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Opinión y Ciencia.

1.- Introducción.

En la introducción preliminar, del libro intitulado “Dialéctica de la Naturaleza”, Engels


escribía entusiasta sobre el gran renacimiento del siglo XV:

“Era la más grandiosa transformación progresiva que la humanidad había vivido hasta
entonces, una época que requería titanes y supo engendrarlos; titanes, por su vigor mental,
sus pasiones y su carácter, por la universalidad de sus intereses y conocimientos y por su
erudición.”

Texto que representa un sentir, reflejando la fuerte esperanza en la ciencia y el desarrollo


técnico y tecnológico, en sus consecuencias transformadoras de la vida social generadoras
de bienestar.

Hoy, como en aquel entonces, se nos presenta de nuevo el dilema de desarrollo:


necesitamos urgentemente titanes. Pero, al mismo tiempo surge la pregunta: ¿cómo saber si
los estamos engendrando desde nuestras instituciones?

El tema que nos corresponde da pie a un escrito en este sentido. La producción tecnológica
rodea todos los aspectos de nuestra cotidianeidad. Los estímulos sensoriales abundan en
todas las direcciones, desde el teléfono celular que casi omnipresente en nuestra mente,
hasta en nuestras relaciones interpersonales; ya no se puede imaginar a los individuos
contemporáneos sin estos aditamentos, estas prótesis. Pero al mismo tiempo que se tiene
estas constantes, nos encontramos en el momento de mayor analfabetismo científico que
podría existir. Los conocimientos acerca de cómo es el funcionamiento de la ciencia, de
cómo se construye e interpreta los estudio científicos, es proporcional a los beneficios que
los descubrimientos y adelantos tecnológicos que han dado pie. Entonces, tal como Lenin
cuando pensaba su revolución, nos preguntamos: ¿Qué hacer?

2. Pensando el problema desde la Concepción heredada

El círculo de Viena tiene entre sus legados históricos esa deuda, la deuda de la socialización
de la información científica. El círculo de Viena fue uno de los primeros de los grupos de
investigación sobre la filosofía de ciencia, epistemología y metodología. Es el primero en
brindar las herramientas de estudio y análisis crítico de la ciencia del siglo XX. Se
constituye como un grupo de investigadores de diversas áreas del saber que pretendía un
solo objetivo: la concepción científica del mundo. Nace a la vida pública con un manifiesto
del mismo título, en el cual se pone en evidencia sus objetivos tanto sociales y culturales,
como sus objetivos teóricos.

Tuvieron una visón de transdisciplinariedad, en la cual aspiraban a la unidad de la ciencia a


través de herramientas conceptuales que permitiesen la comunicación entre científicos, por
encima de sus especialidades, y al resto de la sociedad. Tenían como objetivos sociales la
promoción de la educación popular, cursos universitarios populares, escuela libre, con el fin
de luchar contra el pensamiento teologizante y metafísico. La concepción científica del
mundo es una dirección de investigación, su objetivo: una ciencia unificada. Aunar y
armonizar las distintas investigaciones de los distintos ámbitos de la ciencia, haciendo
énfasis en el trabajo colectivo, lo intersubjetivo, un sistema total de conceptos. Sin
embargo, esto último terminará por ser abandonado. Reivindica la confianza en la máxima
protagórica: “Todos es accesible para el hombre y el hombre es la medida de todas las
cosas. No existen enigmas insolubles, traspasándolos a problemas empíricos.”

En estos tiempos de eclecticismo teórico y práctico, donde las verdades universales se


ponen en cuestionamiento, donde los canales de información se han convertido en casi
infinitos recursos de acceso. La cantidad de información es de naturaleza también
omnipresente. Cada evento dentro de la formación de los individuos genera un impresión y
en ese sentido, una forma de conocer el mundo. Sin embargo las impresiones y marcas
conceptuales que se pueden adquirir desde estos medios pueden llevar a confusiones e
inconsistencias, pudiendo llegarse a confundir la expresión (lo comunicado) con la
experiencia (todos los procesos implicados en la elaboración de la misma). Ésta debería
estar mediada por una visión crítica, pero, ¿cómo adquirirla? Es así que el Círculo de Viena
aporta las herramientas necesarias para analizar el conocimiento científico, desde un núcleo
central en relación a la concepción científica:
El núcleo central de esta concepción es la del empirismo lógico, refiere a dos problemas
fundamentales: origen del conocimiento (psicológico) y a su fundamento (lógico). Para ello
es necesario conocer las concepciones previas al movimiento y desde ahí desarrollarlo.

El movimiento está fuertemente ligado al pensamiento de Hume, en relación a los


enunciados analíticos y sintéticos. Hume tiene una característica que resalta, y es que para
él, el conocimiento debe estar fundado en la experiencia, como origen, pero hay un tipo de
enunciado que no tiene su correlativo (lógico) en la experiencia y surge de las relaciones
entre ideas, son los enunciados analíticos. Estos deben su nombre a que, no agregan en el
predicado más información de la que posee el sujeto en su concepto o definición. Es así que
la matemática y la lógica poseen esa característica tautológica. El enunciado sintético es
aquel que agrega más información al sujeto, pues dentro de su definición no se encuentra
contemplada. Wittgestein, aporta en ese sentido que los enunciados universales no pueden
reducirse a otros observacionales y por lo tanto un abandono al intento de reducir al
correlativo empírico. Para el autor las relaciones proposicionales son las únicas verdaderas,
válidas. Los enunciados aislados son los que tienen su correlativo empírico, y así, estos son
proposiciones verdaderas, así como las tautológicas. Es así que cobra importancia dos
aspectos, el significado y el modo de uso de los conceptos. Pues éstas dependerían no sólo
de su estructura lógica, sino también de la semántica y su contenido teórico. Para analizar
ello, utilizarían lo que se llamó significatividad cognoscitiva, que es el principio de
corroboración de las expresiones desde una posición semántica. Esto será axiomatizado, es
decir reducido a un conjunto de afirmaciones finitas de los cuales se derivarán los demás
enunciados. Todo sistema axiomático tiene una lógica subyacente, unas relaciones entre
enunciados; un vocabulario, un conjunto de símbolos mediante los cuales se componen los
enunciados, que pueden ser lógicos o no lógicos; reglas de formación gramaticales o
sintácticas de las cuales se deducen las formas de desarrollo del vocabulario; unas reglas de
transformación son los razonamientos válidos para tener fórmulas bien formadas.

Entonces, al leer un trabajo científico se debe tener en consideración qué tipo de


enunciados se tiene, y si los axiomas de los cuales se derivan los enunciados
observacionales son conocidos por el lector, es decir, que si se habla, por ejemplo, de
ecosistema, se tenga en claro que quiera decir ésta, en el contexto, y sus enunciados
principales de los cuales se derivarán el resto de ellos (nicho, hábitat, éxito reproductivo,
etc.).

Los miembros del círculo de Viena tienen como elementos de importancia a las relaciones
entre el objeto y la definición a través de un lenguaje observacional. Por lo tanto, se
intentará construir un lenguaje que corresponda y reduzca los enunciados observacionales
con su correlativo empírico, sin embargo no será posible. Por dos razones, al intentar
elucidar un concepto se cae intermitentemente en una insuficiencia descriptiva, ambigüedad
y por lo tanto el tratar de correlacionarlo con sus correlativos empíricos se hará una tarea
imposible. Lo segundo es que un su estructura lógica también terminará reduciendo al
proceso con el enunciado, limitándolo en su aplicación, una confusión entre causa y efecto.

Ésta historia se puede resumir en cuatro etapas que pasó la intención de corresponder el
enunciado y su significatividad:

1° Se trató de establecer el significado cognoscitivo de los enunciados aislados a partir de


las relaciones lógicas con enunciados acerca de lo observado.

2° Construir un lenguaje empirista acerca de lo observable, y las oraciones que puedan


traducirse a tal lenguaje posee significado cognoscitivo.

3° Lo que determina el significado es la relación de los enunciados con el lenguaje


empirista observacional. Oraciones reductivas

4° No se puede dar ningún criterio para enunciados o conceptos aislados.


Las ideas acerca de estos enunciados, como se vio anteriormente, es el de elucidar los
conceptos que subyacen en cada proposición, sin embargo en las ciencias fácticas es difícil
llegar a dar significación cognoscitiva, por lo tanto es difícil llegar a dar una
axiomatización de los sistemas generados. Por lo tanto, surge el dilema entre el contenido
de los términos para evitar la confusión de procesos, observaciones y mecanismos.
Entonces, se tiene la dicotomía de términos observacionales y términos teóricos. Los
primeros son aquellos que describen observaciones, y los segundos son aquellos que no se
correlacionan con hechos observables directamente: procesos, mecanismos. Y existen
además un último: los mixtos. Aquellos que combinan ambos términos. Estos serían los que
darían lugar a las axiomatizaciones en las ciencias fácticas.

En ésta época se tuvo que renunciar a la idea de dar una axiomatización de modelos a
aspectos generales de la realidad. Puesto que, existía una inviabilidad en la correspondencia
entre el cálculo axiomatizado, las reglas de correspondencia y su base empírica. El trabajo
corresponde, como vimos anteriormente, en que el cálculo axiomatizado tiene que tener su
correlación con la base empírica, para este cometido las reglas de correspondencia deberían
darnos definiciones acerca de la base empírica, porque si no fuese así no necesitaríamos las
reglas de correspondencia, porque el objeto y lo teórico serían idénticos. Entonces, cuando
se analiza la formulación nos da pie a que siempre han de ser condicionales, es decir, un
modo de determinar el objeto. Es en ese sentido que al ser una definición o reducción
parcial, da lugar a que interpretemos esta relación y se pueda investigar sus alcances, pues,
no serpa la única manera que existe de esta relación. Algo que la ciencia constantemente
hace respecto a sus axiomas y su base empírica.

¿Qué nos queda entonces?

La búsqueda de métodos de formalización entre las relaciones de enunciado observacional


y el objeto será siempre parcial. Será comprender de ese modo que no existe un modo
definitorio del análisis científico. Cuando un lector analiza el texto deberá siempre tomar en
consideración estas características del método de investigación. Pues el método determinará
al hecho observacional. Es, por lo tanto, toda investigación científica, intencional, con una
carga teórica previa, dispuesta en los sistemas axiomáticos preexistentes.

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