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EVOLUCION DEL CORTE DE CABELLO A TRAVES DE LA HISTORIA

El cabello no sólo es una parte del cuerpo humano. A través de la historia hemos visto cómo
las diferentes civilizaciones le han atribuido diferentes significados; en algunos períodos ha
sido relacionado con la inteligencia, con la belleza, con el poder y la riqueza, y de ese modo ha
servido también para identificar el rol de cada persona en la escala social, y en últimas fechas
para expresar la personalidad.

Las distintas formas de lucir el cabello, los peinados, los adornos, los cortes, las tinturas que se
han utilizado en el devenir del tiempo, reflejan, en un primer lugar, la personalidad de cada
individuo, pero también dan cuenta de la ideología que marcó determinada época o región.

Cualesquiera que hayan sido las costumbres de cada período, en el caso de las mujeres, el
cabello ha sido asociado, casi siempre, con la belleza y la feminidad. En ese sentido, una larga
cabellera siempre es bien valorada en una dama. Las melenas bien cuidadas, peinadas y
adornadas, con la realeza como ideal de estilo, fueron durante mucho tiempo símbolo de
elegancia, clase y virtud, mientras que aquellas que andaban sueltas, por su voluptuosidad,
estaban reservadas a las mujeres disolutas.

BREVE REPASO DE ESTILOS

A finales del siglo XIX el artista gráfico e ilustrador estadounidense Charles Dana Gibson puso
de moda a través de sus publicaciones en la revista Life un estilo de cabello denominado
'Gibson girl', melena recogida generalmente en un chongo alto con algo de volumen y ondas.
Este estilo, que es considerado el primer canon de belleza norteamericano, proyectaba una
imagen de la mujer independiente y bien arreglada, posteriormente evolucionaría hacia el 'pin
up'. El Gibson girl estuvo en boga hasta después la Primera Guerra Mundial, aunque siguió
conviviendo con el furor por los cabellos cortos que marcaron los “años locos” y que siguieron
apareciendo de cuando en cuando en diversas modalidades durante todo el siglo XX e incluso
en el presente.

Tras la Primera Guerra Mundial, las féminas comenzaron a usar un corte recto que no llega
más abajo del lóbulo de las orejas, el cual es conocido como 'bob', una verdadera innovación
que simbolizaba el nuevo modelo de mujer de la época: más independiente, más práctica, con
más libertad de movimientos.

Se dice que este estilo se originó durante la guerra, cuando las enfermeras, por cuestiones
prácticas y de higiene, comenzaron a cortar sus melenas, y se popularizó gracias a las artistas
de la época. De hecho a partir de esta época (y hasta nuestros días), todas las tendencias de
cabello contarán con un gran impulso por parte de celebridades del espectáculo. La aparición
del cinematógrafo y, por ende, de la industria del cine dio pie a una comunicación de masas
que privilegiaba la imagen y convertía en íconos e ideales de belleza a los actores y actrices.

El estilo bob, es también conocido como garçon, podía usarse lacio, ondulado y con o sin fleco,
fue todo un emblema de las flappers durante los veinte. Entre las celebridades que lo lucieron
destacan Irene Castle, Mary Pickford, Louise Brooks y Alice Day.

De 1930 a 1940, después de la Gran Depresión, los estilos femeninos comenzaron a ser más
naturales, aunque siempre con una tendencia a las permanentes. Los cabellos se usaban más
largos, hasta el cuello, y se empezaron a poner de moda las rubias platinadas, como Jean
Harlow.
Tras la Segunda Guerra Mundial se produjeron cambios sociológicos muy importantes que por
supuesto se trasladaron a la moda. En Francia, Juliette Greco y otros artistas marcaron
tendencia en peinado y vestimenta; los grupos de música beatnik apuntalaron un nuevo estilo
de disconformidad caracterizado por cabellos más largos, peinados con flequillos y patillas. La
forma de llevar el cabello será cada vez más libre, pero el común denominador es manifestar la
disconformidad con la prolijidad de las generaciones anteriores.

A partir de los cincuenta las melenas comienzan a acortarse nuevamente, Marilyn Monroe,
Gina Lollobriga y más tarde Audrey Hepburn dan muestra de ello.

La etapa de fines de los sesenta marca otra revolución importante en las costumbres y la
moda. Es la época de la efervescencia juvenil contra todo tipo de prohibición y el sistema de
valores recibidos. Esto se ve reflejado en estilos más audaces y atrevidos. El movimiento
contracultural de los hippies aparece en ese momento y su estilo marca tendencia en todos los
estratos.

Se puede decir que durante toda esa época los estilos comenzaron a perder su carácter
limitativo. Esa década está marcada por una inflexión en las costumbres y una apertura
cultural desconocida hasta entonces. De alguna manera, se rompieron los moldes
generalizados hasta ese momento; cada sector social, o cada individuo, adaptó sus
vestimentas o sus estilos de cabello a como les pareció que debían usarlo.

La diversidad estaba en su mayor apogeo, las mujeres podían elegir entre las sensuales y largas
cabelleras a lo Brigitte Bardot, las desenfadadas melenas hippies, las ultra cortas al estilo
garçon que volvió a poner en boga la modelo inglesa Twiggy y que cautivó a Mia Farrow, o
incluso las extravagantes 'afro'.

Ya para las últimas dos décadas del siglo pasado vendría el estilo grounge, cabello pastoso y
unisex que tiene a uno de sus máximos representantes en Kurt Cobain, el andrógino heroin
chic de Kate Moss y el famosísimo corte Rachel, que popularizó Jennifer Aniston con su papel
en la serie Friends. Estos tres comparten la característica de no sobrepasar los hombros.

LA MODA Y LAS MELENAS SON FUGACES

Desde inicios del siglo XXI y hasta nuestros días, la gama de estilos es tan amplia como la
libertad de usar cualquiera de ellos. No hay más valores uniformados, sólo sutiles tendencias
generales. En esta etapa está casi todo permitido: desde ser 'retro' hasta simplemente clásico
o extremadamente audaz.

Incluso las celebridades, que son quienes marcan las tendencias no están casadas con ningún
estilo en especial. La infinidad de técnicas, tratamientos, cortes, extensiones, tintes, accesorios
y demás, aunada a lo fugaz de la moda nos muestran un día a nuestras estrellas favoritas con
una envidiable melena larga y al día siguiente con un increíble pixie, para después verlas
transitar pos sus evoluciones naturales, como el long bob o 'lob' (una versión mucho más larga
del original) o el chop, conocido últimamente como 'corte Karlie', que consiste en una pequeña
melena que apenas sobrepasa la mandíbula con flequillo todo muy despuntado y peinado
informal.

En cada alfombra roja una famosa cae rendida ante los prácticas cabelleras cortos, la lista de
quienes se han atrevido incluso en diversas ocasiones es larga: Jennifer Lawrence, Kaley Couco,
Anne Hathaway, Carey Mulligan, Emma Watson, Kristen Stewart, Miley Cyrus, Natalie
Portman, Beyonce, Emma Stone, Scarlett Johanson y Charlize Theron son solo algunas de ellas.

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