Sunteți pe pagina 1din 30

SIGNOS VITALES

INFORME
16 – II - 2002

Beatriz Elena Merchán A.

Presentado al Doctor Jorge Vásquez en


INTRODUCCIÓN A LAS CIENCIAS DE LA SALUD
TERAPIA RESPIRATORIA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


PROGRAMA TERAPIA RESPIRATORIA
2002
I. SIGNOS VITALES

A. OBJETIVO

1. Objetivos Generales
1.1 Definir signos vitales

1.2 Conocer la importancia que tienen a la hora de examinar un paciente

1.3 Aprender a leer los datos arrojados en la toma de ellos .

1.4 Interpretar los datos obtenidos, ya que estos son resultados claves que me
brindan información sobre el estado del paciente.

1.5 Adquirir habilidad y destreza para la toma de cada uno de ellos.

1.6 Enriquecer nuestros conocimientos para conocer claramente la causa de la


variación de cada uno de los signos vitales, las posibles consecuencias que traen
su alteración y además manejar un vocabulario adecuado y preciso a la hora de
valorar un paciente.

1.7 Conocer cómo se recopila los datos obtenidos en la toma de signos vitales.

2. Objetivos Específicos
2.1 Definir Peso y Talla

2.2 Conocer las tablas que existen para el control del peso y talla en los niños.

2.3 Definir temperatura corporal, cómo se toma la temperatura en un paciente, qué


instrumento se usa para ello y conocer las posibles causas - consecuencias que se
generan cuando esta se altera.

2.4 Definir: frecuencia, ritmo y amplitud respiratoria, cómo se hace su valoración y


las posibles patologías como consecuencia de su variación fuera de los límites
normales.

2.5 Definir pulso, cómo se toma y conocer las clases de pulso que podemos encontrar
según la patología.

2.6 Definir tensión arterial, cómo se hace la toma de tensión, clases de tensión y la
causa de éstas.

B. INTRODUCCIÓN
Se denominan signos vitales, las señales o reacciones que presenta un ser humano
con vida que revelan las funciones básicas del organismo.

Es importante valorar el funcionamiento del organismo y detectar sus alteraciones las


cuales nos orientarán para determinar el origen del problema, y el procedimiento a
seguir. El control de los signos vitales nos ayudan a determinar la eficacia del
procedimiento que se siguió y la evolución de la enfermedad.

C. PESO Y TALLA
Es bien conocido el riesgo de morir asociado a tener sobrepeso. En 1982, 1.046.154
participantes (que debían tener al menos 30 años) del US Cancer Prevention II Study
rellenaron unos cuestionarios. Las preguntas incluyeron características demográficas,
historial personal y familiar de enfermedades, talla y peso. De los 457.785 varones y
588.369 mujeres, 113.517 varones y 88.105 mujeres fallecieron durante los 14 años
de seguimiento (un total de 201.622 fallecimientos).

Se calculó el índice de masa corporal, un indicador de peso ajustado por altura (peso
expresado en kg dividido por altura en metros cuadrados). La Organización Mundial de
la Salud clasifica el IMC como sigue:

* normal entre 18.5 y 24.9;


* sobrepeso de grado 1 entre 25.0 y 29.9;
* sobrepeso de grado 2 entre 30.0 y 39.9 y
* sobrepeso de grado 3 con un IMC de 40.0 ó mayor.

Se estudió la asociación entre índice de masa corporal y riesgo de muerte por todas las
causas en todos los participantes de acuerdo con la condición de fumador o no y el
historial de enfermedades. Además, se estudió a los no fumadores sanos (84.376
varones y 217.857 mujeres) para ver si esta asociación variaba con la edad, raza o
causa de muerte. (Los no fumadores no habían fumado nunca).

Entre los no fumadores sin historial de enfermedades, la obesidad fue asociada de


forma más fuerte con un incremento del riesgo de muerte. Entre los más delgados, el
incremento en el riesgo de muerte se asoció con más fuerza en los fumadores
(actuales o antiguos) con historial de enfermedad.

La mortalidad por todas las causas fue inferior entre los no fumadores sin historial de
enfermedad y mayor entre los fumadores (actuales o antiguos) con historial de
enfermedad.

Como resultados se obtuvo:

Entre los no fumadores sin historial de enfermedades, la obesidad fue asociada de


forma más fuerte con un incremento del riesgo de muerte. Entre los más delgados, el
incremento en el riesgo de muerte se asoció con más fuerza en los fumadores
(actuales o antiguos) con historial de enfermedad.
La mortalidad por todas las causas fue inferior entre los no fumadores sin historial de
enfermedad y mayor entre los fumadores (actuales o antiguos) con historial de
enfermedad.

En el grupo de no fumadores sin historial de enfermedad, se encontraron menores


índices de mortalidad por todas las causas en las personas con un IMC entre 23.5 y
24.9, en el caso de los varones y 22.0 y 23.4, en el de las mujeres.

Al incrementarse el IMC, aumentaba el riesgo de muerte por todas las causas en todas
las edades (en menor grado en varones de raza negra y mujeres). Con valores de IMC
de 40.0 o superiores, los varones blancos tenían una probabilidad dos veces y media
mayor de morir (riesgo relativo de 2.58, con un intervalo de confianza del 95% entre
1.64 y 4.06) y las mujeres de raza blanca del doble (riesgo relativo de 2.00, con un
intervalo de confianza del 95% entre 1.69 y 2.36).

El incremento del riesgo fue muy inferior entre los varones y mujeres con bajo peso.
Con un IMC de 18.5 o menor, los varones y mujeres blancos tenían un incremento del
riesgo del 26 y el 36% respectivamente (riesgo relativo de 1.26, con un intervalo de
confianza del 95% entre 1.25 y 1.48).

La principal causa de muerte en personas con sobrepeso fue la enfermedad


cardiovascular, especialmente entre los varones. Con un IMC de 35.0 o superior, los
varones casi triplicaron el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular (riesgo
relativo de 2.90, con un intervalo de confianza del 95% entre 2.37 y 3.56).

COMENTARIO: Este extenso estudio cuantifica la asociación entre índice de masa


corporal y riesgo de muerte. Esta información es muy útil en la promoción de la salud.
Tener un peso inferior al normal no conlleva el mismo riesgo de muerte que tener
sobrepeso. El incremento de la mortalidad entre las personas de bajo peso se explica
por el tabaquismo y el historial de enfermedades. El incremento del riesgo encontrado
en todas las edades sugiere que el peso óptimo tanto en varones como en mujeres
debe mantenerse a lo largo de toda la vida (antes que aumentar el peso a medida que
se incrementa la edad).

Este gran estudio encontró que el índice de masa corporal óptimo está entre 23.5 y
24.9 en varones y entre 22.0 y 23.4 en mujeres. Al incrementarse el IMC, aumentaba
el riesgo de morir. En varones y mujeres con un IMC de 40.0 o mayor, el riesgo de
muerte se incrementó en un 250 y un 200% respectivamente. Por el contrario, en
varones y mujeres con bajo peso, con un índice de masa corporal de 18.5 o menos, el
riesgo se incrementó en un 26 y un 36% respectivamente1.

1. La Obesidad
La Obesidad es una enfermedad crónica manejable que se define como un exceso de

------
1. www.infodoctor.org/bandolera/BMIwordss.html
tejido adiposo a nivel corporal. Científicamente se le conoce como un desequilibrio
entre la energía consumida y la energía utilizada, donde el exceso de energía ingerida
es almacenada por el cuerpo en forma de grasa.

Hoy en día es reconocida como una enfermedad que requiere del manejo médico a
largo plazo, con el fin de alcanzar una disminución sostenida de peso y reducir los
riesgos asociados.

Hay muchas causas implicadas en la génesis de la obesidad y hoy por hoy, podemos
decir que cerca del 50% del exceso de peso que tiene un paciente obeso, es explicable
por factores genéticos y orgánicos, que pueden algunos ser o no identificados,
mientras que el otro 50% es explicable por malos hábitos de vida, incluyendo mala
alimentación y falta de ejercicios físicos.

¿Qué consecuencias trae la obesidad?. Produce serias complicaciones que


repercuten sobre la salud del individuo, tales como:

 Accidentes cerebrovasculares
 Enfermedades respiratorias
 Hipertensión pulmonar
 Enfermedad de la vesícula biliar
 Osteoartritis
 Anormalidades hormonales
 Cáncer
 Litiasis renal
 Factores de riesgo cardiovascular

Además, la obesidad también se asocia a enfermedades de la vesícula biliar y algunas


formas de cáncer, así como a la ausencia de la respiración en el sueño (apnea del
sueño), aumento de los niveles de dióxido de carbono en la sangre, disminución de los
niveles de oxígeno, así como a enfermedades degenerativas de las articulaciones.

En los individuos obesos la función física y social, el dolor corporal, la percepción


general de salud, la vitalidad y salud mental se deterioran significativamente, si las
comparamos con aquellas personas de peso corporal dentro del rango normal.

2. Comentarios de la Práctica
El peso y la talla van dirigidos fundamentalmente a los niños y dependen también de la
edad. Para ello se trabajan unas gráficas de crecimiento, aquí en Colombia
estandarizan el peso según la talla y la edad. Estas tablas ayudan a determinar
cuando un niño está en sobrepeso o por debajo del peso normal (desnutrición). Es
importante tener en cuenta las características de los padres, ya que influyen mucho.

Cuando un paciente llega a urgencias o es remitido a la UCI, es en la mayoría de los


casos es difícil tomar el peso haciendo uso de una báscula, para ello se determina de
manera subjetiva dependiendo de la edad y lo que promediamos de estatura.

D. TEMPERATURA
Es el grado de calor producido en el organismo.

Se conoce como fiebre el aumento de la temperatura corporal por encima de 37ºC,


que manifiesta la reacción del organismo ante el desarrollo de algún proceso
patológico, como una infección vírica o bacteriana, una enfermedad no infecciosa o una
inflamación. Suele producirse de forma más exagerada y alarmante en los niños que
en los adultos.

La medición de la temperatura corporal es una práctica rutinaria que nació en 1851,


cuando Wunderlich utilizó un termómetro clínico por primera vez en la historia. Hasta
entonces, y durante siglos, aunque se sabía que la fiebre era un síntoma de
enfermedad, la temperatura se tomaba, de forma exclusiva, por tacto. Es rarísimo
encontrar a alguien que no la haya padecido jamás, ya que, en mayor o menor grado y
frecuencia, casi todas las personas han tenido fiebre alguna vez. A veces, la causa de
la fiebre es evidente, como en el caso de los resfriados, las anginas o las bronquitis;
sin embargo, en otros, puede ser el primer síntoma de una afección no declarada
todavía. Cuando se tiene fiebre, lo más aconsejable es descansar, beber abundante
líquido y tomar algún antipirético, para mantener la temperatura corporal dentro de
unos límites controlables. Si no se sabe a qué puede obedecer, o si no cede con esas
medidas debe consultarse al médico.

1. Temperatura normal

La temperatura normal del cuerpo está establecida en torno a los 37ºC, pero puede
registrar unas décimas más o menos, sin apartarse de la normalidad. Es decir, sin que
implique un estado febril.
El sistema termorregulador, al igual que otros sistemas corporales automáticos, está
controlado por un centro localizador en el hipotálamo, que es una parte del cerebro.
La temperatura normal es producto del calor generado por los procesos metabólicos y
de la actividad muscular, de ahí se entiende porque la temperatura de los niños en
constante crecimiento y actividad es un poco mayor conforme menor es la edad, como
también que algunos factores tales como los climas cálidos, ingerir líquidos calientes,
el ejercicio o la vestimenta, pueden alterarla.

Cuando la temperatura corporal se eleva, el sistema se activa, envía más riego


sanguíneo hacia la piel y se produce sudoración, para perder parte de ese exceso de
temperatura; en el caso contrario, es decir, cuando disminuye, insta al cuerpo a
producir calor activando los músculos que queman glucosa.

Las fluctuaciones de un grado de la temperatura corporal son normales durante el día,


registrándose el valor más alto hacia media tarde y él más bajo alrededor de las cuatro
de la madrugada; estos cambios de temperatura no van nunca acompañados de los
síntomas que caracterizan los cuadros febriles, puesto que no son nunca indicativos de
un proceso patológico subyacente.

2. Temperaturas Febriles
La fiebre es una reacción de nuestro cuerpo a infecciones y bajo ciertas circunstancias,
parece ser un factor que ayuda al organismo a defenderse de la misma, sin embargo
no siempre es así. La fiebre excesiva puede causar problemas como deshidratación,
malestar y/o convulsiones. Los medicamentos antitérmicos ayudan a reducir los
pirógenos del hipotálamo y controlar así la temperatura corporal.

Los niños tienen mayor labilidad en el control de temperatura y generalmente se


incrementa de manera normal al final de la tarde o de la noche, por una actividad física
vigorosa, por excitación o incluso por comer. Disminuye con el baño, la sudación, el
sueño y en las primeras horas de la mañana.

Aunque existen criterios dispares al respecto, en general se considera que una persona
tiene fiebre cuando la temperatura corporal supera los 37,5ºC, ya sea de forma
continuada o con oscilaciones de décimas, o de grados, que pueden llegar a constituir
los denominados "picos de fiebre". Por lo general, los cuadros febriles están
acompañados de una serie de síntomas, entre los que destacan la taquicardia, el
malestar general, los escalofríos, el brillo de los ojos, el hipermetabolismo y la
postración.

Cuando la temperatura de un adulto supera los 41ºC, éste puede sufrir convulsiones;
en los niños de hasta cinco años, más proclives a los aumentos bruscos de la
temperatura, las convulsiones pueden producirse con temperaturas por encima de los
40ºC; aunque es muy raro que la temperatura corporal supere los 42ºC, el mayor
peligro en estos casos está en que provoque algún trastorno cerebral.

En ambos casos hay cierto grado de riesgo, por lo cual se debe tratar de disminuir la
temperatura, ya sea con la administración de fármacos antitérmicos, como la aspirina
o el paracetamol, o frotando el cuerpo con una esponja embebida en agua apenas
tibia; de ser necesario, también pueden utilizarse bolsas de hielo, o incluso sumergir al
paciente en una bañera llena de agua fría.

Lo esencial es hacer bajar la temperatura con la mayor rapidez posible hasta que se
encuentre dentro de los límites controlables.

Dado que los niños pueden registrar fiebres altas, a causa de infecciones de escasa
importancia, el diagnóstico debe basarse más en los síntomas que la acompañan,
como la pérdida de apetito, los vómitos y el letargo.

Además de las infecciones víricas corrientes, como la gripe, la amigdalitis, la


faringitis y el resfriado, que no respetan edades, suelen ser origen de fiebre en los
niños algunas enfermedades típicas infantiles, como el sarampión, la rubéola y
demás enfermedades eruptivas, la tos ferina y la parotiditis (paperas).

Las infecciones causadas por bacterias también suelen ir acompañadas de fiebre,


aunque, a diferencia de las víricas, se pueden tratar con antibióticos.

En las regiones con climas templados la fiebre es producida, con frecuencia, por
infecciones intestinales bacterianas, en el tracto urinario y en las vías
respiratorias, así como también por otras que revisten mayor gravedad, como pueden
ser la tuberculosis, los abscesos purulentos y la fiebre tifoidea.

En los climas tropicales se registran estados febriles como consecuencia de ciertas


enfermedades, como el paludismo (malaria), causado por un protozoo, un parásito
algo mayor que las bacterias.

Conviene señalar que también hay fiebres que no proceden, de forma necesaria, de
cuadros infecciosos, como las que pueden registrase en algunas enfermedades
neoplásticas, o las causadas por trastornos inmunológicos, traumatismos,
procesos inflamatorios, hemopatías y hemorragias internas, ya sean éstas
consecuencia de ciertos males o de simples traumatismos.

------
(Algunas de las posibles causas de estados febriles se resaltan en negrilla subrayada)

Cuando la fiebre es muy alta debe procurar disminuirla cuanto antes,


para evitar la posibilidad de que se produzcan convulsiones

2.1 Mecanismo de Acción

El mecanismo íntimo de la fiebre es la acción de sustancias denominadas pirógenas,


que afectan los mecanismos termorreguladores del hipotálamo. Pese a que antes se
atribuía esta alteración de los termorreguladores a productos de destrucción hística, es
decir, destructores de tejidos de los organismos, hoy se acepta que, en el caso de las
enfermedades infecciosas, las sustancias pirógenas que se liberan son de índole
bacteriana o leucocitaria, mientras que en las no infecciosas son endógenas o hísticas.

2.2 Clasificación de la Fiebre


Subfebril De 37,5 a 38ºC
Ligera De 38 a 38,5ºC
Moderada De 38,5 a 39,5ºC
Elevada De 39,5ºC en adelante
Continua Si no varía durante 24 horas o varios días.
Si la diferencia entre la máxima y la mínima diaria
Remitente
es superior a 1ºC, pero nunca normal.
Si las máximas son hipertérmicas y las mínimas
Intermitente
normales, o hipotérmicas, como en el paludismo.
Si se alternan períodos febriles con
Recurrente
otros apiréticos.
Si asciende día a día hasta alcanzar un máximo, y
Ondulante
luego desciende de una forma paulatina.

3. Cuadro de medición de la Temperatura Corporal


Presentaremos ahora un cuadro sobre la temperatura corporal, aclarando que, es
conveniente entenderlo no como valores exactos sino como rangos de medición donde,
por ejemplo, la temperatura rectal de un niño, puede considerarse normal entre 37° y
38°.

CUADRO DE MEDICIÓN DE LA TEMPERATURA CORPORAL - FIEBRE

MEDICION
SITUACION
AXILAR BUCAL RECTAL

NORMAL 36,5° 37° 37,5°

FIEBRE 37,5° 38,5° 38,5°

En el cuadro podemos apreciar lugares donde se puede tomar la temperatura: Axilar,


Bucal, Rectal y también la inguinal.

4. Termogénesis

La termogénesis, o generación de la temperatura se realiza por dos vías:

Rápida: Termogénesis física, producida en gran parte por el temblor y el descenso


del flujo sanguíneo periférico.

Lenta: Termogénesis química, de origen hormonal y movilización de sustratos


procedentes del metabolismo celular.

El cuerpo humano tiene una temperatura interna de 37ºC, mientras que la


temperatura cutánea es de 33.5ºC. El calor ganado y perdido por el cuerpo depende
de múltiples factores.

4.1 Calor Metabólico

La producción de calor se incrementa con la actividad metabólica del


músculoesquelético, como ocurre durante el ejercicio. En condiciones basales, la
producción total de calor genera entre 65-80 cal/h, que pueden incrementarse hasta
300-600-900 cal/h durante el ejercicio. La ingesta de alimentos, el aumento del
metabolismo basal (por la acción de las hormonas tiroideas, adrenalina, en menor
parte noradrenalina y la estimulación simpática) son importantes factores
termogenéticos.

La temperatura corporal se obtiene del balance entre el calor producido y el eliminado.


Un ejercicio duro, puede elevar la temperatura rectal a 40ºC.
En un cuerpo en reposo con intercambio de calor cero, el calor metabólico podría
aumentar la temperatura corporal unos 2º por hora y si el sujeto estuviera andando
sería dos o tres veces más rápido.

4.2 Radiación

Es el calor ganado a consecuencia de la radiación solar y es independiente de la


temperatura del aire. .

4.3 Convección

Con temperaturas ambientales superiores a los 33.5 ºC, el cuerpo gana calor por
convección esto es, las moléculas del aire transportan el calor hacia la piel.

4.4 Conducción

No es más que el paso del calor al cuerpo por el contacto directo de una molécula a
otra (ropas calientes). Juega un papel menos importante, debido al efecto aislante del
aire.

5. Termolisis o pérdida de calor


Son diversos los mecanismos mediante los cuales se pierde calor:

5.1 Evaporación

Es el mecanismo principal. Cuando la temperatura corporal alcanza un cierto nivel, se


suda; al evaporarse el sudor se enfría la piel y este enfriamiento se transmite a los
tejidos. Se pierde aproximadamente 1 cal por cada 1.7 ml de sudor.
Desafortunadamente, incluso en los casos de máxima eficacia, el sudor sólo puede
eliminar entre 400-500 cal /h.

El sudor es una solución débil de NaCl y agua, pequeñas cantidades de potasio, urea,
trazas de electrolitos y ácido láctico. Tiene un peso específico de 1,002 y un pH que
oscila entre 4.2 y 7.5 La concentración de NaCl oscila entre 50 y 100 mEq/l.

Cuando la temperatura ambiental excede a la corporal, el calor se pierde solo por la


evaporación asociada al sudor.

El principal mecanismo para disipar el calor es aumentar la sudación. Su


mantenimiento requiere la reposición de las perdidas de líquidos y de iones de Cl- y
Na+. De lo contrario, no sería posible mantener la producción de sudor de forma
indefinida.
Si el ejercicio se mantuviera, la producción de sudor disminuiría y se incrementaría la
temperatura corporal, al mismo tiempo que se produciría una vasodilatación cutánea,
disminución de la volemia , de la Fc, del flujo renal y de la ADH. Este fenómeno se
conoce como Fatiga por sudor.

En un ambiente caliente, el calor se gana por el metabolismo, radiación, convección y


conducción y solo podrá perderse a través de la evaporación.

Con temperaturas corporales superiores a los 33.5ºC se pierde calor corporal por
evaporación, por la perspiratio insensible y a través del sudor; éste último mecanismo
no se pone en marcha hasta que no se hace necesario enfriar la temperatura corporal
(los soldados marchando por el desierto pueden perder 1- 1.5 litros por hora).

A través de la evaporación, el sudor enfría la piel y ésta la sangre, pudiendo perderse


hasta 585 calorías por litro de sudor. Si la humedad atmosférica es superior al 60% y
la temperatura ambiental por encima de 32º, el sudor no se evapora, no disipándose el
calor. Así pues, la Humedad es un factor fundamental.

Una persona que esté realizando un trabajo pesado (425 cal/h) será incapaz de
alcanzar un equilibrio térmico si la humedad relativa es superior al 60% y la
temperatura del aire superior a los 32º ya que el aire no es capaz de absorber
suficientes gotas de la superficie corporal que le permitirán disipar el calor.

Después de haber sudado 1 ó 2 litros, aumenta la concentración plasmática de Na+ y


su osmolaridad, apareciendo sed, aunque a partir de esa cantidad la producción de
sudor descienda.

Cuando hay sudación , la ingesta de sal es tan importante como la de agua, ya que con
índices elevados y constantes de sudación, pueden perderse diariamente hasta 20g de
Na+, que deben ser sustituidos.

La producción de sudor es distinta según las diferentes áreas del cuerpo, así, la
secreción sudoral del tronco es el 50% de la total, el 25% corresponde a la de los
miembros superiores, y el 25% restante a los inferiores. La capacidad de sudoración
puede verse retrasada si no se ingiere glucosa ya que está relacionada con la
producción de sudor. Así pues, debe tenerse en cuenta, que en ambientes cálidos, el
no dar azúcar (a deportistas por ejemplo), podría retrasar este mecanismo de
termorregulación.

La temperatura de la piel de las mujeres en atmósferas cálidas, es más alta que la del
hombre, no empezando a sudar hasta que la temperatura ambiental se eleva a 2ºC por
encima del umbral que marca la iniciación de la sudoración en el hombre.

5.2 Convección

Es la transferencia del calor al aire


5.3 Conducción

Es la transferencia de calor por contacto directo, juega un papel menos importante,


debido al efecto aislante del aire.

5.4 Radiación

Es la trasferencia del calor por ondas electromagnéticas desde una masa sólida a otra.
Juega un papel en el acúmulo o pérdida de calor dependiendo de la temperatura de los
objetos.

En temperaturas (menores de 33.5ºC) el calor se gana por el metabolismo y la


radiación solar, existiendo al mismo tiempo flujo de calor desde el cuerpo al medio-
ambiente, siendo posible la pérdida de calor, hay más medios que permiten la pérdida
de calor que en ambientes calientes.

En situaciones de estrés la producción de calor se incrementa.

El aumento de la conductancia requerido cuando se necesita eliminar calor desde el


interior del cuerpo se produce por un incremento del flujo sanguíneo y distensión de la
superficie de los vasos. La vasodilatación cutánea es responsable de una hipovolemia
relativa que originaría taquicardia. Si hubiera una excesiva producción de sudor sin
aporte hídrico, la hipovolemia sería real, resultando también un aumento de la
frecuencia, primer mecanismo de adaptación al calor.

Cuando se produce un cambio de calor a frío ambiental, los mecanismos de


conservación del calor se invierten y reordenan. La temperatura corporal se mantiene
gracias a un cambio de agua desde la piel hacia los órganos internos. El descenso
concomitante del volumen plasmático protege al cuerpo de la pérdida de calor,
ofreciendo menos calor a las regiones superficiales.

Estos cambios son vehiculizados por el sistema nervioso autónomo. Cuando, a pesar
de estas restricciones la temperatura corporal tiende a disminuir, se activan otros
mecanismos de mantenimiento de la temperatura, tales como la tensión muscular y el
temblor o el tiritar.

La producción de calor depende en gran parte de la actividad metabólica de las células


musculares. Cuando se tirita de forma intensa, el trabajo muscular puede incrementar
el consumo de oxígeno hasta cinco veces.

Cuando la exposición al frío es prolongada y severa, cesa el tiritar (hacia los 30ºC de
temperatura corporal), y los músculos pierden su tensión, quedando paralizados.

La muerte suele acaecer cuando la temperatura rectal cae a 23.5ºC, aunque se han
descrito casos de supervivencia con temperaturas inferiores.
6. Convulsiones

6.1 Desórdenes Convulsivos

El término "desórdenes convulsivos" se utiliza cuando uno se refiere a una afección


caracterizada por una descarga anormal de las células del cerebro. Al hablar de estos
desórdenes, es importante entender que las descargas eléctricas anormales de las
neuronas son síntomas, más que causas de una enfermedad. Así como sucede con
otros muchos síntomas aislados, una convulsión no significa la existencia de una
enfermedad.

Por convulsión o crisis se entiende una alteración súbita en la actividad eléctrica


cortical que se manifiesta por una alteración de la conciencia o por la aparición de
síntomas motores, sensitivos o conductuales. Su origen se debe a diversas causas.

Las convulsiones en los niños pueden producirse por factores como "espasmos sin
respiración" o se manifiestan en un bebé muy caprichoso que de otra manera se
percibe como un niño "normal", o bien, después de golpes en la cabeza desde leves
hasta moderados, alteraciones metabólicas, infecciones, problemas vasculares, causas
tóxicas y crisis epilépticas.

Los procesos que pueden causar una alteración convulsiva, no necesariamente se


originan en el sistema nervioso central. Por ejemplo, en el caso específico de una crisis
febril, su raíz puede ser extracerebral.

Aproximadamente del dos al cinco por ciento de los niños entre los seis meses y los
cinco años de edad, tienen una o más crisis febriles y de un tercio a la mitad de todos
son episodios convulsivos durante la infancia.

Las convulsiones son de comienzo súbito y generalmente de corta duración. Pueden


ser:

 Tónicas: Son contracturas persistentes de los músculos que al tocarlos dan la


sensación de estar endurecidos.
 Clónicas: Son contracciones más amplias que originan en las extremidades
movimientos de flexión y extensión

Ambos tipos pueden coincidir, como ocurre en el llamado ataque epiléptico.

¿Cómo pueden ser las convulsiones?

 Generalizadas: Afectan a todo el cuerpo.


 Parciales: Afectan a un miembro o a una parte del cuerpo

Por si solas no son una enfermedad, sino la manifestación de un trastorno de la


función cerebral que se expresa de forma súbita.

Gran cantidad de procesos o enfermedades pueden acompañarse de convulsiones:


 Meningitis, encefalitis, tétanos
 Hipoglucemias
 Intoxicaciones: Alcohol, plomo...
 Falta de oxígeno en el cerebro
 Alergias a medicamentos
 Traumatismos cerebrales
 Aumento de la temperatura: Fiebre, insolación
 Epilepsia, tumores cerebrales

Por todo ello deducimos que toda convulsión, aunque haya cedido, debe ser estudiada
por el médico para que pueda diagnosticar su causa.

6.2 Crisis Febriles

Una crisis febril suele presentarse cuando el cuerpo alcanza una temperatura de 390C o
400C, y poco tiempo después (de 3 a 6 horas) de que una enfermedad (p.e. bronquitis,
inflamación de anginas, otitis media y neumonía bronquial) empezó a manifestarse, sin
afectar directamente al sistema nervioso central. En ocasiones puede darse de dos a
tres días después de iniciada la enfermedad.

Las crisis febriles aparecen cuando la temperatura corporal se ha elevado mucho y el


niño se convulsiona. La convulsión tiende a ser generalizada y de corta duración; sin
embargo puede durar 20 minutos o más. Los varones son más susceptibles a padecer
crisis febriles que las mujeres. Muchos investigadores consideran que hay una
predisposición genética cuando la temperatura corporal sobrepasa ciertos límites.

Los niños que padecen una sola crisis febril a lo largo de su infancia, tienen un mejor
pronóstico: hay poca o ninguna probabilidad de que sufran como consecuencia un
déficit neurológico o mental.

7. Comentarios de la Práctica
a. Analizamos la importancia de reconocer la variación de temperatura del paciente,
haciendo toma de temperaturas en un lapso de tiempo, observando de qué tipo es
para acercarnos a la causa del problema, por ejemplo, una temperatura continua
generalmente se debe a infecciones y abscesos en pulmón o faringe o abdomen o piel.

Una temperatura intermitente que llega a fluctuaciones grandes cada día, podría ser de
tuberculosis pulmonar, este tipo de fiebre son vespertinas aproximadamente tipo 5 a 6
p.m.

El paludismo que desencadena las fiebres terciarias, pertenece al grupo de


temperatura remitente.

b. Cuando un paciente tiene aumento de la temperatura condiciona una mayor demanda


de O2, lo que se puede traducir en un aumento de la demanda ventilatoria del paciente,
lo cual será importante a la hora del ajuste de los parámetros ventilatorios en el
respirador. Si nos encontramos con una frecuencia respiratoria aumentada, sin que se
acompañe de un aumento de temperatura, nos puede estar indicando algún problema
como un neumotórax, shock ó acidosis.

c. Sabemos que la célula en su interior está cargada negativamente, cuando se


disminuye esta electronegatividad al entrar más iones Na+, K +, Ca++, puede producir
automatismo del corazón.

Cuando la célula se despolariza se contrae el músculo produciendo las convulsiones. Pero


si una persona sufre de epilepsia cuando el cambio de despolarización es pequeño sufre
convulsiones. Por ejemplo si la descompensación es de 20 una persona normal sufre
convulsiones, pero con tan sólo un cambio de 9 en la despolarización un epiléptico sufre
la crisis.

Se debe tener mucho cuidado cuando se le suministra en exceso suero a un paciente


porque le estaríamos dando carga de Na+, desencadenando a su vez una hiperantremia.

d. Para tomar la temperatura haremos uso del termómetro adecuado dependiendo del
lugar escogido para hacerlo ( inguinal, rectal, etc). Además es importante tener el
cuidado de asignar un único termómetro a cada paciente de la UCI y a los que tienen
patologías transmisibles, evitando así el contagio.

D. RESPIRACIÓN
Es el intercambio gaseoso entre el organismo y la atmósfera, necesario para la función
metabólica

La respiración consta de dos fases:

La inspiración y la espiración.

Durante la inspiración se introduce el oxigeno a los pulmones proveniente de la


atmósfera y en la espiración se elimina dióxido de carbono.
En la respiración además de los órganos del aparato respiratorio, intervienen la
contracción de los músculos del tórax y los movimientos de las costillas. Por eso en
caso de lesiones a este nivel , es indispensable el control de este signo vital.

Tienen tres fases :

1. Intercambio en los Pulmones.


2. El transporte de gases.
3. La respiración en las células y tejidos.

El Intercambio En Los Pulmones

El aire entra en los pulmones y sale de ellos mediante los movimientos respiratorios
que son dos:
En la Inspiración el aire penetra en los pulmones porque estos se hinchan al aumentar
el volumen de la caja torácica. Lo cual es debido a que el diafragma desciende y las
costillas se levantan..

En la espiración el aire es arrojado al exterior ya que los pulmones se comprimen al


disminuir de tamaño la caja torácica, pues el diafragma y las costillas vuelven a su
posición normal.

Respiramos unas 17 veces por minuto y cada vez introducimos en la respiración


normal ½ litro de aire. El número de inspiraciones depende del ejercicio, de la edad
etc. la capacidad pulmonar de una persona es de cinco litros. A la cantidad de aire que
se pueda renovar en una inspiración forzada se llama capacidad vital; suele ser de 3,5
litros.

Cuando el aire llega a los alvéolos, parte del oxigeno que lleva atraviesa las finísimas
paredes y pasa a los glóbulos rojos de la sangre. Y el dióxido de carbono que traía la
sangre pasa al aire, así la sangre venenosa se convierte en sangre arterial esta
operación se denomina hematosis.

Transporte De Los Gases

El oxigeno tomado en los alvéolos pulmonares es llevado por los glóbulos rojos de la
sangre hasta el corazón y después distribuido por las arterias a todas las células del
cuerpo.

El dióxido de carbono es recogido en parte por los glóbulos rojos y parte por el plasma
y transportado por las venas cavas hasta el corazón y de allí es llevado a los pulmones
para ser arrojado al exterior.

La Respiración De Las Células

Toman el oxigeno que les lleva la sangre y/o utilizan para quemar los alimentos que
han absorbido, allí producen la energía que el cuerpo necesita y en especial el calor
que mantiene la temperatura del cuerpo humano a unos 37 grados.

1. Factores que regulan la respiración


 Centro Respiratorio – Bulbo raquídeo
 Fibras del Sistema Nervioso Autónomo
 Composición Química de la sangre.

2. Causas de trastornos de la respiración


• Posición incorrecta del herido sin conocimiento o mala posición de la cabeza.
• Obstrucción de las vías respiratorias (cuerpos extraños, vómitos, etc.)
• Falta de oxígeno en el local.
• Herida en la caja torácica. Aprisionamiento
• Parálisis del centro respiratorio como consecuencia de intoxicación (humos y
gases)
• Parálisis del centro respiratorio como consecuencia de una lesión cerebral o
de la médula espinal

3. Síntomas
• La respiración no es visible, ni perceptible o es muy rápida y superficial
• Labios azules

4. Cifras normales de la respiración


Hay factores que hacen variar el número de respiraciones, entre ellas :

 El ejercicio; la actividad muscular produce un aumento temporal de la frecuencia


respiratoria.
 El sexo; en la mujer la respiración tiende a ser más rápida que en el hombre
 La hemorragia; aumenta la respiración
 La edad; a medida que se desarrolla la persona la frecuencia respiratoria tiende a
disminuir.

Cifras normales son :

Niños de meses 30 a 40 respiraciones por minuto


Niños hasta seis años 26 a 30 respiraciones por minuto
Adultos 16 a 20 respiraciones por minuto
Ancianos menos de 16 respiraciones por minuto

5. Frecuencia Respiratoria

La respiración es el proceso de intercambio de gases de la sangre con el aire ambiente,


se elimina CO2 y se capta oxigeno. El aire entra a través de las vías aéreas
consideradas estas desde la nariz hasta los alvéolos o parte final del pulmón en donde
se realiza este intercambio a través de membranas extremadamente delgadas y
sensibles. La respiración aumenta con la fiebre y el ejercicio, las infecciones
pulmonares. Disminuye con el sueño. Es normal que los niños pequeños presenten
durante el sueño pausas respiratorias no mayores de 10 segundos y que la frecuencia
respiratoria sea diferente de minuto a minuto, especialmente cuando se asocia a sueño
REM de movimientos oculares rápidos. Hay que tener especial cuidado en la
frecuencia, el patrón de respiración y el esfuerzo que hace para meter y sacar aire.
Normalmente en los niños pequeños la respiración es toráccico-abdominal, es decir, se
expanden simultáneamente tórax y abdomen para meter y sacar aire. Hay alteración
cuando se disocia este movimiento (uno primero y otro después).

Cuando hay un esfuerzo exagerado para meter aire se observa el abrir y cerrar de las
alas nasales y los espacios entre las costillas se marcan con cada inspiración, por
ejemplo en la neumonía. Cuando hay dificultad para sacar el aire por obstrucción de
las vías aéreas la respiración generalmente es ruidosa y aparecen silbidos, asma.

Frecuencias respiratorias en niños normales de ambos sexos.

Estado Dormido Despierto Diferencia

Edad Media (1) Límites Media (2) Límites (2) - (1)

6 a 12 meses 27 22-31 64 58-75 27

1 a 2 años 19 17-23 35 30-40 16

2 a 4 años 19 16-25 31 23-42 12

4 a 6 años 18 14-23 23 15-30 5

6 a 8 años 17 13-23 23 15-31 4

8 a 10 años 16 13-19 21 15-28 5

10 a 14 años 16 15-18 22 18-26 6

Para realizar una buena valoración de la frecuencia respiratoria, deberá controlarla cada
1 ó 2 horas dependiendo del estado del paciente, y distinguiendo entre las respiraciones
espontáneas y las mandadas por el ventilador. Nunca deberá dar como correcta la
frecuencia respiratoria pautada en el ventilador sin antes comprobarlo personalmente.

Mientras controlamos la FR, podemos observar algunos hallazgos importantes como


pueda ser el uso de la musculatura accesoria de la respiración, retracciones torácicas y
movimientos asimétricos. Todo esta información junto con valores analíticos,
gasométricos y la monitorización de la saturación de O2 y las presiones parciales del
CO2 detectadas de forma incruenta mediante el capnígrafo y el pulsioxímetro,
reportará unos datos de indudable valor en cuanto a la función respiratoria del
paciente.

Hoy día se ha reducido el uso de la gasometría arterial (GSA) gracias a los métodos
incruentos de medición de la Saturación de oxígeno y de las presiones parciales del
dióxido de carbono. Sin embargo la GSA sigue siendo el control por excelencia del
paciente respiratorio, y por lo tanto de aquel que está conectado a la VM.

Es necesario resaltar que se ha de esperar al menos 15 ó 20 minutos después de


modificar los parámetros del ventilador, o de realizar una aspiración de secreciones al
paciente, para que se produzca un equilibrio y el resultado de la misma sea fiel reflejo de
la nueva situación del paciente. También sería necesario resaltar que una vez extraída la
sangre, ha de ser enviada inmediatamente al laboratorio, pues de otra forma se alterarán
notablemente los valores de la misma.

6. Comentarios de la Práctica
a. Nuestro centro respiratorio es el bulbo raquídeo; por lo tanto cuando hay un
trauma que compromete esta zona (craneoencefálico) la respiración se verá
afectada.

b. Un paciente con EPOC desencadena taquipnea debido a que aumenta el nivel de


CO2, además sus pulmones se tornan rígidos y poco elásticos (comienzo de la
necrosis pulmonar); adaptan su sensor respiratorio a ese nivel de CO2 por lo cual,
si a este paciente se le barre rápidamente el CO2 puede morir por intoxicación con
O2 dando paro respiratorio. Aquí el CO2 es el que estimula la respiración.

c. Un cuadro hemático puede determinar si hay escasez de O2 en la sangre. Los


valores normales van de 13 a 14, y si tenemos un dato de 8 por el poco O2 puede
entrar en dificultad respiratoria.

d. Se debe tener en cuenta el volumen sanguíneo (Volemia). Allí vemos cuando una
persona puede tener hemorragia o una mala alimentación. Un volumen por debajo
del normal, me está aportando menos cantidad de O2, en el intercambio de gases
entre alvéolos y células tisulares.

e. En la práctica observamos que la paciente de la UCI, esforzaba los músculos


supraclaviculares, determinando ella una dificultad respiratoria. Por ello es
importante a la hora de atender pacientes ser muy observadores, siempre si se
puede preguntar al paciente él nos dirá lo que siente (síntomas) de manera
subjetiva, pero nosotros podremos ser objetivos tomando los signos vitales y
mirando detalladamente su comportamiento y en este caso su ritmo respiratorio.

E. PULSO
Cuando la sangre es impulsada hacia las arterias por la contracción ventricular, su
pared se distiende. Durante la diástole, las arterias recuperan su diámetro normal,
debido en gran medida a la elasticidad del tejido conjuntivo y a la contracción de las
fibras musculares de las paredes de las arterias. Esta recuperación del tamaño normal
es importante para mantener el flujo continuo de sangre a través de los capilares
durante el periodo de reposo del corazón. Es pues, la dilatación y contracción de las
paredes arteriales que se puede percibir cerca de la superficie cutánea en todas las
arterias.

Pulso en fisiología, es la expansión rítmica de las arterias consecuencia del paso


sucesivo de oleadas de sangre producidas por las contracciones continuas del corazón.
La arterias se asemejan a tubos elásticos, y cada contracción cardiaca impulsa de 30 a
60 g de sangre en los vasos sanguíneos ya llenos. La distensión consecutiva se
trasmite a lo largo del sistema arterial a un ritmo de 7 m por segundo hasta que
alcanza los capilares en los que se pierde, debido a la resistencia periférica al flujo
sanguíneo y a la ausencia de elasticidad de las paredes vasculares.

El pulso se puede palpar dondequiera que una arteria discurra sobre una estructura
sólida como un hueso o un cartílago. La cúspide de la onda del pulso representa la
presión sistólica; el seno de la onda la presión diastólica. La frecuencia del pulso varía
desde 150 latidos por minuto en el embrión a unos 60 en el anciano. La autosugestión
y ciertos programas de aprendizaje pueden alterar mucho la frecuencia. En las
enfermedades, la frecuencia del pulso suele variar en proporción directa a la
temperatura corporal. Esta correspondencia es tan regular que un médico
experimentado puede calcular aproximadamente la temperatura de un paciente a
partir de la frecuencia del pulso. Por lo general, el pulso se toma en la muñeca y los
cambios en su frecuencia, ritmo e intensidad indican al especialista la incubación o
existencia de una enfermedad. A veces el pulso es detectable en las venas grandes.
Con frecuencia es el doble de rápido que el pulso arterial, y está producido por
variaciones en la presión en la aurícula izquierda.

El pulso se controla para determinar el funcionamiento del corazón. El pulso sufre


modificaciones cuando el volumen de sangre bombeada por el corazón disminuye o
cuando hay cambios en la elasticidad de las arterias; tomar el pulso es un método
rápido y sencillo para valorar el estado de un paciente.

1. Función Cardiaca

La actividad del corazón consiste en la alternancia sucesiva de contracción (sístole) y


relajación (diástole) de las paredes musculares de las aurículas y los ventrículos.
Durante el periodo de relajación, la sangre fluye desde las venas hacia las dos
aurículas, y las dilata de forma gradual. Al final de este periodo la dilatación de las
aurículas es completa. Sus paredes musculares se contraen e impulsan todo su
contenido a través de los orificios auriculoventriculares hacia los ventrículos.

Este proceso es rápido y se produce casi de forma simultánea en ambas aurículas. La


masa de sangre en las venas hace imposible el reflujo. La fuerza del flujo de la sangre
en los ventrículos no es lo bastante poderosa para abrir las válvulas semilunares, pero
distiende los ventrículos, que se encuentran aún en un estado de relajación. Las
válvulas mitral y tricúspide se abren con la corriente de sangre y se cierran a
continuación, al inicio de la contracción ventricular.

La sístole ventricular sigue de inmediato a la sístole auricular. La contracción


ventricular es más lenta, pero más enérgica. Las cavidades ventriculares se vacían casi
por completo con cada sístole. La punta cardiaca se desplaza hacia delante y hacia
arriba con un ligero movimiento de rotación. Este impulso, denominado el choque de la
punta, se puede escuchar al palpar en el espacio entre la quinta y la sexta costilla.

Después de que se produce la sístole ventricular el corazón queda en completo reposo


durante un breve espacio de tiempo. El ciclo completo se puede dividir en tres
periodos:
a. las aurículas se contraen
b. se produce la contracción de los ventrículos
c. aurículas y ventrículos permanecen en reposo

En los seres humanos la frecuencia cardiaca normal es de 72 latidos por minuto, y el


ciclo cardiaco tiene una duración aproximada de 0,8 segundos. La sístole auricular dura
alrededor de 0,1 segundos y la ventricular 0,3 segundos. Por lo tanto, el corazón se
encuentra relajado durante un espacio de 0,4 segundos, casi la mitad de cada ciclo
cardiaco.

En cada latido el corazón emite dos sonidos, que se continúan después de una breve
pausa. El primer tono, que coincide con el cierre de las válvulas tricúspide y mitral y el
inicio de la sístole ventricular, es sordo y prolongado. El segundo tono, que se debe al
cierre brusco de las válvulas semilunares, es más corto y agudo. Las enfermedades
que afectan a las válvulas cardiacas pueden modificar estos ruidos, y muchos factores,
entre ellos el ejercicio, provocan grandes variaciones en el latido cardiaco, incluso en la
gente sana.

La frecuencia cardiaca normal de los animales varía mucho de una especie a otra. En
un extremo se encuentra el corazón de los mamíferos que hibernan que puede latir
sólo algunas veces por minuto; mientras que en el otro, la frecuencia cardiaca del
colibrí es de 2.000 latidos por minuto.

2. Cifras normales del pulso


El pulso normal varia de acuerdo a diferentes factores; siendo el más importante la
edad.

NIÑOS DE MESES 130 A 140 Pulsaciones por minuto


NIÑOS 80 A 100 Pulsaciones por minuto
ADULTOS 72 A 80 Pulsaciones por minuto
ANCIANOS 60 O menos pulsaciones por minuto

3. Sitios para tomar el pulso


El pulso se puede tomar en cualquier arteria superficial que pueda comprimirse contra
un hueso.

Los sitios donde se puede tomar el pulso son :

a. En la sien (temporal)
b. En el cuello (carotídeo)
c. Parte interna del brazo (humeral)
d. En la muñeca (radial)
e. Parte interna del pliegue del codo (cubital)
f. En la ingle (femoral)
g. En el dorso del pie (pedio)
h. En la tetilla izquierda de bebes (pulso apical)

4. Recomendaciones para tomar el pulso



 Palpe la arteria con sus dedos índice, medio y anular. No palpe con su dedo
pulgar, porque el pulso de este dedo es más perceptible y confunde el suyo.
 No ejerza presión excesiva, porque no se percibe adecuadamente,
 Controle el pulso en un minuto en un reloj de segundero.
 Registre las cifras para verificar los cambios.

4.1 Manera de tomar el pulso carotídeo

Este pulso es el de más fácil localización y se pulsa con más intensidad.

 La arteria carotídea se encuentra en el cuello a lado y lado de la tráquea


para localizarlo haga lo siguiente:
 Localice la manzana de adán
 Deslice sus dedos hacia el lado de la tráquea
 Presione ligeramente para sentir el pulso
 Cuente el pulso por minuto.
4.2 Manera de tomar el pulso radial:

Este pulso es de mayor acceso, pero a veces en caso de accidente se hace


imperceptible:

 Palpe la arteria radial, que está localizada en la muñeca, inmediatamente


arriba en la base del dedo pulgar.
 Coloque sus dedos (Índice, medio y anular) haciendo ligera presión sobre la
arteria.
 Cuente el pulso en un minuto.

4.3 Manera de tomar el pulso apical:

Se denomina así el pulso que se toma directamente en la punta del corazón.


Este tipo de pulso se toma en niños pequeños (bebés).

 Coloque sus dedos sobre la tetilla izquierda.


 Presione ligeramente para sentir el pulso.
 Cuente el pulso en un minuto.

5. Comentarios sobre la Práctica



El pulso es también importante para determinar irregularidades en un paciente.
Por ejemplo percibimos en la paciente de la UCI un pulso filiforme (rápido pero
débil al percibir).

Puedo encontrar pulsos irregulares como consecuencia de heridas internas o


externas que me causan hemorragias.

F. TENSIÓN ARTERIAL
Presión ejercida por la sangre sobre las paredes de las arterias. La tensión arterial es
un índice de diagnóstico importante, en especial de la función circulatoria. Debido a
que el corazón puede impulsar hacia las grandes arterias un volumen de sangre mayor
que el que las pequeñas arteriolas y capilares pueden absorber, la presión retrógrada
resultante se ejerce contra las arterias.

Cualquier trastorno que dilate o contraiga los vasos sanguíneos, o afecte a su


elasticidad, o cualquier enfermedad cardiaca que interfiera con la función de bombeo
del corazón, afecta a la presión sanguínea. En las personas sanas la tensión arterial
normal se suele mantener dentro de un margen determinado. El complejo mecanismo
nervioso que equilibra y coordina la actividad del corazón y de las fibras musculares de
las arterias, controlado por los centros nerviosos cerebroespinal y simpático, permite
una amplia variación local de la tasa de flujo sanguíneo sin alterar la tensión arterial
sistémica.
Para medir la tensión arterial se tienen en cuenta dos valores: el punto alto o máximo,
en el que el corazón se contrae para vaciar su sangre en la circulación, llamado sístole;
y el punto bajo o mínimo, en el que el corazón se relaja para llenarse con la sangre
que regresa de la circulación, llamado diástole. La presión se mide en milímetros
(mm) de mercurio con la ayuda de un instrumento denominado esfigmomanómetro.
Consta de un manguito de goma inflable conectado a un dispositivo que detecta la
presión con un marcador. Con el manguito se rodea el brazo izquierdo y se insufla
apretando una pera de goma conectada a éste por un tubo. Mientras el médico realiza
la exploración, ausculta con un estetoscopio aplicado sobre una arteria en el
antebrazo. A medida que el manguito se expande, se comprime la arteria de forma
gradual. El punto en el que el manguito interrumpe la circulación y las pulsaciones no
son audibles determina la presión sistólica. Sin embargo, su lectura habitual se realiza
cuando al desinflarlo lentamente la circulación se reestablece. Entonces, es posible
escuchar un sonido enérgico a medida que la contracción cardiaca impulsa la sangre a
través de las arterias. Después, se permite que el manguito se desinfle gradualmente
hasta que de nuevo el sonido del flujo sanguíneo desaparece. La lectura en este punto
determina la presión diastólica que se produce durante la relajación del corazón.

Durante un ciclo cardiaco o latido, la tensión arterial varía desde un máximo durante la
sístole a un mínimo durante la diástole. Por lo general, ambas determinaciones se
describen como una expresión proporcional del más elevado sobre el inferior, por
ejemplo, 140/80. Cuando se aporta una sola cifra, ésta suele corresponder al punto
máximo, o presión sistólica. Sin embargo, otra cifra simple denominada como presión
de pulso es el intervalo o diferencia entre la presión más elevada y más baja. Por lo
tanto, en una presión determinada como 160/90, la presión media será 70.

En las personas sanas la tensión arterial varía desde 80/45 en lactantes, a unos
120/80 a los 30 años, y hasta 140/85 a los 40 o más. Este aumento se produce
cuando las arterias pierden su elasticidad que, en las personas jóvenes, absorbe el
impulso de las contracciones cardiacas. La tensión arterial varía entre las personas, y
en un mismo individuo, en momentos diferentes. Suele ser más elevada en los
hombres que en las mujeres y los niños; es menor durante el sueño y está influida por
una gran variedad de factores.

Muchas personas sanas tienen una presión sistólica habitual de 95 a 115 que no está
asociada con síntomas o enfermedad. La tensión arterial elevada sin motivos
aparentes, o hipertensión, se considera una causa que contribuye a la arteriosclerosis
(Ateromas). Las toxinas generadas dentro del organismo provocan una hipertensión
extrema en diversas enfermedades. La presión baja de forma anormal, o hipotensión,
se observa en enfermedades infecciosas y debilitantes, hemorragia y colapso. Una
presión sistólica inferior a 80 se suele asociar con un estado de shock.

Esfigmomanómetro, también llamado esfigmómetro, instrumento que se utiliza


para la medición de la tensión arterial. Está formado básicamente por un manguito
inflable, que se ajusta alrededor del brazo del paciente, una pera que se conecta al
manguito y que sirve para insuflar aire en el interior del mismo y un manómetro, que
puede ser de mercurio o aneroide. Actualmente, además, existen distintos aparatos
electrónicos que realizan la misma función. Tanto los aparatos aneroides como los
electrónicos deben ser calibrados con uno de mercurio y revisados cada seis meses.
Por medio de estos instrumentos se realizan mediciones de la tensión arterial de una
forma indirecta, tanto de la máxima (sistólica), como de la mínima (diastólica).

Es importante poder utilizar manguitos de distintos diámetros para una correcta


valoración de la tensión. Existen manguitos pequeños para utilizar en los niños,
estándar para adultos con normopeso y grandes para utilizar en brazos de personas
obesas.

1. Hipertensión
Tensión arterial alta. Frecuentemente se trata de una hipertensión esencial, primaria
o idiopática, cuando la etiología es desconocida. La hipertensión secundaria es aquella
debida a alguna causa fácilmente identificable. Los individuos con tensión arterial alta
tienen más riesgo de sufrir una apoplejía o un ataque al corazón. El tratamiento de la
hipertensión reduce este riesgo.

1.1 Causas

Se cree que tanto los factores ambientales como los genéticos contribuyen a la
hipertensión esencial. La tensión arterial tiende a elevarse con la edad. Es también
más frecuente que aparezca si la persona es obesa, tiene una dieta rica en sal y pobre
en potasio, bebe elevadas cantidades de alcohol, no tiene actividad física y sufre
estrés psicológico. Aunque está claro que la tendencia a la hipertensión puede ser
heredada, se desconocen en gran medida los factores genéticos responsables de la
misma.

1.2 Diagnóstico

El diagnóstico de la hipertensión casi nunca es directo. El diagnóstico se realiza en


base a las cifras de tensión arterial tomadas con un esfigmomanómetro,
preferiblemente de mercurio. Se mide tanto la presión arterial sistólica o máxima,
como la presión arterial diastólica o mínima. Es importante seguir una serie de
consejos previos a la toma de la tensión arterial, ya que de lo contrario se puede estar
realizando una sobrevaloración de la medición. Hay que evitar realizar ejercicio antes
de la medición; es mejor que la toma de la tensión sea matutina y en ayunas; hay que
descansar antes un mínimo de 10 minutos; no se debe tomar café ni fumar al menos
media hora antes de la toma de la tensión arterial; y en el momento de la medición se
debe estar relajado, con el brazo situado a la misma altura que el corazón y sin cruzar
las piernas.

Dentro de la población general hay individuos con tensión arterial baja, algunos con
tensión arterial normal y otros que son diagnosticados como hipertensos, pero el
punto que determina que una persona sea hipertensa no es fácil de definir. En general
se puede decir que la hipertensión arterial consiste en un aumento desproporcionado
de las cifras de la tensión arterial en relación con la edad del individuo. La mayoría de
las guías sugieren que si una persona tiene una tensión diastólica superior a 90-100
mm Hg y una tensión sistólica superior a 140-160 mm Hg debería recibir tratamiento
para disminuir la tensión arterial. Por lo general, la tensión arterial se mide varias
veces antes de realizar el diagnóstico. Al mismo tiempo se analizan muestras de
sangre y de orina, y se realiza un electrocardiograma para estudiar si existe una
repercusión a nivel cardiaco.

1.3 Tratamiento

El objetivo del tratamiento es reducir la tensión arterial para que el riesgo de apoplejía
y de infartos de miocardio disminuya. El tratamiento lo prescribe por regla general el
médico. Puesto que la pérdida de peso disminuye la tensión arterial es beneficioso
para el paciente llevar una dieta pobre en sal, alcohol y grasas totales, y rica en
contenido de potasio, calcio, grasas poliinsaturadas, magnesio y fibra. El aumento de
la actividad física puede también reducir la tensión arterial. Aunque el fumar no afecta
a la tensión arterial, aumenta el riesgo de apoplejía o de infarto de miocardio.
Cuando las medidas no farmacológicas no han conseguido bajar las cifras de tensión
arterial puede ser necesario comenzar con un tratamiento farmacológico que incluye
los diuréticos, que facilitan la excreción renal de agua y sal reduciendo el trabajo que
el corazón debe realizar para bombear la sangre; los betabloqueantes, que reducen el
tono cardiaco y favorecen la vasodilatación arterial; los antagonistas de los canales del
calcio, que facilitan la vasodilatación arterial y coronaria; y otros como los inhibidores
de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA), los estimuladores de los
receptores alfa centrales y los bloqueantes alfaadrenérgicos. En ocasiones se
administran estos fármacos combinados.

2. Hipertensión secundaria

Un 90% de los casos de hipertensión arterial son hipertensiones esenciales. El 10%


restante son hipertensiones secundarias. Las hipertensiones secundarias pueden
deberse a una enfermedad renal, a el uso de la píldora contraceptiva o a trastornos
endocrinos (hormonales). Si se diagnostica una causa secundaria, su tratamiento
reduciría la hipertensión.

3. Hipertensión durante el embarazo

La hipertensión severa en el embarazo se conoce como preeclampsia; ésta puede


desencadenar en la eclampsia, que puede ser fatal. El tratamiento consiste en reducir
la tensión arterial con fármacos y, en casos graves, en parto prematuro para aliviar los
síntomas.

4. Hipotensión
Tensión arterial anormalmente baja. Puede producirse una caída repentina y aguda de
la presión arterial como consecuencia de un shock quirúrgico causado por pérdida de
sangre (hemorragia), un ataque cardiaco, hipotermia, pérdida de conciencia,
sobredosis de drogas, enfermedad de Addison y muchas otras causas. Los síntomas
de una baja presión sanguínea consisten en desmayos, mareos y, en casos graves,
pulso débil.

Una tensión arterial normalmente baja suele ser deseable, pues es síntoma de salud y
de un corazón y un sistema circulatorio en buen estado. En un adulto joven, la presión
sistólica es de unos 120 mm de Hg. Suele aceptarse que la hipotensión no es una
enfermedad específica, mientras que la hipertensión (una presión sanguínea
anormalmente alta) es considerada como una alteración seria, que normalmente
requiere tratamiento para evitar consecuencias fatales, como una apoplejía o un
ataque al corazón.

4.2 Causas

La presión sanguínea es regulada por el sistema nervioso autónomo, que controla la


acción de las glándulas, la respiración y otras funciones importantes. Este sistema
puede sufrir desórdenes diversos, afortunadamente poco comunes, que pueden
provocar fallos en la regulación de la presión sanguínea. La hipotensión ortostática
o postural, por ejemplo, provoca desfallecimientos cuando una persona que ha
estado tumbada se incorpora, debido a una caída excesiva de la presión sanguínea.
Otro trastorno causado por el sistema nervioso autónomo, la hipotensión
posprandial, provoca fallos en la regulación de la presión sanguínea en personas
mayores, que experimentan una caída sustancial de la presión sanguínea tras el
desayuno y el almuerzo. Tanto la hipotensión ortostática como la posprandial
requieren un examen minucioso para determinar la naturaleza del defecto del sistema
nervioso autónomo.

5. Comentarios de la práctica

Es para nosotros muy importante conocer las causas que alteran en un paciente la
Tensión Arterial, no es sólo hacer la toma de tensión y determinar un problema, sino ir
más allá para reconocer el origen de la situación generada, y las posibles soluciones o
pasos a seguir con el paciente.
El cuidado en la alimentación es fundamental y la calidad de vida que se lleva
determinan en un paciente la probabilidad de generar alteraciones en la tensión
(sedentarismo, estrés, dieta con alto contenido de sal, etc).
La hipertensión es uno de los factores de riesgo cardiovascular de más trascendencia.
Es decir, personas que tienen hipertensión padecen con mucha más frecuencia
enfermedades graves que afectan al corazón (angina de pecho, infarto de miocardio),
al riñón (insuficiencia renal), al cerebro (hemorragia cerebral), a los ojos (retinopatía
diabética), etc.
II. COMENTARIOS FINALES

1. Todos y cada uno de los signos vitales son de gran importancia a la hora de
examinar un paciente para hacerlo de manera integral y objetiva.
2. El estar vivos tiene implícito mantener en forma automática un sin número de
funciones, que la mayoría de las veces pasan inadvertidas: Temperatura del cuerpo
(frío-calor), la respiración (rápidas o lentas), el pulso arterial (acelerado-
desacelerado) y la presión sanguínea (alta o baja). Ellos constituyen los signos
vitales; su variación refleja salud o enfermedad.

3. Como estudiantes del área de la salud, debemos recordar siempre que el cuerpo es
un todo relacionado; siempre estará enviando alarmas para informarnos que está
funcionando mal y que necesita nuevamente estabilizarse. Los signos vitales son
datos estratégicos donde el cuerpo humano nos envía dicha información. Muchos
síntomas en un paciente podrían ser causa del estrés o producto psicológico, y para
descartar toda duda hacemos uso de estos signos vitales quienes objetivamente
me muestran el estado de salud de la persona. Esto me deja ver además que
debemos analizar muy bien el paciente, escucharle y observar.

4. Aunque no profundizamos mucho en la toma de datos, conocimos un formato


donde en periodos de tiempo determinado se tomaban la Temperatura, Pulso,
Tensión, Líquidos eliminados. Esto es muy importante para evaluar el estado en
que llegó el paciente, su evolución frente al tratamiento sugerido y posibles
cambios en el tratamiento según responda el organismo o según las variaciones de
su enfermedad.

5. La prevención juega un papel importante para mantener en equilibrio y


funcionando correctamente la máquina del cuerpo. El abusar de ciertos alimentos
(ej: grasas), medicamentos (para el sueño, el estrés,....), actividad física (exceso
reposo o abuso de ejercicios), entre otros, puede romper la armonía en el
organismo. Una vida sana se refleja en el estado de salud de una persona y sus
signos vitales darían testimonio de ello.

6. Dentro de la prevención se encuentran los controles o chequeos médicos a los


cuales nos debemos someter para lograr anticiparnos a un estado de enfermedad
que se salga de las manos. Por ello debemos participar y apoyar campañas,
brigadas y cualquier actividad cuyo objeto sea el de dar a conocer principios para
prevenir enfermedades e informar las consecuencias de estas.

III. BIBLIOGRAFÍA

1. www.infodoctor.org/bandolera/BMIwordss.html
2. www.unam.mx
3. www.mugenat.es/conmed/conmed0007.htm
4. www.salud-latina.com/primeros-auxilios/anato6.htm
5. www.uninet.edu
6. www.centropeso.com/pages/obesidad.htm
7. www.monografias.com/trabajos/apcirc/apcirc.shtml
8. www.terra.es/personal2/jlmlfv/Cap3Sig.html
9. www.montefiorecentral.com/WEBFINAL/ninos/respiracion.htm
10. www.ujaen.es/dep/ciesal/casoepoc.htm
11. www.explored.com.ec/guia/fas814.htm
12. www.montefiorecentral.com/WEBFINAL/ninos/temperacorporal.htm
13. www.uninet.edu/tratado/c090301.html
14. www.montefiorecentral.com/primerosauxilos/cap2.htm
15. www.mugenat.es/conmed/conmed0010.htm
16. Enciclopedia® Microsoft® Encarta 2001. © 1993-2000 Microsoft Corporation.
17. www.medicoadomicilio.com.ve/auxilio

S-ar putea să vă placă și