Guia Especializacion

GUÍA PARA LA ESPECIALIZACIÓN EN EL MUNDO
DE LA ARQUITECTURA
ENCUENTRA TU LUGAR Y EMPIEZA A POSICIONARTE COMO EXPERTO

CONTENIDOS
¡Hola!
Propósito de esta guía
¿Por qué estamos obligados a especializarnos?
Beneficios de la especialización
El miedo a la especialización
¿Cómo encontrar tu especialización?
A – Define cuál es tu pasión
B – Define tus competencias y lo que te hace especial
C – Define las necesidades que hay en el mercado
Recapitula
Toma tu decisión
Empápate de tu especialización
Algunos ejemplos de especialización
GUÍA PARA LA ESPECIALIZACIÓN EN EL MUNDO DE LA ARQUITECTURA
Joan Vergara Martí, arquitecto y coach | www.arqcoaching.com
¡Hola!
Me llamo Joan Vergara, y soy arquitecto y coach. Aunque ésta parezca una presentación en algún
grupo de autoayuda, es bastante significativa teniendo en cuenta lo que hago desde mi marca
ARQcoaching. Me dedico al coaching, mentoring y consultoría, y estoy especializado en
arquitectos, arquitectos técnicos y estudios de arquitectura.
¿Y esto qué es? Pues a grandes rasgos consiste en conseguir que mis clientes den lo mejor de sí
mismos en el plano profesional y personal, que sus estudios funcionen a la perfección, que tengan
más facilidades para lograr un puesto de trabajo si lo están buscando, y que consigan más y
mejores encargos.
Si quieres saber más acerca de lo que hago, puedes echar un vistazo a estos apartados de mi
web:
http://www.coachingarquitectos.com/servicios/
http://www.coachingarquitectos.com/por-que-yo/
Verás también que en ella tengo un blog, en el cual voy publicando semanalmente artículos de
interés sobre los temas que más nos preocupan. Son artículos prácticos, como esta guía, que te
pueden ayudar en múltiples aspectos de tu vida si los aplicas y pasas a la acción.
Para no perderte ninguno y recibir además contenido adicional (mis viñetas, encuestas, regalos,
promociones, etc.), te recomiendo que te apuntes a mi NEWSLETTER. Si estás leyendo esto, es
porque ya lo has hecho, pero si no es así y este documento te lo ha pasado algún amigo, puedes
apuntarte aquí:
http://www.coachingarquitectos.com/landing/
Te pongo también los enlaces a mis perfiles en redes sociales, en los cuales encontrarás
muchísima más información y podrás interactuar más directamente conmigo:
https://www.facebook.com/arqcoaching/
https://twitter.com/ARQcoaching
https://es.linkedin.com/in/joanvergara
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Propósito de esta guía
He escrito esta guía porque quiero atacar directamente uno de los problemas más recurrentes que
veo en mis clientes a la hora de definir su modelo de negocio: la falta de concreción. Para
conseguir posicionarse, ofrecer servicios específicos y tener un flujo de clientes constante y de
calidad, es necesario especializarse.
Yo mismo soy un ejemplo de especialización. Independientemente de que el coaching provenga

de un sector ajeno a la arquitectura, me muevo profesionalmente en ella gracias a mi
especialización. No hago coaching en general, hago coaching para arquitectos. Esto me permite
comprender más profundamente a mis clientes y encontrar mejores soluciones a lo que me piden.
Esta guía parte del supuesto de que quieres llevar a cabo tu actividad profesional en el mundo de
la arquitectura, por lo que todo lo que contiene está referido a este supuesto. Si lo que quieres es
reinventarte completamente y cambiar de sector, lo cual es una opción muy válida, también
encontrarás información muy valiosa en mi blog para hacerlo de la mejor manera posible.
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¿Por qué estamos obligados a especializarnos?
Hoy en día en el mundo de la arquitectura (y en cualquier otro sector profesional), especializarse

resulta enormemente útil. Diría que imprescindible. ¿Por qué?
Pongamos el ejemplo de los abogados. Ellos llevan décadas haciéndolo. Cuando tienes un
problema legal, no se te ocurrirá buscar un abogado generalista que sepa un poco de todo, ¿no?
Más bien irás al que sea un verdadero especialista en lo que te preocupa. Si tienes un asunto con
Hacienda, un fiscalista, no alguien que sepa de todo. Para un divorcio, irás a un matrimonialista.
Normalmente, los problemas que tienen los clientes son concretos, y necesitan a un profesional
que sea lo más experto posible en esos problemas concretos. Si quiero reformar un local
comercial para montar un restaurante, intentaré encontrar un arquitecto que sea especialista en ello
y que conozca todos los entresijos de ese tipo de actuación y su gestión. Qué más me da que sea
bueno proyectando centros de la tercera edad o calculando estructuras. Mi necesidad es muy
concreta.
Poniéndonos en la piel del cliente potencial, parece bastante claro que éste, tenga la necesidad
que tenga, buscará a alguien que esté especialmente preparado para resolver esa necesidad,
máxime teniendo en cuenta la gran facilidad para acceder a multitud de profesionales de cualquier
sector gracias a Internet.
Así pues, los arquitectos generalistas acaban por no comerse un rosco, puesto que no responden
de manera específica a la necesidad de ningún cliente. Nadie busca un arquitecto que sepa hacer
de todo.
Tampoco se trata de pensar en la especialización sólo como llevar a cabo un tipo concreto de
edificio. Existen otros tantos conceptos en base a los cuales nos podemos especializar, como
veremos hacia el final de esta guía.
Digamos que el mercado de clientes que tenemos delante es como una enorme piedra de gran
consistencia y dureza. Para hincarle el diente, lo tenemos más fácil si buscamos una pequeña fisura
(una necesidad no cubierta del cliente) y entramos por ella lo más profundamente posible, haciendo
cuña y ensanchando el hueco a partir de ahí.
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Es mucho mejor que ir directamente de frente y pegarnos cabezazos contra la piedra. A no ser,
claro está, que tengamos muchos medios para hacerlo, por ejemplo maquinaria (en nuestro
ejemplo, esto equivaldría a tener un gran equipo, muchos medios materiales y un enorme
presupuesto para marketing).
Como estos grandes medios no suelen estar a nuestro alcance, haremos un trabajo mucho más
fino. Aprovecharemos nuestros recursos de todo tipo y nos enfocaremos hacia esa pequeña fisura
en el mercado, esa necesidad no cubierta.
Y créeme, una vez has logrado ser un especialista reconocido en eso concreto que haces tan bien,
el mercado se va ensanchando y te empiezan a llamar otro tipo de clientes. Pero no lo lograrás si
no eres muy bueno en lo tuyo.
Por eso es necesario especializarse.
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Beneficios de la especialización
Los beneficios de especializarse son muchos, tangible e intangibles. Por ejemplo:
- Ser especialista o experto en algo te posiciona por encima de los que no lo son, no sólo
en tu campo, sino en cuanto a marca personal. Eres más visible.
- Tienes más autoridad, porque tienes conocimientos y competencias que la mayoría de

arquitectos no tiene.
- Puedes llegar a ser único si tu especialización es innovadora. Y si eres el único que ofrece
algo, y ese algo tiene un poco de demanda, simplemente verás llegar a los clientes en fila
a tu puerta.
- Podrás cobrar por tus servicios los honorarios que realmente mereces, porque ofrecerás
más valor a cambio de ellos. Nadie te regateará.
- Las idas y venidas del mercado, crisis, circunstancias temporales, te afectarán menos. Será
más difícil que la demanda de tus servicios en tu nicho concreto se reduzca mucho.
- Tu especialización empezará a generar trabajos e ingresos adicionales a tu actividad

principal. De repente, verás cómo empiezan a invitarte a dar charlas, a presentar
ponencias, a participar en eventos, a ser tribunal en concursos, y más cosas. Si escribes un
libro, se venderá mejor. Si eres muy bueno, puedes llegar a salir en los medios.
Y seguro que se te ocurren algunos más.
El miedo a la especialización
Especializarse, de entrada, da miedo.
Para empezar, podemos tener esa sensación de pérdida, ansiedad y en definitiva, temor, porque
estamos reduciendo nosotros mismos nuestro mercado potencial. Pasamos de poder prestar
servicios a cualquiera a dirigirnos solamente a un pequeño segmento de los potenciales clientes.
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Esto es una falacia. Realmente, ese gran mercado absoluto nunca ha sido nuestro, por lo tanto no
podemos perderlo. Es más, me atrevería a decir que ese mercado no existe. No hay espacio para
los arquitectos generalistas. Por lo tanto, no estamos perdiendo nada por especializarnos.
Por otro lado, nos crea incertidumbre el hecho de pensar que cuantos más clientes potenciales
tengamos, tendremos también más posibilidades de ser contratados. Esto también es falso.
Si nos dirigimos a 100.000 clientes potenciales con una posibilidad del 0% de ser contratados,
obtendremos 0 clientes. Tal vez alguno, casi por casualidad. Pero de las casualidades no se vive a
medio y largo plazo.
Si nos dirigimos a 1.000 clientes potenciales con una posibilidad del 3% de ser contratados,
obtendremos 30 encargos.
Esto es lo que consigue la especialización, aumentar nuestras posibilidades de obtener un

encargo.
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Que no te pare dedicarte a algo hiperespecífico. Como ejemplo, el caso de un arquitecto

especializado en proyectar bloques quirúrgicos de hospitales. Dentro de la arquitectura, elige la
edificación. Dentro de la edificación, elige redactar proyectos. Dentro de los proyectos, elige la
arquitectura sanitaria. Dentro de toda la arquitectura sanitaria, elige hospitales. Y dentro de los
hospitales, elige su especialización en un área tan concreta como es el bloque quirúrgico. Y no le
falta trabajo.
Hay que perder el miedo a la especialización. Funciona, de verdad. Porque ya lo dice el refranero
español, que contiene mucha sabiduría: Quien mucho abarca poco aprieta.
¿Cómo encontrar tu especialización?
Pues no es una pregunta fácil.
Te recomiendo que le dediques todo el tiempo de reflexión que sea necesario, puesto que es una
decisión que debe tener en cuenta muchos aspectos. En gran parte se basa en el
autoconocimiento, y en menor parte en el conocimiento del mercado. Fundamentalmente, se trata
de contemplar tres grandes cuestiones:
A) ¿Qué te gusta hacer? ¿Qué te apasiona? ¿Con qué serías feliz?
B) ¿Qué sabes y puedes hacer? ¿Qué competencias, conocimientos y habilidades tienes?

¿Qué te diferencia del resto?
C) ¿Qué necesidades hay en el mercado? ¿Cuáles están resueltas por otros profesionales y
cuáles no? ¿Qué nicho tiene una demanda alta y una competencia baja?
Si logras alinear estos tres elementos en un servicio concreto, ya lo tienes. Obviamente, esto no es
tan sencillo.
Si pones el foco solamente en lo que pide el mercado, puede que encuentres una gran idea que
te haga ganar dinero, pero tal vez no te guste y te haga desgraciado a largo plazo. Además, si no
está entre tus competencias te costará mucho esfuerzo hacerlo bien y diferenciarte.
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Por el contrario, si hay algo que te apasiona pero no tiene mercado, difícilmente lo transformarás en
una especialización de la que puedas vivir. Si te gusta más que nada calcular radios de doblado de
barras corrugadas de diámetros pequeños, no vas a poder vivir de ello, puesto que es algo por lo
que nadie te va a pagar.
Encontrar el punto de equilibrio adecuado entre estas tres cuestiones es el secreto y la dificultad
de definir tu especialización. Vamos a verlo por partes.
A – Define cuál es tu pasión
Ésta es la parte en la que te dejas guiar por tus preferencias. Puedes pensar en aquellas cosas que
has disfrutado haciendo en el mundo de la arquitectura, o en aquellas otras que intuyes (o incluso
sabes) que te encantaría hacer pero que aún no has podido probar. Algunas preguntas que
puedes hacerte:
- ¿Qué me hace disfrutar más dentro del mundo de la arquitectura?

- ¿Qué cosas podría hacer durante horas sin mirar el reloj?
- Cuando supe que quería estudiar arquitectura, ¿qué era lo que me empujaba a ello?
- Cuando tengo tiempo libre, ¿qué actividades llevo a cabo que estén relacionadas con la
arquitectura?
- Cuando hablo con otros arquitectos, ¿cuáles son mis temas preferidos?
- ¿Cuáles han sido los mejores momentos en mi carrera profesional?
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De estas preguntas, y de otras similares que se te ocurran, vas a poder extraer unas cuantas
actividades. Estaría bien que fueran más o menos específicas. Por ejemplo, en vez de “proyectar”,
muy general, podría ser “experimentar nuevos conceptos en edificación residencial”. Si no pueden
ser tan concretas no pasa nada, más adelante particularizaremos.
Apunta estas actividades y guárdalas para más tarde.
B – Define tus competencias y lo que te hace especial
Esta parte consiste en determinar del modo más sincero posible qué se te da bien y, sobre todo,
qué haces mejor que la gran mayoría de los arquitectos. Puedes preguntarte:
- ¿Qué se me da bien según la gente que me rodea?

- ¿Qué cosas he hecho en el pasado que han tenido buenos resultados?
- Cuando he tenido algún éxito profesional, ¿a qué se ha debido?
- ¿Qué partes de la arquitectura son las que puedo hacer más rápidamente que los demás?
- Según mis clientes, ¿cuál es el principal beneficio que les aporto?
Seguro que las preguntas anteriores te han sugerido otra serie de actividades, además de algunas
de tus mejores competencias y habilidades. Te darás cuenta de que, probablemente, algunas de
estas actividades coinciden con las que has anotado en A. Suele pasar.
No es necesario mucho más, pero si quieres profundizar en cuáles son tus fortalezas y debilidades
siempre recomiendo hacer un análisis DAFO. Se trata de una herramienta procedente del mundo
empresarial pero perfectamente aplicable a la persona como profesional. A grandes rasgos, el
concepto es sencillo. Te pongo un ejemplo de mi post sobre reinvención en la página siguiente.
Para elaborarlo, genera una matriz 2x2 en la cual puedes ir anotando debilidades (tus puntos
flacos), fortalezas (lo que se te da bien), amenazas (las dificultades que plantea el entorno) y
oportunidades (posibilidades buenas que ofrece el entorno, actuales y futuras).
Tómate tu tiempo para elaborarlo y después reflexionar sobre él, verás cómo salen cosas que
estaban enterradas en tu subconsciente y que no son tan inmediatas. Te sorprenderás.
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Por otro lado, si tienes una característica diferenciadora muy llamativa, puedes traducirla en una
actividad y añadirla a la lista. Al final de la guía tienes algunos ejemplos, como “Redacción de
proyectos en plazos de entrega imposibles”.
En cualquier caso, anota todas las actividades que surgen del análisis realizado en este punto y
guárdalas para después.
C – Define las necesidades que hay en el mercado
Ahora puedes dejar de mirar hacia dentro y empezar a mirar hacia fuera. Es el momento de fijarte
en cómo está el mercado para detectar necesidades no satisfechas o parcialmente satisfechas.
Seguro que tienes una idea aproximada, pero vale la pena investigar un poco más preguntando a
gente que conozca el sector, a clientes potenciales o al omnisciente Google. Así, pregúntate
dentro del mundo de la arquitectura:
- ¿Qué necesidades tienen las personas que buscan a un arquitecto y no están siendo
plenamente satisfechas por los profesionales del sector?
- ¿Qué partes en la relación arquitecto/cliente se pueden mejorar?
- ¿Qué tipologías edificatorias o tendencias de la arquitectura no han alcanzado su pleno
desarrollo y tienen todavía un amplio campo de exploración y mejora?
- ¿Cuáles son las quejas más repetidas de los clientes en el mundo de la arquitectura?
- ¿Cuáles son las tendencias emergentes?
- ¿Qué es lo más demandado en el mundo de la arquitectura?
Se trata de averiguar dónde le duele al cliente potencial y ofrecer nuestro analgésico en forma de
servicio. El escenario ideal sería encontrar una especialización, un nicho, en el cual hubiese una
gran demanda y poca competencia. En la práctica, esto es muy difícil, salvo que consigas ser el
pionero en algo con una gran idea.
No hay que huir automáticamente de los nichos en los que hay mucha competencia si en ellos hay
también mucha demanda. Es un escenario complicado, pero la alta demanda es un signo de que
ahí hay trabajo, aunque no para todos. Simplemente, tendrás que diferenciarte de tu competencia.
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De aquí surgirán algunas actividades más que podrás añadir a las obtenidas en A y B.
Recapitula
Vamos a juntar ahora todas las actividades obtenidas en A, B y C. Aquí pueden pasar varias cosas.
De momento, si hay alguna que está en los tres apartados, estás de suerte. Ésa será una muy
buena elección para tu especialización. Si tienes más de una de éstas, te ha tocado la lotería.
Lo más normal es que haya unas pocas que se repitan en dos apartados y bastantes más que
aparezcan solamente una vez. Mi consejo es que elimines estas últimas, aunque depende de ti. Tal
vez sean actividades que te llamen mucho desde un punto de vista emocional. Si es así, no las
desdeñes.
Quédate entonces con las que se repiten tres veces, las que se repiten dos y éstas últimas.
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Hasta aquí, lo más valioso de este trabajo está hecho. Has generado una serie de opciones de una
forma bastante cabal que te van a permitir tomar una decisión. Tómate tu tiempo si quieres para
reflexionar por si se te ha olvidado algo, pero lo dudo si has hecho todo este trabajo con
dedicación y calma.
Sabiendo que lo más útil está hecho queda decidirte, ahora ya con mucho menos margen de error.
Va a ser difícil que te equivoques, puesto que el camino para llegar hasta aquí ha sido muy guiado
y meditado. Vas a tomar tu decisión sobre sólidos pilares.
Toma tu decisión
Para tomar una decisión debes ser tú quien sepa cómo hacerlo. A algunas personas lo que mejor
les funciona y mas satisfactorio les resulta es decidir en base al impulso emocional. No me parece
mala opción, puesto que eliges entre alternativas que seguramente son todas más o menos
buenas.
Se trata de ir visualizándolas una por una y ver qué sensaciones te suscitan. Imagínate llevando a
cabo tu actividad profesional en base a esa especialización. Trabajando en las partes mejores y en
las peores, relacionándote con tus clientes, llevando cierto estilo de vida condicionado por esa
elección. La actividad que mejores emociones te provoque será tu mejor elección.
Si prefieres no dejarte empujar por el impulso emocional más intenso, puedes elegir de una
manera más metódica. Te propongo crear una tabla. En las filas, pones las actividades de tu lista.
En las columnas, los tres criterios de selección A, B y C, y una columna más para los totales. Ahora
se trata de que puntúes cada actividad de 0 a 10 conforme a cada uno de los criterios.
Te aconsejo, además, que cada criterio A, B o C, tenga un peso específico según tus preferencias.
En lugar de que cada uno pese un 33%, puedes variar el porcentaje. Por ejemplo, en muchos de
los casos en los que he utilizado esta tabla, la persona sobre la que trabajábamos pidió asignar
mayor peso al criterio A, sus preferencias (incluso hasta un 60%). Es lógico, cada persona valora
más unas cosas que otras.
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Lo siguiente es sumar todas las puntuaciones de cada actividad ponderadas según el peso de
cada criterio y obtener un total. La actividad con mayor puntuación será la mejor elección. La tabla,
con puntuaciones y ponderaciones a modo de ejemplo, quedaría más o menos así.
ACTIVIDAD A (50%) B (30%) C (20%) TOTAL

Actividad 1 7 6 6 6’50
Actividad 2 10 6 4 7’60
Actividad 3 6 8 10 7’40
Actividad 4 5 10 8 7’10
Actividad 5 8 9 7 8’10
En este caso, la elegida sería la actividad 5. Esa actividad sería nuestra especialización dentro del
mundo de la arquitectura.
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Empápate de tu especialización
Ahora que has elegido tu especialización, a muerte con ella. ¿Esto que quiere decir?
Pues quiere decir sobre todo que de verdad tienes que ser especialista en ello. Intenta estar al día
en todo lo que se refiere al tema. Busca, lee, infórmate, hoy en día el conocimiento está muy
accesible.
Fórmate más si lo necesitas. Recíclate. Contrata mentores y formadores, es importante que estés a
la última.
Contacta con otros profesionales que se dediquen a lo mismo que tú o estén especializados en el
mismo campo, verás cómo es fácil que surjan sinergias y colaboraciones interesantes.
Puede que alguno de ellos sea tu competencia, pero te aseguro que vas a obtener más cosas
buenas que malas de esas relaciones. Son relaciones win-win.
En “El sargento de hierro” (la película con más tacos de la historia del cine, creo que más que las de
Tarantino), Clint Eastwood obliga a su escuadrón a cortarse el pelo y les dice algo así como que
“cuando empecéis a parecer marines, empezaréis a sentiros marines, y entonces empezaréis a
comportaros como marines”. Pues eso. Si eres especialista en algo, empieza a parecerlo y a
comportarte como tal.
Zambúllete de lleno en tu especialización, vívela, proclámala y frecuenta los círculos y eventos que
están relacionados con ella. Te aviso de que ser especialista en algo es un gran factor de riesgo
para convertirte en un freak. No pasa nada, nadie se muere por eso.
Una vez tengas tu especialización, podrás crear tu propuesta única de valor, comenzar a buscar a
tu cliente ideal, plantear muchas otras cosas de tu modelo de negocio y plan de marketing.
Pero todo eso es otra historia que escapa al ámbito de esta guía. Sigue los artículos de mi blog y lo
iremos viendo.
15
Algunos ejemplos de especialización
Para acabar, te muestro algunos ejemplos de especialización en el mundo de la arquitectura. Son

reales.
SEGÚN EL TIPO DE OBJETO ARQUITECTÓNICO
- Planeamiento: Planes Generales.

- Proyecto y dirección de obra de arquitectura educativa.
- Reforma de locales comerciales para oficinas bancarias.
- Reforma de locales comerciales para restaurantes y cafeterías.
- Proyecto y dirección de obra de viviendas unifamiliares de alto standing.
- Proyecto y dirección de obra de bodegas.
SEGÚN EL TIPO DE ARQUITECTURA
- Arquitectura bioclimática.
- Arquitectura sostenible.
- Neuroarquitectura.
- Arquitectura Kosher.
- Arquitectura Feng Shui.
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SEGÚN EL TIPO DE ACTIVIDAD DENTRO DEL MUNDO DE LA ARQUITECTURA
- Diseño y cálculo de estructuras metálicas singulares.

- Consultoría para la internacionalización de estudios de arquitectura.
- Community Management para arquitectos.
- Formación en marketing para arquitectos.
SEGÚN TU ELEMENTO DIFERENCIADOR
- Redacción de proyectos en plazos de entrega imposibles.

- Resolución o puesta en marcha de la solución a cualquier imprevisto o problema que surja
en menos de 24 horas.
- Diseño de viviendas innovadoras para personas con modos de vida no tradicionales.
- Reducción radical de costes en cualquier obra, encontrando soluciones eficientes y
controlando el presupuesto de manera férrea.
Y hay muchas más, seguramente múltiples opciones para cada persona en el mundo de la
arquitectura.
No esperes más. Busca tu especialización y empieza a posicionarte. Vivir de la arquitectura está

difícil, pero ¿qué no lo es? Además, es tremendamente gratificante. Y la única manera de
conseguirlo es especializándote.
Gracias por leerme.
Joan Vergara Martí | ARQcoaching

arquitecto | coach certificado ASESCO
www.arqcoaching.com
allio@arqcoaching.com
17
Si te ha gustado esta guía, puedes compartirla. Solamente te pido que le

comentes a quien se la pases el trabajo que llevo a cabo en ARQcoaching.
Para no perderte nada, también puedes seguirme en las redes sociales:
Y para cualquier duda, consulta o sugerencia, me puedes enviar un email a

allio@arqcoaching.com o contactar a través de la página de contacto de mi web
www.arqcoaching.com.

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¿Por qué estamos obligados a especializarnos?

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Por eso es necesario especializarse.

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- Tienes más autoridad, porque tienes conocimientos y competencias que la mayoría de

- Tu especialización empezará a generar trabajos e ingresos adicionales a tu actividad

Y seguro que se te ocurren algunos más.

Especializarse, de entrada, da miedo.

Esto es lo que consigue la especialización, aumentar nuestras posibilidades de obtener un

Que no te pare dedicarte a algo hiperespecífico. Como ejemplo, el caso de un arquitecto

¿Cómo encontrar tu especialización?

Pues no es una pregunta fácil.

A) ¿Qué te gusta hacer? ¿Qué te apasiona? ¿Con qué serías feliz?

B) ¿Qué sabes y puedes hacer? ¿Qué competencias, conocimientos y habilidades tienes?

A – Define cuál es tu pasión

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- ¿Qué se me da bien según la gente que me rodea?

C – Define las necesidades que hay en el mercado

ACTIVIDAD A (50%) B (30%) C (20%) TOTAL

Algunos ejemplos de especialización

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- Planeamiento: Planes Generales.

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- Diseño y cálculo de estructuras metálicas singulares.

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