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Control de la conductividad en los metales

La conductividad eléctrica que tienen los metales depende de la resistencia con


la que se oponen los mismos átomos cuando pasan los electrones: a mayor
resistencia, menos será la conductividad con la que cuente el metal.
La energía que se consume para conseguir sobrepasar esta resistencia se
desvanece en forma de calor, siguiendo el famoso efecto de Joule, que nos dice
que el paso de una corriente eléctrica por un conductor produce un incremento de
la temperatura de este, con lo cual la resistencia crece, pues entonces es mayor la
vibración que experimentan los átomos y, por lo tanto, mayor es también la
dificultad con la que se encuentran los electrones en su tránsito.
En la práctica, las consecuencias de dicho hecho son bastante importantes, pues
se produce un enorme desprendimiento de energía eléctrica. Así, se cree que casi
una tercera parte de la energía de tipo eléctrica que se traslada a grandes
distancias se ve disipada a consecuencia de la resistencia que le otorgan los
cables que la transportan.
Por otro lado, cuando baja la temperatura, la resistencia del paso de las corrientes
eléctrica se ve igualmente disminuida. De hecho, cuando se habla de
temperaturas extremadamente bajas, las cuales rondan el cero absoluto (en torno
a 4 K), algunos tipos de metales, como puede ser por ejemplo el titanio, mercurio,
plomo o el cinc entre otros, prácticamente pierden en su totalidad, la resistencia a
que pase la corriente eléctrica, llegando entonces a convertirse en lo que se
conoce como unos superconductores.
Lógicamente, este hecho no se puede decir que sea precisamente rentable si nos
encontramos hablando de economía, pues mantener todos los cables de
trasmisión a unas temperaturas que ronden el cero absoluto, con el fin de ahorrar
energía que pueda perderse en el transporte, no es para nada rentable ya que el
consumo de energía que se necesita para poder llegar a hablar de esas
temperaturas es considerablemente superior.

Hace años, la posibilidad de llegar a hacer decrecer la resistencia sin la necesidad


de disminuir la temperatura, se ha encontrado en el punto de mira de numerosas
investigaciones científicas y técnicas.
EN el año 1986, fue descubierto un tipo nuevo de material, el cual se comportaba
como un superconductor cuando se encontraba a unas temperaturas ligeramente
más altas (entorno a unos 30K). Este hecho fue un importantísimo avance en este
campo de la ciencia. Poco después, en el año 1987, se consiguió preparar otros
tipos de materiales, los cuales poseían una superconductividad que se conseguía
a una temperatura de 95K. Para poder llegar a esta temperatura, se puede hacer
uso del nitrógeno líquido, algo bastante más barato económicamente, que el helio
líquido que se utilizaba para llegar a los 4K.

A parte del ya mencionado ahorro de energía que puede suponer para el


transporte eléctrico, los superconductores pueden tener otras numerosas
aplicaciones, como por ejemplo, pueden ser útiles en la construcción de
ordenadores supe rápidos o en la fabricación de campos magnéticos intensos. Los
superconductores podrían ser útiles, para contribuir en la fabricación de
aceleradores de partículas o trenes de alta velocidad cuya característica sea el
silencio, los cuales se podrían mover sobre las vías sin entrar en contracto con
éstas, a través de la levitación magnética.

Sin embargo, existen muchas dificultades para conseguir superconductores a


temperaturas altas, de manera que estos sean rentables, pues hoy por hoy aún
son muy grandes. La revolución tecnológica y científica que pueden llegar a
aportar los superconductores a la ciencia, aunque ya es una realidad, deberá
seguir avanzando.

Conductores, Semiconductores y Aislantes

No todos los materiales permiten el paso de la corriente eléctrica. Hay materiales


por los que los electrones no pueden circular y otros por los que los electrones
fluyen con mucha facilidad. Conocer estos materiales va a serte útil para fabricar
componentes eléctricos.
Conductores.

Los conductores son aquellos materiales que contienen electrones que pueden
moverse libremente. Son los materiales que nos van a servir para hacer circuitos
eléctricos.

Entre los conductores se encuentran los metales, el agua salada, etc. Por estos
materiales los electrones pueden desplazarse libremente de un punto a otro si le
conectamos una fuente de tensión.

Aislantes

Los aislantes son materiales donde los electrones no pueden circular libremente,
como por ejemplo la cerámica, el vidrio, plásticos en general, el papel, la madera,
etc. Estos materiales no conducen la corriente eléctrica.

Semiconductores

Los semiconductores, como el silicio o el germanio, presentan propiedades eléctricas


que están entre los conductores y los aislantes. Se utilizan principalmente cómo
elementos de los circuitos electrónicos.

Mecanismos de conductividad eléctrica

Los mecanismos de conductividad difieren entre los tres estados de la materia.


Por ejemplo en los sólidos los átomos como tal no son libres de moverse y la
conductividad se debe a los electrones. En los metales existen electrones cuasi-
libres que se pueden mover muy libremente por todo el volumen, en cambio en los
aislantes, muchos de ellos son sólidos iónicos.
La conductividad electrolítica en medios líquidos está relacionada con la presencia
de sales en disoluciones, cuya disociación genera iones positivos y negativos
capaces de transportar la energía eléctrica si se somete el líquido a un campo
eléctrico. Estos conductores iónicos se denominan electrolitos o conductores
electrolíticos.
Las determinaciones de la conductividad reciben el nombre de determinaciones
conductométricas y tienen muchas aplicaciones como, por ejemplo:

 En la electrólisis, ya que el consumo de energía eléctrica en este proceso


depende en gran medida de ella.
En los estudios de laboratorio para determinar el contenido de sales de varias
soluciones durante la evaporación del agua (por ejemplo en el agua de
calderas o en la producción de leche condensada).

 En el estudio de las basicidades de los ácidos, puesto que pueden ser


determinadas por mediciones de la conductividad.
 Para determinar las solubilidades de electrólitos escasamente solubles y para
hallar concentraciones de electrólitos en soluciones por titulación.
La base de las determinaciones de la solubilidad es que las soluciones saturadas
de electrólitos escasamente solubles pueden ser consideradas como infinitamente
diluidas. Midiendo la conductividad específica de semejante solución y calculando
la conductividad equivalente según ella, se halla la concentración del electrólito, es
decir, su solubilidad.
Un método práctico sumamente importante es el de la titulación conductométrica,
o sea la determinación de la concentración de un electrólito en solución por la
medición de su conductividad durante la titulación. Este método resulta
especialmente valioso para las soluciones turbias o fuertemente coloreadas que
con frecuencia no pueden ser tituladas con el empleo de indicadores.
La conductividad eléctrica se utiliza para determinar la salinidad (contenido de
sales) de suelos y substratos de cultivo, para lo que se disuelven en agua y se
mide la conductividad del medio líquido resultante. Suele estar referenciada a 25
°C y el valor obtenido debe corregirse en función de la temperatura. Coexisten
muchas unidades de expresión de la conductividad para este fin, aunque las más
utilizadas son dS/m (deciSiemens por metro), mmhos/cm (milimhos por
centímetro) y según los organismos de normalización europeos mS/m
(miliSiemens por metro). El contenido de sales de un suelo o substrato también se
puede expresar por la resistividad (se solía expresar así en Francia antes de la
aplicación de las normas INEN).
Conductividad en medios sólidos
Según la teoría de bandas de energía en sólidos cristalinos, son materiales
conductores aquellos en los que las bandas de valencia y conducción se
superponen, formándose una «nube» de electrones libres causante de la corriente
al someter al material a un campo eléctrico. Estos medios conductores se
denominan conductores eléctricos.
La Comisión Electrotécnica Internacional definió como patrón de la conductividad
eléctrica:
Un hilo de cobre de 1 metro de longitud y un gramo de masa, que da
una resistencia de 0,15388 Ω a 20 °C al que asignó una conductividad
eléctrica de 100 % IACS (International Annealed Copper Standard,
Estándar Internacional de Cobre Recocido). A toda aleación de cobre con
una conductividad mayor que 100 % IACS se le denomina de alta
conductividad (H.C. por sus siglas inglesas).

Bibliografía: Archivo PDF de Propiedades de los metales

https://www.feandalucia.ccoo.es/docu/p5sd8631.pdf

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