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Estudiantes del Instituto Politécnico Nacional de México crearon un chocolate relleno de chapulines para combatir la obesidad y desnutrición en México. Los chapulines son ricos en proteínas y minerales y el chocolate está dirigido a niños para mejorar su nutrición. Aunque los chapulines suenan como un ingrediente inusual para un dulce, las estudiantes encontraron que el chocolate con chapulines tenía un sabor medio amargo medio salado y que casi no se notaba el sabor del chapulín.
Estudiantes del Instituto Politécnico Nacional de México crearon un chocolate relleno de chapulines para combatir la obesidad y desnutrición en México. Los chapulines son ricos en proteínas y minerales y el chocolate está dirigido a niños para mejorar su nutrición. Aunque los chapulines suenan como un ingrediente inusual para un dulce, las estudiantes encontraron que el chocolate con chapulines tenía un sabor medio amargo medio salado y que casi no se notaba el sabor del chapulín.
Estudiantes del Instituto Politécnico Nacional de México crearon un chocolate relleno de chapulines para combatir la obesidad y desnutrición en México. Los chapulines son ricos en proteínas y minerales y el chocolate está dirigido a niños para mejorar su nutrición. Aunque los chapulines suenan como un ingrediente inusual para un dulce, las estudiantes encontraron que el chocolate con chapulines tenía un sabor medio amargo medio salado y que casi no se notaba el sabor del chapulín.
Un grupo de estudiantes del Instituto Politécnico de México crean nuevos
alimentos para combatir la obesidad y la desnutrición
Los pasillos de la facultad de Ingeniería Bioquímica del Instituto Politécnico
Nacional de México (IPN) parecen los de un supermercado. Cereales, lácteos, frutas y hortalizas, cárnicos, confitería. En cada una de las puertas se reúnen grupos de estudiantes para crear un alimento nuevo. Conscientes de que pueden contribuir en algo a uno de los problemas más acuciantes de la sociedad mexicana, como es la obesidad, remueven entre ingredientes y fórmulas para conseguirlo. Y cuando intentan atacarla, se dan cuenta de que también sirve para reducir la desnutrición de millones de mexicanos.
Así nació el chocolate con chapulines, una mezcla de ingredientes con la
intención de que un dulce no sólo aporte calorías vacías. En México estos insectos, de la misma familia que los grillos o los saltamontes, se consumen desde la época prehispánica y generalmente se consumen con productos salados. En este caso, las estudiantes los escogieron para el relleno, mezclados con mermelada de arándanos: "Intentamos que el chocolate no tenga alto contenido calórico, pues aunque contiene cierta cantidad de lípidos, es muy rico en proteínas, minerales y antioxidantes", explican Paola Baca y Angélica Sánchez, estudiantes de último curso de Ingeniería Bioquímica.
Las jóvenes preparan en uno de los laboratorios de Confitería unos
chocolates (o bombones) como si lo hicieran en la cocina de su casa. La diferencia: en uno de los boles tienen bien picados los saltamontes. "Sabemos que suena raro, que nadie mezcla un sabor dulce con los chapulines, que se usan como botana [tapa] en México", cuenta Baca mientras remueve el chocolate fundido.
Los chocolates con chapulines envasados. SAÚL RUIZ
Pero no es la primera vez que se recurre a insectos para mejorar la calidad de la alimentación de la población. Ya en 2013, un extenso informe de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sostenía que comer insectos puede ser una posible solución al hambre en el mundo, pues muchas especies tienen tantas proteínas como la carne y su producción es barata.
Su producto estrella se trata de una golosina dirigida especialmente para los
niños, ya que encontraron que este sector de la población se encuentra "falto de nutrientes". México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil, y el segundo en obesidad en adultos, precedido sólo por Estados Unidos, según la agencia de la ONU para la infancia, Unicef.: uno de cada tres adolescentes de entre 12 y 19 años presenta sobrepeso u obesidad. Para los más pequeños, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad es del 26%, lo cual representa más de 4,1 millones de niños conviviendo con este problema. Por otra parte, el dulce se diseñó también como una alternativa de alimentación sobre todo en zonas marginadas de México en las que muy pocas veces se consumen proteínas a fin de complementar la dieta diaria.
Las estudiantes aseguraron que eligieron los chapulines debido a que el
insecto contiene el 70% de proteínas de alta calidad, similares a las de carne de res y huevo, que ayudan a la constitución y reparación de tejidos y músculos y a mejorar la consistencia de la sangre. Y le añadieron los arándanos, confiesan, para que "te olvides del chapulín". El resultado es un chocolate medio amargo medio salado. "Uno se imagina un insecto bañado en chocolate, pero casi ni se nota", apunta Sánchez.
Las jóvenes quieren crear una empresa y vender estos dulces
aprovechando la "moda de lo orgánico". Aunque son conscientes de que todavía no pueden estimar un precio final, a ellas les gustaría que no se vendiera en más de 17 pesos la caja de tres (casi un dólar). Y quieren llamarlos Chocolines: "Debemos impulsar todo lo que se hace en México y aprovechar uno de sus productos estrella como son los chapulines", anuncian las estudiantes.