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BARÓMETRO ECOLÓGICO

La depredación del medio ambiente en Nicaragua

Reportaje investigativo de Natalia Medrano

La preocupación por el medio ambiente es cada vez más un tema sensible,


especialmente en las cercanías de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el
cambio climático, en donde se aspira a lograr un acuerdo para mantener el calentamiento
global por debajo de los 2ºC.

A pesar de que son los países industrializados los que más contaminan el mundo
con la emisión de dióxido de carbono, el resto del mundo con el estilo de vida que hemos
establecido, es culpable del deterioro ambiental, como señaló el Papa Francisco en la
encíclica “Laudato Si” (Alabado seas). En palabras del Papa “esta hermana (la tierra)
clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los
bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios
y dominadores, autorizados a expoliarla”, señalando que este daño también afecta a los
seres humanos, ya que somos parte de la tierra. Llama a un nuevo diálogo sincero y
honesto entre todos los actores de la sociedad y a encontrar una propuesta de un nuevo
estilo de vida que no solo se preocupe por el crecimiento económico porque “si no va
acompañado por un auténtico progreso social y moral, se vuelve en definitiva contra el
hombre”. Entre los problemas que menciona el pontífice están la contaminación, la
escasez y la calidad del agua, la pérdida de biodiversidad, el cambio climático, el deterioro
de la calidad de vida humana y la inequidad planetaria.

RIQUEZA ECOLÓGICA NICA EN PELIGRO


Nicaragua es un país privilegiado con abundantes recursos naturales. Sin
embargo, por causa de ambiciosos proyectos y el mal uso de los recursos naturales,
estamos en peligro de perderlos. Por mencionar algunos de los abundantes recursos
naturales de nuestro país, Nicaragua cuenta con:

- dos grandes reservas de biodiversidad: Bosawás, la selva más grande de


Centroamérica, y la reserva Indio Maíz;
- la cadena volcánica que cruza todo el territorio de norte a sur, con cada cono
convertido en destino turístico, está surtida de una única biodiversidad propia
del lugar, desde el volcán Cosigüina hasta el Concepción;
- el Lago Cocibolca, el segundo lago más grande de América Latina, el
archipiélago de Granada compuesto por 350 isletas, Ometepe la isla lacustre
más grande del mundo;
- ríos y lagunas de formación volcánica.

Pero en Nicaragua desde hace muchos años hemos venido destruyendo y


contaminando nuestro medio ambiente.

GRAN CANAL VERSUS GRAN RESERVA DE AGUA

El 14 de junio de 2013 fue aprobada en la Asamblea Nacional la ley 840: Ley


especial para el desarrollo de infraestructura y transporte nicaragüense atingente al canal,
zonas de libre comercio e infraestructuras asociadas. Además de la ley 840 existe la ley
800 y otros documentos firmados por el Presidente Daniel Ortega con el concesionario
Wang Jing. Todos estos documentos junto con el Acuerdo Marco de Concesión
conforman la concesión del canal. La concesión se otorgó para un aproximado de más de
100 años, en donde la mayoría de las ganancias van para el concesionario.

De realizarse, el canal tendrá una longitud de 278 kms con un área de influencia
directa de 10 kms a cada lado del canal, un ancho de 320-520 mts, y una profundidad de
30 mts, que va desde la desembocadura del Río Brito en el Océano Pacifico hasta la
salida del Río Punta Gorda en el mar caribe. El canal como efecto de unir los dos
océanos, prácticamente partiría Nicaragua en dos, afectando a los pobladores y el
ecosistema de los lugares donde se pretende construir, aunque ya a dos años de la
concesión, los lugares exactos, las dimensiones y los mecanismos de expropiación de las
tierras siguen siendo desconocidos para los ciudadanos.
La ley contempla la realización de 8 proyectos: 2 puertos de aguas profundas, 1
aeropuerto, 2 zonas de libre comercio, 1 oleoducto, 1 canal tradicional para naves y 1
canal seco. La ley permite que se le agreguen otros proyectos que a criterio del
inversionista se consideren necesarios, y estos han sido: 4 complejos turísticos, plantas
de electricidad, 9 campos o ciudadelas para trabajadores, fábricas de cemento, aceros y
explosivos, 1 hidroeléctrica y un lago artificial en la comunidad de Atalanta de 400 km².

Una de las mayores preocupaciones de lo que podría eventualmente causar el


canal interoceánico, es el gran desastre ambiental que podría ocasionar afectando selvas,
bosques, lagos, ríos y especies de fauna y flora completas.

El recurso hídrico es el que corre más peligro con la supuesta construcción del
canal, en momentos en que Nicaragua, según el Índice de Desempeño Ambiental
Internacional, es un país con “estrés hídrico”, es decir: el volumen de agua disponible para
la población es inadecuado. Las grandes cantidades de agua necesarias para el canal,
además del peligro inminente de contaminación, arriesgan que en el futuro mediato los
ciudadanos carezcamos de fuentes de agua potable.

Existe riesgo de salinización del manto acuífero en los municipios costeros de Tola
y Bluefields, de donde se alimentan los pozos que utilizan estas comunidades. El Lago
Cocibolca, la mayor reserva de agua dulce en Centroamérica, que hoy abastece de agua
potable a más de 200 mil personas, es la fuente que corre más riesgo. Según las
características del proyecto, habrá que excavar una zanja debajo del agua de más de 100
kilómetros de largo, 500 metros de ancho y 30 metros de profundidad, de donde se
sacarán aproximadamente 5,000 millones de mts³ de sedimentos, además de que sería
necesario dragarse frecuentemente por su sedimentación natural. Según el Doctor en
Ingeniería Ambiental, Pedro Álvarez Alvarado, “para que el canal funcione bien, habría
que mantener, y posiblemente aumentar, el nivel del lago a 33 msnm, que ha estado
disminuyendo debido en parte al cambio climático, lo que tal vez requiera una represa en
el Río San Juan, que es el único drenaje natural del lago, y no se sabe cómo este tapón
afectaría el flujo del San Juan”.

Otros posibles daños que destacan los que han estudiado sus repercusiones son:
el combustible de los barcos que pasen por ahí contaminaría el agua; el cambio en la
sedimentación natural provocaría la muerte de especies que viven en el lago y ríos;
muchos gases y otros elementos de la tierra pueden salir a flote y contaminar el lago.
También podría aumentar la cantidad de nutrientes en el agua por los barcos que pasen,
lo que aumentaría el florecimiento de algas y posiblemente la presencia de algas tóxicas.
La invasión de otras especies traídas por los barcos, afectaría a los peces que ya viven en
su hábitat del lago. Si de manera accidental se diera un derrame de petróleo, las
consecuencias para el lago serían devastadoras. En pocas palabras, el lago se acabaría,
ya que como no es un lago abierto si no que está encerrado, una fuga de 5 mil barriles
que para los barcos no es mucho, significaría la muerte del lago, y su agua ya no podría
beberse ni irrigarse y sería la tumba de todas las especies acuáticas.

GRAN CANAL, GRAN TURBIDEZ

Dos puntos importantes que se mencionan en la reciente encíclica, es la


importancia de estudios de impacto ambiental y la transparencia y el diálogo en el proceso
en favor de los recursos naturales y no los intereses económicos; estos dos artículos, el
182 y el 183, parecieran justamente pensados en la realidad de nuestro país, en donde la
ley de concesión fue aprobada sin ningún estudio de impacto ambiental, sin consulta a los
ciudadanos; el estudio ambiental que fue finalmente entregado a la comisión del canal no
ha sido presentado en ninguna instancia, entre otras anomalías.

-182: “La previsión del impacto ambiental de los emprendimientos y proyectos


requiere procesos políticos transparentes y sujetos al diálogo, mientras la
corrupción, que esconde el verdadero impacto ambiental de un proyecto a cambio
de favores, suele llevar a acuerdos espurios que evitan informar y debatir
ampliamente”.

-183: “Un estudio de impacto ambiental no debería ser posterior a la elaboración


de un proyecto productivo o de cualquier política, plan o programa a desarrollarse.
Tiene que insertarse desde el principio y elaborarse de modo interdisciplinario,
transparente e independiente de toda presión económica o política. Debe
conectarse con el análisis de las condiciones de trabajo y de los posibles efectos
en la salud física y mental de las personas, en la economía local, en la seguridad”.

La aprobación de la ley 840, a contrapelo de estos enunciados de la encíclica


papal, violentó leyes de nuestro país. Por ejemplo, se violó la Ley General del Medio
Ambiente que dice que todo proyecto público o privado que por sus características
puedan producir deterioro al medio ambiente o a los recursos naturales, deberán obtener
previo a su ejecución, el permiso ambiental o autorización ambiental, cuyo documento de
propuesta debe ser entregado al Ministerio de Recursos Naturales, que se encargará de
analizar el documento conformando un equipo interinstitucional que elaborará la guía para
los términos de referencia. Asimismo, con el acuerdo no solo se violan leyes nacionales
sino también convenios y acuerdos internacionales ambientales a los cuales Nicaragua
está adscrita.

GRAN CANAL, GRAN EXPOLIO

La construcción del Canal y demás proyectos conexos amenazan directamente los


recursos naturales del país, poniendo en peligro el Lago Cocibolca, la flora y la fauna,
selvas y bosques, ríos, mares, manglares, áreas protegidas, que una vez afectadas
difícilmente se podrían recuperar. Según estudios, el canal impactará siete áreas
protegidas. Una de ellas reconocida por la Convención de Humedales (RAMSAR) y dos
son reservas de biosfera de importancia mundial. Las áreas protegidas afectadas son:
Reserva Indio Maíz, Archipiélago de Solentiname, Reserva Natural Punta Gorda, Cerro
Silva, Reserva de biosfera del sureste de Nicaragua, sistema de humedales de San
Miguelito, reserva de biosfera Isla de Ometepe y el refugio de vida silvestre La Flor y Río
Escalante-Chacocente. En zonas costeras el movimiento de tierra afectará a los arrecifes
de coral y manglares, se reducirán los bancos de peces afectando no solo a las
comunidades que pescan, sino también la cadena alimenticia de aves nativas y
migratorias.

Según esta ley onerosa, todos los bienes y cuentas del Estado pueden ser
intervenidos a favor del inversionista. De forma que no sólo se están entregando el
territorio y los recursos naturales, sino que también las reservas de dinero del país. Según
la ley de concesión, los inversionistas tienen derecho sobre el aire, la tierra, los bosques y
todos los recursos en la zona donde se necesite, pueden navegar, extraer, usar, dragar o
lo que les parezca los ríos, lagos, océanos y otros cuerpos de agua.

MAFIA SIN CONTROL EN BOSAWAS

Nicaragua cuenta con una reserva de Biosfera cuyo tamaño original era tan grande
como El Salvador y que representa el 15.25% del territorio nacional. Bosawas fue
declarada como reserva de biosfera en el año 1997 por la organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Su territorio se extiende
desde la Región Autónoma del Atlántico Norte, el Departamento de Jinotega y de Nueva
Segovia. Tiene un área de 19 mil 864.4 km2 que generan 264 millones de toneladas de
oxígeno al planeta por año. Dicha generación de oxígeno contribuye a regular el clima
global, siendo la mayor reserva forestal de Centroamérica y la tercera a nivel mundial.

Por su importancia, se pensaría que su cuido y preservación es una tarea


importante para gobierno y ciudadanos; sin embargo, el deterioro de Bosawas es tanto
que incluso algunos temen que la UNESCO retire el título de Reserva de Biosfera si
pierde el 55% de su bosque, algo que consideran podría pasar si no se hace nada por
proteger la reserva que está siendo afectada por acciones humanas, la contaminación de
los ríos, el avance de la frontera agrícola y ganadera, la tala y comercio ilegal de árboles,
el uso ilegal de la tierra.

Bosawas posee una variedad de bosques como el bosque tropical húmedo y el de


nubes en sus dos zonas. En la zona de amortiguamiento de 12,425.5 km² que rodea y
sirve de protección a la zona núcleo, todas las actividades socioeconómicas se deben
realizar en base a criterios de sostenibilidad. La zona núcleo está integrada por 6 zonas
protegidas de 8,060 km² formada por selvas de montaña, las cuales son atravesadas en
la zona norte por los ríos Coco, Bocay y Waspuk. En su seno habitan 270 especies de
plantas, más de 200 especies de animales, tales como quetzales, águilas, guacamayas,
pumas, jaguares, mono-arañas, tapires, perezosos, oso-hormigueros y unas 200 mil
especies de insectos.

La destrucción ha comenzado a partir de la invasión de familias enteras que se


asientan en la reserva, procedentes de otras regiones del país. Aunque no solamente se
trata de personas con verdadera necesidad, sino que hay también grupos bien
organizados y traficantes de tierras. Para poder asentarse, primero avanzan cortando
arboles haciendo caminos hasta encontrar un lugar que les parezca, a esto se le llama
carrileo. Estos árboles cortados luego son vendidos, principalmente para su exportación.
Y cuando el terreno lo quieren para desarrollar actividades agrícolas, como la siembra de
maíz y frijoles, queman todo el terreno para eliminar la maleza.

La presencia de colonos no solo amenaza la biodiversidad de Bosawas, también


la integridad de los indígenas autóctonos y sus formas de vida tradicionales. Se estima
que la población indígena es de 38,760 personas, de las cuales 28,195 son miskitos y
10,380 son mayangnas. En el año 2013, cuando un grupo de mayangnas se disponía a
hacer un patrullaje en la selva para inspeccionar los daños en el terreno, fuer atacado por
colonos y un mayangna falleció producto de un disparo. Ese mismo año los colonos
provocaron 283 incendios, muchos de ellos en casas de los indígenas para ahuyentarlos
de sus tierras. Recordamos aquí nuevamente al Papa Francisco en su encíclica: “muchas
formas altamente concentradas de explotación y degradación del medio ambiente no solo
pueden acabar con los recursos de subsistencia locales, sino también con capacidades
sociales que han permitido un modo de vida que durante mucho tiempo ha otorgado
identidad cultural y un sentido de la existencia y de la convivencia”.

Para el científico Jaime Íncer Barquero, detrás de la destrucción hay una red
compleja de intereses políticos, económicos y sociales que no quieren que la situación se
controle. No solo se irrespetan leyes ambientales, sino leyes indígenas a los cuales
legalmente les pertenecen estos terrenos y les son arrebatados mediante escrituras y
documentos de compra y venta falsos. Ni la policía, ni el ejército, ni la fiscalía detienen y
condenan a quienes atentan contra la reserva. Instituciones como el INAFOR emite
permisos para despalar en el núcleo de la reserva, y en la zona de amortiguamiento se
han autorizado 53 concesiones de explotación minera industrial que provoca problemas
ambientales serios.

Todas estas actividades extractivas han destruido casi el 40% de la reserva. En un


informe de la Agencia Alemana para el Desarrollo Sostenible, se muestra que al año son
arrasadas unas 42 mil hectáreas de bosque. Producto del despale, la capacidad de
Bosawas de captar humedad, filtrarla en el terreno y hacer surgir los ríos va decayendo y
ha bajado el caudal del Río Coco, que se alimenta de afluentes que nacen de Bosawas.

EJÉRCITO AFECTA HÁBITAT DE CERRO MOKORÓN

Managua, cada vez más cubierta de rótulos, carros y sus humos tiene muy pocos
lugares con árboles de verdad. El aire se vuelve cada vez más pesado, se construyen
casas sin orden y la basura está por todos lados. Sin embargo, todavía estamos a tiempo
de preservar el último pulmón de Managua: el cerro Mokorón ubicado al oeste de la
UNAN-Managua, está cubierto por 17 hectáreas de bosque tropical seco y posee una rica
flora y fauna, árboles jóvenes y más de 150 especies de animales silvestres y aves
migratorias y locales.

Su importancia no solo radica en la producción de oxígeno y en los procesos de


interacción entre las especies que mantiene un equilibrio que nos beneficia a todos, sino
que su preservación es substancial para evitar las inundaciones en la capital. Es
necesario restaurar los suelos que puedan retener el agua de lluvia y evitar que las zonas
medias y cercanas al lago Xolotlán se inunden cuando llueve.

Sin embargo, ahora queda poco del cerro. La zona núcleo que tiene unas 48
manzanas esta amurallada por el ejército de Nicaragua, que se construyó aun cuando los
concejales de la Alcaldía de Managua emitieron una orden administrativa de no permitir
ninguna construcción en la zona. El muro, según la institución castrense, se construyó
para cuidar el cerro, sin embargo, representa una gran barrera para la movilidad de las
especies. Y la zona de amortiguamiento está plagada de barrios, zonas de cultivo y una
mina de 50 metros de profundidad que extrae material selecto para su comercialización.

Se han realizado muchos intentos para que la Asamblea Nacional apruebe una ley
que destine fondos para su conservación. Primero en el 2005 cuando enviaron la iniciativa
de “Ley de Declaración del Parque Nacional del Cerro Mokorón”, pero esta ley como
muchas otras se engavetó y no prosperó; y en el año 2012 el Centro Humboldt, junto con
el apoyo de ciertos diputados, presentaron una nueva iniciativa de ley para que sea
declarado Reserva Natural de Nicaragua, pero esta iniciativa tampoco ha pasado a
discusión, mientras se acaba poco a poco con la última esperanza de aire fresco en la
capital.

MOTASTEPE RUMBO A DESAPARECER

El cerro Motastepe en su composición geológica está formado de cenizas y arena.


La explotación de este yacimiento hace suponer que en veinticinco años solo van a
quedar restos de arena como señal de que ahí existió alguna vez el cerro Motastepe. El
principal temor es que ocurra un deslizamiento y causar estragos en la zona cercana,
especialmente porque está cerca de la Laguna de Asososca, que abastece de agua a una
parte de Managua. Aunque esto es una amenaza latente, no se hace nada por
contrarrestar este problema, según el Marena ellos no pueden hacer nada porque el cerro
no cuenta con la flora y la fauna que requiere un área protegida… por lo que la
explotación seguirá hasta cuando no quede nada más que extraer.

NADIE SALVA LA LAGUNA DE MASAYA

A solo 27 kms. de Managua se encuentra la Laguna de Masaya, al oriente del


volcán Masaya. A pesar de que la Laguna de Masaya es una reserva hídrica importante
para el país, por su alto grado de contaminación no se puede utilizar. Su contaminación
es tan excesiva que incluso fue excluida del Parque Nacional Volcán Masaya. Además de
recibir desde hace más de 30 años las aguas negras del municipio de Masaya, está llena
de basura que tira la gente que vive en los alrededores, y la basura de las calles y cauces
que van a parar ahí. En este entorno, la Alcaldía de Masaya no se preocupa por crear un
plan de concientización y ni siquiera de limpiar la basura en los cauces. Y tanto la
Alcaldía, como Marena y Enacal en todos estos años no han trabajado en ningún plan, ya
sea de mediano o largo plazo para evitar que la laguna se siga contaminando.

S.O.S. POR CORDILLERA DE LOS MARIBIOS

En el occidente del país parte de la Cordillera de Los Maribios, se encuentra el


complejo volcánico Chonco-San Cristóbal-Casita. Tiene una belleza impresionante y una
vasta variedad de flora y fauna. Sin embargo, es imparable la destrucción que sufre por
incendios, tala y cacería indiscriminada. A causa de los incendios, lo que antes era área
verde ahora son grandes franjas café debido a que fueron devastadas por el fuego
causado por cazadores, leñadores y por quienes extraen miel. Las comunidades que
habitan cerca del complejo están organizadas para proteger la reserva, especialmente
porque quieren aprovechar la belleza del complejo para promover el turismo ecológico y
que la reserva sea un patrimonio para su comunidad. Sin embargo, hacen las denuncias y
no prosperan, nadie ha sido detenido ni acusado. No solo peligran sus deseos de
promover turísticamente la reserva, sino que por el despale las casas localizadas en las
faldas del volcán corren riesgo de deslaves al no haber árboles que retengan la arena.
Los esfuerzos que hace la comunidad tampoco en este caso son apoyados por las
instituciones.

El objetivo de que los recursos naturales adquieran categoría de área protegida, lo


que este complejo es desde 1983, es que las entidades responsables designen recursos
para su protección y que cuenten con un plan de desarrollo. Sin embargo, instituciones
como Marena, Inafor, Policía y Ejército capean sus responsabilidades con las áreas
protegidas.

DESTRUCCIÓN DE BOSQUES Y RÍOS EN NUEVA GUINEA

En Nueva Guinea, una zona que se caracterizó hace algunos años como un
municipio de clima tropical, lluvias constantes y temperatura agradable, ahora cuenta con
una distorsión ambiental severa debido en gran medida a la extendida deforestación y
extracción de madera que se ha venido realizando en la zona, al parecer sin ningún plan
de compensación o mitigación forestal, y también por la sobre-explotación y
contaminación de los recursos del ambiente.

En los últimos meses se ha observado una constante circulación de camiones y


otros vehículos que están transportando grandes cantidades de madera desde las
comunidades de Nueva Guinea hacia el exterior, madera que lleva rotulada "Alba
Forestal", y que para los pobladores significa una pérdida significativa de bosques, alta
degradación de los suelos, desequilibrio ambiental, y, sobre todo, un gran daño para los
recursos naturales del municipio, en especial para las cuencas hídricas que son de vital
importancia para la producción, el consumo y la vida de la región.

Una de las fuentes hídricas con daños más severos y que está representando un
grave peligro para el bienestar de la población, es el Río El Zapote, el cual abastece de
agua potable a más de cincuenta mil habitantes de la ciudad de Nueva Guinea. Este río
ha disminuido grandemente su caudal debido a la deforestación realizada en sus riveras,
aparte de la constante contaminación de que es objeto.

Por todo lo expuesto el gobierno de Nicaragua vive en un permanente pecado


contra natura.

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