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Taboada, Paulina. “El respeto por la persona y su dignidad como fundamento de la bioética”[en línea]. Vida y Ética. 9.2
(2008). Disponible en: http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/revistas/respeto-persona-dignidad-fundamento-
bioetica.pdf [Fecha de consulta:..........]
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PERSONA
Y SU DIGNIDAD
COMO
FUNDAMENTO
DE LA BIOÉTICA
VIDA Y ÉTICA
[1] El sentido de la honestidad intelectual me lleva a dejar constancia de que las principales ideas recogidas en estas
reflexiones no son propias, sino que corresponden a la herencia que nos ha sido transmitida principalmente por autores
como Elio Sgreccia, Josef Seifert, Robert Spaemann, Tadeusz Styczen, Rocco Buttiglione y Karol Wojtyla.
[2] Cfr. STYCZEN, Tadeusz, The ABC of Ethics. Manuscrito inédito, 1981. STYCZEN propone que la norma personalista de
la acción puede ser formulada del siguiente modo: “Persona est afirmanda propter seipsam et propter dignitatem
suam”.
[3] Cfr. WOJTYLA, Karol, El hombre y su destino, Madrid, Palabra, 1998; cfr.: WOJTYLA, Karol, Mi visión del hombre,
Madrid, Palabra, 1997, y WOJTYLA, Karol, Persona y acción, Madrid, BAC, 1982.
[4] Cfr. SGRECCIA, Elio, Manual de Bioética, trad. M. Fernandez, México, Diana, 1996; GUERRA LÓPEZ, Rodrigo, Afirmar
a la persona por sí misma. La dignidad como fundamento de los derechos de la persona, México, Comisión Nacional de
los Derechos Humanos, 2003.
[5] Cfr. WOJTYLA, Karol, El hombre y su destino, op. cit.; WOJTYLA, Karol, Mi visión del hombre, op. cit., y WOJTYLA, Karol,
Persona y acción, op. cit.
[6] KANT, Immanuel, Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Madrid, Espasa-Calpe, 1996.
[7] GUERRA, Rodrigo, Afirmar a la persona por sí misma…, op. cit.
El respeto por la persona y su dignidad como fundamento de la Bioética / DOCTORADO HONORIS CAUSA
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Así, las respuestas a las preguntas nocer que un sujeto posee dignidad. En
“¿son todos los seres humanos perso- este contexto reflexionaremos, también,
nas?” y “¿poseen todos los seres humanos sobre las diferentes dimensiones de la dig-
dignidad?” cobran hoy gran relevancia, nidad humana y sobre los derechos fun-
no sólo desde un punto de vista teórico, damentales que de ellas se derivan. Esto
sino también desde el práctico. [12] Estas nos permitirá comprender ciertas razones
interrogantes, que hasta ayer podrían por las que algunos autores contemporá-
habernos parecido absurdas, tienen hoy neos han negado la condición de persona
enorme actualidad. Como suele ocurrir a determinados seres humanos, así como
cuando se cuestiona alguna verdad que la falacia de esta distinción entre seres
históricamente ha sido aceptada como humanos y personas.
evidente, las nuevas teorías que se han
propuesto en el campo de la Bioética nos
confrontan con la necesidad de profun- DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA
dizar en los fundamentos teóricos de Y ÉTICA
algunos conceptos éticos básicos, como
son los conceptos de persona, dignidad, Tradicionalmente, al concepto de per-
derechos humanos, etc. Este desafío fue sona se le ha reconocido una connota-
asumido magistralmente por Mons. ción axiológica. Una persona no es un
Sgreccia, quien elaboró su propuesta de ente como cualquier otro. No es un obje-
una Bioética personalista, basada en el to neutro, cuyo contacto nos deje -por
imperativo ético de respetar a la persona así decirlo- indiferentes. Parece existir
por sí misma y por la dignidad ontológi- una intuición básica que nos lleva a cap-
ca, que le viene dada tanto por su origen tar que la persona está revestida de un
como por su destino eterno. cierto valor: hay algo que la saca de la
neutralidad y la eleva a una categoría de
Dado que no es posible comprender la importancia. Sin necesidad de un com-
originalidad y riqueza del aporte de Mons. plejo razonamiento deductivo, sino de un
Sgreccia al desarrollo de la Bioética con- modo que podríamos llamar “directo” o
temporánea sin profundizar en los con- “intuitivo”, captamos que la persona
ceptos de persona y dignidad humana, en representa un bien en sí mismo (un bien
lo sucesivo nos proponemos analizar lo objetivo). La persona posee una relevan-
que se entiende por dignidad y las impli- cia especial, una importancia positiva, un
cancias prácticas que se derivan de reco- valor. Es precisamente a ese valor, exclu-
[12] SPAEMANN, Robert, ¿Todos los hombres son personas?, en SPAEMANN, Robert, Personas. Acerca de la diferencia
entre “algo” y “alguien”, Barañáin (Navarra), EUNSA, 2000.
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ámbito del deber moral para las otras te diferentes, como el Cristianismo y el
personas. En otras palabras, no es ni el Humanismo Ateo. Es así como en el siglo
deber por el deber, ni la ley por la ley, ni XX surgieron diversas formas de
la utilidad por la utilidad, etc., lo que Personalismo. [14]
define el contenido de la obligación
moral (como afirman algunas corrientes Sin embargo, ese reconocimiento de
éticas actualmente relevantes), sino que la dignidad de la persona no puede limi-
este contenido viene dado básicamente tarse a formulaciones teóricas, sino que
por el respeto por la persona y por su debe expresarse en actos concretos, que
dignidad. realmente reflejen el respeto por cada
persona en particular, que es el verdade-
Es llamativo que, en nuestros días, el ro “sujeto ontológico” de esa dignidad.
redescubrimiento de la persona y de su De hecho, en la vida moral de las perso-
dignidad se está abriendo un camino pro- nas no basta con conocer normas gene-
pio en la reflexión ética. La afirmación del rales. Es necesario que esas normas se
valor de la persona no parece ser hoy un apliquen a situaciones particulares y
tema sujeto a debate, sino más bien un concretas, ya que es precisamente allí
dato que aceptamos como evidente por sí donde surge el llamado interior que
mismo. Y evidente no en virtud de la experimenta el sujeto moral a realizar u
aceptación de unos presupuestos filosófi- omitir un determinado acto (deber
cos particulares, sino en virtud de una moral). Es en la respuesta personal a esos
experiencia moral básica, que parece ser llamados interiores concretos donde se
común a todos los hombres. En efecto, la juega nuestra vida moral. Toda persona
actual proclamación de la persona consti- se encuentra a sí misma y se realiza en
tuye un componente esencial del progra- cuanto persona en la medida en que res-
ma ético de corrientes filosóficas de ponde adecuadamente a estos llamados
orientación muy diversa, como por ejem- interiores, que le exigen afirmar a cada
plo el Neo-Tomismo, el Existencialismo, la persona en razón de su dignidad. Si no lo
Fenomenología o el Neo-Marxismo, e hiciera así, no sólo lesionaría la dignidad
incluso de posturas religiosas radicalmen- del otro, sino que se traicionaría también
[14] Me refiero aquí específicamente al personalismo francés de Mounier y Maritain, al personalismo americano de
Bowne y Brightman y al personalismo polaco de Wojtyla, Stiyczen y Szostec. Cfr. WOJTYLA, Karol; SZOSTEC, Andreas &
STYCZEN, Tadeusz, Der Streit um den Menschen. Personaler Anspruch des Sittlichen, Kevelaer, Butzon & Bercker, 1979.
Cfr. BURGOS, Juan Manuel, Antropología: una guía para la existencia, 2ª. ed., Madrid, Palabra, 2003; BURGOS, Juan
Manuel, El personalismo hoy o el sentido de una asociación, en BURGOS, J. M.; CAÑAS, J. L. y FERRER, U. (eds.), Hacia
una definición de la filosofía personalista, Madrid, Palabra, 2006.
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El respeto por la persona y su dignidad como fundamento de la Bioética / DOCTORADO HONORIS CAUSA
janzas (unos tienen disposición para nuestra voluntad. Por ello unos se entre-
correr por su ligereza; otros, para luchar gan a la Filosofía, otros al Derecho Civil,
por su fuerza, y lo mismo en la confor- otros a la elocuencia, y de las virtudes
mación de la persona, en la que unos mismas cada uno quiere sobresalir en
presentan dignidad y otros belleza), una determinada [I, 115]”.
mayor es todavía la variedad en el espíri-
tu (…) [I, 107]. Desarrollando esta distinción intro-
ducida por Cicerón, Seifert [21] propone
Debe cada uno conservar escrupulo- que la persona adquiere una dignidad
samente sus cualidades personales, no nueva, que se añade a la dignidad onto-
defectuosas, para guardar el decoro que lógica, cuando efectivamente posee vida
buscamos. Hay que proceder de forma consciente (autoconciencia) y la capaci-
que en nada nos opongamos a la natura- dad de ejercer su racionalidad en los
leza humana y, quedando ésta a salvo, diferentes actos de conocimiento de la
obrar en conformidad con nuestro carác- verdad, de raciocinio, etc. (dignidad de
ter particular, de suerte que, aunque la vida consciente). Seifert distingue,
haya otros más dignos y mejores, mida- además, otra fuente de la dignidad
mos nuestras inclinaciones con la norma humana que deriva del ejercicio de la
de nuestra condición, y no conviene libertad de acuerdo con el verdadero bien
resistir a la naturaleza ni perseguir lo que de la persona, lo que lleva al desarrollo
no se puede lograr (…) [I, 110]. moral de la persona (dignidad moral),
cuya manifestación máxima la encon-
Y a estos dos tipos de persona, que he tramos en los héroes y los santos. [22]
dicho antes, hay que añadir una tercera, Por otro lado, Seifert postula la exis-
que nos impone algún caso o las circuns- tencia de una nueva fuente de la dig-
tancias. E incluso una cuarta que nosotros nidad humana que se adquiere por el
nos elegimos por nuestra libre voluntad. desarrollo de aquellos talentos especia-
Pues los reinos, los mandos militares, los les de los que una persona pueda estar
varios grados de nobleza, los honores, las dotada -como, por ejemplo, un talento
riquezas, las influencias y sus contrarios intelectual, artístico o deportivo excep-
dependen del azar y son gobernados por cionales- y, sobre todo, por el amor que
las circunstancias, pero ser la persona que le otorgan otras personas (dignidad
nosotros queremos ser, eso depende de otorgada ).
[21] SEIFERT, Josef, Las fuentes de la dignidad humana, [manuscrito inédito de una conferencia dictada en la
Universidad de Navarra], Pamplona, el 22 de octubre de 2001.
[22] SEIFERT, Josef, Essere e Persona. Verso una fondazione fenomenologica di una metafisica classica e personalista,
Milano, Vita e Pensiero, 1989.
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Esta visión de la dignidad humana es go, este autor analiza estos fenómenos
muy distinta de la que tienen autores en el contexto de un mundo que parece
existencialistas, como Sartre, Heidegger contradecir esa aparente belleza. Es así
o Camus, que intentaron entender la dig- como parece que, mientras más intensa-
nidad humana sin hacer ninguna refe- mente vivimos el amor, más fácilmente
rencia a un mundo trascendente y obje- puede mezclarse con el odio; somos
tivo de valores. Así, por ejemplo, en la capaces de cometer los crímenes más
filosofía del absurdo de Camus, el absur- grandes, justificando lo injustificable con
do deriva precisamente de una visión razones de supuesta beneficencia. Parece
muy clara y penetrante de aquellas cosas que son precisamente los actos que con-
que la mayoría de nosotros reconocería sideramos “indignos de una persona”
como las más preciosas de la Tierra, como aquellos que sólo las personas podemos
la amistad, el amor, etc. [23] Sin embar- realizar. [24]
El respeto por la persona y su dignidad como fundamento de la Bioética / DOCTORADO HONORIS CAUSA
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todos los seres humanos son “personas en Filosofía ha intentado identificar aquellas
sentido estricto”, proponemos adoptar características o “propiedades” que nos
aquí la actitud socrática. La intuición que permiten reconocer a un ente como per-
estos autores nos obligan a fundamentar sona. Estos intentos han ido fundamen-
es que todos los miembros de la especie talmente en dos líneas: 1) enunciar los así
humana son personas . Esta afirmación, llamados “predicados mentales” (o “pro-
que probablemente la mayoría de nosotros piedades mentales”) y 2) destacar el
acepta como evidente, contiene ciertos carácter relacional de la persona.
presupuestos metafísicos que hoy parece
necesario explicitar. La primera línea procura precisar
aquello que Boecio designó con el califi-
Afirmar que todos los hombres son cativo rationabilis (racional). Dentro de
personas supone aceptar que podemos esta corriente tenemos, principalmente,
identificar al ser personal basándonos en a la filosofía anglosajona que, desde
ciertas características propias de la espe- Locke hasta la filosofía analítica contem-
cie, aceptando al mismo tiempo que poránea, ha intentado establecer una
dichas características no necesitan estar lista de aquellas “propiedades mentales”
actualmente presentes y en ejercicio en que nos permitirían definir a un ente
cada uno de los individuos para incluirlo como persona. Es necesario precisar bien
en dicha especie. Bastaría, entonces, que lo que se entiende aquí por “predicados
un individuo pertenezca a una especie mentales”. Son numerosos los autores
cuyos miembros “típicos” sean personas, que han hecho aportes en este sentido,
para afirmar que ese individuo posee, refiriéndose a características como la
necesariamente, un modo de ser perso- conciencia de sí, el recuerdo, la relación
nal. Ésta es, precisamente, la tesis que con la propia vida como un todo y el
deberemos probar en lo sucesivo. Para interés por esa vida y por el mundo
ello será necesario comenzar por precisar (Welt/Umwelt). Max Scheler, por ejem-
la noción de persona e identificar aque- plo, define a la persona como sujeto de
llas características que le son propias. actos intencionales. [28] Strawson pro-
pone que lo esencial para la persona es el
Desde la famosa definición de Boecio, ser sujeto de predicados mentales y físi-
según la cual la persona es una “sustancia cos simultáneamente. Esto es indudable-
individual de naturaleza racional”, [27] la mente muy importante para diferenciar
[27] BOECIO, Contra Eutychen et Nestorium, cap. 3, 74: “Naturae rationabilis individua substantia”.
[28] SCHELER, Max, Der Formalismus in der Ethik und die Materiale Wertethik, 5. Aufl. Gesammelte Werke, Bd. 2, Bern-
München, 1966.
El respeto por la persona y su dignidad como fundamento de la Bioética / DOCTORADO HONORIS CAUSA
[29] ST. VIKTOR, Richard, De Trinitate 4, 24: “[Persona est] existens per se solum juxta singularem quamdam rationalis
existentiae modum”.
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Las personas son individuos no sólo en de existir- del hombre. Así como para los
cuanto a su identidad numérica, sino animales su modo de existir es vivir, así,
también en cuanto a su unidad cualitati- para el ser humano, su modo de existir es
va. Son “naturalezas racionales indivi- ser persona .
dualizadas”. Por eso cada persona es
única e irrepetible. De aquí se sigue que todo ser huma-
no o es persona o simplemente no existe,
Con lo dicho tenemos los elementos pues de acuerdo con el principio lógico
necesarios para responder a la pregunta del tercero excluido, no hay término
que aquí nos ocupa, a saber, si todos los medio entre el ser y el no ser. Es precisa-
seres humanos son personas o -lo que es lo mente por esto que, para la identifica-
mismo- si basta con que un individuo per- ción de un individuo como persona, no se
tenezca a la especie humana para que sea requiere que las características o propie-
persona. La clave de la respuesta a esta dades típicamente personales estén pre-
pregunta la encontramos en el hecho de sentes (o que puedan ser actualizadas de
que ser persona es un modo peculiar de hecho), sino que basta con que ese indi-
existir y no un mero atributo accidental de viduo exista y pertenezca a una especie
la especie humana, como ha mostrado cuyo modo de ser es ser persona.
convincentemente Robert Spaemann. [30]
En otras palabras, ser persona no es una En resumen, cuando hablamos del ser
cualidad, sino la realización individual humano, en sentido genérico, nos referi-
específica de las naturalezas racionales. mos a una especie natural, que define a
Ser persona no es un accidente que se sus elementos por ciertos predicados o
pueda tener o no tener. El modo de ser características. El concepto de persona ,
personal no se tiene, sino que se es . en cambio, no se refiere a una especie,
Aristóteles decía que la vida es el ser de sino a los elementos que la conforman,
los seres vivos. [31] En otras palabras, en cuanto que éstos son individuos úni-
esto significa que para un ser vivo, vivir cos e irrepetibles. De este modo, con
es su modo de existir. Las personas son un Spaemann [32] podríamos decir que per-
tipo especial de seres vivos. Por tanto, sona más que un concepto es un nom-
homologando a Aristóteles podemos bre: el nombre propio de las “naturalezas
decir que ser persona es el ser -o el modo racionales individualizadas”.
El respeto por la persona y su dignidad como fundamento de la Bioética / DOCTORADO HONORIS CAUSA
[33] Cfr. SEIFERT, J., What is Life? The Originality, Irreducibility and Value of Life, capítulo IV, Amsterdam-Atlanta, Rodopi,
1997.
[34] SEIFERT, Josef, Las fuentes de la dignidad humana, op. cit.
[35] Cfr. GUERRA LÓPEZ, R., Afirmar a la persona por sí misma..., op. cit.
[36] Ídem.
[37] Ídem.
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ción de la conciencia respecto del deber nentemente positiva, por cuanto se debe
moral de respetar la persona y su digni- dirigir de diversas maneras a estimular
dad. “Las denominadas ‘tres generaciones’ que se logre la satisfacción de necesida-
de los derechos humanos son la expresión des como recibir un salario justo, educar-
de la búsqueda de los motivos para ase- se o tener vivienda. [41] (…) Los derechos
gurar al margen del poder la dignidad de de ‘tercera generación’ son aquellos que
cada ser humano, en especial, de los más sólo se pueden poner en práctica gracias
débiles y vulnerables”. [38] Otra manera de al esfuerzo conjunto de todas las perso-
decirlo es afirmar que “el descubrimiento nas y de todas las instituciones. Esto es
paulatino de los derechos de la persona así tanto porque versan sobre el bien que
están relacionados a experiencias de requiere toda la sociedad como por el
sufrimiento e injusticia”. [39] peculiar hecho de que son derechos
tanto de la persona como del sujeto
“Todos los derechos de ‘primera gene- social en su conjunto. En este grupo sue-
ración’ implican un deber de abstención len ser mencionados el derecho a la paz,
por parte del Estado, en el sentido de no al desarrollo, a la libre determinación de
prohibirlos ni impedirlos. Asimismo, los pueblos, a un medio ambiente sano y
suponen de parte de esta institución el ecológicamente equilibrado y a benefi-
deber de garantizar el orden dentro del ciarse del patrimonio común de la huma-
que puedan realmente ser ejercidos de nidad”. [42]
manera libre y no discriminatoria. [40]
(…) La ‘segunda generación’ de los dere- ¿Por qué es importante tener en
chos de la persona está dada por los cuenta a los derechos humanos en sus
derechos económicos, sociales y cultura- tres generaciones al momento de pensar
les . Es común que se les caracterice a la Bioética? Según Guerra, esto se debe
estos derechos como exigencias de las fundamentalmente a tres razones:
personas frente al Estado. Gracias a ellos
la concepción de los derechos humanos “Porque los derechos humanos si bien
se amplió, ya que se supone que la acti- no apuntan en su contenido a máximos
vidad del Estado no es pasiva, sino emi- de virtud, sí pretenden asegurar la justi-
[38] Ídem.
[39] Ídem.
[40] Cfr. DEL ARENAL, C., “Paz y derechos humanos”, en Revista del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, San
José (enero-junio 1987).
[41] Cfr. CASTÁN, J., Los derechos del hombre, Madrid, Reus, 1995, p. 32.
[42] Cfr. GUERRA LÓPEZ, R., Afirmar a la persona por sí misma..., op. cit.
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cia elemental en las relaciones entre las maneras, con muchas voces, se afirma la
personas y los pueblos. De este modo, la dignidad inalienable de la persona
Bioética, que está llamada a argumentar humana. Esto quiere decir, que una bioé-
con rigor el fundamento normativo de la tica personalista, si realmente es perso-
acción libre frente a los desafíos de la nalista, no puede prescindir de la consi-
vida, encuentra que es la vida humana deración integral de todos los derechos
misma la que en su experiencia más ori- entendidos como una suerte de refrac-
ginaria no puede carecer de contenidos ción analítica de la norma personalista
axiológicos moral y jurídicamente obli- de la acción”. [43]
gantes basados en la justicia”.
Todo esto nos lleva a preguntarnos
“Porque los derechos humanos inte- ¿en qué consiste propiamente una bioé-
gralmente considerados abarcan un tica personalista en cuanto personalista?
amplísimo abanico de realidades huma- [44] Guerra propone que una bioética
nas que le recuerdan a la Bioética que no que se llame “personalista” debe conte-
puede reducirse a un mero conjunto de ner las siguientes tesis, como mínimo:
‘principios’, ni a un mero conjunto de
cuestiones más o menos limitadas al • “LAS COSAS Y LAS PERSONAS SON REALIDA-
ámbito de la práctica médica, sino que DES DISTINTAS E IRREDUCTIBLES:no es posible
realidades tan diversas como el valor de desde una comprensión cosmológica
la vida humana, las políticas públicas en aprender a la persona en su dimensión
materia de salud, o la problemática irreductible. [45] Es preciso, al afrontar la
medioambiental, son dimensiones cons- realidad de la persona, realizar una
titutivas de la vida real de las personas, reductio in propium genus que permita
de la vida humana real en continua rela- apreciar su especificidad característica
ción consigo misma, con el prójimo, con ab initio.
la naturaleza, y también, con Dios”.
• AFIRMAR A LA PERSONA POR SÍ MISMA:
“Porque los derechos humanos son debe de ser capaz de argumentar con
una suerte de coro en el que de muchas rigor filosófico estricto la norma perso-
[43] Ibídem.
[44] Para una presentación de tendencias y corrientes en el personalismo, véase: DÍAZ, C., Treinta nombres propios,
Salamanca, Fundación Emmanuel Mounier, 2002; BURGOS, J. M., El personalismo. Autores y temas de una filosofía
nueva, Madrid, Palabra, 2000; RIGOBELLO, A., Il Personalismo, Roma, Citta Nuova Editrice, 1978.
[45] Cfr. WOJTYLA, K., “La subjetividad y lo irreductible en el hombre”, en El hombre y su destino, op. cit.; CROSBY, J. F.,
The Selfhood of the Human Person, Washington, The Catholic University of America Press, 1996.
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[46] WOJTYLA, K., “La persona: sujeto y comunidad”, en El hombre y su destino, op. cit.
[47] Cfr. GUERRA LÓPEZ, R., Afirmar a la persona por sí misma…, op. cit.
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