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SunARio: Lus vnlores foloHÉnicos (Edüorial). - CRÓNICA DE l'AKll: Los nvoles. Teeilro y cíncnmlogroíla, por
lean Dcíjíirdins. - CRÓNICA DE MADRID: Hii nnu-rto ti piitlrt. por S/il.elo/uiio. - KL RETADLO
DE NAE5E PEDRO: ¿Es Monloldne el autor ile 'Hiimkt- y 'Oteio-?; Estreno <:n el Tivoli d': un ilnimii ile don Misuel ilc Unomuno. por Mítico
.SVi/i/oj. - PAGINA MUSICAL: Crisantemos, lelr-i y miisico de O. Liónos y L IIIIÍJU - FRENTE A LA PANTALLA: Grúílcos <lc varían escenas
de •Dick, el duirdln marinii>; Los grandes Inicos del cinc, con ilustríictoncs: Mascnrilliis del liltn finad Ayres y Ecos de liarcelonu. - LA MODA
EN EL CINE: Ln nueva inotlí» lanrada por !üs cslrellns nmericnnns, ,ior Ní.vi (ihiilva. - MUSEO FuTOGRÁFICOi Retralo de Arrict H o m m o n d . -
PELE • MELÉ: IníormiiKíoncs y comentarlos. - ARGUMENTO DE 1,A SEMANA^ .<M(MC Nuslruni)>. por Antonio Moreno y Allce Terry.

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AÑO I NÚM. 7
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Director musical : Maestro G. Faura Direttor: L u i s G ó m e z M e t a
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIlIIirilllllllMMUII riMiiiiiijiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiriuiiiiiii II rr iiiiiii IIIIUIKJIIIIIII

Los valores fotogénicos


El rápido desarrollo que está adquiriendo en España ¡a in-
dustria cinematográfica, permitirá a muchos de nuestros jóoe-
nes realizar su legítima ambición de destacarse un día como ar- ¡|
tistas de la pantalla.
POPULAR FILM, queriendo contribuir de manera eficaz y
práctica a la formación artística de las futuras ^estrellas)) del
cine español, tratará frecuentemente en sus páginas de las cua-
lidades que se requieren para triunfar en el blanco lienzo y de
temas relacionados con la técnica cinematográfica.
Este artículo responde a ese deseo de ir aleccionando — sin i¡
pretensiones de ningiín género—, a nuestros lectores, en todo lo
concerniente al séptimo arle.
Se designa con el nombre de fotogenia, al conjunto de cuan-
to puede contribuir a dar brillo y armonía a un cuadro animado. ¡i
Ya se dice, corrientemente, de una v e d e t t e de la pantalla, i¡
que es fotogénica; es decir, que posee en alto grado las cualida- ¡¡
des precisas para lograr éxito en el cine. ,. ' ,• •
^ Pero en qué consisten esas cualidades fotogénicas? Procu-
raremos explicarlo en forma sucinta, pero clara.
Aunque el azul es, fotográficamente, un color esencialmen-
te activo, los ojos azules son poco fotogénicos, porque en el po-
sitivo de la película resultan harto pálidos. Tienen mucha más
calidad fotogénica, los ojos oerdes, dorados y pardos.
Los cabellos rubios parecen negros en el lienzo, a menos que
tengan Mn tono pajizo; los rojos parecen brunos. Cuando la
actriz posee una cabellera de este matiz rubio, las más de las
Veces se utiliza el alumbrado a contra luz que atenúa estos in-
convenientes, cercando la cabeza de la heroína de una especie
de aureola luminosa.
Los gestos demasiado vivos, constituyen un defecto en el
cine. El principal error en que incurren todos los debutantes es
precisamente el de creer que los gestos han de tener, delante de
la máquina del operador, el mismo ritmo que en la Vida. Luego,
al verse en la pantalla, se sorprenden de que a sus gestos les
RAMÓN NOVARRO falte gracia y expresión. Pero esto no es nada, comparado con

protagoniita de la sorpresa que reciben los que entran por primera vez en un
estudio, al ver la lentitud con que los actores j u e g a n los múscu-
'D/C/f, £L GUARDIA MARINA" los del rostro para que se reflejen en él, la alegría, el dolor, el
que >e estrenará próximamente miedo, el asombro, etc., etc., y la majestuosa solemnidad que i¡
imprimen a los movimientos más naturales y simples. ¡i

'•'••^ ,!• !• • '•^•' ELECTRÓN ¡í

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CRONICil^ DE PARÍS
LOS RIVALES iiUn representante de !a C á m a r a sindical
cinematográfica.
•:-,Í-"." iiDos individuos pertenecientes al cuerpo
de enseñanza.
Teatro y cinematografia "Tres profesores de enseñanza superior
(Historia del Arte, Geografía, Ciencias fí-
N o h a muchos días el gran director terno, sino q u e nos colocan en mi plano sicas y naturales).
teatral M r . F e r m í n Gémier ha lanzado capaz de percibir y comprender el pai-
>iDos profesores de la escuela normal o
al rostro de la encantadora MUc. Odette saje interior al q u e n o puede llegar el de la escuela superior {Historia y Ciencias).
Paunetier, una altiva opinión sobre el poder de observación de las artes plás-
))Un inspector de P r i m e r a enseñanza.
cine. ticas.
IIUn instructor y u n a instructora de la
— n ¿ E l c i n e m a ? . . . — dice Mr. Gé- — ¿ Q u é le han hecho. Mr. Gémier
escuela primaria elemental.
mier — alg:ún día llegará a ser un — pregunta Mr. Durieux—, esos pobres
literatos q u e de tal modo les quiere us- "El jefe de servicio de las películas del
arte... H o y , por hoy, n o es m á s que un
Museo Pedagógico, secretario.
oficio.» ted anular en el campo cinematográfico?
j>Podrá asociarse a la Comisión, según la
Si a los cinematografistas franceses les I N o será, amigo lector, q u e el viejo
naturaleza de ¡as películas a *;xaminar, toda
hubiesen echado un jarro de agua fría, actor francés haya comprendido que el persona com¡}etente, la cual se presentará
no les hubiera sentado peor q u e esta opi- día que la literatura se compenetre con sin m á s aviso.»
nión de Mr. Gémier. el séptimo arte y a él se dediquen los
Si se tratase de un cualquiera, hubie- buenos escritores podía recibir el teatro
se sido esta opinión tema de algunas un golpe mortal? ESTRENOS DE LA SEMANA
punzadas sangrientas q u e se hubieran Mr. Gémier, al anteponer los pintores
dado al olvido i n m e d i a t a m e n t e ; pero y dilmjantes a los escritores — en lo que £1 águila negra
tratándose del culto actor francés, la al cine se refiere — obra m u y a la ligera,
cosa cambia de aspecto y claman dolidos en verdad, pues tanto los unos como los La muerte repentina de Valentino, coloca
los cinematografistas por el trato despec- otros en sus distintas aptitudes, pueden todas sus producciones en el plano de la
tivo q u e ha dado M r . Gémier al séptimo ser grandes auxiliares del arte m u d o . actualidad. El hombre m á s guapo del
arte. Los unos y los otros tienden al mismo mundo tenía t a n t a s a d m i r a d o r a s en nuestro
país, que a u n a trueque de que los ojos de
Sin embargo, n o ha faltado un va- fin ; sus modos de expresión son dife-
las parisinas se llenen de lágrimas ante la
liente q u e se baya puesto frente al de- rentes, pero tanto los primeros como los belleza para siempre perdida del hombre de
tractor dispuesto a probarle el error en segundos, al realizar obra artística pura moda, el Electric-Palace se decidió a ser el
que vive, al tratar al cinema de oficio, y le prestan adorno al cine y le ayudan a primero en estrenar (¡El águila negra», la
no de arte. Luis Duríeux h a puesto su pcrfeccionai'se, saliéndose de lo rutina- penúltima producción del «favorito de las
pluma al servicio de la cinematografía, rio. Kl cine, a pesar de su adelanto, bal- d a m a s " . No dudo que todos no vienen a ver-
y ataca al culto actor francés con valen- bucefi aún ; es m u y niño, y son los ac- le y admirarle en" este film, que es uno de
tuales los primeros pasos. Creo positiva- los m á s interesantes de su carrera, y uno de
tía juvenil.
mente q u e h a n de llegar días en q u e este los que nos m u e s t r a n toda la medida de su
A las palabras de M r . Gémier, que talento, hábilmente secundado por Vilna
preguntan, el por q u é , en lugar de difícil arte — a pesar de la opinión de
Banky y ' L o u l s e Dresser, pero sí creo que
atraer al cine a los literatos, n o procuran Mr. Gémier — podrá, n o t a r d a n d o ' m u - la curiosidad que h a despertado su prestancia
hacer un hueco a los pintores y dibujan- cho, reclinar su sien en las alcatifas de es tanta, que h a intrigado h a s t a ai elemen-
tes, verdaderos poseedores del sentido de seda que le presten las artes, sus her- to masculino, poco propenso a esta clase de
la armonía del gesto y de la línea. Luís manas mayores. admiraciones que llena la sala del Electric-
Palace.
Durieux le contesta que el verdadero li- 'H\ camino a recorrer es amplio y ex-
terato es también un pintor con tan be- tenso, y está Heno de dificultades que
llo modo de concebir la armonía, el ges- juntos hemos de vencer. L a literatura Los gorriones
to y la línea, pues si bien tienen medios es imprescindible y la pintura especiali-
de expresión, completamente distintos, zada, necesaria : no hay q u e anteponer O t r o de los films estrenados es «Los g o -
no son menos perfectas las descripciones ni a los unos ni a los otros, como hace rriones», en el que la Sala Marivaux nos
que Shakespeare, Moliere, Loti, Baude- Mr, Gémier. L o que se debe de hacer es presenta a la simpatiquísima y excelente a r -
laire y otros hacen del objeto evocado crear la belleza, y para ello sacrificarlo tista Mary Píckford. E s t á esta película llena
en algunos momentos de su obra artísti- todo, si de hacer obra de arte h a de tra- de sugestión, poder emocional y ' belleza
ca, en que no solamente analizan lo ex- s u m a , . a pesar del ambiente negro en el que
tarse. JKAN D E S J A R D I N S
se desarrolla la vida mísera de unos peque-
ños héroes que, al dar su encanto a la pe-
lícula, la acercan a la sencillez de un cuento
de hadas, en el que triunfa la bondad y el
Las p e l í c u l a s i n s t r u c t i v a s ((Esta Comisión reside en e¡ Museo
gógico de París, y la forman :
Peda-
bien que viven en el espíritu exquisito de
En el ((Journal Officielu se publicó hace u n a linda jovencíta que, a u n q u e herida a
" U n Inspector general de Instrucción P ú -
días un decreto del ministro de Instrucción veces por los latigazos del genio del m a l ,
blica, presidente.
Pública, instituyendo u n a Comisión encarga- logra hacerle sucumbir y a b a n d o n a r la pre-
i'El director del Museo Pedagógico. sa que a g a r r o t a b a n sus peludas y repugnan-
da de e x a m i n a r las películas y de proponer
su inscripción en la lista de las cintas cine- " U n delegado dei director de P r i m e r a en- tes m a n o s .
matográficas autorizadas en los estableci- señanza.
L a s decoraciones de esta película causan
mientos escolares. iiUn delegado del director de enseñanza su- verdadera impresión. Arboles con raíces tor-
A continuación copiamos las disposiciones perior. cidas que se hunden en medio del ¡égamo
principales que contiene este decreto, que " U n delegado del director de enseñanza téc- asqueroso ; troncos nudosos que hacen pen-
h o n r a al ministro que lo h a dictado. • nica. sar en los dibujos de Gustavo D o r e . . .

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C R Ó N I C A DE l%ADRID
ese afán tan español de llevar la contraria
Ha muerto el padre to de la Cruz», las vuestras, las de vues-
tras h u m a n a s historias — para triunfar. a todo el mundo — digno de alabanza en esta
ocasión—, desentona de la regla general y,
Sosegaos, porque...
en vez de films norteamericanos, proyecta,
Coincidiendo con la triste noticia del Mas el discurso se concluyó por falta con carácter de solemne reestreno, claro es,
fallecimiento de Alejandro Pérez L u g í n , de oyentes. Misteriosamente se esfuma- obras p u r a m e n t e nacionales, como "Nobleza
vienen a visitarme los hijos de su talento ron los que suponía yo que me escu- baturra!), o aliadíts, como tcBoy» rodada por
literario. chaban. nuestros compatriotas Perojo, O r d u ñ a y San
* * * iJermán en la vecina Francia, con la ayuda
Carmiüa, la dulce galleguita, acompa-
ñada de su marido, el ex estudiante Ge- ¿ Qué significaba aquello ? Sin duda de muy e.x.pertüs técnicos parisienses.
soñé. En efecto ; me había dormido so- Eso es cuanto da de sí el m o m e n t o cine-
rardo Roquer, es la primera que entra en
bre las cuartillas y ante la carta en que maiográlico en su aspecto espectacular. ¿ Q u e
ini despacho. Viste rigurosamente de es poco? Ya lo dijo cierto filosofillo embro-
hito, y en su semblante se asoma el do- se me comunicaba la faltal nueva del fa-
ílecimiento en La Coruña de Alejandro llador; menos es n a d a y menos que nada,
lor. Es tan grande su pena, que ni puede nada ; total n a d a y siempre nada.
liablar : las palabras se le ahogan en la Pérez L u g í n , el eximio escritor madrile-
garganta, entre sollozos. ño — en contra de lo que creía la mayo-
ría de las gentes, que le consideraban
—Vamos, Carmen, no sea usted chi- paisano de la Pardo Bazán y de Valle- Por los escenarios
quilla — la digo para consolarla—; cál- Iiiclán, nació en la villa y corte el 22 de
mese, y píense en que su papá de usted, febrero de 1S70, de donde se trasladó a El clásico carro de la farándula avanza
que fué bueno, honrado y trabajador, Santiago de Compostela para cursar la despacio, pero chirriador. A r m a n d o mucho
tendrá allá arriba, en el cielo, el premio carrera de leyes—, que con su feliz inter- ruido, abrieron sus puertas —- por los visto
que aquí se le negó. vención en la producción peliculera na- se hallan averiados los goznes — al público
Pero Carmen, en vez de serenarse, cional amplió de modo extraordinario la L a t i n a , L a r a , Novedades, Eslava, el Có-
jumpe a llorar con verdadero descon- nuestro horizonte cinético, y nos inculcó mico y la Comedia.
suelo. En el primero, Morano y sus huestes o
este confortador optimismo que hoy dis-
Miro a Gerardo y, aunque en éste la mejor dicho y sus familiares, reprisaron con
frutamos.
bastante éxito el d r a m a de FeÜiie Sassone
emoción es menos explosiva, se ve que
SABELOTODO «Volver a vivir», m i e n t r a s en e! coliseo del
está también apesadumbrado. Sus ojos,
pasadizo de San Ginés la compañía Meliá-
humedecidos por las lágrimas, y los es- Cebrián representaba la comedia extranjera
fuerzos que realiza para fingir tranquili- De cine en cine iiHay que VÍVÍDI. Todo es vivir.
dad, lo atestiguan. Los invariables Loreto y Chicote iniciaron
Sigue un breve silencio, que corta la Quizá cuando estas líneas se publiquen en el Cómico de sus amores una* nueva y bri-
brusca aparición de Barcala, Panduriño, haya inaugurado algún cine la temporada. llanLísima cosecha de aplausos.
Armero, Pitouto, La Maragota, Don Ser- Empero, como no tenemos el don de la adi- Enrique García Alvarez y Joaquín Abatí
vando y demás primordiales personajes vinación, hemos de ceñirnos necesariamente demostraron con «Juanito Mejía» a los asi-
de «La casa de la Troya». Y, como si a la actualidad. Y la actualidad es, por des- duos del feudo de don Tirso Escudero que no
obedeciera a mágica orden, no tarda en gracia, bien sosita. Como que sólo nos pro- está solo en la tierra Muñoz Seca p a r a escri-
presentarse la sevillaua Rocío, agarrada porciona cintas archiconocidas. En el Goya, bir a s t r a c a n a d a s .
por ejemplo, continiia el refrito de las m á s Indescriptibles ovaciones acogieron la pre-
del brazo de Currito de la Cruz. Y poco
tontas películas yanquis ; y en el Arguelles sentación de C a r m e n Díaz en L a r a con la
después : >Sor Mai'ía del Amor Hermoso,
y en el Príncipe Alfonso y en el Ideal y hasta obra de los Quintero uLa Zagala».
Manuela (da Gallega», el P a d r e Alman- en el pueblerino Royalty, donde se exhiben Y (iLas golondrinas» en Novedades obtu-
zor, Manuel Cardona, «Copita», Gazuza a módicos precios los domingos y días fes- vieron inolvidable triunfo, gracias a los
y «Maestro Sarvaó¡>. E n todos se nota tivos, Linicos días de !a semana en que se uasesii de nuestro género lírico Sagi-Barba y
un profundo pesar. celebra función, e t c . . El Cine Madrid, por Casáis.
Después de saludarles les invito a que
pasen a la sala, cosa que hacen m u y gus- ¿!llllllliMIIIIllllllllllllllltlIIIÍIIItllllllllllllllllll11ll1lllllllllllllllllllllllllllllllIlilllllllllllllllllllllMllllllllllllllltill1IIIUIIIIIIIIIIIIIIllllllllllllU
tosos. De pronto, sin que nos diera tiem-
po para sentarnos, exclama Manuel Car-
dona :
—¡ H a muerto el p a d r e ! , el padi'e, sí
— exaltándose por momentos—, nuestro
padre, el que nos sacó de la nada y nos
convirtió en seres vivientes; el que, al
Almacén de vidrios y cristales planos
W
llevar a la pantalla nuestras pobres exis-
tencias, nos enalteció por la habilidad Fábrica de espejos - Marcos y molduras
con que lo efectuó; el que se valió de
nosotros para honrar la cinematografía
española. H a muerto el padre ; el padre,
sí, ¡ nuestro padre !
— E s cierto •— salté y o — ; ha muerto
el padre, vuestro padre, mas no os apu-
V. García Simón
llllllItlItltlIlllirillllllllllllllllllllllllllllllIflIllllllllllllllllliiillllItlIlEllilItlIlllllllIllllllIlllllEIlllEMIIlllllllllllllll
réis, quedáis vosotros. ¿ Y acaso n o es
ésta !a suprema aspiración del artista :
dejar a los hijos de su imaginación en
eterna juventud, mientras él cae bajo la
inexorable g u a d a ñ a ? Alejandro Pérez Vía Layeíana, núm. 13 - Teléfono 3870 A.
L u g í n , vuestro padre, vuestro creador,
lo consiguió plenamente : primero en la
novela, luego en el teatro y, por último,
en el cinematógrafo logró que sus héroes
/ / B ARGEL ONA / /
descuellen y se recuerden, y con la par-
ticularidad de que le bastaron sólo dos
obi'as — (iLa casa de la Troya» y «CIUTÍ-
?iiiiiiiinmiiiiiiiiiiiiiiiiinnmmmiriuiiriiiMuiiiMiiiiiiiiiiiiiiiiiimiiiiuiiiiiiiiiiiiiiiiniiitmmimmMiiiiinimiiimiim^^^^

'"'fv^j^^ijvvjvjvvvvvv'jv'.rjvvvvj'jvvvvvvv'ifli^rm ^ArtAftrtArl/^vvv^^^u^ívvvv^Advvwwv%ft^uvwwwv^Ai
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El retablo de maese Pedro


¿Es M o n t a i g n e e l a u t o r d e
"Hamlet" y "Ótelo"?...
dComccdia», de Pan's, ha publicado nn Montaigne — he pensado frecuentemen-
interesantísimo artículo, que traducimos te que aun los buenos autores se equivo-
para nuestros lectores, y en el que se can cuando se obstinan en achacarnos
renueva el viejo pleito que pesa sobre una contextura S('>lida y constante.
algunas obras de Shakespeare, desig- Pues bien : esta obstinación en acha-
nando a Montaigne como autor de algu- carnos una contextura sólida y constan-
nos dramas de los que han hecho inmor- te, es la tendencia natural de la literatu-
tal al genio de la literatura dramática. ra dramática.
Por exigirlo así la sencillez y la ló-
gica, Esquilo o Sófocles, igual que Mo-
liere y Racine, Alejandro Dumas (hijo),
((Viendo representar ((Hamlet)i al for- lo mismo que Bernardo Shaw, (¡toman
midable actor Ruggero Ruggeri, pensé un aire universal, y siguiendo esta ima-
en aquellas relaciones misteriosas que gen (copio también este juicio de los
entre Shakespeare y Montaigne exis- t(Ensayosii) van ordenando e interpre-
tieron. tando todas las acciones de un perso-
E s m u y cierto que Shakespeare cita naje».
frecuentemente los «Ensayos» o, por me- Por el contrai'io, según Montaigne,
jor decir, la traducción inglesa que FIo- ((flotamos entre opiniones d i s t i n t a s ; no
rio hace de esta obra de Montaigne, pu- queremos nada libremente, nada absolu-
blicada el año 1603, y que es admirable tamente, nada constantemente)). lldfuül líivcllc's, nolalik ¡irUncr ar.lor de la coinpa'üia
por su exactitud y porque respeta las ih-l lüülro BdTcdona
Y prosigue : ((Si me refiero a mí por
más bellas imágenes y la musicalidad
modo diverso, es que de diverso modo cia, dramaturgo. Ahora bien : usted
rítmica del original francés.
me considero. E n mí se dan todas las sabe que nunca han sido hallados sus
Hace m u y poco tiempo, un profesor contradicciones y parezco, en diferentes
americano, M. Coffin Taylor, ha publi- versos. Pero yo he averiguado adonde
momentos ; tímido, insolente, casto, lu- han ido a parar. Cuando líacon, el céle-
cado un índice m u y extenso de las »obli- jurioso, charlatán, taciturno, laborioso,
gacíones» del genial dramaturgo inglés bre canciller, supo que Montaigne, a
cortés, agudo, embrutecido, disgustado, quien consideraba su maestro, había fa-
con el original moralista galo. Son mu- satisfecho, embustero, veraz, sabio, ig-
chas e importantes. Mas a pesar de que llecido, envió a Burdeos a un sobrino
norante, libera], reaccionario, avaro, ge- suyo, con objeto de que luego le infor-
estos eruditos trabajos no dejan lugar a neroso. Todo esto descubro en mí, se-
duda, no se les recuerda en el teatro. Y mara de los últimos momentos de su
g ú n como me miro, Y todo el que se amigo y maestro. La viuda y los here-
es en el teatro donde Montaigne influen- ausculte con atención hallará en su na-
cia a Shakespeare de un modo m á s claro deros de Montaigne, ya porque desde-
tiu-aleza y en el juicio que de sí propio ñaran la poesía, o bien porque temieran
y palpable. haga, esta volubilidad y discordancia)). que las obras teatrales, que juzgaban
* * ¡i: Estas observaciones me acuciaban cosa poco seria, mermase el prestigio de
cuando veía a H a m l e t en Elsíngor, o en Montaigne, cedieron al joven inglés to-
((Vista la natural inestabilidad de el palacio real, o en el camposanto, pre- dos los manuscritos del grande hombre,
nuestras costumbres y opiniones — dice ñado de dudas, vacilante ; hombre débil í[ue estaban en verso. Por esta circuns-
y miserable en algunas ocasiones, en tancia, heredó Bacon' los dramas de ins-
determinados momentos, rey y j u e z ; piración más libre que hasta entonces
enamorado a veces, y a veces loco, y se habían compuesto. Eos dio a conocer
siendo siempre él mismo, en sus perpe- a cierto actor llamado Shakespeare, el
tuas (¡volubilidad y discordancia)). cual los adaptó a la escena. De esto pue-
Y pensaba entonces, que Montaigne y de usted deducir que Shakespeare es, en
Shakespeare son los únicos genios que realidad, Montaigne. Poseo las pruebas.
han visto de modo tan sutil la psicología Iba a pedírselas, cuando una muchacha,
humana y representado así al hombre. estudiante francesa, que nos escuchaba,
exclamó :
* * *
—i Bravo ! ¡ Ya tenemos un inglés
((Cierto día, uno de mis camaradas de menos!
Nueva York, hombre extraño de veras, Me contuve por no desilusionar a la
me dijo en la biblioteca de la Univer- joven. Y he guardado en mí memoria,
sidad ; como un símbolo, esta historieta.))
— ¿ R e c u e r d a usted que Montaigne ha FORTUNATO STROWSKI
declarado que no sólo adoraba la poesía
y sus cultivadores, especialmente a Ron-
sard y Virgilio, sino que él mismo había La muerte de un gran comC'
escrito versos ? ¿ Qué género de poesía diógrafo: Maurice Hennequin
supone usted que cultivó Montaigne ?
A falta de una opinión sobre este p u n - E n o r m e resonancia ha tenido en el m u n -
do entero, la m u e r t e de Maurice H e n n e -
to, guardé silencio. Mi compañero pro-
quin, uno de los autores m á s populares de
siguió : Francia.
—Poesía dramática, seguramente. Mo- Era hijo de Atfred H e n n e q u i n , el viejo
3/nWa Fn-niiíuhr Latlrón de Qvevara, ¡a hermosa ralista y psicólogo, Montaigne hubiera autor dramático, que iui- el primer maesU-o
U i'.xqñxila prímv.m aí-.íriz ÍIC la compañía que adúa querido ser historiador y, en consecuen- de su hijo y bajo cuyo a m p a r o di(3 los pri-
en el teatro llarcelona

^rtlrtrtrtrtrtAíV^Aftn^J^ftArtrt^v^rtnrfvv••vvvvvvv^iV%rti•
4; ^pu3i/0h
meros pasos en el teatro por el que sintiera cuando antes de aparecer el comentario del
una gran vocación y al que ha dedicado su crítico avieso y carcamal, Bernat y D u r a n ,
vida e n t e r a . Nació en Lieja, el año 1863. en su atinada y aguda crítica del «Noticie-
Hizo su primer debut en la escena fran- ro)), había explicado cumplidamente la razón
cesa, con el entremés uUn mariage au tele- de que la ortografía del nombre de Raquel
phonei) después de! cual escribió (iLes va- a¡)arezca modificada en el título del d r a m a .
cances du mari almejí, uvaudevilleu que le Modificación que ni siquiera ha introducido
valió, a m á s de infinidad de aplausos, un in- U n a n u m o , como también señala en su crí-
teresantísimo juicio de la crítica parisién, tica Bernat y D u r a n .
que fué causa de que desde aquel momen- ¿ Q u e d a enterado el pendolista? Pues ade-
to fuese solicitado por e m p r e s a s y compa- lante.
ñías, escribiendo numerosísimas obras, m u -
chas de ellas en colaboración.
Colaboradores suyos, fueron ; Albin Va!e-
bréí^ue, Georges Duval, Antony Mars, Serge
Basset, Georfíes Feydeau, Barré, Bisson, Se advierte en «Rhaqueln, que a su exi-
Micheil y t'iltimamente Paul Rilhaud y Fie- mio autor le falta OJ dominio de la técnica
rre Weber. teatral, !o que resta intensidad a los m o m e n -
tos dramáticos de la obra, algunos bellísi.
Los actos de las obras que deja, casi todas
mos ; por ejemplo : el del final del acto se-
de tres actos, pasan de 300, estando la ma-
gundo.
yoría de ellos construidos con una habilidad
excepcional, lo que no tiene nada de parti- Este desconocimiento de! juego escénico
cular si consideramos que Maurice Henne- es, sin e m b a r g o , tan explicable y natural en
quin era un teatralizador formidable. U n a m u n o , como en cualquier otro novel.
Porque el maestro de otros géneros litera-
F u é presidente de la Sociedad de Autores
rios : el Ensayo, la Crítica y hasta la Nove-
Dramáticos y miembro de la l e g i ó n de H o -
la, es novel como comedlógraio. De ahí que
nor, y ha m u e r t o de resultas de u n a opera-
se me figura excesivo el rigor y dureza con
ción, a los sesenta y tres años de edad. ií[ maextro Jacinto GiteTrcro, muchns de anjas que lo han tratado la mayoría de los críticos
P a r a e s t r e n a r su primera obra «Vacances i'oDipi-íiciojjí'B se han hecho populares en toda España de teatro, tan blandos y miedosos, por lo re-
du mariageii, se valió del nombre de su gular, cuando hunden el escalpelo en la obra
padre, al que achacó la producción, diciendo del teatro Barcelona, y lo sabe porque yo se de los autores consagrados y maduros.
habíala encontrado, al morir éste, entre sus lo he dicho r o t u n d a m e n t e . ¿Verdad, señor
papeles. Albin Valebrégue, su colaborador y En lo que no podía fallar U n a m u n o , es en
Serrano? Pues si lo sabe, ¿por qué intenta la fuerza de! diálogo, que t r a n s p a r e n t a níti-
amigo, fué el que le aconsejó este truco, que poner en entredicho mi seriedad?
salió a ias mil maravillas, estrenándose in- damente las ideas y en el trazado psicológico
Debo m u c h a s atenciones a la Empresa del de los personajes. «Rhaqucl», la mujer que
m e d i a t a m e n t e en (tMenus Plaisirsn, teatro Barcelona y la última la gentileza de quiere a todo trance ser elevada a la máxima
Nos unimos al sentimiento de la Sociedad cambiarme las fechas del contrato para poder categoría que puede alcanzar la hembra : la
de Autores dramáticos del país vecino, por combinar mi temporada de Madrid con la de de m a d r e , y ((Siniómi, el avaro, son dos ca-
la irreparable pérdida de un tan magnífico Barcelona, que tanto nos enorgullece, y sería racteres de admirable estructura.
elemento del teatro francés. un miserable si correspondiese a esa genti- Me explico que le hayan parecido " m u ñ e -
leza con u n a ingratitud. cos rellenos de (íserrfn)> al pendolista de m a -
T a l vez vaya esta rectificación un poco
V a l e r i a n o León« rectifica cruda ; será hija de mi trato con los catala-
rras, toda vez que U n a m u n o ha dotado a sus
personajes de pensamiento y de sentimiento,
nes, que tanto nos consideran. Así se me cosas ajenas a ciertos críticos.
Valeriano León, el conocido actor que estííi
habrá pegado por simpatía su simpática fran- Enrique de Rosas creó el tipo del usurero
actuando con éxito en el teatro del Centro de
queza, señor Serrano. ((Simón» de un modo notabilísimo. N o exis-
Madrid, en compañía de Aurora Redondo,
H a s t a nuestra próxima visita os saluda ten en el teatro español m u c h a s creaciones
ha enviado a la prensa diaria de nuestra ciu-
vuestro agradecido, Valeriano León. tan definitivas y bien logradas como esta.
dad u n a rectificación a las palabras lanzadas
por don Mariano Serrano, en un banquete a Madrid, septiembre de 1926, Matilde Rivera, dio al de ((Rhaque!» la
la prensa, a propósito de la futura actuación emotividad, In emoción y la gracia que tiene
de la compañía de Valeriano León, en el tea- el personaje, animándolo con su prodigioso
tro Barcelona. .; Con el drama "Rhaquel", de y seguro talento artístico.
Dice a s í : Estos dos ilustres artistas argentinos lo-
((Ya sabe don Mariano Serrano que yo no
don Miguel de Unamuno^ se graron un triunfo definitivo y justo.
puedo actuar en Barcelona en- otro teatro presenta en el Tívoli la
que no sea el de la E m p r e s a Gregori-Roca, ."•• ' •'•'••" MATEO SANTOS
compañía Rivera - De Rosas
El Tívoli, que era ya uno de nuestros pri-
meros teatros, h a sufrido u n a transforma-
ción. Al achicar su platea, para construir un
saloncillo o foyer para las d a m a s , le han
dado un nuevo aspecto m á s elegante y co-
quetón que el antiguo.
A la compañía Rivera-De R o s a s le ha ca-
bido el honor de un doble estreno : el del Tí-
voli, remozado, y el del d r a m a de don Mi-
guel de U n a m u n o . Pero antes de continuar,
precisa decir algo a propósito del título de
la obra.
H a escrito un crítico, con intención que
pretende ser irónica y q u e , en todo caso, no
pasa de ser mal intencionada, que el señor
U n a m u n o sabrá por qué ha endilgado esa
hache a! nombre bíblico de Raquel. Suponer
ahora que un hombre de cultura tan vasta X
y sólida como la de U n a m u n o , puede desco-
nocer cosa tan simple que no escapa ni al*
conocimiento de ese crítico, ya es g a n a de
amolar y de enseñar la oreja. Sobre todo,

Malildc Rivera, la estiipv-nda iic.tñz, Q'ie obtuvo


un rnltintlo éí-ito en el diania do Unamuno «Rhaqueh
Lea V. Popular Film I'hmqne de liosas, el gran comedUinIc argentino
¡tur acaba di", aduar en el teatro Tívoli

5
%iVVWVVVSArtflrtnJWJW-PVVUVV%AAíVPUVVV%rtrt^

Crisantemos
Cetra y música de
O. Slanos y £. ^ugo

FOX.

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Con objeto de que nuestros lectores encuentren en la página musical las


más bellas composiciones de la temporada, hemos procurado contar
con los más interesantes maestros de la canción y el baile, los cuales
nos han prometido la exclusiva de sus más originales producciones.

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F R E N T E A L Él
Gráficos de
DICK, El GUARDIA MARINA ff
una de las grandes películas que pre-
sentará en la actual temporada la
Metro Goldwyn,

Esta película, dé la que


es iniérpreie el simpá-
tico actor Ramón Na-
i! varro, está basada en
la vida de los cadetes
de marina. El gobier-
no norteamericano ha
dado facilidades para
la impresión de este
film hecho en la Es-
cuela Naval de Anna-
polis, prestando ade-
más varias unidades
de su poderosa flota
de guerra.

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8
I^JiN T A L L A

De Izquierdo a derecho y de alto obojo: 1, Lo mor verdoderemcnte filmado, menos la porle Infírlor, ics-
LOS GRANDES TRUCOS DEL CINE guordoda por un cuerpo opaco. II y III. La parle olla esté cnire Ionio reservado paro que permita la Impre-
sión trucada. despuÉí de realizado este pasaje. IV. Los dos inmensos depósitos son invisibles en el film
El del paso del mar Rejo en la película "LOS DIEZ MQNDAMIENTOS" meiced al cuerpo opoco que impide la impresión. V. Abriendo las compuertas se obtiene el VL
Los aguiís se precipitan, pero como según la biblia, las aguas del mar se scpoian pars dar paso o los
hebreos, se desenrolla la película en sentido Inverso y el agua, al controrio de lo que ocurre, parece ser orarse.
Se trata ahora de mostrar cómo los hebreos atraviesan el mar Rojo a pie seco. De liquierda a derecha y de alto abajo: Vil. Se ha construido oiro dispositivo consistcnle en dos
murallas de molerla gelatinoso o las cuales lo luí elÉcIrlco da, por Iransporencle, redi jos acuosos. Vlil. Se aplica ai objetivo un doble cuerpo opaco que permite obtener lo Imagen
trucada. IX. Una vez el film nst Impresionado, se quHa el cuerpo opaco. X. Mlcniíos la carovonn poso por una pista oritíiciol de areno. El efecto final es el del... XI. Cuando los hebreos
desfilan se desenrolla la película como en el VI, y se ios ve a las aguas como cierran el paso, volviendo a su primitivo lugar iXli).

MASCARILLAS DEL FILM luego, más tarde, la lactancia, exigen un


completo abandono de las «galerías» para
dedicarlos al cuidado de esos angelitos
Agnes Ayres que encarnan, al llegar a este maltrazado
manicomio que llamamos Tierra, todos
Agnes Ayres es ima bellísima mujer, los ideales que se prendieron en nues-
plena de gracia y simpatía; posee míos tras almas al amparo de nuestra imagi-
ojos capaces de dar envidia al lucero del nación calenturienta.
alba, y una boca donde la grana hizo La bellísima «estrella» de la Paramount
nido en que albergar la más fina sonrisa no quiso tener en cuenta estas futesas y
que imaginar se puede ; toda ella encanta vive encantada con lo que ella llama (ire-
y atrae. Su elegancia es proverbial, y, sin galo del cielo», y cuida como si efectiva-
embargo, apenas nadie conoce su mejor mente fuese un don de la divinidad.
virtud, su tesoro mayor. En todos los momentos está pendiente
Agnes Ayres es madre de una preciosa de su nena y bien puede decirse que no
niña, en la que se mira y a la que dedica vive más que para su cuidado. KUa mis-
sus principales aptitudes. ma se encarga de su alimento, conforme
_ Rarísimo es hallar entre las artistas de a las in.strucciones del más famoso espe-
cine algima que acepte el sacrificio de la cialista de Los Angeles, que todas las
niaternidad, que lleva aparejados mil sin- semanas examiim a la hija y a la madr.e,
sabores, pérdidas de aptitudes y días sin temerosa siempre de no encontrarse en
cuento en los que se han de perder suel- las condiciones que la higiene señala y
dos y más sueldos, porque el embarazo y Agnes Ayres
exige para tan interesante efecto. Ella

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misma también pesa a su hijita antes y diar su propio trabajo, observando las faltas y que será reproducido con g r a n cuidado y
después de cada colación para darse cuen- y defectos que le hacen imperfecto, p a r a , u n a exactitud h a s t a en sus menores detalles.
vez conocidas las causas que desmerecen su Esta escena del casino será u n a de las
ta de la leche ingerida, que nunca excede
labor, evitarlas, mejorando su modo de obrar m á s importantes de la película y aparecerán
de siete onzas en cada tanda. y de realizar, lo cual contribuiría a perfec- en ella los principales intérpretes de la mis-
Su esposo no está menos satisfecho con cionar constantemente su trabajo, llegando m a : Blanche Sweet, Neíl H a m i l t o n , Earle
el angelito, en el que tiene cifradas todas a producir la verdadera obra artística. Williams, Arthur C a r e w e y Arlette Marcha!.
sus esperanzas más caras, y al que adora En el estudio es dificilísimo que el actor se
a pesar de que le ha robado el corazón de dé cuenta e.xacta de la labor que realiza, a Una broma sangrienta de
Agnes que antes le pertenecía por entero. causa del ruido, de la música y de las mil y
Ambos esposos cuentan, él aún tem- u n a distracciones que viven en el ambiente, Marc Bujard
bloroso y ella llorosa, el primer accidente En la sala de proyección, el actor puede se-
guir sus obras m á s a t e n t a m e n t e y notar sus El operador Marc Bujard, es un mucha-
que puso en peligro la vida de la niña. errores ; puede, si así lo desea, hacer pasar cho gracioso y de m u c h a inventiva, que hace
Una gota de leche se le fué al aparato una escena en la pantalla, varías veces, para la alegría de las «troupes» en que actúa, pues
respiratorio, poniendo a la nena en peli- darse exacta cuenta de las faltas cometidas y constantemente está imaginando alguna
gro de congestión, de la que, el carino de e n s a y a r a corregirlas en lo porvenir. broma, con la que entretener k sus compa-
los padres, no creía que llegase a salir. ñeros de trabajo.
C o m e n t a J a c k Muihall que es muy triste
Pola Negri es la madrina de la nena, a U n día muy caluroso, su colega M u n d w i -
que la mayoría de los artistas de cine asistan
!ler, rendido después de u n a noche de acti-
la que no deja de visitar todas las sema- a la sala de proyección m á s que a estudiar su
vidad, se había dormido en un rincón del es-
nas, siempre portadora del consiguiente labor con un poco de sentido crítico, a darse
tudio. Al despertarse, oyó como el primer
regalito. cuenta de la faena realizada durante el día.
maquinista le preguntaba dónde y cómo se
• ,Como veréis, lectores, bajo la protec- En el film que actualmente realiza tiEl había herido.
bailarín de charlestóni), demuestra este joven
ción de tan simpática madrina y al am- — ¿ H e r i d o y o ? — inquiere, asustado,
arti?ta sus opiniones, llegando a la casi per-
paro protector de su cariñosa mamá, los fecfa realización de su papel. Le a c o m p a ñ a n Mundwiller, contemplándose en un espejo
destinos de la niña habrán de ser dorados, en esta película dirigida por Alfred Santell, en e! que ve con terror cómo la sangre de
pues seguro es que tanto una como otra la simpática y bellísima vedette Mile. Mac- u n a herida enorme corre por su semblante.
procurarán evitar de su camino todo lo kaill y el niño WiHiain Collier, que no cuen- Al pasar la m a n o por la herida, descubre
espinoso y abrupto hasta convertirle en ta m á s que cuatro años de edad. con alegría que la sangre no e m a n a b a de su
cabeza. H a b í a sido u n a b r o m a de Bujard, el
senda de rosas, que la nena pagará flore-
cual, aprovechándose de su sueño, le había
ciendo en nardos que recuerden y sean A G a s t ó n M o d o t le h a n pintado la frente con hemoglobina, producto
muestra de los que triunfan en los bellí- con el que se simula en los estudios la san-
simos rostros de su madre y de su ma- reproducido en tatuaje el gre de las heridas.
drina. retrato de Raquel Meller
Mientras se filmaba nCarmen», Gastón
En la playa de Biarríiz, Líly
La sala de p r o y e c c i o n e s ^ Modot, que interpreta en la película el papel Damíta hace cultura física
escuela de cinematografía de marido de C a r m e n (el Tuerto), tuvo que
L a encantadora Lily D a m í t a , intérprete
sufrir la operación del t a t u a j e .
Son niLirlios los que aseguran que faltan C u a n d o el tatuaje estuvo terminado, de " L a poupée de París», que veranea ac-
verdaderas escuelas de e n t r e n a m i e n t o para Modot se paseó triunfalmente por el estudio tualmente en Biarritz, ha pensado que el m o -
los jóvenes que llegan al séptimo arte, faltos p a r a que sus compañeros admirasen el deli- mento es propicio para hacer un poco de
de !a aptitud necesaria para la realización de rado trabajo. cultura física, y cada m a ñ a n a , en la playa,
u n a labor artística segura y digna del desen- En este tatuaje, muy curioso por cierto, se se de{lica a realizar ejercicios que le envidian
volvimiento actual del cinematógrafo. ha reproducido perfectamente el retrato que por ía flexibilidad de su cuerpo todas las d a n -
Jack Mulliall, uno de los m á s interesan- Modot hizo a nuestra famosa compatriota zarinas del m u n d o .
tes actores de la First National, que realiza Raquel Meller, y que estuvo expuesto en e!
en la actualidad KEI bailarín de charlestón)) Salón del Cinema, organizado por el Cine- Un telegrama que cuesta
en los estudios que la compañía posee en Club de Francia.
New York, cree, a propósito de las escuelas 12,000 francos
de cine, que no e.xiste mejor escuela p a r a los
artistas principiantes que la m i s m a sata de Adaptación cinematográfica Hace poco se presentó un apuesto joven en
una oficina postal de Londres entregando en
proyección, esa saÜta obscura en la que, día
por día, los directores de las grandes m a r c a s
de "El espía", de Sardou la ventanilla un telegrama con destino a Amé-
rica, que presentaba dos particularidades que
de Hollywood, observan los menores deta- L a P a r a m o u n t realiza actualmente, bajo llamaban la atención a simple vista. L a pri-
lles de lo real¡;íado d u r a n t e el día. el título inglés Diplomacy, la adaptación ci- m e r a e r a que costaba 12,000 francos, y la se-
Dice J a c k Muihall, que si los artistas de nematográfica de la célebre obra de teatro gunda que relataba una historia de u n a in-
cine quisieran frecuentar la sala de proyec- i(El espíai», de Victoriano Sardou. verosimilitud exagerada.
ciones, su aptitud mejoraría en una medida En esta película aparecerá el casino de Con un pretexto cualquiera, el empleado
que sobrepasaría todas sus esperanzas, pues Deauville, que fué especialmente visitado y de telégrafos sometió el extraño despacho a
es en este lugar donde el a r t i s t a puede estu- estudiado por el director artístico de la cinta su superior jerárquico, el cual supuso que el
remitente de semejante barbaridad debía de
ser un desequilibrado ; m a s como no era po-
sible oponerse al envío de tan singular tele-
g r a m a , expuso al remitente a l g u n a s opinio-

MARAVILLOSO nes sobre lo que pretendía t r a n s m i t i r por te-


légrafo.
P o r las palabras un poco obscuras del em-
pleado y de su jefe, comprendió el joven que
Y PRODIGIOSO INVENTO le t o m a b a n por loco, lo que dio l u g a r a que
les hiciera las declaraciones s i g u i e n t e s :
—Soy hijo del célebre productor Cari
LOS CABELLOS BLANCOS Jomarán su primitivo color natural A LOS OCHO DÍAS L a e m m l e , que en la actualidad está en Lon-
de usar el INSUSTITUIBLE ACEITE VEGETAL MEXICANO, PREMIADO GRAN PRIX, dres conmigo, y como m a ñ a n a en California
CRUCES Y MEDALLAS. No mancha absolutamente nada y por esto se usa con las mismas se debe comenzar a impresionar u n a película
para la cual yo he compuesto el a r g u m e n t o ,
manos, como cualquier BRILLANTINA. El uso de este ACREDITADÍSIMO articulo no es
debo de estar presente para dar los illtimos
para teñir los cabellos de tal o cual color: es únicamente para devolver a los CABELLOS toques al escenario definitivo y para asistir a
BLANCOS su primitivo COLOR NATURAL, CON TODA GARANTÍA, hayan sido éstos las p r i m e r a s vueltas de la manivela. P e r o
RUBIOS, CASTAÑOS O NEGROS, sin que nadie pueda nj imaginarse que estén teñidos. como mi padre se encuentra muy delicado y
Se garantiza también que no se caen los cabellos con su uso Concesionario; E. 5ARRA. debe hacer c a m a para sufrir u n a interven-
Se vende en todas las perfumerías de España. Precio, 6 y 10 pesetas. Con uno de los de ción quirúrgica, no puedo abandonarle ni un
a 10 pesetas hay cantidad suficiente para un año de uso. m o m e n t o , y es por eso por lo que, no que-
riendo tener paralizadas a mis gentes, envío
mi a r g u m e n t o por telégrafo.

v^Añ^vw.^rtrt¿vvvvu^rtfl/vvvwvvvw^flirt.%^J^JVvvv^
10
'^''^'^Art^Jvvv^Arupwvvv^AftrtArtli^^AAA^Aív^fl^^

'El jugador d e ajedrez' ECOS DE BARCELONA

R a y m o n d Bernard está dando los últimos


toques a su compañía, pues a b a n d o n a l a s e s -
POPULAR FILM se adhiere a ese homenaje
tudios de la G a u m o n t para dirigirse a Polo-
nía : dentro de unos días el director de esce- E n el n ú m e r o de «El Diluvio», apare- matografía», a la película española, en
na de " E l j u g a d o r de ajedrez» saldrá de P a - cido el viernes ú l t i m o , día 10 del actual, su doble aspecto industrial y artístico,
rís con rumbo a Varsovia. n u e s t r o querido compañero en la P r e n - lo revela. Así se c o n t r i b u y e a fomentar
Con el beneplácito del Mariscal Pilsudski, sa, el periodista cinematográfico Damián el progreso del film nacional, t a n nece-
R a y m o n d Bernard filmará los sitios de P o - Molino, lanzaba la idea de t r i b u t a r un sitado de aixjyo moral y económico, pre-
lonia, las escenas de batalla sobre los lugares cisamente p o r q u e está dando sus p r i m e -
homenaje íntimo a o t r o caraarada : el
mismos en que se luchó en pro de la inde- ros pasos y p o r q u e es «menor de edad»,
señor F r e i x e s .
pendencia. P a s a r á n ante n u e s t r a vista, u n a
L a idea nos parece tan excelente, y como dice m u y bien y con frase gráfica
vez realizada la película, los campos heroicos
ese homenaje t a n justo, que desde este el amigo Molino.
donde el ejército polonés se cubrió de gloria
a pesar de las fuerzas rusas que les a b r u m a - m o m e n t o nos adherimos a ella con en- Y no sólo hay que ofrecerle al señor
ban con el número. tusiasmo. F r e i x e s esa cena í n t i m a , sino que es
El Marisca! Pilsudskt h a autorizado al ejér- ¿ Q u é ha hecho el señor F r e i x e s p a r a preciso apoyar de u n a m a n e r a decidida
cito de su nación p a r a que preste su concurso merecer ese ágape cordial q u e propone su c a m p a ñ a en p r o de la cinematografía
en la realización de e s t a s i m p o r t a n t e s t o m a D a m i á n Molino ? P o r si esta p r e g u n t a s e española, q u e n o p u e d e perjudicar e n
de vistas. n a d a a la e x t r a n j e r a , toda vez que, den-
la formula a l g u n o que desconozca la la-
b o r del b r i l l a n t e periodista al cual p e n - t r o del m i s m o arte, h a n de presentar as-
samos sus compañeros rendirle el h o n o r pectos diferentes, como acontece en las
Filmando "El judio errante' q u e merece, vamos a decirlo. d e m á s manifestaciones artísticas y e n
El señor F r e i x e s es un bravo paladín las literarias.
El director de u n a de las p r i m e r a s m a r c a s de la cinematografía nacional, además P u e d e , pues, c o n t a r con P O P U L A R
de automóviles francesa atravesaba hace al- de un periodista c u l t o y de un crítico Fii,M D a m i á n Molino, en la forma q u e
gún tiempo el bosque de Senonches condu- de cine p o n d e r a d o . crea m á s c o n v e n i e n t e p a r a la realización
ciendo por s( m i s m o un magnífico 40 H P , en de ese simpático homenaje.
Su gesto de dedicar un n ú m e r o e x -
el que se dirigía a P a r í s . Al llegar a u n a
traordinario de la revista «Arte y Cine-
encrucjiada, cuál no sería su sorpresa a! en-
contrarse súbitamente en presencia de u n
pelotón de h ú s a r e s con uniforme extranjero -iiitiimiii-
que i n t e r r u m p í a n el tránsito, cuyo oficial le
latinas, se h a formado u n a importante" So-
ordenó, con duro gesto, q u e detuviera su Programa Selecciones ciedad que, con el nombre de ¡(Federación
automóvil i n m e d i a t a m e n t e . Se disponía M. C .
a e n t e r a r s e de los motivos por los que aque-
Capitolio Cinematográfica L a t i n a » , comenzará su a c -
lla gente interrumpía la libre circulación, tuación ofreciéndonos irLos a m o r e s de u n
L a s e m a n a p a s a d a se reprisaron en los sa- héroe» y <(La princesa e n a m o r a d a » , a m b a s
cuando vio pasar a toda velocidad un coche
lones K u r s a a l y C a t a l u ñ a las magníficas pe- editadas por la m a n u f a c t u r a ((Etablissements
con dos h o m b r e s y u n a mujer, al m i s m o
lículas dei p r o g r a m a Selecciones Capitolio, L, Aubertí), uno de los m á s valiosos elemen-
tiempo que u n a voz que nada tenía de h u -
(iDe mujer a mujer», por Betty Compson, tos de la Federación. Se h a encargado de la
mano — i oh, sorpresas del m e g á f o n o ! —
((La perfecta coqueta», por Colleen Moore, dirección de esta nueva empresa el culto ci-
h u r g a b a sus oídos diciendo :
(iBoy» y ((La mujer que supo resistir», por la nematografista don Lorenzo Bou Bonaplata.
— « ¡ N o c o r r á i s ; quedaos donde estéis. Yo
malograda Bárbara L a Marr. Se cree, pues, el a d m i n i s t r a d o r de l a n u e v a
me excusaré en un m o m e n t o !
Sociedad, así lo h a dejado traslucir, que el
U n o s instantes después saltaban al camino
con la bocina de órdenes (megáfono) el direc- María Jacobini se p r e p a r a a día de la p r i m e r a prueba de s u s películas,
que se realizará en uno de los m á s intere-
tor de los Etablissements L . Aubert, m o n -
sieur R e n e Heroil, el cual se excusó ante
venir a España santes salones de Barcelona, tendrá honores
de verdadera solemnidad.
M. C , diciéndole que su súbita presencia AUría Jacobini, la genial intérprete de ((El
había impedido la filmación di u n a de las trasatlántico», efectuará u n viaje d e recreo
escenas de '(El judío errante)), film que rea- por E s p a ñ a , y coincidirá en nuestra ciudad
liza para Etablissements L . Aubert, y q u e ,
no tardando m u c h o , conoceremos en E s p a ñ a .
con el estreno de su colosal producción. Lo q u e p r e p a r a la Universal
Sabemos que la ¡ivedette» italiana está
e n c a n t a d a con la idea de tal viaje, y e s t a m o s p a r a la t e m p o r a d a 1 9 2 6 - 2 7
sieguros de que nuestro público s a b r á tribu-
Mary Briand vuelve a formar tar a la bellísima María jacobini el h o m e -
E n t r e las obras que nos prepara ia U n i -
naje que merece s u larga labor artística e n
parte d e la P a r a m o u n t pro del arte m u d o .
versal se cuentan como superproducciones,
las cuatro películas s i g u i e n t e s : (¡El sol de
media noche», por L a u r a L a P l a n t e y P a t
Los productores asociados de la P a r a - La Federación Cinematográ- O'Malley ; K E I grito de batalla», por H o o t
moLMit, B. P . Schulbcrg y H é c í o r T r u m b u l l , Gibson y Dustin F a r n u m ; nAmor filial», p o r
han contratado n u e v a m e n t e a la lindísima
ñca Latina Rudolf SchildUraut y George Lewis, y «La
Mary Briand para que impresione p a r a la P a - Con objeto de darnos a conocer las super- mujer de los gansos», por Louise Dresser,
r a m o u n t u n a serie de películas cuyos títulos producciones eurof)eas, y especialmente las J a c k Pickford y Constance Benet,
aún no se conocen. Recordamos, a propósito
de esto, que la bellísima m u ñ e c a q u e hoy
^iiiiiiHiiiiiiiiiiiitiiiiiiiiiiiiiiiiilmuiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiim^^^^^^^
forma en las huestes de la P a r a m o u n t realizó
2n iiBello gesto» su ú l t i m a producción.

Evolución de la Seleccine, S, A, =
C A R T E L E S DE C I N E
^ MANUFACTURA GENERAL DE IMPRESOS - LITOGRAFÍA ^
Esta importante entidad cinematográfica
REPRODUCCIONES DE Teléfono PAPELDECARTAS-TAR- =
ha centralizado en Barcelona su casa princí-
ARTE - C A T Á L O G O S JETAS Y DEMÁS TRA- 1
[Jal, que radicaba en Bilbao, y en breve t r a s - n." 674 G.
ladará sus oficinas a m á s amplio local. CROMOS - FACTURAS BAJOS COMERCIALES |
P r e p a r a u n a gran labor para la temporada
próxima a i n a u g u r a r s e , en la cual p r e s e n t a r á
'•'s g r a n d e s producciones P a r a m o u n t , con
cuya editorial h a concertado u n a estrecha in-
R. FOLCH Villarroel, 223-París, 130
BA RCE LONA
|
i
teligencia. Tíiiiiiiiiitiiiiiiiiiiiiiniiiiiiitiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiimiiiiiiiiiiiiiiiiiiiih^^ s ^

éwiiíS^Mn 11
g^gJW^

LA ODÜ^ EN EL CINE
La nueva lanzada por las ''estrellas ef
de la Mctro-Goldwyn-Mayer, luciendo
L a s «estrellas» americanas non tienen
ya harto acostumbradas a sus extrava-
gancias y -fantasías, y no podemos asom-
americanas eu sus bien torneadas piernas esos atri-
l>utos de la moda.
brarnos excesivamente porque bayau Esta, jugadora de icnnis, lleva en la
lanzado una nueva moda, más atrevida, y espiritual, toda vez que cada atri- liga, como broche, dos
acaso, que las anteriores. minúsculas r a q u e t a s
buto simboliza una afición o un
entrelazadas. Esotra
H a y que reconocer, sin embargo, que deseo.
aficionada a la música,
en América no triunfa lo audaz y prác- Desde hace algún tiempo, es de
se adorna con los acce-
tico exclusivamente. Existe íanil)ién una buen tono entre las artistas de allen-
sorios de un jazz-hand:
g:ran devoción por todo lo artístico y be- de el Atlántico, poner a las ligas, a piano, violín y corne-
llamente inútil. Los que aseguran que modo de broche, capric)iosos atri- tín. Otra aún, para
América, de Norte a Sur, es un pueblo )Utos de oro o plata. conjurar la mala suer-
materialista, sin inquietudes espirituales, E n los gráficos que ilustran esta te, luce un trébol
sin una orientación ni una preocuijación páginfi, puede verse a va- de c\iatro hojas.
estética, es q u e la desconocen. rias preciosas muchachas
De un país que ha impulsado como nin- Algunas artis-
g:íin otro el desarrollo de la cinematogra- tas del cine, lle-
fía, no se puede hablar en ese tono des- gan más lejos to-
pectivo sin proceder con manifiesta in- d a v í a en e s t a
justicia. Porque no ha cuidado sólo Nor- moda audaz, y en
teamérica de crear con el cine una de las vez de los simbó-
industrias más formidables, sino licos broches en
que ha depurado y mejorado el la liga, se hacen
cine en un sentido artístico. Y ps-^rf pituar sobre la
tersa piel de la pierna,
esto es lo admirable de este país dos flores, dos maripo-
y lo que contribuye a colocarlo sas u otro emblema
a la cabeza de las naciones del cualquiera, según sus
m u n d o entero : que sabe sacar gustos o sus deseos.
proveclio del arte, que lia sabi- Ved, por ejemplo, ese
do crear la industria del arte, corazón rutilante, pin-
lo cual no va en menoscabo de tado en el centro de la
éste, toda vez que al hacerlo lu- rodilla, y que significa
crativo, mejora la condición de que la lindísima ((ve-
los artistas, que en otros países dette» a quien corres-
son, económicamente, unos po- ponden tan maravillo-
bres diablos, la última palabra sas piernas, desea ca-
del credo social. sarse lo m á s pronto po-
E s o de creer q u e al artista le sible.
basta con serlo para vivir con
decoro, es uno de los mayores Naturalmente, esta
disparates en que cree aún Eu-. originalísima modií,
ropa, principalmente, los pue- exige a las encantado-
blos latinos. N o , el artista es un ras artistas america-
hombre como los demás, y , p o r nas, llevar la falda cu-
serlo, tiene idénti- ,,' j , briendo apenas la ro-
dilla.
cas n e c e s i d a d e s y
obligaciones que los ¿ Os atreveréis vos-
demás. vSi el hombre otras a seguir esta mo-
de negocios convier- da, queridas lectoras ?
te el arte en ima in- M i S S Gl,ADY,S
dustria, el hombre
artista mejora eco-
nómica y socialmen-
te, puesto que su
CONSULTORIO FEMEI^INO -I
arte no es ya sólo ll
una expresión de lo Lirio áe la Noche. — L a redacción de su
bello, sino una in- perfumada misiva me revela que es usted
u n a m u c h a c h a culta, de exquisita sensibili-
dustria lucrativa que
dad ; pero de carácter poco firme y harto im-
lo beneficia. presionable.
Y esto es lo que Debe usted alejar a ese hombre y basta
ha realizado Norte- con que se lo proponga de veras. Ciertos
américa por lo que amores tienen u n a m á s c a r a romántica y sen-
al séptimo arte se No cabe duda de timental que los embellece, pero tras esa
m á s c a r a ocultan su verdadera faz, que no
refiere, y ello no que esia extrava- concuerda con el concepto romántico que ex-
puede ser más plausible. jjresn la m á s c a r a .
gante moda iiene muchos
Que las nestrellas» americanas de cine Mi consejo es que al hombre que le hable
tienen, como las de cualquier otro país, atractivos cuando ¡a adop- a usted de amor tan apasionadamente, le
un depurado guato artístico, lo demues- tan muchachas tan ¡indas y simpáticas proponga que la acompañe a la vicaría. Y
tra esta misma moda en la que se juntan observe la cara que pone entonces.
lo raro y extravagante, con lo decorativo como las que ilustran esta página. M i s s GLADYS

vvwv;ffliV^ftftft/v^rtArtí^rtrt/v^^lV^^^;^^vv^rtAíVwv^^'
12 iptua/ifUtR
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Museo fotográfico de POPULAR FILM

ARRIET HAMMOND
co-'Siar de Ramón Novarro en "Díck, el guardia, marina'', película con la que
abrirá sus puertas el CAPÍTOL CINEMA
í
vvv^AftrtAftjVV^ft^^iW/^i^vvvv^Ai%P•^^^/w^lV^^

E L H E L E
Hablar de la novela o de su adaptación es-
REPOSICIONES Y ESTRENOS Victoria: "Ya es mucho cénica, debiera ser el objeto de estas líneas

Teatro Barcelona: capitán" nacidas al volar de la pluma ; pero para juz-


garlas, no hace falta ir señalando l a g u n a s o
<(Va es m u c h o capitán», es u n a zarzuelita
"El bandido de la sierra" sin pretensiones que Pussinet y el maestro
defectos que, si existen, no he tratado de per-
cibirlos por tener todo mi interés en el tipo
Fernández Ardavín es un poeta — negarlo Parera esu"enaron en el Victoria y de la cual central de la obra. ¡Alejandro G ó m e z ! ¿ Q u é
fuera un crimen de lesa métrica — y su obra se hicieron repetir algunos números. imjjorta la mejor o peor realización escénica,
idil bandido de la sierraj> será aplaudida por La música, j u g u e t o n a y fácil, se ajusta a ni la perfecta o imperfecta forma literaria en
lodos nuestros públicos, porque el gusto lírico las situaciones que el libro prepara : tanto !a que exponen sus pensamientos los personajes
de nuestro siglo está limitado por moldes de una como el otro fueron aplaudidísimas por que dan vida a la farsa? L a grandeza espiri-
leducidíi selección, el res]jetable. tual del (diombreii que sirve de tipo central
iNo t r a t a m o s de hacer crítica de la obra : KI a la obra de U n a m u n o tiene fuerza suficiente
Ltía de • su estreno, según costumbre, sería Eldorado: "Bromes i veres" para atenazarnos a su perfección, impidién-
i¡ juzgada por los críticos al uso y al abuso, y Con este título h a estrenado la compañía donos percibir ios mínimos detalles.
' éstos dirían su última palabra, que respeto y Vila-Davf una comedia de Crehuet, en la qup T a n poco acostumbrados estamos a ver
no acalü a pesar de que nunca fui iconoclas- el autor — ¡ un e n a m o r a d o del trabajo ! ^ pasar por e! teatro verdaderos caracteres, que
ta — j a m á s pondría mis pecadoras m a n o s canta esta condición acompañándose con al tropezamos en la escena española con Ale-
sobre las imágenes de m a d e r a y de corcho—. todas sus trompetas líricas. jandro Gómez, no podemos dejar de rendir
Es una lástima que el principio del siglo xx Muy dados son los autores modernos a pleitesía y acatamiento al cerebro que le pro-
no pueda, en literatura, llegar a alcanzar m á s plantear problemas en sus obras y muy afi- dujo y que en esta ocasión se llama don Mi-
sínibolo que un loro. Se derrocha la v a n a pa- cionados son en dejar estos problemas sin re- guel de ü n a m u n o .
labrería y se habla o se hace hablar h a s t a solución. ¿ N o les parece, señores, que tras el Quizá al^ún mal pensado teorizante o sim-
que se cansan el hablador o el que escucha. veneno, ha de venir el antídoto? El plantear plemente algún acéfalo conocido o ignaro,
Todo es ampulosidad, retoricísmo y m a l a s problemas en un m u n d o tan imiíerfecto como crea que mi pluma todo lo supedita al nom-
ideas — m a l a s y pocas—. No queremos exi- el nuestro es cosa fácil, tanto en lo material bre de este sabio e s p a ñ o l ; pero se equivoca,
gir en cada monosílabo un pensamiento ni como en lo moral ; pero si queremos que el a Ü n a m u n o le admiro, no le sigo.
en cada palabra u n a idea ; pero, en cambio, problema dure en nuestra mente tan sólo un No puedo extenderme mucho, pero no
si exigimos que no nos den gato por liebre instante, hémosle de procurar solución o no quiero dejar !a pluma sin dejar de reseñar la
cuando el que esto hace puede dar m u c h o plantearle, pues problema sin solución, es alta labor del señor D e Rosas que caracteriza
más. problema inútil y m u c h o m á s cuando no se el tipo central con verdadera maestría. El
"El bandido de la sierran es d r a m a de pú- trata de un caso que vaya unido a u n a gran talento artístico de este hombre ha llegado a
blico español. Bandido generoso, decidor y abstracción indefinida a la que, a pesar de realizar quizá la mejor labor a q u e h a y a dado
valiente al par que e n a m o r a d o . ¿ Q u é m á s todo, se debe de definir o no t r a t a r . Si esto cumbre en su vida en pro del arte. L a señora
necesita un bandido para triunfar en E s p a - ocurriese, no se daría el caso de que el tea- Rivera hizo su papel a las mil maravillas y
ñ a ? Además e! señor Rivelles, le crea per- tro, en vez de ser utilizado para lo que creado procuró ponerse a la altura de su esposo en
fecta y n o r m a l m e n t e sin estridencias, ni ner- fué, i?e convierta en u n a escuela de m a l a s todos los m o m e n t o s . El resto de la compañía
viosidades y hace de él un tipo tan sugestivo costumbres, en la cual apenas se percibe un ílüjo, muy flojo. E s u n a lástima que no ha-
y atrayente que cautiva a la par por la musi- m o m e n t o de verdadera belleza. yan podido suprimir, al hablar, esa entona-
calidad sonora que acompañ-t su verbo—obra No quiere esto decir que esté mal hecha ción dulzona y ese a r r a s t r e cadencioso y m o -
del poeta ~ y por la vibrante emoción que esta comedia, ni mucho m e n o s ; el señor nótono de la "C" y de la tes». Perdonable y
anima sus acciones — obra del actor—, Crehuet ha tenido el suficiente talento para muy [lerdonable es esto, m a s ¡ como soy de
La señora Ladrón de G u e v a r a da vida al no hacer de su obra u n a cosa pesada, y se Castilla la vieja! - M, DE R .
papel de P a u l a , realizando, al hacerlo, u n a desenvuelve fácilmente y sin dificultades que
ineritísima labor, de la cual hablaríamos si no
estuviese de continuo repitiendo, esta su com-
la anormalicen. Ue haber estado un poco Nuestra portada
mejor ensayada, hubieran los actores sacado
prensiva exquisitez, que la hace acercarse a mayor provecho de ella. A pesar de todo, g u s - He aquí que Greta Nissen se asoma a
la perfección y que yo no pretendo calificar, tó, quizá merced a la labor de Vila y Daví, nuestra portada y dice a los lectores de
pues todo lo laudatorio sería en este caso tó- los cuales estuvieron a la altura de su nom- POPULAR FII.M :
pico gastado. A este joven matrimonio en q u e bre artístico, en todo el curso de la represen-
se unieron el arte con el arte, le esperan — —En América se asegura que soy gen-
tación.
sujetando su labor a un delicado prurito ecléc- til y bonita, ¿A ustedes que les parece?
tico — días de gloria en la escena española.
La labor del resto de la compañía, a u n - Tivoli: "¡Todo un hombre!"
que con alguna inseguridad en a l g u n a s de
sus partes, realizaron una labor interesantí-
L a compañía Rivera-De R o s a s , después de E S T A F E T A
haber estrenado ((Rhat[uel», comedia d r a m á -
sima y digna de aplauso. tica de don Miguel de Ü n a m u n o , repuso en /''. L\. Lwus. — LaTache. — l.o primero liabría do ile-
MARTÍNEZ DE RIBERA •el Tfvoli e! d r a m a cr-, Todo un hombre I», riíiirlo iiupslro director mu.sicíil. Lo spgiintio depende
de las K.ariiittíiis qiio usted nos ofrezca.
adaptación que Julio Hoyos hizo de la novela
Goya: "Muchas se casan" •del señor U n a m u n o «Nada menos que todo
¡'UinUn /.'0(ír/(7i'e3.—rní/fldo(i(í.— Estudios Fox, LOB
AiiBclrs, Californiíi. No vendemos niuKumi fofo do las
un hombre»), que puede pasar como modelo liue aparecen cii la revista ni de otra dase.
Silva Aramburu y J u a n Pujol han escrito CIITIO.'' íi'!i/f/)íifi.— ¡l/íiiírÍ!Í. — Cuando inauKnremos la
una comedia fina, con algún toque de h u m o - •entre las de su género. ¡látrliía do "C'ülnboraeión ospünlrtiieaB so pulilicarfi,.
rismo y Con chistes de buena ley.
El a r g u m e n t o está basado en uno de esos
anuncios que aparecen en los periódicos y en
los que u n a señorita con dinero busca m a r i d o .
T a n sencillo asunto bastó a los autores de
'(Muchas se casan» para construir los tres
KALMINE
actos de su comedia que divirtió al selecto
EL M E J O R S E L L O
público que acude al Goya.
CONTRA EL DOLOR
Graciosísimos los señores Porredón y Roa
en sus respectivos papeles, y muy acertada y Laboratorio P. METADIER
tan pimpante y bonita como siempre M a n o -
lita Ruiz, en la interpretación de m u c h a c h a TO U R S
que busca marido que vaya al matrimonio De venta en todas las buenas farmacias
por amor.
y y drogusrfas de España.
Los demás artistas de la compañía que in-
tervienen en la comedia, tan disciplinados y OepósitD gsnera] pata [spaiia: Establecimientos W M QLiVERES. S. A . ; Paseo Industna, 14. Saicelona
entonados como acostumbran.

Fwv^rt^vvv^Artflrtiv:^v%rtin,rtrtfl-nA/^Aí%^J%^fl^^íV^^^
14
Argumento delasemana
llllllllllllllllllll'lllllll llllUtlIllill

Producción METRO GOLDWYN

MM msmm • PHÓLOGO

cxislfa una casona solaricp^a iiue abría al ¡nar todos


los vt'nlanalea de su masa hiiscii y silcncinsa. En el
instante en que vamos a pcnelnir en ella, el peüor
• •• '
En un pequeño pucblecito de Isi CORIÍI lie Vitlencia,

itü aquella raansíón, viejo líibo de inar, se eutrctiene


en contar extrañas aventuras a un sobriiiilo que le
cho ei rompimiento : Alemania y Francia, mortales
por Antonio
grandes poíencias europeas. No se hiwi esperar mu-
enemigos desde el año 70, cruzaron sus ultimátums,
y la orden de nmvlli/.ación dio a Europa la señal del
cataclismo que había de do.=garrar sus entrañas du-
rante ViiriuB años.
Dio cuenta el tclÉgrafo del rompimiento, el cual
¡h'gó a oídos del capilún Ulises, cuando acabai)a de
Moreno y Alice Terry
venes bajo el amparo de la señora Fedellnan, que los
animaba con su complacencia y sus Honrisas.
De.sde aquel día no pasó ninguno sin que se viesen,
lílises Ferragut estaba completamente enamorado de
la rLdiía Fre.vn, a la. quo la sabia doctora animaba a
c<intinu;n- su amistad con el capitán español.
Clisi's eru un lioitilire guapo, un perfecto lipo la-
tiim, noiile y fuerte, capaz de dar vida a las ilusiones
í

escucha reliiíiosyuíente, btchi/.Ltdo por aquellas histo- desembarcar en üarcolona, y lo que para muchos fué de la mujer (uá.s exigente, l'oco a poro Preya fué
rias de mundos exóticos, que su lio va desarrollando L'uusa de duelo, fué para él de alegría. Ahora no comprendiendo la nobleza de aquel hoiribrts altivo y
iinle ííud ojof!, que aún no se abrieron a la vida más tendría que mendigar el "Mure Nostruní" carga en soñador, que sin que ella se diese ruenta, se la iba
que a través de sus primeros liliros y deJiquellas los imertos del Mediterráneo; ahora se verla asediado infítiendo en el alma. Ulises, a su vez. estaba loca-
relaciones en las que el viejo lobo va poniendo ré- por los unos y lo.'i otros, y si bien correría mil peli- mente enamorado de los ojos claros y la carne lumi-
tanos de su aceidentada lucha con los cleniciitos. gnw, ganaría una fortuna en muy poi^o tiempo. nosa de Freya. Les iiabfa sorprendido la noche y el
El cupilin FerrjitruL adora a su sobrino Lliscs, por- Con esta esperanza no fardó muclio el «Marc Nos- dia, mir.indosc a los ojos y paseando todos los rín-
que ve ea aquel pequeño un continuador de las glo- iruai" en corlar las aguas del Mediterráneo con di- loue.^i ilr la bella capital mediterránea.
rias de la familia, cuyos hombres habían forjado su rección a Italia, y cargado hasta los topes. El capitán La tripulacióa de' "Marc Kostium" conocía el ena-
espíriiu al amparo del mar latino quo les viera na- Ulises estaba dispuesto a desafiar lodos los peligros uLuranilento de su capitán, que Imcía que el barco,
cer, y que máti de una ven le^ arrebató a la vida de la guerra, pues el porvenir de su hijo asi lo ya dispuesto a la luclia con las olas, estuviese ama-
con su zarpazo de fieru. e.xigin, rrado a his muelles de Ñafióles. .Se hablaba también
1.a liabitaeión en que so encuentran el capitán Fe-
rratjut — apodado por lodos "El Tritón" — .V su so-
brino Ulises, tiene más de camarote que de comedor
II
El «Mare Nostrum» ha llegado con su carga a Ñá-
de una próxima intervención de Italia en la guerra,
entablada entre las grandes potencias europeas, y
era un peligro constarite aquella inactividad en que
í
ciudatiano. Adornan las paredes varias cstiuiipas reli- pales, y el capitán Ulises trata do aprovechar estos el barco de Ulises Ferragut so encontraba. El segun-
ííiosas, tallaa en madera de sanios y sanias y una dfas para visitar la ciudad y la campiña napolitana. do de a bordo, un hermano casi del capitán y el
litogfrufla en colores represíeníando a Anfitrite, la bella Dejó a BU segundo a bordo y se lanzó, como un chi- viejo tio Caragol, estaban indignados: no le deciun
oceánida esposa de NcpLuno. Trajina por la estancia quillo revoltoso, a huronear lodos los rincones do la nada, jiero iiieu claro vcfa Ulises en sus ojos el daño
el tío Carapol, compañero de fatigas de "El Tritón», vieja capital de la Coiapania. que les hacía aqtiel olvido en c¡ue tenía los deberea
el cual prepara un refresco para sus señores, mien- Un día lleno de sol y de luz, y ya después de mus s;igrailos.
tras escucha con una sonrisa de incredulidad, lo que liabcr fisgoneado todo lo liello que en Ñapóles existe, Un día el capitán llamó a su segundo y al tío Ca-
contesta el capitán a su sobrino que, señalando a la quiso soñar unos instantes al amparo de los uniros ragol, y les comunicó, con la visla baja, que un
bella nereida, pregunta con curiosidad: de I'ompeya, la ciudad dormida en el año 79 de asunto urgentísimo, del que dependía su fortuna, le
—jQuién es esa mujer, fio?... nuestra era, yjiliá se lanzó descoso di! hacer vivir en retenía en Ñapóles, y que como tenia confianza plena
—La diosa Anfitrite — responde o] viejo—, U diosa su memoria la antigua vida de la muerta ciudad. en él y en sus hombres, habf;i decidido que fuesen u
del mar. Cuando los verdadems marinos se hallan en Peneiró en Bompeya y recorrió toda la ciudad cu- Barcelona ídolos, donde él les iría, más adelante, a
pelisro de nuierte, Anfitrite se Ucea a ellos y aeo- rluBo y encantado; de la puerta de llercidann siguió iiuscar. Uai)ía en loíj ojos y en las palabras de
ffiéndolos amorosa en sus braiíos los lihra del peligro por la calle de las tumbas hasta dar vista al Foro Ulises tanta decisión, que ni su segundo ni el tío
y de la muerte. Fíjate bien on ella, hijo mío-, quizi de Pompeya, y fué recorriendo una por una las ca- Carogol opusieron ni in nuis ¡cve objeción, y una
iilííún din tenga a bien fijar en t i . la dulce luz de lles y los edificios quo por más Importantes estaban mañana, apenas había amanecido, el lOlare Nos-
sus ojos de esmeralda. en su guia señalados. truiii'i levó anclas y rajó el ílediterráneo proa a la
—á Cu has visto tú, querido tío? No Kc veía un alma en la ciudad del silencio, y ciudad de los condes.
—1 Cuántas veces! hasta -los lagartos, despiertos de su letargo por el IV
—i Mentira I | Mentira I — clama el tío Caragol, que intruso, le miraban soñolientos y cansados, huyendo
no so puede aguantar ante aqucUa sarta de patra- con pesadez a su paso. En las Termas pasó un ralo l'oco tiempo después de haber zarpado el "Mare
ña.s—. I Mentira, digo I... No hagas caso, hijo. La itgraiialiiüsinu), y el "lopldario" le produjo una ex- Nostrum» con rundió a Barcelona, en una de las
única oncargada de librar al marino de los peligros traña, impresión. A! salir de él, el guarda de las habitaciones del palacio en que habitaba Freya, la
de las olas es la Virgen. A ésta es ;t la que no debes Termas le hizo una seña la mar de expresiva, y le sabia doctora y la dulce Frey;i, discutían acalorada-
olvidar nunca sí alírún día llegas a ser un capitán di,io al oído : nipnte: era imiieratlva la voz do la dama y era hu-
digno del nombre que llevas. —Arriba, una señorita preciosa. milde, pero enérgica, la de la amada do llises.
En este momento, y cuandi» tio y sobrino Be diapo- -íDónde? — preguntó intrigado Ulises —Yo no puedo engañar de ese niodo al hombre que
uian a probar los refrescos preparados por el tío —Arriba. amo sobre todas las cosas — decía Freya emocionada.
Oaragol, entró como una tromba en la estancia el Va se iba a lanzar el impetuoso capitán español —Esas son pamplinas — repuso la señora Fedel-
padre de Ilises, lierniano de «El Tritón" y notario por la estrecha puerta que le señalara et guarda, man, cuyo rostro no era el dulce y risueño con que
do aquella pequeña villa levantina, el cual, encaran- cuando vio venir hacia él la extraña mulé de una no.sdtroe la conocíamos—. Una mujer como tú, no
lióse con su bcrmano y cogiendo a su hijo del brazo, sefiora alta, gruesa, do andares hombrunos y gesto debe dejarse aprisionar e! corazón. Además, cuando
exclamó enfurecido : de ñera, que pasó a su lado altiva y tiisplicenlo, des- la patria exige, por nmcho amor que se deba al
— \ a le he dicho que no quiero <|iie mi hijo aprenda paés de haberle lanzado una mirada escrutadora a objeto amado, no se prescinde de los delieres que
todas esas viejas patrafias de marino con que le través de unus redondos lentes que cabalgaban có- aquélla, nuestra madre, nos impone.
recreas el oído. Mi hijo ha de ser ahogado, como su modos Sobre su nariz. - B o r o es que si so entera de quién soy huirá do
padre, y por tu causa abandona sus estudios. No Cre.vó t^liaes al principio que el guarda se había mi hororizado... No y no mil veces... Brefiero morir
quiero que le separes del camin'o trazado, pues ya querido entretener a su costa, y ya estaba dispuesln a engañarlo. '
te he dicho mil veces Que Ulises ha do ser ubogado a castigar su osadía, cuando vio aparecer por aquel —¡Tú liarás lo que yo quiera, Freya 1 Y no me
como yo... ínsignilicante marco la más bolla ñgura de mujer obligues a quo te recuerde quién soy.
—Ulises será lo quo quiera, i Boto a mil diablos! que BUS o.ios admiraran. Los ojos de la doctora alemana despedían lumbre
— exclamó colérico «El Tritón"—, y no eres tú quién Ulises era un hombre audaz; aco.stumbrado a do- y miraban fijamente a los de Preya, que temblaba
para impedir que siga el camino quo le trazaron blegar a los elementos y a los hombres, no tenia ante aquella mirada como un pajarillo asustado.
^us abuelos. miedo a nada, y mucho menos a una mujer bonita. Sería sugestión, tal vez miedo; pero el caso es
—iLo veremos I ¿RECubrióse galante ante la dama, que !e contem- que Freya bajó la vista y dijo en voz baja y medio
—1 Ya lo creo quo lo veremos! plaba con una ligera sonrisa, y que al verse dete- llorosa :
nida por el fogoso español, le dijo; —Está bien...
—1 Vamonos, Ulises I —Apórtese : siempre ha de eer usted el mismo, ca- En aquel momento anunciaron at capitán Ferragut,
—Anda hijo, anda : obedece u tu padre; pero im pitán Ulises. (|ue fué recibido por lu doctora con la más amable
te olvides que en esta casa tienes a tu tio "El Tritón^, —i Me conoce V — progantó agradablemente sor- do sus sonrisas, y por Freya con el agrado con quo
dispuesto a impedir que te lleven por malos caminos. jirendido Ulises. ' la mujer enamorada ve al dueño de su corazón.
Un portado fué la contestación que el padre de Aquella misma tarde Freya y Ulises se vieron en
L'lises dio a su hermano, el cual cargó su pipa, eo -Hace tiempo hicinms un viaje juntos...
acondicionó en su sillón de cuero y cerró aquellos ojus —í l'ero cómo es posible que yo no lo recuerde, el Acuarium. Estaban solos contemplando a una pa-
que se habían clavado en todos Sos grises del cielo señorita?... reja de pulpos, animales que, a pesar de su asquero-
y hablan rellejado el verde de todos los niares del —No lo recuerda porque en aquel liompo yo era so aspecto, agradaban a Freya que, nerviosísima, se-
mundo. Anflíritc, desdo el marco negro que orlaba una jovencita y usted no tenia ojos más que para guía las peripecias de la lucha entablada entre el
su figura, parecía mirar benigna y sonriente al viejo una viuda pomposa y sensual que hacia en su barco pulfio y hi presa que le servían como comida, y que
lobo marino, cuyas tostadas me.jiihis lialiian acuchi- la travesía del Atlántico, se debatía y luchaba antes de ser devorada por el
llado todos los soles y curtido los alisios del norle y Ulises estaba preso en la musicalidad de aquel animal.
del sur. dulce acento y eo el divino hechizo que de aquella Estallan muy juntos: unidas las manos y confun-
mujer emanaba. didos los alientos: e! amor que necesitaba fuego en
—Mü esperan, capitán — conlhiuó la bella—; lle- que quemar sus almas, jiizo que en sus labios estallase
Han pa.sado los años. La sangro de sus abuelos y vamos opuestos caminos. Adiós, un beso abrasador y voraz, quo consumió en BUB
los consejos de su tío pudieron más que iua cNlgen- —íY no nos hemos de volver a ver nunca más? llamas todas las energías de los amantes.
cins de su buen padre, que cedió al fin ante el — dijo reteniendo la mano que le tendió la joven, Desde aquel iimmenío fuérunse sucediendo loa días
deseo de su liijo Ulises, ol cual, cuando le volvemos a —¡Quién sabe I... Quizá en Harceiona o eu otro p:ira Ferragut suave y dulcemenfe. reclinado en el
enroulrar, capitanea el vapor de BU propiedad «Maro puerto cualquiera. ¡Quién salie I seno de su amada, quo le recordaba la litografía que
Nii.ilrum". Entro los que componen su tripulación, se llefiró su mano do las de üliscs y marchó rápida representaba a Anfítrile en casa de su tío «El Tri-
enciientni como mayordomo el viejo tío Caragol, que hacia donde su compañera la (aperaba, leyendo tran- tón", No veia nnis que f)or sus ojos, ni anhehiba otro
siente por Ulises un .cariño exagerado, pues no olvida quilarnente, , - • perfume que ol do su boca, llama devoradora en que
que era ol ojo derecho de su antiguo capitán «El III •••-••s- \ se consumían su espíritu y su cuerpo.
Tritón", por el que toda su vida sintió admiración y Un día Freya presentó a Ulises al conde de Kalcn-
respeto. Era no conocer ul capitán Clises, impulsivo espa- tino, visita de la doctora y alemán de origen, el cual
Aunque el «Maro Noslrumn es un vapor arlmirablo ñol, incapaz de terminar una aventura con una tan hizo al capitán varias preguntas sobre el Hediíerrá-
y Su capitán un experto hombre de mar, son tan vulgar despedida. Ulises dio una buena propina al neo, quedando ludagadlsímo ante el coiiocimiento que
pocos los buenos negocios quo realiza, que en vista guarda que le diera lu noticia, y salió corriendo tras de este mar tenía el capitán Ferragut.
do que siguiendo de aquel modo su ruina serla se- la bella desconocida que, aunque no estaba acostum- Se decía por aquel entonces que los submarinoB ale-
gura, opta Ulises por poner én venta el barco y bus- brada a tanta impetuosidad, recibió con una sonrisa manes habían logrado atravesar ol estrecho de Üi-
car de otra marera el porvenir do eu único hijo que, compretisiva al capitán español, prcsentándoseio a BU brallar, y campaban por sus respetos en nuestro mar
ya (inyorcito, vive en compañía de su esposa on Bar- compañera de excursión. azul; pero so creía que este paso era un cuento, pues
celona, a cuyo puerlo se dirige. —El capitán español del «Marc Nostruin», Ulises no teniendo en él bases de aprovisionamiento, era
Las relaciones quo entre las potencias europeas ha- Ferragut... La señora Fedelman, sabia doctora, mi diñcllísimo que estas uidades tío guerra so hubicBen
bían sido cordiales hasta la lecha en quo le presen- conqiañera y mi gula... lanzado a tamaña empresa.
taiiKis, estaban próximas a romperse, y el movimien- Inclinóse respetuosamente Ulises. ante !a dauLn, y Un día el cando Kalenline propuso al capitán Fe-
to de todas las cancillerías, entre las que las notas charlando alegrcmcnto volvieron a Ñapóles. La her- rrpgut, ofreclénQole una gruesa cantidad por sus ser-
se iban haciendo cada vez más duras e insistentes, miisísima daum quo tanta impresión produjera en vicios, que dirigiera un pequeño pailebot al centro
demostraba bien a las claras el mal momento por Ulises, se llaijiaba Freya Taiberg, y poco a poco del Mediterráneo, pues era para su negocio cuestión
que atravesaban los lazos de paz que unían a laa fuéronsc estrechando las relaciones entro los dos Jó- de vida o muerte, y era dificilísimo que encontraBe

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en Italia marino iiiáP coiiipetoiite y que mejor eo- el golpe lo produjo, corrió Ulises tras 61, gritando
iiüüieso el Mediterráneo. desaforadamente :
Nü 50 hul)tiísu Tilines Iimzado a la eiiipri?.si<, BÍ la —lAI espía I i Al espía I
dulce Trpya no se lo Imbiese rogado rairíindole u los La persecui'ción se hizo general, y el conde de
ojns. La (lucria tan iiiíens;!mente, y era tan esclavo Kalenline, que logró desi)ist;ir a los franceses, ca.vó
de sus niRnores cafirielios, i|ue una mañana, dirigien- por Fin en manos do llises, que le entregó a la jus-
do una Lriiiulación desconocida, so lanzó al crucero ticia francesa, la cual no tardó inuclio en cumplir
iluo el conde da Kalenline, on cuya compañía nave- con BU deber,
(íalia, lo liabia propuestü.
LleficadoB al punto «tuc en la carta le habla Goñalaüo VIH
el conde alemán, y una ven riue Ip hubo comunicado También la dulce Freya íuú encarcelada y castiga-
lu arribada, dirigió aquél BUS gómelos al horizonte, da a la última pena. ¿Qué la importaba morir, si
y no liiic.íii mticlio tíeuipo quo examinaba el mar, había perdido para siempre la vida a! perder el amor
cuando bajó rápidameati: a su cámara y volvió a do L'lisea FerragutP..,
Cubierta cooiplelamento cambiado. Su pegajosa dul- Ulises lo supo; pero Ulises no daba cabida en su

ii zura había desaparecido. Jliró altivo el tranquilo mar


iiae le rodeaba y dio una orden en alemán a la tri-
Iiulnción, la cual dejó de ser la que era ; desapare-
cieron las patiilaB y pelucas postiz.is y cada uno de
corazón a otro sentimiento que no fuese el de la
venganza, y la pobre enamorada, un amanecer de'
trio üluño, envuelta on pieles, sedas y joyas, cayó
b;ijo las balas de los fusiles franceses, que so debie-
aqnello.s honibrcs (luodó en un instante convertido ron de avergonzar al aniquilar belleza tanta.
en un marinero do guerra de l;i niariiia alemana, Murió como liabia vivido; elegante, serenamente,
formando instantáüeamcnlo a las órdenes de su jeto en lodo el esplendor do su juventud y de su belleza,
superior y observando aleníamente el mar, en el que jeto de ver si SO puedo salvar a los auper vi vientes del i Para qué deseaba Freya todos aquellos tesoros quo
lio tardó en aparecer un sulnnarino alemán al que sa- naufragio. la adornaban, sí jamás volverían :L verse en los ojos
ludaron con vivas y aclamacioiicK. Los encuentran efvi'tivanientc, y a cada nueva vícti- del único ser a quien de veras quiso?
I,a carga del pailebot, gasolina y lubrilícaiites, no ma que va llegando a bordo, los remordimientos do Ella se iiubiese salvado ei hubiera conseguido sal-
i:\jdii mucbo en pasar a los depósitus del submarino, lilises son más intensos y más fuerte es su dolor. Un var su amor. Sin él, la vida |pesaba tanto I ¡costaba
el cual desapareció tan uiisteriosameiilo como había joven español, con los ojos llenos do terror y el pá- tantas lágrimas I...
venido, no sin que su comandante saludase a Ulises nico de! inal momento retratado en el soinblante,
reconocido. cuenta a lUises y a otros varios cómo fué torpedeado El capitán español Ulises Ferragut tamiiién apren-
el Iniquo. dió en aquellos días a odiar a la vida. El único an-
Kntonces coniprendió Fcrrafínl. el abuso que de —Hacía — dice el náufrago — magnífica noche y helo suyo consistía en un deseo infinito de venganza
BU amistad couictíeran, siendo tran<iuilizado por el me encontraba inclinado en la bai-andilla en conqDa- que llenaba todo su ser.
alemán con estas palabras : ñia do un niíiu compatriota mío. mirábamos correr el
—No tema nada de nosotros: únlcamonto nuestros Toda ayuda era buena para la angustiada y piso-
submarinos, atacarán unidades de guerra. Para el mar a nuestros pies y me contaha el objeto de BU viaje. teada Francia, y Ulises la ofreció su persona y su
resto de la marina, son inofensivos. La pobre criatura venía de Ñápeles de buscar a BU barco. El oMare Nostruní" abrió bis aguas del Me-
padre... diterráneo dispuesto a luchar por aquel país al que
i'll capitán ferragut se ahogaba... Apenas podía 1(1 maiiu de hierro de un viejo canciller sin corazón
respirar, y no se atrevía a arliealar un .sonido. fstrojaba en su guantelete de acero.
En tanto el <iMare Nostrniii" llcgaim a llarcelona — i o me di cuenta de que algo raro pasaba a nues- .•Vrmado de un cañón giratorio, salió de ífarsella
y apenas atracó en el muelle, el seguifdo de a bordo tro lado, y 1110 retiré asustado de la barandilla : esto el "Mare Nostruní" altivo y arrogante, lanzando un
y el tío Caragol, pusieron proa a la casa de su ea- mo salvó, pues en aquel misoio instante estalló el reto a las olas y a las bestias de acero que trepidaban
pilán, para saludar a su esposa y dicsulpar a éste. torpedo y hacia peda/.os el cuerpo de mi audguito, amenazadoras en sus entrañas.
l'ero es liiuy difícil enfíañar a una mujer, y más lanzándolo al mar. Unos días antes de partir pagó espléndiilamento a
no siendo dos profesionales de la mentira, líl segundo Cou c! rostro desencajado y la locura retratada en su tripulación española y les envió a sus cosas, pues
olleial y e! obe.su mayordomo, acurraludoB por su el semblant^i, el capitán Ferragut le dijo, cogiéndole no quería esponerles a una muerte cierta. Todos so
dueña y señora cantaron de plano. fuertoineote del brazo : fueron tristes y cabizbajos después de recibir el últi-
líl dolor do aquella pobre mujer, a ia que robalian ~ ] a u nombre: ¡ísu nombre 1 mo abrazo de su capitán.
ilusiones, amor y tranquilidad, fué intensísimo y so —Era hijo del capitán del "Mare Nostrum», UliseB Cuando todos babian marchado, llamó al viejo Ca-
tradujo i-n un raudal de silenciosas lágrimas, a cuya Ferragut. ragol para decirle lo (jue pensaba hacer dei barco, y
vista el hijo de I lises, un mueliacho de pocos años, El cuerpo de Ulises so desplomó en tierra con la comunicarle que, como ya era muy viejo pura andar
se indignó, y haciendo responsables a aquellos hom- muerte en el alma y agotadas todas sus eiicrgías. El ea e.ttrai'ias aventuras, le iba a dar un cheque por
bres de todo lo que pasaba, so hÍKo decir el paradero castigo era tan terrible, ion inten.so, que había lo- valor de 50.000 pesetas para que pediese terminar sus
de su padre y las señas de su <loniicilio en Ñapóles. grado vencer la entííreza y !« fortaleza del que desde días en su piieblecito natal del reino de Yalencia.
Salieron ambos líeles servidores de aquella casa aquel nioincnto se creía cómplice do la muerte de su Contempló ei tío Carago! el cheque, le dio vueltas y
en la que dejaban la sombra del dolor, y volvieron único y amado hijo. más vueltas entre sus manos y lo arrojó encima de la
a BU barco dispuestos a dirigirse n Marsella, punto en VIT mesa, diciendo enérgico a su capitán y con un tono
el que el capitán LUises les citara antes de salir de que no admilia réplicas :
Ñapóles. r Freya estaba en Barcelona cuando supo la noticia —Yo no me voy. Yo mo quedo. Si te salvas, me
l'or su parte, el hijo do lülsos se había propuesto, del torpedeamiento del uLusilania» y do la muerte del salvaré, y si no moriré écontigo. dQué diría ou el
ante el silencioso dolor de su madre, ir en busca del hijo do su adorado Llises. Jlabian tenido que aban- cielo mi antiguo capitán «El Tritón», si te aban-
autor de sus días y suplicarle volviese la tranquilidad ilonar Italia para no pagar con la muerte el espio- donase?
a su buena madre. V una mañana, cuando la esposa naje a que se dedicaíian por cuenta de .Mernania, Se abrazaron ambos hombres con todo el alma en
del capitán Ferragut llega liasta el cuarto de su cuando aquella nacióa tomó parte en la conHagración los brazos, y salió groñendo de la estancia el viejo,
liijo, se encuentra con una carta suya, en la que la europea. mientras Ulises, con el dorso de su mano, so limpiaba
comunica su decisión y su marclia, ya entonces in- -Su doiur fuó inmenso, porque conociendo a Ulises una lágrima rebelde que resbalaba por sus tostadas
evitable, pues desde la noche anterior estaba con sabia i[ue no la perdonaría nunca la muerte de su mejillas.
rumbo a Ñapóles. hijo, de la que ambos so liabian hecho cómplices, y EPILOGO
penelró indignada cu la cámara de la señora Fedel-
VI man, jefe de lodo el espionaje alemán en España, Habíufiü cerrado ia noclie por completo, y densos
echaudoía en cara aquella muerto que traía- consigo nubarrones galopaban por el cielo, impulsados por el
Cuando el capitán Ulises volvió a Ñapóles, lo pri- la mina de su uioor. viento fuerte que se habla levantado a primera liora.
mero que hizo fué encaminar -sus pasos al palacio de Ulises avizoraba desde el puente el mar y pretendía
Bu adorada, donde la portera le comunicó su marcha Esia rebelión fué caosa de su castigo, pues la ven-
gaiiva aleniana, dueña y señora de hts vidas que so rasgar las tiiiieblas, dotnimtdo por un negro presenti-
rápida y le echó a !a cara lo poco que se preocupaba miento.
de su familia, teniendo un lujo tan guapo, tan edu- la eacumendaran, no toleraba impo.sicmncs ui comen-
tarios a su íiiüdo do obrar. Francia para los alonianeü No tardó mucho en realizarse. Un submarino ale-
cado y que tanto cariño parecía tenerle. mán, que los perseguía desde tiue salieron de Mar-
era la nación cu que más peligraban, y a Marsella
—il'ero conoce usted a mi hijo? — pregaiitó con la eüviau a la irisio Freya a las órdenes del conde sella, doblegó la altivez del «Mare Nostrum» torpe-
curiosidad Lliscs. ' de Kalentine, el cual lie va orden de no dejarla co- deándola y hoinillando su gracia pura siempre.
-—1 Claro que le conozco I... Si la poiire criatura no iiiunicarse con el capitán Ulises que, convaleciente do La muerta era cierta para todos, pues el barco so
se ha separado ni un moinenlo de esta casa con la .-\i eníermedad, se encuentra en este puerto del meri- hundía con rapidez, bien herido en su parte más dé-
esperanza do verlo a usted. Ayer ndsmo so volvió a Mión Irances, esperando mejores dius pura vengar a su bil. A unos cientos de codos, el sobmarino giraba en
Itarcelona. il'obre criaturita! Tareco mentira que liíjii querido. torno de su presa, como un jnonstruciso cíítáceo.
liaya padres tan desnaturalizados. m capitán Ferragut le vio, y lanzándose al cañón
La sorpresa del capiíán Ferragut no tuvo limites. Ln ula recibe una carta anónima que le cita para
aquel mismu día, y acude a eiia sm suponer que era do proa, coyos servidores habían muerto, enfiló —con
Esperaba encontrar a l''reya, y en lugar de ella se desprecio de su vida — el cañón liacia el enemigo, y
encuentra con la noticia de la estancia do su hijo en Freya la que, liomihtc y llorosa, le aguarda coiillada'
en el amor quu la juró,.. rompió fuego contra el submarino alemán que, al-
Ñapóles. canzado en su centro, se hundió para siempre en las
Aquella misma noche salió de la cindad en qnc —Ella no tiene la culpa. Nu sabe nada; no quiere
saber nada que no se reiiora a su amor. Está perdi- entrañas del mar latino.
tan bellas horas pasara, desilusionado y loco, con d a ; por rebelarse contra ellos, por la causa üe Uli- Con él desapareció el «Mare Nostruimi con toda su
rumbo a Marsella, No hacía mucho que la nocint ha- ses, sus compi^riotas la han condenado a muerte, tripulación. Cuando amanecía, sujeto a un madero
bía cerrado, cuando el radiotelegraiista comunica a su 'f'engü miedo — le dicü amante y cariñosa—. ¡íiáJva- de la arboladura el capitán Ferragut luchaba con las
eapilán que el «Lusitanía", buque de carga y pasaje, me, Ulises! i o procuraré pagarte con mi vida la vida olas. Perdidas las fuerzas y ya semi-ineonscienle, vio
acababa de ser tcorpedeado por un sidimarino alemán. que Le cuesto. Todo lo sacrilicaré por ti,; pero sálva- a Antitrite salir de las olas dirigiéndose aomrosa a
La indignación de todos es grande; pero no llega me, Ulises, mi amor... ^d, como le prometiera su tío «El Tritón».
ninguna a !a que se refleja en los ojos del capitán —iTreya-Anfitrite I — exclamó el moribundo—. V
lilises, cuya conciencia le acusa implacable como La sombra de su hijo se interponía entre Ulises y
aquella mujer a la que abrió los brazos varias veces rumo si la diosa !e acogiera en su seno, soltó el ma-
cómplice del crimen que realinan los submarinos ale- dero y se hundió para siempre en el mar azul, que
manes que surcan el Mediterráneo. para volver a repudiarla, obligado por la sombra do
aquel biju, louerio pur su causa. ¡Pero cómo la que- le besó en la frente, como besara a todos los Fe-
El capitán del barco en que so dirige a Jlarsollu ría u peaar do lodo, y con qué placer la estrecharía rragut.
ordena so ponga !a proa al lugar del suceso, con ob- en sus lirazüs y se la robaría a la policia francesa, FIN
que la perseguía desdo que penetró en Francia I
¡sin embargo, el recuerdo de su hijo la alejo de su
lado para siempre... IJuyó deíjpuéa de haberse des-
prendido de los dulces laüos... Huyó medio ¡oco,
mienuas la dulce Freya acopiaba el sacriticio resig-
nada y llorosa.
Cuando coa la inuorlo en el alma llegaba Ulises al
porial, cuál no serla su sorpresa al ver que lo salu-
daba sonrieuio el maldito conde de Kalenline, alar-
gándole la mano con Uema sajona.
—¡Lanada I i Miserable I — exclamó Ulises dando
salida a toda la rabia almacenada—. jVas a morir I
— lo dijo dispuesto a estrangularlo entre sus brazos.
Un porrazo en la cabeza n-spuiidió a sus palabras.
El conde liabia comprendido lo que so preparaba, y
anuló al marino con un golpe de su fuerte bastón,
huyendo a continoación con toda la ligereza que des-
arrollaban sus piernas. A pesar del atontamiento que

Este número ha sido visado


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