Sunteți pe pagina 1din 5

TRABAJO GRUPAL DE

MATEMÁTICAS

LEY DE PARETO

Integrantes

 Alarcón Castro Ericka


 Alay Bonilla Karen
 De la Rosa Castro Joselin
 Guashpa Edgar Rubén
 Mindiolaza García Ashley
 Romero Josué

Curso: Ma. 1/2


LEY DE PARETO

El principio de Pareto es también conocido como la


regla del 80-20, distribución A-B-C, ley de los pocos
vitales o principio de escasez del factor.
Vilfredo Pareto fue un ingeniero de éxito con una
vocación en las ciencias sociales que, aunque tardía, le
llevó a realizar importantes aportaciones a la economía,
en especial a la microeconomía, como el concepto
de óptimo de Pareto. Él enunció el principio basándose
en el denominado conocimiento empírico. Estudió que
la gente en su sociedad se dividía naturalmente entre los
«pocos de mucho» y los «muchos de poco»; se
establecían así dos grupos de proporciones 80-20 tales
que el grupo minoritario, formado por un 20 % de población, ostentaba el 80 % de algo y
el grupo mayoritario, formado por un 80 % de población, el 20 % de ese mismo algo.
El origen de este principio se encuentra en la observación empírica que realizó
el economista y sociólogo italiano Vilfredo Pareto (1848-1923) respecto a la distribución
de la propiedad en Italia. Así, concluyó que, de hecho, el 80% de la propiedad del país
correspondía tan sólo al 20% de la población. Tras estudiar la distribución de la propiedad
en otros países, descubrió que seguía el mismo patrón. Después de que Pareto publicara
esta observación, otros estudiosos comenzaron a observar fenómenos similares en sus
respectivas áreas de conocimiento. Tal es el caso de Joseph M. Juran, quien aplicó el
principio de Pareto a cuestiones de calidad, observando cómo de forma recurrente el 80%
de los defectos era provocado por el 20% de los procesos. Así sucede, en líneas generales,
con el reparto de los bienes naturales y la riqueza mundial, etc.
El principio de Pareto se ha aplicado con éxito a los ámbitos de la política y la Economía.
Cabe mencionar que, si bien Pareto determinó esta relación basándose en sus estudios
sobre la riqueza, la aplicación universal, es decir, la aplicación del principio a otras áreas
fuera de la economía se debe al trabajo de Joseph Juran, quién encontró la relación 80-20
y aplicó a otros fenómenos.

¿Siempre un 80% contra un 20%?


No, ni mucho menos. La relación 80/20 es una relación básica para explicar la Ley de
Pareto y, de hecho, es un número habitual a la hora de analizar muchos ámbitos de
nuestras vidas. Sin embargo, lo que quiere transmitir la Ley de Pareto es que ese es un
límite, pero que también son habituales las relaciones 90/10 o incluso 99/1.
Sabiendo esto, no es tan importante buscar la relación, como buscar esos pequeños
porcentajes que pueden ayudarnos a mejorar nuestra vida de forma sustancial, cambiar o
potenciar esas pequeñas cosas que realmente tienen una implicación directa en nuestro
LEY DE PARETO

día a día, ya sea a nivel de productividad, resultados, felicidad, amigos, clientes o


inversiones. La Ley de Pareto puede aplicarse en cualquier ámbito de nuestras vidas.
En la actualidad la ley de Pareto cuenta multitud de aplicaciones en entornos tan dispares
como pueden ser la informática, el control de calidad, marketing, investigación, recursos
humanos y muchos otros campos, con la finalidad de mejorar la eficiencia, basándose en
el principio que el 20% de los esfuerzos generan el 80% de los resultados.
De este modo se pueden generar multitud de binomios a los que maximizar la eficiencia:
esfuerzo-resultados; empleados-trabajo, publicidad-clientes, etc. La dificultad que implica
la aplicación de la ley de Pareto, es determinar cuál es el grupo de individuos, procesos o
elementos que componen ese 20%.

Algunos enunciados clásicos de la ley de Pareto:


- El 80% del éxito proviene del 20% de tu esfuerzo
- El 80% de tu ingreso proviene del 20% de tu
esfuerzo
- El 80% de los ingresos se generan con 20% de
los clientes
- El 80% de las ventas se genera por el 20% de los
productos

Algunos ejemplos de la ley de Pareto aplicada a la vida real:


- El 80% de las veces que compruebas si tienes correo electrónico, sólo tienes un
20% de mensajes nuevos.
- El 80% de un programa informativo medio de televisión aporta como mucho un
20% de noticia, lo demás es polémica, controversia o morbo.
- El 80% (y más) de la composición de un alimento genéticamente modificado aporta
un 20% (y menos) de beneficio para la salud de quien lo ingiere.
- Del 80% de la ropa que te compras, sólo un 20% te durará más de un año sin
romperse, desgastarse en gran medida o decolorarse (y no por lavarla mucho).
- Del 80% del tiempo que tienes libre, sólo un 20% lo ocupas haciendo algo que te
apasiona.

Aplicaciones
En gestión empresarial
Cuando un almacén tiene un inventario grande, para concentrar los esfuerzos de control
en los artículos o mercancías más significativos, se suele utilizar el principio de Pareto. Así,
controlando el 20 % de los productos almacenados puede controlarse aproximadamente
el 80 % del valor de los artículos del almacén. La clasificación ABC de los productos también
LEY DE PARETO

se utiliza para agrupar los artículos dentro del almacén en un número limitado de
categorías, cuando se controlan según su nivel de disponibilidad. Los productos A, 20 % de
los artículos, que generan el 80 % de los movimientos del almacén, se colocarán cerca de
los lugares donde se preparan los pedidos, para que se pierda el menor tiempo posible en
mover mercancías dentro de un almacén.

En control de calidad
No obstante, el principio de Pareto permite utilizar herramientas de gestión, como
el diagrama de Pareto, que se usa ampliamente en cuestiones relacionadas con el control
de calidad (el 20 % de los defectos afectan en el 80 % de los procesos). Así, de forma
relativamente sencilla, aparecen los distintos elementos que participan en un fallo y se
pueden identificar los problemas realmente relevantes, que acarrean el mayor porcentaje
de error.

En ingeniería del software


De la misma manera, en el mundo de la ingeniería del software el principio de Pareto
puede ser enunciado de diferentes formas:
- Así por ejemplo cuando hablamos de los costes de desarrollo podríamos decir que
«el 80 % del esfuerzo de desarrollo (en tiempo y recursos) produce el 20 % del
código, mientras que el 80 % restante es producido con tan solo un 20 % del
esfuerzo».
- Si hablamos de pruebas de software, el principio nos dice que «el 80 % de los fallos
de un software es generado por un 20 % del código de dicho software, mientras
que el otro 80 % genera tan solo un 20 % de los fallos».
Además existen algunas particularizaciones o instancias conocidas del principio, como
la regla del noventa-noventa cuyo enunciado en tono cómico dice que «el primer 90 % del
código ocupa el 10 % del tiempo de desarrollo. El 10 % restante del código ocupa el otro
90 % de tiempo de desarrollo» haciendo alusión a la creencia en el entorno del desarrollo
de software de que cualquier planificación nace condenada a no cumplirse. De ahí que los
porcentajes referidos al tiempo son mayores a 100.

En redes informáticas para ordenadores


La compañía Cisco calcula que el 80 % del tráfico de una red o subred de datos será
destinado a dispositivos de otras redes y que solo el 20 % restante irá a los dispositivos
locales. Conocida entonces como la regla 80/20 de redes informáticas de datos. Esto
claramente evidencia que si los dispositivos de una LAN no alcanzan el Gateway, los
usuarios no podrán efectuar sus trabajos.
LEY DE PARETO

Curiosamente, esto puede aplicarse a ámbitos muy


distintos al simplemente económico y, de hecho, puede
encontrarse en casi cualquier parte: el 80% de los
guisantes del jardín de Pareto salían del 20% de las
vainas que había plantado. ¿Curioso? ¿Casualidad? Ni
mucho menos, parece ser que esto podemos aplicarlo
de muchas formas en nuestras vidas:
- El 80% del total de ganancias obtenidas en la Bolsa
va a parar al 20% de los inversores y tiene su origen
en el 20% de los valores de una cartera individual
- El 80% de las consecuencias se deriva del 20% de las
causas.
- El 80% de los resultados procede del 20% de los esfuerzos realizados y del tiempo
invertido.
- El 80% de los beneficios de una empresa proviene del 20% de sus productos y de sus
clientes.

La Ley de distribución de los ingresos afirma que el 80% de la riqueza


y los ingresos son producidos por el 20% de la población.

En la felicidad
¿Pero no hablamos siempre de productividad? Sí, y quizá hablamos demasiado de la
productividad y demasiado poco de la felicidad. Una de las cosas que me gustó muchísimo
de Tim Ferriss en esta parte del libro es que lo primero que se plantea es:
- ¿Qué 20% de causas son responsables del 80% de mis problemas e infelicidad?
- ¿Qué 20% de causas producen el 80% de mi felicidad y deseos cumplidos?
Ni una palabra sobre productividad. ¿Para qué sirve o, más bien, para qué debería servir
nuestra productividad? Para ser felices, sin duda. Nuestra vida es limitada y una buena
forma de aprovecharla es siendo felices todos y cada uno de nuestros días, así que es
interesante plantearnos las dos preguntas anteriores que nos propone Tim Ferriss para
aplicarlas en nuestras vidas y reducir las causas de nuestra infelicidad y dedicar ese tiempo
a las cosas que nos ayudan a ser felices y a cumplir nuestros deseos.
Ser conscientes de la Ley de Pareto y aplicarla en nuestro día a día nos puede ayudar a ser
mucho más productivos y felices. Sí, ¡felices!

S-ar putea să vă placă și