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“Programa de vigilancia para la

salud de los trabajadores


expuestos a plaguicidas en el
sector agrícola”.

Nombre: Constanza Bustos Hernández.


Profesor: Mario Miranda.
Asignatura: Salud Ocupacional

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ÍNDICE

I. Fundamentos……………………………………………………………3
II. Objetivos…………………………………………………………………6
III. Alcance…………………………………………………………………...6
IV. Metodología……………………………………………………………...7
V. Introducción……………………………………………………………..12
VI. Análisis del estudio…………………………………………………….15
VII. Conclusiones…………………………………………………………….21
VIII. Bibliografía……………………………………………………………….21
IX. Comentario Final………………………………………………………..22

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I. FUNDAMENTOS.

La imagen del trabajo agrícola es la de una actividad saludable, lejos de las ciudades
congestionadas y contaminadas, que ofrece la oportunidad de respirar aire puro y realizar
ejercicio. En cierto sentido, eso es cierto. Sin embargo, el trabajo agrícola se asocia a una
serie de problemas de salud. Los trabajadores agrícolas corren un mayor riesgo de sufrir
ciertos tipos de cánceres, enfermedades respiratorias, cardiovasculares y accidentes
debido a la gran cantidad de plaguicidas y herbicidas que se utiliza para fumigar las
cosechas, a fin de asegurar una buena producción. Es por eso que la posibilidad de
producirse envenenamientos por plaguicidas es muy alta, y se produce debido a la
exposición de una persona a este tipo de productos químicos, durante varias semanas, e
incluso meses o años. Precisamente las personas expuestas a estos plaguicidas
experimentan recién los efectos negativos después de muchos años de haber estado
expuestos a ellos, llegando a pasar desde 5 hasta incluso 30 años o más para enfermarse
como consecuencia de la exposición continua a estos productos.

En Chile, al igual que en la mayoría de los países del mundo, existe una utilización masiva
de plaguicidas tanto en el área agrícola como en la sanitaria. Esta amplia utilización sumada
a su libre venta y al escaso conocimiento de los usuarios sobre sus riesgos, crean un
escenario que facilita la aparición de intoxicaciones, sean estas del tipo laboral, accidental
o intencional (intento de suicidios e intentos provocados por terceros). Esta situación lleva
a que parte de la población se encuentre expuesta a estos tóxicos, considerándose de
mayor riesgo los trabajadores agrícolas, que corresponden aproximadamente al 13%
(772.000) del total de trabajadores ocupados y a los habitantes de zonas rurales, que
alcanzan a un 13% de la población. Con el fin de conocer la magnitud de las intoxicaciones
agudas por plaguicidas (IAP) en el país, el Ministerio de Salud inició en 1993 la vigilancia
de este problema de salud, a través de la conformación de la Red Nacional de Vigilancia
Epidemiológica en Plaguicidas (REVEP)

En algunos casos, el contacto con plaguicidas tiene como consecuencia intoxicaciones que
se dan por su uso inapropiado, de forma accidental o incluso delictiva y homicida. Para la
vigilancia epidemiológica de los plaguicidas se han establecido las siguientes definiciones
operacionales:

 Caso Sospechoso: Es aquel que presenta sintomatología compatible con una


intoxicación (sistémica o localizada) y se sospecha una exposición a plaguicidas.
 Caso Confirmado: Toda persona que después de haber estado expuesta a uno o
más plaguicidas presenta en las primeras 48 horas, manifestaciones clínicas de
intoxicación localizada o sistémica, o alteraciones en las pruebas de laboratorio
específicas compatibles con intoxicación luego del contacto.

En su inicio, la notificación de estos eventos fue de tipo voluntaria desde los


establecimientos públicos de salud a los Servicios de Salud del país, en la actualidad esta
vigilancia se realiza a través de la modalidad universal, en la cual se incluyen las

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intoxicaciones de origen laboral, accidental no laboral, voluntaria y provocada. A contar de
octubre del año 2004, esta notificación tiene el carácter de obligatoria e inmediata. En efecto
el Decreto Supremo Nº 88 del 2004 MINSAL, reglamento de notificaciones obligatorias de
Intoxicaciones Agudas con Pesticidas exige a todos los médicos que atienden estos
eventos, tanto en sus consultas particulares como en establecimientos asistenciales
públicos y privados, notificarlos a las SEREMI de Salud y, además, incluye él envió de la
información desde los laboratorios. Las intoxicaciones producen altos costos
socioeconómicos para el afectado y su familia, así como para el país. La atención médica
de estos eventos significa la utilización de importantes recursos, no sólo por los casos
hospitalizados, sino por la atención en urgencia de los brotes, que implica un gran número
de casos al mismo tiempo. Otro efecto de los casos laborales es la repercusión en las
actividades productivas, dado por el ausentismo y las pérdidas de producción. Las
intoxicaciones por plaguicidas tienen una presentación estacional, concentrándose los
casos entre los meses de septiembre a marzo. Esta presentación se debe principalmente a
que la temporada agrícola se inicia durante la primavera de un año y termina a fines del
verano del año siguiente, periodo donde se presenta una mayor utilización de plaguicidas.

En los meses de noviembre a diciembre de 2009 y los meses de enero a marzo de 2010 se
superó el número de casos esperados. El aumento se debió principalmente a la ocurrencia
de un mayor número de casos en brotes y a un gran brote ocurrido el año 2009 en la región
del Maule, donde gran parte de los intoxicados fueron trabajadores. Durante el año 2009,
el 60,6% de los casos de IAP se presentaron en brotes y, en el año 2010 la cifra se redujo
en un 43,6% 5 las tasas de IAP se han mantenido en los últimos 10 años de vigilancia,
alrededor de cifras de 4,3 por 100.000 habitantes.

Durante el año 2011, a través de una investigación epidemiológica, se confirmaron 135


casos de intoxicaciones agudas por plaguicidas, entre los cuales hay 2 fallecidos, ambos
de sexo masculino y cuyas intoxicaciones son de origen voluntario

De los casos confirmados fallecidos, el primero es un adulto mayor de 80 años


perteneciente a la comuna de Colina, intoxicado el 12 de febrero del año 2011. El segundo

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es un adulto de 49 años de edad, perteneciente a la comuna de Melipilla, intoxicado el 31
de enero del año 2011. Ambos se intoxicaron con un plaguicida de uso agrícola el cual
contenía un químico organofosforado cuyo nivel de toxicidad es “Sumamente peligroso”.

Distribución de las Intoxicaciones Agudas por Plaguicida según Tipo de


Exposición.

El tipo de exposición se refiere a la causa u origen de la intoxicación, las cuales pueden


ser:
 Laboral: Intoxicación con causa u ocasión de su trabajo, sea en el lugar del trabajo
o en relación con las tareas que desempeña.
 Accidental no laboral: Intoxicación originada por una exposición que se presenta en
forma inesperada, excluyendo la laboral e intencionales, ej. por uso doméstico, por
expansión a escuela, etc.
 Voluntaria: Intoxicación con fines suicidas.
 Provocada: Intoxicación por agresión de tercero o intento de homicidio.

Se puede observar que el 51,9% de los casos confirmados de intoxicaciones agudas por
plaguicidas que se confirmaron en la Región Metropolitana durante el año 2011 fueron de
Origen Laboral, el 48,1% restante corresponden a Accidentes no laborales e intoxicaciones
voluntarias, 33,8% y 14,8% respectivamente. Para el año 2011 no se confirmaron
intoxicaciones provocadas por agresión de terceros o intento de homicidio.

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II. OBJETIVOS.

2.1 Objetivo general:

Diseñar y proponer un programa de vigilancia para la salud de los trabajadores expuestos


a plaguicidas en el sector agrícola.

2.2 Objetivos específicos:

 Establecer el diagnóstico de la situación actual sobre los efectos de los plaguicidas


en los trabajadores del sector agrícola.
 Identificar los principales problemas de los trabajadores del sector agrícola
 Identificar las condiciones ambientales laborales de mayor riesgo.
 Detectar oportunamente trabajadores/as con sobre exposición o intoxicados y las
medidas de acción.
 Implementar las medidas preventivas.

III. ALCANCE.

 Entregar un programa donde se establezcan detalles acerca de los peligros, riesgos


y medidas de prevención que deben conocer los trabajadores de empresas del
sector agroindustrial que están expuestos constantemente a labores con
plaguicidas.
 Contempla sólo a trabajadores del sector agrícola y realicen trabajos con
plaguicidas.
 El estudio que se llevó a cabo, servirá como referencia para otras empresas, locales
y nacionales, que tengan interés en la solución ante la exposición a plaguicidas.

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IV. METODOLOGÍA.

El Decreto Supremo N° 157/2005, define un plaguicida o pesticida como “cualquier


sustancia, mezcla de ellas o agente destinado a ser aplicado en el medio ambiente,
animales o plantas, con el objeto de prevenir, controlar o combatir organismos capaces de
producir daños a personas, animales, plantas, semillas u objetos inanimados”.

El año 2005 en Chile se tenían registrados cerca de 350 principios activos y


aproximadamente 850 formulaciones de plaguicidas. En la práctica, para caracterizar y
estudiar las propiedades de estos productos normalmente se agrupan o clasifican de
acuerdo al tipo de plagas que controlan, su grado de toxicidad y familia química a la
pertenecen.

Clasificación según la plaga que controlan.

Esta clasificación es útil principalmente para seleccionar el plaguicida que se debe utilizar
en una determinada aplicación.

Producto Plaga
Ácaricidas Ácaros o arañitas
Bactericidas Bacterias
Fungicidas Hongos
Herbicidas Malezas
Insecticidas Insectos
Molusquicidas Moluscos (caracoles, babosas)
Nematicidas Nemátodos (gusanos)
Ovicidas Huevos de insectos o ácaros
Reguladores de crecimiento Modifica el desarrollo de los insectos
Rodenticidas Roedores

Clasificación según grado de toxicidad.

Esta clasificación fue definida por la Organización Mundial de la Salud y es útil para
determinar medidas de prevención. En todo caso, es necesario tener presente que la
clasificación se refiere a la toxicidad de la formulación, es decir, al producto que se
envasa para ser utilizado y no sólo al principio activo. Así, por ejemplo, un pesticida puede
ser clasificado como poco peligroso si en la formulación el principio activo se encuentra
muy diluido en un aditivo de baja toxicidad. Por el contrario, el mismo plaguicida
igualmente diluido puede ser clasificado de muy peligroso si el diluyente es muy tóxico,
como ocurre con algunos solventes orgánicos. Estos casos no son frecuentes, pero se
pueden presentar.

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Clasificación según su forma física.

Los plaguicidas pueden estar formulados, en cuanto a su forma física, como sólidos,
líquidos o gases.
 Formulaciones sólidas se presentan como polvos secos, gránulos o pastillas, listas
para ser usadas o con el requerimiento previo de ser mezcladas con un diluyente.
 Formulaciones líquidas, el ingrediente activo es diluido con agua o mezclado con
solventes. Estas formulaciones pueden estar listas para ser usadas o requerir una
mayor dilución con agua o mezcla con aceite antes de su uso.
 Formulaciones gaseosas se presentan como gases envasados a presión o gases
que se generan por reacción química a partir de una formulación líquida o sólida.
Normalmente, la aplicación se realiza en una estructura previamente hermetizada,
por ejemplo, una cámara fija, un contenedor, un cobertor plástico, un silo, etc.
 Formulados como aerosol, los cuales vienen en un depósito presurizado que
contiene el ingrediente activo disuelto en un solvente líquido. Estos productos son
casi exclusivamente de uso doméstico.

Riesgos de los plaguicidas.

Los plaguicidas pueden ingresar al organismo humano por:


 La piel.
 Vía respiratoria.
 Vía digestiva.
 Vía ocular.

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 Caso especial: ingreso a través de heridas

Principales actividades laborales en las cuales se podría presentar exposición a


Plaguicidas:

 Aplicación de Plaguicida vía aérea o terrestre.


 Aplicación de Plaguicidas en viviendas, bodegas, lugares públicos, etc.
 Aplicación de Plaguicidas en campaña y emergencias sanitaria y/o fitosanitarias (ej.
 Chagas, mosquitos, etc.)
 Operación de cámara de fumigación (cámaras de bromuro de metilo y de anhídrido
 sulfuroso).
 Fumigación de silos, bodegas, barcos, entre otros.

En todos estos casos los trabajadores pueden intoxicarse en forma aguda, subaguda o
crónica.
 Aguda: exposición de corta duración y absorción rápida del tóxico, dosis única o
múltiple en un período no superior a 24 horas. En general los síntomas de
intoxicación aparecen rápidamente. Las manifestaciones clínicas de la intoxicación
aguda pueden incluir efectos sistémicos, (nauseas, bradicardia, miosis), o
localizados (dermatitis). Además, pueden ser cuadros clínicos leves, menos graves,
graves o fatales.
 Subaguda: Exposiciones frecuentes o repetidas en periodos de varios días o
semanas.
 Crónica: La intoxicación crónica es el resultado de exposiciones repetidas durante
un largo período de tiempo. Los signos de intoxicación se manifiestan debido a que
el tóxico se acumula en el organismo en cada exposición, y esto es porque la
cantidad de tóxicos eliminada es menor que la absorbida

Vigilancia de la exposición.

La vigilancia ambiental abarca la identificación, evaluación y control del riesgo al cual están
expuestos los trabajadores en relación con el tipo de plaguicida, proceso y medidas de
protección que se utilizan. Es decir, con los factores que determinan la concentración y el
tiempo de la exposición y, en consecuencia, el nivel de riesgo de la exposición.

En el Decreto Supremo N° 594/1999 se establecen límites permisibles para algunos


plaguicidas. Se debe tener presente que estos límites se refieren al principio activo, es decir,
al compuesto químico puro y no a la formulación del plaguicida, que es una mezcla de varias
materias primas. En total son 29 los compuestos químicos considerados como plaguicidas
que tienen definido límite permisible, siendo este número alrededor del 10% del total de
principios activos registrado por el SAG.

La evaluación de la exposición a través de la medición de la concentración ambiental y su


comparación con el respectivo límite permisible resulta útil principalmente en los procesos

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de fabricación de plaguicidas y fumigación en cámaras, en los cuales existen sistemas de
control de la concentración ambiental, normalmente encerramiento de las fuentes y
ventilación, cuya efectividad es un factor relevante que se puede mejorar si se sobrepasan
los límites.

En la práctica, lo relevante de la vigilancia ambiental es evaluar que los sistemas de


protección personal y procedimientos seguros de trabajo cumplan con la normativa técnica
y legal que corresponde para mantener el riesgo del trabajador en niveles aceptables.

(1) Prohíbe uso agrícola Res. Ex. 2180/1998 ; prohíbe uso doméstico Decreto 54/2009
(2) Restricciones Res. Ex. 909/2001; Complementa con Res. Ex. 3191/2001
(3) Prohíbe Res. Ex. 2226/1999 ; prohíbe Res. Ex. 78/2004

La vigilancia de la salud ejerce una acción preventiva a través de la evaluación de la salud


del trabajador para detectar tanto la presencia de condiciones que contraindiquen su
exposición a plaguicidas como señales tempranas de daño asociado a la exposición, con
el fin de establecer las medidas que eviten la enfermedad y las secuelas de una
intoxicación.

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Un indicador biológico es el término genérico que identifica al agente y/o sus metabolitos,
o los efectos provocados por los agentes en el organismo. Estos se utilizan para establecer
los límites máximos o tolerables de una sustancia o para señalar signos de alteraciones
fisiológicas precisas. Los indicadores biológicos y los Límites de Tolerancia Biológica para
los trabajadores/as expuestos a plaguicidas están definidos en el Título V del DS Nº 594

El Instituto de Salud Pública (ISP) laboratorio de referencia nacional para esta área, a través
del laboratorio de salud ocupacional, define las técnicas de laboratorio para éstos
indicadores biológicos.

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V. INTRODUCCIÓN.

La producción industrial y el uso de plaguicidas químicos se inició a mediados del siglo XIX,
habiéndose incrementado progresivamente estos con el transcurso del tiempo, tanto en la
agricultura como en la actividad sanitaria. Si bien es indiscutible su utilidad,
lamentablemente se han venido presentando negativas consecuencias representadas por
el deterioro del medio ambiente y por las enfermedades para la población
ocupacionalmente expuesta, e incluso para la población general, motivo por el cual a partir
de la década del sesenta comienza a cuestionarse su utilización por los efectos
perjudiciales mencionados.

Los plaguicidas son sustancias químicas peligrosas, el nivel de riesgo de la exposición de


los trabajadores es distinto en la fabricación, transporte, almacenamiento, venta,
preparación y aplicación de éstos. La fabricación de plaguicidas en general incluye las
siguientes etapas:

1. Síntesis del principio activo, que normalmente se realiza en un reactor químico.


2. Preparación de la fórmula, que se realiza en un mezclador donde el principio activo
se mezcla con el resto de las materias primas (aditivos, adherentes, emulsionante,
humectantes, etc.).
3. Envasado del producto.

La exposición de los trabajadores es de mayor riesgo en todas las etapas donde hay
trasvasije manual de materiales, como puede ocurrir en la carga y descarga de equipos y
el envasado. Éste se controla principalmente a través de la segregación o encerramiento
de los procesos y extracción localizada, que son los métodos de control tradicionales de la
higiene industrial en procesos que involucran agentes químicos peligrosos.

En las tareas de transporte, almacenamiento y venta, el trabajador manipula o está en


presencia del plaguicida envasado y embalado. Por lo tanto, el riesgo de exposición se
encuentra controlado por la protección que le entregan, como razón de diseño, los
envoltorios. En estas tareas sólo podría ocurrir una exposición accidental si se daña el
envase o el trabajador realiza una mala práctica y lo abre.

Las tareas de preparación y aplicación del plaguicida son las de mayor riesgo para el
trabajador, especialmente esta última, porque en la mayoría de los casos requiere la
manipulación del plaguicida fuera de su envase original y su dispersión en el aire del
ambiente de trabajo.

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Distribución de las I.A.P de Origen Laboral según Calidad de Contrato.

Durante el año 2011 se confirmaron 70 casos de I.A.P de Origen Laboral, el 34,4% (24
casos) corresponden a Trabajadores Permanentes y el 65,7% (46 casos) a Trabajadores
Temporales. Del 34,4% de los Trabajadores Permanentes afectados, el 18,6% son
mujeres y el 15,7% son hombres. Del 65,7% de los Trabajadores Temporales afectados,
el 44,3% son mujeres y el 21,4% son hombres.

Distribución de las Intoxicaciones Agudas por Plaguicida según Vía de


Exposición.

La vía de exposición se refiere a la forma en que las personas afectadas toman contacto
con el plaguicida. Las vías de exposición que enfrentan las personas son: respiratorias,
piel, oral, mucosas y mixtas que se refiere a cualquier combinación de las anteriores.

El 54,8% de las intoxicaciones se producen exclusivamente por vía respiratoria, el 23,7%


de las intoxicaciones se producen vía oral, el 18,5% de las personas toma contacto con el
plaguicida de forma mixta, el 2,2% se producen a través de la piel. Sólo el 0,7% se produce
a través de las mucosas.

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Distribución de las Intoxicaciones Agudas por Plaguicida según Mecanismo
de Exposición.

El mecanismo de exposición se refiere a las condiciones en que el afectado tomó contacto


con el plaguicida, se clasifican en:
 Contacto directo: La actividad que se realiza por el intoxicado al momento de la
intoxicación implica la manipulación, contacto directo o consumo de plaguicidas;
ejemplo, aplicación, preparación de mezcla, etc.
 Expansión: La exposición se produce por la extensión de la nube de aplicación del
plaguicida más allá del lugar donde debía ser aplicado, afectando incluso a personas
que no estaban involucradas en la actividad.
 Incumplimiento periodo de reentrada: El afectado ingresa a una zona tratada con
plaguicidas o manipula un producto u objeto tratado con éstos, antes de cumplido el
tiempo que debe transcurrir entre la aplicación del plaguicida y el momento en que
las personas puedan ingresar o manipularlo.
 Incumplimiento periodo de carencia: El afectado consume frutas u hortalizas u otro
alimento, antes de cumplido el tiempo que debe transcurrir entre la última aplicación
de un plaguicida y el consumo.

Aproximadamente en el 49,6% (67 casos) de los casos confirmados, la condición de


contacto con el plaguicida es a través de la vía directa; el 25,2% (34 casos) de las
intoxicaciones ocurrieron por expansión del plaguicida y por último el 25,2% (34 casos) de
las intoxicaciones ocurrieron por incumplimiento de reentrada.

En el contexto de esta situación epidemiológica se presenta este documento, cuyo


propósito es entregar directrices para la vigilancia de la salud de los trabajadores expuestos
a plaguicidas. Este instrumento busca homologar la vigilancia de los trabajadores
expuestos, e integrar la evaluación del ambiente de trabajo como parte de la vigilancia de
estos últimos.

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VI. ANÁLISIS DEL ESTUDIO.

La orientación de la vigilancia es eminentemente preventiva y su propósito es establecer


criterios, líneas de acción y recomendaciones para el manejo integral del/la trabajador/a
expuesto a plaguicidas, con la finalidad de prevenir y detectar precozmente daño a la salud.
En esta se integran las evaluaciones de salud ocupacional y de riesgo ambiental. Esta
vigilancia incluye dos áreas:

 La evaluación del ambiente de trabajo.


 La evaluación de salud del trabajador.

Evaluación del ambiente de trabajo.

Comprende la identificación y evaluación de los factores ambientales que pueden afectar


la salud de los trabajadores. Abarca la evaluación de las condiciones sanitarias y de higiene
del trabajo; los factores de la organización del trabajo que pueden presentar riesgos para
la salud de los/las trabajadores/as, el equipo de protección personal, la exposición de los/las
trabajadores/as a factores de riesgo y el control de los sistemas concebidos para eliminarlos
y reducirlos. Es fundamental en esta etapa recabar al menos la siguiente información:

 Inventario de plaguicidas (tipo de compuesto y categoría toxicológica).


 Inventario de procesos (etapas y cantidades de producto).
 Identificar circunstancias de exposición.
 Condiciones de trabajo (quiénes y dónde).
 Capacitación de los trabajadores.
 Duración y frecuencia de la exposición.
 Elementos de protección personal que se utilizan.
 Hábitos de trabajo y medidas de higiene y seguridad.

Exposición de los trabajadores.

Son aquellos trabajadores que se desempeñen en tareas que implican contacto directo y
frecuente con un plaguicida, en procesos tales como aplicación, preparación, formulación o
mezclado de estos agentes. Dado lo anterior, algunos de los grupos de trabajadores que
cumplen con la definición de expuesto son:

 Trabajadores de plantas de fabricación o formulación o fraccionamiento.


 Aplicadores agrícolas y forestales.
 Cargadores y mezcladores de plaguicidas.
 Operador de cámara de fumigación o similares.
 Aplicadores de plaguicidas de uso sanitario y domésticos, edificaciones urbanas,
silos, industrias, parques y jardines, etc.
 Además, considerar cualquier tarea que implique abrir el envase que contiene el
plaguicida

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A continuación se presentan las técnicas y equipos más utilizados para aplicar los
plaguicidas en la agricultura.

1. Pulverización y aspersión
Es una de las formas más usadas y consiste en poner el plaguicida en forma líquida y
luego, mediante presión, impulsarlo a través de una boquilla para generar pequeñas
gotitas que lo contienen en forma de solución, emulsión o suspensión. La fase líquida
puede ser agua, aceite o el mismo plaguicida sin diluir.

2. Atomización
La atomización es similar a la pulverización, siendo la diferencia que se utiliza aire para
transportar las gotas.

3. Nebulización
Se utiliza para plaguicidas líquidos, siendo su principal característica que el tamaño de
las gotitas es del orden de 10 micrones. Existen la termonebulización y la nebulización
en frío. En la primera, el pequeño tamaño de gotas se logra mediante la atomización y
evaporación parcial del plaguicida, normalmente a través de un proceso termo
neumático.

Etiquetado de envases.

La reglamentación establece que los plaguicidas deben distribuirse en envases


cerrados, con etiquetas indelebles y escritas en español. La etiqueta, de acuerdo con la
resolución N° 2195/2000 del SAG, debe incluir información de identificación del
producto, recomendaciones de uso y precauciones y advertencias.

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Elementos de protección personal.

Para evitar el contacto e inhalación de los plaguicidas por parte de los trabajadores, cuando
éstos están presentes en el ambiente, ya sea porque es inherente al proceso, en el caso
de la aplicación o porque no es posible eliminarlos totalmente con medidas de control
ingenieril, es necesario contar con elementos o equipos de protección personal, los cuales
incluyen:

 Para el cuerpo: Ropa impermeable para protección de cuerpo y cabeza,


especialmente en el caso de aplicaciones. Los materiales más empleados son PVC,
hule y Tyvec.
 Para los ojos: Lentes de protección sellados que impidan la penetración de los
plaguicidas hacia los ojos. También se recomiendan pantallas o máscaras que
cubren todo el rostro.
 Para las manos: Guantes de puño largo de goma, nitrilo, neoprén o látex. Se debe
seleccionar el material del guante de modo que sea resistente al plaguicida y que
no produzca efectos dérmicos no deseados en las personas.
 Para los pies: Botas de goma o PVC con suela antideslizante y de caña larga o
media. El pantalón debe usarse afuera de las botas para impedir el ingreso del
producto.
 Para las vías respiratorias: Máscara y filtro químico o suministro de aire de calidad
respirable, todos aparatos y elementos de calidad certificada.

Los filtros deben cambiarse oportunamente antes de su saturación, lo cual el usuario


controla por el aumento de caída de presión en los filtros para polvo (aumento de
dificultad para circulación de aire en la inspiración). En el caso de filtros químicos, el
proveedor deberá entregar el tiempo máximo de uso recomendado en base a
información de concentración y tiempo de uso en los puestos de trabajo. Para la

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gestión de la protección respiratoria, en general se recomienda consultar el
documento Guía para la Selección y Control de Protección Respiratoria del Instituto
de Salud Pública, ISP de julio de 2009, en la cual se analizan aspectos de selección,
compra, uso, mantención, evaluación y sustitución de partes y piezas de los
aparatos de protección respiratoria.

Identificación de riesgos y medidas de intervención.

De acuerdo al historial de intoxicaciones agudas se puede indicar que existe peligro en el


uso agrícola de los plaguicidas debido a las siguientes condiciones y tareas:

1. Falta de capacitación del personal expuesto:

El uso incorrecto de un plaguicida no sólo pone en peligro la salud del trabajador


directamente involucrado, sino que también a la de otros trabajadores, la de personas del
vecindario e incluso la salud de los consumidores.
Además, se puede contaminar el medio ambiente y alterar los ecosistemas. En este sentido,
las personas que utilizan plaguicidas en la agricultura son responsables de conocer las
prácticas seguras de su uso y llevarlas a la práctica.

Medidas de prevención:

 El personal involucrado en el almacenamiento, preparación, aplicación y disposición


de los plaguicidas debe estar capacitado para protegerse a sí mismo, a sus
compañeros de trabajo, a sus familias, al público en general y al medio ambiente.
 Es necesario establecer un programa de capacitación que incluya tanto aspectos
técnicos sobre el uso de plaguicidas como de sus riesgos.
 Se recomienda que los aplicadores de plaguicidas, supervisores de aplicación,
tractoristas, bodegueros, pitoneros y otros, tengan una certificación que acredite
haber realizado un curso, taller o seminario sobre el uso correcto de los plaguicidas.
 El encargado de las faenas de aplicaciones o preparación de mezclas debe conocer
los síntomas de intoxicación y de primeros auxilios para actuar en una emergencia,
lo cual debe ser acreditado.

2. Preparación de mezclas:

Esta tarea es peligrosa porque involucra la transferencia del plaguicida concentrado desde
su envase original a un estanque o recipiente, para su dilución, además de la mezcla con
otros productos o aplicación.

Medidas de prevención:

 Previo a manipular un plaguicida se debe leer cuidadosamente la información que


entrega su etiqueta. No se deben utilizar concentraciones mayores a las indicadas.

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 Las herramientas y utensilios como poruña, agitador y estanque deben estar en
buen estado y ser de uso exclusivo. Por ningún motivo se deben usar utensilios
domésticos.
 Los trasvasijes manuales se deben realizar con prolijidad, evitando las salpicaduras
y derrames. En lo posible, se deben realizar las mezclas utilizando recipientes
cerrados y medios mecánicos para hacer el trasvasije y la agitación.
 La tarea se debe efectuar en un lugar acondicionado especialmente para este fin,
alejado de fuentes de agua, bien iluminado, piso impermeable y con una buena
condición de ventilación, siendo lo más recomendable contar con una cabina
provista de extracción localizada.
 No se debe comer, beber, fumar o masticar chicle.
 Se deben utilizar los elementos de protección personal.

3. Aplicación:

Esta tarea es peligrosa tanto para el personal que la realiza como para el resto de los
trabajadores que se desempeñan en el predio, porque normalmente involucra la dispersión
del plaguicida en una gran extensión del ambiente aéreo.

Medidas de prevención:

 Se deben señalizar los deslindes del área a tratar con letreros o banderolas de
advertencia, a fin de evitar el ingreso de personas a las áreas de aplicación. 3.2.
Durante la aplicación no se debe permitir el ingreso al lugar sin los equipos de
protección personal requeridos.

 Para realizar aplicaciones en las cercanías de casas o lugares habitados se debe


avisar de los riesgos a quienes las habitan, indicándoles que no se pueden acercar
al área de aplicación.

 Se recomienda efectuar pruebas para verificar que no existe deriva (traslado por el
viento) del producto a los lugares habitables
 Durante la aplicación se deben seguir las instrucciones de la etiqueta o rótulo del
producto.
 El tiempo que dura la aplicación debe ser el menor posible, recomendándose la
rotación del personal para reducir la exposición.
 En particular para productos de alta peligrosidad se recomienda rotar al personal,
de modo que un trabajador no exceda el total de cuatro horas de exposición
 Evitar los trabajos cuando la temperatura o la velocidad del viento sea muy alta (no
más de 8 km/h).
 No dirigir el chorro contra del viento o en dirección donde se encuentren otros
trabajadores.
 No se debe comer, beber, fumar o masticar chicle.

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 El equipo de aplicación debe controlarse y mantenerse continuamente, evitando
pérdidas, derrames de producto y fallas de conductos o boquillas. Si estos últimos
se tapan, se debe lavar y destapar con un cepillo u otro elemento apropiado; nunca
soplar con la boca una boquilla para destaparla.
 Calibrar los equipos de aplicación de modo que cubran un área de manera uniforme
y con la dosis de aplicación correcta.
 Se deben utilizar los elementos de protección personal.

4. Después de la aplicación:

Con posterioridad a la aplicación, los peligros corresponden a la contaminación que


persiste en el sector de aplicación y en la ropa de trabajo.

Medidas de prevención:

 Se deben señalizar las áreas tratadas con plaguicidas, prohibiendo el reingreso de


personas e impidiendo el paso de animales, hasta que se cumpla el periodo de
reentrada que está indicado en la etiqueta del producto, el cual debe estar claramente
señalado en los letreros de advertencia.
 Si después de la aplicación de los plaguicidas corresponde efectuar una cosecha, ésta
se debe realizar luego de transcurrido el período de carencia, también indicado en la
etiqueta.
 Los trabajadores deberán bañarse prolijamente después de cada aplicación y ponerse
ropa limpia. La ropa sucia, no desechable, se dejará en un casillero especial para ropa
contaminada y luego será lavada en el lugar de trabajo.

5. Almacenamiento

Los peligros principales que existen en el almacenamiento de plaguicidas corresponden a


las condiciones que pudieran causar el deterioro de los envases o un incendio.

Medidas de prevención:

 La prevención de estos peligros se debe realizar aplicando a la bodega las


disposiciones para productos peligrosos que establece el Decreto Supremo N° 78/2009
del Ministerio de Salud.

6. Mitigación de consecuencias

En caso de ocurrir una intoxicación aguda o la contaminación accidental del personal, es


recomendable que la empresa tenga implementada las siguientes medidas:

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Medidas de prevención:

 Duchas de emergencia para los ojos y cuerpo completo.


 Personal preparado para administrar primeros auxilios.
 Contar con materiales de primeros auxilios que al menos incluyan jabón neutro líquido,
recipiente o sobre con sal para inducir al vómito si fuera necesario, botella de
bicarbonato de sodio y botella con agua potable.

VII. CONCLUSIONES.

Los plaguicidas son compuestos químicos que han aportado beneficios al ser humano a
través de los tiempos, usados básicamente para el control de las enfermedades en el
hombre y las plagas en la agricultura, y que en la actualidad aún son prioritarios para su
utilización en áreas específicas.

Se ha acumulado suficiente evidencia de los riesgos que conlleva el uso excesivo e


indiscriminado de los plaguicidas para la salud y el ambiente, riesgos que además
comprometen la sostenibilidad de los sistemas agrícolas, por lo que corresponde
políticamente a los gobiernos, su uso racional, aplicar medidas de mitigación ante los
efectos causados a la salud y el medio ambiente y encontrar alternativas para su control.

VIII. BIBLIOGRAFÍA.

http://www.achs.cl/portal/Empresas/DocumentosMinsal/3-%20Plaguicidas/4-
%20Herramientas/Manual%20de%20riesgos%20y%20medidas%20de%20control%20y%
20prevenci%C3%B3n%20en%20el%20uso%20de%20plaguicidas.pdf

http://www.achs.cl/portal/Empresas/DocumentosMinsal/3-%20Plaguicidas/4-
%20Herramientas/Ficha%20de%20peligros%20del%20oficio%20de%20Aplicador%20de
%20Plaguicidas.pdf

http://www.campusprevencionisl.cl/contenido/vigilancia/2.Protocolo_Plaguicidas.pdf

http://www.ist.cl/wp-content/uploads/2016/12/plaguicidas-Sab%C3%ADas-que-
N%C2%BA4-PLAGUICIDAS.pdf

http://www.paritarios.cl/especial_plaguicida02.htm

http://www.minsal.cl/sites/default/files/Protocolo_de_Vigilancia_Trabajadores_Expuestos_
Plaguicidas.pdf

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IX. COMENTARIO FINAL.

El análisis de contaminantes químicos y biológicos constituye un reto analítico y social para


las industrias de agroalimentos. Obtener resultados en forma oportuna permite tomar
decisiones que garantizan la obtención de productos seguros e innocuos y, a la vez, ahorrar
grandes sumas de dinero. Los métodos convencionales de análisis han evolucionado, pero
el análisis químico en general contempla extensas y engorrosas etapas de tratamiento de
muestro, extracción, limpieza, y validación de métodos analíticos; a su vez, los estudios
microbiológicos comprenden procesos de cultivo, mantenimiento, nutrición de células e
incubación que toman no horas sino días, lo que impide obtener resultados en tiempo real,
hasta el punto que cuando se obtiene un resultado es probable que el producto se consumió
en su totalidad, el proceso finalizó o incluso se haya puesto en riesgo la vida del consumidor.

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