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LA TRADUCCIÓN DE LA BIBLIA.

ENFOQUE FILOLÓGICO Y ENFOQUE DOCTRINAL


O CON FINES PASTORALES
JESÚS CANTERA ORTIZ DE URBINA
Universidad Complutense de Madrid

Más fácil es pasar un camello por el ojo identificar las dos palabras griegas, como
de una aguja que entrar un rico en el rei- puede verse, sin ir más lejos, en el Diction-
no de los cielos.
naire grec-français de Bally o en el ya se-
cular Lexicon graeco-latinum in iibris Novi
'sí en el evangelio de San Mateo Testament! de Christian Gottlob Wilke
(XIX, 16-30) como en el de San (Ratisbona, 1858).
'Marcos (X, 17-31), y asimismo en el
Forzando las cosas, en lugar del latín
de San Lucas (XVIII, 18-30) podemos leer
camelus se ha llegado a proponer capillus.
la preciosa y elocuente narración de un
Lo cual daría en español «cabello» en lugar
joven rico que, acercándose al Maestro, le
de «camello». Pasar un cabello por el ojo
pregunta qué ha de hacer para poseer la
de una aguja no sólo no es cosa imposible,
vida eterna. El Señor le dice que ha de
ni mucho menos, sino muy factible. Depen-
guardar los mandamientos: no adulterar, no
de, naturalmente, de cómo sea el cabello y
matar, no robar, no dar falso testimonio,
cómo sea el ojo de la aguja y de la habili-
honrar padre y madre y amar al prójimo. Al
dad de quien lo ha de pasar. Se pierde,
replicar el joven que todo eso lo hace, y al
pues, así toda la fuerza de esta expresión
insistir preguntando qué más ha de hacer,
que responde -no lo olvidemos- a una pa-
le dice Jesús: «Si quieres ser perfecto, ve,
remia que era de uso normal entre los se-
vende todo cuanto posees y dáselo a los
mitas del Próximo Oriente, con la que se
pobres. Así tendrás un tesoro en el cielo.
pone en guardia contra los peligros de un
Luego, vuelve acá y sigúeme».
apego excesivo a las riquezas materiales.
Frunciendo el ceño -dice San Marcos- y No es que el rico, por el hecho de ser rico,
entristecido, el joven se marchó, porque no pueda entrar en el reino de los cielos.
poseía muchos bienes. Entonces dijo el Para quien es difícil entrar en el reino de
Señor a sus discípulos: «En verdad os digo los cielos es para el rico apegado a sus
que un rico difícilmente entrará en el reino riquezas, para el avaricioso y no caritativo.
de los cielos». Y añadió: «Más fácil es pa-
Los evangelios de San Marcos y de San
sar un camello por el ojo de una aguja que
Lucas, así como el de San Juan, fueron
entrar un rico en el reino de los cielos.»
escritos en griego. San Mateo, en cambio,
La traducción -en un principio- no ofre-
lo hizo en arameo hacia el año 50, aunque
ce dificultad alguna, lo mismo si pensamos
sólo se conservara luego su versión griega
en una traducción con enfoque pastoral que
que debió de hacerse hacia los años 60 ó
si lo hacemos desde un punto de vista filo-
70. Sea cual sea la lengua en la que fueron
lógico.
escritos los evangelios, lo cierto es que
Cierto es, sin embargo, que para algu-
fueron redactados por semitas, en am-
nos el «camello» les parece tan grande que
biente semítico y dentro de la cultura semí-
se les atraganta. Y, para evitarlo, proponen
tica del antiguo Próximo Oriente.
reemplazar el griego KCCU.TIÀOÇ (camello)
La exageración de esta paremia que ha-
por Kcci-iUoc («cable», o «gruesa cuerda»),
ce pensar en la imposibilidad de pasar un
de acuerdo con un fenómeno de «yotacis-
camello o un dromedario por el ojo de una
mo» que en la época bizantina llegaría a
aguja, no es única, ni mucho menos. Antes

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kieronymus
HIERONYMUS. Núms. 4-5. Jesús CANTERA ORTIZ DE URBINA. La traducción de la Biblia. Enfoque filológico...
al contrario, es bastante frecuente en pa- Y para terminar con el camello, ya que
remias del Próximo Oriente. Recuérdese, hemos empezado con una paremia, recor-
por ejemplo, la que nos advierte aquello de demos la española -aunque no bíblica—
«ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga que dice: «la última paja quiebra el lomo
en el propio» que leemos en San Mateo del camello», con la que se nos advierte del
Vil, 3. Y también ésta otra, en que también peligro de pretender cargar en demasía.
aparece el camello: «Guías ciegos, que Paremia que, sin forzar en exceso las co-
empleáis un filtro para el mosquito y en sas, podríamos poner en relación con la que
cambio os tragáis el camello» (San Mateo nos enseña que «la codicia rompe el saco».
XXIII, 24). Palabras con las que censura el Sin apenas hacer alusión a ello, nos
Señor la hipocresía de los fariseos que ha- hemos ido refiriendo a la traducción de la
cían pasar por un filtro cualquier líquido Biblia desde un punto de vista filológico por
que fueran a beber para evitar así la posi- un lado y a la que se hace, por otro, con un
bilidad de tragar inadvertidamente algún fin doctrinal o con miras principalmente
mosquito que les podría hacer contraer pastorales.
impureza legal. Desde un punto de vista pastoral, lo
El tema del «camello» en la Biblia daría fundamental es hacer reflexionar sobre lo
para hablar durante al menos una hora. difícil -imposible, podría decirse- que re-
Pero no se trata ahora de eso. Nos limita- sulta para un «rico» entrar en el reino de
remos a recordar que hasta 56 veces en el los cielos. Advirtiendo en la exegesis -si se
Antiguo Testamento (37 de ellas en el Gé- quiere- que el «rico» no es tanto el que
nesis) aparece la palabra hebrea gamal, posee riquezas como el que está apegado
con la que se designa el camello, animal a ellas y se resiste a desprenderse de ellas,
impuro según Levítico XI, 4 y Deuteronomio el que antepone los bienes materiales a
XIV, 7. Con esta palabra se designa -en todo lo demás. En una traducción filológica,
principio- así el camello bactriano, de dos en cambio, se ha de fijar la atención en la
jorobas, como el llamado por algunos palabra griega Ká\ir\\oc y en la posibilidad
«camello árabe» o dromedario, de una sola planteada por algunos de un fenómeno de
giba o joroba. Prescindimos ahora de la yotacismo que permitiría leer KCÍ[IÍXOC en
palabra hebrea béjer que aparece en Isaías lugar de KÚ\IT\XOC .
LX, 6 y de su femenino bijrah de Jeremías
11,23.
Hemos empezado estas consideracio-
nes con la paremia «Más fácil es pasar un
ejemos los camellos. Y recordemos
camello por el ojo de una aguja que entrar
lia famosa sentencia que entre no-
un rico en el reino de los cielos». Y hemos sotros suele citarse en latín y dice:
recordado más adelante la admonición de Vinum laetificat cor hominis. Es una ligera
Nuestro Señor a los fariseos cuando les modificación de la que aparece en la Vul-
dice: «Guías ciegos, que empleáis un filtro gata (Salmos 0111/ CIV, 14): et vinum laetifi-
para el mosquito y en cambio os tragáis el cet cor hominis, dentro de un pasaje pre-
camello». cioso de un himno de bendición a Dios
Deberíamos recordar ahora que en el creador en el que el salmista, dirigiéndose
Nuevo Testamento, así en el evangelio de a Yahveh, le dice:
San Mateo (III, 4) como en el de San Mar-
cos (I, 6) se nos dice que Juan el Bautista La hierba haces brotar para que coma el
llevaba un vestido de pelos de camello y un ganado y asimismo las plantas que el
ceñidor alrededor de sus lomos, y se man- hombre cultiva para que de la tierra pueda
tenía con langostas y miel silvestre. sacar el pan. Y también el vino que alegre
el corazón del hombre.

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ieronymus ^omplutensis
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Acuciados, sin embargo, por una sana de la sabiduría».1 En el texto hebreo no se
curiosidad, tratamos de averiguar si en al- dice «vino y música» sino «vino y licores»;
gún otro lugar de la Biblia encontramos y en lugar de «amor de la sabiduría» se lee
algún pasaje semejante. Y en efecto, en el «amor de los amigos».
Eclesiástico, en el capítulo XL, hallamos Dice así el versículo 18 en traducción
dos pasajes muy próximos al de vinum lae- del griego: «Suave es la vida del hombre
tificat cor hominis. En el versículo 20 po- que está contento con su suerte y la del
demos leer: «Vino y licores alegran el cora- labrador; pero más que una y otra la del
zón; pero más que ambas cosas, el amor que halló un tesoro». Y en su traducción del
de los amigos». Y un poquito antes, en el latín de la Vulgata: «Dulce será la vida del
18, esta otra sentencia: «Una vida con vino trabajador que se contenta con lo que le
y licores es dulce; pero mejor que ambas basta; y en ella hallarás un tesoro».
cosas es hallar un tesoro». Las vanantes entre el texto hebreo, el
No hace falta recordar que del Eclesiás- texto griego de Septuaginta y el texto latino
tico no se conservaba hasta hace muy po- de la Vulgata son notables; pero en nada
co el texto en su lengua original hebrea. afectan a su espíritu. El filólogo, sin em-
Las traducciones que de él se hacían a bargo, las ha de tener en cuenta y ser meti-
nuestras lenguas modernas eran versiones culoso, preciso y exacto en su versión, ha-
o bien del texto latino de la Vulgata, o bien ciendo constar de qué texto traduce y
en algunos casos del texto griego de Sep- aportando si procede, las variantes perti-
tuaginta, teniendo en cuenta en algunas nentes que puedan tener interés.
ocasiones la antigua versión siríaca.
No pocos rabinos, sin embargo, han
usado tradicionalmente versículos y hasta
pasajes enteros en hebreo que coinciden a Biblia -no cabe duda- es el libro
puntualmente con el texto del Eclesiástico, más universal y el que conoce ma-
como es fácil comprobar en una lectura r número de traducciones y el que
atenta del Talmud. Pero además, gracias a ha sido traducido a mayor número de len-
unos interesantísimos descubrimientos en guas. En su inmensa mayoría, ya desde la
1896, y luego en 1931, y más tarde en Antigüedad, las traducciones de la Biblia lo
1952, 1956 y 1964, hoy disponemos de han sido para facilitar el conocimiento de la
más de las tres quintas partes en hebreo «palabra de Dios».
de todo el libro. Los dos versículos que Por una serie de circunstancias, sin em-
acabamos de citar aparecen casi íntegra- bargo, en nuestros días se han multiplicado
mente en ese texto hebreo. Se dan, es los estudios de los textos bíblicos desde un
cierto, algunas variantes entre el texto grie- punto de vista puramente filológico. En un
go tradicional y el hebreo recientemente principio, nada se le puede objetar. Antes al
descubierto. Pero no es menos cierto que contrario, pueden ser convenientes y pro-
esas variantes en nada afectan a su idea vechosos incluso cuando se trata de una
substancial. Se puede por consiguiente traducción con miras o fines puramente
prescindir de matizaciones y de puntualiza- pastorales.
ciones en una traducción con fines pasto-
rales. El filólogo, en cambio, las debe se-
ñalar y hacer notar. La traducción que aquí
Por haber sido la Vulgata la versión oficial en
acabamos de dar así del versículo 20 como la Iglesia católica la forma consagrada entre no-
del 18 responden al texto hebreo. Según el sotros (además, naturalmente de la de vinum
texto griego y según el texto latino dice así laetificat cor hominis) es la de vinum et música
el versículo 20: «Vino y música alegran el laetificant cor; et super utraque dilectio sapientiae
corazón; pero más que uno y otra, el amor (Véase Diccionario de expresiones y frases lati-
nas, de Victor-José Herrero Llórente, Gredos).

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îeronymus
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Frente a lo que se dice y se repite en Cuando se trata de un texto doctrinal
relación con lo que se denomina «falta de (filosófico o teológico principalmente) y
interés hasta nuestros días por un estudio también cuando se trata de un texto de
científico y crítico de los textos bíblicos», historia, la fidelidad a lo que dice el original
debemos recordar, entre otros datos muy es fundamental e incuestionable. Esté o no
elocuentes, la elaboración de las Hexaplas de acuerdo el traductor con lo que dice el
de Orígenes2 a principios del siglo III y la texto original, ha de reflejar con escrupulo-
preparación de las grandes políglotas es- sa y exacta fidelidad lo que se dice en el
pañolas de Alcalá y Amberes (en el siglo texto, todo lo que se dice y nada más que
XVI), a las que siguieron luego otras varias lo que se dice. Cabe hacer luego -eso sí-
en distintos países.3 las puntualizaciones pertinentes en notas
La traducción de la Biblia, desde un del traductor; pero la traducción ha de ser
punto de vista filológico, es tarea suma- fiel reflejo de lo que dice el texto traducido.
mente delicada y que requiere un tacto muy La traducción de un texto bíblico, lo
especial. Además de exigir un conoci- mismo si se trata de una traducción con
miento profundo de las lenguas originales y fines pastorales que si se trata de una tra-
una preparación filológica sólida y muy se- ducción puramente filológica, ha de res-
ria, requiere también un conocimiento muy ponder a todas esas exigencias.
amplio de la civilización del pueblo de Is- El traductor de textos bíblicos nunca
rael y también de las de los pueblos con los puede ser un simple aficionado. Debe ser
que éste estuvo en contacto o en relación una persona muy preparada, con unos co-
durante el largo curso de su historia. nocimientos muy firmes y seguros de las
En la traducción de un texto literario lenguas originales, con un dominio de la
cualquiera, se ha de procurar reflejar la lengua a la que traduce, e impuesto ade-
belleza del original, manteniéndose al pro- más en el conocimiento de la civilización
pio tiempo fiel a lo que dice el texto. del pueblo de Israel y también de las civili-
En la traducción de un texto técnico o zaciones de los pueblos con los que estuvo
científico, así como en la de un texto de en contacto o con los que mantuvo rela-
una lengua de especialidad, ha de privar la ción. Y naturalmente, una gran preparación
fidelidad, la exactitud y la precisión. filológica. Y además, una sólida formación
teológica. Sin olvidar un respeto reverencial
a la «palabra de Dios». Con la suficiente
En sus Hexaplas, Orígenes dispuso el texto sencillez y humildad para no creerse un
bíblico en seis columnas. En la primera figuraba portento, que se considera dotado de una
el texto hebreo; en la segunda, el mismo texto superinteligencia única o singular, y colo-
hebreo, pero transcrito en caracteres griegos; en cándose por encima de todos los intérpre-
la tercera, la versión griega de Áquila; en la cuar- tes de todos los tiempos.
ta, la de Símaco; en la quinta, la de Septuaginta;
Al traducir la Biblia - y en otras muchas
y en la sexta, la de Teodoción. Así resultaba fácil
comparar y contrastar esas cuatro versiones grie- de nuestras actividades profesionales- no
gas entre sí y con el texto hebreo del que habían olvidemos lo que, recordando el Antiguo
sido traducidas. Pero además, en la versión de Testamento (Proverbios III, 34, según
los Setenta introdujo Orígenes unos signos dia- Septuaginta), dice en su carta el apóstol
críticos con los que pretendía marcar y hacer Santiago (IV, 6): «Dios se opone a los sober-
resaltar las variantes de Septuaginta con respecto bios; mas a los humildes otorga su gracia».
al texto hebreo. Desgraciadamente, de esta obra
trascendental (aunque inacabada) de crítica tex-
tual antiguotestamentaria emprendida por Oríge-
nes, sólo nos quedan algunos fragmentos.
3
Véase la segunda columna de la p. 59 de
Hieronymus, 2, en nuestro artículo «Antiguas
versiones bíblicas y traducción», pp. 53-60.

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beronymus
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[ cabamos de hacer una alusión a
las notas del traductor. En pocos
casos tienen una importancia tan
lógicos y literarios del Próximo Oriente
asiático, de manera especial en su relación
con ta Biblia.
grande como en la traducción de textos Ello nos sirvió para corroborar en unos
bíblicos. Pueden ser esencialmente de tres casos y para descubrir en otros que no po-
tipos: cos de los pasajes más conflictivos o pro-
a) notas filológicas; blemáticos del Antiguo Testamento son
b) notas históricas, de civilización o ar- aclarados y confirmados por la arqueolo-
queológicas; y gía. Y en no pocas ocasiones esos estudios
c) notas doctrinales o pastorales. sirvieron para la interpretación de versícu-
En cuanío a las primeras, recordemos los de difícil exegesis.
que la Biblia hebrea de Kittel-Kahle ofrece En 1959 publicamos en la Facultad de
una riqueza muy grande de notas filológi- Filosofía y Letras de la Universidad de Ma-
cas aportando variantes tomadas unas de drid un breve estudio titulado «Biblia y Anti-
distintos manuscritos hebreos, y de anti- guo Oriente». Completamente agotado
guas versiones otras, proponiendo otras hace ya muchos años y de difícil consulta,
veces algunas lecturas distintas a las que nos vamos a permitir reproducir ahora al-
aparecen en el texto receptus. Y otro tanto gunos de sus párrafos.
cabría decir de la edición de Septuaginta de Al leer en la Biblia ciertos pasajes, re-
Alfred Rahlfs. cordamos instintivamente tal o cual monu-
La magnífica Biblia española de Bo- mento arqueológico o algún trozo literario
ver-Cantera, publicada en la B. A. C , com- de Antiguo Oriente que dice relación con el
pagina muy acertadamente las notas filoló- pasaje o versículo en cuestión. Otras veces
gicas con las doctrinales y pastorales, sin es el fenómeno contrario: el estudio de un
olvidar las que dicen relación con la ar- monumento arqueológico o literario nos
queología y con la historia. hace pensar en un pasaje bíblico.
No podemos ocultar, por otra parte, que
nos cuesta concebir una Biblia «católica»
para el gran público y en especial para los
fieles, sin notas, sobre todo de carácter

C
onsideremos, por ejemplo, el tan
doctrinal. Aunque, por otra parte, más vale conocido versículo de los Salmos
que algunos autores se abstengan de ha- que dice: «Siéntate a mi diestra
cerlo para evitar así interpretaciones que hasta que ponga a tus enemigos por esca-
resultarían en exceso arbitrarias y en no bel de mis pies» (CIX/CX, 1).
pocos casos arriesgadas y contraprodu-
centes.

&D OS

[
ntes de seguir adelante, dejemos
constancia de que la arqueología
<Ctp puede contribuir no sólo a explicar o
aclarar algunos pasajes, sino también para
confirmar su veracidad.
Hace ya bastante años, tras habernos
consagrado al estudio del acadio y del su-
merio, dedicamos durante bastantes meses Fig 1
nuestra atención de manera casi exclusiva Parte inferior de la estatua de Ur-N¡ngin
al estudio de los descubrimientos arqueo-

HIERONYMUS. Núms. 4-5. Jesús CANTERA ORTIZ DE URBINA. La traducción de la Biblia. Enfoque filológico...
Al contemplar la estatua de Ur-Ningirsu que descansan sobre los cuerpos caídos
en la sala de Gudeas del museo del Louvre de sus enemigos desnudos, sobre los cua-
y observar los tributarios representados a les figuran unas inscripciones.4
sus pies {fig. 1), no podemos menos de Es frecuente asimismo la representa-
recordar este versículo, que a su vez nos ción de animales, principalmente leones, a
hace pensar en una larga tradición anti- los pies del vencedor. Pueblos guerreros,
guo-oriental de representar a los enemigos sus reyes gustaban con frecuencia matar el
a los pies del vencedor. Sin salir del museo ocio de las breves épocas de paz dedicán-
del Louvre, la podemos ver confirmada en dose a la caza de fieras. De esta suerte se
la conocida estela de los Buitres, en la es- ejercitaban además para la guerra montan-
tela de Manishusu y en la de Naransim, do a caballo y sobre todo en carros de gue-
entre las más sobresalientes. En la estela rra, y adiestrándose en el manejo del arco,
de los Buitres (fig. 2), del tercer milenio a. disfrutando al mismo tiempo del goce de la
J.C., el ejército de la ciudad de Lagash lucha y de la sangre caliente.
marcha victoriosamente sobre los cuerpos
desnudos de sus enemigos de la ciudad de
Umma tendidos en el suelo.

c uando dedicados a la literatura uga-


rítica, nos encontramos con el pa-
saje que dice:

he aquí que tus enemigos voy a traspasar,


he aquí que aniquilaré a tus adversarios.
(Ill AB, 8-9)

nos resulta difícil no pensar en el versículo


lOdeSa/mosXCI/XCII:

Porque he aquí que tus enemigos, oh Yahveh.


porque he aquí que tus enemigos perecerán;
serán dispersos todos los malvados

No sólo coincide la idea, sino incluso ese


paralelismo iterativo y progresivo a la vez, tan
Fragmento del r o de la Estela de característico de la literatura ugarítíca.

En la estela de Naransim, en granito ro-


jo, del siglo XXVIII a.J.C, y que conmemo-
ra la victoria de Naransim sobre los pue- Por una serie de circunstancias hemos
blos del este, vemos al rey, coronado con dedicado especial atención al texto del
un par de cuernos, símbolo de su poder y profeta Habacuc. Hace ya muchos años
de su realeza, pisoteando ios enemigos publicamos en el CSIC un breve estudio
caídos ante él. En la estatua decapitada de titulado El Comentario de Habacuc de
Manishusu, rey de Acad, del tercer milenio Qumrán en el que, además de una intro-
a. J.C., en piedra calcárea, y aparecida en
las excavaciones llevadas a cabo por Mor- 4
Señalamos de paso la largura de estos cuer-
gan, el traje talar del rey está como recor- pos y en especial de sus pies y el recuerdo que
tado por delante en su parte inferior para inmedialamente sugieren de los vencidos repre-
dejar al descubierto los pies del monarca sentados en la estela de Naransim, sobre lodo por el
pelo recogido en larga trenza puntiaguda

Shieronymus I
HIERONYMUS. Núms. 4-5. Jesús CANTERA ORTIZ DE URBINA. La traducción de la Biblia. Enfoque filológico...
ducción, ofrecíamos la versión de ese texto ¿Vaciará pues su red para inmolar sin pie-
de Ain Feshka o del Mar Muerto, y luego un dad a los pueblos?
estudio crítico del texto bíblico que aparece
en ese comentario contrastado con el texto Estos versículos pueden hacer pensar
receptus, añadiendo numerosas notas críti- naturalmente que el Profeta ha querido
cas a la luz de antiguas versiones bíblicas: representar al rey caldeo como un pesca-
Targum arameo, Peshitta o versión siriaca, dor que, lanzando su red al mar, logra una
Septuaginta, Vulgata y Vetus Latina. Algu- pesca abundante. Pero, teniendo presente
nas variantes son puramente ortográficas; la arqueología, podemos reconocer en es-
y otras son de orden fonético. Pero también tos versículos una figura o alusión mucho
se dan algunas lecciones diferentes, de más fina y real. Es frecuente en Antiguo
cierto interés para la exegesis bíblica des- Oriente la representación de los enemigos
de el punto de vista filológico, aunque sin desnudos, como lombrices 5 que no tienen
apenas importancia desde el punto de vista ropa, ni piel, ni escamas, y están encerra-
doctrinal. Recordaremos solamente dos, a dos en una red, como peces recién saca-
modo de ejemplo. Y luego veremos otros dos del agua, y a quienes el rey o un gue-
dos versículos del llamado cántico de Ha- rrero distinguido da con una maza un fuerte
bacuc que constituye el capítulo tercero. golpe en la cabeza. Recordemos otra vez
la estela de los Buitres (fig. 3) y un frag-
mento de estela en diorita, por desgracia
»O G3 muy mutilado, de hacia 2500 a. J.C., des-
cubierto en las excavaciones llevadas a
cabo por Morgan en 1905, que se encuen-
tra en el museo del Louvre con la referen-
cia Sb 2 (fig. 4) y que nos representa -

5
En este pasaje creemos que procede traducir
el sustantivo hebreo remes por «lombriz», y no
por «reptil», como se hace corrientemente.
Paul Humbert, Problèmes du Livre d'Habacuc
lo traduce por bestioles (p 74) Y lo justifica más
adelante (p. 128) diciendo: «il y a 17 attestations
de ce substantif, soit [.. } Donc pas d'attestation
indubitable avant Habacuc /, 14. Dans la plupart
de ces cas, remes désigne d'ailleurs des animaux
terrestres (Os. 2, 20; Ez. 38, 20; Gen 1,
24 25.26; 6, 7.20; 7, 14.23; 8, 17.19; 9, 3); dans
Ez. 8, 10; Ps 148, 10 le sens précis est incertain,
dans I Rois 5, 13: Hab. 1, 14 et Ps. 104, 251e mot
désigne des animaux matins. L'acception dans
n primer lugar los versículos 14-17 laquelle le substantif est pris dans Hab. 1, 14 est
del capítulo I, de los que ofrecemos donc rare.
la siguiente traducción: Antoine J. Baumgartner, Le Prophète Haba-
cuc. Introduction critique et exégèse avec examen
Haces a los hombres semejantes a los pe- spécial des commentaires rabbiniquos du Talmud
ces del mar, semejantes a las lombrices, et de la Tradition insiste en lo difícil que resulta
que no tienen jefe A todos los coge con traducir aquí exactamente remes (p. 119). Y des-
anzuelo y los apresa en sus redes. Por e pués de rechazar la traducción de «reptiles» y la
de vermine (Reuss) y de aplaudir la de Meeres-
i, y ofre-
gewimmei (Kleinert), concluye que remes seria
ce ii sacrificios a ; red, ya que,
aqui «le menu fretin des eaux», tous ces animal-
a, su botín , abundante
cules qui peuplent les bas fonds de la mer et servent
de pâturages aux autres (comp. Ps. 104, 25).

^ieronymus | 107
entre otras escenas- la maza golpeando «A Abdi-Milkutti, que ante mi ataque ha-
una cabeza salida o sacada de una red en bía huido mar adentro, lo he sujetado como
la que están apresados los enemigos. a un pez fuera del mar y le he cortado la
cabeza» dicen el Prisma A y el Prisma B.6
Las representaciones de personas lle-
vando peces colgados de anzuelos o ani-
llas son numerosas en todo el Antiguo
Oriente. Las encontramos en Asiria, lo
mismo que en Babilonia. De principios del
tercer milenio a. J.C. conserva el museo
del Louvre un fragmento de relieve en ala-
bastro aparecido en las excavaciones lle-
vadas a cabo porCros en 1903 {A.O. 4110)
que representa un hombre llevando varios
peces sujetos por una anilla o anzuelo. Ca-
be recordar asimismo el fragmento del
«estandarte de la Paz» de Ur, que reprodu-
cimos en la figura 6. De Babilonia se conocen
diversas representaciones del mismo motivo.
Dos aspectos de la estela SD 2 del Louvre

Por otra parte, la representación de los


enemigos sujetos por anzuelos o anillas
(Habacuc I, 15) no es tampoco desconoci-
da en Antiguo Oriente. Así en la estela de
Assarhadón del museo de Berlín (fig. 5)
podemos ver al rey de Asiría teniendo pos-
trados a sus pies a Abdi-Milkutti rey de Si-
dón y a Taharqa rey de Etiopía, sujetos con
anzuelos o anillas que traspasan el labio
superior.

Fig. 6
Fragmento del Estandarte de la Paz de Ur

En el Antiguo Testamento encontramos


frecuentes alusiones a la bárbara costum-
bre de sujetar a los enemigos con anzuelos
o anillas que les traspasan los labios o la
nariz. A ella alude el profeta Amos, cuando
dirigiéndose a las damas samaritanas, les
dice: «os sobrevendrán días en los que se
os arrastrará con arpones y a vuestra pos-
teridad con anzuelos de pescar» [Amos IV,
2). Recuérdense alusiones parecidas en

Fig. 5
Estela de Assarhadón
Véase Pntchard. Ancient Near Eastern Text
relating to the Old Testament, pp 280 y 291

Isieronymus
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Isaías: «pondré mi anillo en tu nariz y mi vada en tierra con la punta hacia arriba y
freno en tus labios» (Isaías XXXVII, 29); en que representaba al dios Marte. Podría
Ezequiel: «yo te pondré aros férreos con constituir un argumento en favor de la hi-
cadena en las quijadas y pegaré los peces pótesis de que el pueblo guerrero a que se
de tus ríos a tus escamas, y te sacaré de refiere el Comentario serían los escitas,
en medio de tus ríos, así como a todos los hipótesis que desde luego no suscribimos
peces de tus ríos adheridos a tus esca- por nuestra parte.
mas» (Ezequiel XXIX, 4): «y pondré aros y El culto de los estandartes -comenta
cadena en tu quijada» (Ezequiel XXXVIII, Vermes al discutir a qué pueblo pueda refe-
4): en el libro de los Reyes: «Por cuanto te rirse el término Kittim del Comentario- era
has enfurecido contra mí y tu arrogancia ha conocido en el ejército romano.9 Pero la
llegado a mis oídos, pondré mi anillo en tu alusión más clara al sacrificio ofrecido en
nariz y mi freno en tus labios y te haré vol- Roma a los estandartes se encuentra en
ver por el camino por donde viniste» (II las Guerras Judaicas de Flavio Josefo.
Reyes XIX, 28); etc. «Los romanos - d i c e - luego que los rebel-
Lo normal en Antiguo Oriente es repre- des se habían refugiado en la ciudad y que
sentar a los enemigos desnudos, como en el Templo y todos sus alrededores eran
señal de que se les ha desposeído de toda presas de las llamas, una vez traídos sus
fuerza y poder. Metidos en una red (como estandartes al Templo, y colocados contra
peces capturados recién sacados del agua) la puerta oriental, les ofrecieron sacrificio, y
están desnudos como lombrices que no tie- con grandes aclamaciones proclamaron a
nen ni vestido, ni piel, ni escamas siquiera. Tito imperator (Bell. Jud. VI, vi, 1). Y con-
Es curioso observar que el Comentario cluye Vermes que el Comentario de Haba-
de Habacuc hallado en Qumrán sustituye cuc de Qumrán se refiere concretamente a
«redes» por «estandartes» y «armas».7 Se este acontecimiento.10
acerca no poco en este punto al Targum Después de estas consideraciones so-
arameo que, pasando de la imagen del bre los versículos 14-17 del capítulo I, po-
pescador a la del guerrero, dice: «por eso demos pasar a considerar el versículo 9 del
ofrece sacrificio a sus «armas» e incienso a capítulo III. Hace ya años, en 1956, propu-
sus «estandartes».8 Para el Targum ara- simos una nueva traducción, influida en
meo, así como para el comentarista de parte por la interpretación de Cassuto y
Qumrán no estaba descartada la posibili- apoyada en la literatura ugarítica y en los
dad de que el Profeta hubiera visto la ima-
gen de un guerrero en este pescador.
Tanto más cuanto que el libro de Habacuc Entre los testimonios más importantes pue-
gira en torno al ataque de los caldeos con- den citarse: Tácito (Annal. Il, 17); Josefo (Bell.
tra el reino de Judá. Algunos comentaristas Jud. Ill, VI, 2); Minucio Félix (Apol. XXIX, 7), Ter-
alegan para ilustrar este texto del Comenta- tuliano (Apol. XVI). Véase Vermes: «La Commu-
nauté de la Nouvelle Alliance d'après ses écrits
rio de Qumrán, el hecho referido por Hero-
récemment découverts. Une contribution au pro-
doto (IV, 59) de que los escitas traían cada blème des origines des manuscrits du désert de
año ofrendas y adoraban una espada cla- Juda», en Ephemerides Theologicae Lovainien-
ses, 1951, 27, pp. 78 y 79.
10
Puisque d'une part le sacrifice aux «signa»
«...Y lo que dijo: 'Por eso sacrificará a su red ne semble pas avoir été très répandu, et que
y quemará incienso a su retel' La interpretación d'autre part le méfait des Romains d'offrir un tel
de esto es que ellos ofrecerán sacrificios a sus sacrifice dans le Temple, déjà en proie aux flam-
estandartes, y sus armas son objeto de su cul- mes, doit avoir eu un grand retentissement dans
to...» (QH VI, 2-5). les milieux juifs palestiniens, il y a une forte proba-
Véase N. Wieder: «The Habakkuk Scroll and bilité pour que le Commentaire d'Habacuc parle
the Targum», The Journal of Jewish Studies précisément de l'événement que nous connais-
(1953), 4, pp. 14-18. sons grâce à Josephe (I.e.).

109
îeronymus £omplutensis
descubrimientos arqueológicos de Antiguo lucha que acaba con la victoria definitiva de
Oriente, sin olvidar los testimonios de las Baal. 13
antiguas versiones y en especial de la Vul- Es un hecho indiscutible la íntima rela-
gata de San Jerónimo. Decía asi la traduc- ción en muchos puntos entre el Antiguo
ción propuesta: Testamento y la literatura cananeo-ugarí-
tica sin que ello constituya el más mínimo
Has desenfundado tu arco. obstáculo para la divina inspiración de las
Juramentos de maza pronuncias. Sagradas Escrituras. Recuerda Cassuto la
Resquebrajas la tierra en torrentes. impresión que en el ánimo de los israelitas
causó el mito de Ba'al cuando entraron en
Constituyó en su momento una inmensa contacto con la civilización cananea. Y sa-
satisfacción comprobar cómo uno de los bemos muy bien cuan propenso fue el
más prestigiosos traductores de la Biblia pueblo hebreo al culto de Ba'al y al sincre-
hebrea al español cambió en ediciones tismo religioso.
posteriores la versión que de este versículo
Los museos son ricos en mazas de ar-
había ofrecido en las primeras, adaptán-
mas, con frecuencia votivas, procedentes
dola a la que nosotros habíamos propuesto
de diferentes puntos del Antiguo Oriente.
en nuestro estudio ya citado Biblia y Anti-
Las hay sumenas y las hay acadias. Las
guo Oriente.11
podemos encontrar en Asiría y las encon-
Se trata de uno de los versículos más tramos en Ugarit. Todo el Antiguo Oriente
difíciles de toda la Biblia. Especialmente las nos ofrece hermosos ejemplares. Particu-
tres palabras shebu'ot maththot 'omer han larmente conocida es la de Mesilim (fig. 7),
traído por la calle de la amargura a no po- de principio del tercer milenio a. J.C., halla-
cos traductores y exégetas y es -como dice da en las excavaciones llevadas a cabo por
Baumgartner-13 la crux Interpretern por Sarzec. De tamaño más bien grande, en
excelencia, ofreciendo amplio campo a los piedra calcárea, tiene representada encima
tratadistas de la Biblia para ejercitar su sa- el águila leontocéfala y en el contorno una
gacidad. El estudio de las interpretaciones serie de leones alados con inscripción cu-
que se han hecho daría lugar a un grueso neiforme. De Ugarit recordamos, entre
volumen. Ya las antiguas versiones discre- otras, la que lleva el nombre del rey Tukulti
pan notablemente unas de otras, como Ninip ll. del siglo IX a.J.C.
puede apreciarse a primera vista.
Cassuto interpreta este versículo (espe-
cialmente su segundo miembro y aún el
tercero) a la luz de la literatura ugarítica,
relacionándolo con el mito de Baal, dios
del cielo y de la vida en su lucha con Mot.
dios de los infiernos y de la muerte, por la
realeza y el dominio del mundo en calidad
de «rey» de los hombres y de los dioses,

11
Como anécdota graciosa rec
una maligna errata de imprenta virtió «jura-
Fig. 7 - Maza de Mesilir
mentos de mazas» en «juramentos mozas» en
la prestigiosa edición de la Biblia spañola publi-
cada en la B A.C. a la que nos referim
1:
En su estudio í_e Prophète Habacuc Intro-
duction critique et exégèse arec examen spécial Umberto Cassuto: «II capitulo 3 di Habaquq
des commentaires rabbiniques du Talmud et de la e i testi di Ras Shamra», en Annuario di Studi
Tradition. Ebraici, 1935-1937, pp. 14-22.

^ieronymus
La representación del rey victorioso gol- De Babilonia hemos citado anterior-
peando con su maza la cabeza de sus mente una terracota de principios del II a.
enemigos vencidos (encerrados a veces en J.C. que representa un guerrero, proba-
una red, como hemos señalado más arriba blemente un rey, al parecer con un par de
al interpretar Habacuc I, 14-17). la pode- cuernos, el arco entre las manos y apoyan-
mos seguir viendo en la estela de los Bui- do su pie izquierdo sobre la cabeza de un
tres (fig. 3) y en el fragmento de estela león dominado ante él.
descrito anteriormente (fig. 4). En Asiría, en el palacio de Korsabad, del
De acuerdo con Cassuto, hacíamos no- siglo VIII a. J.C. es frecuente ver un guerre-
tar la relación entre el arco desenfundado y ro que acompaña al rey llevándole en la
las mazas dispuestas a golpear. diestra la «maza» y en la izquierda el «arco».
Las representaciones del guerrero victo- Una fuente redonda de plata dorada del
rioso que hace gala de su arco al mismo siglo V o IV a. J.C, hallada en Chipre, re-
tiempo que domina con su pie al enemigo presenta en su centro un guerrero con una
vencido son muy frecuentes. Podemos re- 'maza' en la mano derecha levantada y a
cordar lo que hemos dicho acerca del punto de asestar un golpe a los enemigos,
«siéntate a mi diestra hasta que ponga a mientras que con la izquierda, puesta sobre
tus enemigos por escabel de mis pies», las cabezas de un grupo de prisioneros,
anteriormente citado. La conocida estela de sostiene un «arco» y dos flechas (fig. 9).
Naransim ofrece un buen ejemplo del gue- Los ejemplos podrían seguir multiplicándo-
rrero que se muestra victorioso luciendo el se. Pero creemos que es suficiente con los
arco y dominando con su pie al enemigo aducidos para testimoniar una tradición
vencido. El precioso fragmento de estela extendida a lo largo del tiempo en distintas
donado al museo del Louvre en 1936 por el regiones del Antiguo Oriente y cuya repre-
sultán Abdul-Hamid, siendo embajador de sentación vemos además que encuentra
Francia Paul Camben, representa un gue- eco en la isla de Chipre tan íntimamente rela-
rrero hundiendo su pie en el cuerpo desnu- cionada con el Próximo Oriente asiático.
do de un enemigo caído a sus pies al mis-
mo íiempo que con sus manos se dispone
a disparar el arco; delante de ellos otro
guerrero mesa la barba a un segundo
enemigo arrodillado ante él y está a punto
de golpearle con una maza (fig. 8).

Fig. 9
Fuente de plata dorada procedente de Chipre

Resulta extremadamente curioso y muy


revelador examinar la interpretación que de
este versículo ofrecen distintas versiones.
Fig. 8 Algunas resultan sencillamente pintores-
Estela donada al Le m e por el Sultán Abdul-Hamin
cas, sobre todo cuando pretenden ser orí-

lieronymus
HIERONYMUS. Núms. 4-5. Jesús CANTERA ORTIZ DE URBINA. La traducción de la Biblia. Enfoque filológico...
ginales. Una de las traducciones españo- miedo! He conocido tu obra y fue permitido.
las, entre las recientes, y a la que más elo- Entre dos animales te darás a conocer:
gios se han dedicado, ofrece la siguiente cuando lleguen los años, serás (recono-
versión de este versículo: «Desnudas y cido; cuando llegue el tiempo, serás mani-
alertas tu arco, cargas de flechas tu aljaba. festado. Cuando en ira se conturbe mi al-
Hiendes con torrentes el suelo». Aun acer- ma, acuérdate de la misericordia».
cándose algo a una propuesta de correc- No es posible detenernos en un co-
ción de Kittel-Kahle, esta versión no coinci- mentario minucioso de todas las variantes
de con el texto hebreo, ni tampoco con nin- entre el texto hebreo receptus y la versión
guna de las distintas versiones antiguas de Septuaginta. Tan sólo nos fijaremos
que hemos manejado. ahora en ese «entre dos animales te darás
a conocer» que leemos en los Setenta. En
lugar del beqereb shanim hayye'u del he-
breo, dice en efecto el texto de Septuaginta:
or sus implicaciones doctrinales y év (iéoco oúo Çwcov yv(ùoQr\OT\.
J pastorales, vamos a considerar la Cabría poner esa variante en relación
última parte del versículo 4 del ca- con Isaías I, 3: «Conoció el buey a su amo
[io II de la misma profecía de Habacuc: y el asno el pesebre de su dueño; mas Israel
«el justo vivirá por su fe». Y lo hacemos no me conoció y mi pueblo no entendió».
sobre todo porque San Pablo recoge tres Cabría ver en estos pasajes el origen,
veces esta sentencia: Romanos I, 17; Ga- aunque tardío, de la simpática costumbre
fetes III, 11 y Hebreos X, 38. de colocar una muía y un buey en nuestros
Tampoco en este punto podemos estar de nacimientos o belenes de Navidad, a pesar
acuerdo con la versión «el inocente, por fiar- de que el evangelio de San Lucas (que es
se, vivirá» para reproducir el hebreo wetsa- el que da más cumplida cuenta del naci-
ddiq be'emunato yihyeh de Habacuc II, 4. miento del Señor) se limita a decir que,
estando María y José en Belén de Judá, al
cumplirse los días del embarazo, María
«dio a luz su hijo primogénito, y lo envolvió
en unos pañales y lo recostó en un pese-
una última nota en relación con el
1 bre, pues no había sitio para ellos en el
libro de Habacuc. Renunciamos a
mesón» (San Lucas II, 7).
estudiar ahora el polémico versí-
culo 9 del capítulo I; pero vamos a
fijar nuestra atención, aunque sea muy bre-
vemente, en el versículo 2 del capítulo III,
del que ofrecemos la traducción siguiente: ejemos la profecía de Habacuc, y
«¡Señor, he oído tu anuncio y he tenido I pasemos por unos instantes al
miedo! ¡Señor, tu obra en medio de los Cantar de los Cantares. Uno de los
años, vivifícala; en medio de los años dala libros de la Biblia más bonitos así desde un
a conocer! ¡En la ira acuérdate de tener punto de vista puramente humano como
compasión!» sobre todo desde un punto de vista espiri-
Pasamos por alto la interpretación de tual y sobrenatural. Con toda razón puede
una prestigiosa traducción española que ser calificado de auténtica joya de la litera-
interpreta el hebreo yar'eti por «he visto» tura universal, una de las más preciosas de
viendo sin duda en esa forma el verbo ra'ah todo los tiempos.
(vio) en lugar del verbo yarah (temió). Su título de Cantar de los Cantares en
Pero señalamos, en cambio, que Sep- español responde, como es harto sabido, a
tuaginta interpretó así este versículo: un superlativo hebraico, con el significado
«¡Señor, he oído tu anuncio y he tenido de «cantar muy bello», o «cantar sin igual»

112
ieronymus
HIERONYMUS. Núms. 4-5. Jesús CANTERA ORTIZ DE URBINA. La traducción de la Biblia. Enfoque filológico...
o mejor aún de «el más bello cantar» o «el para evitar favorecer desde el principio
cantar por excelencia». Pero el ya consa- torcidas interpretaciones.
grado título de Cantar de ¡os Cantares (y lo Los versículos 11 al 13 del capítulo II
mismo el de las otras lenguas, como el constituyen un precioso ejemplo de lo que
francés Cantique des Cantiques) es una podríamos llamar «evocación lírica de la
auténtica maravilla lingüística que por nada primavera» que, siglos más tarde, encon-
debemos perder. traremos una y otra vez en nuestras litera-
Con su apariencia profana, ese diálogo turas medievales, principalmente en la líri-
lírico (con un cierto carácter dramático) de ca provenzal. Dicen así esos versículos:
este texto tiene un significado místico muy «El invierno ha pasado; la lluvia ha cesado
claro así para los judíos como para los y ha desaparecido. Las flores aparecen en
cristianos: la unión de Yahveh con su pue- la tierra, el tiempo de la poda ha llegado y
blo Israel para los judíos; la unión de Cristo el arrullo de la tórtola se deja oír en nuestro
con la Iglesia para los cristianos. En defini- país. La higuera empieza ya a colorear sus
tiva: la unión de Dios con su pueblo, y la higos aún no maduros; y las vides en cier-
entrega mística del alma a Dios. Y preten- ne exhalan su aroma».
diendo interferir en ese amor, las manio- Aunque por el contexto parece lógico y
bras del amor profano y del culto idolátrico. natural decir en español «el tiempo de la
Rico en imágenes, de no fácil interpre- poda» para traducir el 'et hazzamir del texto
tación algunas de ellas, el texto es de una hebreo, cabría dudar y plantearse la pre-
belleza singular. Y si bella es la forma, más gunta de hasta qué punto no son tan acer-
bella aún es su significación mística. tadas o más las traducciones «el tiempo de
Lo mismo una traducción filológica que cantar» o «el tiempo del ruiseñor», habida
una traducción con fines pastorales del cuenta de que la palabra hebrea zamir es
Cantar de los Cantares no pueden y por un homónimo y nomógrafo que significa
consiguiente no deben ofrecer diferencias «canto» y también «ruiseñor» y asimismo
notables, ya que las variantes son de esca- «poda». Y además cualquiera de los tres
sa importancia. Otra cosa serán las inter- significados pueden encajar muy bien en
pretaciones que se puedan hacer. este contexto. Cuestión filológica, sí. Pero
Inmediatamente después del título, se ningún interés en una traducción con fines
inicia este canto de amor manifestando la pastorales.
amada su ardiente deseo de ser besada ¡Bonita la expresión: «Yo soy narciso de
por el amado: «¡Béseme con besos de su Sarón, azucena de los valles» de II, 1! Ca-
boca!» La Vulgata, a diferencia del texto be señalar respecto a esta exclamación
hebreo tal como hoy lo conservamos y de que en una traducción filológica se habría
la versión griega de Septuaginta, que em- de tener en cuenta que en lugar de
plean el plural «besos», dice simplemente «narciso de Sarón», así Septuaginta como
«ósculo», en singular, aunque bien es la Vulgata dicen: «flor del campo»: &v6oç
cierto que ese singular puede ser interpre- TOÛ neôiou y «flos campi» respectiva-
tado con un valor de plural. Cuestión, por mente. Ninguna importancia para una tra-
otra parte, bastante nimia y de muy poca ducción con fines pastorales. Pero el filólo-
importancia. go no debe pasarlo por alto.
Más importante sería señalar que cual- Por tres veces aparece la expresión «la
quier traducción francesa podía decir en más bella de las mujeres», una en boca del
otros tiempos qu'il me baise, sobre todo amado (I, 8/7) y dos en boca de las chicas
siguiendo inmediatamente d'un baiser de de Jerusalén (V,9 y VI, 1 / V, 17). Es el pul-
sa bouche o de baisers de sa bouche o des cherrima inter mulieres y pulcherrima mulie-
baisers de sa bouche. Hoy, en cambio, es rum de la Vulgata. ¡Preciosa esta expresión
aconsejable reemplazar el verbo baiser del Cantar de los Cantares que nos evoca

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ieronymus
HIERONYMUS. Núms. 4-5. Jesús CANTERA ORTIZ DE URBINA. La traducción de la Biblia. Enfoque filológico...
al instante el «bendita tú entre todas las cír- emplea una vez ubera y otra mammae,
mujeres» del evangelio de San Lucas I, 28, muy probablemente para evitar la repetición.
el benedicta tu in mulieribus de la Vulgata!
Repetidas veces se hace alusión a los 2. Comparaciones.
senos o pechos femeninos en el Cantar. 2.1. «Tus dos pechos son como dos
Siete veces emplea el texto hebreo el tér- cervatillos mellizos» (IV, 5 y Vil, 3/4).
mino dual shadayim y seis el plural dodim. 2.2. «Tus pechos son como racimos»
En Septuaginta se traduce uno y otro, en (Vil, 7/8 y Vil, 8/9). Cabría plantearse el
todos los casos por \iaoxo\. La Vulgata, problema de si se trata de racimos de uva
por su parte, emplea siempre ubera, salvo o de racimos de dátiles, habida cuenta de
una vez que dice mammae, en IV, 10, muy que en uno y otro caso se hace alusión a la
probablemente para no repetir dos veces palmera:
ubera en el mismo versículo: Quam
pulchrae sunt mammae tuae, sóror mea, Tu talle es como el de una palmera; y tus
sponsa!14 Pulchriora sunt ubera tua vino. pechos son racimos (Vil, 7/8).
No pocos autores han visto en los pe-
chos un símbolo claro del amor y en vista Subiré a la palmera y cogeré sus racimos.
Y serán sus pechos para mí como raci-
de ello han propuesto su traducción por mos. Y el olor de tu boca será como el
«amor» o «amores». aroma de las manzanas (Vil, 8/9).
Vale la pena dedicar un momento la
atención a las diferentes evocaciones, 2.3. «Yo soy una muralla; mis pechos
comparaciones y simbolismos de los senos son como torres» (VIII, 10). Se trata de una
o los pechos en el Cantar de los Cantares. réplica preciosa a los dos versículos ante-
1. «Mejores que el vino». riores que dicen:
Posiblemente haya aquí todo un rico
simbolismo evocador del efecto embriaga- Tenemos una hermana muy jovencita que
dor del vino. Si son mejores que el vino, aún no tiene pechos. ¿Qué haremos por
servirán para embriagar, para llenar de nuestra hermana el día en que sea pedida
en matrimonio? Si es muralla, construire-
amor encendido. Los pechos, de esta suerte,
mos sobre ella un coronamiento de plata.
pueden servir para alimentar como la leche y
Y si es puerta, la guarneceremos con tabla
para embriagar como el vino. Para alimentar
de cedro.
con amor y para embriagar de amor.
La expresión «tus pechos son mejores 3. Recostado entre los pechos.
que el vino» aparece en I, 1/2 y en I, 3/4. Y
vuelve a repetirse en IV, 10 con esta pre- Bolsa de mirra es para mí mi amado, que
ciosa exclamación: «¡Cuan bellos son tus entre mis pechos descansa (I, 12/13).
pechos, hermana mía, esposa mía! ¡Tus
pechos son mejores que el vino!» 4. Ofrecer los pechos.
En todos estos casos algunos exégetas
En cuanto amanezca, levantémonos para
y varios traductores han reemplazado
ir a las viñas. Y veamos si las vides han
«pechos» por «amores» (plural) o por brotado, si ya han abierto las yemas, si
«amor» (singular). Septuaginta, sin embar- han florecido los granados. Allí te ofreceré
go, mantiene \iaaxoí. Y la Vulgata ubera, mis pechos (Vil, 12).
si bien en IV, 10 -como acabamos de de-
5. ¡Ojalá mi amado hubiese mamado los
pechos de mi madre!
Vale la pena fijarse en esta exclamación só-
ror mea, sponsa cuando se trate de interpretar el ¡Quién me diera que tú fueras hermano
término «hermano», así en el Antiguo como en el mío, que hubieras mamado los pechos de
Nuevo Testamento. mi madre! Porque entonces, te encontraría

114
îeronymus
HIERONYMUS. Núms. 4-5. Jesús CANTERA ORTIZ DE URBINA. La traducción de la Biblia. Enfoque filológico...
en la calle y te podrfa besar sin que se me rece clara la referencia a la resurrección de
despreciara (VIII, 1). la carne. En esa traducción española, en
cambio, esta creencia queda completa-
6. Los pechos, símbolo de madurez. mente en entredicho. Ese «ya sin carne»,
Tenemos una hermana muy jovencita, tan
en lugar de «desde mi carne» destruye por
joven que aún no tiene pechos (VIII, 8). completo el espíritu de estos dos versículos.

espués de ver la traducción que se


jha adoptado en libros de rezo ofi-
ciales en lengua española, y dadas
sus implicaciones doctrinales y pastorales,
no podemos resistir traer a colación los
e n 1958 publicamos en la revista
SEFARAD, del CSIC un artículo ti-
tulado «Hebraísmos en las lenguas
románicas». Entre otros puntos, llamába-
mos la atención sobre el hecho de que en
versículos 25 y 26 del capítulo XIX de Job. el hebreo así bíblico como postbíblico el
Dicen así en traducción directa del texto corazón (leb y lebab) es con frecuencia
hebreo receptos: «Yo ya sé -dice Job- que considerado como sede de la inteligencia,
mi redentor vive y al final se levantará del del pensamiento, de la memoria.
polvo. Y aun después de que haya arran- La expresión Yahveh ubojen libbot ujelayot
cado esta mi piel, desde mi propia carne (Salmos Vil, 10/11), y otras parecidas del
veré al Señor». Antiguo Testamento era traducida con harta
La preposición mi o me (forma apoco- frecuencia, y aun hoy es traducida, dema-
pada de min) que figura en el hebreo mi- siado a la letra: «Dios conoce los corazo-
bbesarí indica claramente «de» o «desde». nes y los ríñones», en lugar de traducirla
Traducir «ya sin carne», como aparece en según el sentido: «Dios sabe lo que cada
esa traducción a la que nos referimos, des- uno piensa y lo que cada uno desea», ya
truye por completo todo cuanto dicen esos que en esta frase el «corazón» es conside-
dos versículos que en los primeros tiempos rado como sede del «pensamiento», y los
del cristianismo era frecuente ver inscritos «ríñones» como sede de la «voluntad» y
sobre las sepulturas de los fieles en testi- del «deseo», de acuerdo con la concepción
monio de su creencia y esperanza en la de los antiguos hebreos.
resurrección de los muertos. Cuestión filo- La atribución de la memoria, del pen-
lógica, es cierto. Pero cuestión doctrinal samiento y de la inteligencia al corazón
también y de suma importancia para la halla también su reflejo en no pocos pasa-
enseñanza pastoral. jes del Nuevo Testamento. Por ejemplo, la
Dejemos constancia, para ser objetivos, tan conocida sentencia latina que dice: «ex
de que en la versión de los Setenta se lee: abundantia cordis loquitur lingua» de San
«Yo sé que es eterno quien me ha de libe- Mateo XII, 34 y San Lucas VI, 45, que ca-
rar para (re)sucitar sobre la tierra mi piel bría traducir por «la boca habla de lo que
(es decir, mi cuerpo) que ha de experi- con mayor insistencia se piensa». Recuér-
mentar estas cosas, porque el Señor (sin dense asimismo, entre otras muchas, las
duda ha leído mishshadai) es quien ha dis- expresiones que, literalmente traducidas,
puesto para mí todas estas cosas». En la dirían: «Y pensando en sus corazones»
Vulgata, por su parte, leemos: «Scio enim (San Marcos II, 6); «¿Por qué pensáis eso
quod redemptor meus vivit, et in novissimo en vuestros corazones?» (San Marcos II,
die de terra resurrecturus sum. Et rursum 9); «Mas Jesús, conociendo el pensamiento
circumdabor pelle mea, et in carne mea de su corazón» (San Lucas IX, 47); etc.
videbo Deum meum». Así en el texto he- Por influencia bíblica, a través princi-
breo como en las antiguas versiones apa- palmente de la versión latina de la Vulgata,

ïieronymus 115
también en nuestras lenguas indoeuropeas entre otras razones, por ésta, había provo-
han quedado consagradas no pocas expre- cado el rechazo de Septuaginta por parte
siones en las que, sin darnos apenas de los judíos. Les era de vital importancia
cuenta, la sede de la memoria, de ia inteli- evitar uno de los testimonios aducidos por los
gencia y del pensamiento está situada en el cristianos para probar que en Cristo Jesús se
corazón. Basta recordar, entre otras mu- habían cumplido las profecías mesiánicas
chas, las expresiones francesas savoir par anunciadas en el Antiguo Testamento.
coeur y apprendre par coeur, los verbos El sustantivo hebreo almah ha sido ge-
españoles «recordar» y «acordarse», la neralmente interpretado como «virgen»,
expresión alemana das Herz auf der Zunge aunque en otros casos (por ejemplo en el
haben, etc., etc. Cantar de los Cantares I, 3/2) puede ser
interpretado como «doncella», «jovencita»
o «mujer joven». Está en relación con el
verbo alam que significa «ocultó»,
unque ya lo hemos hecho en «escondió», «mantuvo oculto», «no mani-
otras ocasiones, no podemos menos festó», «mantuvo cerrado». Su en cierto
'de hacer alusión -aunque sea muy modo parasinónimo betulah por su parte,
brevemente- al versículo 14 del cap. Vil es empleado para indicar sencillamente
del profeta Isaías. Concretamente la pala- «muchacha», «mujer joven», «mujer aún
bra hebrea almah que en este caso la ver- no casada», «mujer en edad de casarse».
sión de los Setenta interpreta por
TtapOévoç (virgen) y que las versiones Desde un punto de vista doctrinal o con
griegas de Aquila, Símaco y Teodoción fines pastorales, procederá citar y conside-
traducen por veávic («muchacha» o rar todo el versículo 14 completo. Dice así:
«jovencita»). «Pues bien, el Señor mismo os dará una
SEÑAL: he aquí que la VIRGEN concebirá
Llegaremos naturalmente a la misma
y dará a luz un hijo y se le impondrá el
conclusión a la que hemos llegado en otras
nombre de Emmanuel».
ocasiones. Pero nuestro enfoque será aho-
ra un tanto distinto teniendo en cuenta el Procede insistir en esa palabra «señal»
tema concreto de esta intervención: la tra- que el Señor dará: 'oí en el texto hebreo,
ducción de la Biblia desde un punto de vista or||ieíov en Septuaginta, Signum en la
filológico o desde un punto de vista doctri- Vulgata. Si la palabra hebrea almah no sig-
nal o con fines pastorales. nifica aquí «virgen» ¿qué «prodigio», qué
En uno y otro caso mantenemos la tra- «señal», qué «milagro» hay entonces? Na-
ducción «He aquí que la Virgen concebirá y da de prodigioso, en efecto, se daría, ni se
dará a luz un niño y se le impondrá el nom- da en que una muchacha (casada o solte-
bre de Emmanuel» (es decir «Dios con ra) conciba y dé a luz un niño. ¿Qué señal
nosotros»). sería eso? Porque, evidentemente, todos
Desde un punto de vista filológico insisti- los días muchas mujeres jóvenes (casadas
remos en el significado exacto y lo más o solteras) conciben y dan a luz hijos. Lo
preciso posible del término hebreo almah. realmente prodigioso, lo que sí constituye
Con los Setenta (versión griega hecha por una «señal», un «signo», un «prodigio», un
judíos y para judíos, no lo olvidemos), lo «milagro», algo realmente extraordinario e
traducimos aquí por «virgen», lo mismo inaudito, algo que rompe todos los esque-
que hicieron todas las antiguas versiones, mas de lo natural, es que una virgen, una
salvo las griegas de Aquila, Símaco y Teo- mujer sin contacto alguno con varón, con-
doción que, en lugar de Ttapoévoç, se vie- ciba y dé a luz un hijo.
ron obligados a traducir veávic. Así se lo Desde un punto de vista doctrinal recor-
imponía la polémica judeocristiana, que, daremos a este respecto que San Mateo

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recoge en su evangelio (I, 22-23) este ver- luz pues no conocía varón, el arcángel le
sículo profético de Isaías y lo introduce di- responde diciendo que será por obra del
ciendo: «Todo esto ha acaecido a fin de Altísimo. Y para confirmar ese «prodigio»,
que se cumpliese lo que dijo el Señor por el esa «señal», ese «milagro» (el 'ot del texto
Profeta». hebreo, el oii|j.£íov del texto griego de
En una traducción doctrinal o con miras Septuaginta, el Signum de la Vulgata) de
pastorales, se ha de tener muy en cuenta Isaías Vil, 14, le anuncia que su parienta
asimismo a este respecto el relato de la Isabel, que decían «estéril», está embara-
Anunciación que podemos leer en el evan- zada a pesar de ser avanzados en sus días
gelio de San Lucas (I, 26-31). Y procedería así ella como su marido el sacerdote Zaca-
hacerlo constar en una nota del traductor. rías. Porque para Dios -insiste el ángel del
Después de narrar cómo un ángel del Se- Señor- nada hay imposible. Ni es imposi-
ñor había anunciado al sacerdote Zacarías ble el embarazo de Isabel a pesar de la
que su mujer Isabel, a pesar de ser edad y a pesar de su esterilidad durante
«estéril», y a pesar también de ser «ambos tantos años, ni es imposible el embarazo
avanzados en sus días», había quedado de María a pesar de su virginidad.
embarazada y daría a luz un hijo (Juan el
Bautista), dice así el evangelista San Lucas:

En el sexto mes (del embarazo de Isabel) fue


omo resumen de cuanto llevamos

C
enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a
una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una dicho - y de lo muchísimo más que
doncella, desposada con un varón llamado cabría decir al respecto- podemos
José, de la familia de David, y el nombre de la concluir que toda traducción de la
doncella era María. Y habiendo entrado el án- Biblia, así la filológica como la doctrinal o
gel donde estaba Marta, le dijo: «Dios te salve,
llena de gracia, el Señor está contigo, bendita
con fines pastorales ha de ser rigurosa-
tú entre las mujeres». Ella, al oír estas pala- mente fiel al texto original. Y por consi-
bras, se turbó, y pensaba qué podría significar guiente una y otra deben coincidir.
esta salutación. Y le dijo el ángel: «No temas, Una y otra exigen un gran rigor científi-
María, pues has hallado gracia a los ojos de
co, y deben suponer un conocimiento muy
Dios. He aquí que concebirás en tu seno y da-
rás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Je- profundo y preciso de la lengua, y una bue-
sús. Será grande y será llamado 'hijo del Altí- na base teológica. La traducción filológica
simo'. Y le dará el Señor Dios el trono de Da- requiere, además de ser un buen filólogo,
vid su padre. Y reinará sobre la casa de Jacob una buena preparación arqueológica y
eternamente. Y su reinado no tendrá fin». Re- unos sólidos conocimientos de las distintas
plicó entonces María al ángel: «¿Cómo podrá
ser eso? pues no conozco varón». Respon- civilizaciones del Antiguo Oriente que tuvie-
diéndole el ángel, le dijo: «El Espíritu Santo ron relación con el mundo de la Biblia. Una
descenderá sobre ti, y el poder del Altísimo te traducción hecha desde el punto de vista
cobijará con su sombra. Por lo cual, también doctrinal y con fines pastorales, por su
lo que nacerá será llamado santo, Hijo de parte, debe ser realizada teniendo presente
Dios. Y he aquí que Isabel, tu parienta, tam-
bién ella ha concebido un hijo en su vejez, y
que se trata de un texto sagrado, que es la
está en el sexto mes de su embarazo aquella «palabra de Dios» y que constituye, esen-
que decían 'estéril'. PORQUE PARA DIOS cialmente y ante todo, un mensaje doctri-
NADA HAY IMPOSIBLE». nal. Pretender el lucimiento personal de-
jándose llevar por un vanidoso afán de no-
A las palabras de María replicando al vedades no conduce sino a elucubraciones
anuncio del arcángel San Gabriel con la que más tarde o más temprano acaban por
objeción de que no era posible que ella desvanecerse y en nada favorecen ni a la
concibiera en su seno un hijo y lo diera a traducción ni al traductor y mucho menos al
espíritu del texto traducido.

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HIERONYMUS. Núms. 4-5. Jesús CANTERA ORTIZ DE URBINA. La traducción de la Biblia. Enfoque filológico...
HIERONYMUS. Núms. 4-5. Jesús CANTERA ORTIZ DE URBINA. La traducción de la Biblia. Enfoque filológico...

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