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SunARio: Lus vnlores foloHÉnicos (Edüorial). - CRÓNICA DE l'AKll: Los nvoles. Teeilro y cíncnmlogroíla, por
lean Dcíjíirdins. - CRÓNICA DE MADRID: Hii nnu-rto ti piitlrt. por S/il.elo/uiio. - KL RETADLO
DE NAE5E PEDRO: ¿Es Monloldne el autor ile 'Hiimkt- y 'Oteio-?; Estreno <:n el Tivoli d': un ilnimii ile don Misuel ilc Unomuno. por Mítico
.SVi/i/oj. - PAGINA MUSICAL: Crisantemos, lelr-i y miisico de O. Liónos y L IIIIÍJU - FRENTE A LA PANTALLA: Grúílcos <lc varían escenas
de •Dick, el duirdln marinii>; Los grandes Inicos del cinc, con ilustríictoncs: Mascnrilliis del liltn finad Ayres y Ecos de liarcelonu. - LA MODA
EN EL CINE: Ln nueva inotlí» lanrada por !üs cslrellns nmericnnns, ,ior Ní.vi (ihiilva. - MUSEO FuTOGRÁFICOi Retralo de Arrict H o m m o n d . -
PELE • MELÉ: IníormiiKíoncs y comentarlos. - ARGUMENTO DE 1,A SEMANA^ .<M(MC Nuslruni)>. por Antonio Moreno y Allce Terry.
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BARCELONA
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AÑO I NÚM. 7
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protagoniita de la sorpresa que reciben los que entran por primera vez en un
estudio, al ver la lentitud con que los actores j u e g a n los múscu-
'D/C/f, £L GUARDIA MARINA" los del rostro para que se reflejen en él, la alegría, el dolor, el
que >e estrenará próximamente miedo, el asombro, etc., etc., y la majestuosa solemnidad que i¡
imprimen a los movimientos más naturales y simples. ¡i
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Wi
CRONICil^ DE PARÍS
LOS RIVALES iiUn representante de !a C á m a r a sindical
cinematográfica.
•:-,Í-"." iiDos individuos pertenecientes al cuerpo
de enseñanza.
Teatro y cinematografia "Tres profesores de enseñanza superior
(Historia del Arte, Geografía, Ciencias fí-
N o h a muchos días el gran director terno, sino q u e nos colocan en mi plano sicas y naturales).
teatral M r . F e r m í n Gémier ha lanzado capaz de percibir y comprender el pai-
>iDos profesores de la escuela normal o
al rostro de la encantadora MUc. Odette saje interior al q u e n o puede llegar el de la escuela superior {Historia y Ciencias).
Paunetier, una altiva opinión sobre el poder de observación de las artes plás-
))Un inspector de P r i m e r a enseñanza.
cine. ticas.
IIUn instructor y u n a instructora de la
— n ¿ E l c i n e m a ? . . . — dice Mr. Gé- — ¿ Q u é le han hecho. Mr. Gémier
escuela primaria elemental.
mier — alg:ún día llegará a ser un — pregunta Mr. Durieux—, esos pobres
literatos q u e de tal modo les quiere us- "El jefe de servicio de las películas del
arte... H o y , por hoy, n o es m á s que un
Museo Pedagógico, secretario.
oficio.» ted anular en el campo cinematográfico?
j>Podrá asociarse a la Comisión, según la
Si a los cinematografistas franceses les I N o será, amigo lector, q u e el viejo
naturaleza de ¡as películas a *;xaminar, toda
hubiesen echado un jarro de agua fría, actor francés haya comprendido que el persona com¡}etente, la cual se presentará
no les hubiera sentado peor q u e esta opi- día que la literatura se compenetre con sin m á s aviso.»
nión de Mr. Gémier. el séptimo arte y a él se dediquen los
Si se tratase de un cualquiera, hubie- buenos escritores podía recibir el teatro
se sido esta opinión tema de algunas un golpe mortal? ESTRENOS DE LA SEMANA
punzadas sangrientas q u e se hubieran Mr. Gémier, al anteponer los pintores
dado al olvido i n m e d i a t a m e n t e ; pero y dilmjantes a los escritores — en lo que £1 águila negra
tratándose del culto actor francés, la al cine se refiere — obra m u y a la ligera,
cosa cambia de aspecto y claman dolidos en verdad, pues tanto los unos como los La muerte repentina de Valentino, coloca
los cinematografistas por el trato despec- otros en sus distintas aptitudes, pueden todas sus producciones en el plano de la
tivo q u e ha dado M r . Gémier al séptimo ser grandes auxiliares del arte m u d o . actualidad. El hombre m á s guapo del
arte. Los unos y los otros tienden al mismo mundo tenía t a n t a s a d m i r a d o r a s en nuestro
país, que a u n a trueque de que los ojos de
Sin embargo, n o ha faltado un va- fin ; sus modos de expresión son dife-
las parisinas se llenen de lágrimas ante la
liente q u e se baya puesto frente al de- rentes, pero tanto los primeros como los belleza para siempre perdida del hombre de
tractor dispuesto a probarle el error en segundos, al realizar obra artística pura moda, el Electric-Palace se decidió a ser el
que vive, al tratar al cinema de oficio, y le prestan adorno al cine y le ayudan a primero en estrenar (¡El águila negra», la
no de arte. Luis Duríeux h a puesto su pcrfeccionai'se, saliéndose de lo rutina- penúltima producción del «favorito de las
pluma al servicio de la cinematografía, rio. Kl cine, a pesar de su adelanto, bal- d a m a s " . No dudo que todos no vienen a ver-
y ataca al culto actor francés con valen- bucefi aún ; es m u y niño, y son los ac- le y admirarle en" este film, que es uno de
tuales los primeros pasos. Creo positiva- los m á s interesantes de su carrera, y uno de
tía juvenil.
mente q u e h a n de llegar días en q u e este los que nos m u e s t r a n toda la medida de su
A las palabras de M r . Gémier, que talento, hábilmente secundado por Vilna
preguntan, el por q u é , en lugar de difícil arte — a pesar de la opinión de
Banky y ' L o u l s e Dresser, pero sí creo que
atraer al cine a los literatos, n o procuran Mr. Gémier — podrá, n o t a r d a n d o ' m u - la curiosidad que h a despertado su prestancia
hacer un hueco a los pintores y dibujan- cho, reclinar su sien en las alcatifas de es tanta, que h a intrigado h a s t a ai elemen-
tes, verdaderos poseedores del sentido de seda que le presten las artes, sus her- to masculino, poco propenso a esta clase de
la armonía del gesto y de la línea. Luís manas mayores. admiraciones que llena la sala del Electric-
Palace.
Durieux le contesta que el verdadero li- 'H\ camino a recorrer es amplio y ex-
terato es también un pintor con tan be- tenso, y está Heno de dificultades que
llo modo de concebir la armonía, el ges- juntos hemos de vencer. L a literatura Los gorriones
to y la línea, pues si bien tienen medios es imprescindible y la pintura especiali-
de expresión, completamente distintos, zada, necesaria : no hay q u e anteponer O t r o de los films estrenados es «Los g o -
no son menos perfectas las descripciones ni a los unos ni a los otros, como hace rriones», en el que la Sala Marivaux nos
que Shakespeare, Moliere, Loti, Baude- Mr, Gémier. L o que se debe de hacer es presenta a la simpatiquísima y excelente a r -
laire y otros hacen del objeto evocado crear la belleza, y para ello sacrificarlo tista Mary Píckford. E s t á esta película llena
en algunos momentos de su obra artísti- todo, si de hacer obra de arte h a de tra- de sugestión, poder emocional y ' belleza
ca, en que no solamente analizan lo ex- s u m a , . a pesar del ambiente negro en el que
tarse. JKAN D E S J A R D I N S
se desarrolla la vida mísera de unos peque-
ños héroes que, al dar su encanto a la pe-
lícula, la acercan a la sencillez de un cuento
de hadas, en el que triunfa la bondad y el
Las p e l í c u l a s i n s t r u c t i v a s ((Esta Comisión reside en e¡ Museo
gógico de París, y la forman :
Peda-
bien que viven en el espíritu exquisito de
En el ((Journal Officielu se publicó hace u n a linda jovencíta que, a u n q u e herida a
" U n Inspector general de Instrucción P ú -
días un decreto del ministro de Instrucción veces por los latigazos del genio del m a l ,
blica, presidente.
Pública, instituyendo u n a Comisión encarga- logra hacerle sucumbir y a b a n d o n a r la pre-
i'El director del Museo Pedagógico. sa que a g a r r o t a b a n sus peludas y repugnan-
da de e x a m i n a r las películas y de proponer
su inscripción en la lista de las cintas cine- " U n delegado dei director de P r i m e r a en- tes m a n o s .
matográficas autorizadas en los estableci- señanza.
L a s decoraciones de esta película causan
mientos escolares. iiUn delegado del director de enseñanza su- verdadera impresión. Arboles con raíces tor-
A continuación copiamos las disposiciones perior. cidas que se hunden en medio del ¡égamo
principales que contiene este decreto, que " U n delegado del director de enseñanza téc- asqueroso ; troncos nudosos que hacen pen-
h o n r a al ministro que lo h a dictado. • nica. sar en los dibujos de Gustavo D o r e . . .
PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN
ESPAÑA: Trlmeilrcj Z'SO pesetas /• Semeatre^ 4'75 peietas / Afio^ 9'00 peseiai
Extranjero: 15 pesetas año » Pago por adelantado
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meros pasos en el teatro por el que sintiera cuando antes de aparecer el comentario del
una gran vocación y al que ha dedicado su crítico avieso y carcamal, Bernat y D u r a n ,
vida e n t e r a . Nació en Lieja, el año 1863. en su atinada y aguda crítica del «Noticie-
Hizo su primer debut en la escena fran- ro)), había explicado cumplidamente la razón
cesa, con el entremés uUn mariage au tele- de que la ortografía del nombre de Raquel
phonei) después de! cual escribió (iLes va- a¡)arezca modificada en el título del d r a m a .
cances du mari almejí, uvaudevilleu que le Modificación que ni siquiera ha introducido
valió, a m á s de infinidad de aplausos, un in- U n a n u m o , como también señala en su crí-
teresantísimo juicio de la crítica parisién, tica Bernat y D u r a n .
que fué causa de que desde aquel momen- ¿ Q u e d a enterado el pendolista? Pues ade-
to fuese solicitado por e m p r e s a s y compa- lante.
ñías, escribiendo numerosísimas obras, m u -
chas de ellas en colaboración.
Colaboradores suyos, fueron ; Albin Va!e-
bréí^ue, Georges Duval, Antony Mars, Serge
Basset, Georfíes Feydeau, Barré, Bisson, Se advierte en «Rhaqueln, que a su exi-
Micheil y t'iltimamente Paul Rilhaud y Fie- mio autor le falta OJ dominio de la técnica
rre Weber. teatral, !o que resta intensidad a los m o m e n -
tos dramáticos de la obra, algunos bellísi.
Los actos de las obras que deja, casi todas
mos ; por ejemplo : el del final del acto se-
de tres actos, pasan de 300, estando la ma-
gundo.
yoría de ellos construidos con una habilidad
excepcional, lo que no tiene nada de parti- Este desconocimiento de! juego escénico
cular si consideramos que Maurice Henne- es, sin e m b a r g o , tan explicable y natural en
quin era un teatralizador formidable. U n a m u n o , como en cualquier otro novel.
Porque el maestro de otros géneros litera-
F u é presidente de la Sociedad de Autores
rios : el Ensayo, la Crítica y hasta la Nove-
Dramáticos y miembro de la l e g i ó n de H o -
la, es novel como comedlógraio. De ahí que
nor, y ha m u e r t o de resultas de u n a opera-
se me figura excesivo el rigor y dureza con
ción, a los sesenta y tres años de edad. ií[ maextro Jacinto GiteTrcro, muchns de anjas que lo han tratado la mayoría de los críticos
P a r a e s t r e n a r su primera obra «Vacances i'oDipi-íiciojjí'B se han hecho populares en toda España de teatro, tan blandos y miedosos, por lo re-
du mariageii, se valió del nombre de su gular, cuando hunden el escalpelo en la obra
padre, al que achacó la producción, diciendo del teatro Barcelona, y lo sabe porque yo se de los autores consagrados y maduros.
habíala encontrado, al morir éste, entre sus lo he dicho r o t u n d a m e n t e . ¿Verdad, señor
papeles. Albin Valebrégue, su colaborador y En lo que no podía fallar U n a m u n o , es en
Serrano? Pues si lo sabe, ¿por qué intenta la fuerza de! diálogo, que t r a n s p a r e n t a níti-
amigo, fué el que le aconsejó este truco, que poner en entredicho mi seriedad?
salió a ias mil maravillas, estrenándose in- damente las ideas y en el trazado psicológico
Debo m u c h a s atenciones a la Empresa del de los personajes. «Rhaqucl», la mujer que
m e d i a t a m e n t e en (tMenus Plaisirsn, teatro Barcelona y la última la gentileza de quiere a todo trance ser elevada a la máxima
Nos unimos al sentimiento de la Sociedad cambiarme las fechas del contrato para poder categoría que puede alcanzar la hembra : la
de Autores dramáticos del país vecino, por combinar mi temporada de Madrid con la de de m a d r e , y ((Siniómi, el avaro, son dos ca-
la irreparable pérdida de un tan magnífico Barcelona, que tanto nos enorgullece, y sería racteres de admirable estructura.
elemento del teatro francés. un miserable si correspondiese a esa genti- Me explico que le hayan parecido " m u ñ e -
leza con u n a ingratitud. cos rellenos de (íserrfn)> al pendolista de m a -
T a l vez vaya esta rectificación un poco
V a l e r i a n o León« rectifica cruda ; será hija de mi trato con los catala-
rras, toda vez que U n a m u n o ha dotado a sus
personajes de pensamiento y de sentimiento,
nes, que tanto nos consideran. Así se me cosas ajenas a ciertos críticos.
Valeriano León, el conocido actor que estííi
habrá pegado por simpatía su simpática fran- Enrique de Rosas creó el tipo del usurero
actuando con éxito en el teatro del Centro de
queza, señor Serrano. ((Simón» de un modo notabilísimo. N o exis-
Madrid, en compañía de Aurora Redondo,
H a s t a nuestra próxima visita os saluda ten en el teatro español m u c h a s creaciones
ha enviado a la prensa diaria de nuestra ciu-
vuestro agradecido, Valeriano León. tan definitivas y bien logradas como esta.
dad u n a rectificación a las palabras lanzadas
por don Mariano Serrano, en un banquete a Madrid, septiembre de 1926, Matilde Rivera, dio al de ((Rhaque!» la
la prensa, a propósito de la futura actuación emotividad, In emoción y la gracia que tiene
de la compañía de Valeriano León, en el tea- el personaje, animándolo con su prodigioso
tro Barcelona. .; Con el drama "Rhaquel", de y seguro talento artístico.
Dice a s í : Estos dos ilustres artistas argentinos lo-
((Ya sabe don Mariano Serrano que yo no
don Miguel de Unamuno^ se graron un triunfo definitivo y justo.
puedo actuar en Barcelona en- otro teatro presenta en el Tívoli la
que no sea el de la E m p r e s a Gregori-Roca, ."•• ' •'•'••" MATEO SANTOS
compañía Rivera - De Rosas
El Tívoli, que era ya uno de nuestros pri-
meros teatros, h a sufrido u n a transforma-
ción. Al achicar su platea, para construir un
saloncillo o foyer para las d a m a s , le han
dado un nuevo aspecto m á s elegante y co-
quetón que el antiguo.
A la compañía Rivera-De R o s a s le ha ca-
bido el honor de un doble estreno : el del Tí-
voli, remozado, y el del d r a m a de don Mi-
guel de U n a m u n o . Pero antes de continuar,
precisa decir algo a propósito del título de
la obra.
H a escrito un crítico, con intención que
pretende ser irónica y q u e , en todo caso, no
pasa de ser mal intencionada, que el señor
U n a m u n o sabrá por qué ha endilgado esa
hache a! nombre bíblico de Raquel. Suponer
ahora que un hombre de cultura tan vasta X
y sólida como la de U n a m u n o , puede desco-
nocer cosa tan simple que no escapa ni al*
conocimiento de ese crítico, ya es g a n a de
amolar y de enseñar la oreja. Sobre todo,
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Crisantemos
Cetra y música de
O. Slanos y £. ^ugo
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F R E N T E A L Él
Gráficos de
DICK, El GUARDIA MARINA ff
una de las grandes películas que pre-
sentará en la actual temporada la
Metro Goldwyn,
"vvsrtAíu^rtAr^vvvv^ftArtAJ•Arvv•L^rtiVvvL^vvv^Jvv^i ^Anií^fl¿vvv^Arirtrtrtrt/vvvvvv%fl/wv^v^AnirtrtrtrtA^
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I^JiN T A L L A
De Izquierdo a derecho y de alto obojo: 1, Lo mor verdoderemcnte filmado, menos la porle Infírlor, ics-
LOS GRANDES TRUCOS DEL CINE guordoda por un cuerpo opaco. II y III. La parle olla esté cnire Ionio reservado paro que permita la Impre-
sión trucada. despuÉí de realizado este pasaje. IV. Los dos inmensos depósitos son invisibles en el film
El del paso del mar Rejo en la película "LOS DIEZ MQNDAMIENTOS" meiced al cuerpo opoco que impide la impresión. V. Abriendo las compuertas se obtiene el VL
Los aguiís se precipitan, pero como según la biblia, las aguas del mar se scpoian pars dar paso o los
hebreos, se desenrolla la película en sentido Inverso y el agua, al controrio de lo que ocurre, parece ser orarse.
Se trata ahora de mostrar cómo los hebreos atraviesan el mar Rojo a pie seco. De liquierda a derecha y de alto abajo: Vil. Se ha construido oiro dispositivo consistcnle en dos
murallas de molerla gelatinoso o las cuales lo luí elÉcIrlco da, por Iransporencle, redi jos acuosos. Vlil. Se aplica ai objetivo un doble cuerpo opaco que permite obtener lo Imagen
trucada. IX. Una vez el film nst Impresionado, se quHa el cuerpo opaco. X. Mlcniíos la carovonn poso por una pista oritíiciol de areno. El efecto final es el del... XI. Cuando los hebreos
desfilan se desenrolla la película como en el VI, y se ios ve a las aguas como cierran el paso, volviendo a su primitivo lugar iXli).
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misma también pesa a su hijita antes y diar su propio trabajo, observando las faltas y que será reproducido con g r a n cuidado y
después de cada colación para darse cuen- y defectos que le hacen imperfecto, p a r a , u n a exactitud h a s t a en sus menores detalles.
vez conocidas las causas que desmerecen su Esta escena del casino será u n a de las
ta de la leche ingerida, que nunca excede
labor, evitarlas, mejorando su modo de obrar m á s importantes de la película y aparecerán
de siete onzas en cada tanda. y de realizar, lo cual contribuiría a perfec- en ella los principales intérpretes de la mis-
Su esposo no está menos satisfecho con cionar constantemente su trabajo, llegando m a : Blanche Sweet, Neíl H a m i l t o n , Earle
el angelito, en el que tiene cifradas todas a producir la verdadera obra artística. Williams, Arthur C a r e w e y Arlette Marcha!.
sus esperanzas más caras, y al que adora En el estudio es dificilísimo que el actor se
a pesar de que le ha robado el corazón de dé cuenta e.xacta de la labor que realiza, a Una broma sangrienta de
Agnes que antes le pertenecía por entero. causa del ruido, de la música y de las mil y
Ambos esposos cuentan, él aún tem- u n a distracciones que viven en el ambiente, Marc Bujard
bloroso y ella llorosa, el primer accidente En la sala de proyección, el actor puede se-
guir sus obras m á s a t e n t a m e n t e y notar sus El operador Marc Bujard, es un mucha-
que puso en peligro la vida de la niña. errores ; puede, si así lo desea, hacer pasar cho gracioso y de m u c h a inventiva, que hace
Una gota de leche se le fué al aparato una escena en la pantalla, varías veces, para la alegría de las «troupes» en que actúa, pues
respiratorio, poniendo a la nena en peli- darse exacta cuenta de las faltas cometidas y constantemente está imaginando alguna
gro de congestión, de la que, el carino de e n s a y a r a corregirlas en lo porvenir. broma, con la que entretener k sus compa-
los padres, no creía que llegase a salir. ñeros de trabajo.
C o m e n t a J a c k Muihall que es muy triste
Pola Negri es la madrina de la nena, a U n día muy caluroso, su colega M u n d w i -
que la mayoría de los artistas de cine asistan
!ler, rendido después de u n a noche de acti-
la que no deja de visitar todas las sema- a la sala de proyección m á s que a estudiar su
vidad, se había dormido en un rincón del es-
nas, siempre portadora del consiguiente labor con un poco de sentido crítico, a darse
tudio. Al despertarse, oyó como el primer
regalito. cuenta de la faena realizada durante el día.
maquinista le preguntaba dónde y cómo se
• ,Como veréis, lectores, bajo la protec- En el film que actualmente realiza tiEl había herido.
bailarín de charlestóni), demuestra este joven
ción de tan simpática madrina y al am- — ¿ H e r i d o y o ? — inquiere, asustado,
arti?ta sus opiniones, llegando a la casi per-
paro protector de su cariñosa mamá, los fecfa realización de su papel. Le a c o m p a ñ a n Mundwiller, contemplándose en un espejo
destinos de la niña habrán de ser dorados, en esta película dirigida por Alfred Santell, en e! que ve con terror cómo la sangre de
pues seguro es que tanto una como otra la simpática y bellísima vedette Mile. Mac- u n a herida enorme corre por su semblante.
procurarán evitar de su camino todo lo kaill y el niño WiHiain Collier, que no cuen- Al pasar la m a n o por la herida, descubre
espinoso y abrupto hasta convertirle en ta m á s que cuatro años de edad. con alegría que la sangre no e m a n a b a de su
cabeza. H a b í a sido u n a b r o m a de Bujard, el
senda de rosas, que la nena pagará flore-
cual, aprovechándose de su sueño, le había
ciendo en nardos que recuerden y sean A G a s t ó n M o d o t le h a n pintado la frente con hemoglobina, producto
muestra de los que triunfan en los bellí- con el que se simula en los estudios la san-
simos rostros de su madre y de su ma- reproducido en tatuaje el gre de las heridas.
drina. retrato de Raquel Meller
Mientras se filmaba nCarmen», Gastón
En la playa de Biarríiz, Líly
La sala de p r o y e c c i o n e s ^ Modot, que interpreta en la película el papel Damíta hace cultura física
escuela de cinematografía de marido de C a r m e n (el Tuerto), tuvo que
L a encantadora Lily D a m í t a , intérprete
sufrir la operación del t a t u a j e .
Son niLirlios los que aseguran que faltan C u a n d o el tatuaje estuvo terminado, de " L a poupée de París», que veranea ac-
verdaderas escuelas de e n t r e n a m i e n t o para Modot se paseó triunfalmente por el estudio tualmente en Biarritz, ha pensado que el m o -
los jóvenes que llegan al séptimo arte, faltos p a r a que sus compañeros admirasen el deli- mento es propicio para hacer un poco de
de !a aptitud necesaria para la realización de rado trabajo. cultura física, y cada m a ñ a n a , en la playa,
u n a labor artística segura y digna del desen- En este tatuaje, muy curioso por cierto, se se de{lica a realizar ejercicios que le envidian
volvimiento actual del cinematógrafo. ha reproducido perfectamente el retrato que por ía flexibilidad de su cuerpo todas las d a n -
Jack Mulliall, uno de los m á s interesan- Modot hizo a nuestra famosa compatriota zarinas del m u n d o .
tes actores de la First National, que realiza Raquel Meller, y que estuvo expuesto en e!
en la actualidad KEI bailarín de charlestón)) Salón del Cinema, organizado por el Cine- Un telegrama que cuesta
en los estudios que la compañía posee en Club de Francia.
New York, cree, a propósito de las escuelas 12,000 francos
de cine, que no e.xiste mejor escuela p a r a los
artistas principiantes que la m i s m a sata de Adaptación cinematográfica Hace poco se presentó un apuesto joven en
una oficina postal de Londres entregando en
proyección, esa saÜta obscura en la que, día
por día, los directores de las grandes m a r c a s
de "El espía", de Sardou la ventanilla un telegrama con destino a Amé-
rica, que presentaba dos particularidades que
de Hollywood, observan los menores deta- L a P a r a m o u n t realiza actualmente, bajo llamaban la atención a simple vista. L a pri-
lles de lo real¡;íado d u r a n t e el día. el título inglés Diplomacy, la adaptación ci- m e r a e r a que costaba 12,000 francos, y la se-
Dice J a c k Muihall, que si los artistas de nematográfica de la célebre obra de teatro gunda que relataba una historia de u n a in-
cine quisieran frecuentar la sala de proyec- i(El espíai», de Victoriano Sardou. verosimilitud exagerada.
ciones, su aptitud mejoraría en una medida En esta película aparecerá el casino de Con un pretexto cualquiera, el empleado
que sobrepasaría todas sus esperanzas, pues Deauville, que fué especialmente visitado y de telégrafos sometió el extraño despacho a
es en este lugar donde el a r t i s t a puede estu- estudiado por el director artístico de la cinta su superior jerárquico, el cual supuso que el
remitente de semejante barbaridad debía de
ser un desequilibrado ; m a s como no era po-
sible oponerse al envío de tan singular tele-
g r a m a , expuso al remitente a l g u n a s opinio-
v^Añ^vw.^rtrt¿vvvvu^rtfl/vvvwvvvw^flirt.%^J^JVvvv^
10
'^''^'^Art^Jvvv^Arupwvvv^AftrtArtli^^AAA^Aív^fl^^
Evolución de la Seleccine, S, A, =
C A R T E L E S DE C I N E
^ MANUFACTURA GENERAL DE IMPRESOS - LITOGRAFÍA ^
Esta importante entidad cinematográfica
REPRODUCCIONES DE Teléfono PAPELDECARTAS-TAR- =
ha centralizado en Barcelona su casa princí-
ARTE - C A T Á L O G O S JETAS Y DEMÁS TRA- 1
[Jal, que radicaba en Bilbao, y en breve t r a s - n." 674 G.
ladará sus oficinas a m á s amplio local. CROMOS - FACTURAS BAJOS COMERCIALES |
P r e p a r a u n a gran labor para la temporada
próxima a i n a u g u r a r s e , en la cual p r e s e n t a r á
'•'s g r a n d e s producciones P a r a m o u n t , con
cuya editorial h a concertado u n a estrecha in-
R. FOLCH Villarroel, 223-París, 130
BA RCE LONA
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teligencia. Tíiiiiiiiiitiiiiiiiiiiiiiniiiiiiitiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiimiiiiiiiiiiiiiiiiiiiih^^ s ^
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LA ODÜ^ EN EL CINE
La nueva lanzada por las ''estrellas ef
de la Mctro-Goldwyn-Mayer, luciendo
L a s «estrellas» americanas non tienen
ya harto acostumbradas a sus extrava-
gancias y -fantasías, y no podemos asom-
americanas eu sus bien torneadas piernas esos atri-
l>utos de la moda.
brarnos excesivamente porque bayau Esta, jugadora de icnnis, lleva en la
lanzado una nueva moda, más atrevida, y espiritual, toda vez que cada atri- liga, como broche, dos
acaso, que las anteriores. minúsculas r a q u e t a s
buto simboliza una afición o un
entrelazadas. Esotra
H a y que reconocer, sin embargo, que deseo.
aficionada a la música,
en América no triunfa lo audaz y prác- Desde hace algún tiempo, es de
se adorna con los acce-
tico exclusivamente. Existe íanil)ién una buen tono entre las artistas de allen-
sorios de un jazz-hand:
g:ran devoción por todo lo artístico y be- de el Atlántico, poner a las ligas, a piano, violín y corne-
llamente inútil. Los que aseguran que modo de broche, capric)iosos atri- tín. Otra aún, para
América, de Norte a Sur, es un pueblo )Utos de oro o plata. conjurar la mala suer-
materialista, sin inquietudes espirituales, E n los gráficos que ilustran esta te, luce un trébol
sin una orientación ni una preocuijación páginfi, puede verse a va- de c\iatro hojas.
estética, es q u e la desconocen. rias preciosas muchachas
De un país que ha impulsado como nin- Algunas artis-
g:íin otro el desarrollo de la cinematogra- tas del cine, lle-
fía, no se puede hablar en ese tono des- gan más lejos to-
pectivo sin proceder con manifiesta in- d a v í a en e s t a
justicia. Porque no ha cuidado sólo Nor- moda audaz, y en
teamérica de crear con el cine una de las vez de los simbó-
industrias más formidables, sino licos broches en
que ha depurado y mejorado el la liga, se hacen
cine en un sentido artístico. Y ps-^rf pituar sobre la
tersa piel de la pierna,
esto es lo admirable de este país dos flores, dos maripo-
y lo que contribuye a colocarlo sas u otro emblema
a la cabeza de las naciones del cualquiera, según sus
m u n d o entero : que sabe sacar gustos o sus deseos.
proveclio del arte, que lia sabi- Ved, por ejemplo, ese
do crear la industria del arte, corazón rutilante, pin-
lo cual no va en menoscabo de tado en el centro de la
éste, toda vez que al hacerlo lu- rodilla, y que significa
crativo, mejora la condición de que la lindísima ((ve-
los artistas, que en otros países dette» a quien corres-
son, económicamente, unos po- ponden tan maravillo-
bres diablos, la última palabra sas piernas, desea ca-
del credo social. sarse lo m á s pronto po-
E s o de creer q u e al artista le sible.
basta con serlo para vivir con
decoro, es uno de los mayores Naturalmente, esta
disparates en que cree aún Eu-. originalísima modií,
ropa, principalmente, los pue- exige a las encantado-
blos latinos. N o , el artista es un ras artistas america-
hombre como los demás, y , p o r nas, llevar la falda cu-
serlo, tiene idénti- ,,' j , briendo apenas la ro-
dilla.
cas n e c e s i d a d e s y
obligaciones que los ¿ Os atreveréis vos-
demás. vSi el hombre otras a seguir esta mo-
de negocios convier- da, queridas lectoras ?
te el arte en ima in- M i S S Gl,ADY,S
dustria, el hombre
artista mejora eco-
nómica y socialmen-
te, puesto que su
CONSULTORIO FEMEI^INO -I
arte no es ya sólo ll
una expresión de lo Lirio áe la Noche. — L a redacción de su
bello, sino una in- perfumada misiva me revela que es usted
u n a m u c h a c h a culta, de exquisita sensibili-
dustria lucrativa que
dad ; pero de carácter poco firme y harto im-
lo beneficia. presionable.
Y esto es lo que Debe usted alejar a ese hombre y basta
ha realizado Norte- con que se lo proponga de veras. Ciertos
américa por lo que amores tienen u n a m á s c a r a romántica y sen-
al séptimo arte se No cabe duda de timental que los embellece, pero tras esa
m á s c a r a ocultan su verdadera faz, que no
refiere, y ello no que esia extrava- concuerda con el concepto romántico que ex-
puede ser más plausible. jjresn la m á s c a r a .
gante moda iiene muchos
Que las nestrellas» americanas de cine Mi consejo es que al hombre que le hable
tienen, como las de cualquier otro país, atractivos cuando ¡a adop- a usted de amor tan apasionadamente, le
un depurado guato artístico, lo demues- tan muchachas tan ¡indas y simpáticas proponga que la acompañe a la vicaría. Y
tra esta misma moda en la que se juntan observe la cara que pone entonces.
lo raro y extravagante, con lo decorativo como las que ilustran esta página. M i s s GLADYS
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ARRIET HAMMOND
co-'Siar de Ramón Novarro en "Díck, el guardia, marina'', película con la que
abrirá sus puertas el CAPÍTOL CINEMA
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E L H E L E
Hablar de la novela o de su adaptación es-
REPOSICIONES Y ESTRENOS Victoria: "Ya es mucho cénica, debiera ser el objeto de estas líneas
Fwv^rt^vvv^Artflrtiv:^v%rtin,rtrtfl-nA/^Aí%^J%^fl^^íV^^^
14
Argumento delasemana
llllllllllllllllllll'lllllll llllUtlIllill
MM msmm • PHÓLOGO
escucha reliiíiosyuíente, btchi/.Ltdo por aquellas histo- desembarcar en üarcolona, y lo que para muchos fué de la mujer (uá.s exigente, l'oco a poro Preya fué
rias de mundos exóticos, que su lio va desarrollando L'uusa de duelo, fué para él de alegría. Ahora no comprendiendo la nobleza de aquel hoiribrts altivo y
iinle ííud ojof!, que aún no se abrieron a la vida más tendría que mendigar el "Mure Nostruní" carga en soñador, que sin que ella se diese ruenta, se la iba
que a través de sus primeros liliros y deJiquellas los imertos del Mediterráneo; ahora se verla asediado infítiendo en el alma. Ulises, a su vez. estaba loca-
relaciones en las que el viejo lobo va poniendo ré- por los unos y lo.'i otros, y si bien correría mil peli- mente enamorado de los ojos claros y la carne lumi-
tanos de su aceidentada lucha con los cleniciitos. gnw, ganaría una fortuna en muy poi^o tiempo. nosa de Freya. Les iiabfa sorprendido la noche y el
El cupilin FerrjitruL adora a su sobrino Lliscs, por- Con esta esperanza no fardó muclio el «Marc Nos- dia, mir.indosc a los ojos y paseando todos los rín-
que ve ea aquel pequeño un continuador de las glo- iruai" en corlar las aguas del Mediterráneo con di- loue.^i ilr la bella capital mediterránea.
rias de la familia, cuyos hombres habían forjado su rección a Italia, y cargado hasta los topes. El capitán La tripulacióa de' "Marc Kostium" conocía el ena-
espíriiu al amparo del mar latino quo les viera na- Ulises estaba dispuesto a desafiar lodos los peligros uLuranilento de su capitán, que Imcía que el barco,
cer, y que máti de una ven le^ arrebató a la vida de la guerra, pues el porvenir de su hijo asi lo ya dispuesto a la luclia con las olas, estuviese ama-
con su zarpazo de fieru. e.xigin, rrado a his muelles de Ñafióles. .Se hablaba también
1.a liabitaeión en que so encuentran el capitán Fe-
rratjut — apodado por lodos "El Tritón" — .V su so-
brino Ulises, tiene más de camarote que de comedor
II
El «Mare Nostrum» ha llegado con su carga a Ñá-
de una próxima intervención de Italia en la guerra,
entablada entre las grandes potencias europeas, y
era un peligro constarite aquella inactividad en que
í
ciudatiano. Adornan las paredes varias cstiuiipas reli- pales, y el capitán Ulises trata do aprovechar estos el barco de Ulises Ferragut so encontraba. El segun-
ííiosas, tallaa en madera de sanios y sanias y una dfas para visitar la ciudad y la campiña napolitana. do de a bordo, un hermano casi del capitán y el
litogfrufla en colores represíeníando a Anfitrite, la bella Dejó a BU segundo a bordo y se lanzó, como un chi- viejo tio Caragol, estaban indignados: no le deciun
oceánida esposa de NcpLuno. Trajina por la estancia quillo revoltoso, a huronear lodos los rincones do la nada, jiero iiieu claro vcfa Ulises en sus ojos el daño
el tío Carapol, compañero de fatigas de "El Tritón», vieja capital de la Coiapania. que les hacía aqtiel olvido en c¡ue tenía los deberea
el cual prepara un refresco para sus señores, mien- Un día lleno de sol y de luz, y ya después de mus s;igrailos.
tras escucha con una sonrisa de incredulidad, lo que liabcr fisgoneado todo lo liello que en Ñapóles existe, Un día el capitán llamó a su segundo y al tío Ca-
contesta el capitán a su sobrino que, señalando a la quiso soñar unos instantes al amparo de los uniros ragol, y les comunicó, con la visla baja, que un
bella nereida, pregunta con curiosidad: de I'ompeya, la ciudad dormida en el año 79 de asunto urgentísimo, del que dependía su fortuna, le
—jQuién es esa mujer, fio?... nuestra era, yjiliá se lanzó descoso di! hacer vivir en retenía en Ñapóles, y que como tenia confianza plena
—La diosa Anfitrite — responde o] viejo—, U diosa su memoria la antigua vida de la muerta ciudad. en él y en sus hombres, habf;i decidido que fuesen u
del mar. Cuando los verdadems marinos se hallan en Peneiró en Bompeya y recorrió toda la ciudad cu- Barcelona ídolos, donde él les iría, más adelante, a
pelisro de nuierte, Anfitrite se Ucea a ellos y aeo- rluBo y encantado; de la puerta de llercidann siguió iiuscar. Uai)ía en loíj ojos y en las palabras de
ffiéndolos amorosa en sus braiíos los lihra del peligro por la calle de las tumbas hasta dar vista al Foro Ulises tanta decisión, que ni su segundo ni el tío
y de la muerte. Fíjate bien on ella, hijo mío-, quizi de Pompeya, y fué recorriendo una por una las ca- Carogol opusieron ni in nuis ¡cve objeción, y una
iilííún din tenga a bien fijar en t i . la dulce luz de lles y los edificios quo por más Importantes estaban mañana, apenas había amanecido, el lOlare Nos-
sus ojos de esmeralda. en su guia señalados. truiii'i levó anclas y rajó el ílediterráneo proa a la
—á Cu has visto tú, querido tío? No Kc veía un alma en la ciudad del silencio, y ciudad de los condes.
—1 Cuántas veces! hasta -los lagartos, despiertos de su letargo por el IV
—i Mentira I | Mentira I — clama el tío Caragol, que intruso, le miraban soñolientos y cansados, huyendo
no so puede aguantar ante aqucUa sarta de patra- con pesadez a su paso. En las Termas pasó un ralo l'oco tiempo después de haber zarpado el "Mare
ña.s—. I Mentira, digo I... No hagas caso, hijo. La itgraiialiiüsinu), y el "lopldario" le produjo una ex- Nostrum» con rundió a Barcelona, en una de las
única oncargada de librar al marino de los peligros traña, impresión. A! salir de él, el guarda de las habitaciones del palacio en que habitaba Freya, la
de las olas es la Virgen. A ésta es ;t la que no debes Termas le hizo una seña la mar de expresiva, y le sabia doctora y la dulce Frey;i, discutían acalorada-
olvidar nunca sí alírún día llegas a ser un capitán di,io al oído : nipnte: era imiieratlva la voz do la dama y era hu-
digno del nombre que llevas. —Arriba, una señorita preciosa. milde, pero enérgica, la de la amada do llises.
En este momento, y cuandi» tio y sobrino Be diapo- -íDónde? — preguntó intrigado Ulises —Yo no puedo engañar de ese niodo al hombre que
uian a probar los refrescos preparados por el tío —Arriba. amo sobre todas las cosas — decía Freya emocionada.
Oaragol, entró como una tromba en la estancia el Va se iba a lanzar el impetuoso capitán español —Esas son pamplinas — repuso la señora Fedel-
padre de Ilises, lierniano de «El Tritón" y notario por la estrecha puerta que le señalara et guarda, man, cuyo rostro no era el dulce y risueño con que
do aquella pequeña villa levantina, el cual, encaran- cuando vio venir hacia él la extraña mulé de una no.sdtroe la conocíamos—. Una mujer como tú, no
lióse con su bcrmano y cogiendo a su hijo del brazo, sefiora alta, gruesa, do andares hombrunos y gesto debe dejarse aprisionar e! corazón. Además, cuando
exclamó enfurecido : de ñera, que pasó a su lado altiva y tiisplicenlo, des- la patria exige, por nmcho amor que se deba al
— \ a le he dicho que no quiero <|iie mi hijo aprenda paés de haberle lanzado una mirada escrutadora a objeto amado, no se prescinde de los delieres que
todas esas viejas patrafias de marino con que le través de unus redondos lentes que cabalgaban có- aquélla, nuestra madre, nos impone.
recreas el oído. Mi hijo ha de ser ahogado, como su modos Sobre su nariz. - B o r o es que si so entera de quién soy huirá do
padre, y por tu causa abandona sus estudios. No Cre.vó t^liaes al principio que el guarda se había mi hororizado... No y no mil veces... Brefiero morir
quiero que le separes del camin'o trazado, pues ya querido entretener a su costa, y ya estaba dispuesln a engañarlo. '
te he dicho mil veces Que Ulises ha do ser ubogado a castigar su osadía, cuando vio aparecer por aquel —¡Tú liarás lo que yo quiera, Freya 1 Y no me
como yo... ínsignilicante marco la más bolla ñgura de mujer obligues a quo te recuerde quién soy.
—Ulises será lo quo quiera, i Boto a mil diablos! que BUS o.ios admiraran. Los ojos de la doctora alemana despedían lumbre
— exclamó colérico «El Tritón"—, y no eres tú quién Ulises era un hombre audaz; aco.stumbrado a do- y miraban fijamente a los de Preya, que temblaba
para impedir que siga el camino quo le trazaron blegar a los elementos y a los hombres, no tenia ante aquella mirada como un pajarillo asustado.
^us abuelos. miedo a nada, y mucho menos a una mujer bonita. Sería sugestión, tal vez miedo; pero el caso es
—iLo veremos I ¿RECubrióse galante ante la dama, que !e contem- que Freya bajó la vista y dijo en voz baja y medio
—1 Ya lo creo quo lo veremos! plaba con una ligera sonrisa, y que al verse dete- llorosa :
nida por el fogoso español, le dijo; —Está bien...
—1 Vamonos, Ulises I —Apórtese : siempre ha de eer usted el mismo, ca- En aquel momento anunciaron at capitán Ferragut,
—Anda hijo, anda : obedece u tu padre; pero im pitán Ulises. (|ue fué recibido por lu doctora con la más amable
te olvides que en esta casa tienes a tu tio "El Tritón^, —i Me conoce V — progantó agradablemente sor- do sus sonrisas, y por Freya con el agrado con quo
dispuesto a impedir que te lleven por malos caminos. jirendido Ulises. ' la mujer enamorada ve al dueño de su corazón.
Un portado fué la contestación que el padre de Aquella misma tarde Freya y Ulises se vieron en
L'lises dio a su hermano, el cual cargó su pipa, eo -Hace tiempo hicinms un viaje juntos...
acondicionó en su sillón de cuero y cerró aquellos ojus —í l'ero cómo es posible que yo no lo recuerde, el Acuarium. Estaban solos contemplando a una pa-
que se habían clavado en todos Sos grises del cielo señorita?... reja de pulpos, animales que, a pesar de su asquero-
y hablan rellejado el verde de todos los niares del —No lo recuerda porque en aquel liompo yo era so aspecto, agradaban a Freya que, nerviosísima, se-
mundo. Anflíritc, desdo el marco negro que orlaba una jovencita y usted no tenia ojos más que para guía las peripecias de la lucha entablada entre el
su figura, parecía mirar benigna y sonriente al viejo una viuda pomposa y sensual que hacia en su barco pulfio y hi presa que le servían como comida, y que
lobo marino, cuyas tostadas me.jiihis lialiian acuchi- la travesía del Atlántico, se debatía y luchaba antes de ser devorada por el
llado todos los soles y curtido los alisios del norle y Ulises estaba preso en la musicalidad de aquel animal.
del sur. dulce acento y eo el divino hechizo que de aquella Estallan muy juntos: unidas las manos y confun-
mujer emanaba. didos los alientos: e! amor que necesitaba fuego en
—Mü esperan, capitán — conlhiuó la bella—; lle- que quemar sus almas, jiizo que en sus labios estallase
Han pa.sado los años. La sangro de sus abuelos y vamos opuestos caminos. Adiós, un beso abrasador y voraz, quo consumió en BUB
los consejos de su tío pudieron más que iua cNlgen- —íY no nos hemos de volver a ver nunca más? llamas todas las energías de los amantes.
cins de su buen padre, que cedió al fin ante el — dijo reteniendo la mano que le tendió la joven, Desde aquel iimmenío fuérunse sucediendo loa días
deseo de su liijo Ulises, ol cual, cuando le volvemos a —¡Quién sabe I... Quizá en Harceiona o eu otro p:ira Ferragut suave y dulcemenfe. reclinado en el
enroulrar, capitanea el vapor de BU propiedad «Maro puerto cualquiera. ¡Quién salie I seno de su amada, quo le recordaba la litografía que
Nii.ilrum". Entro los que componen su tripulación, se llefiró su mano do las de üliscs y marchó rápida representaba a Anfítrile en casa de su tío «El Tri-
enciientni como mayordomo el viejo tío Caragol, que hacia donde su compañera la (aperaba, leyendo tran- tón", No veia nnis que f)or sus ojos, ni anhehiba otro
siente por Ulises un .cariño exagerado, pues no olvida quilarnente, , - • perfume que ol do su boca, llama devoradora en que
que era ol ojo derecho de su antiguo capitán «El III •••-••s- \ se consumían su espíritu y su cuerpo.
Tritón", por el que toda su vida sintió admiración y Un día Freya presentó a Ulises al conde de Kalcn-
respeto. Era no conocer ul capitán Clises, impulsivo espa- tino, visita de la doctora y alemán de origen, el cual
Aunque el «Maro Noslrumn es un vapor arlmirablo ñol, incapaz de terminar una aventura con una tan hizo al capitán varias preguntas sobre el Hediíerrá-
y Su capitán un experto hombre de mar, son tan vulgar despedida. Ulises dio una buena propina al neo, quedando ludagadlsímo ante el coiiocimiento que
pocos los buenos negocios quo realiza, que en vista guarda que le diera lu noticia, y salió corriendo tras de este mar tenía el capitán Ferragut.
do que siguiendo de aquel modo su ruina serla se- la bella desconocida que, aunque no estaba acostum- Se decía por aquel entonces que los submarinoB ale-
gura, opta Ulises por poner én venta el barco y bus- brada a tanta impetuosidad, recibió con una sonrisa manes habían logrado atravesar ol estrecho de Üi-
car de otra marera el porvenir do eu único hijo que, compretisiva al capitán español, prcsentándoseio a BU brallar, y campaban por sus respetos en nuestro mar
ya (inyorcito, vive en compañía de su esposa on Bar- compañera de excursión. azul; pero so creía que este paso era un cuento, pues
celona, a cuyo puerlo se dirige. —El capitán español del «Marc Nostruin», Ulises no teniendo en él bases de aprovisionamiento, era
Las relaciones quo entre las potencias europeas ha- Ferragut... La señora Fedelman, sabia doctora, mi diñcllísimo que estas uidades tío guerra so hubicBen
bían sido cordiales hasta la lecha en quo le presen- conqiañera y mi gula... lanzado a tamaña empresa.
taiiKis, estaban próximas a romperse, y el movimien- Inclinóse respetuosamente Ulises. ante !a dauLn, y Un día el cando Kalenline propuso al capitán Fe-
to de todas las cancillerías, entre las que las notas charlando alegrcmcnto volvieron a Ñapóles. La her- rrpgut, ofreclénQole una gruesa cantidad por sus ser-
se iban haciendo cada vez más duras e insistentes, miisísima daum quo tanta impresión produjera en vicios, que dirigiera un pequeño pailebot al centro
demostraba bien a las claras el mal momento por Ulises, se llaijiaba Freya Taiberg, y poco a poco del Mediterráneo, pues era para su negocio cuestión
que atravesaban los lazos de paz que unían a laa fuéronsc estrechando las relaciones entro los dos Jó- de vida o muerte, y era dificilísimo que encontraBe
'^'^iv^AAnrf^vsA^v^fl•r^rtArtrtrtAn^\AívuvvvvvvwvvvL
16
l^ArtíuVlAJ^A%%vv•A.^AíVWvv^Aflifw^rtV^i^^rtJV^A^^rt/wv4í^^AflJ^.^^^
en Italia marino iiiáP coiiipetoiite y que mejor eo- el golpe lo produjo, corrió Ulises tras 61, gritando
iiüüieso el Mediterráneo. desaforadamente :
Nü 50 hul)tiísu Tilines Iimzado a la eiiipri?.si<, BÍ la —lAI espía I i Al espía I
dulce Trpya no se lo Imbiese rogado rairíindole u los La persecui'ción se hizo general, y el conde de
ojns. La (lucria tan iiiíens;!mente, y era tan esclavo Kalenline, que logró desi)ist;ir a los franceses, ca.vó
de sus niRnores cafirielios, i|ue una mañana, dirigien- por Fin en manos do llises, que le entregó a la jus-
do una Lriiiulación desconocida, so lanzó al crucero ticia francesa, la cual no tardó inuclio en cumplir
iluo el conde da Kalenline, on cuya compañía nave- con BU deber,
(íalia, lo liabia propuestü.
LleficadoB al punto «tuc en la carta le habla Goñalaüo VIH
el conde alemán, y una ven riue Ip hubo comunicado También la dulce Freya íuú encarcelada y castiga-
lu arribada, dirigió aquél BUS gómelos al horizonte, da a la última pena. ¿Qué la importaba morir, si
y no liiic.íii mticlio tíeuipo quo examinaba el mar, había perdido para siempre la vida a! perder el amor
cuando bajó rápidameati: a su cámara y volvió a do L'lisea FerragutP..,
Cubierta cooiplelamento cambiado. Su pegajosa dul- Ulises lo supo; pero Ulises no daba cabida en su