto bíblico que nos habla de
―ejércitos‖, no de ―ejército‖, dándonos a entender que no se tratará de un solo ejército
de un país, sino de muchos países con sus correspondientes ejércitos; de modo que el
total de soldados internacionales que participarán en esta gran guerra mundial será de
200 millones, ¡¡cifra impensable en ningún momento de la Historia pasada, pero
completamente posible en este siglo 21!!. NUNCA se han movilizado 200 millones de
soldados en la Historia pasada, ¡¡pero hoy sí que es posible, en un mundo poblado por
más de 6.000 millones de habitantes!! Ahora bien, ¿cómo una guerra puede matar a la
tercera parte de la humanidad?, pues muy simple: SOLAMENTE SI SE UTILIZAN
ARMAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA, LAS CUALES ESTÁN MENCIONADAS
EN ESTE MISMO PASAJE BÍBLICO como veremos seguidamente. Juan dice que vio
en visión los "caballos" de guerra y sus "jinetes"; pero resulta que esos "caballos" de
guerra no eran caballos literales, sino METÁFORAS, al comparar las cabezas de esos
"caballos" con "cabezas de leones"; por lo tanto, lo que Juan vio fueron los
VEHÍCULOS de guerra que utilizarán esos ejércitos de 200 millones de soldados. Juan,
al ver esos vehículos completamente desconocidos para él, obviamente los comparó con
lo que él conocía en su tiempo, como eran los caballos y los leones. Juan dice que de
las bocas de esos "caballos" salía FUEGO, HUMO Y AZUFRE; y de las colas,
―semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban‖. ¡¡NO QUEDA DUDA
ALGUNA QUE DE LO QUE AQUÍ SE TRATA ES DE ARMAS DE DESTRUCCIÓN
MASIVA!! El fuego es el fuego de las armas nucleares, y el humo y el azufre son las
armas químicas, las cuales, cuando estallan, producen humos o gases venenosos que
matan a todo ser vivo, ¡y esto fue escrito hace unos 1.900 años! Así que según esta
impresionante profecía del Apocalipsis ubicada en esta región del Eufrates que
involucra a IRAQ,IRÁN, SIRIA, TURQUÍA, ARABIA SAUDITA, JORDANIA,
KUWAIT, se nos está diciendo que desde esta región comenzara una gran guerra
mundial con armas de destrucción masiva, con el resultado de un exterminio de la
tercera parte de la humanidad, porque como ya dijimos, LA GUERRA QUE LOS
ESTADOS UNIDOS y varios países de Europa TIENEN EN IRAQ y otros países del
medio oriente, esto va a convertirse en una terrible guerra mundial, porque también
otros países como Rusia y China se involucrarán a favor de los países del medio oriente.
Y el resultado de esta guerra es, que va a preparar a los gobiernos de todas las naciones
para el advenimiento y aceptación de un gobierno mundial que Apocalipsis lo identifica
como el gobierno de la bestia y el falso profeta; gobierno que durará unos 42 meses,
trayendo una aparente paz y seguridad al mundo; pero hay un detalle de ese gobierno y

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es que será un gobierno mundial anti-cristiano porque quienes van a gobernar el mundo
durante esos 42 meses será un gobierno de corte musulmán o islamista, quienes tienen
un gran resentimiento con el mundo cristiano. Cuando veamos el capítulo 13 de
Apocalipsis donde se nos describe cómo será ese gobierno, nos dice que la Bestia hará
la guerra contra los santos y los vencerá. Pero ya hablaremos de esto cuando lleguemos
a ese capítulo 13 de Apocalipsis. Es curioso cómo termina el capítulo 9 de Apocalipsis
que nos tocó estudiar hoy; dicen los versos 20 y 21 lo siguiente:
“20Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se
arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las
imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver,
ni oír, ni andar; 21y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de
su fornicación, ni de sus hurtos.” A.Os., nos asombra saber que la escena final que se
produce después de sonar la quinta y la sexta trompeta o shofar, es la reacción obstinada
de la humanidad ante estas extrañas y desastrosas situaciones que nos muestra este
capítulo 9 de Apocalipsis. Notemos que en estos dos versos, el 20 y el 21 se enfatiza
por dos veces las siguientes expresiones: “ni aun así se arrepintieron”, y luego vuelve
a mencionar: “y no se arrepintieron”. Detrás de estas expresiones hay un mensaje: y
es el de que Dios llama a la gente a arrepentirse, a un cambio de rumbo; sin embargo
se nos dice que éstas gentes no se arrepintieron de las obras de sus manos, sino que
siguen en sus delitos y pecados; así lo confirma este capítulo 9 de Apocalipsis. Aquí se
nos muestra lo que realmente le gusta al hombre pecador; le gusta la violencia y
destrucción; sólo fijémonos en lo que sale de Hollywood y lo que se vende en los cines:
violencia, matar, destrucción. Y qué de los juegos electrónicos, la mayoría son de matar
gente. Ah, pero el texto bíblico también nos habla de que a mucha gente le gusta
―adorar demonios y también imágenes de oro, plata, bronce, piedra y madera‖, “las
cuales no pueden ver, ni oír, ni andar”, en vez de adorar a Dios, el Eterno, el Creador
y el que nos Redime y Salva. También se nos dice que al ser humano le gustan las
hechicerías; esta palabra en el texto griego es la palabra ―pharmakeia‖, que es la raíz de
la palabra ―farmacia‖ y ―farmacéutico; y se refiere no solo a medicamentos sino
también a cualquier tipo de drogas y alcohol; y ¿no es cierto que las propagandas de
licores y tabacos abundan en la mayoría de las ciudades y pueblos del mundo? Pero
también el texto bíblico NO pasa por alto que al ser humano le gusta el sexo ilícito, y lo
llama ―fornicación‖ que trata de la práctica de actos sexuales indebidos y nocivos para
la salud; y por otro lado esa ―fornicación‖ incluye el ―adulterio‖ que viene siendo la
infidelidad matrimonial que trae al hogar tanta violencia y dolor. Y finalmente el texto
bíblico señala también que al ser humano le gustan ―los hurtos‖, la satisfacción
inmediata de sus deseos codiciosos. A.Os., todo esto que nos dice este capítulo 9 de
Apocalipsis, nos revela que hay unas enormes fuerzas malignas que están operando
fuera y dentro de la humanidad, que si no fuera porque la Mano del Dios Todopoderoso
contiene estos poderes malignos, ya la civilización humana hace mucho que hubiera
desaparecido. Pero vamos a ir viendo en lo que sigue de Apocalipsis que viene un
tercer ¡Ay! más grave todavía, pero que sin embargo, Dios tiene el control y que su
Gran Propósito es erradicar el mal y el maligno y hacer nuevas todas las cosas como
dice Apocalipsis 21, ―Vi un cielo nuevo y una tierra nueva‖. Le damos la Honra y la
Gloria al Dios Eterno, porque si no fuera por Él, la humanidad no tendría un Futuro
Glorioso de Salvación. Hebreos 2:3 le dice a toda la humanidad: “¿cómo escaparemos
si descuidamos una salvación tan grande?” Bien, hasta aquí nuestro estudio de hoy.
Dios les bendiga.

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Hoy vamos a ver el capítulo 10 que se supone debería hablarnos del tercer
―¡Ay!‖; pero no, lo que viene es un paréntesis que incluye todo el capítulo 10 y parte del
capítulo 11; y no es hasta el verso 14 de este capítulo11 que se nos dice: “El segundo
ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto”. Así que vamos a ver de qué trata este
capítulo 10 y parte del 11; se trata de una especie de respiro para mostrarnos la otra cara
de la moneda; mostrarnos que en medio de la violencia y destrucción de parte de los
malos y del maligno, hay otras fuerzas del bien que también están operando para que el
bien triunfe sobre el mal porque así está establecido por Dios y su Palabra; Apocalipsis
es ese cronograma profético que se ha venido llevando a cabo; unas veces nos muestra
el poder destructivo que tienen las fuerzas del mal; otras veces nos muestra la
maravillosa gracia de Dios; pero lo mejor de todo esto es que el final de Apocalipsis es
asombroso, espectacular, grandioso, porque así son las cosas de Dios. En este capítulo
10 que nos corresponde para hoy, de lo primero que se nos habla es de un Ángel tan
grande, impresionante y maravilloso, que un pie lo tenía en el mar y el otro pie en la
tierra; una especie de Coloso Gigantesco. De una vez tenemos que decir que este Ángel
nos está dando un mensaje de que Él es el dueño de toda la tierra; que tiene pleno
derecho a ser el propietario del mundo; de esa manera erguido como un gran coloso está
reclamando la tierra para sí mismo por encima de las fuerzas del mal que están
operando. A este Ángel maravilloso lo vamos a llamar El Ángel de Jehová del cual nos
habla repetidamente el A.T.; y este Ángel siempre está en conexión con el Pueblo de

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Dios que se llama Israel, tanto en el A.T. como en el N.T. Es por eso que dijimos que
íbamos a ver Apocalipsis desde la perspectiva Hebrea y no Griega. Pues bien, este Gran
Ángel fue el que acompañó a Israel en su viaje por el desierto. Este Gran Ángel se
manifiesta siempre que Israel aparece en el lugar principal del programa de Dios; y esta
es una pista con la que nos encontramos aquí y que nos ayuda a reconocer dónde nos
encontramos y lo que está sucediendo en estos momentos. Se nos sigue diciendo que
este Gran Ángel viene ―envuelto en una nube‖; y resulta que la nube es una vez más
característica de la nación de Israel. Recordemos que cuando el pueblo de Israel
marchaba por el desierto iba precedido por una nube de día y por una columna de fuego
de noche; esa nube de noche se iluminaba mediante alguna especie de fuego por dentro
de modo que parecía una columna brillante y resplandeciente; y de día esa misma nube
les protegía del sol ardiente y del calor del desierto. Más tarde cuando Moisés terminó
de construir el Tabernáculo y después cuando se construyó el Templo en tiempos de
Salomón, apareció esa misma nube y llenó el lugar santísimo; a esa nube se le llama ―La
Shekinah‖, la nube de la gloria; una muestra clara de la presencia de Dios en medio de
Su Pueblo. Nos sigue diciendo el texto bíblico que ese Gran Ángel tiene un ―arco iris‖
sobre su cabeza, sugiriéndonos que esos nubarrones negros pronto van a desaparecer;
también se nos dice que el rostro de este Ángel de Dios era "como el sol y "sus piernas
como columnas de fuego." Toda esta descripción nos hace regresar a los primeros 4
capítulos de Apocalipsis donde Juan nos describe a N.S. Jesucristo de pie entre las 7
iglesias; describe su rostro como el sol y sus pies como bronce resplandeciente y
bruñido; y en el capítulo 4 nos muestra a Jesús como el Cordero inmolado y que ruge
como el León de la tribu de Judá, que ruge triunfante sobre la tierra; de modo que en
Apocalipsis vemos varias maneras de representar la figura de Jesús. Así que toda esta
descripción del capítulo 10, nos da la clave que identifica a este Ángel como N.S.
Jesucristo, el Hijo de Dios, que aparece como el Ángel de Jehová; y por otro lado todo
esto nos muestra también que Israel comienza a aparecer nuevamente en escena como el
pueblo de Dios al que él desea usar de un modo especial durante todo el período del
juicio de los últimos días y para continuar estableciendo el reino después del regreso de
N.S. Jesucristo. Nos sigue diciendo el texto bíblico que al rugido de este Gran Ángel, 7
truenos dejan oír su voz a modo de respuesta. Juan escuchó lo que dijeron estos 7
truenos y se dispuso a ponerlo por escrito, cuando se oyó otra voz que le dijo: ―sella las
cosas que los siete truenos hablaron, no las escribas‖; y por cierto, esta es la única parte
de Apocalipsis que aún permanece sellada; el resto ha sido desvelado para nuestro
beneficio; pero estas palabras quedan nuevamente selladas. ¿Le gustaría a usted saber lo
que dijeron los siete truenos? Los eruditos de la Biblia han gastado una sombrosa
cantidad de tinta tratando de solucionar este problema. Pero, al menos en esta vida,
nunca podremos conocer la respuesta. Juan estaba a punto de escribir lo que los truenos
habían hablado, cuando oyó una voz del cielo que decía: Sella las cosas que los siete
truenos han dicho, y no las escribas. El mensaje estaba destinado sólo para los oídos de
Juan; no era para Su Pueblo en general; pero lo que importa aquí es que Dios quería que
Juan registrara el hecho de que Juan no debía revelar lo que los truenos habían dicho;
Dios quería que Su Pueblo supiera que hay algunas cosas que Dios no tiene intenciones
de decirnos de antemano; y esto sirve bien como reproche para la tendencia de la
mayoría de los sermones y comentarios sobre Apocalipsis, que es la de indagar con
curiosidad en las cosas que a Dios no le ha parecido bien revelar. En Deuteronomio
29:29 se nos dice "Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las
reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos
todas la palabras de esta ley". En otras palabras, que al hombre y a la mujer se les ha
dado la ley, toda la Biblia, y que debe obedecer. Se les ha dicho cuáles son las

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consecuencias de la obediencia y la desobediencia; más de eso, el hombre y la mujer no
necesitan saber más. En contraposición a la curiosidad y al indagar en las “cosas
secretas”, se nos manda con claridad obedecer la ley de Dios, toda la Biblia, y
reconocer que ella nos da un conocimiento del futuro que es legítimo y verdadero. A
todo esto que hemos dicho concluimos diciendo que Dios ha revelado todo lo que
necesitamos saber para vivir hoy para El; que en nuestro deseo de estar preparados para
el fin, no debemos dar más énfasis a la especulación acerca de los últimos días, sino al
vivir para Dios mientras esperamos; o como dice otro comentarista de Apocalipsis:
―Esta es una invitación a la humildad y a la confianza en Dios‖. Con esto llegamos al
misterio de Dios mismo que encontramos en los versos 5 al 7 que dicen así: “5Y el
ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, 6 y juró
por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él,
y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el
tiempo no sería más, 7sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él
comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a
sus siervos los profetas.” De estos tres versos nos llama la atención la frase: “que el
tiempo no sería más”. En griego existen dos palabras distintas para expresar ―tiempo‖:
una es ―chronos‖, que se refiere al tiempo del calendario regular que pasa; y la otra
palabra es ―kairós‖, que se refiere a tiempo especial, evento, el tiempo de Dios; así que
esta expresión: ―Ya no hay más tiempo‖, es una frase muy consoladora, porque cuántas
veces decimos: ―¿Cuándo será que vendrá el Señor?‖ Saber que no andamos a la
deriva, sino que andamos bajo un cronograma que Dios ha establecido, nos da seguridad
y la paciencia necesaria para esperar que más pronto que tarde, las cosas se van a ir
llevando a cabo ―a la hora, día y año‖; pero no se nos olvide, como dice un rabino Judío,
Mashíaj viene en unos minutos; ¡Mashíaj Viene Ya! Y la otra frase que nos llama la
atención de estos tres versos que hemos leído de Apocalipsis 10, es la que dice: “el
misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas.” La
palabra misterio no significa algo ―oculto‖ en nuestro sentido moderno, sino más bien
―algo que antes estaba oculto pero que ahora ha sido revelado‖. Así que ―Misterio‖ se
refiere a la habilidad de Dios para revelar sus acciones porque Dios tiene conocimiento
y control de la historia. Este "misterio" es un tema principal de las cartas a los Romanos,
Efesios y a los Colosenses: la unión de los judíos creyentes y los gentiles en un solo
Pueblo, sin distinción; “que los gentiles son coherederos y miembros del mismo
cuerpo (que es Israel); y que además somos copartícipes de la promesa en Cristo
Jesús por medio del evangelio” como dice Efesios 3:6. Los gentiles, que habían sido
extranjeros y estaban alejados de la ciudadanía de Israel y de los pactos de la promesa,
ahora por medio de la obra de Cristo, son hijos plenos de Abraham, herederos del pacto,
en una posición igual e indistinguible con los judíos creyentes, todos ahora y siempre
formamos ―un nuevo hombre‖, una Iglesia, el Israel de Dios, en el único y Nuevo Pacto
Renovado que se anunció desde los profetas. Esta frase “como él lo anunció a sus
siervos los profetas”, es una invitación a revisar bien el mensaje que todos los profetas
del A.T. y N.T. nos hablan; por ejemplo, solamente con los profetas Isaías, Jeremías,
Ezequiel y Daniel, pasamos un buen rato deleitándonos en las cosas que ellos nos
revelan; pero lo más interesante es que este mensaje de los profetas del A.T. está en
conexión con Israel y Apocalipsis y otras partes del N.T.; y esa es la tarea, buscar
siempre esa conexión. Revise todos los 17 libros proféticos incluyendo los Salmos, y
verá que en todo tiempo Israel es clave en todo este devenir profético. Y la otra tarea
que tampoco podemos pasar por alto es lo que en la actualidad los rabinos judíos desde
Israel y desde otras naciones nos están diciendo con respecto a la llegada del Mesías y a
lo que ellos llaman ―la redención final‖, y que por supuesto también hay allí una

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conexión con el Apocalipsis de Juan y otras partes del N.T. Para los que tienen internet
les recomiendo visiten tres portales desde Israel muy interesantes: El primero es
―Breslev Israel‖; el segundo es ―Aish Latino‖; y el tercero es ―VieneMashíaj.com‖.
Finalizamos nuestro estudio de hoy destacando la parte final de este capítulo 10 de
Apocalipsis que habla de la invitación que se le hizo a Juan de comerse ―el librito‖ de
manos del Gran Ángel. El acto de comer el librito, que son las profecías de Daniel, es
un simbolismo claro de conocer, comprender, entender. Recordemos que al profeta
Daniel se le dijo: “Tú empero Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el
tiempo del fin: Muchos correrán de aquí para allá y la ciencia se multiplicará.” La
mayoría de los eruditos de la Biblia están de acuerdo que este ―librito‖ es esa parte
profética de Daniel, que la vamos a ver en los próximos capítulos de Apocalipsis. Pues
bien, este acto de Juan de comerse ese ―librito‖ le proporcionó conocimiento, revelación
de lo que estaba sellado desde el tiempo de Daniel. No queremos pasar por alto algo
que nos dice Jeremías 15:16, y que está en conexión con ese acto de comerse Juan ese
―librito‖; dice así el profeta Jeremías: “Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y
tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón;” Como podemos ver, el acto
de escudriñar la Palabra de Dios es comparado con el comer. Cuando a Juan se le dice:
―Tómalo y cómelo‖, lo que se le está diciendo es que el mensaje debe saturar la
personalidad de quien lo proclama; pero hay otro efecto: es dulce pero a la vez es
amargo; nos preguntamos: ¿Por qué?; porque la Palabra de Dios es dulce para los
creyentes porque anima; pero nos amarga por el juicio venidero que viene y esta
viniendo. Es dulce conocer el Libro de Apocalipsis y lo que Dios tiene planeado hacer,
pero cuando averiguamos que vienen juicios sobre la tierra, no nos podemos alegrar por
eso, por lo que la profecía se vuelve amarga‖. A esto se le llama la honestidad de la
Biblia; ella siempre nos muestra las dos caras de la moneda; la del bien y la del mal.
Amigo, Amiga oyente, esa Biblia que usted tiene, ¿Se la está comiendo? ¿Se está
nutriendo de ella? Aliméntese a sí mismo y asegúrese que está comiendo bien. El
último verso de este capítulo 10 dice: “Y él me dijo: Es necesario que profetices otra
vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.”. Aquí el Gran Ángel reafirma
el encargo a Juan como profeta; en otras palabras, es como si le dijeran a Juan: Te es
necesario; la obligación reposa sobre ti como siervo de profetizar a la orden de Dios. La
frase: “otra vez”, sugiere la idea de que como ya profetizaste en la primera parte de este
libro del Apocalipsis, ahora entras a una nueva etapa del mismo, a saber, la revelación
de las cosas que sobrevendrán a la Santa Ciudad de Jerusalén, al pueblo de Dios y al
resto de las naciones, y que viene siendo el tema del resto del libro Apocalipsis.
Notemos que el siguiente capítulo, el 11, comienza diciendo: ―Entonces‖; y esto nos
habla de la continuidad de la tarea profética de Juan. Así que en nuestro próximo
estudio vamos a ver de qué trata este ―Entonces‖ del capítulo 11. Bien, hasta aquí
nuestro estudio de hoy. Dios les bendiga.

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Ya hemos visto el capítulo 10 y hoy vamos a ver el capítulo 11. Estos dos
capítulos son una especie de paréntesis; de respiro como ya dijimos en el estudio
anterior debido a la intensidad de acontecimientos ya explicados desde los capítulos 1 al
9. Estos acontecimientos están dentro de ese marco de la apertura del libro sellado con 7
sellos, y que comienzan con los 4 caballos del Apocalipsis, que vienen siendo 4 eventos
que se han venido dando simultáneamente en estos 20 siglos que han pasado como son
la evangelización mundial; las diversas guerras que en cada siglo han venido
ocasionando hambres, pestilencias o epidemias y muertes. Pero también la
evangelización mundial ha tenido sus mártires; y de esto nos habla el quinto sello. En la
apertura del sexto sello está pronosticado que en cualquier momento ocurrirá un gran
terremoto que estremecerá toda la tierra como una señal de una aceleración del
cronograma profético de Dios. Luego de este gran terremoto habrá un gran
despertamiento espiritual debido a lo que se ha llamado ―la lluvia tardía‖; se trata de un
sellamiento, de un derramamiento del Espíritu de Dios sobre los hombres y mujeres que
aman y sirven a N.S. Jesucristo; este avivamiento también tocará la vida de muchísimos
judíos a quienes se les quitará le venda de sus ojos para que crean en N.S. Jesucristo
como su Mesías. Este avivamiento también impulsará un gran movimiento de oración
como nunca antes había ocurrido en la historia del pueblo de Dios. Pero resulta que las
cosas no terminan allí, sino que vienen nuevos acontecimientos que se van a seguir
intensificando con la apertura del séptimo sello que se caracteriza por el toque de las 7
trompetas o ―shofares‖. Las primeras 4 trompetas desencadenarán una serie de
acontecimientos que afectarán a los árboles, a los ríos y mares e inclusive al espacio;
todo esto con el fin de mover a las gentes al arrepentimiento y al cambio de vida. Pero
las cosas se seguirán intensificando con tres eventos más llamados los 3 Ayes. El
primero se trata de una invasión de ―langostas del tamaño de caballos con inteligencia,

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belleza humana y veneno diabólico que surgen desde las profundidades de la tierra‖;
aquí es posible que haya una participación maligna de extraterrestres. El segundo Ay,
habla de una guerra mundial donde se movilizarán unos 200 millones de soldados, pero
que su centro de operaciones estará ubicado en la zona del Medio Oriente,
específicamente en toda esa región que tiene que ver con el Eufrates; en otras palabras,
al parecer será una intifada por parte del mundo musulmán con un alcance internacional.
Pero luego de esto viene un gran movimiento de predicación de la Palabra de Dios que
le abrirá los ojos al mundo sobre lo que es el movimiento musulmán; los protagonistas
de este movimiento de predicación de la Palabra de Dios serán los Dos Testigos, como
lo veremos en nuestro próximo estudio. En lo que resta de nuestro estudio de hoy,
vamos a ver la primera parte del capítulo 11 de Apocalipsis que nos habla de un evento
muy esperado por el pueblo judío y por el pueblo cristiano, y es la construcción del
Templo de Jerusalén que hasta ahora no se ha podido llevar a cabo precisamente debido
a la amenaza del mundo musulmán. Y aquí nos preguntamos: esa guerra donde habrá
un ejército de 200 millones combatiendo, ¿será lo que dará pie a que se construya ese
Templo Judío en Israel? No lo sabemos; pero es posible que sí. Leamos lo que nos
dicen los primeros dos versos del capítulo 11, “1Entonces me fue dada una caña
semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el
altar, y a los que adoran en él. 2Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y
no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa
cuarenta y dos meses.” Así es A.Os., como dijimos hace un momento, esto que se le
encomienda a Juan al parecer tiene que ver con un acontecimiento esperado desde hace
mucho tiempo por el pueblo de Israel: La Construcción del tercer Templo de Dios allí
en la Ciudad Santa, Jerusalén. Desde la destrucción del segundo Templo, por mano de
los romanos en el año 70 DC hasta hoy, los judíos religiosos recitan periódicamente tres
veces al día una oración que se llama ―la Amidá‖, que es el clamor por la construcción
del Templo de Jerusalén; dice así esta breve oración: “Sea Tu voluntad, oh Eterno,
Dios nuestro y Dios de nuestros padres, que reconstruyas el Santo Templo
prontamente y en nuestros días.” Resulta que la mayoría de los comentaristas de
Apocalipsis 11 opinan que este pasaje es difícil de interpretar; la dificultad se encuentra,
por una parte, en establecer si el escrito aquí ha de ser entendido literalmente o
simbólicamente. El asunto es que nos llama la atención que en el lugar de la profecía de
los dos testigos en Jerusalén hay un Templo. Todos sabemos que el templo de Jerusalén
en los días de Jesús fue destruido por Roma en el año 70 exactamente como el Señor
profetizó en Lucas 21:24 "Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los
tiempos de los gentiles se cumplan". Una muestra de ese ser ―hollado por los gentiles‖
es ese templo musulmán construido en el lugar donde antes estaba el Templo de Dios.
Pero eso no quiere decir que jamás se volvería a construir otro Templo dedicado a Dios;
la profecía es clara: ―hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan‖. Ya varios
profetas lo anunciaron para el fin de los días. Por ejemplo, Oseas en su capítulo 3
versos 4 y 5 dice: “4Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin
príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines. 5Después volverán los
hijos de Israel, buscarán a Jehová, su Dios, y a David, su rey; y temerán a Jehová y a
su bondad al fin de los días”. Leamos también lo que dicen los profetas Isaías y
Zacarías: Isaías 2:2 y 3 dice: “Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será
confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado
sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y
dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos
enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y
de Jerusalén la palabra de Jehová.” El profeta Zacarías en su capítulo 6:12 y 13 dice:

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“Y le hablarás, diciendo: Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquí el
varón cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotará de sus raíces, y edificará el templo
de Jehová. El edificará el templo de Jehová, y él llevará gloria, y se sentará y
dominará en su trono, y habrá sacerdote a su lado; y consejo de paz habrá entre
ambos.” Como podemos ver, sí está profetizado la construcción de ese Templo. Ahora
bien, la realidad actual es que en estos momentos no hay templo en Jerusalén; lo que
hay son dos edificios sobre la cima de la montaña llamada el Monte Moria. Uno de esos
edificios es el correspondiente a la mezquita islámica Al-Aksa; y el otro, el edificio más
destacado y visible, la Cúpula de la Roca, que el Islam lo considera como el tercer
lugar sagrado de su fe. Estos dos edificios constituyen un problema para la
reconstrucción del templo. Desde 1967, cuando los judíos volvieron a capturar la
antigua ciudad de Jerusalén, por razones de paz se le permitió a los musulmanes el
control completo y adorar en el Monte del Templo. No se les permite adorar allí ni a los
judíos ni a los cristianos, solo los musulmanes pueden hacerlo. Muchos de los judíos
que viven en Israel y otros que viven en el extranjero, pensaban que para reconstruir el
templo judío era necesario destruir de alguna manera la Cúpula de la Roca; pero resulta
que hace varios años un arqueólogo judío llamado Asher Kaufmann, realizó una extensa
obra para localizar con exactitud dónde estaba construido el antiguo templo, y descubrió
para satisfacción de muchísimas personas, que el antiguo templo no fue construido en el
lugar mismo donde se encuentra hoy la Cúpula de la Roca, sino que fue de hecho
construido justo al norte de la Cúpula, y que viene siendo un área abierta que no ha sido
ocupada, donde solo hay un pequeño santuario llamado "Cúpula de las Tablas‖. Esto
demuestra que sí sería posible reconstruir el templo judío en el Monte Moriah sin
destruir la Cúpula de la Roca. Pero aquí hay algo muy interesante que es importante
destacar en el texto bíblico de Apocalipsis 11, y es que se le dice a Juan que el ―atrio‖ o
―patio‖ que no lo midiera, porque ha sido entregado a los gentiles; y resulta que
precisamente donde está la Cúpula de la Roca es esa área llamada ―el atrio‖ o ―patio de
los gentiles‖. Lo fascinante es que en Jerusalén existe desde hace varios años el Instituto
del Templo que se dedican a los preparativos para la reconstrucción del templo sobre el
Monte Moria. Por ejemplo, están preparando a un gran número de jóvenes para que
puedan ser sacerdotes en ese templo, enseñándoles los antiguos rituales y preparando
vestimentas para que puedan ponérselas; usted las puede ver por internet. En otras
palabras, se están preparando para construir sobre el Monte Santo el llamado Tercer
Templo de Jerusalén. El mundo entero está pendiente que en cualquier momento
comience esa construcción. Pero hay otros detalles interesantes, y es que ya tienen lista
una gran menorá totalmente de oro puro; tienen todo el mobiliario para equipar el
templo; inclusive la pieza más importante, que es el Arca del Pacto, al parecer ya saben
donde está, pero eso es un secreto muy bien guardado; y hay otro detalle muy
importante, y es que hay una o varias vacas rojas que las están preparando para el acto
de Purificación del Nuevo Templo. Al parecer, todo esto que está ocurriendo está en
conexión con esos primeros dos versos de este capítulo 11 de Apocalipsis, y que
destacan el hecho de que ese acto de medir el templo y su altar, lo que Dios nos está
diciendo en realidad es: "Esto es Mío. Tengo la intención de usarlo‖; y esto será una
gran señal para el mundo de que el cronograma profético de Dios sigue su curso
inexorable; nadie lo puede detener ni cambiar, ni trastornar. Por el momento desde el
punto de vista político, tratar de levantar dicho templo traería graves consecuencias
políticas para la ya delicada situación de Israel con las demás naciones árabes que lo
rodean; en otras palabras, reconstruir un tercer templo de Jerusalén es prácticamente
declararle la guerra a los árabes, y esto es algo que cualquier dirigente político israelí
con un poco de sentido común evitaría. Pero no se nos olvide que eso ya está

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profetizado y en cualquier momento puede haber un pacto de paz o algún otro
acontecimiento mayor como el que mencionamos en el estudio anterior referente al
segundo Ay, que se refiere a esa guerra del Medio Oriente que involucra a un ejército de
200 millones y que pudiera ser que el gran perdedor fuera el mundo musulmán, lo cual
los obligaría a firmar un pacto de paz, pero que no duraría mucho tiempo, unos 3 años y
medio, pero que a lo mejor ese sería el momento de la construcción del Templo de
Jerusalén, y que según las estimaciones, se construiría en unos 220 días. Sobre esos 3
años y medio hablaremos en el próximo estudio. Una gran lección que nos deja esta
parte de Apocalipsis es mostrarnos que el Islamismo, tal como lo hemos venido viendo,
está jugando un papel de alcance mundial que nadie se lo imaginaba hace 40-50 años
atrás. Sin embargo, proféticamente, el futuro del mundo pasa es por Israel. El primer
ministro de Israel Benyamín Netanyahu en la Asamblea de las Naciones Unidas del
2014, al final de su discurso dijo con un tono sorpresivo en inglés y en hebreo: ―En
nuestros tiempos se están cumpliendo las profecías bíblicas; como dijo el profeta Amos
[9:14-15] : „Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades
asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán
huertos, y comerán el fruto de ellos. Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más
serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Jehová Dios tuyo.‟ ¡Señoras y
señores, el pueblo de Israel ha vuelto a casa, y nunca más serán arrancados de nuevo!‖.
Bien, hasta aquí nuestro estudio de hoy. Dios les bendiga.

Estamos estudiando el capítulo 11 de Apocalipsis y en el estudio anterior vimos


los primeros dos versos que nos hablan de la reconstrucción del Templo de Jerusalén y
sus implicaciones que tiene ante al mundo musulmán; luego de los versos 3 al 13 se nos
habla de la actividad profética de dos personajes llamados los dos testigos y que tendrán
un impacto de alcance mundial en este contexto de la reconstrucción del Templo de
Jerusalén. La misión de ellos dura solamente tres años y medio; estos testigos estarán
dotados tanto de poderes sobrenaturales como de protección sobrenatural; y antes que

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suene la trompeta o el Shofar final, ellos estarán predicando el mensaje de la redención
final y advirtiendo al mundo de los perversos poderes que lo estarán gobernando; pero
estos mensajeros serán ―matados‖ por esa ―Bestia‖ que estará gobernando al mundo en
los días venideros. Pero vamos a acercarnos un poquito más para tratar de identificar lo
más que podamos quiénes son esos dos testigos, porque hay muchas interpretaciones
sobre ellos. Leamos los versos 3 y 4 de Apocalipsis 11 que dicen así: “3Y daré a mis
dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio. 4Estos
testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la
tierra.” A.Os., sobre estos dos testigos hay una diversidad de interpretaciones: unos
dicen que estos dos testigos son Moisés y el profeta Elías por las señales sobrenaturales
que hicieron estos dos personajes en el Antiguo Testamento que se parecen mucho a lo
que estos dos testigos van a estar haciendo en esos días finales. Otra interpretación
confirma que son Moisés y Elías porque ellos se le aparecieron a N.S. Jesucristo en el
Monte de la Transfiguración. Sin embargo, hay otra interpretación que nos parece muy
interesante que la plantea el comentarista de Apocalipsis, Jacques Doukhan en su libro:
―Secretos del Apocalipsis‖; él dice que estos dos testigos son el A.T. y N.T.; que el A.T.
contiene el testimonio de los profetas y el N.T. contiene el testimonio de los primeros
predicadores del Evangelio; y que ambos son nuestra principal fuente de luz espiritual;
que el A.T. lo representa Israel y el N.T. lo representa la Iglesia. Que el pueblo judío ha
portado en carne propia y en su existencia diaria el testimonio de la Torá de lo Alto y ha
tenido mucho cuidado de preservar las Escrituras hebreas y sus profecías; y por otro
lado está el pueblo cristiano que le han traído al mundo las nuevas de la gracia y el amor
de Dios, y han llevado el nombre del Dios de Israel hasta los extremos de la tierra; y que
cuidadosamente también transmitieron los escritos del N.T. con sus propias profecías.
Nos sigue diciendo el Sr. Doukhan que sin estos dos pueblos no tendríamos acceso a los
Escritos Sagrados, ni de las Escrituras Hebreas ni del N.T.; y que de hecho, no
tendríamos forma de llegar a la verdad de lo Alto; y que sin testigos de carne y sangre,
los documentos bíblicos habrían permanecido mudos y muertos, enmohecidos en
exhibidores de museo. Bien, A.Os., esto que dice el Sr. Doukhan nos da la clave para
entender quiénes son estos dos testigos; dice el verso 4 de este capítulo 11 de
Apocalipsis: “4Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie
delante del Dios de la tierra.” Cuando estudiamos los capítulos 2 y 3 de Apocalipsis
nos encontramos con el cuadro de las 7 iglesias, y dijimos que ellas representan a la
iglesia de todos los tiempos; inclusive la figura con que se representan esas iglesias son
los 7 candeleros o menorás de 7 brazos cada uno. Esta figura de la menorá no hay duda
que es el símbolo de Israel para recordarle a la iglesia gentil que sus raíces están es en
Israel. Sin embargo, aquí en Apocalipsis 11 se nos presenta una nueva figura que
representa al pueblo de Dios en la tierra: Dos olivos y dos candeleros. En Zacarías 4
encontramos la figura de los dos olivos y un candelero. El candelero en medio, y los
dos olivos uno a la derecha y el otro a la izquierda que le suministran aceite al candelero
para que alumbre no solo a Israel sino también al mundo entero. Y hay una afirmación
contundente en conexión con esos dos olivos y el candelero allí mismo en Zacarías 4
que dice: “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los
ejércitos.” Y esto es una muestra de que Dios quiere conquistar a la humanidad no a la
fuerza ni con ejércitos militares, ni con el cuchillo degollador, sino con la fuerza del
amor y de la luz de Dios. Por otro lado el apóstol Pablo en Romanos 11 nos muestra la
figura de dos olivos: El olivo natural que representa a Israel, y el olivo silvestre que
representa al pueblo gentil que es injertado al olivo natural para formar un solo pueblo:
El Israel de Dios dando testimonio al mundo de la luz de Dios. No podemos pasar por
alto la mención de las dos casas que hace el profeta Jeremías en su capítulo 31 y que el

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autor de Hebreos en el N.T. capítulo 8 verso 8 lo cita textualmente diciendo: “He aquí
vienen días, dice el Señor, en que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá
un nuevo pacto;”. Sobre la casa de Judá es bien claro que se refiere a los judíos que han
conservado su identidad por muchos siglos y han sido los custodios y maestros de los
escritos del Antiguo Testamento pero sin aceptar a Jesús como el Mesías; y sobre la
casa de Israel son esas 10 tribus que se fusionaron por todas las naciones, pero que sí
han aceptado al Mesías Jesús junto con los gentiles; es lo que dijo Jesús a sus discípulos
en Mateo 10:6 “id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.”; o como también
Jesús dijo en Juan 10:16 “También tengo otras ovejas que no son de este redil;
aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.” Así que
a esta casa de Israel la podríamos llamar el pueblo cristiano, que ha escuchado la voz de
Jesús y que se ha encargado de predicar tanto el mensaje del Antiguo Testamento como
el mensaje del Nuevo Testamento. Pues bien, está llegando el tiempo en que esas dos
casas se van a juntar como una sola como dice Ezequiel 37:19, para llevar ese mensaje
profético que va a impactar al mundo con su mensaje y con las señales sobrenaturales
que les van a acompañar al estilo de Moisés y Elías; y por supuesto, esta tarea
―profética‖ se va a llevar a cabo en circunstancias difíciles porque será en los tiempos
de un gobierno mundial que tendrá un líder que Apocalipsis lo llama ―la Bestia‖, y que
hablaremos de ella cuando lleguemos al capítulo 13. Así que profundizando y
precisando un poco más en lo que hemos dicho, aquí la idea más precisa para este
tiempo que estamos viviendo hoy, es que estos ―dos testigos‖ los ubicamos en este
punto del cronograma profético de Dios en este contexto de la inminente reconstrucción
del Templo de Jerusalén hoy día, donde habrá un despertamiento espiritual de ambos
lados, tanto del mundo judío como del mundo cristiano; es más, nos atrevemos a decir
que habrá un encuentro de estos dos mundos y un darse de la mano para llevar a cabo
esa tarea ―profética‖ extraordinaria para este tiempo. Aquí tendríamos que referirnos a
unas palabras que escribió el judío argentino Mario Saban en su libro ―El judaísmo de
Jesús‖; en la página 252 dice este autor: ―El proceso de regreso del cristianismo a sus
raíces judías es inevitable históricamente. El cristianismo finalmente reconocerá que es
parte integrante del judaísmo. Este es un proceso histórico que ha comenzado en forma
tenue y que considero que será la gran revolución del futuro: el regreso al espíritu de
Israel por parte del cristianismo‖; es más, yo le agregaría a estas palabras de Mario
Saban, que este regreso al espíritu de Israel por parte del cristianismo, le va a permitir a
la iglesia cristiana aprender y corregir muchas cosas para una mejor ubicación con
respecto a Israel; y eso ya está sucediendo en muchas iglesias cristianas en muchos
países. Pero a estas palabras de Mario Saban hay que agregarle también que la gran
revolución del futuro será el reconocimiento de Jesús como El Mesías por parte de
Israel. Ya hemos visto ejemplos de esto como el caso del Rabino Yitzak Kadurí de
Jerusalén antes de su muerte, reconociendo que Jesús, Yeshúa, es el Mesías esperado.
Tambien es interesante leer el libro ―El Yeshúa Hebreo frente al Jesús Griego‖ que
escribió el rabino Nehemías Gordon, y donde plantea que el Jesús hebreo fue un
verdadero judío que cumplió las leyes bíblicas; pero que el Jesús griego es
contradictorio con el judaísmo. También hemos citado en estudios anteriores un
reportaje que salió en el portal de CNN titulado: ―Los judíos reclaman a Jesús como uno
de los suyos‖. En ese reportaje se menciona el caso de una mujer judía de nombre
Amy-Jill Levine, coeditora del recién publicado Nuevo Testamento Judío Comentado.
Esta mujer judía dice: ―Jesús fue judío, pasó su vida dirigiéndose a los Judíos, y cuando
leo el Nuevo Testamento, me siento inspirada, intrigada. Me veo convertida en una
mejor judía por haberme informado mejor acerca de mi historia". –Otro caso
mencionado en ese reportaje es el del rabino Shmuley Boteach, quien escribió el libro

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titulado: ―Jesús Kosher‖. Este rabino dice que ―los judíos tienen mucho que aprender de
Jesús —y del cristianismo en general— Que hay muchas razones para aceptar a Jesús
como un hombre poseedor de gran sabiduría, bellas enseñanzas éticas y profundo
patriotismo judío". –Otro caso que también menciona este artículo en CNN es el de
Benjamin Cohen, un judío ortodoxo quien recientemente dedicó un año a asistir a
diferentes iglesias cristianas y admitió estar celoso de que los cristianos tuvieran a
Jesús. A raíz de esta experiencia escribió un libro que tituló: ―Mi año con Jesús‖.
Cohen dice que yendo de iglesia en iglesia descubrió muchas cosas que le
sorprendieron, y confiesa: ―Aprendí mucho de ellos y me volví un judío más
comprometido, un mejor judío; ahora aprecio más mi judaísmo porque pasé tiempo con
Jesús; Él es un ícono tangible del que cualquiera se puede asir. El judaísmo no cuenta
con un superhéroe como él‖; Cohen también dice: ―La gente me pregunta todo el
tiempo si creo en Jesús, si creo que existe; desde luego que sí. ¿Que si creo que es Dios?
Sí, ¿por qué no?‖ No quiero pasar por alto otro comentario que hace el Sr. Doukhan en
su libro ―Secretos del Apocalipsis‖ en la página 96, donde él plantea el descuido,
rechazo o ignorancia por parte de la Iglesia cristiana sobre el A.T. y la Tora; y por otro
lado el descuido, rechazo o ignorancia por parte de Israel sobre el Nuevo Testamento y
el Mesías; es más, el Sr. Doukhan plantea que estos dos testigos, Israel y la Iglesia,
tienen que sobrevivir juntos porque se necesitan mutuamente; que omitirse o ignorarse
el uno al otro distorsiona los propósitos de Dios y destruye parte de su revelación; que
los dos testimonios se derraman luz el uno al otro, se completan y se necesitan.
¡Interesante todo esto ¿no es cierto?! Esto es una muestra de cómo se cumple la palabra
profética que encontramos en nuestras Biblias, que “la venda se quitará”, no solo para
Israel sino también para la Iglesia. No hay duda A.Os., que vienen días en que el
mundo verá arder como nunca antes a estos dos candeleros, a Israel y la Iglesia
Cristiana como una sola llama; será una ola de iluminación para millones de seres
humanos que escucharán ese mensaje profético por los distintos medios audiovisuales;
pero que por otro lado, provocará a las fuerzas del mal un plan de exterminio, de borrar
del mapa como dice el verso 7 de este capítulo 11 de Apocalipsis que estamos
estudiando; dice así este verso: “Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que
sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará” Notemos que
dice: “Cuando hayan acabado su testimonio” En otras palabras, nada podrá detener la
siembra de la verdad por todas partes del mundo como nunca antes se había hecho. Es
cierto que el texto bíblico dice que la bestia logrará matar a los dos testigos, pero ya será
tarde porque completarán su obra durante el tiempo asignado por Dios que será tres
años y medio para sembrar la verdad por todas partes con más profundidad y como
nunca antes. Aparentemente será una gran victoria la que tendrá la Bestia; y aquí uno se
pregunta: ¿Logrará el mundo musulmán dominar el mundo con su religión por la fuerza
de las armas y del terror con sus decapitaciones y desplazando al Dios de Israel y de la
Iglesia Cristiana por el dios Alá y su profeta Mahoma? Es posible que sí; pero no por
mucho tiempo. Y si no es el mundo musulmán, ¿serán las fuerzas del secularismo
occidental que al fin proclamarán la muerte de Dios para colocarse ellos como dios?
Notemos lo que dice el Apóstol Pablo en segunda de Tesalonisenses capítulo 2 versos 3
y 4, que ese hombre de pecado, ese hijo de perdición, “se opone y se levanta contra
todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios
como Dios, haciéndose pasar por Dios.” Así es A.Os., ese ha sido el sueño de muchos
líderes mundiales, el de borrar del mapa al Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob; o sea
al Dios de Israel y de la Iglesia Cristiana, y colocarse ellos como Dios. Pero miren lo
que va a ocurrir, dice el verso 11 y 12 de Apocalipsis 11, “Y después de tres días y
medio el aliento de vida de Dios entró en ellos y se pusieron de pie, y cayó gran temor

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sobre quienes los vieron. Y oyeron una voz fuerte del cielo que les decía, «Subid acá».
Y subieron al cielo en una nube, y sus enemigos los vieron.” Es interesante esta frase
dicha con una voz fuerte desde el cielo que dice: “Subid acá”; esto nos sugiere la idea
de ese tan anhelado ―arrebatamiento‖ del pueblo de Dios; pero notemos que no es un
evento invisible, sino más bien visible, porque dice que sus enemigos los vieron subir al
cielo. Igual que como dice Apocalipsis 1:7 “He aquí que viene con las nubes, y todo
ojo le verá,” ¿Interesante, no? Esto nos deja ver que el pueblo de Dios estará en esos
días del anti-Cristo dándole la batalla, aunque sufriendo el martirio, pero al final, habrá
la victoria definitiva. Como dice el mensaje de Apocalipsis 2:10 “Se fiel hasta la
muerte y yo te daré la corona de la vida” Amigo, Amiga, Hermano y Hermana que nos
estás escuchando, Apocalipsis nos muestra una clase de cristiano, de cristiana que es
valiente, vencedor, dispuesto a ser testigo hasta el martirio; Apocalipsis jamás muestra a
un pueblo de Dios que quiere huir al cielo para evitar cualquier clase de tribulación. Es
por eso que Apocalipsis 21:7 dice: “El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré
su Dios, y él será mi hijo.” Bien, A.Os., nos faltan muchas cosas más por decir; apenas
vamos por la mitad de Apocalipsis; el verso 14 de este capítulo 11 que estamos
estudiando dice: “El segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto”; y de esto
vamos a hablar en nuestro próximo estudio. Dios les bendiga.

Estamos estudiando el capítulo 11 de Apocalipsis y en el estudio anterior


hablamos un poco de la actividad profética de dos personajes o más bien de dos
entidades llamados los dos testigos y que tendrán un impacto de alcance mundial en este
contexto de la reconstrucción del Templo de Jerusalén en este tiempo; en otras palabras,
Israel y la Iglesia Cristiana unidos en un mismo sentir y en una misma visión porque
Dios romperá esa pared que nos dividía haciendo de los dos pueblos Uno Solo. En
nuestro estudio de hoy vamos ver lo que resta del capítulo 11 desde los versos 14 al 19.
Lo primero que notamos es el verso 14 que nos dice: “El segundo ay pasó; he aquí, el
tercer ay viene pronto.” Recordemos que estos tres ―ay‖ corresponden a los toques de
la quinta, sexta y séptima trompetas o shofares. Ya vimos los dos Ayes anteriores; el
primero se trata de una invasión de ―langostas del tamaño de caballos pero con
inteligencia, belleza humana y veneno diabólico que surgen desde las profundidades de

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la tierra‖; aquí es posible que haya una participación maligna de extraterrestres. Lo
curioso de esta invasión es que van a salir de pozos o de huecos que ya han venido
apareciendo en distintas partes de la tierra. El segundo Ay, habla de una guerra mundial
donde distintos ejércitos movilizarán unos 200 millones de soldados con un arsenal
militar capaz de destruir la tercera parte de la humanidad, pero que su centro de
operaciones estará ubicado en la zona del Medio Oriente, específicamente en toda esa
región que tiene que ver con el Eufrates; en otras palabras, al parecer será producto de
una intifada por parte del mundo musulmán con un alcance internacional; y esto nos
huele a que se trata de la tan temida tercera guerra mundial. Y ahora este verso 14 de
este capítulo 11 de Apocalipsis nos anuncia que el tercer ay viene pronto con
acontecimientos más drásticos que los dos anteriores. Este tercer ¡Ay! comienza con el
toque de la séptima trompeta o séptimo shofar que viene siendo la llamada trompeta
final o el shofar final; ya hemos explicado en un estudio anterior que la traducción
griega habla de trompeta para referirse a ese instrumento de viento típico del pueblo de
Israel, y que en hebreo es llamado el ―shofar‖, muy usado para anunciar grandes
acontecimientos proféticos. El toque de este shofar final deja ver que NO
inmediatamente se desata el tercer Ay, sino que ocurren varias cosas como las que se
mencionan en los versos 15 al 18, que viene siendo una extraordinaria afirmación de la
Soberanía y designios de Dios sobre la tierra. Dicen así estos versos: “15El séptimo
ángel tocó la trompeta, (o sea, el shofar) y hubo grandes voces en el cielo, que decían:
Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará
por los siglos de los siglos. 16Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante
de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, 17diciendo:
Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de
venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado. 18Y se airaron las naciones, y
tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos
los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes,
y de destruir a los que destruyen la tierra. Notemos que lo primero que se menciona es
el toque de la séptima trompeta o shofar y que viene siendo el toque final; después de
este toque, no hay más toques de shofar en el resto de Apocalipsis. Leamos lo que nos
dice el apóstol Pablo en 1ª Corintios 15:51 y 52, dice lo siguiente “51He aquí, os digo
un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52en un
momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta;” Fíjense que el apóstol
Pablo ubica este acontecimiento, el arrebatamiento del pueblo de Dios, “a la final
trompeta o shofar” En otras palabras, estos nos dice que a Pablo también se le reveló
esto de la trompeta o shofar final en conexión con la segunda venida de Nuestro Señor
Jesucristo. Inclusive, en 1 Tesalonicenses 4:16 el apóstol Pablo menciona lo siguiente:
“1Ts 4:16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con
trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.”
Notemos que en este verso el apóstol menciona que la venida de nuestro Señor
Jesucristo estará precedida no solo del sonido del shofar, sino también con ―voz de
mando y con voz de arcángel‖; igual que como dice allí en Apocalipsis 11 verso 15
“15El séptimo ángel tocó la trompeta, (o sea, el shofar) y hubo grandes voces en el
cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su
Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.” Como podemos ver, esas “grandes
voces” anuncian que los reinos del mundo dejarán de ser gobernados por los dirigentes
políticos del mundo, y el poder vuelve a manos de N.S. JesuCristo para siempre; en
otras palabras, es el fin del desorden humano y del gobierno sin rumbo de la civilización
humana; pero es el comienzo de la eternidad cuando las épocas se contarán por períodos
que abarcan los siglos de los siglos; es decir, una cuenta temporal sin fin, bajo el poder

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de "nuestro Señor Jesucristo el Mesías de Israel y del mundo". Luego de esas voces
angelicales, el texto bíblico de Apocalipsis 11 versos 16 al 18 nos dicen, 16Y los
veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se
postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, 17diciendo: Te damos gracias, Señor
Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu
gran poder, y has reinado. 18Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo
de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y
a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que
destruyen la tierra.” Tres cosas nos llaman la atención: Nº 1, que a Dios también se
le adora en cielo, cuánto más aquí en la tierra. Nº 2, que aquí en la tierra hay naciones
que no quieren nada con el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, el Dios de Israel; quieren
borrarlo del mapa, pero nunca jamás lo van a lograr; a esas naciones se les llama: las
que destruyen la tierra. Nº 3, que a estas alturas del capítulo 11 de Apocalipsis, siguen
habiendo en esta tierra los profetas, los santos y los que temen el nombre del Dios de
Israel. Este capítulo 11 finaliza con el verso 19 que dice lo siguiente: “19Y el templo de
Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo
relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo.” A.Os., uno espera que lo
que se deje ver desde el cielo sea algo que tenga que ver con la iglesia cristiana, con
algo evangélico; pero resulta que lo que se nos deja ver es algo que está tan
estrechamente relacionado con Israel, porque ese templo de Dios en el cielo y esa ―arca
de su pacto‖ fue lo que Dios le dijo a Moisés que construyera como señal de la
presencia de Dios en medio de ellos. Recordemos que dentro de esa arca del pacto están
las dos tablas de la ley de Dios que representan toda la Escritura que Dios le ha dado al
pueblo de Israel; y como podemos ver, no hay una ausencia de esa arca, no fue abolida;
sigue vigente como dijo N.S. Jesucristo en Mateo 5:18 “Porque de cierto os digo que
hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que
todo se haya cumplido.” Resulta que esa ―arca de su pacto‖ era el mobiliario más
sagrado, privado y secreto del templo de Dios, símbolo de su gracia y de su santidad;
tanto así que solo una vez al año, el día de Yom Kippur, el día de la purificación, el
Sumo Sacerdote entraba a ese lugar Santísimo y derramaba la sangre del sacrificio
animal sobre el propiciatorio, la parte superior del arca, para la purificación de los
pecados cometidos por el pueblo de Dios; una vez que se hacía este ritual, el Sumo
Sacerdote salía de ese lugar Santísimo mostrando que una vez más Dios perdonaba los
pecados del pueblo, y luego se cerraba ese lugar. Pero resulta que lo que Apocalipsis
nos está mostrando es ese mismo lugar pero abierto, a la vista de todos y accesible a
todo el que quiera entrar. Digamos que Hebreos 10:19 al 22 es el que nos da la clave
para entender esta visión del templo de Dios abierto en el cielo y mostrarnos el arca de
su pacto. Dicen así estos versos: “19Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar
en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20por el camino nuevo y vivo que él
nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21y teniendo un gran sacerdote sobre
la casa de Dios, 22acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe,
purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.”
Todos recordamos que cuando N.S. Jesucristo murió desde el madero, exactamente en
el lugar donde se sacrificaba la vaca roja y en dirección al lugar Santísimo del Templo
de Jerusalén, en ese momento, dice Mateo 27:51 que el velo del lugar Santísimo se
rasgó en dos de arriba abajo dejando al descubierto ese lugar secreto de Dios para todo
el mundo, judíos y gentiles. Otro detalle que no podemos dejar de mencionar es el
hecho de que estamos a punto de que en cualquier momento sepamos la noticia de que
el Templo de Jerusalén se ha comenzado a reconstruir; pero la noticia más impactante
va a ser el ―arca del pacto‖, que al parecer ha sido indestructible; los babilonios no la

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pudieron destruir; los romanos tampoco la pudieron destruir; destruyeron el Templo de
Jerusalén, pero el arca no; y si la hubieran destruido, no habría problema porque el
modelo original está allí en el cielo; sin embargo, en Éxodo capítulo 25 están los planos
y cómo diseñarla; pero según lo que nos dicen los rabinos judíos actualmente que están
con el proyecto de reconstrucción del Templo de Jerusalén, esa ―arca del pacto‖ nunca
se perdió, está en un lugar secreto esperando ser sacada para colocarla en su debido
lugar cuando el Templo de Jerusalén esté terminado. Aquí uno se pregunta: ¿Qué
mensaje se nos quiere dar con esta visión del templo de Dios en el cielo y el arca de su
pacto? Lo primero que se nos ocurre es que esto está estrechamente relacionado con el
pueblo de Israel y la Iglesia Cristiana. Con Israel primeramente porque es con quien
Dios hizo un pacto desde el principio de los siglos; y con la Iglesia Cristiana, porque
ella representa el mundo gentil donde también han estado ocultas las 10 tribus perdidas
de Israel. Esto lo explica el apóstol Pablo en Efesios capítulo 2 en los versos 13 al 16
que dicen así: “13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais
lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.14 Porque él es nuestra paz,
que de ambos pueblos hizo uno.” Notemos que el apóstol nos habla de dos tiempos:
uno que él llama: “pero ahora en Cristo Jesús”, es decir, ―pero ahora en el Mesías de
Israel, Jesús‖; y el otro tiempo él lo llama: “en otro tiempo estabais lejos”; ¿lejos de
qué?; el verso12 dice: “estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos
a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo”; pero ahora dice el
apóstol, ―habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo, el Mesías de Israel y del
Mundo‖. Esta expresión ―hechos cercanos‖ es algo mucho más que cuando uno se
acerca a alguien; ―hechos cercanos‖ significa ser atraído a, reunido con, o reconciliado
con; en otras palabras, unidos a alguien; y el mismo texto que sigue, nos confirma que
esto es así, porque dice: ―que de ambos pueblos hizo uno‖; es decir, que nos unimos,
nos fundimos con el pueblo de Dios, Israel, llamado también ―el pueblo del pacto‖. El
segundo mensaje que se nos quiere dar con esta visión del templo de Dios en el cielo y
el arca de su pacto es que esta ―arca de su pacto‖ es símbolo de salvación y de la
comunión perfecta entre Dios y su pueblo; esto significa que poder ver esta "arca del
pacto", nos deja saber a los santos de Dios que estén en cualquier parte del mundo y en
cualquier circunstancia, que Dios El Eterno no se olvida de su pacto con los suyos,
venga lo que venga en la tierra, ¡Dios no se olvida de Su Pacto con los suyos! Bien,
hasta aquí nuestro estudio de hoy. Dios les bendiga.

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Hoy en nuestro viaje por Apocalipsis arribamos al capítulo 12 que nos muestra
Una Gran Mujer, embarazada y a punto de dar a luz, pero amenazada por un gran
dragón. Leamos lo que dicen los primeros 6 versos de este capítulo 12, dicen así:
“1Apareció en el cielo una gran señal: Una mujer vestida de sol, con la luna debajo
de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. 2Y estando en cinta
clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento. 3También apareció
otra señal en el cielo; he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez
cuernos, y en sus cabezas siete diademas; 4y su cola arrastraba la tercera parte de las
estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer
que estaba por dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciera. 5Y ella
dio a luz un varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo le fue
arrebatado para Dios y para su trono. 6Y la mujer huyó al desierto, donde tiene un
lugar preparado por Dios, porque allí la sustentarán por mil doscientos sesenta y dos
días.” A.Os., este capítulo 12 de Apocalipsis tiene muchos detalles, pero solo vamos a
detenernos en los más destacados porque no tenemos tiempo suficiente para explicarlos
todos. Así que vamos a comenzar preguntándonos: ¿Quién es esta mujer embarazada?
¿Israel? ¿La Iglesia Cristiana? ¿La Virgen María? ¿Eva? y por otro lado vamos también
a preguntarnos: ¿Quién es ese gran dragón? y ¿Quién es ese Hijo Varón que nace? En
cuanto a la mujer, de una vez tenemos que decir que esta mujer no es una persona
literal; sabemos esto porque el verso 1 dice que ella es una ―señal‖, no una persona. Así
que, sólo observando lo que dice la Biblia en este primer verso, sabemos que lo que
sigue no es literal sino simbólico, pero que no deja de ser real; así que se puede
identificar a esta mujer por su descripción, porque ella tiene que ver con un conjunto del
―sol‖, la ―luna‖ y ―doce estrellas‖. Comenzamos respondiendo que la mujer es un
cuadro, un símbolo, de la nación de Israel. Si usted está familiarizado con la historia de
la antigua nación de Israel, podrá recordar uno de los reveladores sueños que el
patriarca José le contó a su familia; esto está en Génesis 37:9-10 donde se nos dice que
José “Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he
soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí. Y
lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño
es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en
tierra ante ti?” El libro de Génesis nos sigue contando que José fue llevado a Egipto y
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llegó a ser el primer ministro del faraón; y después de un tiempo, su familia
efectivamente se postró delante de él. En realidad el sueño fue una revelación de Dios.
Como podemos ver, Jacob, el padre de José, de una vez que oyó el relato del sueño, de
una vez captó el simbolismo y la realidad que había en el sueño de su hijo. El sol
representaba a Jacob, la luna era su esposa, y las estrellas sus 12 hijos. En otras
palabras, los símbolos que aparecían en el sueño de José se referían a la familia de
Jacob, quien fue el progenitor de la nación de Israel. Si usted sigue leyendo en el
Antiguo Testamento, usted se va a dar cuenta que el pueblo de Israel en conjunto
aparece mencionado varias veces bajo la figura de una mujer. En los libros proféticos de
Isaías capítulo 54, y en el de Oseas capítulo 2, Israel aparece comparado con una mujer
infiel, cuyo divino Esposo, Dios El Eterno, la va a perdonar y restaurar. En el libro
profético de Ezequiel capítulo 16 se compara a Israel con una hermosa joven a quien
Dios ha revestido de vestidos nuevos y deslumbrantes, y a quien ha elegido para que sea
su novia. Y cuando pasamos al Nuevo Testamento, que es continuación del Antiguo
Testamento, vemos que la iglesia en conjunto es considerada también como una novia;
así lo dice 2 Corintios capítulo 11 y Efesios capítulo 5. Sin embargo, no debemos
suponer que hay dos novias, una en el Antiguo Testamento y otra en el Nuevo
Testamento, NO, en realidad sólo hay una novia; Dios tiene un solo pueblo, no dos.
Así que, la mujer en Apocalipsis 12 es un cuadro, una gran señal de la nación de Israel;
así lo dicen la mayoría de los comentaristas de Apocalipsis. Además, ella es elegida por
Dios porque Dios la apartó con un propósito específico; para que a través de Israel
viniera la simiente prometida—el Mesías, Jesucristo, ese Hijo Varón como lo
mencionan los profetas del Antiguo Testamento. Tal vez usted se pregunte a estas
alturas: Ajá, si esta mujer del capítulo 12 de Apocalipsis es Israel, ¿entonces adónde
ubicamos a la iglesia cristiana? Pues déjeme decirle que a estas alturas del capítulo 12
de Apocalipsis no hay ninguna duda que la iglesia cristiana está dentro de esta mujer
que es Israel. Ella está representada en la corona de 12 estrellas que tiene la mujer. En
esa corona de 12 estrellas están fundidas las 12 tribus de Israel y los 12 apóstoles igual
que como dice Apocalipsis 21, que la gran santa ciudad de Jerusalén tiene 12 puertas
con los nombres de las 12 tribus de los hijos de Israel, y que esa gran santa ciudad de
Jerusalén tiene 12 cimientos con los nombres de los 12 apóstoles del Cordero. Lo que
pasa es que la teología evangélica desde el siglo II se divorció de la teología judía
porque ella pensó que como la teología judía no aceptó a Jesús como el Mesías,
entonces Dios la sacó de sus planes y la reemplazó por la iglesia cristiana. Pero en todos
estos estudios que hemos dado de Apocalipsis hasta aquí hemos visto que en Juan no
hay un divorcio entre Israel y la Iglesia Cristiana, sino que más bien Juan la llama en
este capítulo 12 verso 17 “la descendencia de Israel, los que guardan los
mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.” Pero notemos bien que
Juan es muy claro al advertir que la descendencia de ella, de Israel, son “los que
guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” Guardar los
mandamientos de Dios está estrechamente relacionado con la Torá de Dios, con los
libros de Moisés que vienen siendo el fundamento de toda la Biblia tanto del A.T. como
del N.T., porque Jesús dijo que Moisés escribió de Él. Y aquí es donde la iglesia
cristiana en estos tiempos que estamos viviendo, ya está haciendo las correcciones y
rectificaciones y entendiendo que por muchos siglos había hecho lo que ya Pablo había
advertido en Romanos 11:17 al 22 que dice así: “17Pues si algunas de las ramas
fueron desgajadas (refiriéndose a Israel), y tú (los creyentes gentiles), siendo olivo
silvestre, han sido injertados en lugar de ellas, y han sido hechos participantes de la
raíz y de la rica savia del olivo (que es Israel), 18no te jactes contra las ramas; y si te
jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti. 19Pues las ramas, dirás,

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fueron desgajadas para que yo fuese injertado. 20Bien; por su incredulidad fueron
desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme. 21Porque si
Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. 22Mira, pues, la
bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron,
pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú
también serás cortado.” Luego en los versos 24 al 32 de ese capítulo 11 de Romanos, el
apóstol habla de que en los tiempos finales, que son los que estamos viviendo, él nos
habla de que algo grande va a ocurrir con Israel. Dicen así estos versos: “24Porque si tú
fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste
injertado en el buen olivo,(que es Israel) ¿cuánto más éstos, que son las ramas
naturales, serán injertados en su propio olivo? 25Porque no quiero, hermanos, que
ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que
ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud
de los gentiles; 26y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el
Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad. 27Y este será mi pacto con ellos,
Cuando yo quite sus pecados. 28Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por
causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres.
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Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios. 30Pues como vosotros
también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado
misericordia por la desobediencia de ellos, 31así también éstos ahora han sido
desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también
alcancen misericordia. 32Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener
misericordia de todos.” A.Os., esta parte profética de la cual nos habla Pablo, no hay
duda que tiene mucho que ver con este capítulo 12 de Apocalipsis, que es Israel en este
tiempo embarazada y dando a luz de nuevo al Mesías Jesús, a Yeshúa HaMashíaj. Así
que esta mujer del capítulo 12 de Apocalipsis es la misma mujer que dio a luz al
Mesías Jesús según el relato de los Evangelios de Mateo y Lucas, y ahora la vemos de
nuevo dando a luz al Mesías Jesús en este tiempo de restauración y de conversión para
el pueblo de Israel; pero también para la Iglesia Cristiana es tiempo de corrección,
rectificación y entendimiento como lo dijimos hace un momento cuando hablamos de
Romanos 11. Vamos a ver más adelante por qué estamos planteando esto de esta
manera. El texto bíblico de Apocalipsis capítulo 12 nos sigue diciendo en los versos 3 y
4 lo siguiente: “3También apareció otra señal en el cielo; he aquí un gran dragón
escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; 4y
su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra.
Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba por dar a luz, a fin de devorar a su
hijo tan pronto como naciera.” Notemos que aquí se nos muestra la segunda señal: un
gran dragón rojo con 7 cabezas y 10 cuernos y con 7 coronas sobre sus cabezas. Otra
vez Dios nos dice que lo que tenemos aquí no es literal sino un símbolo porque dice que
este dragón es ―otra señal‖. Por la descripción que tenemos en Apocalipsis 12, no es
difícil identificar quién es este dragón; leamos lo que dice el verso 9, “Y fue lanzado
fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual
engaña al mundo entero” De una vez tenemos que decir que toda la carrera de Satanás
está relacionada con engañar a toda la tierra habitada, es decir, mentir a la raza humana
y veremos mucho de esto según avancemos en los próximos capítulos de Apocalipsis.
Aquí tenemos que mencionar que una de las cosas que logró el diablo fue engañar a la
dirigencia de Israel desde el tiempo de Jesús hasta los tiempos de hoy al hacerle creer a
esa dirigencia que Jesús no fue el Mesías. El apóstol Pablo en Segunda de Corintios 3 y
en Romanos 11 dice que el enemigo puso un velo de incredulidad sobre esa dirigencia
judía hasta el punto que gran parte del pueblo judío ha seguido en incredulidad hasta el

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día de hoy. Todavía usted puede ver hoy día artículos escritos por judíos ortodoxos
donde ellos explican por qué los judíos no creen en Jesús como el Mesías de Israel. Ah,
pero el mismo apóstol Pablo explica que esa incredulidad de la dirigencia judía ha
servido para que los gentiles creamos en Jesús; pero también el apóstol nos dice tanto en
2 Corintios 3 como en Romanos 11, que va a llegar el tiempo en que ese velo, esa
incredulidad de los judíos se quitará; entonces, usando ese lenguaje de Apocalipsis 12,
el Mesías nacerá de nuevo en la vida de Israel. N.S. Jesucristo en Lucas 13:34 y 35 se
lo profetizó a Israel diciéndoles: “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y
apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la
gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! He aquí, vuestra casa os es
dejada desierta; y os digo que no me veréis, hasta que llegue el tiempo en que digáis:
Bendito el que viene en nombre del Señor.” Como podemos ver, está profetizado por
Jesús mismo y por el apóstol Pablo que Israel en estos tiempos en que estamos viviendo
va a vivir la experiencia de que Jesús el Mesías nazca de nuevo en su vida como nación,
pero esta vez será un nacimiento espiritual. ¿Y sabe una cosa? Si usted va a Israel en
este tiempo, se va a dar cuenta que Israel está embarazada del Mesías. Hay un gran
movimiento y expectativa por la venida del Mesías o Mashíaj como ellos lo llaman.
Hay voces por allí que dicen que lo que va a aparecer en Israel es un falso Mesías y eso
va a ser un gran chasco; puede ser que así sea porque como hemos visto, Satanás es el
padre de toda mentira; pero de una cosa sí estamos seguros, que esas palabras proféticas
de N.S. Jesucristo de que va a llegar el tiempo en que Israel va a decir: ―Bendito el que
viene en nombre del Señor‖, eso se va a cumplir; o lo que Pablo profetizó: ―El velo se
quitará, y todo Israel será salvo‖, eso se va a cumplir pronto y en estos días. En nuestro
próximo estudio vamos a ver en el capítulo 13 de Apocalipsis que la guerra de Satanás
continúa más intensivamente contra Israel, contra la Iglesia Cristiana y contra el mundo
también. Dios les bendiga.

Hoy en nuestro viaje por Apocalipsis arribamos al capítulo 13 que viene siendo
continuación del capítulo 12. En ese estudio anterior vimos a una mujer que
representa a Israel embarazada y dando a luz al Mesías Jesús en estos tiempos finales
que estamos viviendo; pero también vimos a un gran dragón haciéndole la guerra a
Israel y a su descendencia en este tiempo para borrarlos del mapa. Leamos lo que dicen
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algunos versos de este capítulo 13; los versos 1 y 2 dicen así: “1Me paré sobre la arena
del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus
cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. 2Y la bestia que vi
era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y
el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad.” El verso 7 dice: “Y se le
permitió hacer la guerra contra los santos, y vencerlos” Luego el verso 11 dice:
“Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de
un cordero, pero hablaba como dragón.” Sobre esta segunda bestia los versos 15 al 17
nos dicen lo siguiente: “15Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia,
para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. 16Y hacía que
a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una
marca en la mano derecha, o en la frente; 17y que ninguno pudiese comprar ni
vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su
nombre (que es el 666).” Como hemos podido notar, este capítulo 13 de Apocalipsis
en líneas generales nos habla de dos bestias que se van a levantar para gobernar al
mundo en estos tiempos finales que estamos viviendo; una de ellas es la que tiene el
poder militar y económico, y la otra tiene el poder religioso porque habla de obligar a
todo el mundo a adorar la primera bestia; pero en realidad quien está detrás de estas dos
bestias es el gran dragón, la serpiente antigua llamada diablo y satanás el cual engaña al
mundo entero. Es bueno aclarar la palabra ―bestia‖, porque en el mundo antiguo la
gente se veía constantemente enfrentada a los animales salvajes, los que provocaban en
las personas mucho miedo, terror y desconfianza; de allí que las bestias salvajes
simbolizaban para el mundo antiguo la ferocidad, la brutalidad y el asesinato, el
atropello constante a la vida sin respeto ni medida; igual que hoy se utiliza la palabra
―bestia‖, ―gorila‖, ―dictador‖ para aquellos gobiernos que utilizan la represión o el
terrorismo de estado sin respeto ni medida; de modo que así va a ser el estilo de ese
gobierno mundial que viene. Hay muchos detalles en este capítulo 13 de Apocalipsis
que no tenemos tiempo para explicarlos; lo que vamos a hacer es un comentario general
de lo que hay en el trasfondo de este capítulo. Lo primero que vamos a mencionar es
que este capítulo 13 de Apocalipsis tiene sus raíces en el libro de Daniel que nos habla
del Imperio Babilónico, y que lo que allí ocurrió es muy parecido a lo que va a ocurrir
en estos últimos tiempos que estamos viviendo. Ya hemos dicho con anterioridad que
Apocalipsis está fundamentado en los profetas del Antiguo Testamento, y lo que hace es
actualizar esa profecía dándonos nuevos detalles. Pues bien, desde hace mucho tiempo
y específicamente después de la segunda guerra mundial, se viene hablando de un
gobierno mundial que viene, el cual se le ha venido llamando ―El Nuevo Orden
Internacional‖. El mundo político y económico se ha venido organizando en entidades
mundiales como la Organización de Naciones Unidas, la Unión Europea, la
Organización de Estados Americanos. Los Asiáticos, los Árabes y los Africanos
también se han organizado en bloques; por otro lado en el aspecto económico es muy
conocido el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional; también sabemos de
grupos económicos como el G8, el G20 que abarcan a los países más ricos del mundo.
Así que todo ha venido apuntando hacia un gobierno mundial. También se habla que
detrás de estas entidades mundiales hay quienes las manejan en forma oculta como los
llamados Iluminatis, los Masones y otras entidades secretas, y quienes las manejan al
parecer son los hombres más ricos del mundo. Pero hay informaciones más de fondo
que nos dicen que estos hombres junto con otros líderes mundiales están de la mano con
poderes ocultos y prácticas rituales que vienen de civilizaciones muy antiguas. Sin
embargo, lo cierto es que la gran mayoría de los presidentes por ejemplo, una vez que
son elegidos, casi lo primero que hacen es ir al Vaticano para reunirse con el Papa de

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turno porque se supone que el mundo occidental se identifica con el cristianismo,
aunque la mayoría no lo vive como es debido. Pero también es sabido que muchos de
los presidentes están de la mano con clarividentes, gurús, adivinos, babalaos o
espiritistas con quienes consultan sus asuntos políticos; otros buscan ensalmarse con
santeros, gurús o grandes hechiceros de comunidades indígenas con el fin de atornillarse
bien en el poder. Pero hay otro dato que no está tan a la vista pública y es que al parecer
los llamados Iluminatis han venido preparando el terreno para que se dé la Tercera
Guerra Mundial para que el mundo sea de nuevo reorganizado y dividido en 10 zonas
básicas, o lo que se ha llamado también las 10 super-naciones, lo que significa que la
geo-política cambiaría drásticamente luego de esa III Guerra Mundial. El centro de ese
gobierno es muy posible que esté en el centro de Europa Occidental; tal vez en Bélgica
donde se dice que allí está la computadora más grande del mundo que la llaman ―La
Bestia‖, que controla no solo el mundo de las finanzas mundiales, sino también lo
político y militar, y quién sabe qué otras cosas más. Pero A.Os., hay otra versión de
estos acontecimientos que están profetizados en este capítulo 13 de Apocalipsis, y es
que el mundo musulmán tiene también sus planes de gobernar el mundo; ya hizo sus
primeros dos intentos; el primero fue desde la época de Mahoma en el 622 hasta el
1.300, donde gran parte del mundo fue gobernado por diferentes Califatos; pero
disensiones religiosas y políticas fraccionaron el Imperio Islámico y el proyecto se
detuvo. Luego vino un segundo intento con el Califato Islámico de los turcos
Otomanos desde el 1453 hasta el 1918 cuando finaliza la primera guerra mundial y las
potencias europeas toman control del califato islámico de los turcos en el 1920. Sin
embargo, la historia durante esta época demuestra que el imperio Otomano conquistó
todo el Oriente Medio, partes de Asia, África del Norte, Europa del Este, y Europa del
Sudoeste hasta España. Pero resulta que el Islam con su poder político, religioso y
económico ha vuelto a revivir desde mediados del siglo XX, y en estos primeros años
del Siglo XXI se ha venido intensificando con la llamada Yihad Islámica; y para esto ha
venido conquistando no solo el medio y lejano oriente, sino que también ha venido
conquistando poco a poco el mundo asiático, el continente europeo, el continente
africano, el continente norteamericano y ahora lo está haciendo en el continente
latinoamericano; su mejor método ha sido la inmigración, la inversión económica a
través del petróleo y la promoción de su religión con sus respectivas mezquitas. El
primer ministro de Israel en la reunión de la O.N.U. 2014 le confirmó y le advirtió al
mundo las intenciones del liderazgo musulmán de gobernar el mundo y del peligro que
representa para el mundo que ese liderazgo musulmán tome control de la energía
nuclear. Le invito a que lea este discurso en internet en la página Aurora Israel. Aquí
en este punto tenemos que preguntarnos: ¿Quiénes al fin serán los que gobernarán el
mundo? ¿Los Iluminatis junto con otras Logias Ocultas? Ó ¿Será el mundo musulmán
el que tendrá el gobierno mundial? Gran parte de los maestros e intérpretes de la Biblia
se inclinan que será Europa Occidental junto con sus aliados, incluyendo el Vaticano; o
lo que han llamado también el Imperio Romano revivido. Por otro lado, debido al Islam
revivido que estamos viendo en este tiempo, muchos maestros e intérpretes de la Biblia
están enfocando sus interpretaciones y atando cabos debido a que el mundo musulmán
proclama que la verdadera fe es la que predicó Mahoma quien fue descendiente de
Ismael, el hijo de Abraham. Que los judíos usurparon el lugar de Ismael por el de Isaac.
Que la Toráh judía no es el verdadero libro de fe, sino el Corán escrito por Mahoma; y
que el mundo debe convertirse es al dios del Islamismo que es Alá y su profeta
Mahoma, y no al Dios del Judaísmo, mucho menos al Cristianismo que surge del
Judaísmo. Es por eso que Apocalipsis 13 nos dice que esa bestia “abrió su boca en
blasfemias contra Dios (el Dios de Israel), para blasfemar de su nombre, de su

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tabernáculo, y de los que moran en el cielo.” ¡Pues así andan las cosas A.Os.! ¿Quién
tiene la última palabra en esta batalla por el control del mundo? ¿Los Iluminatis? ¿Los
Musulmanes? ¿Los Cristianos? ¿Los Judíos? Por ahora lo que estamos viendo es que el
mundo occidental con su poderío de fuego está compitiendo con el poderío de fuego y
terrorismo del mundo musulmán. Lo curioso de todo esto es que el texto bíblico de
Apocalipsis al parecer se inclina más es hacia el Medio Oriente como el centro de poder
que tomará control del mundo, porque las regiones claves que menciona Apocalipsis es
el Eufrates, donde se ubica la cuna de la civilización humana, y es desde ese mismo
lugar al parecer que el futuro de la humanidad va a estar en juego; tampoco es
casualidad que se mencione a Babilonia, que pertenece a lo que hoy día es Irak que hace
fronteras con Irán, con Siria y con Turquía donde se ubican dos regiones antiguas
llamadas Gog y Magog, y que en estas regiones nos dice Apocalipsis que allí está el
trono de Satanás; pero también junto a estos escenarios geográficos se menciona a
Jerusalén, el Monte Sión y Armagedón que es una zona que pertenece a Israel y donde
se librará la última batalla que decidirá el destino final de la humanidad. Como
podemos ver la batalla que decidirá el destino final de la humanidad tiene por un lado
como epicentro geográfico el Medio Oriente, y por otro lado tiene también como
epicentro una cuestión moral y espiritual; la batalla entre el bien y el mal; la batalla
entre satanás y su ejército contra aquél hijo varón y su descendencia que nació de la
mujer llamada Israel. De esto nos habló el capítulo 12 de Apocalipsis; y luego el
capítulo 13, nos habla de que una vez que satanás fue echado del cielo a la tierra, este ha
venido trabajando hasta que se manifieste ese personaje llamado la bestia y que hará que
se levante otra bestia que promueva una religión satánica que obligue a la gente a la
adoración de la primera bestia a través de un sistema que nadie pueda comprar ni vender
sino está marcado y enchufado en esa religión, de modo que le haga la guerra a los
santos del Dios de Israel que obedecen sus mandamientos y tienen el testimonio de
Jesucristo y que están esparcidos por todas partes del mundo. Para estos santos del Dios
de Israel va a ser determinante esa ―marca‖ en la frente o en la mano derecha. Si usted
o yo somos uno de ellos, ya estamos avisados que no permitiremos que se nos
―marque‖, o se nos implante un microship o un tatuaje porque eso nos obligará a rendir
adoración a la bestia; Apocalipsis 14:11 dice que, “no tienen reposo de día ni de noche
los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.”
Así que ya estamos avisados. Quiero finalizar estas reflexiones llamando la atención
sobre dos detalles más: El primero, tiene que ver con la duración de ese gobierno bestial
que viene, y que según sus intenciones es perpetuarse en el poder para siempre; pero el
texto bíblico hace resaltar que son solo 42 meses, tres años y medio que se le
―permitirá‖ a esa bestia gobernar el mundo; de la misma manera se le ―permitirá‖
hacerle la guerra contra los santos y vencerlos, pero solo por ese breve tiempo; así que
no tengamos temor, porque es el Dios de Israel el que tiene el control definitivo de todas
las cosas. El segundo detalle tiene que ver con la identidad de estos ―santos‖ del Dios
de Israel, y que Apocalipsis especifica que se trata de los que guardan los mandamientos
de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. Unos dicen que estos son los judíos
convertidos a Jesucristo en estos últimos tiempos porque la Iglesia cristiana se habrá ido
al cielo en el arrebatamiento. Bueno, ojalá que esto sea así y no tengamos que vivir en
tiempos de esas bestias que gobernarán el mundo. Pero y si no es así, sino que se trata
precisamente tal como dice el texto bíblico, que son los santos del Dios de Israel que
obedecen sus mandamientos y tienen el testimonio de Jesucristo y que están esparcidos
por todas partes del mundo, los que le estaremos haciendo la guerra a esas bestias y
venciéndolas con la paciencia y la fe hasta el punto de dar nuestras vidas hasta la
muerte. Recordemos que el texto de Apocalipsis 13:7 dice: “Y se le permitió hacer la

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guerra contra los santos, y vencerlos” ¿Interesante, no? Esto nos deja ver realmente
que el pueblo de Dios estará en esos días de la bestia dándole la batalla, aunque
sufriendo persecución y martirio, pero al final, los santos de Dios son los que tendrán la
victoria definitiva. Como dice el mensaje de Apocalipsis 2:10 ―Se fiel hasta la muerte y
yo te daré la corona de la vida‖ Amigo, Amiga, Hermano y Hermana que nos estás
escuchando, si hay algo que Apocalipsis nos muestra sin ninguna duda es una clase de
seguidor de Jesucristo que es valiente, vencedor, dispuesto a ser testigo hasta el
martirio; Apocalipsis jamás muestra a un pueblo de Dios que quiere huir al cielo para
evitar cualquier clase de tribulación. Es por eso que Apocalipsis 21:7 dice: “El que
venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.” Bien, hasta
aquí nuestro estudio de hoy. Dios les bendiga.

Hoy en nuestro viaje por Apocalipsis arribamos al capítulo 14 que viene siendo
continuación del capítulo anterior. Digamos que la escena presente de todo este
capítulo 14 es más bien el reverso del capítulo 13, en la que se le muestra al vidente
Juan la suerte de la Iglesia de Jesucristo, y que en medio de la gran tribulación ha
permanecido fiel a Dios, confiada únicamente en su protección. A.Os., justamente lo
que hace tan maravilloso vivir en este tiempo es poder visualizar cómo el mensaje de
―la verdad presente‖ se abre paso en medio de un mundo tan confundido; el mensajero
de Dios le dijo al profeta Daniel en el capítulo 12, que no todos entenderán, ―pero
entenderán los entendidos‖; y así es, es indescriptible el gozo que siente aquel que
descubre la verdad en este tiempo. Veamos en este capítulo 14 de Apocalipsis tres
escenarios que nos muestran la importancia de lo que significa ser fieles hasta la muerte;
perseverar en la fe de Jesús hasta el fin; ser obedientes a Dios y a su Palabra aunque nos
cueste la vida. En el primer escenario se nos habla de una multitud de 144.000

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personas que están en el monte Sión. Esta es la segunda vez que se nos habla de esta
multitud; la vimos en el capítulo 7 de Apocalipsis, y dijimos que una vez más Israel
ocupa nuevamente la primera plana en el libro del Apocalipsis, y que esas doce tribus
constituyen la base sobre la que se edifica y completa la estructura de esa casa que Dios
está construyendo en esta tierra, y que todos los habitantes de esa casa de Dios
constituyen una sola familia, sin ninguna subdivisión. El apóstol Pablo en Romanos
11:17 nos explica que los creyentes en Jesucristo que vienen de pueblos que no son de
Israel se injertan al olivo natural que es Israel y crecen junto con las ramas naturales. Es
lo que dijo Nuestro Señor Jesucristo en Juan 10:16 «Tengo otras ovejas que no son de
este redil, también a ellas debo traer, así ellas escucharán mi voz, y habrá un solo
rebaño y un solo pastor». Esto nos dice evidentemente que el Apocalipsis se arraiga en
la historia de Israel porque pertenece a Israel; es por eso que al leer Apocalipsis nos
damos cuenta cada vez más de que Juan lo escribe desde una perspectiva
eminentemente judía. Por eso es fundamental el número 144.000, como signo de
culminación y cumplimiento israelita. Digamos entonces que este escenario de los 144
mil de las tribus de Israel lo que enfatiza una vez más es el aspecto judaico de la iglesia
de Jesucristo. Este número es el resultado de multiplicar doce por doce por mil; lo que
nos indica que estos 144 mil son todos los salvos de los dos Testamentos. El primer
doce representa a las doce tribus del Israel del Antiguo Testamento; el segundo doce
representa a los doce apóstoles de Jesucristo del Nuevo Testamento que también
pertenecen a Israel. Pero lo más importante de esta cifra de 144 mil es que con este
número de personas, el Cordero de Dios planea conmover el mundo de los últimos días
de esta era. Esto lo confirmamos una vez más en este capítulo 14 donde de nuevo estos
144 mil están en este contexto de Israel. Una vez más tenemos que decir, y no nos
cansamos de repetirlo hasta que lo entendamos bien, y es que Apocalipsis nos mantiene
siempre conectados con Israel; esta vez nos habla del monte Sión. Este monte Sión del
que se nos habla aquí no es el celestial sino el de la tierra, porque estos 144 mil, escuche
bien, estos 144 mil representan todo el pueblo de Dios que aún permanece expuesto a
los ataques del mundo enemigo de Dios. Por supuesto, aquí tenemos que explicar que
este pueblo de Dios no está limitado geográficamente solo al monte Sión en Israel, sino
que hablamos del monte Sión como un sitio idealizado donde la comunidad de Dios en
todo el mundo halla amparo y protección en la prueba. Sin embargo, en la apocalíptica
judía tanto del Antiguo Testamento como la del Nuevo Testamento, se nos dice que es
en el monte Sión donde el Mesías Jesús habrá de reunir en torno a sí a toda la
comunidad escatológica de Dios para llevar a cabo su Reino Milenial; es más, aquí
tenemos que decir sin equivocarnos que este monte Sión representa el centro del
gobierno de Dios para el mundo, y que no es Roma, ni Estados Unidos, ni la Meca, sino
el Monte Sión; es por eso que Satanás ambiciona reinar desde allí desde ese Monte
Sión. Creemos que lo que hay de fondo en este escenario que se nos muestra en este
capítulo 14 de Apocalipsis, es que el Cordero está de pie en el monte Sión mientras
sigue con toda intensidad la batalla entre las fuerzas de Satanás y los seguidores del
Cordero. En síntesis, digamos que el Cordero ha estado de pie en ese lugar todo el
tiempo; en otras palabras, Juan ubica al Cordero en el monte Sión en contraposición al
falso cordero que sale de la tierra. Si bien es cierto que la bestia gobierna como jefe
supremo en el mundo y consigue que las innumerables multitudes lo adoren, sin
embargo, el Cordero está de pie en el monte Sión. No acude de repente en ayuda
inmediata de su pueblo, sino que ha estado ahí todo el tiempo como Rey de reyes, el
Comandante en Jefe, el Gobernante supremo en el cielo y en la tierra. Así les dijo
Moisés a los israelitas en Deuteronomio 4:39: «Reconoce y considera seriamente hoy
que el Señor es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y que no hay otro». Esto nos

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dice que cuando los santos en la tierra son perseguidos por las fuerzas anti-Dios, y se les
dice que la bestia es el gobernante supremo en la tierra, no deberían desesperar; sino que
más bien cuando abren sus ojos espirituales, ven al Cordero que está de pie en el monte
Sión dándoles garantía de que están sanos y salvos. Los días del anticristo están
contados porque caerá derrotado. Esto resulta evidente cuando leemos el Salmo 2,
donde las naciones, pueblos, reyes y gobernantes confabulan contra el Ungido de Dios,
el Mesías Jesús; quieren liberarse de todas las leyes y normas que Dios les ha dado, pero
Dios se mofa de ellos y decreta que ha colocado a su real Hijo sobre el monte santo de
Sión; que El Hijo gobierna las naciones con cetro de hierro y que los destruye como
barro de alfarería; en otras palabras, el gobierno de la bestia terminará porque el Hijo de
Dios está de pie en el monte Sión; de modo que no es el cordero que sale de la tierra el
verdadero cordero, sino que el verdadero Cordero de Dios, N.S. Jesucristo, es el Rey de
este mundo. Vamos a finalizar esta parte de los 144 mil con dos detalles más: El
primero se nos dice que éstos cantan un cántico nuevo que nadie que pertenezca a este
pueblo lo puede cantar. Esto por supuesto nos habla de crecimiento, de madurez, de
perfección. El pueblo de Dios en medio de la persecución, de la batalla contra las
fuerzas del mal, crece, se fortalece, se perfecciona. Por otro lado también se nos dice en
el verso 4, que este pueblo de 144 mil, “… son los que no se contaminaron con
mujeres, pues son vírgenes” No hay duda que esta es una frase que hay que entenderla
en forma simbólica, porque no se trata de hombres que nunca se han casado como si
entrar en el matrimonio fuese pecado; sino que se refiere a hombres y mujeres ―vírgenes
que no se han contaminado‖ en el sentido de que no han caído en infidelidad para con
Dios, sino que se han conservado en integridad moral y fidelidad al Señor Jesucristo y a
su Palabra; es por eso que el texto dice que ellos ―siguen al Cordero por dondequiera
que va‖; esto significa una vida de servicio al prójimo, de obras ejemplares, de fe
inquebrantable; significa también ser como Jesús, tener el carácter de Jesús; son su
propiedad; son personas que han escogido ser siervos y siervas incondicionales del
Maestro, y Dios necesita esta clase de personas hoy para impactar al mundo. El
segundo escenario que vemos en este capítulo 14 de Apocalipsis que estamos
estudiando lo llevan a efecto tres ángeles, que ahora vuelan en el cielo a fin de que todos
los hombres y mujeres puedan oír su mensaje, tanto los que pertenecen a Jesucristo
como los que pertenecen a la bestia. El primer ángel se pone a predicar el evangelio
eterno. Y de una vez destacamos que este ―evangelio eterno‖ no es solo del Nuevo
Testamento, sino que viene desde el Antiguo Testamento; tiene sus raíces allí; la gracia,
la bondad, la misericordia de Dios es desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Notemos
que es Un Ángel, no los hombres, el que predica este evangelio de Dios en toda la
tierra; en otras palabras, vuela alrededor del planeta y se dirige al mundo pagano para
invitarlo por última vez más a convertirse al único Dios verdadero y advertirle de la
inminencia del juicio. Digamos que este escenario de este primer ángel es la hora más
oscura de la humanidad, porque las dos bestias habrán vencido a los santos de Dios
hasta el punto de impedirles predicar el evangelio eterno. Pero ocurre algo sobrenatural,
un ángel del cielo se encarga de esta tarea por encima de la prohibición absoluta de las
bestias. Esto nos da la idea de que en vista de que las bestias hará guerra contra los
santos hasta vencerlos, estos santos de Dios no podrán seguir predicando a través de
ningún medio; sin embargo, Dios lo hará a través de su ángel de forma sobrenatural; ni
el diablo ni ninguna bestia maligna puede callar a Dios en su mensaje; es cierto que los
santos de Dios han sido obligadamente a callar el verdadero mensaje de Dios, pero ÉL
tiene sus mensajeros en el cielo que nadie les puede impedir que prediquen el mensaje
de redención. No hay duda A.Os., que esto será algo increíble, fascinante, ver y oír a un
ángel de Dios predicar el Evangelio Eterno. Esto nos habla una vez más de la gran

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bondad y misericordia de Dios para con la humanidad. Luego que este primer ángel
finaliza su tarea, le sigue un segundo ángel que se adelanta a anunciar el juicio sobre
Babilonia como un hecho ya cumplido, y lo hace con palabras tomadas del profeta
Isaías 21:9 “Cayó, cayó Babilonia; y todos los ídolos de sus dioses quebrantó en
tierra.” Resulta que Babilonia es el prototipo del mundo impío, entregado a la idolatría
y a todo género de vicios; Babilonia viene siendo la gran seductora de los pueblos y se
constituye en la capital de la bestia. Cuando lleguemos a los capítulos 17 y 18 le
dedicaremos un buen espacio a Babilonia para identificarla mejor y saber desde dónde
es que ella opera y qué hacer para salir de su esfera de influencia. Pero resulta que
todavía hay un tercer ángel que todo el mundo va a ver y oír anunciando el espantoso
castigo que van a recibir los adoradores de la bestia, que son la gran mayoría de los
habitantes del reino de esas dos bestias que estarán gobernando el mundo durante esos
tres años y medio. Este ángel dice que a los que persisten en seguir aferrados a esas dos
bestias, Dios les dará a beber de una copa en la cual ha vertido el vino puro de su furor.
Dicen los versos 9,10 y 11 “9Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si
alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano,
10
él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de
su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del
Cordero; 11y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen
reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que
reciba la marca de su nombre.” Con razón Hebreos 10:31 dice: “¡Horrenda cosa es
caer en manos del Dios vivo!” Hay un dicho muy popular que siempre lo estamos
repitiendo cuando vemos algún peligro que nos asecha: ―Guerra avisada no mata
soldado‖. Y este es un mensaje para los unos y para los otros. Pero resulta que junto a
este mensaje de este tercer ángel, hay unas palabras de fortaleza y consuelo al pueblo de
Dios que ha tenido que estar soportando la opresión de esas dos bestias; dicen los versos
12 y 13, “12Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de
Dios y la fe de Jesús. 13Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe:
Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el
Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.” Notemos
en estos dos versos que se enfatizan cuatro cosas: La primera se refiere a la ―paciencia
de los santos‖ ante ese gobierno opresivo mundial de las dos bestias; lo segundo, la
importancia que tiene guardar ―los mandamientos de Dios‖ que están en la Torá dada a
Israel, que son los 5 libros de Moisés; lo tercero, lo importante que es estar en ―la fe de
Jesús‖; notemos que NO dice ―la fe en Jesús‖, SINO, ―la fe DE Jesús‖; y esto nos habla
que ―la fe de Jesús‖ está en perfecta conexión con esos mandamientos de Dios; digamos
que todo el que profesa ―la fe de Jesús‖ está estrechamente unido a la fe y a la esperanza
del Israel de Dios. Y el cuarto énfasis es esa Bienaventuranza que se le ofrece al que
tenga que morir ―en el Señor‖. No se nos olvide que durante ese reinado de las dos
bestias, profesar ―la fe de Jesús‖, significa estar expuesto a la muerte por su causa. Hay
un dicho de los rabinos judíos que dice: «Cuando una persona muere, no lo acompañan
la plata ni el oro ni las piedras preciosas ni las perlas, sino la tora (la Palabra de Dios) y
las buenas obras». Finalizamos nuestro estudio de hoy de este capítulo 14 de
Apocalipsis, donde se nos muestra un tercer escenario bastante impresionante, porque
al parecer, es en este momento la venida de Nuestro Señor Jesucristo en poder y gloria,
porque se nos dice en el verso 14 “Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube
uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro,
y en la mano una hoz aguda.” Nos preguntamos: ¿Es aquí donde ubicamos la Venida
de Nuestro Señor Jesucristo a esta tierra? ¿O la ubicamos en el capítulo 19 de
Apocalipsis? Cuando lleguemos a ese capítulo vamos a confirmar si es en este capítulo

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14 o es en el 19. Lo importante de este tercer escenario es que está en el contexto de la
parábola de la cizaña de Mateo 13 donde N.S. Jesucristo explicó lo siguiente: “37El que
siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. 38El campo es el mundo; la buena
semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. 39El enemigo que la
sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. 40De
manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de
este siglo. 41Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a
todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, 42y los echarán en el
horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. 43Entonces los justos
resplandecerán como el sol en el reino de su Padre.” Digamos que estas palabras de
Mateo 13 es el mejor comentario de este tercer escenario de este capítulo 14 de
Apocalipsis. Ya tendremos suficiente tiempo para seguir hablando de esta Segunda
Venida de Nuestro Señor Jesucristo en Poder y Gloria. Todavía tenemos 8 capítulos de
Apocalipsis por delante que nos van a seguir hablando de este gran acontecimiento
glorioso que le espera al mundo; porque quien tiene la última palabra no es el diablo ni
sus dos bestias; sino nuestro amado Salvador, Nuestro Señor Jesucristo. ¡Bendito Sea!
Bien, hasta aquí nuestro estudio de hoy. Dios les bendiga.

Hoy en nuestro viaje por Apocalipsis arribamos a los capítulos 15 y 16 El


capítulo 15 es el más breve del libro de Apocalipsis, y se considera que es una
introducción al capítulo 16 donde es allí donde se despliega en realidad el contenido del
mensaje en relación con las siete copas de la ira de Dios; así que dentro de unos
momentos explicaremos de qué se trata esto. Primero vamos a destacar algunos detalles
en el capítulo 15 que nos parecen muy importantes y muy interesantes. Resulta que Juan
nos cuenta en este capítulo, que vio a un enorme ejército de mártires, hombres y
mujeres, que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y estaban en pie
sobre un mar de cristal, teniendo en sus manos instrumentos musicales de Dios; y
cantaban el cántico de Moisés, siervo de Dios, y también cantaban el cántico del

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Cordero; sin embargo, es en el capítulo 20 de Apocalipsis, en el verso 4, donde Juan
describe mejor a estos mártires; dice así este verso, “4Y vi tronos, y se sentaron sobre
ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa
del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la
bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y
vivieron y reinaron con Cristo mil años.”. Notemos que en este texto bíblico se habla
con claridad de que el pueblo de Dios, los santos, los que guardan los mandamientos de
Dios y tienen el testimonio de Jesús van a estar en los días de la bestia; muchos
intérpretes de Apocalipsis dicen que no; que el pueblo de Dios va a ser arrebatado antes
de ese acontecimiento; a uno le gustaría que así fuera; nos libraríamos de estar allí; pero
aquí uno se pregunta: ¿y éstos mártires quiénes son? El texto bíblico dice sin que quede
duda alguna, que éstos cantan el cántico de Moisés y el cántico del Cordero. Algunos
dicen que éstos son los que no se fueron en el arrebatamiento y les va a tocar estar en la
gran tribulación; entonces hay que preguntarse: ¿acaso Dios tiene dos tipos de
creyentes? ¿los fieles y los infieles? Por lo menos Apocalipsis no promueve esto; o eres
o no eres; y si eres, entonces vas a ser fiel en medio de la persecución y del martirio
durante unos tres años y medio en ese gobierno de la bestia. Lo que sí es muy probable
es que ese pueblo de Dios no va a estar en el derramamiento de las 7 copas de la ira de
Dios sobre la bestia y sobre su reino, porque esto sí va a ser más terrible que cualquier
otra cosa; porque como ya vimos en el capítulo 14 de Apocalipsis, que justo antes del
derramamiento de estas copas, Jesús, el Mesías de Israel viene en una nube blanca a
recoger su cosecha; a recoger el trigo de entre la cizaña. Y hay otro detalle relacionado
con esto que estamos comentando, y es que el grupo de personas que se encuentran ante
la presencia de Dios son creyentes del periodo de la tribulación, a las que se describe
como habiendo obtenido la "VICTORIA" sobre la bestia y su imagen, y su marca y el
número de su nombre. Estas personas dice el texto bíblico, que han sido decapitadas por
su fe en Jesús el Mesías y por haberse negado a seguir al anti-Mesías o a adorar su
imagen o a aceptar su marca. En otras palabras, ¡según la opinión del mundo estas
personas son PERDEDORAS!, porque se han negado a adaptarse y hacer lo que el resto
del MUNDO ha hecho, dejarse marcar y adorar a la bestia; y por esa razón han tenido
que pagar con sus propias vidas; fueron decapitados; pero Dios dice que esos mártires
son "¡VICTORIOSOS"!! Pero hay otro detalle que nos llama la atención y es que en
este verso encontramos un indicio de quiénes son los que usan el método de decapitar
gente; son gente del Medio Oriente; del mundo árabe. En el capítulo 13 de Apocalipsis
explicamos que ese gobierno mundial que viene, lo más posible es que va a estar es en
manos NO de los europeos, NI de los norteamericanos, SINO del mundo árabe. Ellos
dividen a las gentes en los fieles y en los infieles; si los infieles no se convierten a la fe
musulmana, entonces son amenazados con decapitarlos como lo hemos venido viendo
en muchas oportunidades. Veamos otro detalle más que lo encontramos en el capítulo
15 en los versos 3 y 4, y es que ese ejército de mártires cantan el cántico de Moisés y el
cántico del Cordero; y esto nos habla de muchas cosas interesantes. Una de ellas es
como ya hemos dicho, que Apocalipsis tiene sus raíces en el Antiguo Testamento; hay
una profunda conexión entre ambos; y como dice el comentario de Apocalipsis de
Jamieson, Fausset y Brown, que la Iglesia del Antiguo y la del Nuevo Testamento, son
esencialmente una en sus conflictos y en sus triunfos. Este cántico de Moisés y del
Cordero nos habla de una conexión y una continuidad entre el antiguo y el nuevo éxodo;
entre las plagas viejas y las nuevas de los ángeles de la ira. Pero creemos que todavía
hay algo más profundo sobre estos mártires que cantan el cántico de Moisés y el cántico
del Cordero; los que cantan el cántico de Moisés son gente del pueblo de Israel; y los
que cantan el cántico del Cordero son gentiles, los que han creído en Jesús el Mesías,

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pero que como dice Romanos 11, son injertados al Olivo que es Israel; y es por eso que
aquí los vemos juntos, compartiendo un mismo sentir; como dijo Jesús en Juan 10:16,
“También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y
oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.” Cuando estudiamos el capítulo 11 de
Apocalipsis dijimos que habrá un despertamiento espiritual de ambos lados, tanto del
mundo judío como del mundo cristiano; es más, dijimos que nos atrevemos a decir que
habrá un encuentro de estos dos mundos y un darse de la mano para llevar a cabo esa
tarea ―profética‖ extraordinaria para este tiempo. Dijimos también en ese estudio, que
aquí tendríamos que referirnos a unas palabras que escribió el judío argentino Mario
Saban en su libro ―El judaísmo de Jesús‖; en la página 252, donde dice este autor: ―El
proceso de regreso del cristianismo a sus raíces judías es inevitable históricamente. El
cristianismo finalmente reconocerá que es parte integrante del judaísmo. Este es un
proceso histórico que ha comenzado en forma tenue y que considero que será la gran
revolución del futuro: el regreso al espíritu de Israel por parte del cristianismo‖; es más,
en ese estudio, yo dije que yo le agregaría a estas palabras de Mario Saban, que este
regreso al espíritu de Israel por parte del cristianismo, le va a permitir a la iglesia
cristiana aprender y corregir muchas cosas para una mejor ubicación con respecto a
Israel; y eso ya está sucediendo en muchas iglesias cristianas en muchos países. Pero a
estas palabras de Mario Saban, dijimos que hay que agregarle también que la gran
revolución del futuro será el reconocimiento de Jesús como El Mesías por parte de
Israel; así lo profetizó el apóstol Pablo, ―que la venda se quitará‖. Y finalmente,
quiero agregar un comentario más; me gusta mucho como dice el comentarista de
Apocalipsis, Ray Stedman, sobre este cántico de Moisés y del Cordero; él dice: ―¡Lo
asombroso de este Cántico del Cordero es que no hay ni una sola palabra acerca de sus
propios logros! Ni siquiera dicen: "Oh Señor, qué fieles te hemos sido! ¡Cómo hemos
guardado tu Palabra! ¡Con qué perseverancia hemos soportado! Los únicos pronombres
que se usan son "tuyo y "tú, porque el cántico dice en los versos 3 y 4: “3Grandes y
maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus
caminos, Rey de los santos. 4¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre?
pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque
tus juicios se han manifestado.” Así que cuando usted y yo nos encontremos ante la
presencia de Dios, nos daremos cuenta que nada hemos hecho a nuestro favor, y que
sencillamente nos sentiremos tan agradecidos que no tendremos palabras para expresar
esa gratitud porque quien lo ha hecho todo por nosotros ha sido Dios, El Eterno.‖ Bien,
A.Os., vamos ahora a comentar brevemente sobre las LAS 7 COPAS DE LA IRA DE
DIOS, y que dijimos que las encontramos en el capítulo 16 de Apocalipsis. Este
capítulo es el que corresponde al tercer “¡ay!” que lo anunció el capítulo 11 de
Apocalipsis verso 14, “El segundo ¡ay! pasó, he aquí el tercer ¡ay! viene pronto.” Así
que con este tercer “¡ay!” culmina el toque del séptimo shofar o séptima trompeta.
¿Cuánto tiempo va a durar este período donde se van a derramar sobre la tierra las 7
copas de la ira de Dios? No lo sabemos; pueden ser 7 días; 7 semanas; 7 meses; solo
Dios lo sabe; pero de lo que sí sabemos es que esto va a ser muy terrible para esa
humanidad que se habrá entregado completamente al dominio de la bestia y su falso
profeta. En otras palabras, será un tiempo espantoso de juicio, el período más intenso de
la tribulación que jamás ha presenciado el mundo. Es lo que llaman varios de los
profetas del Antiguo Testamento “el día grande y terrible del Señor.” Por lo visto, será
un período breve pero intenso y terrible, que tendrá lugar al final de los 3 años y medio
de la Gran Tribulación. No vamos a comentar el contenido y los efectos de cada una de
las 7 copas de la ira de Dios porque no necesitan comentario; ellas se entienden por sí
solas; son demasiado fuertes para comentarlas por este medio radial; lo único que

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diremos será que cuando uno lee el contenido y los efectos de cada una de estas copas,
uno pudiera pensar que a Dios se le ha pasado la mano. Pero no, en los versos 5,6 y 7
de este capítulo 16 dos de los ángeles dicen unas palabras que justifican este
derramamiento de estas 7 copas; dicen así estos ángeles: “5Y oí al ángel de las aguas,
que decía: Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has
juzgado estas cosas. 6Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas,
también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen. 7También oí a otro, que
desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son
verdaderos y justos.” Así es, A.Os., ¡Después de siglos enteros de esperar
pacientemente y de soportar la arrogancia de aquellos que creen que el poder les
concede todos los derechos de odio, de codicia y de derramamiento de sangre que
durante tantísimo tiempo ha caracterizado a nuestro mundo, Dios dice que llegará un
momento en que pondrá fin a toda esta espantosa situación! Cuando estemos en esos
días de ese gobierno mundial de la bestia y su falso profeta, y las cosas que estarán
pasando, entonces entenderemos mejor el por qué de estas 7 copas de la ira de Dios; es
más, cuando veamos los próximos capítulos 17 y 18 de Apocalipsis vamos a
comprender un poco más de esto. Un comentarista bíblico llamado Eugene Peterson,
refiriéndose a esta parte de Apocalipsis dijo con su gran don de elocuencia de esta
manera: ―sin duda que después de todos estos siglos va siendo hora de poner en
evidencia a los perpetradores de estas crueldades y borrarles la sonrisa de sus rostros
mediante un juicio de una vez y para siempre. Será el momento en que por fin tendrá
resultado el clamor de los oprimidos de todos los tiempos: "¿Hasta cuándo, oh Señor,
hasta cuándo?‖ Así es, A.Os., los siervos de Dios de todas las épocas se han hecho las
mismas preguntas una y otra vez: ¿Cuándo es que Dios le va a poner fin a la maldad?
¿Cuándo es que va a quitarle a Satanás toda su influencia y su poder? ¿Cuándo es que
va a cesar toda la crueldad del hombre para con su prójimo? El apóstol Juan es el que se
encarga de responder a estas preguntas en sus capítulos 15 y 16 cuando nos dice: “Vi
en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas
postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios . . . Y uno de los cuatro seres
vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios . . .” Así
que no sólo es necesario destruir el imperio de Satanás, sino que todas las personas de
todas las naciones deben entender que Dios mismo, el que dio los Diez Mandamientos
al antiguo Israel, es la causa de esta destrucción. Deben ver que los dioses y los ídolos
que ellos sirven están completamente indefensos e impotentes ante Dios, a quien ellos
se han negado a obedecer. Es por eso que estamos viendo en los capítulos 16 al 20 del
Apocalipsis los detalles que nos permiten saber cómo es que el Dios viviente va a hacer
esto. Y aquí en este punto sí podemos decir que el pueblo de Dios después de sus
conflictos, especialmente los causados por la bestia, serán arrebatados antes de que las
copas de ira sean derramadas sobre la bestia y sobre su reino; de la misma manera que
Noé y su familia fueron quitados del mundo condenado antes del diluvio; también Lot y
su familia fueron sacados de Sodoma antes de la destrucción de ella; también
recordamos cómo la columna de nube y de fuego se interpuso entre Israel y sus
enemigos egipcios, de modo que Israel llegó a salvo hasta la ribera opuesta del mar
Rojo, antes de que fueran destruidos los egipcios; igual sucedió antes de la destrucción
de Jerusalén en el año 70, los cristianos se escaparon por una interposición especial de
la Providencia Divina y se refugiaron en la ciudad rocosa de Pella antes de la
destrucción de Jerusalén; y creemos que de igual manera sucederá cuando Jesús venga
en las nubes y en llamas de fuego, para recoger primero a su pueblo y luego con el
fuego destruirá a los que destruyen la tierra. Bien, hasta aquí nuestro estudio de hoy.
Dios les bendiga.

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Hoy en nuestro viaje por Apocalipsis arribamos a los capítulos 17 y 18. Hay
muchos detalles en estos dos capítulos que no tenemos tiempo para explicarlos todos;
lo que vamos a hacer es un comentario general de lo que hay en el trasfondo de este
capítulo, y que por supuesto, el tema fuerte es Babilonia, que está simbolizada por una
mujer que está sentada sobre la bestia de siete cabezas y que inclusive el texto bíblico
dice que está “ebria de la sangre de los santos y de los mártires de Jesús”; pero a la
vez, resulta que esta mujer simboliza a la gran ciudad que está asentada sobre 7
montañas y que tiene una gran influencia sobre pueblos, muchedumbres, naciones y
lenguas. ¿Quién será esta mujer? ¿Quién será esta gran ciudad que reina sobre los reyes
de la tierra? ¿El Vaticano? ¿Estados Unidos? ¿La Meca de Arabia Saudita? Pero antes
de responder a estas preguntas no podemos pasar por alto un detalle muy significativo y
es la conexión que hay entre la mujer de Apocalipsis 12 que representa a Israel, el
pueblo de Dios en el cual está incluido el pueblo cristiano, y esta otra mujer de este
capítulo 17 y 18 de Apocalipsis. La mujer que representa a Israel se nos dice que estaba
a punto de dar a luz un Hijo Varón y el dragón de 7 cabezas estaba a la espera para
devorar a ese Hijo, pero no se le permitió, sino que “fue arrebatado para Dios y para
su trono”; y el dragón se enfureció contra la mujer y el resto de su descendencia.
Luego vemos a esta otra mujer en este capítulo 17:6 de Apocalipsis que se nos dice que
está sentada sobre la bestia de 7 cabezas y que está “ebria de la sangre de los santos y
de los mártires de Jesús”. Así que esta mujer llamada ―Babilonia‖ tenemos que
entenderla e interpretarla dentro de este contexto; es más, se nos dice en el verso 18 del
capítulo 17 que esta mujer “… es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la
tierra.” Pero hay un dato más revelador en el verso 14 donde se nos dice que estos
reyes de la tierra “Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es
Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y
fieles.” Una vez más nos volvemos a preguntar: ¿Quién será esta mujer? ¿Quién será
esta gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra? ¿El Vaticano? ¿Estados Unidos?
¿La Meca de Arabia Saudita? Por mucho tiempo se nos dijo que esa Babilonia era

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Roma; específicamente que era el Vaticano con el Papa a la cabeza por su gran
influencia sobre las naciones; pero vamos a ver más adelante que no es Roma. Luego
después de un tiempo se nos dijo que Babilonia era Estados Unidos por ser la potencia
mundial número uno por su poderío militar y económico; pero vamos a ver que
tampoco es. Pero en este tiempo, desde el inicio del siglo XXI, hemos venido notando
fuertemente y se ha ido intensificando la convicción de que Babilonia es el Islam quien
ha venido influenciando sobre las naciones para que se vuelquen contra la mujer del
capítulo 12 de Apocalipsis que es Israel, y que de paso también el Islam tiene una gran
oposición al cristianismo porque surge de Israel y apoya a Israel. El lema del Islam es:
―Alá es el más grande‖ y ―No hay más dios que Alá y Mahoma es su mensajero‖. Es
por eso que las dos casas de ISRAEL, el pueblo judío y el pueblo cristiano somos el
verdadero blanco del Islam que ha vuelto a revivir y que desea borrar del mapa a Israel
y de paso también eliminar el cristianismo de la tierra. Si analizamos la teología del
Islam nos damos cuenta que las leyes islámicas están totalmente en contra de la Biblia
de Israel y de la fe cristiana. El Islam niega a Jesús como el Hijo del Dios de Israel;
además niega la muerte de Jesús y su título de Rey de reyes. Mahoma en uno de los
libros ocultos del Islam llamados los Hadiths, aparte del Corán, en la sección Sahih
Bukhari, libro 73, dijo: ―El nombre más horrible a los ojos de Alá en el día de la
Resurrección será el de un hombre que se hacía llamar ―El rey de reyes‖. Por otro lado,
la fe islámica niega al Dios de Israel, Adonay Elohim y lo reemplazó por Alá. Tambien
el islam niega que Sion, Jerusalén, es el lugar más sagrado, sino que Alá vive es en la
Meca, Arabia Saudita; es por eso que todos los musulmanes cuando rezan 5 veces al día
se postran es en dirección NO a Jerusalén, SINO en dirección a la MECA. Pero hay
otro detalle más que es importante destacar, y es el que se menciona en estos dos
capítulos de Apocalipsis que estamos estudiando, los capítulos 17 y 18; en el 17, verso 5
dice: “y en su frente había un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA
GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA
TIERRA.” Nos llama la atención esta frase: ―y en su frente había un nombre escrito, un
misterio‖; si usted mira lo que está escrito en la bandera de Arabia Saudita y en la frente
de sus seguidores dice: ―Alá es el más grande‖ y ―No hay más dios que Alá y Mahoma
es su mensajero‖. Estas frases junto con otras más son la que los musulmanes rezan
cinco veces al día. Y aquí tenemos que decir con toda convicción tanto el pueblo de
Israel como el pueblo cristiano, que es blasfemia decir: ―Alá es el más grande‖ y ―No
hay más dios que Alá y Mahoma es su mensajero‖ cuando nosotros sabemos que Alá no
es Jehová, Adonay Elohim, porque en realidad solamente Jehová, Adonay Elohim es el
más grande y Jesús es su Hijo, el Salvador de Israel y del Mundo. Sabemos que esto
enfurece al mundo musulmán, y es por eso que el espíritu de Babilonia continúa
asesinando tanto a judíos como a cristianos y a todo aquél que no confiese esa fe como
lo dicen los Hadiths, los libros ocultos del Islam, que se requiere la eliminación del
pueblo del Sábado y del pueblo del Domingo. Es por eso que Apocalipsis 17:6 dice
“Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos (de Israel), y de la sangre de los
mártires de Jesús”; y en el 18:24 dice: “Y en ella (en Babilonia) se halló la sangre de
los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra.” Y en el
capítulo 20 verso 4 dice: “y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de
Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen,
y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron
con Cristo mil años.” Notemos una vez más que en el espíritu de Babilonia hay un
acto de decapitar a los infieles, especialmente judíos y cristianos. No es un secreto para
nadie que en los países donde predomina la fe musulmana, los judíos y cristianos son
amenazados y decapitados por no profesar la fe musulmana; lo que pasa es que la

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prensa internacional oculta estas noticias para no disgustar al mundo musulmán.
Digamos que la Meca, en Arabia Saudita es la fuente espiritual del Islam que sigue
matando a muchas personas en todo el mundo con su religión islámica; y aquí tenemos
que decir una vez más que Roma y Estados Unidos no encajan en este espíritu de
muerte sino que más bien están amenazados por el Islam debido a que apoyan a Israel.
Mas bien hemos visto y oído una y otra vez a los grandes líderes del Islam radical decir
públicamente que su objetivo es tomar control total de Jerusalén, conquistar Roma y el
Vaticano y poner de rodillas a Estados Unidos y a Europa. Vamos ahora a profundizar
un poco más para ver si Babilonia en realidad está en conexión con el Islam. Ya hemos
dicho que por mucho tiempo se nos dijo que Babilonia es Roma, el papado; pero
veamos más de cerca cómo la Biblia relaciona a Babilonia es con los países del Medio
Oriente. El nombre de Babilonia, en su sentido literal y también simbólico, proviene
del Antiguo Testamento. Para los profetas de Israel, Babilonia fue más que ninguna
otra, el prototipo de las ciudades hostiles a Dios; acabó por llegar a ser para los judíos
de la época y para los primeros cristianos la personificación misma del poder político
enemigo de Dios y dominador del mundo. En profecía bíblica, Babilonia es
mayormente usado para Irak, pero es también usado en relación a Arabia Saudita, y la
razón es simple; es porque ellos comparten una religión y ancestros comunes. En estos
lugares encontramos algunos de los seguidores más cercanos a Mahoma después de su
muerte asentados en Irak; fueron los llamados la dinastía de los Omeya. También
encontramos que tanto en Irak y Arabia Saudita se tienen las reservas más grandes de
petróleo y tienen muchas cosas en común como es la religión islámica. Digamos que
todo el escenario profético de la Biblia se sitúa es alrededor de Israel y el Medio
Oriente. Son las doce tribus de Ismael, los doce hijos de Ismael junto con los
descendientes de Esaú contra los doce hijos de Israel; esta es una batalla entre dos
visiones del mundo y su futuro que lleva siglos y siglos, pero que pronto y en estos días
tendrá su final como lo profetizan estos dos capítulos de Apocalipsis 17 y 18. Otra
pregunta que debemos hacernos también es, ¿cómo sabemos si Arabia Saudita está en el
texto Bíblico? Cuando buscamos los nombres Bíblicos para estos lugares antes de que
fueran cambiados por nombres modernos, encontramos que el nombre ―Saudi‖ viene
de la ―casa de Saud‖ que está en conexión con el nombre ―Kedar‖ ó ―Cedar‖ para
referirse a uno de los hijos de Ismael como dice Isaías capítulo 21, Jeremías 25 y
Ezequiel 30. También encontramos otras ciudades circunvecinas a Israel como Tiro,
Magog, Monte de Seir, Teman, Edom y Duma; todas estas naciones están mencionadas
en la Biblia y TODAS son naciones Islámicas hoy día. Y aquí uno se pregunta: ¿por
qué los escritores de profecía por mucho tiempo trataron de colocar a estas naciones en
Europa cuando en el contexto todas ellas están es en el Medio Oriente? Bueno, porque
no todo está dicho en profecía; el tiempo y los acontecimientos van dando luz a la
profecía. Por ejemplo, en el Salmo 137:7 y 8 dice: “Oh Jehová, recuerda contra los
hijos de Edom el día de Jerusalén, Cuando decían: Arrasadla, arrasadla Hasta los
cimientos. Hija de Babilonia la desolada, Bienaventurado el que te diere el pago De
lo que tú nos hiciste” Como podemos ver, esta ―hija de Babilonia‖ se está refiriendo a
Edom que geográficamente corresponde a Arabia Saudita. Ahora bien, ¿por qué aquí la
Biblia llama a Edom, que hoy es Arabia Saudita, como la ―hija de Babilonia‖? Es
porque la religión que Arabia Saudita proclama como santa verdad, sale es directamente
de Babilonia en Irak. La adoración a Alá ha sido tomada de uno que fue conocido una
vez como el dios Bel en Irak. Así que cuando la Biblia conecta naciones con Babilonia
no quiere decir Europa, son las naciones colindantes contra Israel que mayormente son
Musulmanas, inclusive naciones como Irán, Afganistán, Pakistan, Turkía. Siguiendo el
tema para ver si Babilonia en realidad está en conexión con el Islam, encontramos otro

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detalle muy interesante y es el que está en este capítulo 17 de Apocalipsis el verso 9 que
nos dice: “Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete
montes, sobre los cuales se sienta la mujer.” Por mucho tiempo se nos dijo que Roma
era esa Babilonia que está asentada sobre 7 colinas; y en efecto, Roma está asentada
sobre 7 colinas. Pero resulta que el texto griego utiliza es la palabra ―oros‖ que significa
―montaña‖ y no ―colina‖; para ―colina‖ usa es la palabra ―bonus‖. Así que Roma no
encaja en este modelo geográfico; pero la ciudad de la Meca sí encaja en este modelo
geográfico; porque la Meca en Arabia Saudita sí está rodeada por 7 montañas que llegan
hasta 900 metros de altura; en cambio las colinas de Roma no superan los 70 metros de
altura. Pero hay un detalle geográfico más que complementa esto que estamos
comentando. Nos dice Apocalipsis 17:3 “Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a
una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que
tenía siete cabezas y diez cuernos.” Notemos este detalle: “Y me llevó en el Espíritu al
desierto” ¡¿Qué curioso, no?! Resulta que la gran ciudad de la Meca precisamente está
en el desierto de Arabia rodeada verdaderamente de siete montañas. Podemos decir con
toda propiedad que La Meca es el único lugar en el mundo hoy que encaja con esta
profecía mucho mejor que Roma. La Meca es el único lugar conectado con el Misterio
Babilónico y que encaja bajo esta descripción que hemos hecho hasta ahora. Pero hay
más todavía, BABILONIA ES UNA CIUDAD DE LUJO Y DE RIQUEZAS como dice
Apocalipsis 17:4 “Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de
oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de
abominaciones y de la inmundicia de su fornicación”; y en 18:3 dice: “Porque todas
las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra
han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la
potencia de sus deleites.” Por si usted no lo sabía, Arabia Saudita es un país de lujo y
de riquezas, y algunos dicen de excesos también; igual que otros países petroleros del
Medio Oriente. En Arabia Saudita están los hoteles más grandes y extravagantes del
mundo y automóviles con diamantes y oro que cuestan más de 10 millones de dólares.
La Kaaba, la casa de Alá, tiene la puerta más cara del mundo. Esta puerta contiene 280
kilos de oro puro al 99% y cuesta alrededor de 15 millones de dólares. La Meca en
Arabia Saudita, esta Babilonia, es una ciudad que vive en la abundancia del lujo, de la
importación de oro, perlas, seda, lino fino, púrpura, marfil, maderas costosas, carros. La
mayoría de estos productos proceden de África, de la India, de Europa y Estados
Unidos. Arabia Saudita junto con otros países petroleros encajan perfectamente con
esta ubicación geográfica y su exceso por el lujo. Si echamos un vistazo a las grandes
compañías de petróleo podemos ver cuán ricas son la Shell, la Texaco, la BP, la
corporación Halliburton y otras más; nos damos cuenta que estas grandes compañías
“se han enriquecido de la potencia de sus deleites” de Arabia Saudita lo cual es el
petróleo. Estas compañías petroleras producen billones de dólares en beneficios a
través del oro negro. ¿Qué le ocurriría a estas compañías si el petróleo cesara? ¿Qué
ocurriría a la economía de esas naciones que se han beneficiado del petróleo si Arabia
Saudita, Irak y las otras naciones del Medio Oriente productoras de petróleo cerraran el
grifo de su petróleo? Aquí tenemos que preguntarnos, ¿qué clase de comodidades
vende o exporta el Vaticano para controlar a todas las naciones en el planeta? Más bien
Roma, el Vaticano, no es nada más que un centro religioso que no tiene poder
económico en el escenario mundial. De hecho, los Obispos católico-romanos han sido
demandados a diestra y a siniestra en Estados Unidos y otros países por casos de abusos
de menores, y han tenido problemas para poder pagar estas demandas. La Iglesia
Católica ha estado rogando por más donativos de sus seguidores a causa de que las
reservas escasean. ¿A cuántos sacerdotes católicos has visto volar en sus jets privados o

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conduciendo automóviles de lujo? Ven al país de Arabia Saudita y a otros países
productores de petróleo del Medio Oriente y verás muchos jeques ricos en petróleo que
son dueños de sus jets personales y dueños de automóviles construidos por encargo con
diseños de oro y plata. ¿Y qué decir del resto de Europa, Estados Unidos? son
dependientes de Arabia Saudita, de Irak, Irán y otras naciones musulmanas del Medio
Oriente ricas en petróleo. Estados Unidos y otras potencias pueden tener las armas, pero
ellos tienen ―la mantequilla y el pan del petro-dólar‖ como dice un comentarista sobre el
tema de Babilonia. Así que A.Os., solamente el Islam y sus naciones ricas en petróleo
encajan con el escenario profético de la Babilonia reavivada del fin de los tiempos. Le
dejo una tarea para que usted la busque en su Biblia, en el Salmo 83; le repito, Salmo
83; y luego que lo lea, le hago esta pregunta: ¿Le suena esas naciones que menciona
este Salmo 83 como Roma, Europa o los Estados Unidos? O ¿Mas bien se refieren a
países islámicos del Medio Oriente con Babilonia, Arabia Saudita a la cabeza? ¿Pero
sabe cómo termina este Salmo 83? Los últimos versos dicen así: “16Llena sus rostros
de vergüenza, Y busquen tu nombre, oh Jehová. 17Sean afrentados y turbados para
siempre; Sean deshonrados, y perezcan. 18Y conozcan que tu nombre es Jehová; Tú
solo Altísimo sobre toda la tierra.” Entonces, ¿cómo termina este Salmo 83? Igualito
que Apocalipsis capítulo 18 que describe con lujo de detalles la caída de Babilonia que
no es otra cosa que la caída del Islam. ¿Sabe?, la Biblia Judía y Cristiana en Habacuc
2:14 no dice que la tierra será llena del conocimiento del Islam o el budismo o el
hinduismo, o la filosofía de la Nueva Era, sino que dice: "La tierra será llena del
conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar." Es cierto que
Babilonia, el Islam influirá grandemente en los reyes de la tierra como dice Apocalipsis
13:7 “Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio
autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.” Y también en Apocalipsis 17:14
dice que Babilonia, el Islam, “Pelearán contra el Cordero”. ¡Ah!, pero este verso 14
sigue diciendo: “y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de
reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.” Amigo, Amiga oyente,
quiero finalizar este estudio de hoy diciéndole que esto que hemos dicho hoy no es un
estudio de odio hacia una cultura o pueblo, sino que más bien es una forma de preparar
nuestros corazones, mentes y cuerpos de lo que actualmente está ocurriendo hoy día; si
el Islam se siente con todo el derecho y la autoridad de amenazar públicamente a Israel
de borrarlo del mapa, y amenazar a todo el mundo cristiano para que se someta a ellos;
pues el pueblo de Israel y el pueblo cristiano también tenemos el derecho de decir
públicamente nuestras verdades y proclamar que la victoria está de nuestro lado no con
la fuerza del cuchillo degollador, sino con la fuerza de la fe y la perseverancia de los
santos. Dios nos bendiga a todos y siga teniendo misericordia de todos incluyendo al
pueblo musulmán.

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Hoy en nuestro viaje por Apocalipsis arribamos al capítulo 19 que viene siendo
la confirmación de la caída de Babilonia que representa el mundo islámico que no solo
desafía a las potencias occidentales, sino que también desafía a las potencias celestiales.
Es cierto que el Islam ha venido poco a poco haciendo temblar al mundo y sometiendo
países a su gobierno teocrático no solo con el petro-dólar, sino también exigiendo e
imponiendo su doctrina islámica en cada país donde se va asentando; pero tanto en el
capítulo 18 como en este capítulo 19 de Apocalipsis está escrito su final. Veamos los
detalles más impactantes de este capítulo. El primer detalle que notamos está en los
primeros 10 versos que nos muestra una mega multitud que celebra con un cántico que
se oye en todo el universo. ¿El motivo? La celebración de la victoria de los santos de
Dios sobre Babilonia y el anuncio de una boda llamada ―las bodas del Cordero con su
Novia‖ ¿Quién es el Cordero? Nuestro Señor Jesucristo y que en hebreo su nombre es:
Yeshúa HaMashíaj, Mesías de Israel y del Mundo. Y ¿quién es la Novia? Se llama
Israel. ¿Y por qué no se llama la Iglesia? Cuando veamos el capítulo 21 de Apocalipsis
vamos a ver que a esa Novia, a esa que va a ser la Esposa del Cordero se le llama La
Nueva Jerusalén; no dice Iglesia; dice es la ciudad santa, La Nueva Jerusalén; y esa
ciudad dice que tiene 12 puertas con el nombre de las 12 tribus de Israel; y que los
muros de esa ciudad tienen 12 fundamentos con el nombre de los 12 apóstoles del
Cordero; como podemos ver, la Iglesia forma parte de Israel; ha sido injertada por su fe
en el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Así que cuando lleguemos a ese
capítulo 21 de Apocalipsis explicaremos más sobre esto que hemos adelantado. Bien,
sigamos con el capítulo 19. Este capítulo pudiéramos decir que nos muestra cuál es
nuestra meta futura escatológica hacia la cual nos dirigimos cada día y la cual ilumina
nuestro caminar diario a pesar de que tanto en el pasado como en el presente vemos el
poder de Babilonia como una fuerza casi aplastante y definitiva. Pero No, esto es por
breve tiempo. Los acontecimientos futuros están garantizados por la Omnipotencia de

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Dios. Notemos cómo dice el texto bíblico en los versos 1 y 2: “¡Aleluya! Salvación y
honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro; porque sus juicios son verdaderos
y justos; pues ha juzgado a la gran ramera (Babilonia) que ha corrompido a la tierra
con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella.” Quiero
que notemos la palabra ―¡Aleluya!‖ que aparece 4 veces en este capítulo y es la única
vez que aparece en todo el Nuevo Testamento, porque esta es una palabra que se origina
en el libro de los Salmos en el Antiguo Testamento. Esta palabra “¡Aleluya!” es una
palabra hebrea para expresar entusiasmo, alegría incontenible ante nuestro Dios, porque
en realidad esta palabra significa: ―alabemos a Dios‖, al Dios que creó los cielos y la
tierra; al Dios de Abraham, de Isaac y Jacob; al Dios de Israel y al Dios y Padre de
Nuestro Señor Jesucristo; el Dios en quien creemos tanto judíos como cristianos. Y si
esto no es suficiente, lo remitimos a que le haga una lectura a todo el libro de los
Salmos de la Biblia, que es donde se origina esta palabra “¡Aleluya!”. Pero una vez
más hacemos énfasis que esta palabra no es simplemente para repetirla, sino que ella va
acompañada de diversas manifestaciones como saltar de alegría, danzar, cantar. Otra
versión del verso 7 de este capítulo dice: “Hagamos fiesta, saltemos de gozo y démosle
a él la gloria, porque han llegado las bodas del Cordero.” Pero hay otra palabra
hebrea en este capítulo 19 de Apocalipsis que estamos analizando y es la palabra
“Amén” que la encontramos 10 veces en todo el libro de Apocalipsis. Esta palabra
siempre va acompañada de las oraciones de los santos de Dios y también para que sirva
de confirmación cuando nuestro Dios dice o promete algo. Por ejemplo en este capítulo
19 en el verso 4 dice: “¡Amén! ¡Aleluya!” para confirmar lo que dicen los primeros 3
versos que hablan de la Salvación, honra, gloria y poder del Señor Dios nuestro. Y en
el verso 9 encontramos esta frase que dice: “Estas son palabras verdaderas de Dios.”
que equivalen a decir: “¡Amén! ¡Aleluya!”. Y una última observación a estas dos
palabras hebreas, es que esto es una confirmación de que el pensamiento hebreo es el
que debe prevalecer en la interpretación bíblica y no la romana ni la griega como lo
dijimos en el segundo estudio que lo titulamos: ―Apocalipsis, profecía y pensamiento
hebreo‖. Otro detalle que queremos destacar es la palabra “fornicación” que menciona
el verso 2 de este capítulo 19 que estamos estudiando. Dice así este verso: “la gran
ramera (Babilonia) que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la
sangre de sus siervos de la mano de ella.” Es cierto que la palabra “fornicación”
tiene una connotación de relación sexual prohibida; pero también es muy cierto que la
palabra “fornicación”, la Biblia la utiliza en otro sentido aún más fuerte para enfatizar
el acto de ofrecerle entrega y adoración a otro ―dios‖ que NO es el Dios de Israel. Por
ejemplo cuando en el mundo musulmán se dice que ―Alá es el más grande; y ―No hay
más dios que Alá y Mahoma es su mensajero‖, esto está enfatizando que el Dios de
Israel no tiene arte ni parte en la fe musulmana; y es por eso que vemos que el mundo
musulmán está llevando y obligando a las naciones a establecer su fe en completa
oposición y desafío a la fe en el Dios de Israel y de la Biblia e imponer el Corán y sus
otros libros llamados los Hadiths como norma de vida para todas las naciones; en otras
palabras, está desafiando al Dios de los ejércitos de Israel. Si usted observa el mapa
mundial político y religioso se dará cuenta del avance del islamismo en todo el medio y
lejano oriente; en gran parte del África; y también en Europa oriental. Los líderes
musulmanes están ya pronosticando que pronto Europa Occidental estará siendo
dominada por el islamismo. Lo mismo está ocurriendo en América Latina; los
musulmanes han sembrado este continente de Mezquitas Musulmanas; Venezuela no se
ha escapado de esto; en todas las ciudades de nuestro país hay Mezquitas Musulmanas y
gente convirtiéndose al islamismo incluyendo comunidades indígenas. El diario
PANORAMA en el 2014 sacó un amplio reportaje de la obra musulmana en esa región del

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Estado Zulia, y nos mostró la gran mezquita y sus actividades que han venido
realizando. Nos hemos preguntado: ¿Será Venezuela el primer país de America
Latina en ser conquistado por los musulmanes? No estamos muy lejos de esto;
tenemos en nuestro país ministros, gobernadores, diputados, alcaldes de ascendencia
árabe; el gobierno que tenemos ha hecho las mayores alianzas estratégicas
principalmente ES con países musulmanes como Irán, que quiere borrar del mapa a
Israel y quiere tener ya la Bomba Atómica; también con Arabia Saudita, el gran
financiador del movimiento musulmán en el mundo; y también Venezuela ha hecho
alizanzas estratégicas con otros países que apoyan el mundo musulmán como son Rusia
y China. Digamos que Venezuela está de la mano, está amarrada con el mundo
musulmán y por eso es que el difunto presidente maldijo a Israel y el gobierno actual
está en contra de Israel y a quien apoya es al pueblo árabe palestino. Tenemos un
gobierno que ha decidido perpetuarse en el poder; y pudiera ser que si ven algún peligro
de perder ese poder, pudieran echar mano del recurso musulmán que los apoye,
incluyendo Rusia y China. Ya hemos dicho en estudios anteriores que el Islam se está
imponiendo sobre las naciones y está logrando un dominio y una influencia sobre las
naciones en contra de Israel y en contra del mundo cristiano; inclusive, ya hemos dicho
también que el texto bíblico dice que esta mujer llamada Babilonia, que representa el
Islam, se le ha permitido lo siguiente según Apocalipsis 13:7, “Y se le permitió hacer
guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu,
pueblo, lengua y nación.” Y también en Apocalipsis 17:14 dice que Babilonia, el
Islam, “Pelearán contra el Cordero”. ¡Ah!, pero este mismo verso 14 sigue dicendo:
“y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que
están con él son llamados y elegidos y fieles.” Es lo que en este capítulo 19 nos está
confirmando en los versos 1 y 2: “¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del
Señor Dios nuestro; porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la
gran ramera (Babilonia) que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha
vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella.” Ya vimos en los capítulos 13 al
16 la actividad de la Bestia y del Falso Profeta que no es otro que Babilonia, llevando a
cabo su tarea de conquistar el mundo; pero es solo por un breve tiempo; unos 7 años
divididos en dos partes de 3 años y medio cada uno. Así que el capítulo 19 que estamos
estudiando nos dice qué es lo que va a ocurrir una vez que se termine el tiempo del
gobierno de la Bestia junto con Babilonia. Leamos lo que dicen los versos 5 al 9, “5Y
salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que
le teméis, así pequeños como grandes. 6Y oí como la voz de una gran multitud, como
el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya,
porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! 7Gocémonos y alegrémonos y
démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha
preparado. 8Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y
resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. 9Y el ángel
me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del
Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.” Por mucho tiempo se
nos dijo que las Bodas del Cordero se realizarán inmediatamente del llamado ―rapto de
la Iglesia‖ en el Cielo y que aquí en la tierra comenzaría el llamado gobierno de la
Bestia y su Falso Profeta, de modo que la Iglesia no estará ya en la tierra. Ya hemos
dicho que ojalá y que esto suceda así como se ha enseñado; pero también nos hemos
planteado la posibilidad de que no sea así, sino como lo hemos venido planteando según
el cronograma profético que hemos venido viendo y estudiando en Apocalipsis.
Notemos que es en este capítulo 19 que se nos habla de las Bodas del Cordero con su
Esposa Israel y la Iglesia, que conforman un solo pueblo como lo hemos venido

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diciendo. Si esto no fuera así, estas bodas deberían estar ubicadas por lo menos en
Apocalipsis capítulo 4 por ejemplo; pero NO; es a estas alturas del capítulo 19 que se
nos habla de estas bodas, y esto nos dice mucho de que no estamos equivocados; es
más, se nos dice que esta Esposa se ha venido preparando para este acontecimiento.
Tanto el pueblo judío como el pueblo cristiano se han venido percatando y preparando
porque el Mesías ya está a las puertas. El otro detalle que se destaca en este capítulo 19
es la aparición de un personaje extraordinario montado en un caballo blanco; el nombre
de este personaje es múltiple; se llama Fiel y Verdadero, el desconocido, el Verbo de
Dios y el Rey de reyes y Señor de señores. No tenemos ninguna duda que este
personaje extraordinario es nada más y nada menos que Nuestro Señor Jesucristo. Es su
Segunda Venida. Es la Parusía, su venida visible; y viene en esta forma, montado ya no
en burrito, sino en un hermoso caballo blanco; y todo ojo le verá. Pero Él no viene solo,
le sigue un ejército celestial montados también en caballos blancos. Ahora bien lo
impactante de esta escena es que la Bestia y el Falso Profeta se atreven a enfrentarse a
este personaje extraordinario en este escenario ubicado con toda seguridad en un sitio
que ya el capítulo 16 de Apocalipsis nos adelantó; se trata de una zona llamada
Armagedón, un valle gigantesco y que ha sido escenario de grandes batallas en el
pasado, ubicada en Israel; dicen los versos 12 al 16 lo siguiente: “12El sexto ángel
derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y el agua de éste se secó, para que
estuviese preparado el camino a los reyes del oriente. 13Y vi salir de la boca del
dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus
inmundos a manera de ranas; 14pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y
van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran
día del Dios Todopoderoso. 15He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que
vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza. 16Y los
reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.” Estos versos nos indican que
la Bestia y su Falso Profeta no solo estarán controlando el mundo entero, sino que
presienten que deben prepararse militarmente para una gran guerra que podríamos
llamarla la verdadera guerra de las galaxias, porque saben que se van a enfrentar a un
enemigo que viene del espacio; concretamente del Cielo. Hasta qué punto la bestia y el
falso profeta sabiendo que su derrota ya está escrita, piensan que de todos modos sí hay
posibilidad de ganar esa guerra; la otra posibilidad es la de que ellos definitivamente
tengan un menosprecio total de las escrituras hebreas, la Biblia, como lo ha venido
demostrando el Islam, y jamás creerán en una posible derrota, y es por eso que se
atreven a guerrear contra el que viene desde los cielos. Pero Apocalipsis 19 es muy
claro; los versos 19, 20 y 21 dicen así: “ Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus
ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su
ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante
de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la
bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un
lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que
salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes
de ellos.” Aquí podríamos decir: ¡Qué tragedia; qué engaño; qué ceguera al que el
mundo se ha venido sometiendo a este espíritu de Babilonia! Pero aquí no termina
todo; vamos a ver en el próximo capítulo, el 20 de Apocalipsis, lo extraordinario que va
a ocurrir. En esta verdadera guerra de las galaxias va a triunfar es las fuerzas del bien
sobre las fuerzas del mal; va prevalecer la Verdad contra la mentira. Pero antes de
despedirnos quiero mencionar el verso 9 de este capítulo 19 que hemos tocado hoy; dice
así este verso: “Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a
la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.”

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Como podemos ver, este verso enfatiza el llamado de Dios a la salvación y a ese futuro que
tanto anhelamos. Amigo, Amiga oyente, no te pierdas de esta extraordinaria invitación de Dios
a participar de este futuro glorioso que nos espera. La verdad está en la Biblia, la verdadera
palabra de Dios. Que Dios te bendiga y escuches su voz.

Hoy en nuestro viaje por Apocalipsis arribamos al capítulo 20; es un capítulo


muy diferente a los demás porque abarca un espacio de mil años; tiempo en el cual
satanás es puesto en prisión; tiempo en el cual Nuestro Señor Jesucristo estará reinando
sobre la tierra junto con su pueblo en paz y verdad; luego de este tiempo de mil años,
satanás será suelto donde intentará de nuevo engañar a las naciones, pero será su final
porque Dios no permitirá que se repita de nuevo la historia del mal; así que satanás será
echado al lago de fuego donde le estarán esperando la bestia y el falso profeta. Este
capítulo 20 de Apocalipsis finaliza describiéndonos lo que se ha llamado el Juicio Final
donde la humanidad que fue capaz de desafiar a Dios y a su Palabra, tendrán que
enfrentar el Juicio Divino con la evidencia de los libros donde está escrito todo y nadie
podrá negar que no fue así. El veredicto será muy doloroso. Pero también en ese Juicio
Divino estarán incluidos la Muerte y el Hades que también serán destruidos para
siempre; es decir, la muerte de la muerte. ¡Interesante! ¿No es cierto? Veamos ahora
los detalles más impactante de este capítulo 20 de Apocalipsis; leamos los primeros 3
versos que nos dicen lo siguiente: “1Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave
del abismo, y una gran cadena en la mano. 2Y prendió al dragón, la serpiente

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antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; 3y lo arrojó al abismo, y lo
encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que
fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de
tiempo.” Aquí podríamos decir con mucha satisfacción: ¡Qué día tan feliz será este!
¡Satanás preso, atado, arrojado y encerrado en un "pozo sin fondo" que estará sellado,
blindado, donde no tendrá ninguna posibilidad de escaparse durante mil años; ¿para
qué?, para que no engañe más a las naciones. ¡Qué alivio! Es como si se cayeran
vendas de los ojos de la humanidad y descubrieran cuán engañados vivían por el padre
de la mentira; en otras palabras, Satanás quedará fuera de juego durante 1.000 años y
durante todo ese tiempo no podrá engañar a las naciones como lo hizo en el pasado con
sus bestias, sus falsos profetas y sus babilonias. Este periodo de 1.000 años se conoce
como el Milenio y es cuando Nuestro Señor Jesucristo reinará desde Jerusalén. ¡Qué
emocionante! El mundo experimentará por primera vez mil años de paz y verdad; se
cumplirán aquellas palabras del profeta Isaías en su capítulo 2 versos 2 al 4 que dicen
así: “2Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la
casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y
correrán a él todas las naciones. 3Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y
subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus
caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén
la palabra de Jehová. 4Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos;
y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada
nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.” ¡Qué impresionante
Amigos Oyentes que el mundo va a ver la tecnología de la guerra transformada en una
tecnología agrícola durante mil años! Pero no solo esto, habrá también un cambio de
valores humanos de altísimo nivel porque el mundo de ese entonces caminará
totalmente bajo las enseñanzas del Eterno que las encontramos en la Biblia desde
Génesis hasta Apocalipsis. Pero hay otro detalle más y muy interesante, y es que la
geo-política también dará un vuelco total; habrá una reconfiguración de las naciones
donde Jerusalén será la capital mundial; no será ni Roma, ni el Tibet, ni Benarés, ni la
Meca; en otras palabras, el futuro del mundo pasa es por Jerusalén. ¿Pero sabe cuál
es lo más importante de todo esto?, el que estará a la cabeza de todo esto: ―EL VERBO
DE DIOS‖, ―EL REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES: NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO‖ como dice Apocalipsis capítulo 19:13 y 16. Ahora bien A.Os., no
queremos pasar por alto que este tema del Milenio ha tenido por lo menos tres
interpretaciones: La primera de ellas se le ha llamado ―Pos-milenarismo‖, en el que se
enseña que Jesucristo volverá después de los 1.000 años debido al triunfo del evangelio
por medio de las iglesias que producirá una especie de edad de oro sobre la tierra. Esta
interpretación no parece que se ajusta a lo que hemos visto en estos dos mil años de
existencia de la iglesia cristiana; por ejemplo, la iglesia Católica romana en el pasado
reinó unos mil años y por lo visto no dejó muy buen precedente; los historiadores
llaman a ese tiempo ―la edad oscura‖. Lo que dicen los evangelios más bien es que
―será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las
naciones; y entonces vendrá el fin‖; en otras palabras, que a la iglesia en este tiempo no
se le ha encomendado la tarea de reinar, sino la de predicar, dar testimonio con la
palabra y con los hechos de su fe ante el mundo; ser sal y luz del mundo. Por otro lado,
Apocalipsis nos muestra más bien a una bestia, a un falso profeta y a una babilonia
haciéndole la guerra al pueblo de Dios en cada siglo por causa de guardar los
mandamientos de Dios y de profesar la fe de Jesús. Hay una segunda interpretación
sobre el Milenio llamada el ―A-milenarismo‖ que dice que no hay literalmente mil años
de reinado de Jesucristo sobre la tierra; que en realidad el reinado de Jesucristo es en el

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corazón de los creyentes. En parte esto es cierto, porque una vez que entregamos
nuestra vida a Jesucristo, Él comienza a reinar en nuestras vidas. Pero cuando leemos
los libros proféticos del Antiguo Testamento y Apocalipsis nos damos cuenta que hay
todo un cronograma profético que se ha venido llevando a cabo; y dentro de ese
cronograma están estos mil años de reinado de Jesucristo con su pueblo sobre la tierra.
Y hay una tercera interpretación sobre el Milenio llamada el ―Pre-milenarismo‖ que
enseña que la segunda venida de Jesucristo será antes del establecimiento de su reinado
en la tierra. Que los cielos se abrirán y Jesucristo aparecerá y todo ojo le verá para
reinar con sus santos en la tierra, para dar cumplimiento a las profecías del Antiguo y
del Nuevo Testamento. Que los 1.000 años se entienden como un reinado literal con un
futuro de paz y justicia en la tierra. Inclusive se admite que estos mil años es una cifra
simbólica como otros números de la Biblia que tienen su simbología como el número 7
que significa ―perfecto‖; o el número 10 que significa ―completo‖; en este caso, el
número 1000 significa ―sin límites‖, ―extenso‖, pero no significa eternidad, sino que
tiene un final. Como podemos ver, esta tercera interpretación se parece más a la que
plantean los libros proféticos del Antiguo Testamento y Apocalipsis. Notamos que en
este milenio que nos presenta Apocalipsis está precedido de la segunda venida de
Jesucristo; que la bestia y el falso profeta son lanzados al lago de fuego; que satanás es
atado por mil años para que no engañe más a las naciones; también ocurre la primera
resurrección para los santos de Dios que murieron a manos de las bestias, los falsos
profetas y las babilonias; y enseguida viene el tiempo del reinado de Jesucristo con su
pueblo en la tierra durante ese milenio; luego satanás es soltado por un breve tiempo
donde intenta de nuevo engañar a las naciones, pero es inmediatamente arrojado al lago
de fuego donde ya están la bestia y el falso profeta; en seguida ocurre la segunda
resurrección para todos los muertos que desafiaron a Dios con su incredulidad y
rebeldía, los cuales serán juzgados en el Gran Trono Blanco. Así que las
interpretaciones del Pos milenarismo y A milenarismo quedan descartadas, y la del Pre
milenarismo es la que tiene más sentido y está más acorde con el cronograma profético
de Apocalipsis a la luz de los profetas del Antiguo Testamento. Vamos a finalizar
nuestro estudio de hoy destacando otros detalles de este capítulo 20 de Apocalipsis. Un
primer detalle es respecto a la atadura de satanás por mil años; notemos que se
mencionan cuatro elementos para describir esa atadura de satanás: la llave, la cadena, el
abismo y el sello sobre él; esto es para enfatizar que satanás estará totalmente
inhabilitado para engañar a las naciones. La otra cosa que notamos sobre satanás es que
el texto bíblico nos muestra que la actuación de él en la tierra no está basada en un súper
poder, sino en su capacidad de mentir, engañar a las naciones y a los reyes de la tierra;
la prueba está es que cuando el ángel de Dios viene a apresarlo, no hay una lucha para
impedirlo; sino que ante el ángel de Dios, no le queda otro camino que someterse a él.
El otro detalle sobre satanás es, ¿por qué luego de esos mil años, él va a ser suelto por
un breve tiempo? Por un lado es para recordarnos que el milenio todavía no es esa vida
eterna que Dios nos ha prometido; de esto nos van a hablar los últimos dos capítulos de
Apocalipsis, el 21 y el 22; diríamos que el milenio es una especie de anticipo de lo que
será esa vida eterna; necesitamos ese milenio para prepararnos para la vida eterna;
necesitamos todavía muchas otras cosas que aprender para saber cómo vamos a vivir en
esa vida eterna; y por otro lado, el soltar a satanás por un breve tiempo después del
milenio es para confirmar que satanás y sus demonios no están dispuestos a cambiar
sino que siguen obstinados a seguir desafiando a Dios y a su Palabra; y por otro lado,
que también habrá gente que no están dispuestos a cambiar sino que en el mínimo
momento aprovecharán para seguir desafiando a Dios y a su Palabra, y es por eso que se
mencionan dos nombres que representan al mundo incrédulo y rebelde a Dios que no

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han querido ser injertados al pueblo del pacto de Dios, son los nombres de Gog y
Magog a quienes satanás buscará para que se le unan para rebelarse de nuevo contra
Dios; pero el texto bíblico dice que no habrá ninguna posibilidad de éxito cuando
arremetan contra el campamento de los santos y la ciudad amada de Jerusalén; así lo
dicen los versos 7 al 10 de este capítulo 20 de Apocalipsis que estamos estudiando:
“7Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, 8y saldrá a
engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y Magog,°
a fin de reunirlos° para la batalla; cuyo número es como la arena del mar. 9Y
subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la
ciudad amada, pero° descendió fuego del cielo y los devoró. 10Y el diablo que los
engañaba fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde también están la bestia y el
falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” Como
podemos ver Amigos Oyentes, quienes estén del lado de satanás y sus demonios no
podrán decir jamás que fueron echados injustamente al lago de fuego y azufre, porque
aún después de haber estado en el milenio, se siguen rebelando contra Dios y su pueblo.
Y un último detalle que queremos mencionar es el que encontramos en el verso 14 que
dice: “Y la Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Ésta es la muerte
segunda: El lago de fuego.” ¡Qué interesante y asombroso a la vez! ¡Que la muerte
también tiene su hora de la muerte! Va a ser echada al lago de fuego, lo cual significa
destrucción. Es por eso que en el próximo capítulo de Apocalipsis, el capítulo 21 verso
14 dice: “y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las
primeras cosas pasaron.” ¡Qué alivio y qué consuelo saber que hasta la muerte tiene
su final para siempre! Pero el texto bíblico no deja lugar para ninguna duda, porque el
último capítulo de Apocalipsis, el verso 3 tiene una frase que le pone punto final a
cualquiera cosa que nos pueda preocupar, dice esta frase: “Y no habrá más maldición”;
en otras palabras, no habrá jamás ninguna otra posibilidad que se levante otro diablo y
se vuelva a repetir la historia de la caída del ser humano. Es por eso que la frase más
hermosa que Dios dice en Apocalipsis es la que encontramos en el capítulo 21 verso 5,
“He aquí, yo hago nuevas todas las cosas.”; y para que no quede ninguna duda,
después de esta expresión, dice: “Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y
verdaderas.” Amigo, Amiga oyente, ¿qué otra esperanza hay aparte de esto que nos
muestra este maravilloso libro de Apocalipsis? Déjeme decirle que ninguna otra; solo
Jesucristo es nuestra única esperanza. Dios les bendiga.

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LA NUEVA JERUSALÉN

LA CIUDAD DE DIOS BAJARA DEL CIELO

Hoy en nuestro viaje por Apocalipsis arribamos al capítulo 21; en realidad este
capítulo y el 22 son prácticamente una pieza completa que nos muestra un corto video
de lo que serán esos cielos nuevos y tierra nueva para todos esos millones y millones de
personas que desde Génesis hasta Apocalipsis le creyeron al Dios de Abraham, Isaac y
Jacob, y al Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, y que decidieron vivir en fe y
obediencia a su Palabra. Pudiéramos decir que estos dos últimos capítulos de
Apocalipsis nos muestran el último eslabón de ese cronograma profético de Dios: La
Maravillosa Eternidad. Son muchos los detalles de estos dos capítulos y es por eso que
necesitamos dedicarle tiempo a estos dos últimos estudios; por lo menos trataremos de
destacar los más sobresalientes. En este capítulo 21 vamos a destacar algunos detalles
que los encontramos en los primeros 5 versos que dicen así: “1Vi un cielo nuevo y una
tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía
más. 2Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios,
dispuesta como una esposa ataviada para su marido. 3Y oí una gran voz del cielo que
decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos
serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4Enjugará Dios toda
lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni
dolor; porque las primeras cosas pasaron. 5Y el que estaba sentado en el trono dijo:
He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras
son fieles y verdaderas.” Lo primero que vamos a destacar es que se nos dice que viene
un ―cielo nuevo y una tierra nueva‖; y aquí nos vamos a detener por un momento en la
palabra ―nuevo, nueva‖. La palabra para ―nuevo, nueva‖ en hebreo es ―jadash‖, que
significa ―nuevo‖ o ―renovado‖; el contexto es el que indica si es nuevo o renovado;
pero resulta que en el idioma griego sí se usan dos palabras para identificar la palabra
―nuevo, nueva‖; la primera es ―néos‖ que significa algo que ha sido hecho
recientemente, por primera vez, como es el caso de la creación del cielo y la tierra en el
libro de Génesis; la otra palabra griega para ―nuevo, nueva‖ es la palabra ―kainós‖, que

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es la que se usa en esta referencia de Apocalipsis 21:1, ―cielo nuevo y tierra nueva‖; lo
cual nos indica que se trata de algo cualitativamente nuevo y no sencillamente otra tierra
y otro cielo; en otras palabras, se trata de un cielo y una tierra renovados, transformados.
Igual va a ocurrir con la resurrección de nuestros mismos cuerpos; pero serán cuerpos
renovados, transformados; es por eso que se requiere que el ambiente en el que van a
vivir estos cuerpos renovados, también sea renovado, transformado. Todo esto nos dice
que el mundo que viene será renovado, no reemplazado; es decir, que no solo vamos a
ver sino que vamos a experimentar vivir en una nueva dimensión de vida no solo con
cuerpos nuevos, renovados, sino con un cielo nuevo y una tierra renovados, inclusive
sin el mar. El cielo nuevo será muy diferente al actual; será un cielo que nos permitirá
ver con toda claridad los planetas y estrellas girando a nuestro alrededor y
mostrándonos la belleza y espectacularidad de cada uno de ellos. Por otro lado, la
nueva tierra será nuestro hogar base sin ningún tipo de contaminación; sin basura; sin
peligros de terremotos ni tsunamis porque no habrá mar; no lo necesitaremos porque ese
espacio lo ocuparán los millones y millones de personas que desde Génesis hasta
Apocalipsis le creyeron al Dios de Abraham, Isaac y Jacob, y al Dios y Padre de
Nuestro Señor Jesucristo, y que decidieron vivir en fe y obediencia a su Palabra. Se nos
ha dicho que las tres cuartas partes de la tierra está ocupada por el mar, y cabemos unos
6 mil millones de personas, y todavía se nos ha dicho que ahora es cuando hay espacio
para más gente en esta cuarta parte de la tierra; cuánta más gente no cabrá en esas otras
tres cuartas partes de la tierra cuando no haya mar. La pregunta es: ¿cuántos seres
humanos existiremos en esa nueva tierra, y si habrá reproducción humana en esa nueva
tierra? Eso no lo sabemos y tampoco necesitamos saberlo porque serán cosas que las
sabremos cuando estemos en esa nueva dimensión de vida. Pero hay algo más que es
importante que destaquemos y que recordemos, y es que la historia que Dios ha
registrado en la Biblia es en forma circular; es decir, que al llegar al final de
Apocalipsis, uno realmente ha llegado otra vez es al principio de Génesis 1:1 donde
Dios restablecerá lo de antes—lo del principio; antes de la rebelión de Satanás—cuando
el mundo era perfecto; en otras palabras, vamos a volver al plan original que Dios tenía
para la tierra; vamos a volver al plan original que Dios tenía para toda la creación. Es
por eso que el segundo estudio que vimos de Apocalipsis lo dedicamos a entender el
pensamiento hebreo en cuanto al futuro; dijimos que en el pensamiento griego, el futuro
es lineal; en el pensamiento hebreo, el futuro es circular; es el volver al principio; es
aquello que dijo el profeta Jeremías en su capítulo 6 verso 16 “Así dijo Jehová: Paraos
en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen
camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma.” Este verso de
Jeremías significa que si no regresamos, nos distanciamos cada vez más de nuestro
origen, y eso significa muerte. Es por eso que en la línea del pensamiento hebreo, nadie
sabe a dónde va sino sabe de dónde viene, porque su origen es su destino, y su vida
depende del retorno a su origen; por lo tanto, en Apocalipsis 21 leemos acerca del
comienzo de la eternidad; leemos acerca de la renovación de la creación; digamos que la
historia del mundo que nosotros conocemos termina en Apocalipsis 20, después del
Milenio; y en Apocalipsis 21 y 22 Dios nos da un vistazo de lo que es la eternidad; nos
muestra cómo será cuando todo esté perfecto otra vez. Es más, se nos dice que Dios
mismo va a hacer descender la ciudad santa, la nueva Jerusalén. A esta ciudad también
se le llama “el tabernáculo de Dios” con los hombres y mujeres; Dios morando con su
pueblo. La palabra griega para tabernáculo es la palabra “skene” y está íntimamente
relacionada con la palabra hebrea “shekinah”, que se usa para comunicar la idea de la
presencia de Dios en medio de su pueblo. Cuando Juan escribe su Evangelio, en el
capítulo 1 verso 14, tienen en mente esta palabra “shekinah” cuando dice: “Y el Verbo

89
se hizo carne y habitó entre nosotros …” Esta expresión: “habitó entre nosotros” se
puede traducir como, ―tendió el tabernáculo‖, ―habitó‖, ―hizo su morada‖. Es lo mismo
cuando Juan dice en Apocalipsis 21 el verso 3 “He aquí el tabernáculo de Dios con los
hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos
como su Dios.” Aquí Juan está diciendo que Dios en su gloriosa presencia ha venido a
habitar a morar con la humanidad; este ―morar‖ no significa un morar temporalmente,
sino que significa un morar desde este momento en adelante; Dios permaneciendo con
su pueblo a través de la eternidad de una manera directa y total. Esta presencia de Dios
directa, continúa y total tiene estos efectos que se mencionan en el verso 4 que dice: “
4
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más
llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.” Esto significa que
todos esos males que resultaban como consecuencia del pecado humano, de ahora en
adelante no pueden sobrevivir en la presencia de Dios; ellos son parte del viejo orden o
de las primeras cosas que ya pasaron para siempre jamás. Es más, para que no quede
duda alguna, se nos dice en el verso 5 lo siguiente: “He aquí, yo hago nuevas todas las
cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.” Esto
significa que Dios, quien ha actuado de este modo, quien está actuando y quien actuará
en su poder re-creador, ahora nos asegura la veracidad de la visión; que esto es real.
Pero Dios no se conforma con decirnos esto, sino que agrega una frase aún más
contundente y nos dice en el verso 6, “Y me dijo: Hecho está.” ¡Qué impresionante e
impactante es Dios el Eterno! La segunda parte de este capítulo 21 de Apocalipsis que
estamos estudiando se dedica a describirnos de una manera majestuosa, maravillosa,
espectacular cómo es esa Nueva Jerusalén que desciende del Cielo para establecerse
como morada del pueblo de Dios en esta tierra renovada por el Poder del Dios Eterno.
Esto pareciera como de ciencia ficción.; y aquí nos tropezamos con un gran problema de
interpretación; porque para algunos esto no es más que pura simbología; nada es literal;
pero para otros, interpretamos que aquí hay mucho de simbología, pero también mucho
de literal, de real; entre esos me incluyo yo. Pero también hay otro problema que hay
que resolver, y es sobre esta Nueva Jerusalén que desciende del Cielo para establecerse
como morada del pueblo de Dios en esta tierra renovada por el Poder del Dios Eterno.
Unos intérpretes dicen que esta Nueva Jerusalén es la Iglesia de Jesucristo que una vez
fue raptada por Jesucristo en su segunda venida y llevada al Cielo para celebrar las
bodas del Cordero y que luego del milenio va a descender como una ciudad a la nueva
tierra. Aquí en este punto vuelvo y repito lo que ya he dicho anteriormente: ojalá y que
sea así; no tenemos ningún problema con respecto a esto; no vamos a ser jueces
dictando sentencia que esto es una equivocación. Quiera Dios que esto sea así y seamos
nosotros los que estemos equivocados; pero hemos dicho también que si no es así,
debemos investigar otros escenarios, otras posibilidades, otras interpretaciones como las
que también las hay. Recordemos que en materia profética nadie tiene la última
palabra; no somos dogmáticos en materia profética. Tenemos que manejar como ya
hemos dicho otros escenarios. En nuestra manera de ver, en este capítulo 21 de
Apocalipsis, donde se nos describe esta Nueva Jerusalén, esta santa ciudad y esta
grandiosa ciudad que lleva el mismo nombre de la Jerusalén terrenal, se trata de ese
lugar, de esa morada que el pueblo de Dios va a ocupar como lugar de residencia por
toda la eternidad. Toda la descripción que se nos da no se refiere a gente, sino a lugar, a
morada. Notemos que tiene dimensiones: dice el verso 16, “La ciudad se halla
establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la
caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales.” Es lo
que podríamos llamar una Mega ciudad, una gigantesca ciudad que tiene unos dos mil
doscientos a dos mil quinientos kilómetros de largo, de ancho y de alto; es lo que podría

90
llamarse un cubo perfecto súper gigantesco que indudablemente rebasaría los límites de
la Jerusalén actual; es decir, que abarcaría desde el río Nilo hasta el gran río Éufrates
como Dios le dijo a Abraham en Génesis 15:18 que serían los límites del Israel futuro.
¡Qué impresionante y espectacular será “la gran ciudad santa de Jerusalén, que
desciende del cielo de Dios”!; también se nos dice que esa gran ciudad estará rodeada
de un gran muro de unos 65 metros de alto y de ancho; pero no será un muro cerrado,
sino que habrán 12 puertas para que entre el pueblo de Dios que va tomar posesión de
esa ciudad, y también para que entren de visita de otras naciones a celebrar las fiestas
del Eterno. ¿Y sabe qué nombre tendrán cada una de esas puertas? Tendrán el nombre
de las 12 tribus del pueblo de Israel. Pero también se nos dice que los cimientos de ese
muro son 12 que tienen el nombre de los 12 apóstoles de Jesucristo. ¿Qué interesante?
Siempre se nos enseñó que Israel era una cosa aparte de la Iglesia. Que Dios había
desechado a Israel, y que Dios con quien ha venido tratando es con la Iglesia. Pero en
estos estudios de la Biblia hemos venido enseñando lo que Pablo nos dice en Romanos
11, y en Efesios 2, que cuando creemos en Jesucristo, somos injertados al Olivo que es
Israel; y es por eso que Pablo en Gálatas 6 llama a la Iglesia el Israel de Dios. Jesús en
Juan 10:16 dice: “También tengo otras ovejas que no son de este redil (que es Israel);
aquéllas (de los gentiles) también debo traer (injertar), y oirán mi voz; y habrá un
rebaño, y un pastor (que es Jesucristo).” Otros detalles espectaculares de esta gran
ciudad, la nueva Jerusalén, es que es de oro puro, sus muros son de piedras preciosas;
sus calles son de oro; sus adornos son de piedras preciosísimas y su iluminación es
espectacular; la luz del sol se queda corta, porque tendrá una iluminación que su fuente
de energía es “la gloria de Dios que la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.” ¿Y sabe
otra cosa más? ―Allí no habrá noche‖ No necesitaremos dormir; nuestros cuerpos
renovados no necesitarán dormir; estaremos muy ocupados en cosas mayores. Amigo,
Amiga, ¿le parece que todo esto es pura simbología; fantasía? No, no podemos creer
que todo esto es pura simbología y fantasía; déjeme decirle que todo esto es real. Este
capítulo 21 termina diciendo: “No entrará en ella (en esta gran ciudad) ninguna cosa
inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos
en el libro de la vida del Cordero.” Quiero animarle a que se inscriba hoy mismo en el
libro de la vida del Cordero que es Jesucristo Nuestro Señor; recíbalo hoy en su
corazón; aférrese a Él; viva en obediencia a Él y a su Palabra que es desde Génesis hasta
Apocalipsis, y así usted tendrá derecho a entrar en esta ciudad de Dios como dice
Apocalipsis 22:14 “Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al
árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.” Qué maravilloso es saber
que en esa gran ciudad santa, la Nueva Jerusalén, ya tenemos un lugar apartado con
nuestro nombre. Bien, nos queda todavía el capítulo 22 de Apocalipsis para el próximo
y último estudio de esta serie la Biblia al Dia. En este último capítulo destacaremos
otros detalles extraordinarios que completa este cuadro de lo que será esa Vida Eterna
con Dios y con todo su Pueblo. Dios les bendiga.

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Hoy en nuestro viaje por Apocalipsis arribamos al último capítulo, el 22, que
completa ese cuadro espectacular que comenzamos a ver en el capítulo 21 donde se nos
muestra la ciudad santa, la Nueva Jerusalén con sus respectivas dimensiones y formas y
diferentes materiales con que está hecha; y ahora en este capítulo final, el 22, notamos
que se nos continúa describiendo otros detalles de esa ciudad santa, la Nueva Jerusalén,
y quiénes son los que entrarán en ella. Veamos los primeros detalles que nos muestran
los primeros 5 versos de este capítulo 22; dicen así: “1Y me mostró un río° de agua de
vida,° resplandeciente como el cristal, que fluye del trono de Dios y del Cordero. 2En
medio de su calle,° a uno y otro lado del río, estaba el árbol de vida,° que produce°
doce frutos, dando su fruto según cada mes, y las hojas del árbol son para sanidad de
las naciones. 3Y ya no habrá más maldición,° sino que el trono de Dios y del Cordero
estará en ella, y sus siervos le servirán, 4y verán su rostro, y su nombre estará en sus
frentes. 5Y ya no habrá noche, y no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz de
sol, porque el Señor Dios resplandecerá sobre ellos, y reinarán por los siglos de los
siglos.” Lo primero que notamos es la descripción del nuevo Edén; o pudiéramos
también decir, el regreso a nuestra casa original como Dios la diseñó desde un principio;
el texto bíblico nos muestra un río de agua de vida; nos muestra el árbol de la vida con
sus respectivos frutos para comer de ese árbol de la vida; inclusive, se nos muestra un
detalle muy interesante, dice: “y verán su rostro”; y este otro detalle: “el Señor Dios
resplandecerá sobre ellos”; todo esto nos recuerda esas escenas de Génesis capítulo 2
y 3 donde aparecen estos mismos detalles que los vemos aquí en Apocalipsis 22; pero el
detalle cumbre que se menciona en este capítulo, es este que dice: “y reinarán por los
siglos de los siglos”; esto es una confirmación de lo que dice el texto bíblico: “Y ya no

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habrá más maldición”; en otras palabras, que en este Edén recuperado, restaurado por
Dios, no se volverá jamás ni nunca a repetir la historia de la caída del hombre y la
mujer; por eso dice el texto bíblico: “y reinarán por los siglos de los siglos”. Otro
detalle que notamos es que de nuevo se menciona el número 12; se nos dice que el árbol
de la vida produce 12 frutos, dando cada mes su fruto; esto nos sugiere que de alguna
manera en la Eternidad habrá 12 espacios de tiempo. Para Dios este número es muy
importante; es lo que vemos en este libro Apocalipsis; vemos que hay 12 puertas con el
nombre de las 12 tribus de Israel para entrar en la nueva Jerusalén; vemos que hay 12
fundamentos con el nombre de los 12 apóstoles de Jesús; vemos que hay 12 frutos del
árbol de la vida; y que hay 12 meses en el año en la eternidad. Digamos que en la
eternidad, toda la creación, todo el universo, se dividirá en 12 partes. Todo esto nos dice
que en la Eternidad habrá muchas sorpresas que nos esperan, y que por el momento no
las comprendemos, pero en la Eternidad sí tendremos suficiente tiempo para
comprenderlas. Amigo, Amiga oyente, ¡Qué interesante y asombroso es todo esto que
ya está a nuestras puertas! Y para que no quede ninguna duda de que esto es real,
enseguida se nos repite una frase que ya se dijo en el capítulo 21 verso 5, “Estas
palabras son fieles y verdaderas.”; y ahora en el 22:6, se nos vuelve a repetir: “Estas
palabras son fieles y verdaderas.”. Con esta frase que se nos repite, no hay lugar para
pensar que todo esto que se nos está diciendo en estos dos últimos capítulos de
Apocalipsis sea algo simbólico, fantasioso, sino que todo esto es real, verdadero, y que
sí tiene fiel cumplimiento; y que será muy pronto como dice la continuación del verso 6,
“Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar
a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.” Luego el verso 10 nos insiste que
esto que está profetizado está más cerca de lo que nosotros imaginamos; dice así este
verso 10, “Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el
tiempo está cerca.”. El verso 12 dice, “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón
conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”. Y el verso 20 dice: “El
que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven,
Señor Jesús.” Amigo, Amiga oyente, esto esta tan cerca de su cumplimiento, que es
igual a cuando le decimos a alguien: ―Ya estoy saliendo para allá; ya voy en camino; en
un momento llego‖. Este es el detalle que el pueblo de Dios siempre ha tenido en su
mente y en su corazón, en cada siglo, en cada año, cada mes, cada semana, cada día,
cada hora, minuto y segundo, y es que ―Jesucristo viene pronto‖. Vi un corto video de
un rabino judío muy famoso, que inclusive ya murió, el rabino de Lubavitch; varios
periodistas le preguntaron sobre la venida del Mesías, y él les contestó que el Mesías
está viniendo; que Él está preparado para venir ahora; que el mundo debe finalizar los
preparativos lo antes posible; es más, este rabino dijo: ―Ya Él debía haber venido; pero
en un momento ya debe estar viniendo.‖ Así es, como dice este verso 20 de
Apocalipsis 22, “Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.” Y déjeme
decirle Amigo, Amiga que me estás escuchando, si aún Nuestro Señor tardara todavía
un siglo por venir, no dejaríamos de seguir predicando que Jesucristo viene pronto.
¿Qué es un siglo o mil años ante la Eternidad? Es por eso que la Biblia dice que para
Dios un día es como mil años; y mil años como un día, porque Dios vive en la
dimensión de Eternidad; y un día, nosotros también entraremos a esa dimensión de
Eternidad con Dios. Hay otros detalles en este capítulo 22 de Apocalipsis que nos
muestran las últimas instrucciones que estamos llamados a llevar a cabo y que tienen
que ver con nuestro estilo de vida; y es que el pueblo de Dios está llamado a vivir según
Dios y Su Palabra y no según la palabra de los que no conocen a Dios y su Palabra;
porque para Dios es muy importante cómo usted y yo estamos viviendo; cómo es
nuestro comportamiento ante las responsabilidades cotidianas de la vida. Y aquí entran

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en juego las dos últimas bienaventuranzas que las encontramos en los versos 7 y 14 de
este capítulo 22 de Apocalipsis que estamos estudiando. El verso 7 nos dice: “He aquí,
vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este
libro.” La palabra ―guardar‖ significa: ―hacer‖, ―poner en práctica‖. Esta palabra
―guardar‖ es clave desde los primeros 5 libros de la Biblia hasta Apocalipsis. La otra
bienaventuranza que se menciona en este último capítulo de Apocalipsis está en el verso
14 que dice así: “Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al
árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.” Resulta A.Os., que en la
versión Reina Valera del 1909, y en otras versiones, inclusive la King James, dice es:
“Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el
árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad.” Como podemos ver, la
bienaventuranza recae en los que guardan sus mandamientos; y se está refiriendo a
Jesús, quien dice que es el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin; si alguien fue
obediente a los mandamientos de Dios fue nada menos que Jesús mismo. Hoy día, Jesús
ha sido reivindicado por muchos rabinos judíos que reconocen que Jesús fue un
cumplidor por excelencia de la Torá de Dios. Esto es muy importante decirlo porque si
hay algo que se enfatiza mucho en la Biblia, es vivir en obediencia a la Palabra de Dios;
no basta con una creencia intelectual de Dios y su Palabra, es importante cómo estamos
viviendo delante de Dios; es por eso que el verso que sigue al verso 14 de Apocalipsis
22, el verso 15, dice: “Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios,
los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.” ¿Nos podemos
imaginar a esta clase de gente teniendo derecho a comer del árbol de la vida, y entrando
por las puertas de la ciudad santa, la Nueva Jerusalén? No hay tal posibilidad; ya lo
dice también el capítulo 21 verso 8, “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y
homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán
su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.” Pero hay
otro detalle que complementa esto que estamos diciendo, y es que la palabra original
hebrea para ―Bienaventurado‖ es la palabra ―ashrey‖, que identifica a una persona en
progreso hacia una meta; se trata de una persona que está llevando a cabo un
crecimiento espiritual debido a que ha dado su vida al Señor; y en ese proceso de
crecimiento espiritual, la persona va viendo resultados, beneficios, bendiciones por su
andar en los caminos de Dios; inclusive, esa persona puede verse en medio de tropiezos
y dificultades propias de esta vida, pero que sin embargo, esas experiencias forman
parte de ese crecimiento espiritual; todo esto nos dice que no se trata de algo que usted
obtiene de la noche a la mañana, sino que es un caminar día a día como dice el Salmo 1
versos 1 al 3, “Bienaventurado el varón y mujer que no anduvo en consejo de malos,
ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino
que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche”. Así que
la palabra hebrea ―ashrey‖ describe a personas de este mundo que van en progreso hacia
una meta, y esa meta es la redención final con la segunda venida de Jesús el Mesías de
Israel y del Mundo. Y aquí sí podríamos traducir apegado al hebreo la expresión
―ashrey‖: Es un privilegio para ―los que guardan las palabras de esta profecía‖; es un
privilegio para los que ―guardan los mandamientos de Dios‖. Esta palabra ―guardar‖ es
muy importante como ya lo hemos dicho, porque está en el contexto de lo que es la vida
de adoración y servicio a Dios. Pero hay un detalle más y es que estas dos
bienaventuranzas están en el contexto del verso 11 que dice: “El que es injusto, sea
injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique
la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.” Este es un recordatorio de
que cada día nos ocupamos del destino que hemos decidido: Si nos decidimos por el
camino de la injusticia y la inmundicia, así será nuestra vida andando en consejo de

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malos y en camino de pecadores hasta que venga el Señor. Si nos decidimos por el
camino de la justicia y la santidad, así será nuestra vida en obediencia continua hasta
que venga el Señor; en progreso hacia esa meta que es la redención final con la venida
de Jesús el Mesías de Israel y del Mundo. Según el destino que hemos escogido, así
será nuestra recompensa; lo dice el verso 12, "He aquí vengo pronto, y mi recompensa
conmigo, para pagar a cada uno según sean sus obras. Yo soy el Alfa y la Omega, el
principio y el fin." Si usted ha decidido andar por el camino de la injusticia y de la
inmundicia, el Señor le dice que su recompensa será la que usted ha decidido que sea;
pero si usted ha decidido andar por el camino de la justicia y de la santidad, esa será su
recompensa; en esto no hay ninguna equivocación. Así que todo esto que hemos dicho,
es una solemne advertencia, un recordatorio de que todo lo que decidimos creer y vivir
día tras día nos está llevando en una dirección o en otra. Y finalmente, esta advertencia
pareciera decirnos que ya no hay tiempo para decidir andar por otro camino que el que
ya decidimos. Sin embargo, los versos 16 y 17 parecieran que apenas tenemos unos
segundos para cambiar de rumbo; ojalá que así sea pero para bien. Dice el verso 16,
“Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.
Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.” Este
verso es muy interesante porque esta palabra ―iglesia‖ no se había vuelto a mencionar
desde el capítulo 3 de Apocalipsis; y quien la pronuncia es Jesús mismo y enseguida
hace la conexión con Israel cuando dice que Él es la raíz y el linaje de David y la
estrella resplandeciente de la mañana. Notemos que no dice que ―era‖, sino que ―es‖,
―Yo soy la raíz y el linaje de David‖. Esta palabra ―iglesias‖ es el cumplimiento de
aquellas palabras de Jesús en Juan 10:16, cuando dijo: “También tengo otras ovejas
que no son de este redil (que es Israel); aquéllas (de los gentiles) también debo traer
(injertar), y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor (que es Jesucristo).”
Digamos que el símbolo de toda iglesia que se levanta del mundo gentil no es solo la
cruz, sino también la estrella de David, porque somos un solo pueblo con Israel. Pero lo
bueno de esto es el verso 17 donde aparecen cuatro invitaciones urgentes; dice así este
verso, “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene
sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.” Esto es como
decir: ¡Sálvese quien pueda! Así es Amigo, Amiga oyente; ven a Jesús el Salvador de
nuestras vidas y toma del agua de la vida gratuitamente, ya, ahora mismo; antes que ya
no haya más oportunidad. Y ahora sí finalizamos nuestro estudio de hoy. Apocalipsis
termina con una advertencia de no cambiar las palabras que han sido dichas en este libro
profético; igualito como dice Deuteronomio 4:2 y 12:32, ―No añadan ni quiten palabra
alguna a esto que yo les ordeno‖; ―Cuídate de poner en práctica todo lo que te ordeno,
sin añadir ni quitar nada‖. Así es, Juan cierra su Apocalipsis con la fórmula que cierra
los pactos que Dios ha hecho con su pueblo Israel y con el pueblo gentil que ha sido
injertado a Israel. Esta advertencia coloca al Apocalipsis con la misma autoridad que
tiene el libro de Deuteronomio; ambos libros van de la mano; ambos libros nos exhortan
a ser un pueblo no solo de creencias, sino también de hechos, de obras, de poner en
práctica lo que creemos. Es por eso que Apocalipsis enfatiza en eso de guardar las
palabras de esta profecía, y el de guardar los mandamientos de Dios sin añadir ni quitar.
Y por supuesto, Apocalipsis termina con una promesa y con una bendición, típico de
toda la literatura sagrada hebrea: “Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor
Jesús. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.”

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA:
01.-Secretos del Apocalipsis, Jacques B. Doukhan (Donado por el Rabino W. Pitter)
02.-Apocalipsis por Urías Smith

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03.-Libro El Islam en las Profecias Biblicas por Fabrice Statuto
04.-Apocalipsis por Hugo Vanni
05.-Apocalipsis, Tomo 24 Comentario Bíblico Mundo Hispano
06.-Apocalipsis (Dispensacionalista), Gregory A. Kedrovsky
07.-Apocalipsis por Bob Utley
08.-Apocalipsis y sus Revelaciones por Mervyn Maxwell
09.-El Judaísmo de Jesus y El Judaísmo de San Pablo por Mario Saban
10.-Parabolas de Jesus por Joaquin Jeremías
11.-Notas de Apocalipsis por Bill Reeves
12.-Apocalipsis por Simon Kistemaker
13.-Apocalipsis por Ray Stedman
14.-Apocalipsis y Profecia por Juan Stam
15.-El Apocalipsis por el equipo Cashiers
16.-Apocalipsis por J. Mardones
17.-Apocalipsis por Xavier Pikaza
18.-El libro de Apocalipsis por James Knok
19.-El Apocalipsis sin velos por la Iglesia de Dios Unida
20.-El Apocalipsis por Wikenhauwer
21.-Nuevo Comentario San Jeronimo del Nuevo Testamento
22.-Biblia Comentada por Profesores de Salamanca
23.-Comentario Exegetico de la Biblia, N.T. Jamieson, Fausset, Brown
24.-Nuevo Comentario Siglo XXI, sección Apocalipsis
25.-Apocalipsis por William Barclay.
26.-Diccionario Expositivo de palabras Hebreas y Griegas del A.T. y N.T. por William
E. Vine.
27.-Diccionario Strong en Español de palabras Hebreas y Griegas del A.T. y N.T.
28.-Leí también cantidades de artículos proféticos sobre los diferentes temas de
Apocalipsis, que no hay espacio para mencionarlos todos.

(Este libro “Apocalipsis: El cronograma Profético de Dios”, forma parte de un


viaje por toda la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis producido por el Pastor
Radial Zoilo Amesty, y enviado a las Emisoras Comunitarias Cristianas de toda
Venezuela y del Extranjero)
Contacto: zoiloamesty@gmail.com Tlfs. 0416-8664901 0414-0669697

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