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SEMIOLOGÍA

HEPÁTICA-GASTROINTESTINAL

Dr. Emerson Godínez López*1

ANAMNESIS

DATOS GENERALES

EDAD
En niños es más frecuente la gastroenteritis viral, principalmente entre los 6 meses y 2 años de edad. (9, 14)
La úlcera duodenal es frecuente en personas de 30 años. La úlcera gástrica se presenta con mayor
frecuencia en personas de 60 años o más. (9, 14)
El cáncer de hígado, estómago y páncreas; la cirrosis hepática y la poliposis intestinal son mas frecuente en
mayores de 60 años. (9, 14)

SEXO
En hombres son más frecuentes las neoplasias de labio, lengua, esófago y estómago, la gastritis, úlcera
gástrica y/o duodenal, cirrosis alcohólica, cáncer del páncreas y pancreatitis alcohólica. (9, 14)
En mujeres se encuentran más frecuentemente estreñimiento habitual, litiasis biliar, neoplasia biliar primaria y
pancreatitis aguda biliar. (9, 14)

OCUPACIÓN Y LUGAR DE RESIDENCIA


En los ambientes donde abundan los roedores, es frecuente la leptospirosis. (9, 14)
En personas que permanecen largas horas sentados, tales como taxistas y traileros, se observan las
hemorroides. En personas con trabajos de gran responsabilidad y tensión psíquica (médicos, directivos, etc.)
se presentan con frecuencia: úlcera gastroduodenal, colon irritable y colitis ulcerosa. (9, 14)

ANTECEDENTES PERSONALES PATOLÓGICOS

FAMILIARES
Existe predisposición familiar al cáncer, litiasis biliar y úlcera duodenal. (9, 14)

MÉDICOS
Pacientes tratados con antiinflamatorios no esteroideos (AINES) y/o esteroides pueden padecer de gastritis y
úlceras gastroduodenales. (9, 14)
Los antihipertensivos y antibióticos (amoxicilina y ampicilina) favorecen el aparecimiento de diarrea. (9, 14)
Casi todos los antibióticos pueden conducir a una infección por Clostridium difficile, responsable del cuadro
clínico conocido como colitis pseudomembranosa. (9, 14)
Un cuadro clínico de disentería ocasionado por entamoeba histolítica, puede ir seguido de absceso hepático
amebiano. (9, 14)
El consumo de inhibidores de la bomba de protones (Omeprazol o lanzoprazol) favorece el aparecimiento de
pólipos gástricos. (9)
La poliposis se asocia a divertículo, y también predispone a cáncer colorectal. (9, 14)

1 Documento revisado y editado por el cuerpo docente de la Unidad Didáctica de Semiología Médica.

1
La gastritis por Helycobacter Pylori se relaciona con úlcera gastroduodenal y linfoma gástrico. (9)
Las infecciones por virus de la hepatitis B y C se asocian a hepatitis crónica y esta al desarrollo de cirrosis y
cáncer hepático (hepatocarcinoma). (9, 14)
El antecedente de hipertiroidismo, puede ser la causa de que un paciente presente diarrea; mientras que el
hipotiroidismo puede causar estreñimiento. (9, 14)

VICIOS-MANÍAS
El tabaco y abuso de café, son factores que cuentan en la aparición y recidiva de gastritis, úlcera
gastroduodenal; y el primero a cáncer gástrico. El consumo de bebidas alcohólicas, se asocia con hepatitis
alcohólica, cirrosis hepática, gastritis, úlcera gastroduodenal y pancreatitis. La promiscuidad sexual, determina
el aparecimiento de padecimientos tales como hepatitis B y C. (9, 14)

ANTECEDENTES PERSONALES NO PATOLÓGICOS

ALIMENTACIÓN
Un riesgo aumentado de cáncer de estómago se ha visto con una alimentación que contenga grandes
cantidades de alimentos ahumados, pescado, carne salada y vegetales conservados en vinagre. Los nitritos y
nitratos son sustancias que se encuentran comúnmente en las carnes procesadas. (9, 14)
Por otra parte, consumir frutas, verduras y vegetales frescos que contengan vitaminas antioxidantes (tal como
vitamina A y C) disminuye el riesgo de cáncer de estómago y colon. (9, 14)
Las dietas pobres en fibra favorecen el estreñimiento. (9, 14)

SÍNTOMAS
 DOLOR ABDOMINAL

FISIOPATOLOGÍA: EL DOLOR ABDOMINAL, SEGÚN SU MECANISMO DE PRODUCCIÓN PUEDE SER


DE DOS TIPOS: VISCERAL Y SOMÁTICO. (4)

Dolor visceral: se origina en órganos abdominales que son cubiertos por el peritoneo visceral. Los
receptores dolorosos se ubican en la pared muscular de las vísceras huecas y en la cápsula de los
órganos macizos. Los receptores son sensibles a: (4)
Estiramiento (obstrucción del intestino delgado).
Contracción de una víscera hueca.
Distensión de la cápsula de un órgano macizo (hepatitis, pancreatitis).
Isquemia (trombosis mesentérica).
Inflamación (apendicitis o colecistitis) o por inflamación secundaria a estímulos químicos como
el ácido clorhídrico o a toxinas bacterianas.

El estímulo es transmitido por las vías aferentes viscerales junto con los nervios simpáticos hasta las
astas dorsales de la médula espinal, y de allí a los centros nerviosos superiores.

El dolor visceral es sordo, mal localizado y puede percibirse en el abdomen a distancia de la víscera
afectada. Con frecuencia se ubica en la línea media abdominal, debido a que ingresan a la médula
espinal fibras nerviosas bilaterales y a que la inervación de los órganos abdominales, no depende de
un solo segmento medular sino que de varios. (4)

La velocidad con la que se instala la distensión del órgano afecto, tiene mucha importancia para la
presentación del dolor. Así por ejemplo la distensión brusca del colédoco por impactación de un cálculo
biliar causa dolor abdominal brusco, mientras que su distensión progresiva en caso de oclusión tumoral

2
por un cáncer de cabeza del páncreas suele producir dolor abdominal de intensidad variable, sorda,
continua o bien paroxística localizada en hipocondrio izquierdo y espalda.

El dolor visceral puede presentarse como dolor referido, que es el experimentado en otro sitio distinto
al estimulado. Esto es debido a que la estimulación dolorosa de las vísceras origina la sensación
dolorosa en zonas más superficiales del cuerpo (piel) inervadas por los mismos segmentos de la
médula espinal. Usualmente el paciente localiza el área hacia donde se refiere el dolor. Un ejemplo de
este tipo de dolor lo constituye el dolor subescapular derecho de la colecistitis aguda o del cólico biliar.

Dolor somático: Se produce por el estímulo de terminaciones sensitivas localizadas en el peritoneo


parietal (al que inervan fibras nerviosas espinales que abarcan los segmentos D7 a L1), el mesenterio
y el diafragma. El estímulo es inflamatorio y puede ser bacteriano (peritonitis) o químico (jugo gástrico
estéril por perforación de una úlcera duodenal). Lo acompaña un espasmo reflejo de la musculatura
del abdomen (contractura muscular) y desaparición del peristaltismo. Es brusco, localizado en el sitio
de la lesión, es severo, se exacerba con los movimientos, la tos y la respiración. (4)

La apendicitis aguda es un ejemplo de la fisiopatología del dolor abdominal. Al inicio se presenta epigastralgia
(el dolor inicial es de tipo visceral), desencadenada por la obstrucción de la luz y la distensión de la pared del
apéndice. Si la enfermedad progresa y el proceso inflamatorio estimula al peritoneo parietal (dolor somático),
el dolor se localizará en el punto de McBurney.

CARACTERIZACIÓN DEL DOLOR ABDOMINAL


Duración:
o Agudo: cuando es menor de 7 días, puede ser producido por apendicitis o colecistitis.
o Crónico: cuando es mayor de 7 días orientará a enfermedad péptica, colon irritable o cáncer.

Aparecimiento o velocidad de instauración:


o Brusco o súbito (instantáneo): Este tipo de dolor sugiere perforación de víscera hueca,
pancreatitis, isquemia intestinal o rotura de un embarazo ectópico.
o Gradual o paulatino: Apendicitis, hernia estrangulada, colecistitis u oclusión intestinal.

Localización:
o El lugar donde se presenta el dolor, puede ser el reflejo del órgano subyacente, de acuerdo a la
posición anatómica que ocupa dicho órgano. Ej: la epigastralgia indicará gastritis o
pancreatitis. (5)

o El dolor en la región cervical sugiere la presencia de esofagitis o acalasia (falta de relajación del
esfínter esofágico inferior). El dolor en el hombro indica irritación diafragmática y puede
observarse en los casos de colecistitis aguda, perforación de úlcera péptica y en la peritonitis.
El dolor en la región interescapular puede deberse a litiasis biliar. El dolor en la espalda puede
indicar la presencia de cáncer esofágico o tumores retroperitoneales. Puede presentarse
precordalgia en los cuadros de reflujo gastroesofágico y úlcera gástrica alta, indistinguible de
infarto de miocardio. La epigastralgia puede ser debida a infarto del miocardio. (9, 14)

Irradiación:
o La irradiación del dolor se refiere a la dirección que toma la sensación dolorosa, hacia donde se
propaga. Algunas veces, esta irradiación del dolor orienta hacia un tipo de órgano afectado.
Ej: la epigastralgia de la pancreatitis se irradia en hemicinturón hacia el hipocondrio y dorso
izquierdos. (9, 14)

Carácter del dolor:


o CÓLICO: Se presenta en afecciones de víscera hueca. Ej. Colelitiasis, obstrucción intestinal.

3
o RETORTIJON: En afecciones intestinales. Ej. Colitis.
o SORDO: En vísceras sólidas. Ej. Hepatitis.
o TEREBRANTE: Cuando se presenta destrucción de tejido. Por ejemplo en pancreatitis aguda
y úlcera gástrica perforada. (11)
o URENTE: Cuando existe afección de mucosas. Ej. Esofagitis, gastritis y úlcera gástrica.

Intensidad del dolor:


o La intensidad del dolor se encuentra en relación directa con la magnitud del estímulo, aunque
su percepción puede ser variable dependiendo del umbral doloroso del paciente. La necesidad
de permanecer en cama, el requerimiento de analgésicos o la aparición de diaforesis y palidez
concomitantes apoyan la existencia de un dolor de gran intensidad.

Alivio y/o agravamiento del dolor:


o Hay que analizar si se produce variación del dolor con la respiración, con la ingesta, con el
vómito o con la deposición.

Aumento de la intensidad del dolor:


o El dolor por irritación peritoneal se aumenta de intensidad con el movimiento, como por ejemplo
en la apendicitis aguda se exacerba al apoyar el pié derecho durante la marcha.

o El dolor exacerbado por taquifagia, dietas irritantes, trabajo y tensión psíquica sugiere procesos
inflamatorios como gastritis y úlcera gástrica. Existe aumento de la intensidad después de la
ingesta de alimentos en caso de duodenitis y úlcera duodenal.

Disminución de la intensidad del dolor:


o El dolor por úlcera gástrica disminuye con la ingesta de alimentos no irritantes y en la
pancreatitis al inclinarse hacia adelante; el cólico intestinal por patología del colon con la
defecación; y en procesos obstructivos del tracto gastrointestinal superior con el vómito.

o El dolor que cede con el uso de antiespasmódicos, suele originarse en una víscera hueca
(vesícula biliar, intestino o uréter).

Cronología del dolor:


o En general, debe tenerse en cuenta que si un dolor es de origen digestivo en algún momento
tendrá relación con la fisiología del tracto gastrointestinal (ingesta, vaciamiento gástrico,
digestión y evacuación).

o El dolor continuo puede presentarse en tumores retroperitoneales o pancreáticos debido a que


traccionan el peritoneo parietal, aunque con mayor frecuencia corresponden a trastornos
psicofuncionales.

DISFAGIA
Se define como disfagia a la dificultad para deglutir. (2)

TIPOS Y CLASIFICACIÓN
La presencia de disfagia implica fisiopatológicamente una alteración funcional-espasmódica u orgánica. (2)

Funcional-espasmódica: el paciente presenta disfagia paradójica (disfagia a líquidos pero no a sólidos; ante
alimentos fríos y no a calientes o viceversa). Entre sus características tenemos que es brusca, de intensidad
variable, intermitente en tiempo (algunos días presente y en otros ausente) y en el lugar anatómico de
producción de dicha sensación. La causa más frecuente es la acalasia. (2)

4
Orgánica: tiene la característica de ser progresiva (primero a sólidos y luego también a líquidos), es
permanente, fija (la sensación radica en un mismo sitio). Las causas más frecuentes son la estenosis y cáncer
esofágicos. (2)

ODINOFAGIA
Se denomina así a la deglución dolorosa. Se presenta en esofagitis. (4)

REGURGITACIÓN
Es el retorno de alimentos desde el esófago o estómago hacia la boca, sin los esfuerzos del vómito. Puede
estar relacionada con los cambios de postura. (3, 9, 14)
Cuando procede del propio esófago (acalasia) es alcalino. (9, 14)
Cuando la regurgitación se debe a enfermedad gástrica, tiene un sabor amargo, ácido o agrio, o con olor
fétido según su composición. El sabor amargo depende de las peptonas que forman parte del quimo; el sabor
agrio se debe a los componentes ácidos del jugo gástrico (ácidos clorhídricos y de fermentación); la fetidez es
obra de fermentación diversas (butírica, láctica, etc.). Se presenta en hernia hiatal. (9, 14)
La regurgitación está acompañada a menudo de pirosis y eructos. (9, 14)

PIROSIS
Es la sensación de ardor retroesternal que puede llegar hasta la boca. (4, 9, 14)
De intensidad variable, irradia al cuello, se exacerba en el decúbito supino y después de la ingesta
alimenticia. Se puede acompañar de eructos. La causa de pirosis se encuentra en la porción terminal del
esófago, debido a una mucosa muy sensible a los pasos del contenido gástrico, o por alteración de su
actividad neuromuscular motivo de ondas anti-peristálticas ascendentes. Se presenta en la enfermedad de
reflujo gastroesofágico. (4)

VÓMITO O EMESIS
Es la expulsión súbita y violenta del contenido gástrico por la boca. (2)
En el acto del vómito se reconocen tres períodos importantes: la náusea, la arcada y el vómito propiamente
dicho. (2)

NÁUSEA
Es una experiencia física de difícil definición. Se asocia a tialismo (hipersalivación), diaforesis y alteraciones
del ritmo respiratorio. El tono gástrico y el peristaltismo disminuyen hasta llegar a desaparecer, mientras que
el tono duodenal aumenta con o sin reflujo hacia el estómago. (2)

ARCADA
Se presenta con movimientos respiratorios abortivos, producidos con la glotis cerrada, durante los cuales los
movimientos de la pared del tórax y el diafragma se oponen a la contracción espiratoria de la musculatura
abdominal. El diafragma se contrae violentamente; el píloro y el antro también se contraen mientras que el
cuerpo gástrico se relaja. En este período la boca está cerrada. (2)

VÓMITO
Los músculos abdominales están contraídos y el diafragma baja, aumentando la presión intraabdominal
mientras que el cardias está alto y abierto, el antro y el píloro permanecen contraídos. Entonces el contenido
gástrico sale violentamente por la boca, la cual se abre inmediatamente antes de la evacuación gástrica. El
paladar blando y úvula se elevan obstruyendo la vía respiratoria superior. (2)

Existen dos centros que coordinan el acto del vómito:


 El centro del vómito (ubicado en el bulbo raquídeo)
 La zona reflexógena quimiorreceptora (ubicada en la zona posterior del piso del cuarto ventrículo). (2)
Estos centros pueden ser estimulados por exposición a gustos u olores, dolor o estímulos visuales, fármacos
(ej.: citotóxicos y digital), alteraciones metabólicas (ej.: uremia, hipoxia y cetoacidosis diabética), toxinas
bacterianas, radiación, etc. Responden enviando señales a través de las vías eferentes a las siguientes
áreas:
Nervio frénico: al diafragma.
5
Nervios espinales: a los músculos intercostales y abdominales.
Nervio vago: fibras viscerales a la faringe, la laringe, el esófago y el estómago. (2)

TIPOS DE VÓMITO

SEGÚN SU CONTENIDO
Vómito alimenticio: se denomina así al vómito con presencia de restos alimenticios. Es el más frecuente.
Ocurre en gastroparesia, estenosis pilórica y acompaña a la enfermedad diarreica. (9, 14)

Vómito mucoso: posee moco gástrico el cual es adherente, filante (propiedad que tienen algunas sustancias
de “formar hilos”) y que sobrenada en el jugo gástrico. Se presenta en gastritis. (9, 14)

Vómito bilioso: Se caracteriza por la presencia de bilis. Tiene un sabor amargo y un color amarillento o
verdoso. Se debe al reflujo duodenogástrico. Se observa con mayor frecuencia en colecistitis, colelitiasis,
pancreatitis aguda y en estenosis duodenal distal a la papila mayor. (9, 14)

HEMATEMESIS
Es el vómito con presencia de sangre. Su presencia orienta a sangrado por arriba del ángulo
duodenoyeyunal. (2)
La hematemesis será rojo rutilante (brillante) si la sangre no tiene contacto con ácido clorhídrico y es vomitada
inmediatamente después de iniciada la hemorragia, tal como ocurre en la úlcera péptica con sangrado
copioso, ruptura de várices esofágicas y en el Síndrome de Mallory Weiss (entidad en la que se produce
desagarro de la mucosa en la unión esofagogástrica como consecuencia del esfuerzo del vómito).
La hematemesis tendrá el aspecto parecido al “chingaste o pozo de café”, cuando la sangre entró en contacto
con el ácido clorhídrico gástrico. El ácido clorhídrico gástrico transforma la hemoglobina en clorhidrato de
hematina. Como este proceso es muy rápido, basta un breve contacto entre la sangre y la secreción
clorhídrica para que se produzca esta coloración. Indica daño a la mucosa gástrica, como por ejemplo:
gastritis erosiva, úlcera y cáncer. (9, 14)

ESTREÑIMIENTO O CONSTIPACIÓN
Se denomina así a la asociación de por lo menos dos de las siguientes condiciones: menos de tres
evacuaciones por semana, disminución en cantidad de heces, aumento de la consistencia, esfuerzo al defecar
o sensación de defecación incompleta. (3)
El mecanismo fisiopatológico por el que se produce es el siguiente:
Obstáculo intestinal que impide la progresión del bolo fecal, y que generalmente está en el colon, como
sucede en bridas y tumores intra o extra colónicos.

Alteración de la motilidad colónica la cual se debe a:


o Espasticidad o hipertonicidad especialmente del colon distal, que impide la propulsión efectiva.
Ej. el síndrome del intestino irritable y en lesión transversa de la medula en la fase espástica.

o Hipotonía o atonía de los músculos colónicos que los hacen inefectivos. Ej.: diabetes,
hipotiroidismo y enfermedad de Hirschsprung. (3)

 En estos casos, el retardo del tránsito redunda en mayor deshidratación del contenido
colónico haciendo las heces más duras, y con ello aumentando la dificultad defecatoria
y cerrando el círculo vicioso.

o Otros: Alimentación con escasez de fibra, abuso de laxantes, escasa ingesta de agua y el
sedentarismo

DIARREA
En general, se define como el aumento de volumen, frecuencia y disminución de la consistencia de las
deposiciones. Esto guarda relación con el hábito intestinal de cada individuo.

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CLASIFICACIÓN DE LA DIARREA:
Según su mecanismo fisiopatológico:

OSMÓTICA
Ciertos solutos que por distintas razones no se absorben, aumentan la osmolaridad en la luz intestinal lo cual
provoca retención de agua y favorece por osmosis el paso de agua hacia la luz intestinal, provocando diarrea.
(7)
Clínicamente cesa con el ayuno y su volumen es menor de 1 litro al día. Se presenta en ingesta de laxantes,
síndrome de malabsorción, deficiencia de disacaridasas y en resección ileocólica. (7)

SECRETORA
Se produce por secreción excesiva de iones intestinales y agua. Clínicamente es acuosa y su volumen es
mayor de 1 litro al día. Ej.: infecciones por vibrio cólera, rotavirus o estafilococo aureus. (7)

EXUDATIVA O INFLAMATORIA:
Es debida a inflamación de la mucosa intestinal con lo cual se produce exudación de moco, sangre, proteínas
o pus. No cede con el ayuno y el volumen es variable. Ej.: Shigellosis, Salmonellosis y Amebiasis intestinal.
(7)
MOTORA:
Se debe a alteración del tránsito intestinal. El aumento del peristaltismo favorece el incremento del tránsito
intestinal con la consecuente diarrea, Ej: hipertiroidismo y síndrome de intestino irritable. La disminución o
detención del tránsito favorece el sobre crecimiento bacteriano lo cual produce diarrea, Ej: divertículo y
síndrome de asa ciega.

Según su tiempo de evolución:

DIARREA AGUDA: Duración menor de 2 semanas. Ej: virales y bacterianas.


DIARREA PERSISTENTE: Duración mayor de 2 semanas. Ej. Giardiadis y síndrome de malabsorción.
DIARREA CRÓNICA: es de uso frecuente hablar de éste trastorno cuando es mayor de 30 días. Se vincula
a padecimientos como Enfermedad de Crohn y Enfermedad Celíaca

MELENA
Es la deposición negra, pastosa, pegajosa, informe y fétida. Es debida a la transformación de la hemoglobina
por las bacterias colónicas. En general indica un sangrado alto (por arriba de la flexura duodenoyeyunal), ya
que se necesita que la sangre permanezca cierto tiempo en el tracto intestinal para que pueda ser degradada
por las bacterias. Ej: gastritis erosiva, úlcera gástrica o duodenal y várices esofágicas. (9, 14)

HEMATOQUECIA
Es la deposición de heces sanguinolentas o de sangre pura. Se presenta con mayor frecuencia en las
hemorragias por debajo de la flexura duodenoyeyunal. Ej: hemorroides, fisuras anales, pólipos, diverticulitis,
shigellosis, amebiasis y cáncer de colon.

TENESMO
Es el deseo continuo, doloroso e ineficaz de defecar. Es debida a la inflamación de la mucosa rectal. Se
presenta con mayor frecuencia en colitis, cáncer del recto y proctitis.

PUJOS
Es el cólico recto-sigmoideo que parte de la fosa ilíaca izquierda en sentido descendente hacia el ano, con
sensación infructuosa de defecar. Es indicativo de inflamación de la mucosa rectal, lo cual produce un
espasmo reflejo rectal. Se asocian a diarrea, colitis o proctitis.

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EXAMEN FÍSICO

INSPECCIÓN GENERAL

FACIES

HIPOCRÁTICA
Su presencia se señala en las afecciones peritoneales agudas y en el choque. (Para sus
características clínicas, ver documento de “Inspección General”). (9, 14)

CIRRÓTICA
Es demacrada, con hipertrofia bilateral de las parótidas (estigma de los bebedores crónicos), las conjuntivas
ictéricas, pseudoexoftalmos (debido a que el párpado superior suele estar retraído); arañas vasculares y/o
telangiectasias en frente, pómulos, dorso de la nariz. (9, 14)

ACTITUD
 Bipedestación: por dolor en los márgenes del ano. Ej: absceso perianal y trombosis hemorroidal.
 Decúbito supino e inmovilizado: por el dolor abdominal severo. Ej: perforación de víscera hueca o
peritonitis.
 Semiencorvada: para evitar la tracción visceral causante del dolor. Ej: en los casos de bridas o
adherencias peritoneales.
 Posición fetal: Debido al cólico abdominal. Ej: Úlceras gástricas o duodenales.

PIE

ICTERICIA
Es la coloración amarillenta de la piel, que resulta de la difusión del pigmento biliar contenido en la sangre. La
ictericia debe buscarse con luz diurna y a nivel de las conjuntivas y velo del paladar (áreas solo teñidas en la
ictericia verdadera). (4, 9, 14)

La intensidad y matiz de la ictericia, guarda relación, aparte de otros factores (Ej. El color de la piel del
paciente), con la naturaleza de la bilirrubina, habiéndose observado que la modificada por la célula hepática
(muy soluble) tiñe más que la de origen hemolítico (poco soluble). (9, 14)

Se enumeran a continuación 4 tipos de matiz de la ictericia, lo que nos puede ayudar a una orientación
diagnóstica: (9, 14)

o Ictericia flavínica: Es color amarillo pálido. Indica la coexistencia de anemia con ictericia. Ej: anemia
hemolítica.

o Ictericia rubínica: Es color amarillo rojizo. Es debido al aumento de la bilirrubina no conjugada o indirecta.
Ej: hepatitis.

o Ictericia verdínica: Es color verde aceituna. Es debido al aumento de la biliverdina y la bilirrubina


conjugada o directa. Ej: colestasis.

o Ictericia melánica: Es color amarillo parduzco. Es debido al aumento de la biliverdina y la bilirrubina


conjugada o directa, que en las colestasis crónicas producen prurito y lesiones de rascado que estimulan
la formación de melanina. Ej: colestasis crónica.

PSEUDOICTERICIA
Tinte amarillento cutáneo que no es debido a la bilirrubina. No tiñe mucosas ni la conjuntiva. Ej: insuficiencia
renal crónica por retención de urocromos; y en pacientes con ingesta elevada de alimentos ricos en carotenos.
(9, 14)
8
ARAÑAS VASCULARES
Consisten en una dilatación arteriolar central, de la que parten pequeños capilares, en forma radiada, a modo
de patas de araña (de ahí su nombre). El centro es pulsátil y su presión provoca un empalidecimiento del
resto de la lesión.

TELANGIECTASIAS
Son dilataciones vasculares sin arteriola central. Son de forma serpentiforme, se encuentran en el territorio de
la vena cava superior y desaparecen a la presión.
En el paciente con fallo hepatoceluar, disminuye la neutralización de sustancias estrogénicas, por lo tanto
estas se acumulan y producen vasodilatación, con lo cual se forman tanto las telangiectasias como las arañas
vasculares. Estas estructuras también pueden observarse en el embarazo, en relación a los cambios
hormonales de éste.

INSPECCIÓN ABDOMINAL
PIEL
El aspecto de la piel abdominal aparecerá brillante (porque refleja mejor la luz) y lisa (sugiere piel tensa)
debido al aumento en la tensión abdominal. Ej: ascitis voluminosa. (9, 14)
La pilificación puede disminuir, llegando a ser tan escasa que justifica hablar de “calvicie abdominal” como en
el caso de cirrosis hepática. (9, 14)
Con respecto a la circulación venosa subcutánea, normalmente es poco visible aún en los sujetos delgados y
con escaso panículo adiposo; por lo tanto su desarrollo anormal señala un obstáculo en la circulación venosa
de retorno. Según su morfología nos orienta hacia distintas afecciones:

 Puede encontrarse circulación en “cabeza de medusa”, las venas poseen dirección centrífuga (se
dirigen hacia fuera) en forma radial a partir del ombligo, se presenta en la hipertensión portal. (9, 14)

 Si la red venosa se evidencia en la raíz de los miembros inferiores y a los lados de la pared abdominal,
sobre todo en posición vertical y con los esfuerzos, nos orienta a obstrucción de la vena cava inferior.
(9, 14)

ANOMALÍAS DE LA FORMA Y EL VOLUMEN DEL ABDOMEN

ABDOMEN GLOBOSO O PROTUBERANTE


Implica un aumento de volumen uniforme del abdomen. Entre sus causas están:
Obesidad, en la que el ombligo se conserva hacia adentro, la pared abdominal es gruesa, porque
además la grasa en el mesenterio y en el epiplón contribuye al aumento del volumen abdominal. (2, 9,
14)

Anasarca (edema generalizado que se presenta en enfermedades cardiacas, hepáticas, renales o


nutricionales), en la que la piel abdominal aparece difusamente engrosada por infiltración, se puede
encontrar el signo de la fóvea (conservando la huella de las ropas y/o del dedo que ejercen presión).
(9, 14)

Meteorismo generalizado, donde el abdomen está abultado y distendido debido a gases contenidos en
el tracto gastrointestinal. La piel también está distendida y en ocasiones brillante, el abdomen es
uniforme y adquiere la forma de un globo o de un balón esférico, forma que no se modifica en las
distintas posiciones que adopta el paciente. El meteorismo se observa en las siguientes circunstancias
fisiopatológicas: (9, 14)

o Dificultad a la progresión del gas a lo largo del tubo digestivo debido a paresia intestinal como
sucede en el Síndrome de íleo paralítico y de obstrucción intestinal anatómica completa, en la
que no hay paso de ningún material en sentido distal al área obstruida. (15)
o Alteración electrolítica (hipokalemia). Ej: diarrea.
o Aerofagia y aumento en el consumo de bebidas carbonatadas.
9
En la ascitis de rápido desarrollo, el ombligo hace procidencia (está hacia afuera), pero si la ascitis es
antigua, las paredes laterales se aflojan, el abdomen se achata y el líquido se ubica en las regiones
laterales, por lo que estando el paciente en decúbito supino, da la impresión que el abdomen
“rebalsara” o se “desparramara” hacia los lados (abdomen en batracio). Según su ubicación la ascitis
puede encontrarse libre en la cavidad peritoneal o tabicada. (2, 9, 14)
El principal mecanismo fisiopatológico de ascitis es la hipertensión portal sinusoidal. Ej.: cirrosis hepática,
en la que la fibrosis hepática aumenta la presión hidrostática de los sinusoides, el líquido libre de proteína
se escapa hacia el intersticio hepático, siendo extraído por el sistema linfático. Pero cuando la cantidad de
flujo linfático aumenta sobrepasando la capacidad del drenaje linfático, el líquido se vierte en la cavidad
peritoneal.

Otro mecanismo por el que se produce la ascitis, es por el aumento de la presión en las venas hepáticas
y en la porta como consecuencia de la insuficiencia cardiaca derecha y de la congestiva.

ABDOMEN RETRAÍDO
Es el hundido o excavado. Entre sus causas tenemos:
 Formación de adherencias, bridas (filamentos de tejido fibroso y vascular que se extiende en la cavidad de
las serosas de una a otra membrana a consecuencia de la inflamación de estas) o plastrones abdominales
(zonas de induración a nivel de un foco inflamatorio), que fijan el peritoneo parietal a las vísceras como
ocurre en la tuberculosis peritoneal. (2)
 Desaparición del panículo adiposo, como sucede en la desnutrición crónica.

La falsa impresión de un abdomen retraído se observa en un paciente atlético o la anormal prominencia de un


tórax rígido, enfisematoso y con los rebordes costales levantados. (9, 14)

ABDOMEN ASIMÉTRICO
Es el aumento de volumen de diferentes áreas del abdomen. Entre sus causas tenemos:
La distensión por encima del ombligo y en la región periumbilical sugiere quistes del páncreas. La distensión
por debajo del ombligo puede deberse a tumores uterinos u ováricos, al útero grávido durante la primera mitad
del embarazo o a un globo vesical. (9, 14)

Hernias (epigástricas, umbilicales, incisionales, inguinales y crurales). (9, 14)

Diastasis de los rectos (separación de los dos músculos rectos abdominales). En la que se presenta una
saliente de tipo reborde en la línea media, provocada por el aumento de la presión intraabdominal cuando el
paciente eleva su cabeza y sus hombros. Ej: obesidad, embarazadas y recién nacidos.

Visceromegalia. Ej: Hepatocarcinoma, que deforma y eleva el hipocondrio derecho; y la leucemia


granulocítica que produce esplenomegalia, elevando el hipocondrio izquierdo. (2, 9, 14)

AUSCULTACIÓN:

BORBORIGMOS INTESTINALES
Son los ruidos hidroaéreos. Producidos por la movilización del contenido líquido-gaseoso del intestino. Su
frecuencia normal es de 5-35 por minuto. (2)
Están aumentados en la diarrea, en las primeras fases de la obstrucción intestinal y a causa del hambre. (2,
15)

La presencia de ruidos hidroaéreos de lucha (intensos, prolongados y acompañados por dolor) indica la
presencia de íleo mecánico, en tanto que la ausencia de ruidos (silencio abdominal) indica íleo paralítico.

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Antes de afirmar que los sonidos intestinales están ausentes, debe auscultarse como mínimo durante cinco
minutos. (2)

PERCUSIÓn

PRUEBAS PARA ASCITIS LIBRE


PRUEBA DE LA MATIDEZ DESPLAZABLE
Se presenta cuando hay ascitis libre. El líquido libre en la cavidad abdominal sigue las leyes de la gravedad,
por lo que al percutir, la matidez se desplaza hacia la zona de mayor declive, mientras el timpanismo se
desplaza hacia la parte superior (cuando el paciente está en decúbito dorsal, se presenta matidez en los
flancos, fosas ilíacas e hipogastrio, mientras que la parte central es timpánica). La matidez corresponde al
líquido acumulado, mientras que el timpanismo se debe a las asas intestinales llenas de gas que flotan hacia
la superficie. (2, 9, 14)

Con el paciente en decúbito dorsal se delimita las zonas de matidez y timpanismo. Posteriormente se le
coloca en decúbito lateral derecho o izquierdo, procediendo entonces a identificar nuevamente el borde de
delimitación. Si este se ha modificado sugiere ascitis. (9, 14)

SIGNO DE LA OLEADA ASCÍTICA O SIGNO DE MORGAGNI


La percusión combinada con la palpación permite la investigación de la presencia de ascitis por medio del
signo de la oleada ascítica. (2, 9, 10, 14)

Se coloca al paciente en decúbito dorsal, el médico se coloca al lado derecho viendo en dirección al rostro del
paciente. Se solicita a un ayudante o al mismo paciente, que coloque el borde cubital de una mano sobre la
línea media del abdomen a nivel del ombligo. Entonces el Médico, coloca la superficie palmar de su mano
izquierda en el flanco derecho del paciente, paralelamente a la línea media; mientras que con los dedos de la
mano derecha se ejecutan pequeños golpes en el flanco izquierdo. La mano que percute provoca ondas de
líquido que son percibidas como impulsos en el sitio de la palpación. La mano colocada sobre la línea media,
evita que el impulso se transmita a través de la pared abdominal. (9, 10, 14)

SIGNO DEL TÉMPANO


Se hace evidente cuando existe ascitis y vísceromegalia o ascitis y tumor. (9, 10, 14)
El médico produce con la punta de los dedos de la mano derecha un movimiento de compresión rápido y
breve sobre la región del órgano afecto, dejando que los dedos continúen la presión por algunos segundos,
momento en el cual se percibirá un choque de retorno del órgano agrandado o el tumor, similar a la sensación
que produce la inmersión de un trozo de hielo en el agua, que al soltarse vuelve a flotar. Por ejemplo, si hay
hepatomegalia, se buscará el signo en el hipocondrio derecho. (9, 14)

PRUEBAS PARA ASCITIS TABICADA

SIGNO EN TABLERO DE DAMAS


Éste signo se presenta en las enfermedades del peritoneo (neoplásicas,
infecciosas o inflamatorias). La percusión dará zonas mate (áreas de
líquido enquistado) alternadas con zonas de timpanismo (aire presente en
las asas intestinales), las cuales no se modificarán con el cambio de posición del paciente como ocurre en la
ascitis libre. (9, 10, 14)
Lo anterior se explica por la tendencia de los exudados (líquido inflamatorio) a enquistarse con formación de
adherencias como por ejemplo en la tuberculosis peritoneal. (9, 10, 14)

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TIMPANISMO
El timpanismo abdominal fisiológico es sumamente variable, según el grado de llenura o vacuidad del
intestino. Cuando encontramos áreas de timpanismo de mayor intensidad y extensión, pensaremos en las
diferentes causas de meteorismo.

PERFORACIÓN DE VÍSCERA HUECA: SIGNO DE JOBERT


Se denomina así a presencia de timpanismo en lugar de la usual matidez hepática estando el paciente en
decúbito lateral izquierdo. Este timpanismo se debe a la presencia de gas libre en la cavidad abdominal
(neumoperitoneo), como consecuencia de la perforación de una visera hueca. (2, 9, 14)

PALPACIÓN
Cuando el paciente refiera dolor abdominal, la palpación se iniciará en las regiones en las que el paciente no
ha referido dolor. De esa manera se palpará en último lugar la región donde el paciente ha referido que el
dolor es de mayor intensidad.

 PALPACIÓN SUPERFICIAL
Ocasionalmente el dolor a la palpación superficial se origina en la pared abdominal y no dentro de la cavidad
abdominal. Puede distinguirse entre estos dos orígenes, solicitando al paciente que tense la pared abdominal
(eleve su cabeza y los hombros) o que se estire la pared abdominal (colocando sus brazos detrás de la
cabeza o por arriba de ella). De esa manera, al palpar nuevamente, el dolor persiste, pero disminuye en las
lesiones más profundas. (2)

El dolor a la palpación superficial a nivel del hipocondrio derecho sugiere inflamación hepática, como sucede
en la hepatitis o por congestión venosa como en la insuficiencia cardiaca derecha o congestiva.

En casos de peritonitis, la contractura muscular se hace tan intensa que dificulta la palpación y se tiene la
sensación de palpar en la pared abdominal una pieza de madera por lo que se reconoce como abdomen en
tabla por el endurecimiento percibido.

 PALPACIÓN PROFUNDA:
Cuando por palpación superficial se identifica una masa, es importante diferenciar si esta está en la pared
abdominal o dentro de la cavidad abdominal, para ello, se solicita al paciente que contraiga los músculos
abdominales (elevando la cabeza y los hombros o por extensión) y se palpa nuevamente la región, una masa
en la pared abdominal aparece palpable, una masa intraabdominal desaparecerá por la tensión muscular.

HÍGADO:
La palpación del borde hepático no necesariamente indica hepatomegalia, como puede suceder cuando el
hemidiafragma se encuentra bajo (Ej: En el enfisema pulmonar). Recordar que en niños es normal palpar el
hígado por debajo del reborde costal.

MÉTODO DE MATHIEU o ENGANCHE:


Se coloca al paciente en decúbito dorsal, con la cabeza algo
elevada y las rodillas en semiflexión (con esto se logra la
relajación de la musculatura abdominal). El médico de pie,
junto al hombro derecho del paciente, viendo hacia los pies del
mismo. (2, 9, 14)

Se colocan ambas manos juntas con los dedos


semiflexionados; las regiones tenar e hipotenar no se apoyan
sobre la piel del paciente. Se solicita al paciente que efectúe
inspiraciones profundas, lo que posibilitará que el hígado
descienda en cada excursión diafragmática. (9, 10, 14)

Se explorará el abdomen desde abajo, iniciando en la fosa


ilíaca derecha y en dirección al reborde costal homolateral con

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movimientos de enganche. Se avanzará en cada espiración sin retirar las manos del abdomen. (2, 10)
El médico palpa de este modo el abdomen del paciente como si explorara el suyo propio. (2, 10)
Algunas veces, no se logra identificar hepatomegalia, debido a que el examinador comienza por encima del
borde inferior y nunca siente dicho borde.

VESÍCULA BILIAR:

SIGNO DE MURPHY
Se coloca al paciente en decúbito dorsal, con la cabeza algo elevada y las
rodillas en semiflexión (con esto se logra la relajación de la musculatura
abdominal). (2, 9, 14)

El médico a la derecha del paciente, une sus pulgares y los coloca abajo del
reborde costal derecho, a nivel del lado externo del músculo recto anterior del abdomen. Luego comprime
esta región y solicita al paciente efectuar una inspiración profunda. (9, 14)

Cuando existe un proceso inflamatorio en la vesícula biliar (ej.: colecistitis), el contacto con los dedos del
médico, provoca dolor que obliga al paciente a interrumpir la inspiración o realizar gestos de dolor (Signo de
Murphy positivo).

TÉCNICA DE CHIRAY
En esta técnica, el paciente está en posición de decúbito lateral izquierdo con los muslos flexionados a 45º
sobre la pelvis; el explorador, situado detrás del paciente hunde suavemente la mano derecha con los dedos
semiflexionados debajo del reborde costal derecho y luego le solicita que inspire profundamente. (2, 9, 14)

Esta técnica se utiliza para encontrar el Signo de Murphy cuando el paciente presenta abundancia de grasa
de la pared abdominal, embarazo o excesiva tensión muscular (meteorismo y ascitis).

SIGNO DE COURVOISIER-TERRIER
Es la presencia de un tumor infrahepático, piriforme, indoloro, renitente, desplazable en sentido transversal y
que sigue los movimientos respiratorios. Este signo se encuentra durante la palpación del abdomen y
corresponde a la vesícula biliar distendida. Se produce por la compresión de la porción distal del colédoco,
en las patologías de la cabeza del páncreas. (9, 14)

BAZO:

BIMANUAL SIMPLE: Se coloca al paciente en decúbito dorsal, con la


cabeza algo elevada y las rodillas en semiflexión (con esto se logra la
relajación de la musculatura abdominal). El médico, situado en el lado
izquierdo del paciente, palpa el hemiabdomen izquierdo con ambas manos
(de la misma forma que en el Método de Mathieu utilizado para hígado).
Cuando el paciente inspira profundamente, el bazo desciende y es palpado
por la punta de los dedos. (2, 9, 14)

BIMANUAL CON MANO DE APOYO: Se coloca al paciente en


decúbito dorsal, con la cabeza algo elevada y las rodillas en semiflexión
(con esto se logra la relajación de la musculatura abdominal). (2, 9, 14)

El médico a la derecha del paciente, coloca su mano derecha en el


mesogastrio con los dedos dirigidos hacia el hipocondrio izquierdo y su

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mano izquierda en el tercio inferior del hemitórax izquierdo y lo tracciona para forzar el acercamiento del bazo
a la mano derecha.
Se solicita al paciente que realice inspiraciones profundas, en ese momento los dedos de la mano derecha del
médico tratan de palpar el borde esplénico. Durante la espiración, la mano derecha se desplaza hacia el
hipocondrio izquierdo sin separarse de la piel.

APÉNDICE:

DOLOR EN EL PUNTO DE Mc.BURNEY


Se coloca al paciente en decúbito dorsal, con la cabeza algo elevada y las rodillas en semiflexión (con esto se
logra la relajación de la musculatura abdominal). El médico se coloca a la derecha del paciente y procede a
localizar el punto de Mc Burney (este punto se localiza sobre la línea que une a la
espina ilíaca anterosuperior derecha con el ombligo, y en ésta, en la unión del tercio
externo con los dos tercios internos; corresponde al lugar teórico de inserción del
apéndice en el ciego). Con los dedos de la mano derecha ejerce presión sobre el
punto mencionado, si el paciente refiere dolor el signo se considera positivo e indica
apendicitis aguda. (2, 9, 14)
Las variaciones anatómicas del apéndice inflamado dan lugar a hallazgos inusuales
como sucede en la apendicitis retrocecal, para lo cual se buscarán los siguientes
signos:

SIGNO DE PSOAS
En pacientes con apendicitis aguda, puede existir contractura del músculo psoas debido a la irritación
producida sobre él por el proceso inflamatorio; por lo que al estirar el músculo se producirá dolor lo cual indica
que el signo es positivo.

A continuación se describirán dos variantes para identificar este signo.

Se coloca al paciente en decúbito dorsal y el médico a la derecha de éste. El médico coloca su mano
derecha sobre la rodilla derecha del paciente ejerciendo presión sobre ella, acto seguido le solicita al
paciente que eleve la extremidad.

Se coloca al paciente en decúbito lateral izquierdo, el


médico se ubica detrás del paciente, con su mano
izquierda colocada sobre la cresta iliaca
anterosuperior derecha del paciente (con lo que
mantendrá fija la cadera) y con su mano derecha,
sujeta la pierna derecha del paciente a nivel del tercio
inferior. Procede entonces a traccionar el miembro
inferior hacia atrás hiperextendiéndolo.

A continuación se indica la dirección URL donde


podrán evidenciar un video con dicha técnica:

http://www.youtube.com/watch?v=n0a0PCwsVQ4

SIGNO DEL OBTURADOR


El paciente colocado en decúbito dorsal y el médico en pie a la derecha del paciente. El médico debe flexionar
a 90° el muslo derecho del paciente sobre la cadera, y la rodilla a 90° sobre el muslo. A continuación el
médico coloca su mano izquierda sujetando la rodilla derecha del paciente y su mano derecha sujeta el tobillo
o el talón derecho. Acto seguido realiza abducción de la pierna, con lo que se obtiene la rotación interna de la
cabeza femoral. Esta maniobra estira el músculo obturador interno y se produce dolor.
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Fig.8: Signo del Obturador

PERITONEO

SIGNO DE BLUMBERG o REBOTE


Se coloca al paciente en decúbito dorsal, con la cabeza algo elevada
y las rodillas en semiflexión (con esto se logra la relajación de la
musculatura abdominal). El médico se coloca a la derecha del
paciente colocando su mano derecha con los dedos extendidos
haciendo un ángulo de 90° con respecto al abdomen. (2)

El médico presiona suave, profunda y sostenidamente sobre el sitio


donde por palpación superficial se identificó dolor.

Luego retira rápidamente la mano,


con lo cual habrá retorno a la posición
original de las estructuras que fueron
comprimidas (esto producirá estiramiento del peritoneo parietal), provocando
exacerbación del dolor, manifestado con facies de dolor, quejido y/o
movimientos de defensa (Signo de Blumberg positivo). (2, 9, 14)

Este signo debe buscarse al final de la exploración abdominal, ya que una


respuesta positiva produce dolor y espasmo muscular que puede interferir en
la exploración posterior.

El Signo de Blumberg indica irritación peritoneal como ocurre en apendicitis aguda (fosa iliaca derecha),
colecistitis aguda (hipocondrio derecho) o en peritonitis (todo el abdomen).

SÍNDROMES

ABDOMEN AGUDO

DEFINICIÓN:
Síndrome clínico conformado por múltiples síntomas y signos, de los cuales el predominante es el dolor
abdominal severo.

No existe consenso en cuanto a las horas de duración del dolor, que según los distintos autores, puede
extenderse desde menos de 6 horas hasta 7 días de evolución. (8)

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El abdomen agudo se resuelve con tratamiento médico en alrededor del 60% de los casos. Cuando el dolor
abdominal persiste más de 6 horas, en general su causa es una patología quirúrgica. (8)

PATOLOGÍAS QUE SE PRESENTAN COMO ESTE SÍNDROME:


Es muy importante establecer la diferencia entre abdomen agudo quirúrgico y no quirúrgico, pues en el
abdomen agudo quirúrgico la mortalidad está en función directa al retraso en la intervención.

Las causas más comunes de abdomen agudo NO quirúrgico son: pancreatitis, úlcera péptica, adenitis
mesentérica y enfermedad inflamatoria pélvica.

Entre los quirúrgicos están apendicitis aguda, colecistitis aguda, oclusión intestinal mecánica, úlcera
duodenal perforada y diverticulitis.

Los errores diagnósticos son más comunes en mujeres que en hombres (por los órganos intrapélvicos que
dificultan el diagnóstico) y más en personas de edad avanzada que en jóvenes.

ENFERMEDAD PÉPTICA:

DEFINICIÓN
La enfermedad péptica es el conjunto de síntomas y signos producido por una pérdida de sustancia de la
pared gastrointestinal, que rebasa la membrana mucosa y la torna accesible al ácido clorhídrico y al reflujo
alcalino. (2)

SÍNTOMAS
Epigastralgia urente con pirosis que a menudo ocurre por la mañana temprano, entre comidas o durante la
noche. Los procesos gástricos, presentan la característica de calmar con la ingesta de alimentos o antiácidos.
Mientras que en los procesos duodenales tienden a aumentar. (2)

Otras manifestaciones pueden ser náuseas, vómitos, hematemesis, melena, anorexia y pérdida de peso. (2)

SIGNOS
Facies de dolor, palidez (si existiera hemorragia continúa o intensa) y dolor a la palpación de la región
epigástrica.

CAUSAS
Infección por Helycobacter Pilory, uso de antiinflamatorios esteroideos y no esteroideos, irritantes como
alcohol, tabaco, condimentos, padecer stress, etc. pueden favorecer su aparecimiento y/o agravamiento. (2)

PATOLOGÍAS QUE SE PRESENTAN COMO ESTE SÍNDROME: esofagitis, gastritis y duodenitis, todas con
úlcera o no.

HEMORRAGIA GASTROINTESTINAL:
Se cataloga como superior o alta e inferior o baja, atendiendo a la localización del sangrado. Además de
valorar el sitio de sangrado debe tomarse en cuenta la estimación del volumen de la pérdida y la capacidad
del paciente de tolerarla.

SUPERIOR O ALTA
La que se origina por encima del ángulo duodenoyeyunal. Se presenta tanto con hematemesis como con
melena. (3)

La hematemesis sugiere hemorragia activa, aunque puede estar ausente en el 15% de las lesiones
sangrantes altas. En estos casos únicamente se presentará melena. (3)
16
Las patologías que con mayor frecuencia presentan este síndrome son: gastritis, úlcera gástrica y/o duodenal.
Por otro lado aquellas que la producen con menor frecuencia son las varices esofágicas, el síndrome de
Mallory-Weiss y cáncer gástrico. (3)

INFERIOR O BAJA
La que se origina por debajo del ángulo duodenoyeyunal. Comúnmente se presenta como hematoquecia. (3)

La presencia de dolor abdominal, hace sospechar enfermedad inflamatoria intestinal o isquemia mesentérica.
La ausencia de dolor sugiere angiodisplasia (que es la malformación vascular más común del tracto digestivo.
Se trata de un acúmulo anómalo de vasos sanguíneos dilatados, con la pared adelgazada y frágil, por lo que
pueden romperse con relativa facilidad) o divertículos sangrantes.

El antecedente de estreñimiento no habitual y pérdida de peso son elementos de alarma para sospechar una
enfermedad neoplásica. Los pacientes con hemorroides y fisuras anales pueden manifestar estreñimiento,
dolor rectal, manchas con sangre en el papel higiénico o gotas de sangre al final de la defecación.

En las hemorragias copiosas, la presencia de taquicardia >120 sístoles por minuto y un descenso de la
presión sanguínea sistólica por debajo de 80 mm de Hg, son signos que orientan a un posible estado de
choque hipovolémico. (9, 14)
CAUSAS: Las patologías que con mayor frecuencia presentan este síndrome son: las que se enumeran en
éste documento en los síntomas: hematemesis, melena y hematoquecia.

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BIBILIOGRAFÍA

1. Acevedo, Marco Antonio Dr. y Alvarado Dumas, Carlos Dr., LECCIONES DE SEMIOLOGÍA, 2004,
USAC, Guatemala.
2. Argente, H. A. (2005). Semiología Médica: Fisiopatología, Semiotécnia y Propedéutica. Buenos Aires,
Buenos Aires, Argentina: Médica Panamericana.
3. Autores Cubanos. Pediatría. Tomos 1, 2,3 y 4. Versión digital PDF
4. Bates, PROPEDÉUTICA MÉDICA, 7ª Edición, Editorial McGraw-Hill, 1999
5. Contreras, OA; Nájera, SM; Véliz, HG; Blas, AR; Yoicom, AR; Elizondo, HR; Gaitán, H; Martínez, HR;
CARACTERÍSTICAS EPIDEMIOLÓGICAS DE LAS ENFERMEDADES PREVALENTES A NIVEL
NACIONAL SEGÚN EL MINISTERIO DE SALUD PÚBLICA Y ASISTENCIA SOCIAL, DIRECCIÓN
GENERAL DEL S.I.A.S Y DEPARTAMENTO EPIDEMIOLÓGICO, MEMORIA ANUAL DE
INFORMÁTICA Y VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA 2005, USAC, GUATEMALA 2007.
6. Farreras-Rozman: MEDICINA INTERNA, 15ª Edición. Ediciones Harcourt. España, 2004.
7. Fernandez, A. M. (enero de 2006). DIARREA.. USAC, FCM; Guatemala, Guatemala.
8. Fernandez, M(2007). Dolor Abdominal. Dolor Abdominal . USAC, FCM; Guatemala, Guatemala.
9. Godínez, E. (2009) Semiología Hepática y Gastrointestinal. USAC; Guatemala, Guatemala.
10. Llanio, R. , Propedéutica Médica y Semiología, Tomo II. Editorial Ciencias Médicas. Cuba
11. MEDICICOPLEDIA http://www.iqb.es/diccio/d/do.htm diccionario ilustrado de términos médicos,
accesado el 23 de octubre de 2009.
12. Merck Sharp & Dohme de España, S.A. (2005). Manual Merck de Información Médica para el Hogar.
Recuperado el 16 de Septiembre de 2007, de
http://www.msd.es/publicaciones/mmerck_hogar/seccion_09/seccion_09_105.html
13. Real Academia Española. (2007). Real Academia Española. Recuperado el 16 de 09 de 2007, de
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14. Surós Batlló, A. (2001). Semiología Médica y Técnica Exploratoria. Barcelona: Masson, S.A.
15. Pontificia Universidad Católica de Chile, Escuela de Medicina: “Obstrucción Intestinal”. Página WWW:
[ http://escuela.med.puc.cl/paginas/publicaciones/PatolQuir/PatolQuir_016.html ]. Noviembre 10 de
2007

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