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CALCULO BILIARES, COLICO HEPATICO

Los cálculos biliares son acumulaciones de substancias extrañas en la vesícula biliar,


como resultado de desarreglos digestivos crónicos, en que las materias morbosas se
endurecen hasta convertirse en verdaderas piedras.
El cólico hepático es un síntoma claro de la existencia de cálculos biliares, pues se
origina en la acción del organismo que trata de expulsar alguna piedrecilla que, al pasar
por el conducto que vacía la bilis en el intestino, roza sus delicadas paredes,
produciendo penosísimos dolores en la parte derecha del vientre, bajo las costillas,
llegando a veces a comprometer la espalda y el brazo derecho. Además del dolor,
generalmente hay vómitos y mareos, durando el ataque un período que puede ser de
varias horas hasta días. Los cálculos expulsados salen con los excrementos.
La medicina suele "curar" extrayendo la vesícula, con lo que la causa del mal sigue en
pie y tan sólo inutiliza los órganos. Los cálculos grandes no molestan ni pueden
eliminarse. El organismo los retiene sin peligro aumentando el volumen de la vesícula.

Tratamiento:
Para eliminar las piedrecillas ya formadas, conviene tomar al acostarse unos cien
gramos de aceite de oliva y, al despertar, una fuerte dosis de aceite de ricino. Beber en
ayunas un vaso de cocimiento de lechuga hervida durante diez minutos, ayuda a la
expulsión de piedras de la vesícula y los riñones. Durante el cólico, el enfermo guardará
reposo en cama, siguiendo régimen de Primeros Auxilios. Bolsitas calientes de semillas
de pasto miel contra los dolores y cataplasma de lodo sobre el vientre, durante la noche.

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