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INFORME
16 – II - 2002
A. OBJETIVO
1. Objetivos Generales
1.1 Definir signos vitales
1.4 Interpretar los datos obtenidos, ya que estos son resultados claves que me
brindan información sobre el estado del paciente.
1.7 Conocer cómo se recopila los datos obtenidos en la toma de signos vitales.
2. Objetivos Específicos
2.1 Definir Peso y Talla
2.2 Conocer las tablas que existen para el control del peso y talla en los niños.
2.5 Definir pulso, cómo se toma y conocer las clases de pulso que podemos encontrar
según la patología.
2.6 Definir tensión arterial, cómo se hace la toma de tensión, clases de tensión y la
causa de éstas.
B. INTRODUCCIÓN
Se denominan signos vitales, las señales o reacciones que presenta un ser humano
con vida que revelan las funciones básicas del organismo.
C. PESO Y TALLA
Es bien conocido el riesgo de morir asociado a tener sobrepeso. En 1982, 1.046.154
participantes (que debían tener al menos 30 años) del US Cancer Prevention II Study
rellenaron unos cuestionarios. Las preguntas incluyeron características demográficas,
historial personal y familiar de enfermedades, talla y peso. De los 457.785 varones y
588.369 mujeres, 113.517 varones y 88.105 mujeres fallecieron durante los 14 años
de seguimiento (un total de 201.622 fallecimientos).
Se calculó el índice de masa corporal, un indicador de peso ajustado por altura (peso
expresado en kg dividido por altura en metros cuadrados). La Organización Mundial de
la Salud clasifica el IMC como sigue:
Se estudió la asociación entre índice de masa corporal y riesgo de muerte por todas las
causas en todos los participantes de acuerdo con la condición de fumador o no y el
historial de enfermedades. Además, se estudió a los no fumadores sanos (84.376
varones y 217.857 mujeres) para ver si esta asociación variaba con la edad, raza o
causa de muerte. (Los no fumadores no habían fumado nunca).
La mortalidad por todas las causas fue inferior entre los no fumadores sin historial de
enfermedad y mayor entre los fumadores (actuales o antiguos) con historial de
enfermedad.
Al incrementarse el IMC, aumentaba el riesgo de muerte por todas las causas en todas
las edades (en menor grado en varones de raza negra y mujeres). Con valores de IMC
de 40.0 o superiores, los varones blancos tenían una probabilidad dos veces y media
mayor de morir (riesgo relativo de 2.58, con un intervalo de confianza del 95% entre
1.64 y 4.06) y las mujeres de raza blanca del doble (riesgo relativo de 2.00, con un
intervalo de confianza del 95% entre 1.69 y 2.36).
El incremento del riesgo fue muy inferior entre los varones y mujeres con bajo peso.
Con un IMC de 18.5 o menor, los varones y mujeres blancos tenían un incremento del
riesgo del 26 y el 36% respectivamente (riesgo relativo de 1.26, con un intervalo de
confianza del 95% entre 1.25 y 1.48).
Este gran estudio encontró que el índice de masa corporal óptimo está entre 23.5 y
24.9 en varones y entre 22.0 y 23.4 en mujeres. Al incrementarse el IMC, aumentaba
el riesgo de morir. En varones y mujeres con un IMC de 40.0 o mayor, el riesgo de
muerte se incrementó en un 250 y un 200% respectivamente. Por el contrario, en
varones y mujeres con bajo peso, con un índice de masa corporal de 18.5 o menos, el
riesgo se incrementó en un 26 y un 36% respectivamente1.
1. La Obesidad
La Obesidad es una enfermedad crónica manejable que se define como un exceso de
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1. www.infodoctor.org/bandolera/BMIwordss.html
tejido adiposo a nivel corporal. Científicamente se le conoce como un desequilibrio
entre la energía consumida y la energía utilizada, donde el exceso de energía ingerida
es almacenada por el cuerpo en forma de grasa.
Hoy en día es reconocida como una enfermedad que requiere del manejo médico a
largo plazo, con el fin de alcanzar una disminución sostenida de peso y reducir los
riesgos asociados.
Hay muchas causas implicadas en la génesis de la obesidad y hoy por hoy, podemos
decir que cerca del 50% del exceso de peso que tiene un paciente obeso, es explicable
por factores genéticos y orgánicos, que pueden algunos ser o no identificados,
mientras que el otro 50% es explicable por malos hábitos de vida, incluyendo mala
alimentación y falta de ejercicios físicos.
Accidentes cerebrovasculares
Enfermedades respiratorias
Hipertensión pulmonar
Enfermedad de la vesícula biliar
Osteoartritis
Anormalidades hormonales
Cáncer
Litiasis renal
Factores de riesgo cardiovascular
2. Comentarios de la Práctica
El peso y la talla van dirigidos fundamentalmente a los niños y dependen también de la
edad. Para ello se trabajan unas gráficas de crecimiento, aquí en Colombia
estandarizan el peso según la talla y la edad. Estas tablas ayudan a determinar
cuando un niño está en sobrepeso o por debajo del peso normal (desnutrición). Es
importante tener en cuenta las características de los padres, ya que influyen mucho.
D. TEMPERATURA
Es el grado de calor producido en el organismo.
1. Temperatura normal
La temperatura normal del cuerpo está establecida en torno a los 37ºC, pero puede
registrar unas décimas más o menos, sin apartarse de la normalidad. Es decir, sin que
implique un estado febril.
El sistema termorregulador, al igual que otros sistemas corporales automáticos, está
controlado por un centro localizador en el hipotálamo, que es una parte del cerebro.
La temperatura normal es producto del calor generado por los procesos metabólicos y
de la actividad muscular, de ahí se entiende porque la temperatura de los niños en
constante crecimiento y actividad es un poco mayor conforme menor es la edad, como
también que algunos factores tales como los climas cálidos, ingerir líquidos calientes,
el ejercicio o la vestimenta, pueden alterarla.
2. Temperaturas Febriles
La fiebre es una reacción de nuestro cuerpo a infecciones y bajo ciertas circunstancias,
parece ser un factor que ayuda al organismo a defenderse de la misma, sin embargo
no siempre es así. La fiebre excesiva puede causar problemas como deshidratación,
malestar y/o convulsiones. Los medicamentos antitérmicos ayudan a reducir los
pirógenos del hipotálamo y controlar así la temperatura corporal.
Aunque existen criterios dispares al respecto, en general se considera que una persona
tiene fiebre cuando la temperatura corporal supera los 37,5ºC, ya sea de forma
continuada o con oscilaciones de décimas, o de grados, que pueden llegar a constituir
los denominados "picos de fiebre". Por lo general, los cuadros febriles están
acompañados de una serie de síntomas, entre los que destacan la taquicardia, el
malestar general, los escalofríos, el brillo de los ojos, el hipermetabolismo y la
postración.
Cuando la temperatura de un adulto supera los 41ºC, éste puede sufrir convulsiones;
en los niños de hasta cinco años, más proclives a los aumentos bruscos de la
temperatura, las convulsiones pueden producirse con temperaturas por encima de los
40ºC; aunque es muy raro que la temperatura corporal supere los 42ºC, el mayor
peligro en estos casos está en que provoque algún trastorno cerebral.
En ambos casos hay cierto grado de riesgo, por lo cual se debe tratar de disminuir la
temperatura, ya sea con la administración de fármacos antitérmicos, como la aspirina
o el paracetamol, o frotando el cuerpo con una esponja embebida en agua apenas
tibia; de ser necesario, también pueden utilizarse bolsas de hielo, o incluso sumergir al
paciente en una bañera llena de agua fría.
Lo esencial es hacer bajar la temperatura con la mayor rapidez posible hasta que se
encuentre dentro de los límites controlables.
Dado que los niños pueden registrar fiebres altas, a causa de infecciones de escasa
importancia, el diagnóstico debe basarse más en los síntomas que la acompañan,
como la pérdida de apetito, los vómitos y el letargo.
En las regiones con climas templados la fiebre es producida, con frecuencia, por
infecciones intestinales bacterianas, en el tracto urinario y en las vías
respiratorias, así como también por otras que revisten mayor gravedad, como pueden
ser la tuberculosis, los abscesos purulentos y la fiebre tifoidea.
Conviene señalar que también hay fiebres que no proceden, de forma necesaria, de
cuadros infecciosos, como las que pueden registrase en algunas enfermedades
neoplásticas, o las causadas por trastornos inmunológicos, traumatismos,
procesos inflamatorios, hemopatías y hemorragias internas, ya sean éstas
consecuencia de ciertos males o de simples traumatismos.
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(Algunas de las posibles causas de estados febriles se resaltan en negrilla subrayada)
MEDICION
SITUACION
AXILAR BUCAL RECTAL
4. Termogénesis
4.2 Radiación
4.3 Convección
Con temperaturas ambientales superiores a los 33.5 ºC, el cuerpo gana calor por
convección esto es, las moléculas del aire transportan el calor hacia la piel.
4.4 Conducción
No es más que el paso del calor al cuerpo por el contacto directo de una molécula a
otra (ropas calientes). Juega un papel menos importante, debido al efecto aislante del
aire.
5.1 Evaporación
El sudor es una solución débil de NaCl y agua, pequeñas cantidades de potasio, urea,
trazas de electrolitos y ácido láctico. Tiene un peso específico de 1,002 y un pH que
oscila entre 4.2 y 7.5 La concentración de NaCl oscila entre 50 y 100 mEq/l.
Con temperaturas corporales superiores a los 33.5ºC se pierde calor corporal por
evaporación, por la perspiratio insensible y a través del sudor; éste último mecanismo
no se pone en marcha hasta que no se hace necesario enfriar la temperatura corporal
(los soldados marchando por el desierto pueden perder 1- 1.5 litros por hora).
Una persona que esté realizando un trabajo pesado (425 cal/h) será incapaz de
alcanzar un equilibrio térmico si la humedad relativa es superior al 60% y la
temperatura del aire superior a los 32º ya que el aire no es capaz de absorber
suficientes gotas de la superficie corporal que le permitirán disipar el calor.
Cuando hay sudación , la ingesta de sal es tan importante como la de agua, ya que con
índices elevados y constantes de sudación, pueden perderse diariamente hasta 20g de
Na+, que deben ser sustituidos.
La producción de sudor es distinta según las diferentes áreas del cuerpo, así, la
secreción sudoral del tronco es el 50% de la total, el 25% corresponde a la de los
miembros superiores, y el 25% restante a los inferiores. La capacidad de sudoración
puede verse retrasada si no se ingiere glucosa ya que está relacionada con la
producción de sudor. Así pues, debe tenerse en cuenta, que en ambientes cálidos, el
no dar azúcar (a deportistas por ejemplo), podría retrasar este mecanismo de
termorregulación.
La temperatura de la piel de las mujeres en atmósferas cálidas, es más alta que la del
hombre, no empezando a sudar hasta que la temperatura ambiental se eleva a 2ºC por
encima del umbral que marca la iniciación de la sudoración en el hombre.
5.2 Convección
5.4 Radiación
Es la trasferencia del calor por ondas electromagnéticas desde una masa sólida a otra.
Juega un papel en el acúmulo o pérdida de calor dependiendo de la temperatura de los
objetos.
Estos cambios son vehiculizados por el sistema nervioso autónomo. Cuando, a pesar
de estas restricciones la temperatura corporal tiende a disminuir, se activan otros
mecanismos de mantenimiento de la temperatura, tales como la tensión muscular y el
temblor o el tiritar.
Cuando la exposición al frío es prolongada y severa, cesa el tiritar (hacia los 30ºC de
temperatura corporal), y los músculos pierden su tensión, quedando paralizados.
La muerte suele acaecer cuando la temperatura rectal cae a 23.5ºC, aunque se han
descrito casos de supervivencia con temperaturas inferiores.
6. Convulsiones
Las convulsiones en los niños pueden producirse por factores como "espasmos sin
respiración" o se manifiestan en un bebé muy caprichoso que de otra manera se
percibe como un niño "normal", o bien, después de golpes en la cabeza desde leves
hasta moderados, alteraciones metabólicas, infecciones, problemas vasculares, causas
tóxicas y crisis epilépticas.
Aproximadamente del dos al cinco por ciento de los niños entre los seis meses y los
cinco años de edad, tienen una o más crisis febriles y de un tercio a la mitad de todos
son episodios convulsivos durante la infancia.
Por todo ello deducimos que toda convulsión, aunque haya cedido, debe ser estudiada
por el médico para que pueda diagnosticar su causa.
Una crisis febril suele presentarse cuando el cuerpo alcanza una temperatura de 390C o
400C, y poco tiempo después (de 3 a 6 horas) de que una enfermedad (p.e. bronquitis,
inflamación de anginas, otitis media y neumonía bronquial) empezó a manifestarse, sin
afectar directamente al sistema nervioso central. En ocasiones puede darse de dos a
tres días después de iniciada la enfermedad.
Los niños que padecen una sola crisis febril a lo largo de su infancia, tienen un mejor
pronóstico: hay poca o ninguna probabilidad de que sufran como consecuencia un
déficit neurológico o mental.
7. Comentarios de la Práctica
a. Analizamos la importancia de reconocer la variación de temperatura del paciente,
haciendo toma de temperaturas en un lapso de tiempo, observando de qué tipo es
para acercarnos a la causa del problema, por ejemplo, una temperatura continua
generalmente se debe a infecciones y abscesos en pulmón o faringe o abdomen o piel.
Una temperatura intermitente que llega a fluctuaciones grandes cada día, podría ser de
tuberculosis pulmonar, este tipo de fiebre son vespertinas aproximadamente tipo 5 a 6
p.m.
d. Para tomar la temperatura haremos uso del termómetro adecuado dependiendo del
lugar escogido para hacerlo ( inguinal, rectal, etc). Además es importante tener el
cuidado de asignar un único termómetro a cada paciente de la UCI y a los que tienen
patologías transmisibles, evitando así el contagio.
D. RESPIRACIÓN
Es el intercambio gaseoso entre el organismo y la atmósfera, necesario para la función
metabólica
La inspiración y la espiración.
El aire entra en los pulmones y sale de ellos mediante los movimientos respiratorios
que son dos:
En la Inspiración el aire penetra en los pulmones porque estos se hinchan al aumentar
el volumen de la caja torácica. Lo cual es debido a que el diafragma desciende y las
costillas se levantan..
Cuando el aire llega a los alvéolos, parte del oxigeno que lleva atraviesa las finísimas
paredes y pasa a los glóbulos rojos de la sangre. Y el dióxido de carbono que traía la
sangre pasa al aire, así la sangre venenosa se convierte en sangre arterial esta
operación se denomina hematosis.
El oxigeno tomado en los alvéolos pulmonares es llevado por los glóbulos rojos de la
sangre hasta el corazón y después distribuido por las arterias a todas las células del
cuerpo.
El dióxido de carbono es recogido en parte por los glóbulos rojos y parte por el plasma
y transportado por las venas cavas hasta el corazón y de allí es llevado a los pulmones
para ser arrojado al exterior.
Toman el oxigeno que les lleva la sangre y/o utilizan para quemar los alimentos que
han absorbido, allí producen la energía que el cuerpo necesita y en especial el calor
que mantiene la temperatura del cuerpo humano a unos 37 grados.
3. Síntomas
• La respiración no es visible, ni perceptible o es muy rápida y superficial
• Labios azules
5. Frecuencia Respiratoria
Cuando hay un esfuerzo exagerado para meter aire se observa el abrir y cerrar de las
alas nasales y los espacios entre las costillas se marcan con cada inspiración, por
ejemplo en la neumonía. Cuando hay dificultad para sacar el aire por obstrucción de
las vías aéreas la respiración generalmente es ruidosa y aparecen silbidos, asma.
Para realizar una buena valoración de la frecuencia respiratoria, deberá controlarla cada
1 ó 2 horas dependiendo del estado del paciente, y distinguiendo entre las respiraciones
espontáneas y las mandadas por el ventilador. Nunca deberá dar como correcta la
frecuencia respiratoria pautada en el ventilador sin antes comprobarlo personalmente.
Hoy día se ha reducido el uso de la gasometría arterial (GSA) gracias a los métodos
incruentos de medición de la Saturación de oxígeno y de las presiones parciales del
dióxido de carbono. Sin embargo la GSA sigue siendo el control por excelencia del
paciente respiratorio, y por lo tanto de aquel que está conectado a la VM.
6. Comentarios de la Práctica
a. Nuestro centro respiratorio es el bulbo raquídeo; por lo tanto cuando hay un
trauma que compromete esta zona (craneoencefálico) la respiración se verá
afectada.
d. Se debe tener en cuenta el volumen sanguíneo (Volemia). Allí vemos cuando una
persona puede tener hemorragia o una mala alimentación. Un volumen por debajo
del normal, me está aportando menos cantidad de O2, en el intercambio de gases
entre alvéolos y células tisulares.
E. PULSO
Cuando la sangre es impulsada hacia las arterias por la contracción ventricular, su
pared se distiende. Durante la diástole, las arterias recuperan su diámetro normal,
debido en gran medida a la elasticidad del tejido conjuntivo y a la contracción de las
fibras musculares de las paredes de las arterias. Esta recuperación del tamaño normal
es importante para mantener el flujo continuo de sangre a través de los capilares
durante el periodo de reposo del corazón. Es pues, la dilatación y contracción de las
paredes arteriales que se puede percibir cerca de la superficie cutánea en todas las
arterias.
El pulso se puede palpar dondequiera que una arteria discurra sobre una estructura
sólida como un hueso o un cartílago. La cúspide de la onda del pulso representa la
presión sistólica; el seno de la onda la presión diastólica. La frecuencia del pulso varía
desde 150 latidos por minuto en el embrión a unos 60 en el anciano. La autosugestión
y ciertos programas de aprendizaje pueden alterar mucho la frecuencia. En las
enfermedades, la frecuencia del pulso suele variar en proporción directa a la
temperatura corporal. Esta correspondencia es tan regular que un médico
experimentado puede calcular aproximadamente la temperatura de un paciente a
partir de la frecuencia del pulso. Por lo general, el pulso se toma en la muñeca y los
cambios en su frecuencia, ritmo e intensidad indican al especialista la incubación o
existencia de una enfermedad. A veces el pulso es detectable en las venas grandes.
Con frecuencia es el doble de rápido que el pulso arterial, y está producido por
variaciones en la presión en la aurícula izquierda.
1. Función Cardiaca
En cada latido el corazón emite dos sonidos, que se continúan después de una breve
pausa. El primer tono, que coincide con el cierre de las válvulas tricúspide y mitral y el
inicio de la sístole ventricular, es sordo y prolongado. El segundo tono, que se debe al
cierre brusco de las válvulas semilunares, es más corto y agudo. Las enfermedades
que afectan a las válvulas cardiacas pueden modificar estos ruidos, y muchos factores,
entre ellos el ejercicio, provocan grandes variaciones en el latido cardiaco, incluso en la
gente sana.
La frecuencia cardiaca normal de los animales varía mucho de una especie a otra. En
un extremo se encuentra el corazón de los mamíferos que hibernan que puede latir
sólo algunas veces por minuto; mientras que en el otro, la frecuencia cardiaca del
colibrí es de 2.000 latidos por minuto.
a. En la sien (temporal)
b. En el cuello (carotídeo)
c. Parte interna del brazo (humeral)
d. En la muñeca (radial)
e. Parte interna del pliegue del codo (cubital)
f. En la ingle (femoral)
g. En el dorso del pie (pedio)
h. En la tetilla izquierda de bebes (pulso apical)
F. TENSIÓN ARTERIAL
Presión ejercida por la sangre sobre las paredes de las arterias. La tensión arterial es
un índice de diagnóstico importante, en especial de la función circulatoria. Debido a
que el corazón puede impulsar hacia las grandes arterias un volumen de sangre mayor
que el que las pequeñas arteriolas y capilares pueden absorber, la presión retrógrada
resultante se ejerce contra las arterias.
Durante un ciclo cardiaco o latido, la tensión arterial varía desde un máximo durante la
sístole a un mínimo durante la diástole. Por lo general, ambas determinaciones se
describen como una expresión proporcional del más elevado sobre el inferior, por
ejemplo, 140/80. Cuando se aporta una sola cifra, ésta suele corresponder al punto
máximo, o presión sistólica. Sin embargo, otra cifra simple denominada como presión
de pulso es el intervalo o diferencia entre la presión más elevada y más baja. Por lo
tanto, en una presión determinada como 160/90, la presión media será 70.
En las personas sanas la tensión arterial varía desde 80/45 en lactantes, a unos
120/80 a los 30 años, y hasta 140/85 a los 40 o más. Este aumento se produce
cuando las arterias pierden su elasticidad que, en las personas jóvenes, absorbe el
impulso de las contracciones cardiacas. La tensión arterial varía entre las personas, y
en un mismo individuo, en momentos diferentes. Suele ser más elevada en los
hombres que en las mujeres y los niños; es menor durante el sueño y está influida por
una gran variedad de factores.
Muchas personas sanas tienen una presión sistólica habitual de 95 a 115 que no está
asociada con síntomas o enfermedad. La tensión arterial elevada sin motivos
aparentes, o hipertensión, se considera una causa que contribuye a la arteriosclerosis
(Ateromas). Las toxinas generadas dentro del organismo provocan una hipertensión
extrema en diversas enfermedades. La presión baja de forma anormal, o hipotensión,
se observa en enfermedades infecciosas y debilitantes, hemorragia y colapso. Una
presión sistólica inferior a 80 se suele asociar con un estado de shock.
1. Hipertensión
Tensión arterial alta. Frecuentemente se trata de una hipertensión esencial, primaria
o idiopática, cuando la etiología es desconocida. La hipertensión secundaria es aquella
debida a alguna causa fácilmente identificable. Los individuos con tensión arterial alta
tienen más riesgo de sufrir una apoplejía o un ataque al corazón. El tratamiento de la
hipertensión reduce este riesgo.
1.1 Causas
Se cree que tanto los factores ambientales como los genéticos contribuyen a la
hipertensión esencial. La tensión arterial tiende a elevarse con la edad. Es también
más frecuente que aparezca si la persona es obesa, tiene una dieta rica en sal y pobre
en potasio, bebe elevadas cantidades de alcohol, no tiene actividad física y sufre
estrés psicológico. Aunque está claro que la tendencia a la hipertensión puede ser
heredada, se desconocen en gran medida los factores genéticos responsables de la
misma.
1.2 Diagnóstico
Dentro de la población general hay individuos con tensión arterial baja, algunos con
tensión arterial normal y otros que son diagnosticados como hipertensos, pero el
punto que determina que una persona sea hipertensa no es fácil de definir. En general
se puede decir que la hipertensión arterial consiste en un aumento desproporcionado
de las cifras de la tensión arterial en relación con la edad del individuo. La mayoría de
las guías sugieren que si una persona tiene una tensión diastólica superior a 90-100
mm Hg y una tensión sistólica superior a 140-160 mm Hg debería recibir tratamiento
para disminuir la tensión arterial. Por lo general, la tensión arterial se mide varias
veces antes de realizar el diagnóstico. Al mismo tiempo se analizan muestras de
sangre y de orina, y se realiza un electrocardiograma para estudiar si existe una
repercusión a nivel cardiaco.
1.3 Tratamiento
El objetivo del tratamiento es reducir la tensión arterial para que el riesgo de apoplejía
y de infartos de miocardio disminuya. El tratamiento lo prescribe por regla general el
médico. Puesto que la pérdida de peso disminuye la tensión arterial es beneficioso
para el paciente llevar una dieta pobre en sal, alcohol y grasas totales, y rica en
contenido de potasio, calcio, grasas poliinsaturadas, magnesio y fibra. El aumento de
la actividad física puede también reducir la tensión arterial. Aunque el fumar no afecta
a la tensión arterial, aumenta el riesgo de apoplejía o de infarto de miocardio.
Cuando las medidas no farmacológicas no han conseguido bajar las cifras de tensión
arterial puede ser necesario comenzar con un tratamiento farmacológico que incluye
los diuréticos, que facilitan la excreción renal de agua y sal reduciendo el trabajo que
el corazón debe realizar para bombear la sangre; los betabloqueantes, que reducen el
tono cardiaco y favorecen la vasodilatación arterial; los antagonistas de los canales del
calcio, que facilitan la vasodilatación arterial y coronaria; y otros como los inhibidores
de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA), los estimuladores de los
receptores alfa centrales y los bloqueantes alfaadrenérgicos. En ocasiones se
administran estos fármacos combinados.
2. Hipertensión secundaria
4. Hipotensión
Tensión arterial anormalmente baja. Puede producirse una caída repentina y aguda de
la presión arterial como consecuencia de un shock quirúrgico causado por pérdida de
sangre (hemorragia), un ataque cardiaco, hipotermia, pérdida de conciencia,
sobredosis de drogas, enfermedad de Addison y muchas otras causas. Los síntomas
de una baja presión sanguínea consisten en desmayos, mareos y, en casos graves,
pulso débil.
Una tensión arterial normalmente baja suele ser deseable, pues es síntoma de salud y
de un corazón y un sistema circulatorio en buen estado. En un adulto joven, la presión
sistólica es de unos 120 mm de Hg. Suele aceptarse que la hipotensión no es una
enfermedad específica, mientras que la hipertensión (una presión sanguínea
anormalmente alta) es considerada como una alteración seria, que normalmente
requiere tratamiento para evitar consecuencias fatales, como una apoplejía o un
ataque al corazón.
4.2 Causas
5. Comentarios de la práctica
Es para nosotros muy importante conocer las causas que alteran en un paciente la
Tensión Arterial, no es sólo hacer la toma de tensión y determinar un problema, sino ir
más allá para reconocer el origen de la situación generada, y las posibles soluciones o
pasos a seguir con el paciente.
El cuidado en la alimentación es fundamental y la calidad de vida que se lleva
determinan en un paciente la probabilidad de generar alteraciones en la tensión
(sedentarismo, estrés, dieta con alto contenido de sal, etc).
La hipertensión es uno de los factores de riesgo cardiovascular de más trascendencia.
Es decir, personas que tienen hipertensión padecen con mucha más frecuencia
enfermedades graves que afectan al corazón (angina de pecho, infarto de miocardio),
al riñón (insuficiencia renal), al cerebro (hemorragia cerebral), a los ojos (retinopatía
diabética), etc.
II. COMENTARIOS FINALES
1. Todos y cada uno de los signos vitales son de gran importancia a la hora de
examinar un paciente para hacerlo de manera integral y objetiva.
2. El estar vivos tiene implícito mantener en forma automática un sin número de
funciones, que la mayoría de las veces pasan inadvertidas: Temperatura del cuerpo
(frío-calor), la respiración (rápidas o lentas), el pulso arterial (acelerado-
desacelerado) y la presión sanguínea (alta o baja). Ellos constituyen los signos
vitales; su variación refleja salud o enfermedad.
3. Como estudiantes del área de la salud, debemos recordar siempre que el cuerpo es
un todo relacionado; siempre estará enviando alarmas para informarnos que está
funcionando mal y que necesita nuevamente estabilizarse. Los signos vitales son
datos estratégicos donde el cuerpo humano nos envía dicha información. Muchos
síntomas en un paciente podrían ser causa del estrés o producto psicológico, y para
descartar toda duda hacemos uso de estos signos vitales quienes objetivamente
me muestran el estado de salud de la persona. Esto me deja ver además que
debemos analizar muy bien el paciente, escucharle y observar.
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