Sunteți pe pagina 1din 11

Q375_Monte_el_Viejo.RAFA.

qxp_Quercus 11/4/17 11:11 Página 20

El EncanTo dE la fauna modEsTa

Aquí no vamos a hablar de grandes vertebrados ni de especies bandera.


El objetivo es destacar la importancia de la fauna menuda que habita en

M
un paraje cercano a la ciudad de Palencia, donde algunos protagonistas alcanzan
el límite de su área de distribución natural. Nada espectacular, pero todo
muy importante para eso que hemos dado en llamar biodiversidad.

Texto y fotos: Ángel Hernández

uy cerca de la ciudad de Palencia unas pocas especies


se encuentra Monte el Viejo, una animales. Todas ellas
preciosa mancha de encinas y son típicamente medi-
quejigos de 1.500 hectáreas de terráneas y ponen de
extensión situada en el extremo relieve el valor am-
norte de los Montes Torozos, entre las comarcas biental y biogeográfico de este enclave, situado
de Tierra de Campos y El Cerrato, en el piso bio- en una provincia bastante norteña y que en su
climático supramediterráneo. En el siglo XII fue mayor parte pertenece a la región eurosiberia-
vendido a la ciudad por el rey Alfonso VIII y co- na. Así pues, centraremos nuestra atención en
menzó un largo litigio entre las autoridades mu- varios vertebrados e invertebrados de distribu-
nicipales y el cabildo catedralicio, no ya por su ción principalmente circunmediterránea: las
propiedad, sino también por los beneficios deri- arañas lobo (Lycosa hispanica) y moteada (Ere-
vados de la leña y el carboneo, los pastos y las sus kollari), el gran saltamontes Ocnerodes
canteras. El problema se resolvió a finales del brunneri, tres especies de mantis (Ameles spa-
siglo XIX a favor del Ayuntamiento. Hoy es Mon- llanzania, A. decolor y A. assoi), dos insectos pa-
te de Utilidad Pública y, como Zona Natural de lo (Pijnackeria hispanica y Leptynia attenuata),
Esparcimiento, forma parte de la Red de Espa- un neuróptero conocido vulgarmente como
cios Naturales Protegidos de Castilla y León. Re- “duende” (Nemoptera bipennis) y, ya entre los
cibe desde hace años varios tratamientos selví- vertebrados, la culebrilla ciega (Blanus cine-
colas, aunque conserva una estructura forestal reus) y la curruca mirlona (Sylvia hortensis).
de alta naturalidad (1). Aunque modestos en su condición de arañas, in-
sectos, reptil inofensivo y pajarillo, son especies
Fauna menuda vistosas y de vida intrigante. Es más, la presencia
Aunque la flora y la fauna de Monte el Viejo son de la mayoría de ellas no estaba documentada
muy diversas, aquí nos limitaremos a reseñar hasta ahora en la provincia de Palencia y no se sa-

20 · Quercus 375 - Mayo 2017 www.revistaquercus.es


Q375_Monte_el_Viejo.RAFA.qxp_Quercus 11/4/17 11:11 Página 21

be demasiado sobre sus costumbres en el resto de inoculadoras de veneno), aunque para nosotros
España. Todas fueron observadas durante nume- su picadura no es más peligrosa que la de una
Bosque abierto de

rosas visitas a Monte el Viejo entre los años 2010 y avispa. Dos enormes ojos en posición frontal
encinas y quejigos
en Monte el Viejo,

2016. Las fotografías fueron tomadas en la zona y destacan sobre los otros seis restantes. De color
a mediados de la

muchas de ellas sirvieron para identificar a los gris u ocre, cuenta con manchas negras más o
primavera.

ejemplares sin apenas molestarlos. No hay estu- menos marcadas en las patas y el cuerpo.
dios detallados sobre la historia natural de estas Construye galerías verticales de hasta treinta
especies en Monte el Viejo, así que fue preciso centímetros de profundidad en el suelo de zo-
completar las observaciones directas con biblio- nas abiertas y secas. En ellas se refugian las
grafía relativa a otros lugares. hembras durante toda su vida, mientras que los
machos las abandonan poco después de alcan-
Tarántula decoradora zar la madurez sexual para errar en busca de
y araña disfrazada pareja. El perímetro de la entrada forma un bor-
La araña lobo ibérica (Lycosa hispanica) es una de elevado mediante ramitas unidas con seda y
de las más grandes de la fauna europea. Las se ha propuesto que tal ornamentación camufla
hembras adultas rondan los cuatro centímetros estas galerías ante posibles depredadores, en
de longitud, patas aparte, mientras que los ma- particular el escorpión amarillo (Buthus occita-
chos son algo más pequeños. Además de corpu- nus) (2). Las hembras adultas son territoriales y
lenta, tiene unos robustos quelíceros (pinzas luchan entre sí por las madrigueras y sus alre-

Quercus 375 - Mayo 2017 · 21


Q375_Monte_el_Viejo.RAFA.qxp_Quercus 11/4/17 11:11 Página 22

dedores hasta llegar al canibalismo. Por este


motivo, los machos sólo se acercan para apa-
rearse durante el día, cuando son menos acti-
vas y peligrosas, ya que suelen cazar de noche.
Esperan a las presas en la boca de su galería o
las buscan activamente en un radio no superior
a un metro (3).
Es una especie polígama, de manera que tan-
to hembras como machos forman varias parejas
por temporada de cría (4). Las cópulas tienen
lugar al final de la primavera y pocas semanas
después la hembra ya transporta el saco de
huevos adherido a sus hileras (estructuras pro-
minentes a través de las cuales salen sus hilos
de seda). Las arañitas eclosionan al final del ve-
rano y se encaraman al opistosoma (abdomen)
de la madre, donde permanecen hasta que se
dispersan en otoño o a la primavera siguiente.
Tardan casi dos años en madurar, pero las hem-
bras pueden reproducirse en años consecutivos.
En cuanto a la araña moteada (Eresus kollari),
es una de las especies más llamativas de Europa.
No tanto por las hembras, que son negruzcas y de
unos dos centímetros de longitud, sino por los ma-
chos. Bien es cierto que sólo miden un centímetro,
pero tienen el prosoma (parte delantera del cuer-
po) negro y el opistosoma naranja o rojo, con dos
pares de pintas negras y a veces un tercero menos
marcado. Las patas oscuras con bandas blancas y,
en ocasiones, matices anaranjados o escarlata en
las traseras, completan un aspecto muy atractivo.
En algunos países se conoce como “araña mari-
quita” dado que el opistosoma de los machos re-
cuerda a los élitros de algunos coleópteros cocci-
nélidos. El género Eresus es de complicada taxo-

Arriba, una araña


lobo acecha des-
de la entrada de
su madriguera,
orlada de ramitas
pegadas con seda.
Sobre estas lí-
neas, macho
errante de araña
moteada, cuyo
colorido opistoso-
ma recuerda a
los élitros de las
mariquitas.

A la derecha,
hembra del salta-
montes Ocnerodes
brunneri, con su
enorme abdo-
men, una quilla
dorsal dentada y
pequeñas tegmi-
nas (alas) en for-
ma de espátula.

22 · Quercus 375 - Mayo 2017 www.revistaquercus.es


Q375_Monte_el_Viejo.RAFA.qxp_Quercus 11/4/17 11:11 Página 23

nomía y habita en latitudes templadas y medite-


rráneas de Eurasia, donde prefiere lugares cálidos
y soleados, siempre en poblaciones de baja densi-
dad. E. kollari y otras especies de apariencia simi-
lar se agrupan en el complejo sandaliatus, pen-
diente de un deslinde más preciso tanto de espe-
cies como de áreas de distribución (5). En la penín-
sula Ibérica, las arañas moteadas estarían ausen-
tes del noroeste y de la franja costera cantábrica.
Tampoco cuentan con registros en las provincias
más noroccidentales de Castilla y León; incluida,
hasta ahora, la de Palencia (6).
El nido de estas arañas es un tubo vertical de
unos diez centímetros de profundidad excavado
en el suelo y a menudo protegido por piedras.
Está forrado con seda y una pequeña tela cubre
la entrada para capturar presas. Los machos vi-
ven menos que las hembras y suelen verse en
primavera u otoño, vagando de aquí para allá
con el propósito de aparearse. Las crías pasan
el invierno en el nido, alimentadas por la madre
mediante regurgitación, un comportamiento ex-
cepcional entre las arañas (7).
En Monte el Viejo se localizaron arañas lobo
activas durante los meses más cálidos, dentro
de galerías que habían excavado en claros del
bosque y bordes de caminos despejados. Tam-
bién se vieron machos de araña moteada en
septiembre y octubre, deambulando por el sue-
lo entre vegetación muy baja.

Un saltamontes voluminoso
y acorazado
De distribución exclusivamente ibérica, el géne-
ro Ocnerodes cuenta con tan solo cuatro espe-
cies de corpulentos y rugosos saltamontes (8).
Las hembras llegan a doblar en tamaño a los
machos. Otros atributos morfológicos a resaltar zan los seis centímetros de longitud, exceptuan-
son sus alas, circunscritas a un primer par (teg- do apéndices, y machos que no exceden los
Hembra de la

minas) de tamaño minúsculo y contorno lobula- cuatro. Sus tegminas son espatuladas. La colo-
mantis Ameles
spallanzania, con

do. Además, el abdomen se eleva dorsalmente ración oscila entre el gris y el pardo, de muy cla-
su típico abdo-

en una quilla dentada. Obviamente, estos salta- ro a oscuro, unas veces uniforme y otras con
men regordete

montes no vuelan y se mueven lentamente, mezcla de intensidades. Habita suelos secos, en


y levantado.

más todavía las pesadas hembras, pero inten- ocasiones pedregosos, con vegetación baja y
tan escapar mediante saltos cortos. Su librea rala en ambientes mediterráneos.
críptica hace que sea difícil detectarlos. A diferencia de la mayoría de los saltamontes
La especie encontrada en Monte el Viejo es, de latitudes templadas, que pasan el invierno
con mucha seguridad, O. brunneri. Se parece en fase de huevo, en la familia Pamphagidae, a
mucho a O. soleri, sobre todo las hembras, aun- la cual pertenece Ocnerodes, es habitual que
que esta última especie parece ocupar un área sea la ninfa joven la que se aletargue y así se ha
que se restringe principalmente a las provincias comprobado en O. brunneri. La puesta tiene lu-
de Albacete y Ciudad Real. Por su parte, O. gar entre los meses de mayo y junio (8). En su
brunneri se extiende por el centro peninsular y dieta sólo se han encontrado plantas dicotiledó-
Levante, cubre casi toda Cataluña y llega pun- neas, es decir, evita consumir gramíneas.
tualmente a Burgos, provincia limítrofe con Pa- En Monte el Viejo se encontraron hembras
lencia. Nuestra especie reúne los rasgos carac- adultas entre principios de julio y finales de sep-
terísticos del género: tegumento granuloso y tiembre, en suelos desnudos y entre matas ba-
quilla dorsal conspicua, con hembras que alcan- jas, cerca del arbolado. Eran de color marrón o

Quercus 375 - Mayo 2017 · 23


Q375_Monte_el_Viejo.RAFA.qxp_Quercus 11/4/17 11:11 Página 24

y el estrato herbáceo, aunque también pueden


verse sobre árboles y arbustos.
Las tres especies presentes en Monte el Viejo
son A. spallanzania, A. decolor y A. assoi. Ningu-
na de estas tres mantis enanas suele superar los
tres o cuatro centímetros de longitud. Pueden di-
ferenciarse entre sí por la forma de los ojos, del
pronoto (dorso del tórax) y de las patas delante-
ras. Es distintivo el abdomen de la hembra de A.
spallanzania, grueso y curvado hacia arriba. Esta
especie, al igual que A. assoi, es bastante varia-
ble en colorido, desde gris blanquecino hasta
ocre o verde. Por su parte, A. decolor es de tonos
grises o pardos. En general, el color de una man-
tis es parecido al del ambiente donde muda, pa-
ra favorecer su camuflaje, pero pueden influir
otros factores como la intensidad de la radiación
luminosa. A mayor intensidad el tono es más os-
curo, para protegerse de la luz. Como apunte ta-
xonómico, se está considerando adscribir todas
las poblaciones ibéricas de A. decolor a una es-
pecie distinta, A. paradecolor, descrita en princi-
pio para ejemplares del sur peninsular (9).
Roberto Battiston y colaboradores, en su mag-
nífica monografía sobre las mantis del área eu-
romediterránea (10), abogan por matar, en sen-
tido figurado, al monstruo mitológico que encar-
na este insecto desde la antigua civilización
egipcia. Y liberar, en cambio, a un sugerente
animal del que sólo parece interesarnos que las
gris, a veces casi blanquecino, y algunas de hembras pueden canibalizar a los machos.
ellas estaban punteadas de negro. Son insectos polígamos y A. spallanzania pue-
Dos especies de

de tener dos ciclos vitales. En zonas de invier-


mantis. Arriba,

Mantis diminutas y saltarinas nos rigurosos, los huevos pasan la época desfa-
macho de Ameles
assoi, con sus pe-

El género Ameles está compuesto por mantis vorable en el interior de la ooteca (estuche pro-
culiares ojos cóni-

pequeñitas. Los machos están provistos de alas tector que genera la hembra) y eclosionan entre
cos. Debajo, hem-

bien desarrolladas, mientras que las de las hem- primavera y verano. A finales de verano y prin-
bra de A. decolor
sobre el tronco de

bras son cortas, aunque eso no les resta agili- cipios de otoño las hembras, antes de morir,
un quejigo mien-

dad en los movimientos. Amantes de los entor- cierran el ciclo con una nueva remesa de oote-
tras devora una

nos secos y cálidos, ocupan sobre todo el suelo cas. Pero en lugares con menos contrastes cli-
mosca casi tan
grande como ella.

24 · Quercus 375 - Mayo 2017 www.revistaquercus.es


20-30_Q375_Monte_el_Viejo.qxp_Quercus 12/4/17 0:48 Página 25

máticos, esta especie puede tener dos genera-


ciones al año. Las ninfas de la segunda genera-
ción son capaces de hibernar y reactivarse des-
pués de un invierno suave (9, 11). Los machos
dejan de verse antes que las hembras.
El cortejo y el canibalismo se han estudiado
con ejemplares de A. decolor mantenidos en cau-
tividad (12). Algunos machos exhibieron un cor-
tejo nupcial muy elaborado, con oscilaciones del
abdomen y las patas delanteras, quizá para re-
ducir la probabilidad de ser devorados por las
hembras. Varias teorías han intentado explicar
esta forma de canibalismo y quizá sea una forma
de selección sexual que favorece a los machos
que logran acceder a las hembras, ya sea me-
diante cortejo o por ocultación, sin llegar a ser
devorados. Los machos cautivos de A. decolor
comidos por hembras lograron inseminar a las
hembras antes de morir. También se vieron hem-
bras devorando a otras hembras y machos que
devoraban a machos, aunque los experimentos
en cautividad no siempre reflejan lo que ocurre
en condiciones naturales. Las hembras de las
mantis del género Ameles suelen tener un lunar
rojizo en cada una de sus cortas alas traseras,
que queda oculto hasta que lo exhiben durante
los duelos con otras hembras. Es una forma de
advertencia para evitar daños mayores (9, 10).
En Monte el Viejo se vieron hembras de A. spa-
llanzania y A. decolor desde septiembre hasta
principios de octubre, cuando los machos proba-
blemente ya habían desaparecido. Estaban en
claros del bosque, sobre vegetación baja, si bien norte de la Península, aunque parece faltar en
una hembra de A. decolor se había encaramado su extremo más septentrional. Sólo hay hem-
Hembra del insec-

a casi dos metros de altura en el tronco de un bras, que producen más hembras mediante par-
to palo Pijnacke-
ria hispanica so-

quejigo. Las hembras de A. spallanzania eran tenogénesis, sin necesidad de que los huevos
bre una bocha

blanquecinas o verdosas, mientras que las de A. sean fecundados por los machos. En otras espe-
(Dorycnium pen-

decolor eran grisáceas o terrosas. Entre finales cies ibéricas de insectos palo, incluidas algunas
taphyllum), espe-

de Pijnackeria, sí se conocen machos, más pe-


cie que figura en-

de mayo y mediados de julio se encontraron ma-


tre sus principales

chos verdosos de A. spallanzania y A. assoi, tam- queños y delgaditos que las hembras. En estado
plantas nutricias.

bién sobre plantas bajas, y sus alas les permitían adulto, P. hispanica no sobrepasa los seis centí-
emprender vuelos de corto alcance. Es probable metros de longitud, sin considerar las antenas y
que estas mantis sobrevivan aquí al largo y frío los cercos terminales (par de apéndices alarga-
invierno en el interior de sus ootecas. En esta dos al final del abdomen), aunque sus larguísi-
misma zona conviven con al menos otras dos es- mas patas le dan una apariencia mayor. Otros
pecies: la mantis religiosa (Mantis religiosa) y la rasgos morfológicos característicos del género
mantis palo (Empusa pennata), mejor conocidas Pijnackeria son el número de artejos (segmen-
y de mucho mayor tamaño. tos) en las antenas, la forma final del abdomen
o la longitud de los cercos. P. hispanica puede
Parecen palitos y en algunas tener color pajizo, más claro o más oscuro, pero
especies no hay machos lo habitual es que sea verde con una fina línea
Los insectos palo, maestros del camuflaje, pa- blanca a lo largo de los costados.
san todavía más desapercibidos que las mantis. Por su parte, Leptynia attenuata es endémico
En España tenemos cuatro géneros: Pijnackeria, del oeste peninsular, con hembras de hasta cin-
recientemente desgajado del género Leptynia, co centímetros y medio y machos alrededor de
Bacillus y Clonopsis (13-15). un centímetro más cortos. Aparte de los rasgos
Pijnackeria hispanica es un endemismo ibéri- ya indicados, para identificarlo hay que fijarse
co que ocupa una franja central que va de sur a también en el vómer subanal de los machos (ór-

Quercus 375 - Mayo 2017 · 25


Q375_Monte_el_Viejo.RAFA.qxp_Quercus 11/4/17 11:11 Página 26

gano de acoplamiento situado al final del abdo- de mayo hasta finales de julio. Aunque se consi-
men) así como en los dientes de los cercos. En deran principalmente nocturnos, se mostraban
Macho (izquierda)

los machos de estos insectos los cercos sirven activos durante las horas de luz. Hasta ahora, só-
y hembra del in-
secto palo Lepty-

de tenaza para sujetar a la hembra durante el lo se conocía la coexistencia de los géneros Pij-
nia attenuata. El

apareamiento. Aparte de algunas rayas longitu- nackeria y Leptynia en el sistema Central.


macho es muy fi-

dinales de color blanco o marrón oscuro, las


no, con cercos se-

hembras suelen ser de tonos verdosos o pardos Un duende de colas sin fin
micirculares en
forma de pinza,

y los machos son normalmente de color canela. El duende (Nemoptera bipennis) es un bello in-
mientras que en

No se sabe gran cosa sobre el hábitat, la re- secto que se distribuye principalmente por la
la hembra son lar-

producción y la dieta de los insectos palo ibéri- península Ibérica, aunque también se ha citado
gos y rectos, de

cos. En general, en Europa los adultos suelen en Francia y Marruecos. Es raro en la mitad nor-
manera que so-
bresalen mucho

morir al final del otoño o comienzos del invier- te peninsular y por lo general aparece de forma
de su abdomen

no, pero antes han dejado huevos que resisten muy local, pero en determinados sitios puede
truncado.

la estación fría. Las hembras del género Lepty- llegar a ser abundante (16, 17). A primera vista
nia pegan los huevos firmemente en las ramitas parece una mariposa, pero está más emparen-
de las plantas nutricias, pero las de Pijnackeria tado con las crisopas y las hormigas león. La co-
los dejan en el suelo, apenas sujetos. En ambos loración es blanquecina o amarillenta, salpicada
géneros, la alimentación parece consistir en di- de motas y manchas oscuras. Las alas son enor-
ferentes herbáceas y arbustos, con algunas pre- mes, anchas las anteriores, largas y estrechas
ferencias como la bocha (Dorycnium pentaphy- las posteriores, de manera que su vuelo es lento
llum) y el piorno (Cytisus scoparius) (15). En y flotante. Sumadas alas y antenas, puede su-
consecuencia, sus hábitats más frecuentes son perar los siete centímetros de longitud, aunque
herbazales y malezas, a menudo entre quercí- su cuerpo mida menos de dos. Vuela en prima-
neas. Pueden verse entre mayo y julio, pero es- vera y verano sobre terrenos secos, preferible-
casean ya mucho en agosto. mente en días soleados.
Los ejemplares vistos en Monte el Viejo eran Los adultos se alimentan del polen de una alta
hembras de P. hispanica y machos y hembras de variedad de plantas, como campanuláceas, as-
la subespecie L. attenuata iberica, en ambos ca- teráceas, cariofiláceas, brasicáceas, fabáceas y
sos sobre herbáceas y arbustos de porte bajo, en poáceas. La hembra pone una media de 25 hue-
bordes de caminos y en claros del arbolado, des- vos en el suelo en menos de una semana y

26 · Quercus 375 - Mayo 2017 www.revistaquercus.es


Q375_Monte_el_Viejo.RAFA.qxp_Quercus 11/4/17 11:11 Página 27

muere poco después. La eclosión se produce cubierto por varias hileras de escamas. Las ser-
unos veinte días más tarde. Las larvas, de patas pientes, por el contrario, tienen una sola hilera
Hemeroteca

cortas y robustas, bien adaptadas a la excava- de anchas escamas ventrales. Por tanto, a pesar
de Quercus

ción, están provistas de grandes mandíbulas de su nombre común, tampoco es verdadera-


Quercus 298 (diciembre 2010)

curvadas y se alimentan durante dos o tres mente una culebra. Pertenece al peculiar subor-
Ref. 5301298 / 3’95 €
· Apuntes de ecología en un

años de larvas de hormigas granívoras. Apenas den de los anfisbenios, que se reparten princi-
entorno de setos cantábricos.

hay datos sobre la fase de pupa, salvo que palmente por África y América del Sur, así que
Ángel Hernández.
Quercus 192 (febrero 2002)

transcurre en el suelo, en el interior de un capu- la culebrilla ciega es su único representante eu-


Ref. 5301192 / 3’95 €

llo esférico de seda (17). ropeo. Recientemente, una subpoblación radica-


· Un relato de mutualismo: insec-
tos, pájaros y boneteros.

En Monte el Viejo se observaron individuos en da en el suroeste ibérico ha pasado a conside-


Ángel Hernández.

vegetación baja, en particular herbáceas, cerca rarse una especie aparte: la culebrilla de María
Petición de números atrasados

de arbolado abierto, en junio y julio. (Blanus mariae) (18).


pedidos@linneo.es

Gusta de suelos fáciles de excavar, general-


Telf. 91 635 03 75
artículos disponibles en Pdf

Parece una lombriz, mente arenosos, en bosques de enebros, pinos


PVP 1’25 € cada unidad.

pero es un reptil y quercíneas. Pasa el día bajo piedras de distin-


La culebrilla ciega (Blanus cinereus) quizá sea to grosor para regular su temperatura corporal
nuestro reptil más extraño y de hábitos más es- (19) y, aunque captura lombrices, se alimenta
pecializados. Se trata de un endemismo penin- principalmente de isópodos (cochinillas de la
sular frecuente en el piso mesomediterráneo, humedad), arácnidos e insectos (18, 20). Las
aunque el límite norte de su área de distribución cópulas se producen en primavera y las hem-
está aún por trazar. bras ponen, bajo tierra o debajo de troncos po-
No rebasa los treinta centímetros de longitud dridos, uno o dos grandes huevos alargados de
total y tiene los ojos atrofiados, apenas visibles casi tres centímetros de largo y apenas seis mi-
bajo la piel. De hecho, sus sentidos más desa- límetros de ancho. Los huevos eclosionan a los
rrollados son el oído y el olfato. El cuerpo anilla- 70-80 días y los recién nacidos miden de 8 a 9
do y de color rosado, junto a su vida subterrá- centímetros de longitud total (18).
nea, hace que se parezca mucho a una lombriz Sin excesivo esfuerzo de búsqueda, en Monte
de tierra. Pero enseguida se nota que tiene el Viejo se encontró un ejemplar adulto a princi-
mandíbulas de vertebrado y que su vientre está pios de junio y otro joven a finales de septiem-

Posado en una ra-


mita, este ejem-
plar de duende
(Nemoptera bi-
pennis) puede
mostrar sus lla-
mativas alas.
Las posteriores
son larguísimas
y a veces están
retorcidas en
su parte final.

Quercus 375 - Mayo 2017 · 27


Q375_Monte_el_Viejo.RAFA.qxp_Quercus 11/4/17 11:11 Página 28

MONTE EL VIEJO fauna modesta

bre, ambos por la tarde. Estaban debajo de pie- ocasiones tendremos la oportunidad de contem-
dras en claros del bosque cubiertos de vegeta- plarla, siempre fugazmente. Prefiere permane-
Culebrilla ciega

ción baja, musgos, líquenes y hojarasca (21). El cer oculta entre el ramaje alto de árboles y ar-
muy joven, de po-
co más de ocho

adulto se deslizó inmediatamente por una gale- bustos. Pero su característico canto la delata,
centímetros de

ría subterránea, pero el joven se quedó medio unas notas más contundentes que la matraqui-
longitud. Fue en-

introducido en una oquedad que tenía la piedra lla sostenida de otras currucas, entre las que
contrada bajo la

en su superficie inferior. Aprovechan aquí la destaca un disilábico y lento “fii-rru” que suele
misma piedra que
aparece en la ima-

descalcificación de margas calizas en tierra roji- repetir tres veces y puede oírse desde bastante
gen, y allí se dejó

za arcillosa, bastante suelta y rica en materia lejos. El nombre de curruca mirlona alude a que
de nuevo una vez

orgánica. Debajo de la mayoría de las piedras y su canto comparte sonoridades con el del mirlo
tomada la foto.

ramas caídas había numerosos artrópodos, pre- común, que es más melodioso.
sas potenciales de la culebrilla ciega, sobre todo Prácticamente ausente en la región eurosibe-
hormigas (con sus huevos) y escarabajos, pero riana, suele encontrarse en zonas boscosas o
también miriápodos (ciempiés y milpiés), termi- cultivos arbóreos, en formaciones poco cerradas
tas, cucarachas y tijeretas. Las hozaduras de los y con cobertura variable del sotobosque, como
jabalíes (Sus scrofa) afectan al suelo donde vive alcornocales, encinares, robledales, castañares,
este reptil, ya que sus galerías no suelen alcan- olivares e incluso algunos sabinares y pinares.
zar los diez centímetros de profundidad. En declive durante el siglo pasado, actualmente
sus poblaciones parecen estables y alguna, co-
Una curruca de trino inconfundible mo la de Cataluña, está en aumento (22). Pero
Con unos quince centímetros de longitud, la cu- las densidades son habitualmente bajas, excep-
rruca mirlona (Sylvia hortensis) es la más gran- to en puntos muy favorables. Quizá una infor-
de de nuestras currucas ibéricas. En condicio- mación algo sesgada debido lo difícil que resul-
nes óptimas puede reconocerse por su caperuza ta detectarla cuando no está cantando. Es una
oscura con antifaz negro sobre ojos amarillo pá- curruca a la que perjudica el abandono del me-
lido, garganta blanca y gran pico. Por lo demás, dio rural, la intensificación agrícola y, en gene-
el dorso es grisáceo, el vientre blanquecino con ral, los cambios de hábitat que favorecen la pro-
tintes rosáceos, las rectrices externas blancas, y liferación de matorrales o la ausencia de árbo-
las patas negruzcas. Sin embargo, en contadas les. Principalmente insectívora, también captura

28 · Quercus 375 - Mayo 2017 www.revistaquercus.es


Q375_Monte_el_Viejo.RAFA.qxp_Quercus 11/4/17 11:11 Página 29

arañas y caracoles, aunque no desdeña los fru- mente abiertas de matorral y arbolado, donde
tos carnosos cuando están disponibles, así que es frecuente escuchar su canto entre los meses
Macho de curruca

contribuye a dispersar sus semillas. de mayo y julio. Quizá los actuales trabajos de
mirlona cantando
entre el follaje de

El macho y la hembra, una vez establecidos entresaca, que aclaran la vegetación leñosa, le
una encina. Es la

en su territorio, que defienden de otras currucas resulten ventajosos.


más grande de

mirlonas, construyen un nido en forma de copa


nuestras curru-

robusta que sitúan a una altura de entre 0’5 y Valorar lo pequeño


cas, pero la más
difícil de observar.

3’5 metros. Hacen una única puesta al año, ge- Como hemos visto, Monte el Viejo no alberga
neralmente en el mes de mayo, que pueden re- linces ni águilas imperiales, aunque sí es una
poner más tardíamente en caso de fracaso. Los zona con presencia de lobo. Especies, todas
huevos, de cuatro a cinco por puesta, se incu- ellas, lo suficientemente investigadas para ha-
ban durante unos 13 días, con mayor afán por la cer efectiva su conservación. A una escala me-
hembra. Los pollos permanecen en el nido otros diática inferior, también habitan aquí, por ejem-
15 días adicionales (23). Ambos progenitores plo, el cárabo común, el tejón y el conejo de
alimentan a los pollos, tanto en el nido como monte. Pero, sobre todo, acoge a toda una plé-
cuando son ya volantones. yade de invertebrados y pequeños vertebrados,
Curiosamente, la curruca mirlona tiende a ani- animales menos atendidos por la ciencia, y en
dar muy cerca del alcaudón común, incluso en el especial por la conservación y la divulgación. Es
mismo árbol o arbusto, pájaro con el que compar- cierto que proteger a los grandes vertebrados,
te área de distribución mundial. Se interpreta co- con sus extensos territorios de campeo, ayuda a
mo una forma de mutualismo en el que ambas conservar amplias áreas compartidas por otras
especies se benefician al detectar y ahuyentar muchas especies. Pero si aprendemos a descu-
posibles depredadores (24). Más aún, mientras el brir y valorar la biodiversidad desde lo pequeño,
alcaudón otea a sus presas desde posaderos des- igualmente apasionante, apreciaremos la im-
tacados, en actitud vigilante, la curruca se apro- portancia del rincón más austero.
vecha y escudriña más descuidada justo debajo Para ello es necesario proteger espacios de
de él, siguiéndolo de un lado a otro. reducida extensión, como micro-reservas y bos-
En Monte el Viejo la curruca mirlona encuen- ques-isla, que es el caso de Monte el Viejo. Falta
tra hábitats adecuados en las zonas moderada- un inventario exhaustivo de su flora y fauna, pe-

Quercus 375 - Mayo 2017 · 29


Q375_Monte_el_Viejo.RAFA.qxp_Quercus 11/4/17 11:11 Página 30

MONTE EL VIEJO fauna modesta

ro probablemente sea el sitio idóneo para estu- Por otro lado, al tratarse de un lugar de recreo,
diar especies asociadas a ambientes forestales, las carreteras que lo surcan son muy frecuenta-
en particular las netamente mediterráneas en das, sobre todo durante los fines de semana y en
estas latitudes ibéricas norteñas. Algo se hace verano, por lo que es alto el porcentaje de atrope-
ya. Por ejemplo, son loables los tratamientos llos. La culebra bastarda, sin ir más lejos, es una
selvícolas en marcha, que incluyen dejar sobre de las víctimas habituales. En este sentido, sería
el terreno los árboles muertos. Estas medidas aconsejable la instalación de pasos para fauna, o
no sólo deben promover un bosque uniforme de al menos reducir la velocidad de circulación, ya
árboles extraordinarios, sino también la existen- que estos accesos asfaltados no llevan a ningún
cia de diferentes estratos de vegetación, dejan- otro sitio que no sea Monte el Viejo.
do parches generosos de monte bajo y matorral
denso, lo que satisface los requerimientos eco-
lógicos de un elevado número de especies. Mu-
Bibliografía

chos animales, ya sean vertebrados o inverte-


(1) Reque, J. (2007). Propuesta de tratamientos selvícolas y método de or-

brados, necesitan espesuras para criar, encon-


denación dasocrática del Monte “El Viejo” Nº 232-2 del CMUP (Palen-
cia). Cuad. Soc. Esp. Cienc. For., 21: 75-81.

trar alimento o esconderse. En cualquier caso,


(2) Williams, J.l.; moya-laraño, J. y Wise, d.H. (2006). Burrow decorations as

estas actuaciones deben aplicarse a pequeñas


antipredatory devices. Behav. Ecol., 17: 586-590.
(3) moya-laraño, J.; Pascual, J. y Wise, d.H. (2004). Approach strategy by

parcelas, donde luego prosperará el sotobos-


Ángel Hernánez which male Mediterranean tarantulas adjust to the cannibalistic beha-

que, y siempre fuera de los periodos de máxima


viour of females. Ethology, 110: 717-724.
en la ría de Villa-
(4) fernández-montraveta, c. y cuadrado, m. (2003). Timing and patterns of

actividad y reproducción de las especies, que


viciosa (Asturias), mating in a free-ranging population of Lycosa tarantula (Araneae, Lyco-

abarca desde finales del invierno hasta media-


dirante una sidae) from central Spain. Can. J. Zool., 81: 552-555.
excursión para

dos del otoño.


(5) miller, J.a. y otros autores (2012). The velvet spiders: an atlas of the Ere-
observar aves sidae (Arachnida, Araneae). ZooKeys, 195: 1-144.
acuáticas. (6) Trujillo, l.a. y sánchez-Hernández, J. (2014). Distribución de Eresus ko-
llari en la península Ibérica y primera cita en la Sierra de Villafranca
(Ávila). Rev. Ibér, Aracnol., 24: 99-101.
(7) melic, a. (1995). La familia Eresidae (Arachnida: Araneae) en Aragón. Bol.
Soc. Entomol. Arag., 11: 7-12.
(8) llorente, V. y Presa, J.J. (1997). Los Pamphagidae de la península Ibérica
(Insecta: Orthoptera: Caelifera). Universidad de Murcia. Murcia.
(9) agabiti, B.; salvatrice, I. y lombardo, f. (2010). The Mediterranean spe-
cies of the genus Ameles (Insecta, Mantodea), with a biogeographic and
phylogenetic evaluation. Bol. Soc. Entomol. Aragonesa, 47: 1-20.
(10) Battiston, R. y otros autores (2010). Mantids of the Euro-Mediterranean
Area. World Biodiversity Association. Verona.
(11) Battiston, R. y Galliani, c. (2011). On the life-cycle of Ameles spallanza-
nia (Insecta, Mantodea). Atti Soc. It. Sci. Nat. Mus. Civ. Stor. Nat. Milano,
152 (1): 25-35.
(12) Battiston, R. (2008). Mating behavior of the mantid Ameles decolor (In-
secta, Mantodea): courtship and cannibalism. J. Orthopt. Res., 17: 29-33.
(13) scali, V. (2009). Revision of the Iberian stick insect genus Leptynia and
description of the new genus Pijnackeria. Ital. J. Zool., 76: 381-391.
(14) scali, V.; milani, l. y Passamonti, m. (2012). Revision of the stick insect
genus Leptynia: description of new taxa, speciation mechanism and
phylogeography. Contrib. Zool., 81: 25-42.
(15) scali, V.; milani, l. y Passamonti, m. (2013). Description and ecology
of new Pijnackeria stick insects: four bisexual species and a triploid
parthenogen with their phyletic relationships. J. Zool. Syst. Evol. Res.,
51: 213-226.
(16) monserrat, V.J. y Triviño, V. (2013). Atlas de los neurópteros de la Penín-
sula Ibérica e Islas Baleares (Insecta, Neuroptera: Megaloptera, Raphi-
dioptera, Planipennia). Monografías de la Sociedad Entomológica Ara-
gonesa, 13. SEA. Zaragoza.
Autor (17) monserrat, V.J.; Triviño, V. y acevedo, f. (2012). Los nemoptéridos y cró-
cidos de la península Ibérica (Insecta: Neuroptera: Nemopteridae, Cro-
ÁNGEL HERNÁNDEZ LÁZARO es profesor de Zoología y de Conservación de Flora y Fauna en cidae). Heteropterus Rev. Entomol., 12: 231-255.
la Universidad de Valladolid. Miembro del Instituto Universitario de Investigación en Gestión (18) salvador, a. y Pleguezuelos, J.m. (2013). Guía de Reptiles de España.
Canseco. Talavera de la Reina.
Forestal Sostenible de la Universidad de Valladolid-INIA, se interesa principalmente por la his- (19) lópez, P.; salvador, a. y martín, J. (1998). Soil temperature, rock selec-
toria natural de los vertebrados ibéricos y por las interacciones entre plantas y animales. tion, and the thermal ecology of the amphisbaenian reptile Blanus ci-
nereus. Can. J. Zool., 76: 673-679.
AGRADECIMIENTOS (20) lópez, P.; martín, J. y salvador, a. (1991). Diet selection by the amphis-
baenian Blanus cinereus. Herpetologica, 47: 210-218.
Agradezco a Juan José Presa, Roberto Battiston y Víctor Monserrat su inestimable ayuda, tan- (21) Hernández, a. (2015). Primeras observaciones de Blanus cinereus en la
to por facilitarme publicaciones suyas como por ayudarme a identificar algunas especies. provincia de Palencia, norte de España. Bol. Asoc. Herpetol. Esp., 26: 51-54.
Cualquier error posterior es mío. Sirva este artículo de modesto tributo a Carlos Herrera por (22) Prieta, J. (2003). Curruca mirlona, Sylvia hortensis. En Atlas de las Aves
enseñarnos tanto y por destacar la importancia de los pequeños animales. Por ejemplo, cuan- Reproductoras de España, 478-479. R. Martí y J.C. del Moral (eds.). Di-
rección General de Conservación de la Naturaleza y Sociedad Española
do analizó las portadas de esta misma revista hace ya más de veinticinco años (Quercus 39, de Ornitología. Madrid.
mayo 1989). (23) aparicio, R.J. (2015). Curruca mirlona, Sylvia hortensis. En Enciclopedia
Virtual de los Vertebrados Españoles. A. Salvador y M.B. Morales (eds.).
DIRECCIÓN DE CONTACTO: Departamento de Ciencias Agroforestales · Escuela Técnica Museo Nacional de Ciencias Naturales. Madrid.
http://www.vertebradosibericos.org
Superior de Ingenierías Agrarias · Universidad de Valladolid · Campus La Yutera · Avda. de (24) Isenmann, P. y fradet, G. (1995). Is the nesting association between the
Madrid, 44 · 34004 Palencia · Correo electrónico: ahernan@agro.uva.es Orphean warbler (Sylvia hortensis) and the Woodchat shrike (Lanius se-
nator) an anti-predator oriented mutualism? J. Ornithol., 136: 288-291.

30 · Quercus 375 - Mayo 2017 www.revistaquercus.es

S-ar putea să vă placă și