Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

Ensayo final

"Ofmen: análisis del cuerpo femenino en The Handmai's Tale"

Análisis de la difusión de las imágenes en la producción audiovisual

Olguín López Vivian Aida

Ciudad de México, a 21 de mayo de 2017.

 Ofmen: análisis del cuerpo femenino en The Handmaid's Tale

El presente texto pretende realizar un análisis de la serie The Handmaid’s Tale (2017) de la
cadena de streaming Hulu a partir de la Hermenéutica profunda de John B. Thompson. En
Ideología y cultura moderna. Teoría crítica social en la era de la comunicación de masas,
Thompson propone la hermenéutica profunda como modelo de análisis. Este, consta de dos fases
de análisis y una de interpretación/reinterpretación.
La primera fase descrita como “análisis sociohistórico” es aquella en la que se exploran las
condiciones sociales e históricas en que el producto a analizar existe. En esta parte del análisis se
reconstruyen “la condiciones sociales e históricas de la producción, la circulación y la recepción
de las formas simbólicas” (Thompson, 2001) puede identificarse “el ámbito espacio-temporal
específico en que se reciben las formas simbólicas” (Thompson, 2001), los campos de
interacción de las mismas; las instituciones sociales, que son aquellos conjuntos estables que
tienen “reglas y recursos aunadas a las relaciones sociales establecidas por ellas”; o la forma en
la que se transmiten y el medio por el que lo hacen.
La segunda fase consiste en el análisis formal o discursivo, que igual que la fase anterior tiene
varias posibilidades de estudio. Este análisis formal puede realizarse desde la semiótica, desde el
análisis del discurso, sintáctico, de la estructura narrativa o argumentativo.
La tercera fase del modelo de Thompson consiste en un proceso de interpretación que, al mismo
tiempo, se convierte en una reinterpretación del producto. En esta, se crea un significado posible
a partir del análisis sociohistórico y formal realizado, dice Thompson (2001) “estamos
reinterpretando un campo preinterpretado; estamos proyectando un posible significado que puede
diferir del significado interpretado por los sujetos que construyen el mundo sociohistórico”.
Con la hermenéutica profunda de Thompson, entonces, se realizará un breve análisis de la serie
televisiva anteriormente mencionada, en el cual, se exploran distintos conceptos que convergen
principalmente en Offred/June Osborne, protagonista y narradora de la serie, y en algunos otros
personajes femeninos, para culminar con una interpretación sobre la serie y su personaje
principal.
The Handmaid´s Tale es una serie televisiva adaptada del texto homónimo de Margaret Atwood,
que describe un futuro distópico, en el que los Estados Unidos de América se convierten en una
república gobernada únicamente por hombres, en la que las mujeres han perdido todo derecho

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 Ofmen: análisis del cuerpo femenino en The Handmaid's Tale

posible y son sometidas a la fuerza masculina. Este sistema heteropatriarcal, retira el nombre a
las mujeres, otorgándoles uno patronímico, que las convierte en mercancía para los hombres,
que, por tanto, pueden poseerlas tal como si fueran objetos y que confina a todas las mujeres de
la república a tareas específicas determinadas por su capacidad o incapacidad reproductiva. En la
República de Gilead, que resulta ser el lugar en el que la moral y los valores han sido restaurados
e instaurados para obtener la gracia divina, aquellas mujeres casadas con uno de los
Comandantes (como se le llama a los hombres con poder) son nombradas Esposas, las mujeres
capaces de engendrar, son llamadas Criadas; las criadas son entrenadas para ser fecundadas por
los comandantes y para dar a luz a sus hijos que, al terminar de lactar, son entregados a las
esposas. Para denotar a quién pertenecen, todas las criadas adquieren un nombre formado por el
pronombre posesivo “of” (“de” en español) previo al nombre del comandante al que pertenecen.
Las mujeres menopáusicas o solteras que son las encargadas de adoctrinar a las Criadas y de
encargarse del cuidado y de la vigilancia de las No-mujeres, son llamadas Tías, las mujeres
casadas de bajo nivel socioeconómico que se encargan de la administración de la casa de los
comandantes, son llamadas Marthas, ellas pueden casarse, tener hijos y casa para su familia, pero
son propiedad de su marido, y están aquellas que antes de la República se identificaban como
mujeres y que no pertenecían a ninguno de los grupos mencionados, eran lesbianas o estaban
abierta y públicamente en contra del gobierno de la República de Gilead, quienes son llamadas
No-mujeres, ellas resultaron sentenciadas a muerte por sus actos anti-sistema, siendo obligadas a
trabajar limpiando desechos tóxicos a las afueras de la ciudad.

Nombre Cargo

Fred Waterford/Mr. Waterford Comandante

Serena Joy/Mrs. Waterford Esposa del Comandante Waterford

Offred/June Osborne Criada de los Waterford

Rita Martha de los Waterford
Aunt Lidia (Tía Lidia) Tía encargada del Centro Rojo

Nick Chofer de los Waterford

Fig. 1: Tabla de personajes de The Handmaid’s Tale

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 Ofmen: análisis del cuerpo femenino en The Handmaid's Tale

La República de Gilead, que es un régimen totalitario, está ubicada en el antes territorio de

Estados Unidos de América, es dominada por un grupo conservador de hombres con ideologías
religiosas, que recuerdan a las de las comunidades amish, menonitas o puritanas del siglo XVII,
llamado “The Sons of Jacob” (Los Hijos de Jacob) que asciende al poder en momentos de crisis
social y política en el país, que al principio era apoyado de manera activa por mujeres, quienes,
como Serena, esposa del Comandante Fred Waterford, ayudaron a redactar las leyes de la nueva
República y a configurar las formas de comportamiento de las comunidades. El conflicto en
Gilead se desata cuando los gobernantes de la República, se dan cuenta de la alarmante baja en la
tasa de natalidad que existe en su territorio, que es sólo un reflejo de lo que sucede a nivel
mundial a causa de una crisis ecológica por contaminación que ha provocado infertilidad a un
gran número de hombres y mujeres alrededor del planeta, entre ellos personas de las altas clases
sociales.
The Handmaid’s Tale (2017) retoma muchos de los elementos de la novela distópica de Margaret
Atwood publicada en 1989. El texto de Atwood, acierta al proyectar una imagen realista gracias
a que está basado solamente en hechos históricos, sucedidos antes o durante su escritura, lo que
que podría hacerlo parecer una profecía, más que fantasía. Algunos de los sucesos que la autora
trae a la ficción, son los relacionados con la caza de brujas, el puritanismo, el extremismo
religioso, la represión social, las fronteras y los muros de seguridad en los países,
específicamente inspirada en el Muro de Berlín, entre otros. Además resalta el control del cuerpo
como una forma de dominación de la sociedad, la desunión de las mujeres en la lucha por la
libertad, la complicidad y el sometimiento. Es así que, tanto la novela como la primera
temporada de la serie, resultan de relevancia en el momento histórico y político en el que se
publican, por los hechos que presentan.
Como personaje principal se encuentra Offred (Defred, en español), una joven mujer blanca, que
cuando comienza el régimen de la nueva República de Gilead, es designada como criada. En la
vida previa a Gilead, se llamaba June Osborne, tenía una hija pequeña, Hannah y un esposo
afroamericano, Luke. June trabajaba como editora de libros y al ser hija de una mujer feminista,
fue criada para reconocer sus derechos y los de los demás.

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 Ofmen: análisis del cuerpo femenino en The Handmaid's Tale

A través de los diez capítulos de la serie, de forma intermitente se van revelando detalles de la
vida anterior a Gilead, cómo eran las prácticas sociales, la forma en la que creció el poder de las
fuerzas armadas de la República y cómo se decidió que se implementara el nuevo régimen en el
país.
En específico, la serie televisiva, que es la que atañe a este análisis, sale a la luz en EUA en el
2017, a un año del inicio del mandato de Donald Trump, en el cual resaltan las decisiones
(tomadas por hombres) sobre los cuerpos y los derechos reproductivos de las mujeres, sobre los
derechos de las minorías y la intolerancia a la diferencia que son evidentes en el discurso del
presidente (Redder, 2017), lo que provoca que su temática resuene en los medios de
comunicación y que además haga eco en el mundo por el momento político que se vive en
distintos países en el que las mujeres tratan de visibilizar la violencia fatídica de la que son
víctimas a diario, la falta de derechos, la precariedad en los sistemas de salud y la lucha por ser
reconocidas como seres humanos.
Puede interpretarse entonces que la serie televisiva no solo ha resultado de relevancia por la
estrecha relación que mantiene con procesos históricos sucedidos, sino que además, presenta
realidades que podrían parecer posibles en esta época, pero ¿los hechos históricos en los que se
inspira Atwood para escribir su novela es lo único que es posible identificar en la serie? No, en
realidad, a partir de la serie puede hacerse un retrato de los procesos que hacen posible que “The
Sons of Jacob” asuman posiciones de poder que controlan a la sociedad, y más específicamente,
pueden explicarse algunos de los conceptos que en la “realidad” han permitido que el poder
transgreda los derechos de las mujeres y de las minorías.
En The Handmaid’s Tale se identifica una clara diferenciación de las tareas a partir de las
funciones reproductivas de los seres humanos. Amigot y Pujal (2009) retoman a Foucault
señalando que la separación de la sociedad desde el siglo XVIII ha estado en función de la
capacidad reproductiva, y que a partir de esta, se ha regulado a la sociedad. Por tanto, exponen
las autoras, la femineidad ha resultado clave para la normalización de las prácticas sociales. La
serie, no solo acierta en representar la situación, sino que remite a las prácticas de separación
social que mantenían las comunidades religiosas en Estados Unidos durante los 1700 y 1800.

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 Ofmen: análisis del cuerpo femenino en The Handmaid's Tale

Amigot y Pujal (2009) señalan que tanto los discursos científicos como los académicos han dado
caracterizaciones de las verdades históricas a partir de la separación dicotómica de los cuerpos,
es decir, todo aquello relacionado con lo neutral y universal, frío y serio, es relacionado con lo
masculino y todo aquello relacionado con los sentimientos, lo irracional o lo corporal, es
relacionado a lo femenino. En la serie puede notarse también en distintos capítulos (como
ejemplo el capítulo 6, “A woman’s place”) que la subordinación de la mujer se da en función de
los sentimientos y se considera que por sus capacidades intelectuales, los hombres resultan
mejores tomadores de decisiones.
En su análisis de los textos de Foucault, las autoras mencionan que “el poder establece
disposiciones y cursos de acción regulados” (Amigot y Pujal, 2009), en el mismo, citan a
Foucault y dicen que en los términos del poder se detallan el placer y el deseo, además, dicen las
autoras que más allá de lo que propone Foucault, la forma en que se configuran las relaciones
entre individuos sexuados, va más lejos de lo que hacen la voluntad o racionalidad que el poder,
como modo de dispositivo estratégico, contempla. La diferencia sexual, como lo exponen
Amigot y Pujal (2009) representa un “elemento que los dispositivos disciplinarios han regulado
de manera específica.” Las autoras dicen que es de suma importancia notar que lo femenino ha
quedado subordinado en los dispositivos de poder, porque estos no son neutros, es decir,
favorecen más a un género que a otro.
En la República de Gilead, que se rige bajo la moralidad y los valores, el placer queda prohibido
para todos, tanto hombres como mujeres. Sentir placer de cualquier tipo con es considerado un
pecado, y con este argumento se piensa a las mujeres como las causantes de todo pensamiento o
acción que deriva de la lujuria, ya que, como se mencionaba anteriormente, las mujeres se
relacionan con lo corpóreo. De esta asociación, surge la necesidad de los hombres poderosos de
la República, por controlar el cuerpo de las mujeres y sus procesos reproductivos, además de
justificar la violación de todas las mujeres que resulten seleccionadas como criadas. De ahí que
para la copulación, es creado un ritual al que llaman “ceremonia” en el que tal como se explica
en el antiguo testamento de la Biblia, se recrea la escena de procreación entre Jacob y Bilha
(criada de Raquel), en la que Raquel (esposa de Jacob) se sienta sobre el vientre de su criada
(Bilha) y por medio de ella engendra un hijo de Jacob

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 Ofmen: análisis del cuerpo femenino en The Handmaid's Tale

Ejemplo de estas acciones, es el capítulo final en el que el Comandante Waterford dice a su

esposa: “Tú le has devuelto la lujuria y la tentación a esta casa, tumbada y de rodillas. Si yo he
pecado, ha sido por tu culpa.”, precisamente culpándola de llevar a Offred a su hogar y al cuerpo
de Offred postrado bajo las rodillas de Serena, como el medio para pecar.
Al respecto, Amigot y Pujal (2009) mencionan que desde la perspectiva foucaultiana, el biopoder
se centra en la regulación de la vida a partir del cuerpo. Por ende, dicen, el biopoder se ocupa de
la regulación del cuerpo femenino adecuado, de la posición de la mujer en el proceso
reproductivo y de “cuidado de la población”. Las autoras mencionan que desde esta perspectiva,
el cuerpo y la sexualidad de la mujer estaría ligado solamente a su capacidad reproductiva,
dejando de lado el placer.
En ese sentido, en varios capítulos de la serie queda claro el control sobre los deseos de las
mujeres en la sociedad de la República de Gilead y la diferencia de éste en los años previos al
sistema totalitario; por ejemplo, en el capítulo 5, “Faithful”, Offred recuerda su vida como June y
cómo evolucionó su relación con Luke, su esposo. June aparece como una mujer con libertades
que desaparecen para ella y sus semejantes en el régimen de Gilead. Offred entonces vuelve al
presente cuando se da cuenta de que tiene que estar con Nick para quedar embarazada. Más
adelante, en el mismo capítulo Serena habla con ella y le dice: “Algunas no pueden manejar las
exigencias de su posición, no pueden hacer lo que se necesita hacer. ¿Entiendes lo que digo?”
haciendo referencia a que Offred necesita tener más encuentros sexuales con Nick para quedar
embarazada, porque es una de las cosas que su rol exige. Además, en diversos capítulos, también
se muestran escenas en las que se observa cómo las mujeres en la vida previa a Gilead eran libres
de decidir sobre su sexualidad, que siempre son seguidas con escenas del presente en las que ya
no pueden hacerlo, y que por tanto crean un contraste entre las situaciones.
En específico, resulta interesante analizar a Offred/June Osborne, que como se mencionaba, es el
personaje principal. En la vida previa al régimen totalitario de la República de Gilead, June tiene
una vida que podría haberse considerado común. Al ser joven y haber dado a luz una hija, es
evidente que las funciones reproductoras de June están en óptimas condiciones y es catalogada
como Criada. En ese momento, para June comienza una reconfiguración de la identidad, a partir
de la adopción de nuevas normas (jerárquicas, de comportamiento, vestimenta, etc.) impuestas

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 Ofmen: análisis del cuerpo femenino en The Handmaid's Tale

por el régimen totalitario de la república emergente. Con respecto a la categorización de la

sociedad y del proceso de identificación de los sujetos con tales categorías, Judith Butler expone:

“Obligado a buscar el reconocimiento de su propia existencia en categorías, términos y

nombres que no ha creado, el sujeto busca los signos de su existencia fuera de sí, en un
discurso que es al mismo tiempo dominante e indiferente. Las categorías sociales conllevan
simultáneamente subordinación y existencia. En otras palabras, dentro del sometimiento el
precio de la existencia es la subordinación. Precisamente cuando la elección se vuelve
imposible, el sujeto persigue la subordinación como promesa de existencia.” (Butler, 1997)

En la primera escena del capítulo 10, “Night” se observa cómo comienza el proceso de
adoctrinamiento de las mujeres seleccionadas para ser criadas y en ese momento, es posible
identificar las primeras señales de sometimiento, que aunque se muestran en el final de
temporada, representan el principio de la aceptación de las normas que derivaron en el posterior
éxito del régimen totalitario de la República de Gilead.
A propósito del éxito del régimen totalitario y de la ascensión de “The Sons of Jacob” al poder,
es interesante explorar el concepto de poder que expone Butler a partir de la idea de Foucault:

“Estamos acostumbrados a concebir el poder como algo que ejerce presión sobre el sujeto
desde fuera... Pero si siguiendo a Foucault, entendemos el poder como algo que también
forma al sujeto, que le proporciona la misma condición de su existencia y la trayectoria de
su deseo, entonces el poder no es solamente algo a lo que nos oponemos, sino también, de
marea muy marcada, algo de lo que dependemos para nuestra existencia y que abrigamos y
preservamos en los seres que somos.” (Butler, 1997, pp. 12)

El poder, dice Butler (1997), actúa de dos maneras sobre los sujetos, la primera, “como aquello
que lo hace posible” (Butler, 1997) y la segunda como aquello que se reitera en el actuar del
sujeto, y hace énfasis en que es necesario que las condiciones de poder deben de ser reiteradas
para que pueda persistir, la forma en que se reitera es a través de los sujetos. En The Handmaid’s
Tale, la República triunfa gracias a que los sujetos siguieron la norma y persistieron en el
desarrollo de la sociedad totalitaria.
En el caso particular de esta serie, las regulaciones sobre los cuerpos que impone el estado
impactan en todas las esferas de la vida de los habitantes de Gilead. Al respecto de la forma en
que se considera el funcionamiento del poder del estado, Butler menciona: “Foucault ha señalado

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que el objetivo de la política moderna no es ya liberar al sujeto sino más bien indagar en los
mecanismos reguladores a través de los cuáles se produce y mantiene a los <<sujetos>>.” (Butler,
1997, pp. 44)
Según Foucault, dice Butler “el aparato disciplinario del estado funciona sobre la bases de la
producción totalizadora de los individuos” (Butler, 1997, pp. 13) que le permite tener una
jurisdicción mucho más amplia. En un estado totalitario como el de Gilead, que remueve los
derechos humanos básicos de sus habitantes, el poder los obliga a formar nuevas identidades o a
adoptar roles impuestos o planeados por alguien externo que puede ejercer su acción sobre
aquellos/as que, al verse destruidos/as, quedan vulnerables. Al respecto Butler expone:

...si la producción misma del sujeto y la formación de su voluntad son consecuencia de una
subordinación primaria, entonces es inevitable que el sujeto sea vulnerable a un poder que
no ha creado. Esta vulnerabilidad permite definir al sujeto como un tipo de ser explotable.
(Butler, 1997, pp. 31)

Siendo más específicos, Offred resulta el ejemplo idóneo sobre los mecanismos reguladores que
dice Butler expone Foucault y del estado vulnerabilidad al que se enfrentan aquellos que han
tenido que despojarse de la identidad propia en la República de Gilead, ya que, además de ser el
personaje principal y del que más detalles se observan, su estatus de criada ofrece una mirada al
pasado desde la perspectiva de alguien que ha perdido sus derechos a causa del cambio en las
normas que rigen su vida. Foucault en diversos textos hace énfasis en la biopolitica, concepto
que considera al cuerpo y su manejo uno de los mecanismos reguladores de los que expone
Butler.
En Mecanismos psíquicos del poder (1997), Judith Butler explora parte de la teoría del amo y el
esclavo de Hegel, la autora expone:

“... el amo ha negado su propio ser trabajador, su cuerpo como instrumento de trabajo, y ha
asignado al esclavo la función de ocupar su cuerpo por él. En este sentido, el amo ha
contratado al esclavo como suplente o sustituto. Por tanto, el esclavo le pertenece, pero con
un tipo de pertenencia que no puede ser reconocida, porque reconocerla implicaría
reconocer la sustitución y, por consiguiente descubrir que el amo es el cuerpo que
aparentemente no desea en absoluto ser. Es decir, el esclavo trabaja como sustituto al

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servicio de la negación; sólo mediante la imitación y el encubrimiento del carácter

mimético de su trabajo puede parecer al mismo tiempo activo y autónomo.” (Butler, 1997)

Tomando la reflexión de Butler, es posible sustituir al esclavo por Offred y al amo por Serena
Joy, esposa del comandante Waterford. Serena, al no poder tener hijos con su esposo, necesita de
un cuerpo externo que realice el trabajo por ella, el cuerpo de Offred que es violado en cada
ocasión que se presenta un ceremonia (el proceso mediante el cual se fecunda a las criadas,
basándose en las prácticas descritas en el antiguo testamento de la Biblia) y en las ocasiones que
el comandante la ha llevado a Jezabel (un burdel ubicado a las afueras de la ciudad donde viven
los Waterford), representan la sustitución de la función de la esposa y por tanto, una negación de
su tarea. Como ejemplo de la relación amo-esclavo de Offred y Serena, puede ser utilizada una
de las escenas del capítulo 10 “Night” en la que Serena reclama de manera violenta a Offred
haber visitado Jezabel, el burdel, junto al Comandante y el “privilegio” de mantener relaciones
sexuales con él, mientras que ella no puede. Este ejemplo, además, deja ver que el cuerpo de
Offred representa un espacio de conflicto para Serena. Al respecto y siguiendo con la idea del
amo y el esclavo de Hegel, Butler expone:

“Si la actividad de trabajo del esclavo puede ser expropiada por el amo y la esencia de su
cuerpo puede convertirse en propiedad de éste, entonces el cuerpo constituye un lugar de
propiedad en disputa, que puede ser siempre poseído por otro mediante la dominación o la
amenaza de muerte.” (Butler, 1997, pp. 65)

La pregunta obvia que surge al considerar a Offred como un individuo sujeto a la potencia del
poder es ¿por qué funciona la sujeción? Butler reflexiona acerca de este conflicto y dice: “... el
deseo de supervivencia, el deseo de <<ser>>, es un deseo ampliamente explotable. Quien promete
la continuación de la existencia explota el deseo de supervivencia. <<Prefiero existir en la
subordinación que no existir>>.” (Butler, 1997, pp. 18) Por lo que se entiende que el deseo
inherente de vivir, es la razón por la que los sujetos no se desprenden de las condiciones en las
que se encuentran. Es así que puede entenderse la presencia de Offred en la República de Gilead
por dos razones: la primera su propia vida y la segunda, la vida de Hannah, su hija, que fue
capturada el mismo día que ella.

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El clímax de la serie viene cuando, después de haber pasado varias noches con Nick, Offred
resulta embarazada. La señora Waterford, se entera al realizarle una prueba de embarazo a Offred
luego del reclamo observado en el capítulo 10, “Night”. En esta escena también es posible notar
el punto máximo de la relación amo-esclavo entre Serena y Offred. Siguiendo la lógica de
analogía utilizada anteriormente sobre el planteamiento de Hegel que retoma Butler, viene al
caso considerar la siguiente cita:

“...el objeto marcado por él [el esclavo], el objeto que lleva su marca, le pertenece al amo,
al menos nominalmente. El esclavo firma, por así decir, por el amo, como signatario por
poderes, como sustituto delegado. Por consiguiente la firma no sella su posesión del objeto,
sino que se convierte en un lugar de duplicación de la propiedad y crea las condiciones para
la escenificación de una disputa.” (Butler, 1997, pp. 50)

Si al niño en vientre de Offred, se le considera como el “objeto que lleva la marca del esclavo”,
es fácil entenderse que al ser entregado a la familia Waterford, Offred será eliminada de la
historia y no figurará jamás en la la vida de ese niño. La identidad de Offred, que no solo se
construyó mientras era adoctrinada por las tías, sino que mutaba conforme pasaba el tiempo
(Butler, 1997) será negada como parte de la atribución de sus actos a su amo, es decir, Serena
Joy.
A través de los capítulos, es posible también identificar a Offred como el ejemplo idóneo para
representar la represión a la que se enfrentan todas las mujeres en Gilead, la forma en la que son
sometidas a las normas, las formas en las que reproducen y por tanto, reafirman. Además, gracias
a Offred y su visión de la realidad, es posible notar que el discurso propuesto por la República de
Gilead no sólo es exclusivo del poder, sino que se reproduce a diario por todos quienes habitan
su territorio. Al respecto, Butler dice que “El sujeto está obligado a repetir las normas que lo han
producido, pero esa repetición crea un ámbito de riesgo, porque si no consigue restituir las
normas <<correctamente>>, se verá sujeto a sanciones posteriores y sentirá amenazadas las
condiciones imperantes de su existencia.” (Butler, 1997, pp. 40), por lo tanto, a partir de la
reflexión de Butler, es posible interpretar que a pesar de haber sido separadas de la mayoría de
sus derechos (si no es que de todos), las mujeres de la República de Gilead son las principales
reproductoras de las normas. Sin embargo resulta de suma importancia considerar que en la serie

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existe un momento en el que este ciclo de reproducción de las normas se ve interrumpido. El

momento aparece en la escena del capítulo final, “Night”, en la que las criadas, por mandato de
las leyes de Gilead, deben ejecutar a una de sus compañeras, es ahí cuando se ve presente la
resistencia de la que Foucault habla y que Butler retoma en su texto. Dice Butler (1997) que
Foucault define a la resistencia como la acción que deriva del sometimiento, es decir, es un acto
contestatario que sirve para cuestionar la potencia del poder. En la escena es hasta que una de
ellas decide no acatar las órdenes dictadas por las tías, que todas deciden no llevar a cabo el acto,
es decir, no es hasta que todas ven que su vida está segura que deciden no seguir la norma. Como
ya se dijo, la norma se sigue con la intención de preservar la vida, pero en The Handmaid’s Tale,
cuando la vida no se ve en riesgo, cuando se sabe que a pesar de no seguir la norma no perderán
la vida, o cuando se es consciente de la necesidad de romper con el ciclo de reafirmación de la
norma, los sujetos son capaces de llevar a cabo actos de resistencia.
A modo de reinterpretación de la serie, es posible considerar a Offred, como una representación
no sólo de las mujeres de la República de Gilead en la ficción, sino más bien como las miles o
millones de mujeres de la “vida real” que han sido sujetos de violencia de cualquier tipo, de las
miles o millones de mujeres que han sido sometidas a las fuerzas del poder, o de las miles o
millones de mujeres que a diario se dedican a realizar actos de resistencia para lograr sociedades
equitativas que reconozcan los derechos de todos los que las componen.
Atwood escribe en la introducción de la más reciente edición de su novela:

“En vista de la reciente elección en América, la ansiedad y el miedo proliferan. La

libertades civiles básicas se ven en peligro, junto con muchos de los derechos para las
mujeres ganados por las mujeres en las décadas pasadas e incluso en los siglos pasados. En
este clima divisorio, en el que el odio parece estar creciendo en algunos grupos y el desdén
por las instituciones democráticas es expresado por todo tipo de extremistas, es seguro que
alguien, en algún lugar (o en muchos), supongo, está escribiendo desde su trinchera, lo que
está sucediendo.” (Atwood, 2017)

The Handmaid’s Tale resulta de importancia en este momento político en el mundo, ya que
ofrece la oportunidad a la audiencia de ver en los medios de comunicación, un retrato de lo que
sucede en la “vida real”, porque como sostiene Galindo (1988) los productos televisivos (él habla

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de la telenovela en específico), son reproductores de patrones de la vida social y al mismo

tiempo productores de nuevos patrones o reafirmadores de los ya existentes, es decir son
afectados por la realidad social y afectan a la misma.
Esta serie, a pesar de estar basada en un libro que propone un futuro distópico, presenta
alarmantes similitudes con el clima político que se vive alrededor del planeta y ha sido criticada
por los medios de comunicación, que la tachan de violenta, sádica y hasta grotesca, pero en vista
de que la realidad demuestra ser igual aún peor de lo que se proyecta en The Handmaid’s Tale,
¿no resulta un acto de resistencia producirla para prender un foco rojo de las atrocidades que se
viven en el mundo? De aquí nace el interés por analizarla, porque si no se considera como algo
más allá de una ficción distópica, la humanidad corre el riesgo de repetir los patrones de
violencia de los que ya ha sido víctima, y de, una vez más, ser sujeto de la norma que controla la
vida de todos y a la que cada vez va a ser más complicado resistir.

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Referencias

Amigot, P. & Pujal, M. (2009) Una lectura del género como dispositivo de poder. Sociológica
No. 24 pp. 115-151. Universidad Autónoma Metropolitana. Distrito Federal, México.
Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=305024677005
Atwood, M. (2017) The Handmaid’s Tale. Anchor Books. USA
Atwood, M. & Moss, E. (2017) The Handmaid’s Tale. Estados Unidos. MGM Television &
Hulu.
Butler, J. (1997) Mecanismos psíquicos del poder. Ediciones Cátedra. España. Recuperado de:
https://mariangelesalvarez.files.wordpress.com/2012/11/
mecanismospsiquicosdelpoderbutlerjudith.pdf
Galindo, J. (1988) Lo cotidiano y lo social. La telenovela como texto y pretexto. Estudios sobre
culturas contemporáneas. Vol. II pp.95-135. Universidad de Colima. Colima, México.
Redder, A. (2017) Falling Asleep to Trump Tales. A Critical Analysis of Hulu's Adaptation of
Margaret Atwood's The Handmaid's Tale in a Trumpian Context. Utrecht University. Recuperado
de: https://dspace.library.uu.nl/handle/1874/35735

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