LA ADOLESCENCIA Y EL CONSUMO DE DROGAS

La adolescencia es una etapa del desarrollo humano en la cual los individuos

pasan por una serie de experiencias totalmente nuevas, momentos muy gratos y
divertidos, pero por otro lado también el lidiar con situaciones más difíciles que las
que llevaron cuando eran unos niños. Esta edad, el adolescente desea y en la
mayoría de las veces consigue autonomía, desligándose de la protección de sus
padres para empezar a enfrentar al mundo que lo rodea solo. Es en esta
autonomía en la que empieza a consolidar un grupo de amigos, y decide así, cuál
es el ambiente en el que desea desarrollarse.
El joven adolescente desea más que nada sentirse comprendido, tener emociones
fuertes, que lo que él atraviesa no sea minimizado, es por ello que el lugar donde
es más interesante recurrir es al de sus amistades.
Se dice que hoy en día la juventud ha cambiado, está viviendo cosas que no
deberían vivir o que, muchos de ellos, viven de una manera desenfrenada. La
pregunta seria, ¿Es la adolescencia actual la que ha evolucionado de esa manera,
o es la relación familiar la que ha cambiado?
Es algo muy común el encontrar que en la mayoría de familias sean ambos padres
los que trabajen, algunos llegan a trabajar casi todo el día y tener poco contacto
con su hogar y por lo que lo único que desean es recostarse en su cama y
descansar, por lo que podría ser una hipótesis generalizada de la falta de
comunicación. Muchos jóvenes reclaman eso, el sentirse escuchados, que una
persona no los juzguen por las cosas que ellos creen o creyeron que estaban bien,
y si no se dan correcciones o consejos por parte de alguien tan importante como
sus padres, ellos podrían llegar a distorsionar la diferencia del bien o el mal,
llegando así a dejarse llevar por su curiosidad a probar experiencias nuevas o a
pasar lo que su grupo de amigos les dijo que era “divertido” pensando que hacerlo
solo una vez no le hará daño a nadie.
El consumo de alcohol, tabaco, o las drogas más comunes en nuestra ciudad que
serían mariguana y cocaína, son conductas que hoy en día son muy frecuentes
entre adolescentes. Algunas si bien es cierto, más dañinas que otras, pero todas
adictivas al fin y al cabo.
Lo que tienen en común todas estas drogas es la alteración que producen en la
conciencia, lo cual es algo que se encuentra satisfactorio sobre todo en los
adolescentes, ya que en ellos los efectos se sienten con mayor intensidad.
En primer lugar, se debe destacar que depende casi en su totalidad la
predisposición que tenga el joven frente a las decisiones que toma, si bien es
cierto la crianza influye en una buena parte, no es un factor del todo tajante, ya
que muchos hijos de una familia muy unida también pueden probar estas
sutancias por el nivel de su curiosidad, por encajar en el grupo o presión de grupo.
Lo más común que encontramos hoy por hoy es ver el consumo de alcohol, lo cual
es algo excesivamente frecuente, si bien es cierto, la adicción a esta sustancia se
ve mayor por parte de los varones, también hay una cantidad considerable de
mujeres que encuentran gustosa su ingesta. Hoy el alcohol se cree que es
sinónimo de diversión en las fiestas por los efectos que producen los cuales hace
sentir más ligero el cuerpo. A pesar de ser una droga legal, los efectos negativos
inmediatos y a largo plazo afectan directamente el aprendizaje y la memoria.
Una de las drogas ilícitas que ha causado bastante controversia vendría a ser la
mariguana, debido a que se dice que es la única que no es procesada sino de
origen totalmente natural y que cuyos efectos no son tan dañinos ni mortíferos
como los de otras drogas. Últimamente su consumo en Tacna se esta
expandiendo, se podría ver esto como una imitación, ya que lo jóvenes
adolescentes, es decir, los chicos que están por pasar a la adolescencia ven a los
que son mayores que ellos probando este producto por lo que ellos también
quieren probar qué es lo que se siente y así incentivando a más contemporáneos
a probarlo.
Creo que esta situación ligada a las adicciones y la adolescencia, realmente se
está saliendo de las manos, no solo de las familias, sino de los mismos jóvenes,
ya que hoy en día ya dejo de ser visto como algo insólito, sino como cosa de todos
los días. Los chicos quieren pasar un buen rato, y su idea de diversión poco a
poco se va distorsionando.
Su mecanismo de defensa es lo que los impulsa a defender sobre todas las cosas
sus ideales, pero a largo plazo es cuando se podrá ver el total de las
consecuencias que trajó el buscar un salida en un producto que no hizo más que
abrir las puertas a un mundo en el cual ellos no debería estar metidos.

Hecho por: María Fernanda Menéndez Pinto