Sunteți pe pagina 1din 2

Psic. Alma Luisa Ceballos Torres.

VIOLENCIA ESCOLAR UN ASUNTO ESCOLAR O SOCIAL.

Es bien cierto que los profesores tienen una responsabilidad social y moral con sus alumnos, siendo guías constantes en la
construcción de su conocimiento y por tanto, pieza importante de su educación. Sin embargo, esta educación para que
sea integral debemos concientizar que no es ni debiera ser un compartimento estanco, adjudicado solamente a un sector
de la sociedad, sea éste la familia, la escuela y otros agentes sociales. Es un esfuerzo de todos, con un propósito final, crear
una sociedad más sana, más preocupada de lo que es realmente importante como es la evolución cultural de un grupo
humano.

Y en esta cadena de aportes, es sustantivo lo que genera el propio hogar, con énfasis en la responsabilidad, en la disciplina,
perseverancia, respeto y planeamiento de objetivos de acuerdo a cada edad. Este tipo de virtudes necesariamente se
expresarán en el colegio, en la sala de clases, en la convivencia con los otros compañeros, en el trato con los profesores y en
la adquisición de responsabilidades, no solo de estudios, también en el campo social. Disociar tales responsabilidades, es
fracturar y crear un abismo y finalmente se cae en una” tierra de nadie” en donde hay recriminaciones mutuas.

Los padres de familia deben ser un auxiliar importante en la transferencia de información y reafirmación de los valores que
se inculcan en el colegio. No le hace bien al alumno, cuando es sorprendido en un acción reprobable, y la profesora(o) debe
enfrentarse con un padre de familia que sostiene que “su hijo no hace ese tipo de cosas. Mi hijo es incapaz de hacer esto u
otro”, cuando la actitud debería ser mucho más efectiva, como analizar la situación y explorar la causa, que puede ser
influencia de nuevos amigos o compañeros o debilidad en una parte de la formación. Porque manteniendo esa actitud de
encubrimiento puede llevarnos como sociedad a presenciar hechos más riesgosos con el transitar del tiempo.

Por otra parte, la propia realidad social y los estudios actuales sobre la violencia escolar nos permiten afirmar que ésta,
tanto en su génesis como en su desarrollo, supera hoy los límites del aula y del centro escolar, porque es manifestación de
un fenómeno social y complejo que se reproduce en la escuela (Merino 2007).

En este contexto sería erróneo abordar la violencia escolar como algo interno al centro educativo que ha de resolverse
exclusivamente dentro del mismo, cual si fuera un simple problema disciplinar o didáctico, y que, como tal, se corrige con
más disciplina o con el simple aprendizaje..

El Maestro Merino, investigador de la Universidad Complutense de Madrid, España que ha estudiado por varios años la
violencia escolar dentro de sus conclusiones menciona que “La socialización y la convivencia no son tarea de la escuela, sino
de la sociedad y de sus instituciones. La violencia, como reflejo y reproducción de la violencia social, es en la sociedad y en
las instituciones políticas y sociales donde ha de afrontarse”.

La violencia escolar es hoy un reto ineludible para profesores y otros profesionales de la educación, porque la escuela,
institución educativo-social, no puede mirar para otro lado ante la urgencia del mismo. Y es por eso que nuestro director el
Profesor Juan Ignacio Arriola Ruiz siempre en apoyo al departamento psicopedagógico y trabajando en conjunto en
beneficio de la Comunidad Educativo Pastoral CEP, dio banderazo a los talleres de convivencia escolar que se llevaron a
cabo en la segunda quincena del mes de marzo, estos tuvieron el objetivo de que los alumnos de primaria continuarán la
ruta de donde se quedaron en la primera etapa de los talleres que se llevaron a cabo a principio del presente ciclo escolar ,
ahora en esta siguiente etapa trabajaron en estructurar la radiografía de convivencia de su grupo y que esta les permitiera
visualizar y concientizar actitudes y acciones que perjudican a ellos mismo y a los demás, en su convivencia.

Los resultados fueron positivos pues los alumnos tuvieron un espacio de reflexión, retroalimentación y concientización que
se concretó con compromisos que acordaron en grupo y que plasmaron y firmaron. Sabemos que la convivencia no es solo
asunto de la escuela y los invitamos a que todos contribuyamos con lo que nos corresponde para avanzar en la misma.
Psic. Alma Luisa Ceballos Torres.

S-ar putea să vă placă și