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Los pensamientos que revolucionaron el mundo

Por: J. Fortune, V. Garro y A. Orozco

En el transcurso de los personajes, se observará una evolución


comprensible a lo largo de cada introspección, que por medio de sus
escrituras han desarrollado estrategia, cultura y biopolíticas,
transmitiendo diversas maneras de creación de mejores o distintos
pensamientos, cultivando su propio punto de vista respecto al tema.
Descartes, Hume y Kant van enlazados, porque son figuras que
expresan opiniones diferentes sobre el desarrollo del pensamiento
individual y el beneficio que podría traer para la humanidad, pero que
igual van de la mano porque uno se basa en otro para expresar un
contraste de pensamiento mediante la autonomía de la razón, y su
capacidad de certeza cognitiva en torno a lo real, este es el motivo
central en la filosofía cartesiana. Servirán como premisas de
argumentación para transformaciones sociales, políticas y económicas a
partir de las cuales pueden ser determinadas en Occidente, el medioevo
y la modernidad. Por el alcance de sus implicaciones, dichos supuestos
trascienden el contexto racionalista del siglo diecisiete, e impulsan otras
formaciones ideológicas contemporáneas y posteriores.

El pensamiento de René Descartes se suele tomar como un punto


de partida para la concepción del mundo moderno, siendo considerado
como el padre de la filosofía moderna; la palabra "modernum", que
viene de la cultura filosófica de modernizar los aparatos del gobierno...
Esta época se caracteriza por reconocer la teoría del conocimiento
sobre la metafísica, argumentando que “antes de intentar conocer lo
que hay, es prudente conocer lo que se puede conocer” (autor; fecha:
Pp.). Por lo tanto, los principales debates fueron sobre gnoseológicos,
es decir, que estaban basados en reflexiones tras la naturaleza del
objeto del conocimiento y sobre la naturaleza de las ideas propias.

Para indagar mejor de dónde surge la necesidad de una duda y la


inalcanzable búsqueda de la verdad, es necesario contextualizar lo que
sucedió en aquella época de grandes cambios, en donde la iglesia se
dividió, el surgimiento de conflictos entre católicos y protestantes
causaron el límite de la religión y en el que la biblia ya no era el libro con
todas las respuestas. Por otro lado, se había producido una revolución
científica, la cual creó mucha confusión entre los individuos por ser un
periodo de inestabilidad intelectual, que generaba muchas dudas, ya
que no se sabía en qué creer y en qué no. Es fundamental realizar esta
retroalimentación, debido a que Descartes desarrolló su teoría en base
a la existencia de Dios y la inmortalidad del alma por medio de las
Meditaciones Metafísicas, en la que planteó los problemas
fundamentales de la filosofía especulativa europea del siglo XVII.

En la primera meditación se presenta el término res-cogitans que


significa cosa pensante, pero esta “cosa” no es algo tangible. Mediante
procesos complejos, como abandonar los sentidos para no ser
engañados y averiguar sobre nuestra propia existencia dando paso a la
forma física del pensamiento, poniendo en duda las cosas sensibles. La
duda es elemental, a simple vista no se percibe su utilidad, no obstante,
el indagar nos libera de los prejuicios, coloca en fundamento la razón,
sin dejarnos llevar por lo que dicen los sentidos, cuando por fin uno es
liberado de estos, es cuando se encuentra la verdad que no provoca
ninguna duda. También, son separados el cuerpo del espíritu para
denotar su propia existencia; el «yo soy», «yo existo», crean duda y
ayudan a articular los propios pensamientos estando conscientes de
algo. En otras palabras, la conciencia implicada a (en) la existencia. Es
de ahí donde nace la frase “Pienso luego existo”, sin involucrar una
experiencia previa, a causa de que los sentidos son traicioneros porque
perciben el mundo de las formas y estas son una representación de las
ideas, las ideas son verdaderas, pero las formas no, por los cambios
que sufren al ser visibilizadas, incluso se consideran como inútiles por el
hecho de mostrarse como son sin producir una reflexión. Claramente se
conoce su función, pero también al indagar encontramos una cantidad
de errores que son imposibles de posicionarse como verdaderos,
alejándonos del conocimiento de Dios y de nuestra alma. Se puede
pensar y dudar de lo que uno está rodeado, pero está claro que al
pensar, mi pensamiento efectivamente existe. Por tanto, «pienso (la
duda está), luego existo». En resumidas palabras, se puede dudar de
todas las cosas, menos de la propia duda, visto que invita a pensar.
Ahora, sucede el primer hecho coyuntural respecto a las anteriores
teorías como las de Giordano Bruno, Winckelmann, entre otros
pensadores del Renacimiento, proponiendo que la duda ya no nace de
la contemplación de la naturaleza, sino del propio pensamiento.

Al preguntarnos en dónde se puede descubrir la duda, Descartes nos


invita primero a realizar el ejercicio de mantener la calma para aclararla
y potenciar nuestra conciencia, prácticamente haciendo la misma
introspección que planteó Plotino, pero ahora articulando nuestros
pensamientos para destruir toda opinión falsa, refiriéndose a todas las
cosas que nos generan duda como las cosas sensibles, apartándolas
de las cosas verdaderas para crear su propio concepto de verdad “La
razón es el perfecto elemento, para indicar que debo de alejarme de
cosas que no son por completo ciertas, buscando en las verdaderas un
rasgo mínimo para apartarlas”. Descartes apunta que los sentidos son
los que le han hecho recibir como verdadero y seguro todo, siendo
víctima de un engaño, “el cuerpo es el cáncer del alma”, ya que por
medio del cuerpo percibimos las cosas sensibles, pero también el
cuerpo contiene los estados anímicos que hace que entremos en un
estado de excepción, sin indagar, conformándonos con lo que se nos
presenta a simple vista y que Descartes denomina como “genio
maligno”.

De esta forma Descartes, decide calificar como falsa toda idea que
genere duda, aunque sea mínima, creando su propio criterio de verdad,
aceptando lo que es inmune a la duda. Debido a que la naturaleza está
compuesta por cosas extensas “res cogitans” y por ende, no es
necesario que el cuerpo experimente desencadenando múltiples dudas
que no muestran la verdad de las cosas, solo el pensamiento es capaz
de esto. Culminando la duda metódica para dar paso a la existencia de
Dios por medio de un punto de vista epistemológico.

Cuestiona todas las ideas creadas por Dios. Si nos situamos en aquella
época, sabemos que la presencia de Dios era un enigma, sobre todo
por los conflictos sociales y culturales que habían ocurrido
anteriormente, es por eso que en este periodo de la revolución científica
todos andan expectantes por hallar el causante de un periodo
infructuoso e improductivo del conocimiento, debido a que la iglesia
suprimió todo tipo de pensamiento e ideología que no facilitaba el
desarrollo de la humanidada en nombre del creador, también por esta
razón Descartes manifiesta la existencia de Dios, preguntándose si
todas estas obras han sido únicamente representaciones de sus
pensamientos, e incluso abre la posibilidad a la fe sobre Dios, a causa
de que este amplía nuestra duda, ya que si verificamos que existe,
dejamos de pensar el porqué de las cosas y su origen, en otras palabras
Dios es fundamental porque sin Él no pensaríamos. Nunca se puede
decir que un ser humano no existe, visto que la propia existencia de
Dios lo hace dudar y por el solo hecho de dudar existe. También, el
reconocer sus sentimientos a través de sus pensamientos realizando
una percepción clara y distinta de lo que conoce.

Los sentimientos añaden facultades a las ideas, la voluntad y el juicio,


ya que percibo cosas que están fuera del alcance de mi propia voluntad
como el frío y el calor, ya sea que lo quiera o no, estando conciente que
proviene de otro ser superior. Por otro lado, juzgo las ideas que están en
mi, cayendo en el error de clasificarlas como semejantes a las cosas
exteriores, gracias a no encontrar una causa que las genere, razón por
la cual se piense que las origina la naturaleza, “todo esto me hace
conocer bastante bien que hasta hora no ha sido por un juicio cierto,
sino sólo por una impulsión ciega, que he creído que habían cosas
fuera de mí y diferentes de mí ser, las que por los órganos de mí
sentido, imprimen sus ideas o imágenes”. La existencia de Dios se
evidencia al clasificar estos dos términos, debido a que nunca se ha
establecido el origen del viento o del sol, por ende hay un ser que es
sustancia infinita y que contiene una perfección mayor, el cual creó
todas estas cosas, teniendo conocimiento de la noción del espacio, la
longitud y la profundidad, por lo que su omnipresencia figura en la
naturaleza. Descartes clasifica la sustancias como los hechos que se
muestran tal cual, con más objetividad, por lo tanto Dios clasifica como
sustancia al evidenciar sus obras, si bien este nos genera duda, pero
sabemos que existe por la creación de sus ideas, asimismo las
matemáticas, gracias a que son “Hayhistoricas” . Por ejemplo: un
cuadrado nunca va a dejar de tener cuatro lados y es la representación
creada por el hombre, más cercana a la naturaleza, debido a que se
puede reconocer en algún lugar de esta y por ende nunca va a perder la
esencia de la cual provino. Clasificar a la sustancia como infinita para
dar a entender que existe la finita y constata la existencia de Dios como
el creador de la sustancia limitada siendo Él la eterna, e incluso se
puede observar desde el punto de vista político el ordenamiento de la
sociedad, donde existe un ser superior y a otro inferior, por el hecho de
que la sustancia finita está siempre restringida por los gobernantes, que
en este caso son los ciudadanos los cuale buscan cierto
perfeccionamiento porque saben que existe la posibilidad de llegar a tal
grado.

Argumentando anteriormente la existencia de Dios, hemos apreciado


que somos seres imperfectos a la hora de realizar juicios sin indagar
antes por medio de la razón. No podemos saber si algo es cierto o no;
pero está la certeza de que el fraude y el engaño son imperfectos, por
ende es imposible que lo haya creado Dios, simplemente porque Él crea
la duda mas no el engaño, para que pensemos y comprendamos el
porqué fue creado el universo. El error es puesto en las cosas sensibles
para poder encaminarnos a la verdad, de lo contrario nunca habría algo
que me advirtiera de mi equivocación. Donde más erramos es al
observar las cosas sensibles, a diferencia de Hume la experiencia nos
hace equivocarnos, dado que está constituida por objetos imperfectos,
pero por medio del conocimiento, podemos percibir todo sin
engañarnos. Claro está que todos erramos cuando no se conoce algo
con exactitud, e incluso podemos decir que los dirigentes se equivocan
por no dudar de ellos mismos para luego comprender al pueblo, “el error
no es una pura negación, es decir, no es simple defecto o ausencia de
alguna perfección que no me es debida, sino más bien de una privación
de algún conocimiento que parece que yo debiera poseer”. en definitiva
Dios nos plantea el error en sus creaciones, ya que fuimos echos con
las capacidades necesarias, los niveles de perfección para obtener
nuestra propia verdad y es que la intelectualidad nos libra sin que nadie
nos prive de nuestra propia voluntad, “las cosas que el entendimiento
nos propone, actuamos de tal manera que no sentimos que ninguna
fuerza exterior nos constriña a ello”.

Al igual que Kant, Descartes separa todas las cosas que conforman la
duda como lo falso y lo verdadero, para juzgar de forma correcta
evitando las dudas probablemente creadas por el genio maligno, si al
juzgar algo verdadero no crea duda alguna, es porque lo verdadero es
cierto, explicando su teoría practica para evitar el error.

para finalizar su teoría concluye con un argumento ontológico,


expresando que Dios es un ser perfecto y lo que existe es más perfecto
que lo que no se ve. las cosas creadas por el hombre no invita a una
reflexión como tal, visto que se sabe cual es la utilidad de una triángulo,
porque el hombre está capacitado para transformar la materia, en
resumidas palabras ya vienen incorporados ciertos conocimiento para la
comprensión del exterior. el hombre crea cosas a través de los sentidos,
sin embargo estas figuras son engañosas, debido a que no se
denominan sustancias por observar en la naturaleza figuras similares a
una triangulo, distorsionándose la idea principal al crear la figura. A
pesar de deformar la idea si contemplamos de cerca, veremos algunos
componentes principales de los cuales surgió, dado que la esencia no
puede ser separada de la existencia. Se puede afirmar que toda la
naturaleza provienen y comprueba la existencia de Dios,
reconociéndose como idea principal, ya que es infinita y no sufre
cambios en el tiempo, la existencia forma parte del concepto de Dios
dado que nos da el beneficio de la duda. Si muere el cuerpo sigue el
pensamiento, ya que cuando muere Dios es cuando vendrán una
generación que no razone.

El pensamiento cartesiano en general me remonta a un individualismo,


por el hecho de que cada persona saca sus propias conclusiones de lo
que denominan verdad, generando difusión de pensamientos e
ideologías que conforman una sociedad, de igual forma, satisfacen sus
necesidades sistémicas sobre la base del beneficio particular,
proponiendo autonomía al ser humano para que se valga de sus propias
capacidades intelectuales sin depender tanto de Dios, ya que Él nos dio
las herramienta. es por eso que con este pensamiento se abren las
puertas a una nueva etapa organizacional de la colectividad,
apareciendo específicamente la clase burguesa, por medio de un
concepto que denomina la razón, el progreso, la ciencia la producción
mercantil, entre otras. Este pensamiento se incrementa con las dos
figuras filosófica que veremos a continuación.
Post existencia de Descartes, en un nuevo período tuvo lugar otro
gran filósofo. David Hume, quien fue un británico con una
pensamientos influidos por elementos filosóficos, estéticos y políticos
que destacaron en el Siglo de Oro y en el cambio de la mentalidad de la
sociedad de ese entonces. Considerado como uno de los grandes
representantes del empirismo inglés, la corriente filosófica que
considera la experiencia y el uso de los sentidos para conocer toda
verdad, y se impuso contraria al racionalismo, la otra corriente filosófica
imponente en la construcción de occidente, en la que la fuente del
conocimiento era el propio sujeto cognoscente, además, la legitimación
del conocimiento residía en la demostración de la razón, despreciando
el conocimiento sensorial como guía de la verdad. Hume vivió en el siglo
XVIII, en el que ya se habían difundido las ideas del humanismo sobre
la formación íntegra del hombre en todos los aspectos como las artes, la
política, las ciencias o la filosofía, generando la proclamación de los
derechos humanos con la ley natural, el predominio del despotismo
ilustrado y la doctrina antropocentrista. De esta forma se comienza a
gestar la Europa moderna. Época en la que tuvo lugar tanto la Guerra
de independencia de los Estados Unidos, como la Revolución francesa,
que significó el triunfo de un pueblo oprimido y cansado sobre las
injusticias, los privilegios de la nobleza feudal y del estado absolutista.
También en Inglaterra se produce la Revolución Industrial, un proceso
de transformación de las estructuras industriales, económicas, capitales
y las técnicas de producción. Estos cambios y el surgimiento de la
ilustración de la época fueron fundamentales para que los filósofos, el
grupo de intelectuales, pudieran popularizar las ideas de la Revolución
Científica y las usaran para hacer un análisis radical de todos los
aspectos de la vida, fundando la idea del progreso de la humanidad y el
desarrollo del saber.
Hume basa su filosofía en el análisis crítico del conocimiento, expuesto
en sus obras como el” Tratado de la naturaleza humana”, donde insiste
en la importancia de investigar el origen de las ideas, que él entendía
como copias o imágenes de las impresiones (sensaciones, pasiones,
emociones). Concibió el razonamiento humano proveniente de los
sentidos y como la actividad de descubrir relaciones entre ideas. Las
percepciones de la mente humana las redujo a dos términos distintos
que llamó impresiones e ideas ( pensamientos). “La diferencian entre
ellos consiste en los grados de fuerza y vivacidad con que se presentan
a nuestro espíritu y se abren camino en nuestro pensamiento y
conciencia.” refiriéndose a la distinción que se puede hacer por medio
de la intensidad como, por ejemplo,diferencia entre la sensación de
dolor de una quemadura por el fuego y el recuerdo de la misma. Las
percepciones que recibimos de fuerza más violenta las llamamos
impresiones, y comprendemos bajo ese nombre a todas nuestras
percepciones sensoriales e internas como las sensaciones, pasiones y
emociones que aparecen en nuestra conciencia . Por ideas se entiende
a una imagen débil de éstas en el pensamiento y razonamiento, es
decir, la representación de las impresiones que tenemos cuando
reflexionamos sobre ellas, las recordamos o las imaginamos. A pesar de
las semejanzas que se pueda dar en pocos casos, como en el sueño
donde nuestras ideas pueden acercarse a nuestras impresiones del
mismo modo que, por otra parte, hay veces que nuestras percepciones
son tan débiles que no podemos distinguirlas de nuestras ideas. Sin
embargo, “Cada uno por sí mismo podrá percibir fácilmente la diferencia
entre sentir y pensar” Hume además agrega otra división que se puede
aplicar a ambos tipos de percepciones, la distinción entre simples y en
complejas. Las simples no admiten distinción ni separación, al contrario
de las complejas que pueden estar compuestas por diversas partes.
“Aunque un color, sabor y olor particular son cualidades unidas en una
manzana, es fácil percibir que no son lo mismo, sino que al menos
distinguibles las unas de las otras”.
Existe una semejanza universal entre nuestras percepciones e ideas
complejas, aunque no son copias exactas unas de las otras. Por
ejemplo, si tenemos conocimiento otorgado por algún libro podemos
llegar a imaginarnos el estar en una ciudad como París, pero no podré
formar una reproducción perfecta de los alrededores, en sus
proporciones reales y justas.
Hume trata de explicar la naturaleza y principios del espíritu humano en
base a una indagación de las impresiones antes de considerar las ideas,
menciona la importancia de la imaginación en la percepción de una
diferencia entre ideas que puede desencadenar fácilmente una
separación, la diferencia de número y de género, y también niega la ley
de la no contradicción aristotélica al enunciar que una “experiencia
nunca iba a ser igual aunque la repitieras”. Hume menciona además que
las cosas eran ciertas de manera contingente, pero que, sin embargo,
podrían no ser ciertas a la vez. Según él, sólo porque algo ocurrió de
determinada manera en el pasado no justifica que la misma cosa ocurra
exactamente igual en el futuro. Así, Hume se convirtió en el guia de los
relativistas actuales que no aceptan la no contradicción en la realidad y
creen en un mundo en el cual no existe certeza de que estamos
rodeados de objetos, identidades, causalidad, orden y otras tantas leyes
de la realidad. De tal forma, creemos que Hume condenó la ciencia de
ese tiempo a escépticos, iguales a él mismo, que atacan la razón.
Estimando imposible alguna otra forma de razonamiento” La razón es, y
sólo debe ser, esclava de las pasiones “, lo que suponía rechazar como
falsas las proposiciones de la metafísica o la teología, el filósofo sometió
a crítica toda clase de ideas, y refutó en especial las de sustancia,
existencia y relación causal. Respecto de esta última, sin negar la
posibilidad de que exista una causalidad real, afirmó que era imposible
conocerla, A partir de las impresiones surgen las ideas simples. Por ello
no es posible imaginar o pensar algo que no se haya dado en algún
momento en la percepción inmediata. Sin embargo, a partir de dichas
ideas simples y mediante la imaginación el hombre tiene la capacidad
de formar ideas complejas, que no surgen como tales de la inmediata
impresión. El conocimiento, según Hume, es producto solamente de la
experiencia y, por lo tanto, los seres humanos somos incapaces de
experimentar la causalidad. Al respecto, explicó que la causalidad, de la
misma manera que las entidades, son solamente ciertas por la
asociación que de ellas hacemos a través de la costumbre y las
tradiciones, lo cual expresa la tendencia a pasar de unas ideas a otras
siguiendo los principios de: semejanza, contigüidad y causa y efecto

Ante el problema religioso menoscaba la pretensión de las pruebas de


la existencia de Dios, y niega su existencia apelando al problema del
mal en el mundo. La religión tiene su origen en el sentimiento de miedo
de la gente y en la ignorancia de las causas de los eventos terribles de
la naturaleza. Escéptico, ante todo, laico y ateo; casi toda su obra
estableció los fundamentos del pensamiento laico.Este punto de vista se
ha aplicado a la cuestión de la resurrección de Jesús, respecto a la que
Hume no dudó en preguntar, «¿Qué es más probable – que un hombre
ascienda de entre los muertos o que el testimonio esté, de alguna
forma, errado?”. Este argumento es base del movimiento escéptico y
todavía constituye un problema para los historiadores de la religión.
Su opinión sobre el catolicismo es un claro ejemplo del cambio de
concepción que comenzó a surgir en la época moderna en contraste a
la época medieval, donde la escolástica era dominante en el
pensamiento de la sociedad, el cual estaba caracterizado por el
abandono de las ciencias. Ahora se abría paso la modernidad y nuevas
formas de pensar. Gracias a esto Hume pudo manifestar su posición
relativista gnoseológica respecto al mundo, la cual no estuvo exenta de
críticas en la época como de los opositores al relativismo que se
inclinaban a favor de la existencia de la realidad, sin chance de negarse,
que la ley de causalidad existe para entender la realidad y que la
facultad del hombre de identificar conceptos, cuestionarlos y poder
descubrir si hay coherencia o contradicción es la consecuencia de
experimentar la vida en su máxima expresión. A pesar de las
controversidades logró obtener el apoyo en algunos de sus
pensamientos de otra gran figura de la modernidad.

Nos referimos a Immanuel Kant, quien se destaca en que desata


un abanico de hipótesis centrales de la crítica de la razón pura. Kant fue
formado dentro del pietismo, referido a una religión que se oponía a la
justificación de la fe, siendo una doctrina más emocional, más de piel.
Nació en Könisberg donde se formó como teólogo derivando a un
pensamiento filosófico racionalista que cultivó interés por el mecanismo
de Newton.
Su filosofía, no era neta, pero sí crítica, él se fue más por el camino
político y cultural, influido por el el empirismo escéptico proveniente de
David Hume, el cual fue el "despertar del sueño dogmático", este era
opuesto a la filosofía crítica, desencadenando a esta como tal.
Kant trataba la ilustración, que era del alemán Aufklärung, mejor
traducido como el iluminismo o claridad, a su vez el racionalismo, pero
distinto al de Descartes, ya que trata en una época en donde el eje
central para su comprensión era el intelectualismo en los usos de la
razón. Este movimiento cultural era la búsqueda o salida de la minoría
de edad intelectual en los seres humanos, esto significaba la falta de
cultura y la pereza por aprender, es definida por los usos de la razón.
Durante la obra de este exponente ocurrió la Revolución francesa, en la
que el pueblo francés salió de su minoría de edad, cabe destacar que
para Kant la minoría de edad era una metáfora porque no había una
exacta definida. Asimismo esta figura expuso un lema dentro de esta
clasificación: "Sapere aude" que para su mayor comprensión en
nosotros significa "atrévete a pensar", Kant de cierta manera en ese
tiempo incitaba lo que hoy en día el ser humano tiene como una meta
pero que a veces está muy lejos de cumplirla y no se propone el
llenarse de mucho conocimiento, no se apremia del saber, la flojera
gana dejando que las demás personas piensen por uno mismo, cosa en
la que este autor no está de acuerdo y propuso dos tipos de usos de la
razón dentro de una dinámica de concepto y de cultura. El uso de la
razón público consta en el ejercicio reflexivo que uno mismo posee y se
entrega a la esfera libre de la razón, esa esfera es donde se generan las
formas de conocimiento crítico ilustrado dentro de las tres figuras de la
diagramación epistemológica: un Juez (quien marca los antecedentes),
Docto o Sacerdote (quien se encarga de la vida espiritual y moral) y
Médico (quien salva la vida), ellos pueden ejercer libremente su
pensamiento, puesto que se encuentra definido por un libre despliegue
del propio conocimiento sin restriccion que está relacionado a los
“funcionarios públicos", en el que el pensamiento funcional se convierte
en crítico. En contraste, el uso privado de la razón deriva a cuando uno
conoce su cuerpo pero no se tiene las herramientas para sanarlo, por lo
que se plantean dos opciones, la primera es encargarse de uno mismo
o que otro lo haga, claramente bajo las tres figuras de diagramación
mencionadas anteriormente, queda claro que uno mismo piensa en
función "de" utilizando el uso privado de la razón pero siempre siendo
semejante al sentido común.
El concepto de crítica según Kant, en griego critique, explica que si no
fuera por ella, no se sostendría la filosofía y la ciencia, debido a que el
racionalismo crea la preocupación de que la filosofía sea madre de una
especie de "paradigma", la crítica hace referencia a una crisis o división
que produce un juicio y se puede criticar usándolo. ¿Cómo se critica?, a
través de la experiencia y el conocimiento.
Existe un objeto, el cual era pensado "como una cosa en sí", en
Descartes como la cosa pensante y en Hume como una impresión, en
cambio para Kant es un fenómeno (es la representación), donde la cosa
en sí es un Nómeno (es la naturaleza). El último, es reconocido por la
imaginación y el exponente, para superar las formas noménicas del
conocimiento, encontraba su experiencia en la representación misma.
¿Pero qué sucede antes de la experiencia?, una priori (independiente
de la experiencia, por ejemplo una botella, y uno mismo sabe que la es.
Dentro de todo este esquema existen tres tipos de juicio que perfilaron
como tal a los tipos de juicio, por ser el juicio analítico, que es aquel en
el que el predicado está incluído en el sujeto, pero que no amplía el
conocimiento. El ejemplo de Kant era que “todos los cuerpos eran
extensos". Después, los juicios sintéticos constaban de que el predicado
no estaba necesariamente contenido en el sujeto, por ser "todos los
cuerpos son pesados". Y por último los juicios sintéticos a priori, en
estos no es necesario estar en el predicado o sujeto, pero sí o sí son
necesarios generalmente para el universo, por ejemplo "todo tiene una
causa y un efecto".
Para la filosofía de Kant fue muy necesario el contraste de Hume, ya
que existió una especie de fusión de epistemología que tampoco
excluye a Descartes, todos forman un enlace de acuerdo a sus
pensamientos, para Hume sólo mediante la razón se puede llegar al
conocimiento y para Descartes fue todo lo adverso de Hume por el
racionalismo.

Estos filósofos en síntesis han sido de gran ayuda para el progreso de


la humanidad, por el hecho de acabar con estigmas planteado por la
propia iglesia, que era el de sofocar los pensamientos que iban en
contra de Dios. En las tres teorías el pensamiento es fundamental
debido a que funciona como principio constitutivo de toda orden
universal. las concepciones originales y diferentes de cada autor, como
la forma de conciencia y de sensibilidad, es fundamental para los roles
que de ahora en adelante desarrollará la humanidad impulsados hacia
un solo bien común, el de la razón, el progreso, la ciencia y la
producción.

- El ensayo posee un alto grado de reflexividad, lo que aumenta su


valor ensayístico. Esta dimensión reflexiva es apoyada por una
redacción suficiente, que permite exponer los ejes principales del
texto, anticipados en el encabezado hipotético del ensayo. De
todos modos, se evidencian algunas faltas ortográficas que, en
ocasiones, dificultan la lectura fluida del ensayo. Por tanto, habría
que continuar perfeccionando, en este mismo sentido, tanto la
lectura como la escritura generalizada de la forma-ensayo.
- Así y todo, el ensayo, en varias ocasiones, atraviesa dificultades
de comprensión, producto de afirmaciones sin comentarios, o
bien, debido a sentencias que carecen de algún pasaje reflexivo
que los acompañe. Cuidando estos aspectos que pertenecen a la
Dimensión reflexiva del ensayo, se podrán obtener mejores
resultados en vista de evidenciar mayor control y adquisición de
conocimiento respectivo.

CALIFICACIÓN FINAL: 6,0.

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