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FACULTAD : Humanidades
ESCUELA : Psicología
CICLO : II
AÑO : 2018
Introducción
La adolescencia
La adicción
Adicciones a las drogas
Adicción a las Nuevas Tecnologías
INTRODUCCIÓN
Además se plantea cuáles son los factores que pueden influir en la utilización abusiva de
las nuevas tecnologías, los problemas derivados de su clasificación y los aspectos propios
de la personalidad así como de los mecanismos que deben de ser contemplados tanto
para su abordaje como para su tratamiento.
LA ADOLESCENCIA
LAS ADICCIONES
Se considera adicción (del latín addictus, que era el deudor insolvente que, por falta de
pago, era entregado como esclavo a su acreedor) a una enfermedad crónica y recurrente
del cerebro que se caracteriza por una búsqueda patológica de la recompensa y/o alivio a
través del uso de una sustancia u otras conductas. Esto implica una incapacidad de
controlar la conducta, dificultad para la abstinencia permanente, deseo imperioso de
consumo, disminución del reconocimiento de los problemas significativos causados por la
propia conducta y en las relaciones interpersonales así como una respuesta emocional
disfuncional.El resultado es una disminución en la calidad de vida del afectado
(generando problemas en su trabajo, en sus actividades académicas, en sus relaciones
sociales y/o en sus relaciones familiares o de pareja). La neurociencia actualmente
considera que la adicción a sustancias y a comportamientos comparten las mismas bases
neurobiológicas.
Además del consumo de sustancias psicoactivas existen adicciones a procesos como la
adicción al sexo, la adicción al juego (ludopatía), la adicción a la pornografía, la adicción a
la televisión, al deporte, la adicción a las nuevas tecnologías (tecnofilia), al móvil
(nomofobia) y la adicción a Internet.
Abstinencia
La abstinencia es la reacción del cuerpo al ser privado o resistirse de una sustancia
adictiva de la que se ha vuelto dependiente y tolerante. Sin la sustancia, las funciones del
organismo que dependían de la sustancia se modifican, debido a la dependencia de la
sustancia. Desequilibrios químicos y hormonales y un nivel de estrés psicológico es de
esperar, si no se vuelve a introducir la sustancia.
Tolerancia
La tolerancia es un fenómeno complementario al síndrome de la abstinencia. Consiste en
la necesidad de aumentar la dosis de la sustancia para obtener los efectos deseados. Se
produce debido a los desequilibrios químicos que se producen en el cuerpo debido al
consumo reiterado. El organismo se "prepara" para la recepción de la sustancia. Es
necesario incrementar el consumo proporcionalmente al tamaño de este efecto.
Adicción conductual
El término adicción también se aplica a las compulsiones que no están relacionadas con
el consumo de sustancias. Por ejemplo, las compras compulsivas, la adicción al sexo (o
sexo compulsivo), el comer en exceso, los problemas con el juego, la adicción al ejercicio
o al deporte y la ciberadicción. A veces la compulsión no es hacer algo, sino evitar o "no
hacer nada"; por ejemplo, la dilación (evitar como forma de conducta compulsiva), es
decir, la procrastinación o posposición. En este tipo de usos comunes, el término adicción
se utiliza para describir una compulsión recurrente en un individuo para participar en
alguna actividad específica, a pesar de las consecuencias nocivas, según se considere
por el propio usuario para su salud individual, el estado mental o la vida social. Puede
haber factores biológicos y psicológicos que contribuyan a estas adicciones.
Mecanismos biológicos
Investigaciones sobre adicción indican que los mecanismos biológicos están presentes.
Hay muchas variables en que los estudios no están de acuerdo, entre los principales
factores contribuyentes. Como se discutió en el debate naturaleza versus naturaleza, la
naturaleza biológica de las cualidades innatas individuales puede explicar muchas
decisiones y acciones, como una historia familiar en la que la genética, el ADN y otros
trastornos mentales permanecen en estado latente durante generaciones y luego se
desencadenan. Quienes ofrecen tratamientos profesionales tienen diferentes opiniones
sobre este tema.
ADICCIÓN A DROGAS
Legales: son usadas por un alto porcentaje de la población. Las más frecuentes son:
tabaco, bebidas alcohólicas, fármacos, anabólicos y esteroides. Y entre ellos los
ansiolíticos, o tranquilizantes menores, que disminuyen la ansiedad, mitigando estados
de zozobra, inquietud o agitación son fármacos que ocupan primeros lugares de venta
entre los medicamentos en general. Deben adquirirse con receta archivada, pero es
sabido que muchos consiguen dichos psicofármacos sin prescripción médica en un
consumo masivo e indiscriminado.
Ilegales: son aquellas sustancias cuyo consumo está prohibido por ley, y pueden
dividirse en tres grupos:
Las drogas han estado presentes desde los comienzos de la historia de la humanidad,
aunque con el paso del tiempo hayan ido cambiando el tipo de sustancias y las formas de
consumo. Hoy la problemática de las adicciones se presenta como un fenómeno
complejo, dinámico, en evolución, con indicadores propios como el inicio del consumo a
edades cada vez más tempranas, la aparición de nuevas sustancias en el mercado -
generadoras de un deterioro físico y psíquico cada vez más rápido- y diferentes patrones
de consumo.
Hacerlo por placer o buscando encontrar fuerzas cuando las propias flaquean, en
búsqueda de sostén identificatorio, como primera posición.
O bien cuando se ubica a la sustancia en el intento de reforzar el esfuerzo desmentidor
o renegatorio, patológico, ante la ley en sus diversas manifestaciones, en la otra.
Las sustancias intoxicantes vendrían al lugar de facilitar una sutura ante dificultades
propias del esfuerzo identificatorio en ciertos sujetos y en determinadas situaciones de
pérdida importantes; en este caso pensamos en la adolescencia: cuando se plantea la
exigencia de tener que abandonar la seguridad del mundo endogámico de la infancia y
ante el juicio que enuncia la posibilidad de muerte del padre o el referido a la castración
materna, muerte de los padres de la infancia, combinatoria que lo enfrenta a la soledad y
a la desprotección aterradoras.
Podemos afirmar a grandes rasgos que lo que subyace a la problemática del consumo de
drogas en su extremo de la adicción es una devastadora depresión o bien pánico o
angustia desbordante, en un sujeto que no encuentra palabras para procesarlos, intensa
depresión o sensación de tedio imposible de soportar, o bien pánico o desesperación,
afectos distintos puestos en juego ante los cuales el sujeto puede recurrir a drogas como
“la” solución.
Nótese también que preferimos referirnos a “drogas”, evitando hablar de “la droga”, en
tanto las diferentes sustancias pueden provocar sensaciones diversas: estimulando,
tranquilizando o produciendo alucinaciones, inclinándose el sujeto por una u otra de
acuerdo a la pretensión de lograr un estado de ánimo que no puede conseguir por medios
propios.
¿Cuáles son los factores que influyen y favorecen la adicción a las nuevas
tecnologías?
Hayez señala tres elementos que interrelacionados favorecen la adicción: el producto, el
entorno y el sujeto:
a. El producto: en este caso es abundante, barato y de fácil acceso. Se considera que
es casi imprescindible para que el sujeto se pueda desarrollar de forma adecuada. Se
ha convertido en un instrumento y herramienta imprescindible en cualquier hogar y
centro escolar. Los chicos tienen su blog en la escuela, su ordenador y su conexión
wifi, libre de las ataduras de la mesa del ordenador familiar (que empieza a ser un
objeto en extinción) para poder trabajar, sin ello sienten que no pueden hacer sus
trabajos escolares. La importancia del producto es tan grande que incluso a nivel
social, la escuela sin esos medios se ve incapacitada para poder competir. Además el
diseño de los instrumentos es muy “amable” que se puede transportar para llevarlo a
todas partes y no dejarlo nunca de lado. Ha sido realizado para fomentar una gran
dependencia con sus grandes gráficos, sonidos y con sus retos y reforzadores tan bien
estudiados y calibrados y con una gran autonomía para poder disponer de él durante
largas horas en los viajes, desplazamientos o incluso a lo largo de las comidas
familiares en las que el adolescente está más pendiente de las conversaciones con su
grupo de amigos o resultados de su equipo de futbol que de los temas hablados por
sus mayores.
b. El entorno: Muy favorecedor a través de las campañas publicitarias hace que se
vuelva muy comprensivo y tolerante ante estos dispositivos y los comportamientos que
generan. Lo preocupante puede resultar que no se pone en duda la necesidad de
tolerar estos dispositivos. También manifiestan la tendencia de la sociedad en aletargar
las experiencias de los jóvenes. Favorecedora de vivir sensaciones dentro de la casa,
sin romper los parámetros conocidos, que permiten al adolescente e incluso al adulto
entrenarse para la vida sin tener que soportar los riesgos.
c. El sujeto, el tercer elemento. En él podemos encontrar toda una serie de factores que
favorecen la tendencia y la dependencia hacia el producto con el que va a establecer la
adicción. Sin duda hay elementos que tienen que ver por un lado con aspectos
fisiológicos, pero además hay otros aspectos derivados de la personalidad del sujeto,
los aspectos intrapsíquicos de los que hablaremos más tarde con detalle.
Propuesta de clasificación
Sobre las propuestas de criterios diagnósticos hay que mencionar al psiquiatra Ivan
Goldberg quien en 1995 fue como el primero en hablar de la adicción a internet. Lo que
empezó siendo una “broma”, se convirtió en una discusión y debate. Luego ya diferentes
autores han hablado sobre la adicción a las nuevas tecnologías y se ha abierto el debate
de cómo y dónde incluirlas. ¿Se deben incluir dentro del espectro de los trastornos
obsesivo-compulsivos?, ¿debemos de considerar como diferencial el hecho de que se
utilice la conexión a internet o también podemos incluir el uso de tecnología no conectada
a internet?
Han sido varios los trabajos que se han propuesto para valorar el nivel de dependencia a
internet. Recientemente se ha publicado en la revista Trastornos Adictivos un texto
original titulado “Análisis de las propiedades psicométricas de la versión en español del
Internet Addiction Test” firmado por D.X. Puerta-Cortes y otros en el que demuestran una
alta fiabilidad en el instrumento y donde también señalan que es necesario continuar la
investigación para ver otras dimensiones aún no exploradas. En este artículo muestran
diferentes propuestas de clasificación que en resumidas cuentas vienen a plantear una
escala de tres puntos.
Consumo menor: Hace referencia a ese consumo que suele ser esporádico, en un
determinado momento. El sujeto mantiene con normalidad el resto de actividades de su
vida, las placenteras y las que le suponen esfuerzo y continúa con sus amigos.
El uso de estas tecnologías le va a aportar una satisfacción adicional, no sustitutiva de
placeres ni será ejecutado de forma mecánica repetitiva. Será capaz por ello, de
mantener su adecuación a la realidad, su esfuerzo por el logro de nuevas metas.
Consumo preocupante: Se observa cuando empieza a haber un interés excesivo por
la actividad en sí misma. El sujeto empieza a estar demasiado interesado y empieza a
limitar su círculo de relaciones para estar con aquellos que comparten su afición. La
afición se vuelve única y omnipresente en sus lecturas, conversaciones y reflexiones.
Se puede detectar también como el sujeto retrasa para poder seguir con el juego, las
actividades que previamente había planificado por ejemplo comer más rápido, dejar de
salir con los amigos, etc. Este consumo expresa también rasgos del carácter del sujeto,
al empezar a desinvestir otros temas, también empieza a ser más despectivo con las
personas que no comparten sus intereses (o incluso su nivel de juego) y puede
empezar a expresar descontroles en su expresión agresiva.
Consumo dependiente: El consumo está presente en todo momento de su vida. Todo
lo demás pasa a un segundo nivel, todo lo que antes le reportaba placer ahora es
rechazado. Esta vía de satisfacción se ha vuelto como la única vía.
En relación a la dependencia hay diversos estudios que hablan de los diferentes
niveles adictivos de las distintas plataformas (móvil, “play”, pc), de las distintas
actividades desarrolladas en ellas (sms, whatsapp, hablar…) y también de los
diferentes niveles adictivos y /o significaciones de las tareas desarrolladas. Por ejemplo
se habla del distinto carácter adictivo de los juegos de acción y los de reflexión.
CONCLUSIONES
Se cree que el mayor número de aficiones e intereses de una persona está en relación
directa con una mayor probabilidad de ser feliz. Las carencias en una dimensión vital
pueden compensarse, en cierta manera, con las satisfacciones obtenidas en otra. Si un
adolescente es incompetente o no tolera la frustración en una o varias de estas
dimensiones (familia, amigos, estudios, sexo, comida, nuevas tecnologías, deporte,...)
puede centrar su atención en una sola. El riesgo de adicción en estas circunstancias es
alto. La adicción es, por tanto, una afición patológica que, al causar dependencia,
restringe la libertad del ser humano.
En algunos adolescentes encontramos ciertas características emocionales o de
personalidad que aumentan la vulnerabilidad psicológica a las adicciones:
- Estado de ánimo disfórico (es decir, que se vive subjetivamente como
desagradable);
- Oscilaciones frecuentes del humor; intolerancia a los estímulos displacenteros, sean
físicos (dolor, fatiga, insomnio,...) o psíquicos (preocupaciones, disgustos,
responsabilidades,...)
- Baja autoestima; impulsividad; estilo de afrontamiento inadecuado ante las
dificultades cotidianas.
Se trata de adolescentes que carecen de un afecto consistente y que intentan llenar
esa carencia con sustancias (alcohol, tabaco u otras drogas) o sin sustancias (nuevas
tecnologías, gimnasio, comida, sexo, apego,...).
Una persona con una personalidad vulnerable y con una cohesión familiar débil corre
un gran riesgo de hacerse adicto si cuenta con un hábito de recompensas inmediatas,
tiene el objeto de la adicción a mano, se siente presionado por el grupo y está
sometido a circunstancias de estrés (fracaso escolar, frustraciones afectivas,
competitividad, etc) o de vacío existencial (inactividad, aislamiento social, falta de
objetivos, etc)
Las líneas de actuación comunes antes las adicciones son: el manejo de los estímulos
(control, exposición), el control del deseo impulsivo de realizar la conducta adictiva, la
solución de problemas específicos (ansiedad, depresión, conflictos interpersonales), la
prevención de recaídas y, sobre todo, la creación de un nuevo estilo de vida centrado
en la autorrealización y el desarrollo integral y equilibrado del potencial energético,
afectivo e intelectual del individuo.
REFERENCIA