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La interacción,

un proceso que implica conversar


La autora expone, de una forma sencilla y
rigurosa a la vez, las principales
características que, desde la teoría
sociocultural del aprendizaje, debe
cumplir la interacción entre docentes y
alumnado, y entre iguales. El objetivo es
fomentar una pedagogía dialógica, en la
que todos sus protagonistas se
corresponsabilizan del proceso de
aprendizaje.

JAUME GUBIANAS

OLGA ESTEVE
Universitat Pompeu Fabra (Barcelona)

56 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. Nº391 JUNIO 2009 } Nº IDENTIFICADOR: 391.014

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tema del mes

En el ámbito de la interacción en el aula, el hecho de pasar Haciéndonos eco de las aportaciones, por un lado, de los
de una visión de la clase como contexto social a una interpre- estudios sobre el discurso profesor-alumno y entre iguales,
tación de ese espacio como contexto de enseñanza y apren- (Alexander, 2005; Carretero y Esteve, 2006; Coll y Sánchez,
dizaje ha motivado un creciente interés por investigar la ma- 2008; Pujolàs, 2008; van Lier, 1996) y, por otro, de la función
nera o maneras en que sus participantes, profesores y alumnos, del ‘discurso privado’ como herramienta para la autorregulación
construyen su propio contexto mediante las actividades que (Arumí, 2006; Lantolf y Poehner, 2008), entendemos que para
en ella llevan a cabo (Coll y Sánchez, 2008: 21). Desde esta promover una pedagogía dialógica en el sentido descrito, es
perspectiva, los discursos que se generan en el aula juegan necesario fomentar en el aula tres grandes tipos de interacción:
un papel de primer orden en tanto que son la manifestación interacción profesor o profesora y alumno o alumna; interacción
de una de las herramientas de mediación semiótica más im- entre iguales; e interacción con uno mismo.
portantes en el proceso de aprender: el lenguaje.

Entre docentes y alumnado


Del constructivismo a la teoría sociocultural
La base de la interacción entre el profesor o la profesora y
Como es sabido, desde la visión constructivista, el alumnado el alumnado, característica de la pedagogía dialógica, la en-
es considerado un conjunto de individuos cognitivamente ac- contramos en el concepto de interacción contingente.
tivos que, en su intento de llegar al control de nuevos conoci- La interacción contingente (Carretero, 2004; Mercer, 2001;
mientos, hace un uso estratégico de su conocimiento previo o van Lier, 1996), incluye dos aspectos estrechamente relacio-
implícito, que engloba tanto su experiencia social como su nados entre sí: el diálogo y la conversación. Dentro de la di-
conocimiento del mundo y también sus capacidades de ejecu- námica interactiva que fundamenta una conversación se
ción de tareas o actividades de aprendizaje (Coll, 1993). destacan los deseos, intenciones y comportamientos de los
A las concepciones constructivistas del proceso de apren- participantes a lo largo de un intercambio que va conjugando
dizaje, la teoría sociocultural añade la visión de que a través las distintas aportaciones individuales en un constructo com-
de la interacción con otros individuos se fomentan procesos partido. Extrapolar las bases de la conversación en situaciones
cognitivos superiores que favorecen el aprendizaje (Vygotsky, de la vida cotidiana al intercambio en el aula significa, por
1978). Según esta idea, un alumno o una alumna puede pro- parte del docente, dinamizar las sesiones de clase de tal ma-
gresar paulatinamente de un estadio inicial a otro un poco nera que, aun teniendo unos objetivos prefijados, siga la
más avanzado, interactuando con otros, iguales o más exper- orientación que va adquiriendo el intercambio de tal suerte
tos. Así pues, el socioconstructivismo incorpora la idea de que que llegue a ajustarse a las necesidades y las cuestiones que
el desarrollo cognitivo sigue un proceso que transita desde el emergen de los alumnos, decidiendo momento a momento
mundo exterior, social, hacia el mundo interior, individual (de cuál es el mejor camino a seguir. Según van Lier (1996), la
un proceso interpsicológico a uno más intrapsicológico). El contingencia parece ser un factor condicionante para involucrar
paso de un nivel al otro no es espontáneo sino que es el e implicar a los aprendices en el proceso de aprendizaje por-
fruto de un proceso mediado socialmente en el cual juega un que sigue un proceso conversacional en el cual: a) se alude a
papel de primer orden la ayuda de elementos o instrumentos contenidos familiares para conectarlos con nuevos contenidos,
de mediación, entre los cuales el lenguaje se erige como el y b) se crean, gracias a que se basa en la recogida continua
instrumento mediador por excelencia. de las intervenciones de los alumnos, expectativas hacia nue-
Con el paso del tiempo se ha ido afianzando una línea vos contenidos, entendiendo que el proceso de aprendizaje
educativa y de investigación basada en los postulados vygots- es un continuum y una constante conexión entre lo propio, lo
kianos que se centra primordialmente en la observación e compartido y lo nuevo (Mercer, 2001). Una de las estrategias
interpretación de los procesos de aprendizaje que se derivan por excelencia para fomentar la interacción contingente son
de la interacción que se genera en el aula entre todos los las preguntas abiertas, que generalmente invitan a razonar o
participantes en dicho proceso. Gracias a las investigaciones justificar, definir o relacionar el objeto de estudio con expe-
a las que hemos aludido se va avanzando en determinar las riencias del alumnado, para forzarlo a buscar en su mente
características de una pedagogía en la cual el lenguaje, y la conexiones con conocimientos ya adquiridos (Carretero y
interacción, se utilizan como herramienta por excelencia para, Esteve, 2006). Las preguntas de este tipo no aparecen de
en términos de Mercer (2004), ‘interpensar’ o ‘pensar juntos forma aislada, sino que generalmente van acompañadas de
para aprender’. otras estrategias discursivas dirigidas a ayudar al aprendiz a
situarse, a favorecer lo que Mercer (2001) denomina ‘continui-
dad’. Este concepto alude al hecho deseable de que las ex-
Hacia una pedagogía dialógica periencias anteriores proporcionen las bases para dar sentido
a las siguientes, y así poder hacer partícipes a los aprendices
La idea central de la pedagogía dialógica es concebir la de la construcción conjunta del conocimiento, en una comu-
educación como un proceso de reciprocidad, entendiendo nidad en la que todos los miembros son tratados como ‘ex-
que enseñar implica conversar (Mercer, 2001). Según este pertos potenciales’.
autor, en una actividad conjunta, como la de aprender, no Este tipo de interacción entre docente y alumno o alumna
sólo interactuamos sino que también ‘interpensamos’. Se no es posible sino se establece una situación de confianza y
trata, pues, de un proceso en el cual el pensamiento y el aceptación mutua para que realmente emerja un clima emo-
lenguaje están estrechamente unidos. cional que fomente la participación activa y la espontaneidad.

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para saber más

 Alexander, R. (2005): “Culture, Dialogue and Learning: Notes on an Emerging Pedagogy”, en Actas de la 10th International Conference,
University of Durham, UK, 10-14 July 2005, Education, Culture and Cognition: intervening for growth. International Association for Cognitive
Education and Psychology (IACEP)
 Carandell, Z. y Esteve, O. (2008): Dinàmiques grupals. Documento interno del Plan de Formación en Práctica Reflexiva del Departament
d’Educació de la Generalitat de Cataluña.
 Carretero, A. y Esteve, O. (2006): “El discurso del docente como instrumento de mediación cognitiva en el aula de alemán lengua extranje-
ra: Hacia un discurso proléptico”, Publicación Anual RESLA. (Actas Congreso AESLA, Madrid, marzo-abril 2006).
 Coll, C. et al. (1993): El constructivismo en el aula. Barcelona: Graó.
 Coll, C. y Onrubia, J. (1996): “La construcción de significados en el aula: actividad conjunta y dispositivos semióticos en el control y seguimien-
to mutuo entre profesor y alumnos”, en C. Coll & D. Edwards, Enseñanza, aprendizaje y discurso en el aula. Aproximaciones al estudio del
discurso educacional. Madrid: Fundación Infancia y Aprendizaje.
 Coll y Sánchez (2008): “El análisis de la interacción alumno-profesor”, Revista de educación, Nº 346.
 Esteve, O. y Arumí, M. (2005): “La evaluación por competencias y el portafolio del estudiante: dos experiencias en asignaturas de Lengua
Alemana y de Interpretación Simultánea”, en Actas del II Congreso Internacional de la Asociación Ibérica de Estudios de Traducción e Interpretación,
Granada: AIETI, pp. 321-344.
 Lantolf, J. y Poehner, M. (2008): Sociocultural Theory and the Teaching of Second Languages. Londres: Equinox.
 Monereo, C. (1995): “Enseñar a conciencia. ¿Hacia una didáctica metacognitiva?” Aula, 34, pp. 74-80.
 Mercer, N. (2001): Palabras y mentes. Barcelona: Paidós.
 Mercer, N. (2004): “Sociocultural discourse analysis: analysing classroom talk as a social mode of thinking”, Journal of Applied Linguistics,
vol. 1-2, pp. 137-168.
 Pujolás, P. (2008): 9 Ideas clave. El aprendizaje cooperativo. Barcelona: Graó
 Van Lier, L. (1996): Interaction in the language curriculum. Awareness, autonomy & authenticity, Applied linguistics and language study, General
editor: C.N. Candlin, New York: Longman.
 Vygostky, L. S. (1978): Mind in society. The development of higher psychological processes, Cambridge (Mass): Harward University Press.
 Zabala, A. y Arnau, L. (2008): 11 Ideas clave. Cómo aprender y enseñar competencias. Barcelona: Graó.

De ahí la importancia que adquiere desarrollar también las junto de reglas básicas que deben seguir todos los alumnos
estrategias que Coll y Onrubia (1996) denominan ‘sociales’ y y alumnas, a saber: se comparte toda la información que es
que son las que deben ayudar a la creación y el mantenimien- relevante; el grupo busca alcanzar un acuerdo; el grupo asu-
to de comunidades de aprendizaje. me responsabilidad sobre las propias decisiones; antes de
tomar decisiones se discuten las alternativas; de todo el mun-
do se espera que razone sus palabras; de todo el mundo se
Entre iguales espera que acepte el reto que para él mismo supone lo que
dice; todos los miembros del grupo alientan a sus compañe-
El andamiaje (acompañamiento activo por parte de la per- ros para que intervengan.
sona experta mientras que la persona que aprende intenta Aparte de estas reglas básicas, y a nuestro modo de ver,
realizar la tarea), inicialmente reservado al adulto o al docen- hay que tener en cuenta un elemento más: la importancia de
te, se ha extendido a la acción de cualquier otro participante una relación dialéctica entre el trabajo individual y grupal
(andamiaje colectivo). Se trata de un proceso interactivo en el (Carandell y Esteve, 2008). Nos referimos a la necesidad,
cual, por un lado, la acción del participante menos compe- dentro del trabajo en grupo, de dejar también espacio para
tente es igualmente importante, en tanto que puede llevar la pequeñas fases de reflexión individual. Su función es la de
iniciativa para que su interlocutor le dé el soporte que nece- ayudar a cada miembro del grupo a ser consciente de su
sita; y, por otro, no es un artefacto estático sino más bien un punto de partida y de la naturaleza y utilidad de su aportación
proceso de una acción conjunta. al grupo; además le servirá para identificar qué le aportan las
Podríamos asumir, a partir de estas ideas, que todo trabajo otras miradas a su punto de partida.
en pequeño grupo puede fomentar el andamiaje entre igua-
les. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no toda
‘conversación’ entre iguales ayuda a la construcción de nuevo Con uno mismo
conocimiento. Mercer distingue al respecto tres tipos de
conversación: la ‘conversación exploratoria’, la ‘disputativa’ y En su libro Thought and Language (1986), Vygotsky se re-
la ‘acumulativa’, y considera la exploratoria como la más pro- fiere al discurso interior como una forma de diálogo con uno
vechosa para el aprendizaje. Se caracteriza ésta por un con- mismo; su función principal reside en dar forma y controlar

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tema del mes

los pensamientos propios: razonar, planificar una acción, re-


gular el comportamiento, resolver problemas, recordar, etc.
En las acciones de escuchar y leer, el discurso interior repre-
senta la transformación de las palabras en pensamiento; en el
caso de hablar y escribir, en cambio, representa la plasmación
del pensamiento en palabras. Como actividad intrapersonal
parece una actividad mental con un objetivo concreto, me- condiciones de aprendizaje que permitan desarrollar la expe-
diada por la lengua y movilizada como respuesta a intenciones rimentación, la creatividad, el reto y, consecuentemente, el
específicas (Lantolf y Poehner, 2008). Y en este sentido sirve desarrollo del individuo, y ello en cualquier entorno de apren-
de soporte en el proceso de interiorización. dizaje (presencial o virtual). En este sentido, merece especial
De todo lo dicho se deriva la necesidad de incorporar en el atención la propuesta pedagógica de van Lier (1996) basada
aula procedimientos que impulsen este tipo de interacción en en la prolepsis. Este autor entiende la prolepsis como una
la misma medida que los otros. Instrumentos útiles para ello actuación por parte del docente que consiste en presumir que
pueden ser, por ejemplo: la utilización de la escritura como los alumnos ya son capaces de llevar a término la tarea, aun-
instrumento de reflexión (en blogs o entornos similares); la que todavía no se les haya dotado de todos los recursos para
incorporación de secuencias didácticas con fases de reflexión ello, y por tanto actuar como si éstos ya tuviesen en su interior
e indagación (a partir de actividades ‘investigadoras’ con todos los conocimientos para realizarla. La pericia por parte
preguntas que impulsen al alumnado a encontrar la respues- del docente, en tanto que conoce ‘el final de la historia’ o sea,
ta por sí mismo o de búsquedas en Internet); el trabajo con a dónde deberá llevar la tarea (objetivos específicos en tér-
Portafolio y con pautas metacognitivas (Esteve y Arumí, 2005; minos de aprendizaje), consiste en adelantar las ayudas para
Monereo, 1995). que el alumno desarrolle la misma con éxito: se trata de crear
y mostrar al alumno –de forma explícita– una secuencia pre-
decible de los pasos necesarios para poder conseguir los
Para concluir objetivos que plantea la tarea de aprendizaje, sin por ello
‘sobreasistir’.
Incorporar una pedagogía dialógica de este tipo equivale El trabajo por competencias (Zabala y Arnau, 2008), bien
a cambiar la “mirada educativa” y, con ello, la misma estruc- planificado y bien aplicado, nos da un marco didáctico idóneo
tura de la actividad en el aula. Ello implica asegurar unas para avanzar en este sentido.

Primer día, primer año de clase

¿Qué recuerdos y sensaciones tenéis de vuestro estreno en la profesión?


¿Cómo fue vuestro primer contacto con el alumnado?
¿Cuáles eran vuestros miedos e inseguridades?
¿Hasta qué punto fue un choque la teoría recibida en la universidad
con vuestra práctica docente?
¿Qué aprendisteis durante el primer año?
¿Qué recomendaciones daríais al profesorado novel que pisa
el aula por primera vez?

Cuadernos de Pedagogía prepara un “Tema del Mes” con los testimo-


nios recibidos. Os invitamos a que enviéis textos sobre este primer día
y primer año de clase. Los relatos deben llegar a la redacción antes
del 15 de junio y no pueden exceder los 4 folios. La revista hará una
selección de los escritos que publicará parcial o íntegramente.

cuadernos@wke.es

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