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TÍTULO:

INTRODUCCIÓN

Actualmente la humanidad pasa por un período de crisis en la salud, relacionado


con enfermedades como la obesidad, el colesterol alto y la hipertensión; las cuales
afectan a niños, jóvenes y adultos que no cuidan de su cuerpo y se ven mal
influenciados por el sedentarismo, la mala alimentación y la falta de ejercicio.
Además de perjudicar la calidad de vida, estás enfermedades tienen
consecuencias a futuro, especialmente en la vejez, ya que la probabilidad de
padecer enfermedades cardiovasculares en muy alta, provocando que la
esperanza de vida disminuya y el gasto económico en atención médica sea muy
costoso.

Ante esta problemática se citan autores como Omme Grupe que hace énfasis en
la cuestión de ser cuerpo y tener cuerpo. De igual manera José María Cagigal
aporta ideas del significado del cuerpo y del movimiento para que el hombre
satisfaga su potencial humano de desarrollo, que viva con sus múltiples
capacidades de movimiento, inteligentemente.

DESARROLLO

“La existencia humana sólo es verdaderamente posible, realizable, concreta, en


cuanto que el cuerpo le proporciona un lugar dentro de la realidad espacial y
temporal” (Omme Grupe, 2018). Por ello es importante tener presente que la base
de nuestra existencia es nuestro propio cuerpo, porque somos seres físicos, o
como Nietzsche lo concebía: “Yo soy total y plenamente cuerpo, y nada más”.

“El hombre seguirá viviendo toda su existencia no sólo en el cuerpo, sino con el
cuerpo y, en alguna manera, desde el cuerpo y a través del cuerpo” (Cagigal, José
María (2018). Pero no solo se trata de ser un cuerpo físico en el espacio, sino
también de tener un cuerpo, es decir, “en cuanto puedo comunicarme con él
directamente, cuando lo cuido, lo entreno, lo ejercito, en cuanto que puedo
disponer de él sin intermediarios…” (Omme Grupe, 2018). Esta última concepción
es la más olvidada, porque varias personas descuidan su cuerpo al mal
alimentarlo con comida chatarra que contiene altos contenidos de calorías,
azúcares y grasas, además de que no cuentan con hábitos alimenticios,
provocando así malas funciones de nutrición del cuerpo, las cuales “proveen al
organismo de energía y su llegada a la madurez es necesaria para el desarrollo
del módulo psicomotor” (Le Boulch, Jean, 2018).

Otra causa es la falta de actividad física o de movimiento, provocada por la falta


de una educación física, que “es la primera y más sustancial educación del
hombre” (Cagigal, José María, 2018). Además que no se reconoce que “gracias al
movimiento el hombre multiplica las posibilidades y variedad de estimulaciones
con el entorno” (Cagigal, José María). “Hoy es científicamente admitido que, en
igualdad de otras condiciones, un cerebro estimulado por un cuerpo con amplias
capacidades de ejercitación física se estructura ventajosamente en orden a su
capacidad de persona y a su rendimiento intelectual con respecto a otro
fuertemente limitado en tales posibilidades” (Cagigal, José María, 2018).

Por último otro gran factor que incide en el mal cuidado del cuerpo es el
sedentarismo que cada vez está más presente en niños y jóvenes que prefieren
jugar con su consola de videojuegos o en el celular en lugar de salir a practicar un
deporte o realizar un poco de actividad física, de igual el sedentarismo afecta a los
adultos que pasan largas jornadas de trabajo sentados frente a un escritorio u
operando una máquina, lo cual les impide poder moverse libremente. “El
organismo, el cuerpo, se está convirtiendo en un parásito, origen de disfunciones y
achaques, con el cual hay que cargar cuestas. No es menester enumar las
múltiples enfermedades derivadas o favorecidas por el hábito sedentario; desde el
amplio campo de reumatismos articulares hasta las afecciones respiratorias
pasando por el abundante “campo de minas” mortífero cardiorrespiratorio. Casi
toda la patología contemporánea está más o menos influida y facilitada por el
sedentarismo” (Cagigal, José María, 2018).

“Cuando todo nos va bien en la vida y la salud es buena, no nos percatamos de


nuestro cuerpo y él interviene, sin necesidad de forzarlo, en nuestra conducta con
los demás y con el mundo” (Cagigal, José María, 2018). Por ello cuidar nuestra
salud debe ser una prioridad durante cualquier etapa de nuestra vida. Esto nos
ayudará a tener una calidad de vida excelente en todos los niveles y edades.
“El hombre tiene muchas maneras de vivir su propio cuerpo: aceptándolo,
contemplándolo, apropiándoselo, rebasándolo… El aprovechamiento de todas
estas posibilidades vivencias constituye una educación física honda,
enriquecedora, profundamente humana” (Cagigal, José María, 2018). Lo anterior
apunta a que una buena educación física tiene como resultado un mantenimiento
activo y funcional del cuerpo.

La Educación Física “cuenta con unos ámbitos formativos propios y fundamentales


a través del movimiento y del juego” (Omme Grupe, 2018). Especialmente debe
apoyarse a través del juego para lograr la formación del hombre, especialmente en
edades tempranas para que exista un desarrollo motor esencial para el cuidado
del cuerpo. “El juego de movimiento debe constituir la forma natural de conducta
que haya de ser aprovechada, utilizada, explotada, como elemento sustancial en
toda tarea de educación física” (Cagigal, José María, 2018).

CONCLUSIÓN

Una buena Educación Física es la solución ante los problemas de salud que vive
la sociedad hoy en día. El campo de acción de esta misma es muy amplio,
abarcando desde la promoción de la actividad física a través de actividades
lúdicas y juegos que son fundamentales en el desarrollo de su competencia
motriz, hasta la formación de buenos hábitos de alimentación y de higiene; ambas
con la finalidad de hacer conciencia de la importancia de cuidar y mantener en
óptimo estado el cuerpo para lograr una buena calidad de vida.

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