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SISTEMA DE MIERDA
Quisiera comenzar estas breves palabras con un especial agradecimiento al organizador deesta ceremonia
por haberme dado la oportunidad de poderles expresar este mensaje quesin duda representa para mí un
verdadero honor.En esta noche del día 20 de diciembre, estamos reunidos con el fin de homenajear
ydespedir a nuestros estudiantes que egresan del quinto grado de educación secundaria delGlorioso colegio
Nacional de Ciencias.En verdad esto no es una despedida, aunque lo parezca. Es curiosa lacontradicción que
hoy se da en este salón de actos. Contradicción porque las despedidas suelen ser tristes, pero hoy aquí
estamos celebrandoque han terminado una etapa en vuestra vida, y las celebraciones suelen ser motivo
dealegría. El mundo tiene estos engaños. Una cosa puede ser otra y al revés. Unabrecartas puede ser un
puñal. Un beso puede ser una puñalada de amor. Elmundo en el que nos movemos a diario oscila entre la
realidad y la fantasía, larealidad que supone el día a día, con sus clases y sus exámenes, y la fantasíaque
supone soñar con el futuro que nos. Y muchas veces es difícildecantarse por la realidad cuando la fantasía es
mucho más llevadera.
Esto no es una despedida. Debería ser un hasta la vista: un hasta luego que se traduce en una citaque les
obligase a volverlos a ver dentro de unos
años. En lo que llamamos “Elreencuentro Cienciano”pero sin embargo quizá les da nostalgia pensar que
después de tantosaños juntos se separaran, que de todos los momentos que vivieron sólo quedaran
plasmados los recuerdos envuestra memoria y que vuestras risas ya no volverán a oírse, sólo quedara su eco
en los pasillos del colegio por los quemuchas veces hicieron el recorrido hacia vuestras aulas. Ahora ya no
volverán a escuchar el timbre que les anunciabalos tan ansiados recreos, atrás quedarán esas bromas, que
aunque a veces no muy divertidas, los hacían reír hasta casillorar, ya no volveremos a escuchar esos
sermones de los profesores que los aburrían pero que en el fondo sabían quesólo tratamos de ayudarlos a
corregir lo que habían hecho mal, porque nuestra preocupación eran ustedes.
Llego la hora de partir, de dejar atrás el uniforme y la insignia que la llevaran siempre en vuestros
corazones,es tiempo de que se den un abrazo a quien quizás, sea la última vez que vean, de agradecer todo
el esfuerzoy cariño que los brindaron vuestro Director, sub directores profesores, y auxiliares. Esto no
significa quehoy muere una parte de vuestras vidas, por el contrario hoy comienza un nuevo camino para el
que los hanestado preparando, esperando que sepan aplicar tolo el aprendizaje que han logrado a lo largo
de estos años.
Niños, sed hombres,madrugad a la vida, porque ninguna generación recibió herencia más triste, porque
ninguna tuvo deberes más sagrados que cumplir, errores más graves que