El término "semiótica" ha sido utilizado ya que se encuentran investigaciones al
respecto del los signos. Estos orígenes se confunden con lo manifestado por la filosofía; Platón definía el signo en sus diálogos sobre el lenguaje; de manera generalizada por afirmar que los nombres y las ideas no coinciden su relación es mediata, ya que los nombres además que los signos lingüísticos son instrumentos para representar cosas que no son más que sombras para el hombre prisionero en la caverna. Mientras que Aristóteles fue el primero en utilizar conscientemente la palabra “signo” con el sentido moderno de una cosa que “remite a otra cosa”, su idea de signo consiste en una relación que implica tres elementos: “los símbolos gráficos” o “fónicos”, “las pasiones del alma” y las cosas.
En la actualidad circulan varias definiciones de semiótica que, de hecho,
corresponden a otros tantos proyectos, diversos entre sí. Entre uno de ellos esta la que considera a la semiótica como “la doctrina de la naturaleza esencial de las variedades fundamentales de toda posible semiosis”; para De Saussure se trata de “una ciencia que estudie la vida de los signos en el seno de la vida social” a la que propone que se dé el nombre de “semiología”.
La disciplina que tiene por objeto estudiar los sistemas de signos se ha
desarrollado, como antes se vio, bajo dos nombres: semiología y semiótica. Por principio de cuentas, el uso del término semiótica o semiología remite a un diferente ámbito de origen: la disciplina emanada de Peirce y desarrollada especialmente en Estados Unidos prefirió el nombre de semiótica; mientras la engendrada en por Ferdinand de Saussure, más ligada al universo europeo, prefería el de semiología.
Durante una parte del siglo XX se mantuvieron los dos ya usándose
indistintamente, ya dividiéndose civilizadamente en el campo. Así, se dio en llamar “semiología”, sobre todo en Francia, tanto a la disciplina que tenía por objeto el estudio de los signos en sistemas verbales, como a la corriente europea de la semiótica. En cambio, se llamó semiótica ya a la disciplina que
AUTOR: LENIN GABRIEL ULLOA GARCÍA
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se ocupaba de los sistemas de signos no verbales, ya a la corriente
anglosajona de base lógico-filosófica.
La semiótica, en el sentido amplio de la palabra, no tuvo en ninguna parte, ni
en Italia, ni en URSS, ni en los Estados Unidos, ni en Alemania, bases tan profundas, científicas y sociales, como las tuvo en Francia. Esta diversidad no solo hizo posible hacer frente a las más diversas necesidades de los investigadores que se denominan semióticos sino que originó la dificultad de de describir la semiótica francesa como una sola tendencia o como un programa de investigación que emplea métodos homogéneos. La diferencia esencial radica en que la escuela de Paris considera la semiótica no como un campo de investigación o una ciencia, sino como una teoría general que no se refiere realmente a los signos como tales.
Para concluir la semiótica se presenta como la metodología de las ciencias
humanas, pero esta metodología no es de carácter natural, sino critica, la semiótica no es una forma de control, sino un lugar de expansión, en el cual esta se ocupa de los signos, sistemas sígnicos, acontecimientos sígnicos, procesos comunicativos, funcionamientos lingüísticos. Es decir, la semiótica se ocupa del lenguaje entendido tanto como la facultad de comunicar que como el ejercicio de esa facultad. La semiótica, por tanto, se ha ocupado de las más variadas cosas: arquitectura, cine, teatro, las modas, las señales de tránsito, la publicidad, la literatura, el arte, los juegos, las normas de cortesía, la televisión, los gestos, y demás de esa índole.
ZECCHETTO, VICTORINO (2006), Capítulo 1: Qué Es La Semiótica, en La Danza de Los Signos. Nociones de Semiótica General (16-33), Buenos Aires, La Crujía.