Sunteți pe pagina 1din 23

DETERMINAR PLAN DE TRATAMIENTO

2.1 CRITERIOS

ELABORACIÓN DE UN PLAN DE TRATAMIENTO PRIORIZADO Y


SECUENCIADO CON BASE EN EL DIAGNÓSTICO DEL PACIENTE.

El Plan de Tratamiento es una etapa integradora de las actividades de valoración y


de la lista de diagnósticos sistémicos y bucales que genera una propuesta de
atención odontológica. Incluye la solución a los problemas identificados, la
prevención y el manejo a largo plazo de la condición o condiciones que el paciente
presenta. Debe considerar las expectativas del paciente, sus necesidades de
tratamiento, sus habilidades, aspectos psicológicos, como su conducta, motivación
y actitud hacia el tratamiento, así como los aspectos sociales, tales como el nivel
cultural, la capacidad económica, la actividad profesional, etc.

Deben considerarse acciones compensatorias y ajustes cuando el paciente


presente enfermedades sistémicas que así lo ameriten. El Plan de Tratamiento
está constituido por una serie de fases que incluyen secuencias de actividades
temporalizadas en un cronograma. En las enfermedades sistémicas se debe partir
de un Plan de Tratamiento idealizado, descartar y adecuar acciones que por su
agresión física, química o emocional pueden afectar al paciente y seleccionar
materiales, duración de las citas y definir el manejo interdisciplinario.

Los criterios para elaborar un plan de tratamiento por fases secuenciadas y


actividades lógicas, congruentes con las necesidades de los pacientes, son los
siguientes:

1. Deben compensarse las enfermedades sistémicas antes de iniciar el


tratamiento bucal puesto que lo local queda supeditado a lo sistémico.
2. Las lesiones sospechosas de cáncer, de los tejidos duros y blandos y las
urgentes tienen prioridad sobre el resto de las condiciones locales.
3. Las acciones preventivas deben prevalecer sobre las curativas o
rehabilitadoras.
4. El control etiológico es más importante que la atención de las secuelas.
5. La planificación a LARGO PLAZO impera sobre las decisiones a corto
plazo.
6. La rehabilitación debe restituir todas las funciones, incluyendo las
biológicas y psicológicas.
7. El paciente terminado nunca debe ser dado de alta definitiva, será
considerado como un paciente con enfermedades bucales controladas.
Esto demanda un programa de prevención y seguimiento post-tratamiento
diseñado individualmente para cada paciente.

Fase I. Sistémica.

Identifica los antecedentes personales patológicos que son trascendentes para


el tratamiento odontológico. Deben quedar por escrito las medidas de
precaución y control que se van a observar sobre la enfermedad sistémica en
cuestión.

Fase II. Local no dental.

Su objetivo es la atención a lesiones sospechosas o cambios patológicos


bucales que puedan comprometer seriamente el estado general del paciente.
También considera el manejo de enfermedades que puedan establecer
variaciones sobre el resto del plan de tratamiento. Algunos ejemplos son
tumores, enfermedades infecciosas, cáncer bucal, etc.

Fase III. Acondicionamiento

Tiene como objetivo el control y en lo posible la erradicación de focos activos


de enfermedades dentales, especialmente los infecciosos. Es una etapa previa
a la rehabilitación e incluye actividades de prevención primaria, como son, la
enseñanza y motivación sobre control de placa dentobacteriana, promoción de
la salud e higiene bucal. Otros procedimientos incluidos en esta fase son:
profilaxis dental, raspado y alisado coronario y radicular, extracciones dentales,
control de lesiones cariosas (remineralización o restauraciones), reemplazo de
restauraciones defectuosas, protección pulpar y tratamientos endodónticos,
movimientos dentales menores, control de factores oclusales lesivos, terapia
ocluso-articular, prótesis temporales y colocación de implantes.

Fase IV. Rehabilitación

Tiene como objetivo que el paciente recupere todas o la mayoría de las


funciones biológicas dando respuesta a las necesidades emotivas y sociales
del paciente. Entre los procedimientos incluidos en esta fase están:
tratamientos ortodóncicos mayores, terapia periodontal avanzada,
rehabilitación protésica, ajustes oclusales, tratamientos quirúrgicos,
procedimientos de cirugía-ortodoncia.
Fase V. Seguimiento

Tiene como objetivo vigilar que los resultados del tratamiento realizado sean
perdurables y el paciente se mantenga en un estado de salud bucal óptimo.

Consideraciones generales en el manejo de pacientes con problemas


médicos (FASE I)

Es importante saber si los Antecedentes Personales Patológicos (APP) son de


trascendencia o no lo son, para poder elaborar el Plan de Tratamiento y tomar
en cuenta sus repercusiones, que pueden ser variadas. Entre ellas:
• Reacción emotiva o sicológica desfavorable del paciente ante el
ambiente de trabajo (stress).
• Reacción negativa ante las demandas físicas causadas por:
 Postura en el sillón dental.
 Manipulaciones múltiples o prolongadas o
 Duración u horario de las citas.
• Selección del material dental.
• Interacciones medicamentosas nocivas.
• Riesgo para el paciente durante manipulaciones quirúrgicas.
• Complicaciones en la cicatrización y resultados postquirúrgicos
impredecibles.
• Riesgo de contagio para el personal profesional, asistentes, técnicos y
otros pacientes.

Los APP con significancia obligan a TOMAR DECISIONES sobre:

• Atención del paciente en la consulta o en un medio hospitalario.


• Planificación del tratamiento y su ejecución.
• Diseño de un programa específico de mantenimiento (Citas de Control).

¿Cómo se toman las decisiones para el diseño del plan de tratamiento de


los pacientes con APP?

UN APP ES DE SIGNIFICANCIA ODONTOLÓGICA CUANDO:


• Existe el riesgo de desestabilizar la enfermedad sistémica.
• Cuando existe el riesgo de un mal resultado quirúrgico.
• Existe riesgo de contagio.
• Está alterada la respuesta reparativa, capacidad inmunitaria o la
hemostasia.
• Existen alteraciones en la conducta (Psicológicas, psiquiátricas o
adicciones).

Es más importante la condición específica, particular e individual del ENFERMO,


que la enfermedad misma. La gravedad, estabilidad, la respuesta al tratamiento,
los factores condicionantes culturales, económicos y sociales de las enfermedades
son INDIVIDUALES. Influyen la edad, el sexo, aspectos afectivos y psicológicos
de CADA PACIENTE.

Según la Academia Americana de Anestesiología, los pacientes pueden ser


clasificados médicamente de la siguiente forma:

Tipo I. Pacientes sanos o con APP que no impliquen ningún riesgo en el manejo
odontológico.

Tipo II. Pacientes con APP controlados o en quienes se pueden evitar o


compensar los riesgos del tratamiento dental.

Tipo III pacientes mal controlados o con enfermedades lábiles. Cuando se carece
de toda la información y se requiere interconsulta médica o vigilancia.

Tipo IV. Pacientes que por la gravedad del padecimiento general, la alta
inestabilidad de la enfermedad, grave incapacidad motora, el nivel de riesgo al
personal médico y paciente, deben ser atendidos con soporte médico extenso, en
instalaciones o ambientes especiales.

El odontólogo debe aceptar el manejo de pacientes tipo I, II y III. Los que se


clasifiquen como IV deben ser atendidos por especialistas en Medicina Oral,
Cirujanos Maxilofaciales o aquellos cirujanos dentistas o especialistas que acepten
la responsabilidad de su manejo, pero que además tengan el conocimiento y el
apoyo multidisciplinario. Se deben identificar las enfermedades sistémicas de los
pacientes que tengan implicaciones odontológicas así como sus RIESGOS en el
manejo, partiendo del entendimiento de la enfermedad en cuestión, su etiología,
patogenia, características clínicas, manejo médico así como la implementación de
medidas compensatorias.

Cuando existen múltiples antecedentes personales patológicos, se debe


caracterizar cada enfermedad por separado, identificando lo común y particular de
cada una para indicar los exámenes complementarios necesarios y hacer las
remisiones necesarias con los especialistas médicos u odontológicos de manera
que se pueda conformar un Plan final de Manejo Médico-odontológico.

En algunos casos e indicaciones de manejo muy específicas que el profesional de


la odontología debe considerar. Por ejemplo, cuando el paciente recibe
anticoagulantes orales o es un paciente infeccioso (Hepatitis B, VIH/SIDA,
Tuberculosis, enfermedad renal, fiebre reumática y sífilis, entre otras).

Consideraciones generales en el manejo de pacientes con problemas locales


no dentales (FASE II)

La práctica odontológica contemporánea exige al profesionista competencia en el


manejo de pacientes con enfermedades sistémicas y el reconocimiento de la
influencia de estas en el desarrollo de enfermedades bucales. Es importante tener
presente que no se pueden separar los problemas locales del resto del organismo.
Los tejidos bucales se ven impactados, con diferentes grados de afectación, en
casi todos los pacientes que sufren enfermedades sistémicas, por manifestación
de la propia enfermedad en la cavidad bucal o por razones terapéuticas.
El impacto de lo anterior se fundamenta en estudios epidemiológicos realizados en
pacientes que solicitan tratamiento dental se ha observado que el 67% de las
personas que acuden a la consulta estomatológica presentan enfermedades
sistémicas con repercusión bucal.
Las lesiones de la mucosa bucal pueden ser a) manifestaciones de enfermedades
sistémicas, b) lesiones derivadas del estado físico del paciente enfermo o
manifestaciones bucales derivadas del tratamiento. Sin embargo también existen
lesiones bucales derivadas de agentes etiológicos que actúan sobre los tejidos
duros o blandos por ejemplo: carcinoma epidermoide, mucoceles, fibroma,
granuloma piógeno, etc.

Trastornos como nódulos pardos del hiperparatiroidismo, periodontitis complicada


por diabetes mellitus, leucemia, artritis reumatoide, lupus eritematoso, etc. Son
ejemplos de enfermedades sistémicas con manifestaciones en la boca.

Las lesiones que se relacionan con el estado físico del paciente enfermo, pueden
tener su causa en factores como:

• INMUNOSUPRESIÓN (por ejemplo, Candidiasis seudomembranosa aguda,


papilomas, leucoplasia pilosa, sarcoma de Kaposi, lesiones herpéticas,
Infecciones virales, micóticas y bacterianas entre otras)
• DESNUTRICIÓN (Lengua lisa, Glositis de Hunter y Queilitis angular entre
otras)
• ALTERACIONES PSIQUIÁTRICAS (lesiones facticias y úlceras
traumáticas entre otras)

Las lesiones o problemas secundarios al tratamiento de las enfermedades


sistémicas son por ejemplo: la hiposalivación, la halitosis, el agrandamiento
gingival, las reacciones de alergia, el eritema multiforme, el pénfigo, las reacciones
liquenoides, la mucositis, las úlceras aftosas, las reacciones fijas a drogas, los
trastornos de la hemostasia, las infecciones por Cándida albicans, las alteraciones
del gusto, las reacciones lupoides, pigmentaciones, neuropatías, movimientos
faciales involuntarios, dolor orofacial y mucositis por radiación.

PATOLOGÍAS BUCALES:

Las patologías bucales que se abordarán por su frecuencia en esta sección de la


Guía son las siguientes:

1.- Mucocele
2.- Hiperplasias Fibrosas:
Fibroma por irritación.
Granuloma Piógeno
Épulis Fisurado
Hiperplasia papilar inflamatoria (Estomatitis por dentadura tipo III)
3.- Papiloma
4.- Carcinoma Epidermoide
5.- Candidiasis crónica atrófica
6.- Candidiasis seudomembranosa aguda
7.- Torus Palatino
8.- Torus Mandibular
9.- Exostosis
10.- Lengua Pilosa
11.- Várices
12.- Leucodema
13.- Línea blanca de la oclusión
14.- Queratosis irritacional
15.- Morsicato Bucarum
16.- Leucoplasia
17.- Lengua geográfica (Glositis Migratoria Benigna)
18.- Úlcera traumática
19.- Quemadura química
20.- Úlceras aftosas recurrentes
21.- Queilitis angular
22.- Gingivoestomatitis Herpética Aguda
23.- Herpes Labial
24.- Lesiones herpéticas intraorales
1.- Mucocele. Es una lesión indolora, azulosa o translúcida, con aspecto de domo
que suele medir de uno a dos centímetros. Esta patología se presenta
predominantemente en la población infantil y adolescentes, antes de los 20 años
y se localiza principalmente en el labio inferior, el vientre de la lengua, el piso de
la boca, la región retromolar y el paladar blando.
Etiología: Se origina a partir de un traumatismo que rompe el conducto de una
glándula salival menor, generando la acumulación de saliva en el tejido conectivo
vecino. Una variante de este fenómeno es el Mucocele superficial, que se debe a
elevación de la presión en la parte del conducto en el epitelio superficial.
Clave para el diagnóstico: antecedentes de traumatismo, la presencia de lesión
exofítica translúcida con aspecto de domo en la mucosa bucal, de rápida
aparición.
Tratamiento: extirpación quirúrgica que incluya la glándula salival menor dañada.

Para ampliar esta información consulte las siguientes ligas dentro de la carpeta
“Referencias documentales electrónicas”.

• Dermatology Online Journal. Contents. Volume 16 Number 7, July 2010.


Department of Orthodontics and Pediatric Dentistry Clinic at the State
University of São Paulo, São José dos Campos Dental School - UNESP -
Brazil
• Surgical removal of mucocele from the lower lip by Anders Nattestad at the Arthur
A. Dugoni School of Dentistry at the University of the Pacific in San Francisco.
Recuperado el 1 de noviembre del 2012.

2.- Hiperplasias Fibrosas: Existen 4 tipos:

2.1. Fibroma por irritación


2.2. Granuloma Piógeno
2.3. Épulis Fisurado
2.4. Hiperplasia papilar inflamatoria (Estomatitis por dentadura tipo III)

2.1. Fibroma por irritación o hiperplasia fibrosa. Es una lesión exofítica reactiva
de base ancha, indolora, del color de la mucosa o a veces más pálida. Suele
presentarse en los bordes de la lengua, labio inferior o carrillo, teniendo un
crecimiento autolimitado ya que no excede a 1 o 2 cms. Carece de potencial
maligno.
Etiología: trauma crónico.
Clave para el diagnóstico: lesión del mismo color de la mucosa.
Tratamiento: extirpación quirúrgica.

Para ampliar esta información, consulte la siguiente liga dentro de la carpeta


“Referencias documentales electrónicas”.
• Video com sequencia técnica de remoção de um fibroma intrabucal na
disciplina de Estomatologia da UFPR. Universidad federal de Paraná.
Consultado el 28 de octubre del 2102.

2.2. Granuloma Piógeno. Se caracteriza por ser una masa de coloración rojiza,
indolora, pedunculada o sésil, lisa, lobulada o verrucosa, que tiende a ulcerarse y
sangrar con facilidad. Su crecimiento es limitado, pues usualmente llega a medir 1
ó 2 cm. Generalmente se presenta en las encías, lengua, labios y carrillos. Tienen
predilección por las mujeres y a menudo aparecen durante el embarazo.
Etiología: trauma crónico, placa dentobacteriana.
Clave para el diagnóstico: lesión rojiza generalmente ubicada en las encías, que
sangra fácilmente.
Tratamiento: extirpación quirúrgica y eliminación de irritantes locales y control de
PDB.

Para ampliar esta información, consulte la siguiente liga dentro de la carpeta


“Referencias documentales electrónicas”.

• Estudio retrospectivo del año 2002 al 2006 prevalencia de granuloma


piógeno, granuloma periférico de células gigantes y fibroma cemento-
osificante periférico.

2.3. Epulis Fisurado. Se manifiesta como pliegues o rodetes indoloros de tejido


blando del color de la mucosa, que crece despacio en la medida en que se atrofia
el hueso de soporte, o se desajusta la prótesis, traumatizando la mucosa bucal. El
trauma crónico induce esta lesión reactiva de tejido fibroso alrededor de la
prótesis, en la zona vestibular del proceso alveolar.
Etiología: Hiperplasia fibrosa inducida por prótesis dental removible parcial o total,
mal ajustada.
Clave para el diagnóstico: prótesis total o parcial removibles que traumatiza los
tejidos.
Tratamiento: extirpación del tejido exuberante y elaborar nueva prótesis.

2.4. Hiperplasia papilar inflamatoria (Estomatitis por dentadura tipo III). Se


caracteriza por múltiples proyecciones papilares, eritematosas, que se presentan
en el paladar duro de algunos portadores de prótesis parciales o totales. Puede
acompañarse de Estomatitis por Prótesis Tipo II y/o Queilitis angular. Cuando se
presenta este padecimiento, la mucosa adquiere un aspecto rojo aterciopelado,
que sangra con facilidad. Pueden ser lesiones nodulares de 3 mm. de diámetro o
más, indoloras, blandas, que pueden tornarse fibrosas y pálidas.
Etiología: El agente causal más importante es la Cándida albicans en forma de
levaduras adheridas a la superficie porosa de las prótesis, aunado a defectos de
construcción del aparato o de ajuste, falta de higiene o uso prolongado.
Clave para el diagnóstico: proyecciones papilares eritematosas en paladar duro
debajo de una prótesis removible o total en mal estado.
Tratamiento: emplear antimicóticos tópicos, retirar las prótesis por las noches y
tratarlas también con antimicóticos. Si fuera necesario, extirpar las lesiones
quirúrgicamente, elaborar nuevas prótesis y mantener una higiene impecable.

Para ampliar la información relacionada con, hiperplasia, leucoplasia y displasia,


consulte la siguiente liga dentro de la carpeta “Referencias documentales
electrónicas”:

• J.Philip Sapp, Lewis R. Eversole, George P. Wysocki. Patología Oral y


Maxilofacial Contemporánea. Madrid España. Mosby. Pág.: 174-182.
• DEFINITIVO\Archivos definitivos Guia 2\Liga29.pdf

3.- Papiloma. Es una neoplasia benigna de epitelio, al parecer de origen viral sésil
o pediculada, con aspecto de coliflor (digitiforme), que puede medir desde unos
milímetros hasta uno o dos centímetros. Usualmente se presenta en la lengua,
mucosa labial, paladar, encía o úvula. Es indolora y si se somete a fricción
adquiere aspecto blanquecino. Hay controversia sobre su etiología, pues para
algunos autores la falta de evidencia de la presencia viral es indicativa de la lesión,
mientras que otros piensan que la baja carga viral puede dificultar su
identificación.
Etiología: (Virus del papiloma humano VHP),
Clave para el diagnóstico: lesión con aspecto de coliflor de 1 o 2 cms.
Tratamiento: extirpación quirúrgica.

4.- Carcinoma Epidermoide. Es la neoplasia maligna más común de la mucosa


bucal (el 90 %) siendo más frecuente en hombres, mayores de 40 años. Suele
identificarse comúnmente en labio inferior, el borde lateral o posterior de la lengua
y el piso de boca, aunque también se observa aunque con menos frecuencia en la
encía, el paladar, las amígdalas, el labio superior, los carrillos o la úvula. Las
manifestaciones tempranas de esta patología bucal son: engrosamiento,
induración, superficie irregular de la mucosa, cambio de color (leucoplasia o
eritroplasia) y ulceración. Entre las manifestaciones tardías en cambio, se
encuentran la úlcera crateriforme de bordes irregulares e indurados o masas
fungosas, dolor, parestesia, invasión a ganglios regionales o metástasis a
distancia.
Etiología: tabaquismo y alcoholismo además de radiaciones solares en la piel,
algunas deficiencias nutricionales y virus papiloma humano (VPH).
Clave para el diagnóstico: úlcera que tenga más de dos semanas de duración
cambio de color o textura de la mucosa, dolor y parestesia sin causa aparente.
Tratamiento: cirugía y radioterapia. Las complicaciones del tratamiento son:
fibrosis, trismus, fragilidad capilar, tendencia a necrosis y osteorradionecrosis,
disminución de la permeabilidad vascular, mucositis, propensión a caries,
hiposalivación y xerostomía.

Para ampliar la información de neoplasias, consulte la siguiente liga dentro de la


carpeta “Referencias documentales electrónicas”
:
• J.Philip Sapp, Lewis R. Eversole, George P. Wysocki. Patología Oral y
Maxilofacial Contemporánea. Madrid España. Mosby. Pág.: 305-307
• DEFINITIVO\Archivos definitivos Guia 2\Liga30.pdf

5.- Candidiasis crónica atrófica asociado a prótesis. (estomatitis por


dentadura o subprótesis. Es una inflamación difusa de la mucosa bucal,
localizada debajo de una prótesis, guardas o retenedores de ortodoncia. La
mucosa se ve adelgazada, lisa de color rojo brillante con áreas de erosión y
petequias debido a adelgazamiento del epitelio. Puede ser puntiforme (tipo I) o
abarcar la totalidad de la superficie sobre la que descansa la prótesis (tipo II), ser
asintomática o ardorosa. A veces se acompaña de queilitis angular y/o de
hiperplasia papilar inflamatoria.
Etiología: Es una infección causada por Cándida Albicans favorecida por el uso
de una prótesis mal ajustada.
Clave para el diagnóstico: eritema debajo de una prótesis.
Tratamiento: Antifúngicos y elaborar una nueva prótesis. El paciente debe
mantener una higiene impecable de sus prótesis.

6.- Candidiasis seudomembranosa aguda. Es una infección micótica aguda que


produce placas blanquecinas con aspecto de leche cuajada. La seudomembrana
se desprende la frotarla, dejando una superficie sangrante. Las lesiones aparecen
en cualquier sitio de la cavidad bucal, generalmente son asintomáticas, pero
pueden llegar a producir ardor.
Etiología: Cándida albicans. Los factores predisponentes a este padecimiento
son: uso prolongado de antibióticos o inmunosupresores, niños y ancianos
debilitados, enfermos de SIDA, diabetes, leucemia o linfoma.
Clave para el diagnóstico: lesiones blancas con aspecto de leche cuajada.
Tratamiento: antimicóticos y la corrección de los factores predisponentes.

Para ampliar la información sobre candidiasis orales, consulte la siguiente liga


dentro de la carpeta “Referencias documentales electrónicas”.
• Revista Iberoamericana de Micología, 2002; 19: 17-21 17. Candidiasis
orales. José Manuel Aguirre Urizar. Medicina Bucal, Departamento de
Estomatología, Facultad de Medicina y Odontología, Universidad del País
Vasco, Bilbao, España.

7.- Torus Palatino. Es una masa ósea nodular y sésil que surge de la línea media
del paladar duro y sigue un patrón de herencia simple, es más frecuente en la raza
negra y grupos asiáticos, siendo dos veces más frecuente en mujeres. Se
presenta en la segunda o tercera década de la vida (aparece después de la
pubertad), crece lenta y simétricamente a lo largo de la línea media del paladar y
es asintomático. Puede ser nodular, fusiforme, lobular o plano. En una radiografía
se aprecia como una masa radiopaca difusa.
Etiología: es genética.
Clave para el diagnóstico: lesión exofítica ósea en la línea media del paladar.
Tratamiento: no requiere a menos que vaya a realizarse una prótesis y obstruya
su construcción.

8.- Torus Mandibular. Es una lesión ósea exofítica que emerge a lo largo de la
cara lingual de la mandíbula, arriba del músculo milohioideo, como nódulos
solitarios o múltiples, a menudo confluyentes que aparecen a nivel de los
premolares en la segunda o tercera década de vida. Son asintomáticos, crecen
lentamente y pueden ser uni o bilaterales. No tienen predilección por sexo, se
desarrolla Etiología: factores genéticos y ambientales.
La clave para el diagnóstico: lesión exofítica ósea en la cara interna de la
mandíbula a nivel de premolares.
Tratamiento: no requiere a menos que vaya a realizarse una prótesis y obstruya
su construcción.

9.- Exostosis. Son excrecencias óseas múltiples o únicas menos frecuentes que
los torus que se manifiestan como nódulos asintomáticos situados a lo largo del
proceso alveolar vestibular o bucal, ubicándose frecuentemente en la parte
posterior de los maxilares. La superficie muestra un contorno liso y redondo.
Etiología: Se desconoce su causa aunque se ha identificado una relación con el
estrés oclusivo anormal de las áreas dañadas.
Clave para el diagnóstico: lesión exofítica ósea en la línea media del paladar.
Tratamiento: no requiere a menos que vaya a realizarse una prótesis y obstruya
su construcción.

10.- Lengua Pilosa. La lengua pilosa se caracteriza por el agrandamiento


asintomático de las papilas filiformes por falta de descamación. Las papilas
pueden teñirse con café o tabaco u otros alimentos. Si están muy elongadas
producen náuseas.
Etiología: falta de cepillado del dorso de la lengua, el consumo de tabaco y el uso
prolongado de antibióticos.
Clave para el diagnóstico: papilas filiformes elongadas.
Tratamiento: cepillado de la lengua o la extirpación quirúrgica.

11.- Várices. Se caracteriza por la dilatación vascular anormal inocua, con


aspectos de racimos de uva o perdigones, que se presenta en el vientre de la
lengua o en el labio inferior de adultos mayores expuestos al sol. Generalmente
son azules, al comprimirlas se blanquean y rara vez se produce trombosis en
ellas.
Etiología: es un trastorno asociado a la edad.
Clave para el diagnóstico: la edad del paciente y venas tortuosas en el vientre
de la lengua.
Tratamiento: No requieren tratamiento, a menos que estén expuestas al trauma o
estéticamente incomoden al paciente.

12.- Leucoedema. Es una alteración blanco opalescente o blanco grisácea que se


ubica frecuentemente en los carrillos, paladar blando y mucosa labial y que al
estirar los tejidos, desaparece. Es asintomático y simétrico. Se ha encontrado una
incidencia mayor de esta patología en las personas morenas y de raza negra.
Etiología: Se relaciona con falta de higiene bucal y patrones de masticación
anormal.
Clave para el diagnóstico: el color blanquecino desaparece al estirar los tejidos.
Tratamiento: No requiere, se considera una variación de lo normal.

13.- Línea blanca de la oclusión. Es una alteración caracterizada por el


engrosamiento de la mucosa bucal a nivel del plano de oclusión. Se extiende a lo
largo de los carrillos, desde las comisuras hasta la parte posterior de los molares.
Etiología: mordisqueo crónico, sobre mordida horizontal. Se observa
frecuentemente en los pacientes obesos.
Clave para el diagnóstico: una línea blanca en los carrillos de la comisura al área
de molares.
Tratamiento: no requiere a menos que sea por mordisqueo en cuyo caso habrá
que educar al paciente para erradicar el mal hábito.

14.- Queratosis irritacional. Es una lesión blanca queratósica reactiva, asociada


a trauma crónico, como el producido por el mordisqueo de la mucosa, la erupción
de terceros molares, restos radiculares o prótesis generalmente mide de mm a 1
cm. Tiene buen pronóstico porque no muestra transformación maligna.
Etiología: trauma crónico de baja intensidad.
Clave para el diagnóstico: identificar el trauma y su correspondencia con la
lesión.
Tratamiento: eliminar el trauma.
15.- Morsicato Bucarum. Es una lesión facticia producida por mordisqueo crónico
autoinflingido. La mucosa se observa erosionada y “desflecada”, en los sitios
donde puede quedar atrapada entre los dientes. Las lesiones pueden producirse
de manera consciente, habitual o accidental. Pueden presentarse a lo largo de la
línea de oclusión o cara interna de los labios y el tratamiento es básicamente
evitar el hábito.
Etiología: el mordisqueo crónico.
La clave para el diagnóstico: reconocer la causa. La mucosa muestra áreas de
erosión alternando con áreas sanas o queratósicas.
Tratamiento: evitar al hábito.

16.- Leucoplasia. Es una lesión cancerizable que se manifiesta como una


mancha o parche blanco, que al frotarlo no desaparece y que no corresponde con
el resto de lesiones blancas de la mucosa bucal. Es un diagnóstico clínico
empleado transitoriamente mientras se obtienen los resultados de una biopsia. Se
presenta en mayores de 50 años, más frecuentemente en sujetos de sexo
masculino. De manera inicial no se muestran cambios palpables, pero al
evolucionar las lesiones se tornan ásperas, rugosas y verrucosas. Se ubican
comúnmente en la lengua, piso de boca, labio inferior, comisuras, paladar, fondo
de saco, proceso alveolar, área retromolar y carrillos. Al tomar una biopsia son
lesiones malignas entre un 3 a 8%. Si no se eliminan sufren transformación
maligna de 1.4 a 6%. Los cambios histológicos de la leucoplasia son:
hiperqueratosis con orto o paraqueratosis, acantosis, displasia, carcinoma in situ y
carcinoma epidermoide invasor. Estas lesiones se clasifican en: homogénea,
moteada, reversible e irreversible.
Etiología: tabaco, alcohol, Cándida albicans, irritantes locales, sífilis, galvanismo y
el VPH
Clave para el diagnóstico: lesión blanca queratósica en la que no se identifica un
agente etiológico local y que hace sospechar la posibilidad de cáncer.
Tratamiento: eliminar los agentes causales (tabaco, alcohol), mantener en
observación la lesión (una o dos semanas) y si no se muestran cambios, debe
eliminarse y hacer un diagnóstico histológico, vigilando periódicamente al
paciente.

Para ampliar la información relacionada con hiperplasia, leucoplasia, y displasia,


consulte la siguiente liga: Liga 29. J.Philip Sapp, Lewis R. Eversole, George P.
Wysocki. Patología Oral y Maxilofacial Contemporánea. Madrid España. Mosby.
Pág.: 174-182.
DEFINITIVO\Archivos definitivos Guia 2\Liga29.pdf

17.- Lengua geográfica (Glositis Migratoria Benigna. Es una lesión de etiología


desconocida que se presenta en el dorso de la lengua, caracterizada por áreas
carentes de papilas filiformes, rodeadas de un halo blanco correspondiente a
dichas papilas. Las lesiones curan y cambian de lugar (glositis migratoria benigna)
y puede acompañarse de ardor. Es común observarla en pacientes con lengua
fisurada.
Etiología: desconocida.
Clave para el diagnóstico: parches o áreas depalidadas en el dorso de la lengua
que cambian de lugar.
Tratamiento: educación al paciente, evitar alimentos irritantes.

18.- Úlcera traumática. Es la úlcera más frecuente de la mucosa bucal. Deriva de


un trauma intenso y súbito, como mordeduras, restos radiculares, hábitos nocivos,
prótesis mal ajustadas, etc. La Historia Clínica es clave para el diagnóstico y el
tratamiento es generalmente paliativo.
Etiología: trauma súbito e intenso.
La clave para el diagnóstico: la historia clínica.
Tratamiento: frecuentemente paliativo para casos serios se requiere suturar.

19.- Quemadura química. Lesión blanca seudomembranosa que se produce por


el contacto prolongado de la mucosa bucal con substancias ácidas o cáusticas,
como ASA, eugenol, fenol, alcohol, etc. El epitelio se esfacela y deja una
superficie sangrante y dolorosa.
Etiología: sustancia química ácida o alcalina.
La clave para el diagnóstico: historia clínica.
Tratamiento: generalmente paliativo.

20.- Úlceras aftosas recurrentes. Estas úlceras pueden ser solitarias o


múltiples, recurrentes, producidas por una reacción de inmunitaria que destruye el
epitelio de la mucosa bucal. Estas úlceras afectan entre el 20 y 40% de la
población, en intervalos de presentación variables. Parecen ser más frecuentes en
mujeres y aparecer entre los 10 y 30 años. Inician como una erosión única o
múltiple, en grupos de 6 a 10 úlceras, en mucosa no unida al periostio. Se cubren
de una membrana blanco grisácea (fibrina), rodeadas de un halo eritematoso. Son
muy dolorosas y pueden acompañarse de fiebre, edema, parestesia,
linfadenopatía, malestar. Se curan de 7 a 14 días. Las úlceras aftosas se clasifican
en:

• Menores: Miden menos de 1 centímetro.


• Mayores: Miden más de un centímetro de diámetro. Son profundas y dejan
cicatriz
• Herpetiformes: Son puntiformes, se presentan en racimos de hasta 100
úlceras.
• Asociadas al Síndrome de Behćet.
Etiología: vasculitis, citotoxicidad (CD4) y parece existir tendencia familiar
(antígenos de histocompatibilidad HLA-DR) Los factores predisponentes son:
trauma, alteraciones endocrinas, alergia, fiebre, exposición al sol y al cambio de
temperatura.
Clave para el diagnóstico: úlceras de reciente aparición en mucosa bucal móvil,
no unida al periostio.
Tratamiento: paliativo: anestésicos tópicos, esteroides tópicos, gel de aluminio,
geles protectores de la mucosa bucal, clorhexidina.

21.- Queilitis angular. Se presenta a cualquier edad, en portadores de prótesis


totales o parciales que sufren de infecciones crónicas por Cándida albicans
(Estomatitis por Prótesis I, II o III). Se manifiesta como fisuras superficiales en las
comisuras bucales, con resequedad y ardor. El tejido está macerado y se ulcera
sin sangrar. Las fisuras se cubren de costras de fibrina. Las lesiones suelen
detenerse en la unión mucocutánea.
Etiología: Cándida albicans, estreptococos, estafilococos, pérdida de la dimensión
vertical o sobrecierre de los maxilares.
Clave para el diagnóstico: fisuras indoloras en las comisuras labiales.
Tratamiento: corregir la causa (aumento de la dimensión vertical) y aplicar
antimicóticos y/o antibióticos tópicos.

22.- Gingivoestomatitis Herpética Aguda. Infección primaria causada por VHS


Tipo 1 que afecta generalmente a niños (aproximadamente a los 5 años) pero
puede presentarse también en adultos no expuestos anteriormente al
microorganismo o enfermos inmunodeprimidos. Se caracteriza por un eritema
difuso de la mucosa bucal, seguido de la aparición de vesículas que se rompen y
dejan úlceras dolorosas, agrandamiento y sangrado de las encías, linfadenopatía,
fiebre, sialorrea y malestar. Su duración fluctúa entre 7 y 14 días.
Etiología: VHS Tipo 1.
Clave para el diagnóstico: vesículas que se rompen y dejan úlceras dolorosas en
toda la mucosa bucal acompañadas de agrandamiento y sangrado de las encías.
Tratamiento: en etapas tempranas prescripción de Aciclovir, 200 mg VO 5 veces
al día, por 10 días. En niños la dosis es de 600 mg/m2. En pacientes
inmunocomprometidos es de 800 mg 5 veces al día VO, por 10 días. También
debe prescribirse analgésicos y antipiréticos, dieta blanda y abundantes líquidos,
anestésicos tópicos, jarabe de difenhidramina y gel de aluminio.

23.- Herpes Labial. Son lesiones vesiculares secundarias y recidivantes,


producidas por el VHS tipo 1, que aparecen en los labios; las lesiones van
precedidas de la sensación de tirantez, ardor o prurito. Las vesículas son
pequeñas y múltiples, dispuestas en racimos. Al romperse dejan una úlcera
cubierta con una costra. El herpes labial dura de 7 a 14 días.
Etiología: virus VHS tipo 1. Los factores predisponentes del herpes labial son:
exposición al sol, fiebre, baja de las defensas, menstruación y cambios de
temperatura.
Clave para el diagnóstico: vesículas pequeñas que ulceran y se presentan en los
labios. Son recurrentes.
Tratamiento: Curan sin tratamiento, pueden prescribirse paliativos.

24.- Lesiones herpéticas intraorales. Son lesiones secundarias recurrentes,


producidas por el VHS Tipo 1. Se presentan como vesículas pequeñas y múltiples
que se rompen y coalescen formando unas úlceras irregulares y muy dolorosas en
encías y paladar duro.
Etiología: virus VHS tipo 1. Los factores predisponentes del herpes labial son:
exposición al sol, fiebre, baja de las defensas, menstruación y cambios de
temperatura.
La clave para el diagnóstico: son úlceras que se presentan en mucosa unida a
periostio (encías o paladar duro).
Tratamiento: Curan sin tratamiento, pueden prescribirse paliativos.

EL DOLOR

El clínico se enfrenta con frecuencia a pacientes con dolor sin manifestaciones


clínicas obvias que lo justifiquen. El dolor es una experiencia sensorial
generalmente desagradable que siempre se acompaña de una respuesta
emocional subjetiva; cuando el dolor es agudo va acompañado de ansiedad,
cuando es crónico, de depresión. Para hacer el diagnóstico diferencial de los
distintos cuadros de dolor es recomendable identificar los siguientes tipos:

1. Dolor extracraneal. En este se incluye el dolor originado en la boca


(infecciones, traumatismos, caries), oídos, senos nasales y paranasales,
amígdalas, ojos, nariz, etc. Es el primer grupo que por su frecuencia debe
abordarse en busca del origen del dolor, es fácil de identificar por ser
accesible en la exploración, si la causa no se encuentra en la boca debe
remitirse al especialista.
2. Dolor intracraneal. Se origina en estructuras dentro del cráneo (sistema
nervioso central) por lesiones como: neoplasias, hemorragias, infecciones, etc.
Por el impacto que tiene en la vida de los pacientes debe explorarse en
segundo término. El dolor suele acompañarse de manifestaciones con
alucinaciones auditivas, visuales u olfatorias, pérdida de la consciencia,
relajación de esfínteres, convulsiones, cambios de personalidad, etc. Ante la
sospecha de dolor de este origen remitir al especialista.

3. Dolor muscular.- como su nombre lo dice se origina en los músculos, cuando


el cuadro es agudo suele deberse a desgarres, estiramientos como ocurre
durante accidentes automovilísticos. En otros casos se asocia a enfermedades
autoinmunes como la dermatomiositis y las miopatías. Hay dos entidades
relevantes por la frecuencia en que se presentan: a) Síndrome miofacial
doloroso y b) Fibromialgia.

a) Síndrome Miofacial doloroso.- suele presentarse en mujeres


aprehensivas alrededor de los 30 años y muy frecuentemente durante y
después de la menopausia. En los últimos años se ha observado con
frecuencia en poblaciones más jóvenes. Se origina por bruxismo y un
sobre carga muscular. Se caracteriza por dolor sordo en banda, en el
cuello, la espalda, los músculos masticadores, del cráneo, y a veces en
músculos de las extremidades. Se observan áreas gatillo donde al
ejercer presión digital se dispara el dolor hacia zonas distantes de la
presión. En casos agudos el tratamiento consiste en la prescripción de
ansiolíticos y relajantes musculares para posteriormente colocar una
guarda oclusal relajante. Es recomendable la aplicación de calor
húmedo, ejercicio de bajo impacto, acupuntura y la educación al
paciente respecto a la autorregulación emocional con respecto al
estrés, ya que en casos crónicos se acompaña de depresión.

b) Fibromialgia.- Suele presentarse en mujeres entre los 20 y los 50


años, con depresión o alguna otra enfermedad subyacente no
identificada. Habitualmente se confunde con otros padecimientos sin
embargo existen 18 puntos sensibles en cuello, tórax, espalda y
extremidades claramente identificados, a partir de los cuales se puede
establecer el diagnóstico, si al ejercer presión sobre los mismos se
identifican 11, y no se refiere el dolor hacia sitios distantes. Se define
como el conjunto de síntomas y trastornos musculo-esqueléticos que se
caracterizan por cansancio, dolor persistente, rigidez muscular y de
tendones y síntomas psicológicos como dificultad para dormir, rigidez
matutina, dolor de cabeza, problemas de pensamiento y memoria, que
impiden el funcionamiento rutinario de la persona. El tratamiento debe
ser multidisciplinario, pues intervienen reumatólogos, internistas y
profesionales de la salud mental, prescribiendo por lo general,
ansiolíticos, antidepresivos, anticonvulsivantes y actividad física de bajo
impacto.
Para ampliar esta información consulte la siguiente liga dentro de la carpeta
“Referencias documentales electrónicas”.

• Síndrome Miofacial doloroso. Dr. Gabriel F. Paredes Farrera. Médico


auxiliar de Cirugía Maxilofacial adscrito al Hospital General de México. Dr.
José Espinosa Fernández. Médico adscrito a Cirugía Maxilofacial del
Hospital General de México. Revista Intramed, 2008.

4. Dolor articular. Suele presentarse en mujeres alrededor de los 30 años. La


articulación temporomandibular suele ser causa de dolor cuando se ve
afectada por desplazamientos internos del disco, artritis reumatoide, fracturas,
luxaciones, artrosis, enfermedades autoinmunitarias que se manifiestan con
ruidos articulares (chasquido y crepitación), inflamación o trabazón
(incapacidad para abrir o cerrar la boca). Los pacientes suelen identificar el
punto de origen del dolor. Por su frecuencia vale la pena distinguir los
siguientes cuadros:

a) Desplazamiento anterior del disco articular con autorreducción:


Es más frecuente en las mujeres y se caracteriza por dolor durante el
movimiento de apertura bucal. El paciente suele hacer un
movimiento de lateralidad para destrabarse, generándose un
chasquido y con ello la posibilidad de apertura total. La causa se
asocia al bruxismo. El tratamiento es quirúrgico (artrocentesis) y
corrección de factores etiológicos concomitantes como el bruxismo,
por lo tanto la colocación de guarda oclusal y corrección de
trastornos oclusales es conveniente.
b) Desplazamiento anterior del disco articular sin autorreducción:
Es más frecuente en las mujeres y ser caracteriza por las siguiente
secuencia: el paciente abre la boca, tiene trabazón con dolor y no
puede tener una apertura mayor porque el disco articular se desplaza
por delante del cóndilo impidiendo el movimiento. No hay ruidos
articulares aunque el paciente suele referir que en el pasado
existieron. El tratamiento es quirúrgico.

c) Osteoartrosis: Se asocia a la edad y se caracteriza por crepitación y


limitación de la apertura bucal. Puede haber perforación del disco
articular y remodelación de las superficies óseas. En función de la
edad y la gravedad el tratamiento puede ser farmacológico o
quirúrgico.
5. Dolor vascular. Se caracteriza por ser pulsátil, puede observarse asociado a
enfermedades inmunitarias como la poliarteritis nodosa, la migraña, la migraña
en racimo entre otras.
Por su frecuencia, vale la pena destacar la migraña.

Migraña: es una causa frecuente de cefalea, que se desencadena por estrés, el


consumo de café y/o la menstruación, que afecta hasta un 10% de la población.
Es más frecuente en el sexo femenino e inicia en la adolescencia. La fuente de
dolor suele estar en las arterias subaracnoideas que sufren un cuadro de
vasoconstricción (que genera el aura) seguido de vasodilatación, se ha sugerido
una depresión cortical y la liberación de mediadores químicos productores de
dolor. Inicia con un aura visual u hormigueo en la lengua y en los labios, seguido
de cefalea palpitante intensa, a menudo unilateral que se acompaña de fotofobia y
en ocasiones de náuseas y vómitos. Este trastorno es incapacitante e
impredecible en su presentación. El tratamiento de la crisis aguda es con
antinflamatorios no esteroideos, triptanes (sumatripan) ergotamina. Para evitar su
presentación se emplean betabloqueadores, antidepresivos, anticonvulsivantes y
bloqueadores de los canales de calcio.

6. Dolor neurálgico paroxístico. Este tipo de dolor se caracteriza por tener la


cualidad de ser catalogado como descarga o choque eléctrico, suele ser de
poca duración y gran intensidad, con un periodo refractario entre cada crisis.
Sigue el trayecto de las estructuras nerviosas y tiene puntos gatillo que al
estimularlos provocan el dolor a lo largo de las mismas. Hay varios tipos de
neuralgias, la más común es la del trigémino, existiendo también la
glosofaríngea y la occipital. Describiremos la primera.

a) Neuralgia del trigémino: Es más frecuente en hombres y suele


observarse después de los 50 años y afectar una o varias ramas del
V par craneal. La etiología no es del todo entendida frecuentemente
se asocia a compresión vascular. Casi siempre es unilateral.
Provocando una gran ansiedad y depresión en los pacientes que lo
sufren. El dolor es paroxístico y desencadenado al menor estímulo
de las zonas gatillo afectando el ojo, nariz, labios, lengua y
estructuras bucales según la rama afectada. Tratamiento: es
farmacológico inicialmente empleándose anticonvulsivantes como
carbamazepina, fenitoina, gabapentina y otros medicamentos como
baclofeno o clonazepan. Los casos resistentes a la terapia
farmacológica son tratados con procedimientos quirúrgicos.

7. Dolor causálgico.- es debido a daño en la estructura nerviosa que se


presenta por causas distintas, destacando la diabetes mal controlada, la
infección por herpes zoster, traumatismos (extracción de terceros molares
inferiores) o a veces por causas idiopáticas. Se caracteriza por ardor o
sensación de quemadura constante. En la boca un ejemplo importante de este
grupo lo observamos en el síndrome de boca ardorosa que se describe a
continuación:

Síndrome de la boca ardorosa: se observa en mujeres de mediana edad,


alrededor de la menopausia. Se caracteriza por una sensación ardorosa en la
lengua, labio inferior y paladar, aunque otros sitios de la boca podrían verse
también afectados. No existe ningún indicio de daño tisular. El ardor suele
presentarse al despertar, se incrementa a lo largo del día pero no impide conciliar
el sueño. Suele agravarse con alimentos calientes, picantes o ácidos. A veces se
acompaña de sabor amargo o metálico. Se asocia a depresión, ansiedad o
situación vital estresante. La obsesión de los síntomas puede dominar la vida del
paciente, quien inicia una búsqueda constante de tratamiento por distintos
especialistas, en ocasiones mejora con tratamiento antidepresivo. El tratamiento
puede incluir antidepresivos, ansiolíticos, el manejo de la depresión y una vida
saludable que incluya la activación física.

8. Dolor de tipo psicogénico.- debe ser el último en ser descartado, se


caracteriza por no seguir patrones anatómicos en su distribución, no hay
evidencia de daño tisular, y existe un fondo psiquiátrico que lo genera, por
ejemplo el síndrome de Münchhausen, la esquizofrenia, trastornos mentales,
etc.

2.2 CONSENTIMIENTO INFORMADO


OBTIENE EL CONSENTIMIENTO INFORMADO ANTES DE EFECTUAR
CUALQUIER ACTO TERAPÉUTICO

En este apartado se abordará un tema sumamente relevante que es el derecho


del paciente a otorgar su consentimiento una vez que ha sido informado sobre el
plan de tratamiento propuesto (consentimiento informado)

El consentimiento informado es el procedimiento mediante el cual el paciente


expresa voluntariamente y por escrito, su intención de participar en el tratamiento
propuesto por el odontólogo, después de haber comprendido la información que
se le ha dado, acerca de los objetivos del mismo, los beneficios, las molestias, los
posibles riesgos y las alternativas, así como sus derechos y responsabilidades.
En caso de que el paciente sea menor de edad o incapaz de dar su
consentimiento, éste será otorgado por los padres o representantes legales,
siempre de forma escrita y después de haber comprendido la información.
El consentimiento informado debe redactarse en castellano, en lenguaje sencillo,
práctico, comprensible y evitando preferentemente el empleo de términos técnicos
y científicos, para asegurar la comprensión de la información que se brinda. Debe
contener el objetivo, los posibles riesgos y beneficios, procedimientos, alternativas
y posibilidades de suspender el tratamiento, además del número de teléfono del
odontólogo para contactarlo.

El paciente o su representante legal podrán revocar el consentimiento brindado en


cualquier momento, sin expresión de causas, y sin que por ello se derive para él
responsabilidad ni perjuicio alguno.

Para ampliar esta información, consulte las siguientes ligas dentro de la carpeta
“Referencias documentales electrónicas”

• NORMA Oficial Mexicana NOM-024-SSA3-2010, DIARIO OFICIAL del


miércoles 8 de septiembre de 2010. En este documento se establecen los
objetivos funcionales y funcionalidades que deberán observar los productos
de Sistemas de Expediente Clínico Electrónico para garantizar la
interoperabilidad, procesamiento, interpretación, confidencialidad, seguridad
y uso de estándares y catálogos de la información de los registros
electrónicos en salud.

• La realización del llenado del consentimiento informado.

2.3 LIMITACIONES Y ALCANCES

DETERMINAR SI LAS NECESIDADES ODONTOLÓGICAS DEL PACIENTE


EXCEDEN LA CAPACIDAD DE BRINDAR LA ATENCIÓN POR EL
ODONTÓLOGO DE PRÁCTICA GENERAL.

Por razones éticas, de calidad de la atención y de conveniencia para el paciente,


es indispensable tomar consciencia de las limitaciones y alcances de las
habilidades y destrezas del odontólogo de práctica general, por lo que el plan de
tratamiento debe establecer el alcance de la intervención del odontólogo de
práctica general y la que debe ser asumida por los especialistas correspondientes
al diagnóstico realizado.

Algunos ejemplos de condiciones que deben considerarse para remisión al


especialista, por área, se mencionan a continuación:
• Endodoncia: Conductos obliterados, cálculos pulpares, anomalías de
forma o número de conductos.
• Periodoncia: Periodontitis de modera a severa, movilidad generalizada,
bolsas periodontales profundas, sangrados y/o infecciones periodontales
generalizadas o crónicas, cirugías periodontales o implantes.
• Prostodoncia: Rehabilitaciones completas o complejas, ajustes oclusales o
rehabilitaciones sobre implantes.
• Cirugía maxilofacial: Dientes incluidos, lesiones en maxilares,
traumatismos craneofacilaes o cirugía ortognática.
• Odontopediatría: Tratamiento de paciente de difícil manejo conductual o
sistémico, rehabilitaciones extensas o tratamientos pulpares en dentición
primaria.
• Ortodoncia: Maloclusiones, problemas o alteraciones de crecimiento óseo
de maxilares.
• Medicina Bucal: Lesiones sospechosas, estomatitis, lesiones por
enfermedades autoinmunes, infecciones bucales virales, bacterianas y
micóticas, manejo de pacientes con problemas médicos que ameriten
hospitalización.
• Histopatología: Interpretación de biopsias, citología exfoliativa y estudios
inmunohistoquímicos.
• Articulación temporomandibular: Disfunciones articulares, luxaciones,
subluxaciones, traumatismos, etc.

2.4 CANALIZACIONES
REFERENCIA AL PACIENTE CON EL ESPECIALISTA DEL ÁREA
ODONTOLÓGICA

Habrá condiciones del paciente que requieran de manera integrada tratamientos


especializados por lo cual usted tendrá que tomar en cuenta realizar una o varias
interconsultas o remisiones odontológicas. La derivación o interconsulta es el acto
de remitir a un paciente a otro profesional del área odontológica para ofrecerle una
atención complementaria tanto para su diagnóstico o tratamiento.

La derivación es un procedimiento que implica a tres partes distintas: el


odontólogo general, el paciente y el odontólogo especialista. Las razones que
llevan a la derivación y lo que se espera de ella, debe ser compartido por todos los
implicados. Desde el lado profesional, odontólogos generales y especialistas
deben consensuar mecanismos de derivación para mejorar la coordinación entre
ambos y garanticen la calidad de la atención.
Cuando usted determine realizar una interconsulta o referencia es recomendable
hacerlo por escrito, indicando el motivo de la remisión y datos personales del
paciente, además de datos relevantes en el expediente clínico. Pudieran
adjuntarse estudios complementarios, como modelos, fotografías clínicas,
radiografías que se relacionen con el motivo de la interconsulta. Debe hacerse por
escrito y agregar los datos de quien refiere.

Otra forma de realizar la interconsulta es directamente, cuando se cuenta en el


lugar clínico con el o los especialistas indicados y siendo así se hará de manera
verbal y escrita. Es importante que se realicen notas de evolución en el expediente
clínico con la solicitud y motivo de la interconsulta, referencia o derivación, así
como el resultado o respuesta del especialista (contra referencia). En la siguiente
liga se puede ampliar la información sobre remisión del paciente a través de un
ejemplo dentro de la carpeta “Referencias documentales electrónicas”

• MANUAL DE PROCEDIMIENTOS. Sistema de Información para la Gestión


de Garantías en Salud. Subsecretaria de Redes Asistenciales División de
Integración de Redes. Ministerio de Salud del Gobierno de Chile, 2009.
Pág. 85.

S-ar putea să vă placă și