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1. Establecimiento: lugar en donde tiene su asiento la empresa. Significa el centro de las operaciones mercantiles,
aunque haya comerciantes que no tienen establecimiento, como sucede con los mercaderes que trabajan en forma
ambulante. Cualquier cambio de local del establecimiento del comerciante deberá hacerse saber al público mediante
aviso en el Diario Oficial e inscribirse el cambio en el Registro Mercantil. Omitir esa publicidad genera responsabilidad
por los daños y perjuicios que pudieran causarse.
2. La clientela y la fama mercantil: la clientela sería el conjunto indeterminado de personas individuales o jurídicas que
mantienen relaciones de mercadeo con la empresa. Esta clientela es más asidua y permanente en la medida en que la
empresa funciona bajo reglas, métodos y sistemas de organización que permiten dar un servicio adecuado al público,
esta perfecta organización se le conoce como aviamiento que genera la fama mercantil.
3. Nombre comercial y los demás signos distintivos de la empresa y del establecimiento: las marcas, nombre comercial
y señales de propaganda se tratarán en un punto aparte más adelante.
4. Los contratos de arrendamiento: el propietario de una empresa mercantil puede tener en arrendamiento los locales
en que realiza sus negociaciones; o bien, en esa misma calidad usaría otro tipo de bienes que son indispensables para el
funcionamiento de la empresa. Mientras estas relaciones estén vigentes forman parte de la empresa, de manera que si
ésta es transmitida, se entiende que se trasladan esos vínculos jurídicos.
5. Mobiliario y maquinaria.
6. Contratos de trabajo: en una empresa prestan sus servicios distintas personas que se ligan la comerciante por un
contrato de trabajo. Si no existe voluntad contraria del trabajador para retirar sus servicios que presta, en la transmisión
se involucran los contratos de trabajo porque son parte natural de la empresa, el adquiriente se sustituye como nuevo
patrono en la empresa vendida.
7. Mercaderías, los créditos y demás bienes valores similares: la mercadería se produce para venderla, es un bien en
constante renovación. Forman parte de la empresa los créditos a favor de su titular, de manera que el adquiriente
deviene en acreedor y tiene legitimación para pretender el pago. Dentro de este rubro se comprende también otro tipo
de valores como títulos de crédito relacionados con la empresa transmitida.
Según el artículo 657 del código de comercio:
Debe entenderse que los elementos de la empresa pueden transmitirse formando unidad o bien separadamente; y, si no
se expresa lo que se está enajenando, se entiende que son todos los elementos antes expuestos. Pero la ley hace la
salvedad de que las patentes de invención, los secretos de fabricación y del negocio, las exclusivas y las concesiones sólo
se transmiten por declaración expresa del titular.
El análisis jurídico y doctrinario tanto del primer Artículo como su reforma, indicadas en el párrafo anterior, se hizo sobre
la base de conceptos, teorías, doctrinas, sobre el procedimiento administrativo disciplinario tanto teórico como práctico,
entrevistas a funcionarios que integran la estructura de la Unidad de Régimen Disciplinario del Organismo Judicial,
estudio sobre la relación jurídico funcional de trabajadores-patrono, ordenamientos jurídicos en materia de servicio civil.
El ponente investigador procede a desarrollar este análisis el cual se da como consecuencia de la relación de trabajo que
existe entre la entidad nominadora Organismo Judicial y los trabajadores del mismo, cuando estos últimos son
denunciados por parte de particulares, partes de un proceso, los abogados auxiliantes, los jefes administrativos o bien
por la Supervisión Auxiliar de Tribunales, siendo de esta manera como empieza a funcionar el engranaje del
procedimiento disciplinario contenido en el Capítulo II de la Ley del Servicio Civil del Organismo Judicial, Decreto 48-99
del Congreso de la República, engranaje este que da como resultado que inmediatamente después de la denuncia, la
cual puede promoverse ante la autoridad nominadora, su delegado o ante cualquier 60 autoridad judicial, con ocasión
de sus acciones o con motivo de ellas, al tener conocimiento que se ha cometido una falta laboral, que pueden ser
catalogadas atendiendo a la gravedad, como faltas leves, faltas graves o faltas gravísimas, dicha denuncia se puede
realizar en forma verbal o por escrito, pero deberá expresarse el hecho que se denuncia y de las circunstancias por las
cuales tuvo conocimiento. Éste acto introductorio al mundo del procedimiento disciplinario, debe de hacerse llegar
rápidamente al sistema de recursos humanos, quien a su vez iniciará el primer diente del engranaje por medio de la
Unidad del Régimen Disciplinario del Organismo Judicial, se debe establecer en este análisis primeramente, la
generalidad para poder desembocar en un análisis de lo perjudicial de la reforma del Artículo 49 del Reglamento General
del Servicio Civil, pues únicamente de esta manera podemos arribar al mismo, para entender la consecuencia de
limitación, tergiversación y disminución de los derechos adquiridos por los trabajadores del Organismo Judicial. Ahora
bien, las partes que integran el procedimiento disciplinario, serán las personas directamente perjudicadas por las
supuestas faltas disciplinarias, cometidas por un empleado o funcionario judicial, estos tienen derecho a ser citados y
oídos y a ser notificados de las decisiones que tome la entidad nominadora o su delegado, asimismo, el siguiente paso
después de recibida la denuncia, la autoridad nominadora por medio del sistema de recursos humanos y ésta a través de
la Unidad del Régimen Disciplinario del Organismo Judicial, decidirá si admite o no para su trámite la denuncia.
Si la resolución que se emitiere fuere que no se admite para trámite la denuncia, la parte afectada se encuentra en todo
el derecho y amparada por el ordenamiento jurídico interno del organismo judicial, para interponer el recurso de
revisión, dentro del plazo perentorio e improrrogable de tres días siguientes de notificada la resolución que le afecta,
como lo indican los Artículos 68, 72 numeral dos del Decreto número 48-99 del Congreso de la República de Guatemala.
Si la resolución emitida por la Unidad del Régimen Disciplinario del Organismo Judicial, fuere en el sentido que sí se
admite a trámite la denuncia, en la misma resolución, - léase bien- citará a las partes (trabajador y denunciante) a una
audiencia en un plazo que no exceda de 15 días, previniéndolas (apercibimientos) a presentar sus medios de prueba en
la misma. La Unidad de Régimen Disciplinario del Organismo Judicial si lo estimare necesario, ordenará que la auditoría o
la supervisión general de tribunales, según se trate de trabajadores o funcionarios administrativos o auxiliares judiciales,
practiquen la investigación correspondiente. El presente análisis jurídico realizado en éste capítulo se vuelve interesante
a partir de esta etapa, pues es aquí donde los pasos o etapas a seguirse se agigantan en perjuicio del trabajador a partir
de la reforma del Artículo 49 del Reglamento General de la Ley del Servicio Civil del Organismo Judicial, lo cual acaeció el
23 de agosto de 2003, fecha en la cual marca el principio de una era totalmente ilegal, inconstitucional y a todas luces
incoherente de los derechos adquiridos de los trabajadores del organismo judicial pues como veremos a continuación, al
inicio de la audiencia las partes deberán de estar presentes… Pues bien y continuando con el trámite del procedimiento
disciplinario es el momento puntual para realizar las siguientes acotaciones: - En la resolución emitida por la Unidad del
Régimen Disciplinario del Organismo Judicial, se cita al denunciado bajo apercibimiento de continuar el trámite en su
rebeldía si dejare de comparecer sin justa causa, tal precepto está contenido en el Artículo 69 de la Ley de Servicio Civil
del Organismo Judicial, contenida en el Decreto número 48-99 del Congreso de la República de Guatemala. - El Artículo
49 del Acuerdo Número 31-2000 de la Corte Suprema de Justicia; preceptuaba desde su vigencia, o sea desde el día 6 de
julio de 2000 hasta el día 22 de agosto de 2003, que al inicio de la audiencia el denunciante debía de ratificar la
denuncia, lo cual podría realizar por medio escrito o de forma verbal. Este Artículo contenía también una prevención
nata o sea que consistía en que si el denunciante no comparecía a la audiencia no se podría tener por ratificada la
misma. El investigador al analizar esta posición jurídica advierte a los lectores que definitivamente el denunciante debía
de estar presente al inicio de la audiencia en su oportunidad procesal en que iniciaba la misma, pues era un derecho y
una obligación de ratificar la denuncia, lo cual como se establecía, podía realizarlo de forma escrita o verbal, pero la Ley
era clara durante la vigencia de este Artículo que el momento procesal era al inicio de la audiencia, por lo tanto no se
podía delegar esa facultad o derecho ni antes ni después y para los casos que se suscitaron durante el tiempo de la
vigencia de esta normativa, al no presentarse a la audiencia el denunciante y por ende no hacer uso de su derecho y de
la fase procesal administrativa disciplinaria de ratificar la denuncia, preceptuaba la misma que no se podía por tener por
ratificada, consecuentemente en todo los casos en los cuales se daba este supuesto jurídico el actuar de la Unidad del
Régimen Disciplinario del Organism 64 organismo judicial o cualquier otro funcionario administrativo o judicial no
requieren de ratificación, esta reforma que indica que no requiere de ratificación la denuncia presentada por estos
sujetos deja en el limbo los derechos adquiridos que tenían los trabajadores antes de la reforma, pues a partir de que no
es necesaria la ratificación de los sujetos, definitivamente la reforma contenida es totalmente arbitraria, ilegal,
inconstitucional pues contraviene y viola flagrantemente los derechos adquiridos antes de la reforma, siendo la misma
nula ipso jure, a criterio del ponente investigador, ya que es evidente la tergiversación que se ha realizado con el
agravante que tampoco requieren ratificación las denuncias presentadas por los particulares cuando éstas llevan firma
autentica. - Para el sostén del análisis jurídico anteriormente descrito el ponente investigador hace énfasis en lo
siguiente: - El principio fundamental de la supremacía de la Constitución, se encuentra consagrado en los artículos 44,
175 y 204 de la Ley Suprema, conforme los cuales esta prevalece sobre cualquier Ley y sanciona con nulidad las Leyes y
las disposiciones gubernativas o de cualquier otro orden que disminuyan, restrinjan o tergiversen los derechos que la
Constitución garantiza. 65 La Honorable Corte de Constitucionalidad ha reiterado que la acción directa de
inconstitucionalidad procede contra las disposiciones normativas de carácter general que contengan vicio total o parcial
de inconstitucionalidad, con el objeto que de advertirse contravención al texto constitucional, se excluya del
ordenamiento jurídico aquellas normas que no se adaptan con él. De ahí que el control constitucional no se limite a la
Ley stricto sensu como producto de la potestad legislativa del Congreso de la República, sino también comprenda
Reglamentos y disposiciones de carácter general. De conformidad con la normativa relacionada anteriormente, como lo
fue el Artículo 49 del Reglamento General de la Ley del Servicio Civil del Organismo Judicial contenida en el Acuerdo 31-
2000 de la Corte Suprema de Justicia, los trabajadores del Organismo Judicial habían adquirido el derecho a que se
archivara el expediente disciplinario como consecuencia de la incomparecencia de la parte denunciante al inicio de la
audiencia a ratificar la denuncia, tal y como antes de la reforma a éste artículo se había venido realizando, pero con la
reforma se disminuyó, limitó y tergiversó ese derecho y que la Constitución Política de la República garantiza, como lo
son los derechos adquiridos. Es por esta razón que dicha reforma deviene procedente excluirla del ordenamiento
jurídico por ser nula de pleno derecho e inconstitucional, pues el actuar de la Corte Suprema de Justicia con la reforma
va más allá de nuestro ordenamiento 66 jurídico pues viola flagrantemente el derecho adquirido de los trabajadores del
Organismo Judicial. Por tanto, al respecto el Artículo 44, el cual establece: Derechos inherentes a la persona humana.
“Los derechos y garantías que otorga la Constitución no excluyen otros que, aunque no figuren expresamente en ella,
son inherentes a la persona humana. Serán nulas ipso jure las Leyes y las disposiciones gubernativas o de cualquier otro
orden que disminuyan, restrinjan o tergiversen los derechos que la Constitución garantiza” el Artículo 102 que
establece: Derechos sociales mínimos de la legislación del trabajo. Son derechos sociales mínimos que fundamentan la
legislación del trabajo y la actividad de los tribunales y autoridades. El Artículo 103, que preceptúa: Tutelaridad de las
Leyes de trabajo. “Las Leyes que regulan las relaciones entre empleadores y el trabajo son conciliatorias, tutelares para
los trabajadores y atenderán a todos los factores económicos y sociales pertinentes. Especialmente el Artículo 106 del
mismo cuerpo legal, estipula: Irrenunciabilidad de los derechos laborales. “Los derechos consignados en esta sección son
irrenunciables para los trabajadores, susceptibles de ser superados a través de la contratación individual o colectiva, y
en la forma que fija la Ley. Para este fin el Estado fomentará y protegerá la negociación colectiva. Serán nulas ipso jure y
no obligarán a los trabajadores, aunque se expresen en un contrato colectivo o individual de trabajo, en un 67 convenio
o en otro documento, las estipulaciones que impliquen renuncia, disminución, tergiversación o limitación de los
derechos reconocidos a favor de los trabajadores en la Constitución, en la Ley, en los tratados internacionales ratificados
por Guatemala, en los Reglamentos u otras disposiciones relativas al trabajo. Remata estableciendo que: En caso de
duda sobre la interpretación o alcance de las disposiciones legales, reglamentarias o contractuales en materia laboral, se
Interpretarán en el sentido más favorable para los trabajadores”. En concordancia con este texto constitucional, es
desarrollado el Artículo 12 del Código de Trabajo, que preceptúa prácticamente en similar condición de tutelaridad. El
artículo 154, establece: Función pública; sujeción a la Ley. Los funcionarios son depositarios de la autoridad,
responsables legalmente por su conducta oficial, sujetos a la Ley y jamás superiores a ella.”
En ese sentido el investigador establece que se continúa disminuyendo, limitando y tergiversando el derecho adquirido
en dicha norma reformada, pues el procedimiento disciplinario continúa aún sin la ratificación de la denuncia,
basándose en una reforma ilegal, arbitraria e inconstitucional a sabiendas que es nula de pleno derecho.
Elementos: a. En relación a quienes pueden ser sujetos de este delito se puede establecer que activo puede ser
cualquiera, mientras que pasivo sólo puede ser el funcionario o empleado público que ejerce las funciones que
legalmente le corresponden. b. El elemento material consiste en la necesidad de que se emplee la violencia para
oponerse a la ejecución que ha ordenado un funcionario o empleado público o a alguien, que necesariamente debe ser
un servidor público. Al efecto dice Carlos Creus: “a diferencia de lo que ocurre con el atentado, como la acción tiene que
estar destinada a trabar el ejercicio de un acto funcional, son requisitos esenciales de la resistencia la existencia de una
decisión funcional que haya originado una orden ejecutable contra el alguien y el actual ejercicio de la actividad de un
funcionario público encaminada al cumplimiento de dicha orden”47. En resumen el delito consiste en oponerse a la
ejecución de una orden emanada de órgano competente utilizando para ello la fuerza, lo cual siempre conllevará dolo,
en virtud de que el sujeto activo tiene el conocimiento de que es una autoridad la que está ejecutando la orden. Esto es
respaldado por Edgardo Donna quien dice: “desde el aspecto cognoscitivo, el agente debe conocer las circunstancias de
hecho del tipo, esto es, tiene que reconocer de modo inequívoco que se encuentra frente a la autoridad, y que ésta
emitió una orden legítima, cuya ejecución procura”
3 Desobediencia cometida por particular
El delito consiste en que un particular no hace lo que manda la ley o lo que le manda a hacer (o no hacer) la autoridad.
2.3.1 El Código Penal establece: “Artículo 414.- Desobediencia (dentro del Capítulo I, de los delitos contra la
administración pública cometidos por particulares). Quien desobedeciere abiertamente una orden de un funcionario,
autoridad o agente de autoridad, dictada en el ejercicio legítimo de las atribuciones, será sancionado con multa de cinco
mil a cincuenta mil quetzales.” 2.3.2 El DRAE define la desobediencia como “resistencia pacífica a las exigencias o
mandatos del poder establecido” 49. Otros jurisconsultos la definen como la negativa a cumplir las órdenes de una
autoridad con competente, siempre que sean legítimas50. 2.3.3 Bien Jurídico Protegido: Edgardo Donna establece que
el bien jurídico protegido lo constituye el normal desenvolvimiento de la administración que se vería seriamente
afectado si las órdenes impartidas por los funcionarios pudieran ser desoídas impunemente51. 2.3.4 Elementos: a. El
sujeto activo puede ser un particular o un funcionario o empleado público. El sujeto pasivo sólo puede ser el
funcionario52. b. Para Edgardo Donna: “la acción típica es desobedecer a un funcionario público en el ejercicio legítimo
de sus funciones o a la persona que le prestare asistencia a requerimiento de aquél o en virtud de una obligación legal”
5
En resumen se puede decir que el objeto de este tipo consiste entonces en la desobediencia, entendida esta como el no
hacer lo que manda la ley o quien tiene la autoridad. Se trata de un delito doloso porque quien desobedece lo hace
sabiendo que su interlocutor que le ordena es una autoridad. A diferencia de la resistencia, aquí el sujeto activo no
emplea violencia para omitir lo que se le está ordenando hacer, simplemente omite hacerlo.
2.4 Desorden público
El delito consiste en la alteración del orden, que tiene como consecuencia que se afecte el desarrollo de un acto público
o de espacio en que se deba guardar cierta compostura. 2.4.1 El Código Penal establece: “Artículo 415.- Desorden
público. Cometen delito de desorden público: 1º. Quienes turbaren el orden en la audiencia de un tribunal o en los actos
públicos o sesiones de una corporación de cualquier autoridad. 2º. Quienes causaren tumulto o turbaren gravemente el
orden en un establecimiento público o abierto al público, en centros de cultura o destinados a reuniones, ocasionales o
permanentes, espectáculo, solemnidad o reunión numerosa. 3º. Quienes, en lugar público o en cualquier asociación o
reunión numerosa, ostentaren lemas, banderas o símbolos que provoquen directamente a la alteración del orden. 4º.
Quienes impidieren o estorbaren a un funcionaria el cumplimiento de un acto inherente a sus funciones. Los
responsables de desorden público serán sancionados con prisión de seis meses a un año y multa de cincuenta a
quinientos quetzales.” 2.4.2 Guillermo Cabanellas define el desorden como “alteración de la paz pública o del orden
social material, en escala variable desde acciones contra el régimen gobernante hasta una simple perturbación callejera”
Bien Jurídico Protegido: Para Núñez, citado por Edgardo Donna, este está constituido por: “la compostura externa del
acto funcional y menoscaba el orden necesario para el normal ejercicio de las funciones públicas. Vulnera por ese
motivo el correcto desenvolvimiento de la administración como tal (…)”55. Se puede decir por ende que el mismo es el
orden que debe guardarse en determinados espacios o actos de carácter oficial o público, como por ejemplo una sala de
audiencias en el caso del poder judicial o el hemiciclo parlamentario en el caso del poder legislativo. 2.4.4 Elementos: El
sujeto activo puede ser tanto un particular como un funcionario, mientras que el pasivo siempre será la administración
en sí, a la que debe guardarse el respeto que merece por ser la representación de la mayoría y el funcionario público que
mediante el desorden resulte ofendido directamente. Autores como Edgardo Donna, coinciden con lo anterior y
expresan “el sujeto activo del delito es cualquiera, incluso puede serlo quien integra alguno de los cuerpos mencionados
por tipo” mientras que el pasivo “es quien detenta la titularidad del bien jurídico; es el cuerpo, tribunal o autoridad
actuante” 56. En resumen se puede establecer que el delito consiste en la alteración del orden y con ello la afectación
del buen desarrollo de un acto público o de un establecimiento cuya naturaleza sea otra. Por ejemplo un grito, en un
estadio no va a ser tomado como desorden público, mientras que en un museo o el hemiciclo parlamentario sí, y
siempre se trata de lugares que le pertenecen a la Administración Pública.
2.5 Ultraje a los símbolos nacionales
El delito consiste en atacar públicamente los símbolos patrios o del país que representan, con lo cual se ataca el valor
moral que para cada país tienen estos. 2.5.1 El Código Penal establece: “Artículo 416.- Ultraje a los símbolos nacionales.
Quien, públicamente, ultraje, menosprecie o vilipendie bandera, emblema escudo o himno nacionales, será sancionado
con prisión de seis meses a dos años”. 2.5.2 En el DRAE se encuentran las siguientes definiciones que tienen estrecha
relación con el delito en estudio siendo estas: “a. Ultrajar: tr. Ajar o injuriar. || tr. Despreciar o tratar con desvío a
alguien; b. Menospreciar: tr. Tener a alguien o algo en menos de lo que merece; c. Vilipendiar: tr. Despreciar algo o
tratar a alguien con vilipendio (m. Desprecio, falta de estima, denigración de alguien o algo)” 57. 2.5.3 Bien jurídico
protegido: Con este delito se busca proteger el valor intrínseco y el significado que tienen para los guatemaltecos los
símbolos que los representan, como por ejemplo la bandera o el himno nacional, por citar algunos ejemplos. 2.5.4
Elementos: Según De León Velasco y De Mata Vela, el elemento subjetivo lo compone: “La conciencia de que se está
realizando un acto de los señalados en al ley, públicamente y la voluntad de realizarlo”58 y en relación a la persona
puede ser sujeto activo cualquiera. De acuerdo a los mismos autores, los elementos objetivos del tipo los constituyen:
“1º. Ultrajar, menospreciar o vilipendiar la bandera, emblema, escudo o himno nacional. 2º. Que dicho acto se realice en
forma pública” 59. Se puede establecer entonces que el delito de ultraje de símbolos nacionales consiste en atacar el
honor que los símbolos del país representan.
2.6 Violación de sellos
El delito consiste en abrir, ordenar que se abra o dejar que alguien abra determinada correspondencia cuando no se
tiene facultad para ello. 2.6.1 El Código Penal establece:
Cometido por particular: “Artículo 417.- Violación de sellos. Quien violare los sellos puestos por la autoridad para
asegurar la conservación o la identidad de una cosa, será sancionado con multa de cien a un mil quetzales.” Cometido
por funcionario: “ARTICULO 434.- Violación sellos. El funcionario o empleado público que ordenare abrir, abriere o
consintiere que otro abra papeles o documentos cerrados cuya custodia le estuviere confiada, será sancionado con
multa de doscientos a dos mil quetzales.”
2.6.2 Según Manuel Ossorio por sello se debe entender el “material adhesivo que se coloca en un cierre o en un objeto
para que no pueda abrirse o moverse sin romperlo”60. Mientras que el DRAE establece que es: “Trozo pequeño de
papel, con timbre oficial de figuras o signos grabados, que se pega a ciertos documentos para darles valor y eficacia”61.
2.6.3 Bien Jurídico Protegido: Lo que se busca proteger es la seguridad en las comunicaciones del Estado con el fin de
asegurar el buen desenvolvimiento de la administración y preservar el contenido de determinada información para
ciertas personas de la administración en razón de sus funciones o cargos. Soler, citado por Donna, coincide con lo
anterior: “que toda alteración de esas seguridades, toda sustracción de piezas de tal naturaleza, toda irregularidad en la
custodia, produce una grave perturbación en la marcha de la administración y en el cumplimiento de una función
determinada”62. Carlos Creus por su parte argumenta el bien jurídico consiste en la preservación de los medios de
seguridad utilizados por la administración63. 2.6.4 Elementos: a. El delito puede ser cometido por un particular, o por un
funcionario, para lo cual el Código Penal contempla ambos supuestos, pero con diferentes penas, siendo más severas las
que se pueden imponer al funcionario, con esto coinciden Donna64, Ramírez y Vásquez65. b. La acción típica para
Ramírez y Vásquez consiste en que en el caso de los servidores públicos, para que pueda materializarse el delito: “El
funcionario o empleado público debe tener bajo su poder la custodia del documento violado, es decir, que su
responsabilidad es guardar y consevar el material” 66. En resumen consiste, en hacer, abrir cuando no debía; dejar
hacer, dejar que otro abra; u, ordenar hacer, ordenar que otro abra cuando no tiene facultad para ello.