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Curso: 4° año
Año: 2015
ASUNCIÓN – PARAGUAY
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INTRODUCCION
Los instrumentos que se emplean para realizar la persecución penal en contra
de los autores de actos típicamente punibles, constituyen el ejercicio de
la acción penal y la entidad encargada de utilizar esos instrumentos es única y
exclusivamente, la Fiscalía General de la República.
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LECCIÓN IV: EL REGIMEN DE LA ACCIÓN PENAL.
CARACTERIZACIÓN DE LA ACCIÓN PENAL. Fundamento de su regulación.
Influencia de su ejercicio sobre el Derecho. Problemas que conllevan una
descripción puntual de la Acción Penal. EL EJERCICIO DE LA ACCION
PENAL. Las potestades coercitivas del Estado. Maneras de promover la Acción
Penal.
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relevante para el derecho penal, así como la identificación del o los
responsables (a quienes se debe garantizar el pleno ejercicio de sus derechos
procesales), reclamar la aplicación de la ley penal sustantiva en nombre de la
sociedad y del Estado –o por la víctima-, la cual se producirá –única y
exclusivamente-, si se confirma la hipótesis punitiva a través de una decisión
judicial imparcial e independiente.
Características:
La oficialidad, es uno de los caracteres de la acción penal, pues la ejerce el
órgano público, excepto en los delitos de acción privada que han quedado a
cargo exclusivo de la víctima o particularmente damnificado (el CPP prevé un
procedimiento especial para este tipo de hechos punibles en el cual se
prescinden de las etapas de investigación e intermedia, respectivamente).
No obstante, aún en los delitos cuya persecución motiva el ejercicio oficial para
su investigación y ulterior acusación, se ha mantenido la figura de la querella
adhesiva (ver capítulo de la querella), permitiendo a la víctima ejercer sus
derechos de reclamación punitiva, con ciertos efectos concretos y distintos a la
figura tradicional de la querella autónoma, que desaparece en el contexto del
predominio del carácter oficioso de la persecución penal.
Artículo 15. ACCIÓN PUBLICA. Los hechos punibles serán perseguibles de
oficio por el Ministerio Público, según lo establecido en este código y en las
leyes.
La publicidad, es otra de las características, debiendo distinguírsela del titular
que la ejerce, que puede ser público o privado.
Es pública porque tiende a satisfacer un interés general o colectivo,
representando a la sociedad a la cual representa, protege y defiende mediante
el ejercicio de la pretensión estatal.
Su naturaleza “pública” adquiere mayor entidad, si analizamos la finalidad
perseguida, cual es, la de averiguar la verdad histórica de lo acontecido, y su
objeto esencial, sobre el presupuesto de haber obtenido el fin perseguido,
aplicar el derecho penal material o sustantivo.
La irrevocabilidad, implica que una vez iniciada la acción penal, no puede
suspenderse, interrumpirse o cesar sino en los casos expresamente previstos
por la ley, como se verá con los criterios de oportunidad, de la suspensión del
proceso a prueba y los casos de obstáculos formales para la persecución
penal.
La discrecionalidad o legalidad reglada que obliga, en principio, al ejercicio
de la acción penal siempre que concurran las condiciones legales. No obstante,
por razones de mayor pragmatismo y evitar la sobrecarga de trabajo, el
Ministerio Público está facultado de abstenerse de promoverla por motivos de
oportunidad o conveniencia, sobre la base de los presupuestos del artículo 19
del CPP.
Artículo 19. OPORTUNIDAD. El Ministerio Público, con consentimiento del
tribunal competente, podrá prescindir de la persecución penal de los delitos:
1) cuando el procedimiento tenga por objeto un delito, que por su insignificancia
o por el grado de reproche reducido del autor o partícipe, no genere el interés
público en la persecución.
2) cuando el código penal o las leyes permiten al tribunal prescindir de la pena.
3) cuando la pena que se espera por el hecho punible carece de importancia en
consideración a:
a) una sanción ya impuesta;
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b) la que se espera por los demás hechos punibles que constituyan el objeto de
procedimientos pendientes; o
c) la que se le impondría en un procedimiento tramitado en el extranjero.
4) cuando se haya decretado, en resolución firme, la extradición o expulsión del
imputado por delito cometido en nuestro país.
En los supuestos previstos en los incisos 1) al 2) será necesario que el
imputado haya reparado el daño ocasionado, haya firmado un acuerdo con la
víctima en ese sentido o demostrado su voluntad de reparación.
La solicitud de prescindencia de la persecución penal se podrá presentar hasta
el momento de la audiencia preliminar.
La indivisibilidad significa que la acción penal comprende a todos los que
han participado en un hecho punible; tanto es así que hasta la prescindencia de
la persecución penal por hechos insignificantes (artículos 19.1 y 20 del CPP) a
uno de los imputados, se extiende a todos los demás; fuera de esta
circunstancia, en los demás casos se aparta de esta indivisibilidad de la acción.
Artículo 19. OPORTUNIDAD. El Ministerio Público, con consentimiento del
tribunal competente, podrá prescindir de la persecución penal de los delitos:
1) cuando el procedimiento tenga por objeto un delito, que por su insignificancia
o por el grado de reproche reducido del autor o partícipe, no genere el interés
público en la persecución.
Artículo 20. EFECTOS. La decisión que prescinda de la persecución penal
extinguirá la acción pública en relación al participante en cuyo favor se decide.
No obstante, si la decisión se funda en la insignificancia del hecho, sus efectos
se extenderán a todos los participantes.
Sin embargo, en el caso del inciso 3) del Artículo anterior sólo se suspenderá el
ejercicio de la acción penal pública hasta que se dicte la sentencia respectiva,
momento en el que se resolverá definitivamente sobre la prescindencia de la
persecución penal.
Si la sentencia no satisface las expectativas por las cuales se suspendió el
ejercicio de la acción penal pública el juez podrá reanudar su trámite. Esta
decisión será irrecurrible.
2. Fundamento de su Regulación.
Derecho a todos de peticionar a las autoridades: Art. 40 C.N - DEL
DERECHO A PETICIONAR A LAS AUTORIDADES Toda persona,
individual o colectivamente y sin requisitos especiales, tienen derecho a
peticionar a las autoridades, por escrito, quienes deberán responder
dentro del plazo y según las modalidades que la ley determine. Se
reputará denegada toda petición que no obtuviese respuesta en dicho
plazo.
Reglamentar: plazos, formas, garantías, participación de sujetos, respeto
a la dignidad de los sujetos.
Motivaciones del agente sometido al proceso.
¿De dónde se origina el derecho de accionar penalmente?;
La respuesta es muy sencilla: del derecho penal sustantivo que predetermina
bajo qué hechos punibles se admite la persecución del órgano público y en los
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demás casos -que es la excepción a la regla- sólo es permitida la persecución
por parte del particular damnificado.
De esta manera, se reglamenta el derecho constitucional de peticionar a las
autoridades, a través del derecho penal, y conforme a esta secuencia
jerárquica de normas que intervienen en la “génesis” de la acción penal, la
norma secundaria (código penal) habilita su ejercicio a los “autorizados
legalmente”.
La amplitud del ejercicio del derecho de petición que está previsto en el artículo
16 de la Constitución (ejercicio de los derechos en juicio) permite vincular
íntimamente tres niveles jurídicos:
Derecho constitucional (facultad de peticionar a las autoridades) – derecho
penal (reglamentación del derecho de petición en la jurisdicción penal
determinando la naturaleza y las personas habilitadas para ejercerlo)-, - y
derecho procesal penal (del cual es su pieza inicial para mover la jurisdicción
penal y a través de las diversas actuaciones que pueden efectuar los
interventores en el proceso, se podrá obtener la satisfacción del requerimiento
punitivo del actor, o por el contrario, se podrá obstaculizar, impedir o extinguir
de diversas formas esa pretensión).
Entonces, el objeto de la acción penal es un presupuesto autónomo al derecho
penal material, pero es “condictio sine quae non” para la existencia de un
proceso penal, atendiendo a los pasos previos y posteriores consignados.
A través de la acción penal se habilita -como un deber institucional emanado de
la ley penal, por regla- al órgano estatal constitucionalmente señalado a ejercer
(mediante requerimiento) la investigación de un supuesto hecho punible que
afecta gravemente un interés social en el conflicto generado por la
inobservancia del precepto penal (en principio).
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2. También el ejercicio de la acción puede modificar el derecho sustantivo (el
contenido de la pretensión del actor), cuando en el curso del proceso
impulsado por el ministerio público se produce un cambio cualitativo de la
información que permite ampliar la reclamación inicial, siempre que con ello no
se vulnere el principio de congruencia que debe existir entre la acusación y los
hechos debatidos en la audiencia que genera, posteriormente, en un caso
hipotético, la sentencia condenatoria.
La falta de sostenimiento de una acusación en plazo oportuno, por aplicación
de la regla nem bis in ídem (prohibición de persecución múltiple), impide una
nueva persecución penal.
Idénticas consecuencias se producen cuando el acusado es absuelto o se
admite su sobreseimiento. Con el mismo razonamiento, si se dicta una
sentencia condenatoria, el cumplimiento de la sanción por parte del afectado
resultará de la sentencia (recaída en el proceso, mediante el correcto y efectivo
sostenimiento de la acusación) y no del derecho sustancial que originariamente
sirviera de sustento a la promoción de aquella.
3. El ejercicio de la acción también puede constituir un nuevo derecho, el que
surge del “resultado final” del proceso penal. Así, la sentencia condenatoria
consolida la expectativa de una pretensión derivada del delito condenado y que
habilita plenamente a la víctima para reclamar indemnización de los daños y
perjuicios emergentes del hecho condenado.
4. Por último, el ejercicio de la acción impide, a veces, que ese derecho sea
transferido a determinadas personas, como los abogados que intervinieron en
el proceso (ejemplo: la necesidad de contar con un poder especial que permita
discernir correctamente la pretensión del damnificado en los casos de querella
adhesiva, o, la imposibilidad de renunciar o efectuar transacciones en el curso
del proceso, ya que la disponibilidad de la acción pertenece exclusivamente a
la víctima y no a sus apoderados). Por regla, la acción penal es intransferible,
salvo el caso de los herederos de la víctima que pueden instar el procedimiento
o proseguir la querella instaurada, según la naturaleza del hecho punible por el
cual se pretenda continuar la imputación.
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oportunidades, potestades y responsabilidades- en el procedimiento penal,
sosteniendo su pretensión punitiva.
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evitarse o remediarse por razón alguna, ya que es un mandato imperativo de la
norma constitucional que no admite excepciones, y;
b) La irretractabilidad de la acción pública, cuando el Ministerio Público efectuó
“requerimiento” de investigación, respaldado en una pretensión punitiva
“potencial” del Estado, el mismo no puede cesar o suspender, salvo los casos
que la misma ley lo permita.
El principio de legalidad de la acción penal exige un previo cotejo de las
normas de carácter penal con la política criminal, a la cual se adscribe un
determinado estado para reacción ante el fenómeno delictivo, de cuyo
contexto, se pueden destacar dos posturas bien definidas que adopta el poder
punitivo estatal para “enfrentar” a las personas que violan los preceptos de
carácter penal.
Una forma prevaleciente de reacción estatal es la que se enmarca al estricto
acata-miento del PRINCIPIO DE LEGALIDAD EXPRESA Y ABSOLUTA que
señala como obligación inexcusable por parte del órgano encargado de la
persecución penal de reaccionar (en los hechos que ameritan el ejercicio de la
acción pública), independientemente de las condiciones particulares en que
pudiera haberse perpetrado el hecho, cuando la ley así lo exige para
determinados tipos penales.
La otra forma, permite una reacción estatal más limitada y que, como principio
genérico, obliga a la reacción por parte del órgano persecutor, siempre y
cuando se afecte un interés social grave que se compromete en el supuesto
punible puesto a su conocimiento, permitiendo disponer la acción con ciertas
restricciones (previstas y predeterminadas en la misma ley) a tenor de ciertas
particularidades que permitan sostener, razonablemente, que en la hipótesis de
la reacción no se observe una dañosidad social muy grave o que afecte
sustancialmente la convivencia del conjunto social. Esta posición se conoce
como PRINCIPIO DE LEGALIDAD RESTRINGIDA O DISPONIBILIDAD DE LA
ACCIÓN PENAL PÚBLICA REGLADA, al cual se adscribe el CPP.
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ACCIÓN ES SIEMPRE PÚBLICA, SÓLO QUE LA FORMA DE
PROMOCIONARLA se puede producir de dos mane-ras:
1. Que el Ministerio Público sobre la base del principio de legalidad, estatalidad
u oficialidad ejercite la acción penal pública, sin condiciones previas, y;
2. Que esa legalidad mencionada, se restringa levemente, mediante una
condición previa e indispensable que constituye la denuncia o instancia de la
víctima.
Fuera de estos dos casos, la típica ACCIÓN PENAL PRIVADA que requiere la
presentación de la víctima como querellante particular autónomo sin
participación del Ministerio Público, desaparece en el Código Penal.
El Título VI del Código Penal menciona solamente la INSTANCIA DEL
PROCEDIMIENTO dentro de la PARTE GENERAL DEL LIBRO PRIMERO, sin
involucrar de una manera concreta a la ACCIÓN PRIVADA, figura consagrada
en la CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA (artículo 23). Por esta razón
debemos acudir, como fuente suplementaria del régimen de la acción penal, al
texto constitucional que, finalmente, se convierte en la integradora de las
inadvertencias gastadas por la legislación de fondo.
En virtud del CÓDIGO PENAL todos los hechos punibles que requieren
instancia de la víctima son de acción pública derivada, mientras que las que no
precisan de este mecanismo previo son puramente de acción pública.
La razón por la que se reconocen ciertos delitos de acción pública que requiera
la previa instancia de la víctima, se sustenta en que si bien la sociedad se
interesa en la investigación de todos los hechos punibles perpetrados, todos
ellos no se pueden conocer “directamente” por el ministerio público.
De esta manera, obviando la necesidad de una previa instancia de la víctima, la
acción penal siempre es pública (según el Código Penal), ya que la protección
de algunas conductas valiosas por la norma penal es de interés público (en
todos los hechos punibles de la parte especial), de lo que se deriva que la falta
de previsión de los delitos de acción privada responde a una decisión de
política criminal.
Artículo 17.C.P.P ACCIÓN PRIVADA. Serán perseguibles exclusivamente por
acción privada los siguientes hechos punibles:
1) maltrato físico;
2) lesión;
3) lesión culposa;
4) amenaza;
5) tratamiento médico sin consentimiento;
6) violación de domicilio;
7) lesión a la intimidad;
8) violación del secreto de comunicación;
9) calumnia;
10) difamación;
11) injuria;
12) denigración de la memoria de un muerto;
13) daño;
14) uso no autorizado de vehículo automotor; y,
15) violación del derecho de autor o inventor.
En estos casos se procederá únicamente por querella de la víctima o de su
representante legal, conforme al procedimiento especial regulado en este
código.
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CONCLUCION
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INDICE
Portada------------------------------------------------------------------------------------------------------------------1
Introducción-----------------------------------------------------------------------------------------------------------2
Fundamento de su regulación-------------------------------------------------------------------------------------5
Conclusión: --------------------------------------------------------------------------------------------------------10
Índice: --------------------------------------------------------------------------------------------------------------11
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