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Control de Gatillo

Uno de los aspectos difíciles de dominar al disparar un arma resulta directamente


de la física involucrada. Generalmente, especialmente en pistolas semi-
automáticas, la fuerza aplicada en el gatillo para efectuar el disparo es mucho
mayor que el peso de la propia arma. Por ejemplo, una P226 Sig tiene un gatillo
de acción con 4,5lb de resistencia en acción simple (martillada) y 10lb en acción
doble (sin martillar), mientras que la propia pistola pesa poco más de 2,5lb con un
cargador completo. Por lo tanto es muy fácil provocar movimientos involuntarios y
perder la alineación con el objetivo. A continuación analizamos los aspectos
fundamentales a la hora de presionar el gatillo en disparos de precisión.

DEDO DE CONTACTO

Dado que la fuerza en el gatillo es generalmente mayor al peso del


arma, cualquier presión que no esté dirigida directamente hacia atrás provocará
movimientos en el arma y fallas al blanco. Esto se logra haciendo que la
geometría de las falanges y nudillos de nuestro dedo jueguen a favor y no en
contra nuestro.

¿Qué parte del dedo debe ejercer presión sobre el gatillo?


Las tres ilustraciones anteriores muestran tres tipos de contacto con el gatillo,
incorrecta, correcta y la “vieja escuela” ya en desuso salvo que tengas manos muy
débiles o que operes un arma con un gatillo verdaderamente pesado.

(Contacto incorrecto con el gatillo, con el dedo envuelto alrededor del gatillo en la
segunda falange)
(Contacto correcto con el gatillo, en el medio de la almohadilla de la primer
falange)
(Área correcta del dedo índice a usar para aplicar la presión en el gatillo)

FUERZA Y ÁNGULO DE PRESIÓN

Para entender la dinámica del gatillo primero debemos estudiar el movimiento de


nuestros dedos. El dedo en sí se compone de 3 huesos consecutivos (falanges),
uniéndose a la mano en el tercer nudillo al hueso metacarpiano. Cada nudillo
permite que el hueso que le sigue hacia la punta del dedo pueda rotar. Sin
embargo, nuestros reflejos hacen que todo el dedo actué como una única pieza y
generalmente se tensionan los músculos de las tres falanges al mismo tiempo.

En la siguiente ilustración observamos de cerca lo que ocurre cuando doblamos


un dedo. Se hace evidente que la almohadilla (sección de la huella digital) se
traslada sobre un arco que tiene tanto desplazamiento desde adelante hacia atrás
como lateral. Este movimiento lateral es el que tenemos que eliminar por
completo para lograr consistencia en nuestros disparos. El dedo tiene que
trasladarse únicamente desde adelante hacia atrás.
La pistola actúa como una bisagra con un centro de rotación situado en la
empuñadura. Cualquier fuerza aplicada lateralmente en el gatillo hará girar el
arma sobre éste eje:
En la práctica, éstas fuerzas generan errores comunes de puntería, especialmente
en tiradores novatos. Dependiendo del movimiento de las distintas falanges y
articulaciones de nuestro dedo, se aplica fuerza lateral en el gatillo que produce
movimientos en el arma, ya sea hacia la izquierda o hacia la derecha. A
continuación ambos ejemplos tomando como base la mano de un tirador derecho:
(Empuje del gatillo hacia a la izquierda por mantener estático el segundo nudillo)

(Empuje del gatillo hacia la derecha por mantener estático el primer nudillo)
El correcto desplazamiento del dedo en el gatillo se puede ver en la siguiente
ilustración. Desplazando la segunda falange levemente hacia la derecha mientras
ejerce presión, el tirador se asegura de que no haya fuerza lateral hacia la
izquierda. Para no producir un efecto contrario hacia la derecha endurece la
primer falange, asegurando que la almohadilla del dedo se traslada únicamente
hacia atrás sobre el eje del gatillo.

(Desplazamiento correcto del dedo sobre el gatillo)

SEGUIMIENTO

Un swing de golf comienza con el palo por encima de la cabeza y termina


totalmente extendido más allá de la cabeza. Si bien es técnicamente correcto que
podemos hacer lo que queramos con el swing, una vez que el balón haya sido
golpeado, es mejor si tenemos un objetivo final mucho más allá de ese punto para
asegurar que estamos alineados y moviéndonos correctamente en ese momento
clave. La última parte de la oscilación que se produce después de que golpea la
bola se llama “seguimiento” y es tan importante como todo lo que vino antes. En
el tiro sucede lo mismo.
El tiro no termina cuando se produce el disparo. El tiro termina cuando el gatillo
completa su recorrido.

Enfocarnos en completar el proceso y no en el disparo en sí mismo nos asegura


aplicar una fuerza contínua, pareja y en línea al eje del gatillo. Este foco también
nos asegura que no comencemos a pensar en el resultado del disparo antes de
que éste se produzca y que podamos mantener la concentración en las bases
técnicas del mismo, como la fuerza sobre el gatillo. Esta concentración es muy útil
hasta que te acostumbras a la sensación de un buen seguimiento y al final del
recorrido del gatillo, y puedes comenzar a repetir tus disparos sin la necesidad de
estar conscientemente enfocado en el proceso.

CORRECCIÓN DE ERRORES

Cuando disparamos nuestro cuerpo es agredido por el estruendo y la fuerza


desplazada por el arma. Instintivamente nos anticipamos con reflejos involuntarios
que debemos conocer y dominar para ser efectivos en el tiro. Las reacciones
comunes incluyen:

 Bajar el arma antes de tiempo para compensar el “culetazo” que impulsa el


arma hacia arriba.

 Nos apuramos a presionar el gatillo para “liberarnos” de esa agresión


inminente, generando fuerza lateral hacia nuestro lado no dominante ya que
al jalar de golpe también empujamos el gatillo hacia afuera con el dedo
involuntariamente.

 Contraemos los músculos del cuello, espalda y brazos de golpe, lo que


provoca movimientos que alteran nuestra postura, agarre, alineación y
cuadro de mira en un instante.

Este tipo de errores no solo provocan fallas al blanco en un disparo, sino que
hacen mucho más difícil acertar un disparo tras otro en una secuencia sobre el
mismo objetivo. Si para cada disparo debemos realinear
nuestro agarre, postura, cuadro de mira, respiración y concentrarnos en la presión
del gatillo, son demasiadas cosas para tener en cuenta especialmente si nos
desafortunadamente nos encontramos en una situación extrema. Por lo tanto, es
muy importante practicar. No solo para conocer y corregir nuestros errores, sino
para hacer de todo ésto un proceso natural que nos permita dar en el blanco
disparo tras disparo.
La siguiente figura muestra un análisis simplificado de los errores más comunes.
Este objetivo supone que el agarre y la alineación de mira son correctos y su
problema aparece durante o justo antes de efectuar el disparo. Para tiradores
diestros:
PRACTICA CON SNAP CAPS

Una de las mejores maneras de practicar control de gatillo es utilizando “snap


caps”. Estas son imitaciones de municiones hechas de plástico generalmente,
que puedes adquirir en cualquier armería. Bien podrías practicar “en seco” sin
munición, pero hacerlo con snap caps no solo cuidará de tu percutor sino que
además te servirá para dominar todos los aspectos de tu arma, incluyendo la
solución de fallas.

Hay dos formas de entrenar en seco

La primera es llenar tu cargador de snap caps y practicar en tu casa. En éste caso


hay ideas muy creativas como colocar una moneda sobre la corredera o caño de
tu arma, que debes mantener en equilibrio mientras presionas el gatillo hasta
completar su recorrido. Las miras láser son de gran ayuda en éste ejercicio,
dejándonos ver con exactitud el impacto que tienen nuestros movimientos sobre
nuestro cuadro de mira.

La segunda es en el polígono de tiro, intercalando snap caps con municiones


“vivas” en nuestros cargadores. Nunca sabremos cuando habrá un snap cap en la
recámara, por lo que cuando sea el turno veremos con claridad el impacto que
tienen nuestros reflejos y presión en el gatillo sobre nuestra alineación. Esto es
mucho más difícil de visualizar con munición real debido al propio estallido del
disparo.
POSICIÓN DE RESET

Para disparar tiros consecutivos rápidos y precisos hay que reducir los
movimientos innecesarios y mantener nuestra configuración tiro a tiro. Una buena
manera de hacer esto es mantener el dedo tendido en el gatillo entre cada
disparo. La mayoría de la gente tiene una tendencia a quitar el dedo del gatillo por
completo. No es el mejor hábito para entrenar. Esto no significa ignorar las reglas
de seguridad, siempre y cuando tu arma siga apuntando hacia el objetivo y estés
en proceso de disparar.

En general, todas las armas modernas tienen 3 claras posiciones a lo largo del
recorrido del gatillo. Hay dos que son evidentes, cuando el gatillo está
completamente comprimido o descomprimido. Lo que debes encontrar es la
posición intermedia, conocida como posición de “reset”. En ésta posición el arma
está pronta para el próximo disparo, sin tener que volver al inicio del recorrido del
gatillo a la posición descomprimida por completo. El motivo es claro, a menor
recorrido, menores son las posibilidades de cometer errores y menor el tiempo
transcurrido entre disparo y disparo.
Para encontrar el punto de reset en tu arma, lo mejor es utilizar snap caps para
hacerlo en forma 100% segura. Dispara tu arma y deja el gatillo presionado.
Luego afloja la presión en el gatillo para permitirle volver lentamente a su posición
original. En el medio del recorrido debes escuchar un “click”. Ese el el punto de
reset de tu arma y desde ese punto puedes disparar sin iniciar por completo el
recorrido del gatillo nuevamente.

CONCLUSIÓN

Nunca “disparares” un arma, solo “apreta el gatillo”. Disparar un arma es un


concepto violento, para el que incluso nos preparamos inconscientemente con
reflejos que afectan nuestra capacidad de dar en el blanco. Apretar el gatillo no es
nada en comparación, es un proceso que debes completar y mientras mejor lo
hagas, mejor saldrá el disparo como consecuencia directa del mismo y mejor será
tu capacidad de repetir la secuencia con efectividad tanto en el polígono como en
una situación extrema.

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