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UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA Profesor: JOSÉ FERNANDO RUBIO

DEPARTAMENTO DE TEOLOGÍA Estudiante: YOVANNY LÓPEZ RAMÍREZ


Historia de la Iglesia Contemporánea y Colombiana Cód. 20141410027
Tema: Primera Revolución Industrial Fecha: 16 de agosto de 2018

La Primera Revolución Industrial (s. XVIII)

Se trata de un proceso histórico que nace en Gran Bretaña entre los años 1760 y 1780, y en
el siglo XIX para Estados Unidos, Francia, Bélgica, Alemania y el resto del mundo.

Algunos de los manuales de historia consultados para esta entrega coinciden básicamente en
que la Revolución Industrial significó un nuevo modo organización de los medios de
producción que, a su vez, transformaron la vida de la sociedad. Pues antes de ello, lo que
producía el hombre era realizado de manera artesanal, luego, la mayor parte de los productos
comenzaban a hacerse en pequeños talleres, después en grandes fábricas, con nuevas
maquinarias que generaban mayor rapidez y agilidad en los procesos que lo artesanos1.

Entre tanto, según lo afirma el profesor Arias, fundamentado en Phyllis Deane, el termino
Revolución Industrial es aplicado generalmente “al conjunto de cambios implicados en la
trasformación de una economía preindustrial […] en una fase moderna e industrializada de
desarrollo económico”2, los cuales surgieron como efecto la combinación de: 1) la
organización económica con el triunfo del capitalismo; 2) la producción en gran escala de los
bienes de consumo y de producción, así como su desplazamiento del campo a la ciudad, y 3)
la tecnología que produjo innovaciones en los procesos de producción, según lo hemos
mencionado. En este sentido, uno de los primeros sectores en industrializarse fue el textil a
base de algodón, cuya producción era generada por máquinas a vapor, en Gran Bretaña. Esto
produjo la necesidad de trasportar los productos, así como los insumos. Ello da origen a los
ferrocarriles movidos por la energía del vapor.

Por su parte Eric Hobsbawn afirma que “la Revolución industrial no es simplemente una
aceleración del crecimiento económico, sino una aceleración del crecimiento determinada y
conseguida por la transformación económica y social”3, con lo cual refiere evidentemente el
crecimiento e influencia del modelo económico del capitalismo, el cual creció al lado de los
ideales del liberalismo que impulsaba la inversión en la industria privada.

1
Cfr. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación (MECTEN). Historia mundial
contemporánea. - Buenos Aires: 2007., p. 16
2
ARIAS, C. Eloy. Primera Revolución Industrial. En: PAREDES, Javier (Coordinador). Historia Universal
Contemporánea. Vol. I: De las revoluciones liberales a la Primera Guerra Mundial. Capítulo 2. 4ª Ed. Ariel
S.A., 2004., p, 18
3
HOBSBAWN, Eric, J. Industria e imperio. Traducido por Gonzalo Pontón. 2ª ed. Barcelona. Ariel S.A.: 1982.
p. 34

1
Podríamos decir que la revolución industrial es un fenómeno histórico que promovió
ampliamente el nuevo modelo económico del capitalismo, el cual reemplazaría y dejaría
definitivamente atrás el modelo feudal, desplazamiento provocado por la clase burguesa, que
ya era rica, pero ahora la fuente de su riqueza sería la fábrica, la industria de la producción a
gran escala.

El impacto de la Revolución industrial también generó un nuevo grupo social: la clase obrera,
por efecto de la migración de los campesinos a las ciudades, quienes ofrecían su mano de
obra a cambio de alimento (salario) inicialmente. De modo que también surgió un nuevo
modo de organización social en las Ciudades, que provocó el desarrollo de la urbe en aspectos
como el transporte, las vías, acueductos, entre otros.

Revolución demográfica

Arias afirma que “desde el siglo XVIII se produjo en Europa un crecimiento demográfico
continuo, pasando de tener 110 millones de habitantes en 1700 a 423 millones en 1900; y en
el caso concreto de Gran Bretaña, de 10.9 millones en 1800 a 20.9 en 1850”4. Cifras que se
deben al aumento de la tasa de natalidad (34 a 40 %) y la disminución de la mortalidad (30 a
40%), por causa de los cambios generados en el progreso de los avances científicos en la
medicina, el mejoramiento de las condiciones sanitarias, en fin, al progreso en el nivel de
vida. Progresos de derivados de cambios naturales o climáticos, como la disminución en la
afectación de las grandes epidemias, además de cambios climáticos que mejoraron la
productividad en las cosechas; o de la actividad humana por la transformación agraria y del
sistema de comercialización que permitía el abastecimiento de la población, así como
resistencia ante las enfermedades.

Revolución agrícola
Continuando con la investigación del profesor Arias, la revolución agrícola se consolidó en
el s. XVIII en Inglaterra, se extendió por el centro de Europa y los Estados Unidos
principalmente, y consistió en la difusión de prácticas técnicas desarrolladas anteriormente.
Se caracterizó por la desaparición del régimen feudal de agricultura autosuficiente y el
desarrollo de prácticas empresariales que provocan el progreso de la agricultura capitalista.
Ello por medio de la introducción de nuevos cultivos, expansión de la ganadería,
perfeccionamiento de las herramientas tradicionales, la mecanización de los procesos, entre
otros5.

4
ARIAS, Op. Cit., p. 28
5
Ibíd., p. 31

2
Revolución de los transportes

El a la par del sector algodonero, también se implementaron las nuevas fuentes de energías
del carbón mineral y del vapor en la nación inglesa hacia los años 1700. Comienza así la
revolución del transporte te ferrocarril que en el siglo XX ya estaba por toda Europa y
Norteamérica. Además, está economía impulsaba también la siderúrgica en la construcción
de máquinas y vías férreas6.

Bibliografía

ARIAS, C. Eloy. Primera Revolución Industrial. En: PAREDES, Javier (Coordinador).


Historia Universal Contemporánea. Vol. I: De las revoluciones liberales a la Primera Guerra
Mundial. Capítulo 2. 4ª Ed. Ariel S.A., 2004., p. 18 – 41. ISBN: 84-344-6753-4

Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación (MECTEN). Historia mundial


contemporánea. - Buenos Aires: 2007. 138 p. ISBN: 978-950-00-0576-0

HOBSBAWN, Eric, J. Industria e imperio. Traducido por Gonzalo Pontón. 2ª ed. Barcelona.
Ariel S.A: 1982. 376 p. ISBN: 8434465205

6
Ibíd., p. 37

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