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Año 1 Volumen 6
DERECHO
PROCESAL PENAL
Actualidad
Área
Penal Derecho
Derecho procesal
procesal penal penal
Contenido
MARINO GABRIEL CUSIMAYTA BARRETO: Los presupuestos procesales de la prisión
DOCTRINA PRÁCTICA 166
preventiva como problema jurisdiccional
ELDER J. MIRANDA ABURTO: Las comunidades campesinas y nativas: La jurisdicción penal
DOCTRINA PRÁCTICA 176
desde la perspectiva constitucional del Acuerdo Plenario 1-2009/CJ-116
análisis CARLOS JORGE CABRERA CARCOVICH: Un enfoque jurisprudencial comparado sobre la
192
jurisprudencial legalidad de los audios grabados por un interlocutor en el proceso penal
CONSULTA N° 1: ¿Un investigado puede acogerse al proceso de colaboración eficaz si
201
NOS PREGUNTAN Y es sindicado por el Ministerio Público como cabecilla de una organización criminal?
CONTESTAMOS CONSULTA N° 2: ¿Cuál es el procedimiento previo a la suscripción del acta de
202
acuerdo de colaboración eficaz?
RESEÑA DE
Fines del proceso penal (R. N. N.° 1876-2014 LIMA) 203
JURISPRUDENCIA
RESEÑA DE
Causales de nulidad y realización de un nuevo juicio (R. N. N.° 1002-2014 Callao) 209
JURISPRUDENCIA
RESEÑA DE
El principio acusatorio dentro del debido proceso penal (R. N. N° 1104-2014 Lima) 215
JURISPRUDENCIA
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
1. Introducción
2. El fumus boni iuris y el periculum in mora como presupuestos procesales de la prisión preventiva
SUMARIO
en la doctrina
3. El fumus commissi delicti y el periculum libertatis como presupuestos procesales de la prisión
preventiva en la doctrina
4. El fumus boni iuris y el periculum in mora como presupuestos procesales de toda medida
cautelar extrapenal
5. La razonabilidad vs. la proporcionalidad en la prisión preventiva
6. Conclusiones
7. Bibliografía
13 SALINAS SICCHA, Ramiro, “La prisión preventiva y la 15 SUMARIA BENAVENTE, Omar, Introducción al sistema
primera casación en el nuevo modelo procesal penal”, de la tutela jurisdiccional, Ara Editores, Lima, 2013, p.
en Revista jus jurisprudencia, N.°6, Grijley, Lima, 2007, 214.
pp. 233-234. 16 LEDESMA NARVAEZ, Marianella, Comentarios al Có-
14 SAN MARTIN CASTRO, Derecho Procesal Penal, cit., p. digo Procesal Civil – Análisis artículo por artículo, Gaceta
993. Jurídica, Lima, 2011, T. II, p. 42.
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
1. Introducción
SUMARIO
ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL
Análisis jurisprudencial
1. Introducción
SUMARIO
2. Doctrina comparada
3. Prueba ilícita
4. Jurisprudencia comparada
5. Jurisprudencia nacional
6. Conclusiones
CONSULTA N° 1
José Cáceres Prado es incorporado en calidad de imputado en la inves-
tigación preparatoria que se sigue por un proceso de corrupción, impu-
tándosele ser líder de una organización criminal, la cual tenía dentro de
sus objetivos la adjudicación de la buena pro en los procesos de selección
de todos los Gobiernos Regionales.
Fundamento legal:
1 CUBAS VILLANUEVA, Víctor, El nuevo proceso penal
peruano. Teoría y práctica de su aplicación, Palestra Código Procesal Penal: Artículos 472 y 474
editores, Lima, 2009, p. 587. inc. 5.
CONSULTA N° 2
Luis Ventura Centurion es imputado por delito de lavado de activos, me-
diante su abogado solicita acogerse a la colaboración eficaz, estableciendo
como condición que con tan solo su primera declaración se suscriba el
acta de acuerdo a fin de que se le varíe la medida de prisión preventiva
por comparecencia con restricciones.
RESEÑA DE JURISPRUDENCIA
Reseña de jurisprudencia
R. N. N.° 1876-2014
LIMA
Fines del proceso penal
VISTOS; los recursos de nulidad interpuestos por la representante del Ministerio Público y
el abogado adscrito a la Procuraduría Pública a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio
del Interior, relativos al tráfico ilícito de drogas, contra la sentencia conformada del catorce
de marzo de dos mil catorce, de fojas trescientos cincuenta y cinco, que condenó a Alejandro
Torres Montesinos, como autor del delito contra la Salud Pública -tráfico ilícito de drogas
-promoción o favorecimiento al tráfico ilícito de drogas en su modalidad agravada, en agravio
del Estado, imponiéndole ocho años de pena privativa de libertad; y los recursos de nulidad
interpuestos por la representante del Ministerio Público, el abogado adscrito a la Procuraduría
Pública a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio del Interior, relativos al tráfico ilícito
de drogas y la defensa técnica del procesado Elar Llonto Santamaría, contra la sentencia del
veinte de junio del dos mil catorce, de fojas cuatrocientos treinta y siete, que condenó a Elar
Llonto Santamaría, como autor del delito contra la Salud Pública -tráfico ilícito pe drogas -pro-
moción o favorecimiento al tráfico ilícito de drogas en su modalidad agravada, en agravio del
Estado, imponiéndole siete años de pena privativa de libertad; con lo expuesto en el dictamen
del señor Fiscal Supremo en lo Penal; interviniendo como ponente el señor Juez Supremo Villa
Stein; y CONSIDERANDO:
el ilícito, las testimoniales de los cuatro policías quienes indican que en el acta de entrevista
su coprocesado manifestaba que el recurrente desconocía del contenido de la encomienda y
respecto a la declaración de Rosa Elena Llontop, supervisora de Serpost, quien precisa que el
recurrente se demoraba y estaba nervioso, era que estaba avergonzado porque no sabía leer
y escribir, por eso le pidió que ella escriba en el formulario. Sostiene que se le ha juzgado con
la agravante prevista en el inciso seis del artículo doscientos noventa y siete del Código Penal,
la cual no se configura, pues exige la existencia de tres personas que tengan conocimiento y
concertación en los actos anteriores al ilícito, conforme a lo estipulado en el Acuerdo Plenario
número tres guión dos mil cinco oblicua CJ guión ciento dieciséis. Finalmente, indica que el
representante del Ministerio Público no ha desvirtuado la presunción de inocencia del recu-
rrente; por lo que solicita se le absuelva de los cargos que pesan en su contra.
B.2. La representante del Ministerio Público, fundamentó su recurso de nulidad a fojas cuatro-
cientos cincuenta y cuatro, en el extremo que se le impuso al cesado Elar Llonto Santamaría
siete años de pena privativa de libertad, toda vez que la pena impuesta no es acorde al daño
causado, pues su responsabilidad penal se encuentra acreditada, con la manifestación policial
su coprocesado Alejandro Torres Montesinos, el acta de entrevista personal realizado a la
persona de Rosa Elena Llontop Gallo y la declaración testimonial del efectivo policial Santos
Olegario Silva Fernández, desvirtuándose que el procesado Llonto Santamaría desconocía del
contenido de la droga, máxime si de autos se advierte la intención de perturbar la actividad
probatoria, ya que éste le manifestó a la Supervisora de Serpost que la encomienda con droga
se la entregó una señorita y no el sentenciado Torres Montesinos, debiendo imponérsele una
pena superior con carácter de efectiva, conforme lo solicitó el representante del Ministerio
Público en su oportunidad.
B.3. El abogado adscrito a la Procuraduría Pública a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio
del Interior, relativos al tráfico ilícito de drogas, fundamentó su recurso de nulidad a fojas
cuatrocientos cuarenta y siete, en el extremo que se le impuso al procesado Elar Llonto San-
tamaría, tres mil nuevos soles por concepto de reparación civil, siendo dicha suma irrisoria,
ya que no se ha tenido en cuenta el gasto causado al aparato estatal, puesto que le corres-
ponde la prevención, tratamiento y erradicación del delito de tráfico ilícito de drogas, siendo
dicha suma irrisoria y no se ajusta a la magnitud de los hechos ni al grave e irreversible daño
causado a la parte agraviada, toda vez que los hechos materia de juzgamiento se encuentran
tipificados dentro de la circunstancia agravante del artículo doscientos noventa y siete, inciso
seis del Código Penal, además de la cantidad significativa de droga que se pretendía enviar
al mercado internacional (Canadá), donde el costo de la misma es ampliamente más alto,
por lo que solicita se incremente en cincuenta mil nuevos soles el monto que por concepto
de reparación civil deberá pagar el sentenciado, tal como lo solicitó el representante del
Ministerio Público y que la parte civil expresó su conformidad.
artículo noventa y tres del Código Penal, pues ésta se rige por el principio del daño causado,
cuya unidad procesal civil y penal, protege el bien jurídico en su totalidad, comprendiendo
la restitución del bien o, si no es posible, el pago de su valor, y la indemnización de daños y
perjuicios; por tanto la pretensión económica se circunscribió a los daños ocasionados por esta
acción, no comprendiendo los gastos que asume el Estado para la prevención del delito de
tráfico ilícito de drogas; en consecuencia, el monto fijado en la sentencia materia de grado por
concepto de reparación civil se encuentra arreglado a derecho, por lo que debe mantenerse.
B. Respecto a la sentencia condenatoria de fojas cuatrocientos treinta y siete, del veinte
de junio del dos mil catorce:
3.6. El proceso penal se instaura con el propósito de establecer la existencia de un hecho punible
y la responsabilidad de un imputado, por ello la finalidad de la labor probatoria es establecer
si un determinado hecho se ha producido realmente o en su caso si se ha realizado en una
forma determinada; en virtud de ello, está la prueba que busca la verdad, que persigue tener
un conocimiento completo de los hechos sobre las cuales deberá aplicarse una norma jurídica;
con la cual también se busca enervar la presunción de inocencia que ampara al justiciable,
a tenor del artículo segundo, numeral veinticuatro, literal e) de la Constitución Política del
Perú, evaluándose los medios probatorios acopiados en el desarrollo del proceso llevado a
cabo con las garantías inherentes al debido proceso, a fin de probar la comisión o no del
delito instruido y la responsabilidad penal del procesado. Motivo por el cual, la sentencia
condenatoria solo podrá darse si de lo actuado en el proceso penal se determina con certeza
que el sujeto realizó los hechos que se le imputan. De no probarse que lo hizo o existiese
duda al respecto, entrará tallar el conocido principio indubio pro reo (GUEVARA PARICANA,
Julio Antonio, Principios Constitucionales del Proceso Penal, Grijley, dos mil siete, página ciento
cincuenta y tres) principio reconocido en la Constitución Política del Estado, en su artículo
ciento treinta y nueve, inciso once, el cual establece: “la aplicación de lo más favorable al reo
en caso de duda (...)”.
3.7. En el presente caso, la sentencia recurrida del veinte de junio del dos mil catorce, obrante a
fojas cuatrocientos treinta y siete, sustentó la condena del procesado Elar Llonto Santamaría,
en el Parte Policial S/N-VII-REGIÓN POLICIAL, así como con la declaración de Rosa Elena
Llontop Gallo, al expresar que resultó suspicaz que el encausado antes referido no pudo
llenar rápido el formulario que le habían entregado, que se encontraba nervioso, además,
que viviendo en el distrito de Comas acuda a una oficina postal distante a su domicilio, y
que el policía interviniente se dio cuenta que el acusado Llonto Santamaría, sí sabía escribir,
pues el mismo llenó el formulario en la oficina de Serpost y que no quiso dar inicialmente el
nombre de su coprocesado, quien le había entregado la encomienda que contenía la droga,
lo cual concuerda lo declarado por los efectivos policiales que participaron en su detención.
3.8. Al respecto, cabe precisar que ello no es suficiente para expedir una sentencia condenatoria,
la misma que debe fundarse en elementos de prueba que acrediten de manera suficiente e
indubitable la responsabilidad del procesado, lo cual no ha sucedido en el presente caso, toda
vez que, si bien el encausado Llonto Santamaría fue intervenido cuando pretendía enviar una
encomienda que contenía droga a la ciudad de Québec - Canadá; no obstante, se debe tener
en cuenta que el encausado Elar Llanto Santamaría durante todo el proceso -véase su mani-
festación policial de fojas dieciséis, en presencia de su representante del Ministerio Público, su
declaración instructiva de fojas ciento cuarenta y tres, y en juicio oral a fojas trescientos sesenta
y tres - vuelta-, ha negado su responsabilidad penal, indicando que envío la encomienda a
solicitud de su coprocesado Alejandro Torres Montesinos, pero que desconocía que contenía
drogas, que no sospechó que contenga alguna sustancia ilegal, y que si estaba nervioso, era
porque es analfabeto y no sabía llenar el formulario, copiando lo consignado en uno de los
dos papeles cuadriculados que estaban pegado en la caja de cartón, añade que le reclamó
a su coprocesado Torres Montesinos por haberle entregado la caja con drogas, y que éste
le respondió que no se lo dijo, porque si se lo decía no le iba a hacer el favor de enviar la
encomienda. Lo cual concuerda con la declaración instructiva de su coprocesado Alejandro
Torres Montesinos, obrante a fojas ciento veintinueve, el cual relató que fue “Chaso” uno de
sus clientes de su taller de planchado el que le ofreció dos mil nuevos soles por enviar una
enmienda con droga, que llamó a su amigo Elar Llonto Santamaría para lo acompañe, pero
que éste desconocía de su contenido, que no le dijo que había droga camuflada y que le
pensaba dar su propina de cien o doscientos nuevos soles, y que se encuentra arrepentido
del delito que ha cometido y por haber involucrado a su coprocesado Elar Llonto Santamaría,
quien es analfabeto.
3.9. Aunado a ello, los efectivos policiales intervinientes Julio Lorenzo Torres Malaspina, Santos
Olegario Silva Fernández, Emerson Calle Aguilar y Víctor Hugo Sánchez Narváez, en sus de-
claraciones testimoniales de fojas doscientos once, doscientos catorce, doscientos diecisiete
y doscientos veintiuno, respectivamente, indicaron que el procesado Elar Llonto Santamaría
informó que un amigo le había entregado el paquete para que lo envíe y que le estaba es-
perando afuera de la agencia, dando las características físicas de su coprocesado Alejandro
Torres Montesinos, logrando ubicarlo y detenerlo, que Llonto Santamaría no opuso resistencia
durante la intervención; asimismo, Santos Olegario Silva Fernández, señaló que no sabe si
el procesado Llonto i Santamaría conocía o no lo que estaba enviando (droga) y los policías
Emerson Calle Aguilar y Víctor Hugo Sánchez Narváez, relataron que Torres Montesinos indicó
que él era el encargado de depositar la encomienda, pero le pidió de favor al procesado Llonto
Santamaría que lo enviase por él, por la amistad que se tenían.
3.10. Finalmente, se debe precisar que la declaración de Rosa Elena Llontop Gallo –véase el
acta de entrevista personal, de fojas treinta y seis y su declaración testimonial de fojas ciento
cuarenta y uno–, de que el procesado Elar Llonto Santamaría fue atendido por la expendedora
Gloria Salguero, ante la cual reconoció que la encomienda contenía droga, no genera certeza
en el Colegiado para emitir un pronunciamiento de condena, toda vez que es un testimonio
referencial, el mismo que no se condice con los demás medios probatorios antes glosados.
Siendo así, resulta de aplicación el principio del in dubio pro reo, pues este Supremo Tribunal
considera que existe duda razonable respecto a la responsabilidad penal del referido procesado.
Por estos fundamentos; declararon: I. NO HABER NULIDAD en la sentencia conformada del
catorce de marzo de dos mil catorce, de fojas trescientos cincuenta y cinco, en el extremo que
le impuso a Alejandro Torres Montesinos, ocho años de pena privativa de libertad y fijó en tres
mil nuevos soles el monto que por concepto de reparación civil deberá abonar el encausado,
por la concisión del delito contra la Salud Pública –tráfico ilícito de drogas– promoción o fa-
vorecimiento al Tráfico ilícito de drogas en su modalidad agravada, en agravio del Estado; II.
HABER NULIDAD en la sentencia del veinte junio del dos mil catorce, de fojas cuatrocientos
treinta y siete, que condenó a Elar Llonto Santamaría, como autor del delito contra la Salud
Pública -tráfico ilícito de drogas-, promoción o favorecimiento al tráfico ilícito de drogas en
su modalidad agravada, en agravio del Estado, imponiéndole siete años de pena privativa de
libertad; reformándola: ABSOLVIERON a Elar Llonto Santamaría, de la acusación fiscal por el
delito agraviado antes mencionado; en consecuencia, MANDARON se archive definitivamen-
te lo actuado en cuanto a este extremo, y se anulen los antecedentes policiales y judiciales
que dieron lugar al presente proceso en este extremo; y, DISPUSIERON la inmediata libertad
del referido encausado, siempre y cuando no exista otro mandato de detención emanado de
autoridad competente, oficiándose VÍA FAX para tal efecto, y los devolvieron.
S.S.
VILLA STEIN / PARIONA PASTRANA / BARRIOS ALARADO / NEYRA FLORES / CEVALLOS VE-
GAS / VS / mcay
RESEÑA DE JURISPRUDENCIA
Reseña de jurisprudencia
R. N. N.° 1002-2014
Callao
Causales de nulidad y realización
de un nuevo juicio
NORMAS APLICADAS Código de Procedimientos Penales (Ley N.° 9024): Art. 298.
CONTEXTO FÁCTICO El 18-12-2010 a las 16:00 horas, aproximadamente, personal policial fue alertado
por pobladores del asentamiento humano “Puerto Nuevo” del Callao, que un camión
y un remolque (tráiler), estaban siendo asaltados por cinco sujetos que viajaban a
bordo de un mototaxi, color azul, en la calle Mariátegui del mencionado asentamiento
humano, es así que uno de los sujetos amenazó con un arma de fuego al agraviado
despojándolo de su teléfono celular, sustrayendo veinte paquetes de tapas de con-
servas del tráiler; por lo que al transitar por la intersección del pasaje El Boquerón y
Boulevard, intervinieron a los procesados José Martín Villarreyes Arroyo y Evis Steve
Rueda Arca, entre otras personas no identificadas, las mismas que se desplazaban
a bordo un vehículo, conducido por el primero de los nombrados, vehículo que al
ser registrado se halló tres paquetes recubiertos con papel grueso de cincuenta y dos
centímetros de largo, por doce centímetros de ancho, aproximadamente, contenien-
do en su interior tapas metálicas plateadas para envases de conservas de pescado.
EXTREMOS DE LA PRE- La defensa técnica del encausado Evis Steve Rueda Arca, al formalizar su recurso de
TENSIÓN nulidad, alega lo siguiente: existe error por parte del Colegiado al sostener que en
el presente caso la intervención de su patrocinado fue en flagrancia, dado que fue
desvirtuada por diversos medios probatorios.
CRITERIOS DEL ÓRGA- Este Supremo Tribunal considera que en el presente caso no se realizaron las diligencias
NO JURISDICCIONAL necesarias para el debido esclarecimiento del hecho imputado; por tanto, de confor-
midad con el inciso 1 del artículo 298 del Código de Procedimientos Penales, debe
realizarse un nuevo juicio oral por parte de otro Colegiado Penal Superior donde se
llevará a cabo las siguientes diligencias: i) Se realicen las diligencias necesarias para
la conducción de grado o fuerza del agraviado José Manuel Llanos Farromeque, ii)
Se recaben las declaraciones testimoniales de los efectivos policiales intervinientes,
Sub Oficial Aldo Alfredo Mejía Rodríguez, el Mayor Miguel Talla Quispe y el Sub
Oficial José Robles Bernabé y iii) Se realicen las diligencias de confrontación entre los
encausados Villarreyes Arroyo y Rueda Arca, y entre estos y el efectivo policial Aldo
Alfredo Mejía Rodríguez; y las demás diligencias que resulten necesarias para el mejor
esclarecimiento de los hechos materia de investigación.
VISTOS: El recurso de nulidad interpuesto por las defensas técnicas de los encausados José
Martín Villarreyes Arroyo y Evis Steve Rueda Arca, contra la sentencia de fojas trescientos die-
cinueve, del veintisiete de enero de dos mil catorce. Interviene como ponente el señor Juez
Supremo Neyra Flores.
CONSIDERANDO
Primero. La defensa técnica del encausado Evis Steve Rueda Arca al formalizar su recurso
de nulidad de fojas trescientos cuarenta y uno, alega lo siguiente: i) Existe error por parte
del Colegiado al sostener que en el presente caso la intervención de su patrocinado fue en
flagrancia, dado que fue desvirtuada por el mérito de lo siguiente: a) El parte policial con-
signa la intervención policial de la móvil de placa de rodaje KL-seis mil trescientos cincuenta,
al mando del Mayor Talla, y los efectivos policiales Aldo Mejía Rodríguez y Pecho Romero,
donde se sostiene que al transitar por la intersección del pasaje Boquerón y Boulevard, se
intervino una mototaxi, color azul, esto es, en ningún momento se consignó que se haya
intervenido a los acusados en flagrante delito o que hayan sido testigos del hecho delictivo, y
que por o hayan procedido a sus detenciones, b) No es creíble la manifestación del efectivo
policial Aldo Alfredo Mejía Rodríguez, cuando refiere que se conminó a los detenidos a que
concurran a la delegación policial en la mototaxi donde supuestamente habían sido interve-
nidos, siendo seguidos de cerca por la unidad policial; dado que, no es lógico que los tres
efectivos policiales intervinientes en un supuesto caso de flagrancia dejen sin custodia a los
intervenidos, lo que conlleva a concluir que los acusados fueron detenidos en lugar distinto
al indicado en la denuncia, y que no es cierto que el conductor de la mototaxi haya realizado
una maniobra para eludir la intervención policial, c) Existe contradicción entre la ocurrencia
policial y el acta de hallazgo y recojo, debido a que en la primera se consignó como número
de placa de rodaje de la mototaxi MG-noventa y nueve sesenta y seis uno, mientras que en
el segundo documento se sostiene que la mototaxi intervenida se encuentra sin placa de ro-
daje. ii) No se valoró correctamente las declaraciones ofrecidas por la defensa de los testigos
Merelyn Johana Sánchez Balcazar, Rosa Isabel Salas Campos y Julia Corsino Obando viuda de
Quispe, al sostener solo que estos no presenciaron los hechos denunciados o no vieron cuan-
do el agraviado fue víctima de robo; puesto que no se apreció que las declaraciones de estos
coinciden con la de su patrocinado respecto al lugar donde fue intervenido; asimismo, no se
tuvo en cuenta que la testigo Corsino Obando sostuvo que ella apareció cuando en la moto-
taxi del procesado subieron dos personas jóvenes de apariencia de pescadores en la puerta de
ingreso al muelle, y que ella abordó la mototaxi que venía detrás y siguieron la misma ruta, y
que a la altura del pasaje Virgen Del Carmen y la avenida Grau, intervinieron policialmente la
mototaxi del procesado, siendo falso que haya sido intervenido por la puerta de ingreso a los
almacenes de la Empresa Andesa. iii) No existe la manifestación del supuesto agraviado, sino
solo obra la ocurrencia de parte y/o intervención policial, lo que hace inferir que el agraviado
o el representante de la empresa para la cual trabajaba nunca acudieron a la comisaría a
presentar una denuncia.
Segundo. La defensa técnica del encausado José Martín Villarreyes Arroyo al formalizar su
recurso de fojas trescientos ochenta y siete, alega lo siguiente: i) La sentencia impugnada no
refleja los hechos probados, cual le causa perjuicio moral, familiar y económico. Precisa que
no se analizó debidamente la forma y circunstancias en que injustamente fue involucrado en
los hechos, privilegiándose únicamente las declaraciones testimoniales de los efectivos poli-
ciales y soslayando arbitrariamente las declaraciones testimoniales ofrecidas por su defensa
técnica. ii) No se probó la responsabilidad penal de su patrocinado, más aún, si no existe
agraviado; de igual forma, se corroboró con la carta cursada por el administrador de planta
de la Empresa Andesa, de fojas ciento noventa y nueve, que el agraviado José Manuel Llanos
Farromeque no es trabajador de dicha empresa, y que los bienes sustraídos no son de su
propiedad, desconociéndose de los hechos imputados, iii) No se merituó las declaraciones
testimoniales de Merelyn Sánchez Balcazar, Rosa Salas Campos y Julia Corcino Obando, quie-
nes indicaron haber estado presentes al momento de la intervención policial, no habiendo
observado a su patrocinado ni fuera ni dentro de la mototaxi color azul, de placa de rodaje
número MG - noventa y nueve sesenta y seis uno; que su patrocinado ha manifestado que
a la hora y día de los hechos se encontraba en su domicilio con su conviviente Aitsa Landa
Reyme, luego de haber laborado en la carga y descarga de pescado en el muelle artesanal,
conforme lo acreditó con certificados de trabajo que obran en autos, iv) No está probado la
preexistencia de las especies sustraídas, por cuanto conforme a la carta enviada por la empre-
sa Andesa, de fojas ciento noventa y nueve, se precisa que el agraviado no ha sido trabajador
de la misma y niega ser la propietaria de dichas especies.
Tercero. Según el sustento fáctico de la acusación fiscal, de fojas doscientos veinticinco, el
dieciocho de diciembre de dos mil diez, a las dieciséis horas, aproximadamente, el Sub Oficial
Técnico de Tercera Aldo Alfredo Mejía Rodríguez fue alertado por pobladores del asentamien-
to Humano “Puerto Nuevo” del Callao, que un camión de placa de rodaje número Yl-nueve
mil doscientos catorce y semi remolque número ZD-cinco mil setecientos ochenta y cuatro
(tráiler), estaban siendo asaltados por cinco sujetos que viajaban a bordo de un mototaxi,
color azul, a la altura de la puerta de ingreso a la empresa Andesa, sito en la calle Mariátegui
del mencionado asentamiento humano, es así que uno de los sujetos amenazó con un arma
de fuego al agraviado despojándolo de su teléfono celular, sustrayendo veinte paquetes de
tapas de conservas del tráiler; por lo que al transitar por la intersección de Pasaje El Boque-
rón y Boulevard, intervinieron a los procesados José Martín Villarreyes Arroyo y Evis Steve
Rueda Arca, entre otras personas no identificadas, las mismas que se desplazaban a bordo
del vehículo de placa de rodaje número MG - noventa y nueve sesenta seis uno, conducido
por el primero de los nombrados, vehículo que al ser registrado se halló tres paquetes recu-
biertos con papel grueso de cincuenta y dos centímetros de largo, por doce centímetros de
ancho, aproximadamente, conteniendo en su interior tapas metálicas plateadas para envases
de conservas de pescado, posteriormente al ser trasladados los intervenidos por el personal
policial, el conductor de la mototaxi, el encausado Evis Steve Rueda Arca hizo una maniobra
temeraria ingresando al Asentamiento Humano “Puerto Nuevo”, donde un grupo de cin-
cuenta personas, aproximadamente, liderado por Ivone Arca Rodríguez mediante el uso de la
violencia, permitieron que los detenidos fugaran llevándose las marrocas que tenían puestas,
las mismas que aquella devolvió al puesto de auxilio rápido del lugar.
Cuarto. De autos se advierte lo siguiente: i) A fojas quince, obra la Ocurrencia policial núme-
ro cincuenta y cinco noventa y tres veinticinco, donde se precisa que el Sub Oficial Técnico de
Tercera de la Policía Nacional del Perú, Aldo Alfredo Mejía Rodríguez, da cuenta que el die-
ciocho de diciembre de dos mil diez, a las dieciséis horas, aproximadamente, el suscrito ope-
rador de la unidad móvil KL sesenta y cinco treinta, en circunstancias que realizaba patrullaje
motorizado por la avenida Boulevard del Asentamiento Humano “Puerto Nuevo” en el Ca-
llao, fue alertado por moradores del lugar (pasaje Los Pescadores) respecto a que en la calle
Mariátegui estaban asaltando a un camión (tráiler) procediendo a dirigirse al lugar, pero es el
caso que en la intersección del pasaje el Boquerón y Boulevard, se intervino una mototaxi
color azul, conducida por un sujeto con dos pasajeros en la parte posterior, pudiendo observar
que en dicho vehículo habían tres paquetes de tapas de conservas, posteriormente se enma-
rrocó a los tenidos, y en circunstancias que se dirigían a la comisaría con el vehículo menor, el
conductor de este último, Evis Steve Rueda Arca realizó una maniobra y a gran velocidad in-
gresó al Asentamiento Humano “Puerto Nuevo”, deteniéndose en la avenida Grau con el
pasaje Los Pescadores, significando que en dicho lugar se encontraba la madre del referido
conductor, la señora Ivonne Arca, quien lideraba un grupo de cincuenta pobladores, aproxi-
madamente, los cuales lograron rescatar a los intervenidos, llevándose consigo los grilletes de
seguridad del suscrito. Precisa que uno de los intervenidos era José Martín Villarreyes Arroyo
y el otro era un sujeto de tez morena. Hace mención que el suscrito fue apoyado por el per-
sonal policial del puesto de auxilio rápido del Asentamiento Humano “Puerto Nuevo”, al
mando del Sub Oficial de la Policía Nacional del Perú Humberto Ávalos Peñafiel, pero la
cantidad de pobladores era muy superior y arrojaban palos y piedras, quienes lograron resca-
tar a los intervenidos; que luego de treinta minutos, aproximadamente, la señora Ivonne Arca
Rodríguez hizo entrega de los grilletes de seguridad, el cual había sido cortado con sierra, al
Sub Oficial Técnico de Primera de la Policía Nacional del Perú Eduardo Saavedra Gonzáles,
luego al retornar a la calle Mariátegui se entrevistó al agraviado José Manuel Llanos Farrome-
que, quien manifestó que en circunstancias que se encontraba en la puerta de ingreso de la
Empresa Andesa, sito en la calle Mariátegui Asentamiento Humano “Puerto Nuevo”, se per-
cató que una mototaxi color azul se acercó al vehículo donde se encontraba de placa de ro-
daje número YI-nueve mil doscientos catorce y semi remolque de placa de rodaje número
ZD-cinco mil setecientos ochenta y cuatro, de Transportes Contreras, el cual se encontraba
cargado con cajas, las cuales contenían tapas para conservas de anchoveta, para luego ver que
cinco sujetos de aproximadamente veinte a veintidós años se treparon en el vehículo, y uno
de ellos amenazó al conductor con un arma de fuego(pistola), despojándolo de un teléfono
de un teléfono celular y veinte paquetes de tapas de conserva, similares a los encontrados en
el vehículo menor, y luego tres abordaron el referido vehículo y los otros dos huyeron en
distintas direcciones, ii) El Acta de Hallazgo y Recojo, de fojas diecinueve (realizada sin fiscal),
donde se deja constancia que en el piso de la mototaxi color azul y sin placas de rodaje inter-
venida, conducida por Evis Steve Rueda Arca, y como pasajeros a José Martín Villarreyes
Arroyo y otro sujeto, se encontró tres paquetes recubiertos con papel grueso (de despacho) de
aproximadamente cincuenta y dos centímetros de largo por doce centímetros de ancho, en
cuyo interior contenía tapas metálicas plateadas para envases de conserva de pescado. iii) La
manifestación policial del Sub Oficial Técnico de Tercera de la Policía Nacional del Perú, Aldo
Alfredo Mejía Rodríguez, de fojas veintinueve (sin presencia del Fiscal), quien refiere que el
día de los hechos se encontraba realizando patrullaje como operador de la móvil de placa de
rodaje número KL sesenta y cinco treinta, por inmediaciones del Asentamiento Humano
“Puerto Nuevo” en el Callao, siendo que a la altura de la avenida Boulevard fue alertado por
moradores de la zona que le manifestaron que un camión estaba siendo asaltado a la altura
de la avenida Mariátegui, por lo que se dirigieron a dicho lugar, y en la intersección del Pasa-
je Boulevard y El Boquerón del Asentamiento Humano “Puerto Nuevo” en el Callao se inter-
vino una moto taxi, color azul, la cual era conducida por un sujeto y llevaba como pasajeros
a otras dos personas, observándose que en el asiento de pasajeros habían tres paquetes de
tapas para latas de conserva, procediéndose a enmarrocar a las personas que estaban de pa-
sajeros, asegurándolos contra la estructura del mototaxi e indicarle al conductor que siguiera
hasta la Comisaría, mientras que la unidad policial los venía siguiendo de cerca, siendo el caso
que el conductor de la mototaxi realizó una maniobra temeraria y luego aceleró a gran velo-
cidad ingresando al Asentamiento Humano “Puerto Nuevo” en el Callao, deteniéndose en la
avenida Miguel Grau con el pasaje Los Pescadores, donde había un grupo de cincuenta per-
sonas, aproximadamente, liderados por una fémina que impidieron que se continué con el
traslado de los intervenidos a la comisaría, quienes arrojaron palos y piedras contra el perso-
nal policial, logrando rescatar a estos, incluyéndose al conductor de la mototaxi, llevándose
los grilletes propiedad del declarante, luego al cabo de unos treinta minutos la aludida mujer
que lideraba el grupo de personas, devolvió los grilletes seguridad al personal policial de
apoyo que presta servicios en el Puesto de Auxilio Rápido del Asentamiento Humano “Puerto
Nuevo” en el Callao, pero estos habían sido cortados al parecer con sierra, los cuales queda-
ron inservibles. Agrega, que realizadas las investigaciones se llegó a determinar que el agra-
viado José Manuel Ramos Farromeque quien conducía el vehículo remolcador de placa de
rodaje número Yl-nueve mil doscientos catorce, con semi remolque de placa de rodaje núme-
ro ZD-cinco mil setecientos ochenta y cuatro, indicó que cuando se encontraba en la puerta
de ingreso de la Empresa Andesa, ubicada en la avenida Mariátegui - Callao, fue abordado
por un grupo de cinco personas quienes lograron subir por ambas puertas a la cabina del
conductor e inclusive uno de ellos se encontraba provisto de arma de fuego, siendo despojado
de un teléfono celular y veinte paquetes de tapas para conservas de pescado que transporta-
ba y que tenían como destino la mencionada empresa, luego de lo cual tres sujetos abordaron
un moto taxi de color azul y otros dos huyeron corriendo en distintas direcciones. Agrega, que
reconoce al encausado Evis Steve Flores Rueda como la persona que conducía el mototaxi y a
José Martín Villarreyes Arroyo como uno de los pasajeros, iv) La declaración testimonial del
Sub Oficial Técnico de Tercera de la Policía Nacional del Perú, Aldo Alfredo Mejía Rodríguez,
de fojas ciento trece, quien se ratificó en su manifestación policial y agregó que cuando tomó
conocimiento que estaban asaltando un tráiler, solicitó apoyo a su comisaría, constituyéndose
el Mayor Talla y el efectivo policial José Robles Bernabé, siendo los que realizaron la interven-
ción; asimismo agrega que fue la señora Ivonne Arca Rodríguez, madre del encausado Rueda
Arca, quien devolvió las marrocas cortadas, v) La declaración testimonial del Sub Oficial Téc-
nico de Primera de la Policía Nacional del Perú, Eduardo Saavedra Gonzáles, de fojas cien,
quien refiere que al momento de los hechos se encontraba de servicio en el Puesto de Apoyo
Rápido del Asentamiento Humano “Puerto Nuevo” en el Callao, observándose a una distan-
cia de dos cuadras un tumulto de gente y una patrullero de la Comisaría de Ciudadela Chala-
co, recibiendo la orden superior de dirigirse al lugar para el apoyo respectivo, al llegar encon-
traron al mando del patrullero al Mayor Talla, quienes habían intervenido una motokar, color
azul, en cuyo interior ya no se encontraba nadie, queriéndose conducir dicha motokar a la
comisaría, lo que fue impedido por la turba de personas, lográndose retirar el vehículo poli-
cial sin poder trasladar la motokar, que según el Mayor aludido había sido utilizado para un
robo; que al cabo de una hora, una señora que no se identificó se acercó al puesto de auxilio
rápido para entregar unas marrocas que estaban cortadas que refirió las encontró en el suelo,
vi) La declaración testimonial del Sub Oficial de la Policía Nacional del Perú, Humberto Fran-
cisco Ávalos Peñafiel, de fojas ciento uno, quien refiere que se desempeñaba como Jefe del
Puesto de Auxilio Rápido del Asentamiento Humano “Puerto Nuevo” en el Callao, indica que
al percatarse de un gran tumulto de gente a dos cuadras de distancia que se encontraban
cerca de un vehículo policial en donde habían dos colegas, dispuso que tres efectivos policia-
les se dirigieran a apoyar a dicho lugar, quienes al retornar le informaron que la intervención
había sido por un mototaxi que quisieron llevar a la comisaría, pero los moradores lo impi-
dieron, que posteriormente se hizo presente al puesto de auxilio una persona de sexo feme-
nino llevando unas marrocas que estaban cortadas. vii) La declaración en acto oral de José
Martín Villarreyes Arroyo, de fojas doscientos sesenta y cuatro, quien refiere que nunca lo
intervinieron policialmente, y que tiene problemas con el efectivo policial Aldo Mejía Rodrí-
guez quien lo ha implicado en un caso de homicidio, y en otra oportunidad le “sembró” un
arma de fuego por lo cual tiene antecedentes, precisa que conoce a su coencausado Evis Steve
Rueda Arca, debido a que conduce una mototaxi y lo lleva a su centro de trabajo, además por
vivir a la vuelta de su casa. viii) La declaración en acto oral del encausado Evis Steve Rueda
Arca, de fojas doscientos setenta y siete, quien refiere que al momento de los hechos se en-
contraba realizando un servicio de transporte en mototaxi a dos personas que le pidieron que
los lleve a la intersección de las avenidas Virgen Del Carmen y Grau, pero cuando estaba por
llegar al lugar se dio cuenta que detrás venía un patrullero que le hizo un juego de luces para
que detenga la moto, bajándose el Mayor Talla y el Sub Oficial Mejía y le piden sus papeles y
le dicen contigo no es, luego a sus pasajeros les piden documentos y como no tenían los
enmarrocan, luego le pidieron que conduzca a sus pasajeros intervenidos a la Comisaría, indi-
cando que la intervención fue en el Asentamiento Humano “Puerto Nuevo”, agrega que las
tapas de lata de conserva las tenían sus pasajeros en una bolsa y las encontraron en la parte
de atrás de la mototaxi, precisando que la población intervino cuando se produce la deten-
ción policial, siendo falso que su madre haya liderado el rescate, sino que solo le dijo al Ma-
yor que él la conocía y que yo era su hijo, siendo falso que su madre haya sido la persona que
devolvió las marrocas, agregando no conocer a su coprocesado Villarreyes Arroyo.
Quinto. Siendo esto así, se advierte de autos en concreto lo siguiente: i) El agraviado José
Manuel Llanos Farromeque no prestó su declaración en ninguna de las etapas del proceso res-
pecto a la forma y circunstancias en que habría acontecido el hecho imputado, sino tan solo
existe lo consignado en la ocurrencia policial realizada por el Sub Oficial Técnico de Tercera
de la Policía Nacional del Perú, Aldo Alfredo Mejía Rodríguez, que da cuenta en concreto que
el dieciocho de setiembre de dos mil diez, a las dieciséis horas, aproximadamente, se habría
suscitado un asalto en perjuicio de la mencionada persona por parte de cinco sujetos, uno de
los cuales se encontraba premunido de arma de fuego, en circunstancias que se encontraba a
bordo de un tráiler en la puerta de ingreso de la Empresa Andesa, despojándosele de un telé-
fono celular y veinte paquetes de tapas de conserva, similares a los encontrados en el vehículo
menor donde habrían sido intervenidos los encausados José Martín Villarreyes Arroyo y Evis
Steve Rueda Arca, ii) Existe contradicciones entre lo manifestado por el efectivo policial inter-
viniente Aldo Alfredo Mejía Rodríguez y lo indicado por los encausados Villarreyes Arroyo y
Rueda Arca, respecto al lugar, forma y circunstancias en que estos últimos fueron intervenidos,
incluso el acusado Villarreyes Arroyo refiere que no fue intervenido el día de los hechos sino
que tiene un problema personal con el mencionado efectivo policial, iii) No concurrieron a
declarar a juicio oral el efectivo policial interviniente Aldo Alfredo Mejía Rodríguez, así como
tampoco el Mayor Miguel Talla Quispe y el Sub Oficial José Robles Bernabé, quienes según
versión del primero, concurrieron a apoyarlo en la intervención policial.
Sexto. Por tanto, este Supremo Tribunal considera que en el presente caso no se realizaron las
diligencias necesarias para el debido esclarecimiento del hecho imputado; por tanto, de con-
formidad con el inciso uno del artículo doscientos noventa y ocho del Código de Procedimien-
tos Penales, debe realizarse un nuevo juicio oral por parte de otro Colegiado Penal Superior,
donde se llevará a cabo las siguientes diligencias: i) Se realicen las diligencias necesarias para
la conducción de grado o fuerza del agraviado José Manuel Llanos Farromeque. ii) Se Oficie al
Registro de Propiedad vehicular a efectos de que se informe a quien pertenece el vehículo de
placa de rodaje número Yl-nueve mil doscientos catorce y semi remolque de placa de rodaje
número ZD- cinco mil setecientos ochenta y cuatro. iii) Se oficie a la Empresa de Transportes
Contreras, a efectos de que informe si el agraviado José Manuel Llanos Farromeque es em-
pleado de la misma, y si tienen conocimiento respecto a los hechos imputados con relación
a la sustracción de tapas de conserva, iv) Se recaben las declaraciones testimoniales de los
efectivos policiales intervinientes, Sub Oficial Aldo Alfredo Mejía Rodríguez, el Mayor Miguel
Talla Quispe y el Sub Oficial José Robles Bernabé, v) Se realicen las diligencias de confronta-
ción entre los encausados Villarreyes Arroyo y Rueda Arca, y entre estos y el afectivo policial
Aldo Alfredo Mejía Rodríguez; y las demás diligencias que resulten necesarias para el mejor
esclarecimiento de los hechos materia de investigación.
Séptimo. Advirtiéndose que los encausados José Martín Villarreyes Arroyo y Evis Steve Rueda
Arca se encuentran recluidos en un establecimiento penal producto de la condena impuesta
en la sentencia que es declarada nula por la presente Ejecutoria, corresponde que subsista la
medida coercitiva personal impuesta en el auto apertorio de instrucción, esto es, la compa-
recencia restringida.
DECISIÓN
De conformidad con el dictamen del señor Fiscal Supremo en lo Penal, declararon: NULA
la sentencia de fojas trescientos diecinueve, del veintisiete de enero de dos mil catorce, que
condenó a José Martín Villarreyes Arroyo como autor y Evis Steve Rueda Arca como cómplice
primario del delito contra el Patrimonio, en la modalidad de robo agravado, en perjuicio de
José Manuel Llanos Farromeque, a doce años e pena privativa de libertad, y fijaron en mil
nuevos soles el monto que por concepto de reparación civil deberá abonar a favor del agra-
viado, con lo demás que contiene. DISPUSIERON: la realización de un nuevo juicio oral por
parte de otro Colegiado Penal Superior, quienes deberán llevar a cabo las diligencias anotadas
en la parte considerativa de la presente Ejecutoria. ORDENARON: la inmediata libertad de
los encausados José Martín Villarreyes Arroyo y Evis Steve Rueda Arca, siempre y cuando no
exista mandato de detención dictado por otra autoridad competente, notificándose y los
devolvieron. Interviene el señor Juez Supremo Morales Parraguez, por vacaciones del señor
Juez Supremo Villa Stein.
S. S.
PARIONA PASTRANA / BARRIOS ALVARADO / NEYRA FLORES / MORALES PARRAGUEZ /
CEVALLOS VEGAS / NF/rjmr
RESEÑA DE JURISPRUDENCIA
Reseña de jurisprudencia
R. N. N° 1104-2014
Lima
El principio acusatorio dentro del
debido proceso penal
R. N. N° 1104-2014 LIMA
TEMA El principio acusatorio dentro del debido proceso penal
FECHA DE EMISIÓN / 14-11-2014 / 19-11-2014
PUBLICACIÓN
VISTOS; el recurso de nulidad interpuesto por los encausados Juan Andrés Valenzuela Babilón
y Royer Etduard Oxa Huaytalla contra la sentencia de fojas mil doscientos ochenta y seis y
siguientes, de fecha quince de enero del dos mil catorce, que los condenó como autores
del delito contra la Libertad-ofensas al pudor público-posesión, promoción, distribución y
exhibición de pornografía infantil, en agravio de la sociedad y menores de edad en vía de
identificación, les impuso 5 años de pena privativa de libertad y fijó la suma de dos mil nue-
vos soles el monto que por concepto de reparación civil deberán abonar en forma solidaria a
favor las agraviadas. Intervine como ponente la señora Jueza Suprema Elvia Barrios Alvarado.
CONSIDERANDO
RESPECTO A LOS AGRAVIOS INVOCADOS POR LOS RECURRENTES
PRIMERO: La defensa técnica del encausado Juan Andrés Valenzuela Babilón mediante escri-
to de folios 1310 y siguientes, cumple con fundamentar su recurso impugnatorio solicitando
la nulidad de la sentencia, y la absolución de los cargos formulados en su contra, alegando
que la sentencia de vista vulnera la garantía procesal constitucional del debido proceso, espe-
cíficamente el derecho a la motivación de resoluciones judiciales, en tanto se limita a trans-
cribir el atestado policial y los exámenes realizados en el juicio oral, de otro lado señala que
se habría quebrantado el artículo 280° del Código de procedimientos Penales -referido a la
apreciación de la confesión y demás pruebas- al no haber tenido en cuenta que su coprocesa-
do desde el inicio de la investigación ha declarado que no lo conocía y que el material porno-
gráfico incautado era de propiedad de este último; asimismo, indica que se habría vulnerado
el artículo 285° del acotado Código -referido al contenido de la sentencia condenatoria- al
no haberse indicado la prueba en la que se sustenta su responsabilidad, incidiendo de manera
concreta en que no se habría mencionado la prueba que lo vincula con su coprocesado, por lo
que solicita su absolución. Por su parte, la defensa técnica del encausado Royer Etduard Oxa
Huaytalla en el recurso fundamentado a fojas 1316 y siguientes, alega que no se ha desvirtua-
do el derecho a la presunción de inocencia, que del material pornográfico incautado, sólo dos
CDs contienen pornografía infantil y no todos los CDs y DVDs como erróneamente señalaría la
sentencia de vista; por último, señala que existiría un error en el punto IV de la sentencia - que
se refiere a la valoración integral de la prueba aportada-, la cual inferiría de manera insólita
que como su coprocesado, según el testimonio de Edgar Huamán Monzón, acudía a la cabina
de internet de Sr. Huamán Pipa ubicadas en el segundo piso de su inmueble, hasta tres veces
por semana, ambos se conocían y que se estarían dedicando a la distribución de pornografía
infantil a través de internet; por lo que solicita su absolución.
RESPECTO A LOS HECHOS CONTENIDOS EN LA ACUSACIÓN FISCAL
SEGUNDO: Conforme fluye de la acusación fiscal de fojas 953 y siguientes, se incrimina a los
encausados Juan Andrés Valenzuela Babilón y Royer Etduard Oxa Huaytalla, dedicarse a la po-
sesión, promoción, distribución y exhibición de pornografía infantil; dicha imputación estriba
que con fecha 04 de diciembre de 2008, como consecuencia de una pregunta denuncia falsa
remitida a la División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología (DIVIDAT) de la Policía
Nacional del Perú, proveniente de la cuenta de correo electrónico sacerdote2008@hotmail.
com, motivó el levantamiento del secreto de las comunicaciones; por lo que, la Policía creó
y agregó a su cuenta, el correo electrónico azucena210@hotmail.com, para iniciar una con-
versación con el titular del correo sacerdote2008@hotmail.com. Al iniciar una conversación
con el titular de la mencionada cuenta proporcionó dos números telefónicos, el 994201081
y 3879686, con la finalidad de mantenerse comunicados, llegándose a determinar que el
último número estaba registrado a nombre de Blanca Piedad Babilón de Valenzuela; que, los
1 SALINAS SICCHA, Ramiro. Derecho Penal Parle Especial. Grijley, Lima, 2012, p. 893.
vendido dicho material; por lo que, la versión exculpatoria carece de validez y consistencia,
siendo así que con los elementos de cargo glosados en el considerando anterior queda esta-
blecida la responsabilidad del recurrente en los hechos imputados.
RESPECTO A LA RESPONSABILIDAD PENAL DE JUAN ANDRÉS VALENZUELA BABILÓN
QUINTO: En base al principio acusatorio dentro de un debido proceso penaI, correspon-
de al Estado -mediante el Ministerio Público-, en calidad de órgano constitucional autóno-
mo, acreditar de manera fehaciente, la comisión del hecho delictivo que éste imputa a todo
acusado. La actividad probatoria desplegada necesariamente ante un Juez imparcial, en un
juicio oral y público, desarrollado con las garantías del debate contradictorio, debe llevar al
convencimiento del juzgador, en grado de certeza, para arribar a una sentencia condenatoria,
caso contrario, de no darse este presupuesto, debe absolverse al imputado, al mantenerse
incólume la presunción de inocencia con la que ingresa a proceso penal y, en base al principio
jurídico procesal, que la culpabilidad se demuestra y la inocencia se presume. Es decir, es
responsabilidad funcional y procesal del Ministerio Público, en su rol de acusador, actuar esta
prueba para conseguir una condena. Este principio acusatorio constituye la columna vertebral
del juicio oral y por ende del debido proceso. En esta tarea no le corresponde al juez senten-
ciador destruir la presunción de inocencia, toda vez que, su rol es la de ser imparcial entre
el acusador y la defensa. Otra expresión del debido proceso, contemplada como garantía
constitucional es la debida motivación de las decisiones judiciales, principio que los jueces
debemos observar, al momento de resolver una causa sometida a nuestro conocimiento. La
exigencia que adquiere mayor relevancia cuando estamos frente a un proceso penal, en el
cual de por medio, está la decisión sobre la inocencia o culpabilidad de un procesado, y con
ello su encarcelamiento o su libertad.
SEXTO: Sobre la aplicación de la prueba indiciaria tenemos el Acuerdo Plenario en el Acuerdo
Plenario N° 1-2006/ESV-22, de fecha 13 de octubre de 2006, la que a su vez establece como
precedente vinculante el R.N. 1912-2005 de fecha 06 de setiembre de 20052 , que fijó en
su fundamento cuarto los presupuestos materiales de la prueba indiciaria; que, al respecto,
se ha pronunciado el Tribunal Constitucional3, el cual ha señalado que cuando el juez utiliza
la prueba indirecta para sustentar una sentencia condenatoria, y si ésta, a su vez, significa la
privación de la libertad, entonces, con mayor razón, se estará en la obligación de darle el
tratamiento que corresponde; solo así se podrá enervar válidamente el derecho a la presun-
ción de inocencia, así como se justificará la intervención al derecho a la libertad personal,
y por consiguiente, se cumplirán las exigencias del derecho a la debida motivación de las
resoluciones judiciales, conforme a las exigencias previstas por el artículo 139°, inciso 5, de
la Constitución.
SÉPTIMO: Que, de la revisión de la sentencia de vista, se puede verificar que el Colegiado
sustentó el fallo condenatorio contra Juan Andrés Valenzuela Babilón en prueba indiciaría,
en este sentido, la sentencia recurrida en su fundamento cuarto toma en consideración los
siguientes indicios: i) las diversas cuentas de correo electrónico4 del encausado en que se
encontró material pornográfico, éstas a su vez servían para difundir las imágenes donde se
apreciaban a menores de edad sosteniendo sexo o simplemente en posiciones sugerentes,
material que sería -señalan- seguramente distribuido para su comercialización en el mercado;
ii) que estos videos de contenido pornográfico se han encontrado en el inmueble del acusado
Oxa Huaytalla; iii) la testimonial de Edgar Huamán Poma, el cual señala que el encausado
acudía a las cabinas de internet de su padre Huamán Pipa -ubicado en el segundo piso del
inmueble que habitaba Oxa Huaytalla- hasta tres veces por semanas, lo que evidencia -según
indicó el Tribunal- que ambos procesados se conocían y se estarían dedicando a la distribución
2 R.N.N° 1912-2005-PIURA de fecha 06 de Setiembre 2005. Fundamentos cuarto: “(...) respecto al indicio, (a)
este –hecho base– ha de estar plenamente probado por los diversos medios de prueba que autoriza la ley, pues de
lo contrario sería una mera sospecha sin sustento real alguno; (b) deben ser plurales, o excepcionalmente único,
pero de una singular fuerza acreditativa; (c) también deben ser concomitantes al hecho que se trata de probar –los
indicios deben ser periféricos respecto al dato fáctico a probar y desde luego no todos lo son–; (d) deben estar
interrelacionados, cuando sean varios, de modo que se refuercen entre sí y no excluyan el hecho consecuencia –no
solo se trata de suministrar los indicios, sino que estén imbricados entre sí (...)”.
3 STC Exp. N.° 728-2014, del 13 de octubre de 2008, caso Llamoja Hilares.
4 sacerdote2008@hotmail.com , babilonia_1979@hotmail.com, sdm_agustin@hotmail.com, jkl201001@hotmail.
com, leopardo.100@hotmail.com, juanalbertovalencia@yahoo.com.
de pornografía infantil a través de internet, para luego distribuirlos en CDs, fomentando con
ello pornografía de menores de edad; y iv) la mala justificación, en tanto, considera que no
resulta creíble que el acusado tenga diversas cuentas para guardar información de cultura
general dado que a la fecha de los hechos era fácil el acceso a los buscadores de internet,
por ello la justificación brindada por el recurrente únicamente tiene por finalidad evadir su
responsabilidad.
OCTAVO: Del proceso, advertimos que revisada el Acta de Búsqueda y Visualización de Ar-
chivos contenidos en la Dirección de Correos Electrónicos y Página Web -obrante a fs. 700-
724-, se tiene que se encontró material pornográfico sólo en las cuentas de correo electrónico
sdm_aaustin@hotmail.com y sacerdote2008@hotmail.com. Evaluado el contenido de cada
correo electrónico, se verifica que el material pornográfico al que alude la Fiscalía en su tesis
incriminatoria, si bien corresponde a pornografía, esta no se relaciona con material de porno-
grafía infantil. En efecto, respecto al primer correo sdm_aaustin@hotmail.com, en la carpeta
de enviados se halló un correo remitido por esta cuenta al correo lobitoserkings@hotmail.
com, con el asunto “chicas lindas y desnudas”, en el cual consigna la página web www.horn-
ypharaoh.com, verificándose que el citado sitio web es de acceso público, es decir, cualquiera
puede acceder a ella ya que no es propiedad exclusiva del recurrente -hecho verificado por
personal de la DIVIDAT de la PNP, diligencia en que se contó con la presencia del representan-
te del Ministerio Público, como se puede verificar a fs. 718-. Asimismo, es preciso señalar que
de los iconos que se visualizan en la citada página web -a fs. 718-, y a los que hace referencia
la sentencia, no se advierte contenido pornográfico infantil, tampoco la mencionada acta
detalla que se hayan visualizado los videos y verificado el contenido de los mismos, como
se hizo en el Acta de Visualización de Contenido de DVD y CD -a fs. 87/90- incautados a su
coprocesado. Respecto a la cuenta de correo electrónico sacerdote2008@hotmail.com, utili-
zada para remitir una presunta conversación entre los sacerdotes Alejandro Nicolás Guerrero
Caña y Augusto Martín Sánchez Terán (después se estableció la falsedad de la conversación),
en las que se incluían imágenes de pornografía infantil - conforme es de verse a fs. 413/427-,
visualizada en presencia del representante del Ministerio Público, se verificó que dicha cuenta
no contenía material relacionado con pornografía infantil, y que respecto al e-mail corres-
pondiente a la referida conversación fue eliminado por el recurrente, sin reenviarse a otros
usuarios. Asimismo, ha podido acreditarse conforme al Acta de Búsqueda y Visualización de
folios 58 y el Acta de Visualización de Contenido de DVD y CD de folios de 725, que el mate-
rial pornográfico encontrado en el inmueble del encausado Oxa Huaytalla no es el mismo que
obra en las cuenta de correo electrónico de Valenzuela Babilón, pues como se ha señalado en
dicho correo solo se pudo encontrar el link de acceso público que remitía a la página web con
contenido pornográfico. Finalmente, sobre la vinculación entre los encausados Royer Etduard
Oxa Huaytalla y Juan Andrés Valenzuela Babilón es de apreciar que el testigo Edgar Huamán
Monzón, en su declaración de folios 34, con participación del Fiscal, señaló haber visto al
encausado hasta tres veces por semana, cuando daba mantenimiento a las computadoras,
en las cabinas de internet de propiedad de su padre, la cual funcionaba en el segundo piso
del inmueble que habitaba Oxa Huaytalla; agregando que nunca ha visto juntos a Valenzuela
Babilón y Oxa Huaytalla, y que éste último no hacía uso de las cabinas de internet, versión
que se ha mantenido a lo largo del proceso; en ese mismo, sentido Nicanor Huamán Pipa, pa-
dre de Edgar Huamán Monzón, en el contradictorio ha reiterado que era Valenzuela Babilón
quien frecuenta las cabinas de internet, y que por el contrario Oxa Huaytalla solo concurrió en
una oportunidad; de lo que se deriva que no es posible afirmar con certeza que entre ambos
existía una relación comunicacional vinculada a la pornografía. Según la tesis incriminatoria
del Ministerio Público otro elemento que corroboraría la vinculación entre ambos encausados
seria el reporte telefónico del número 994201081, que pertenecía al encausado Valenzuela
Babilón, y que por informe de la empresa de telefonía “Nextel” tendría entre sus registros
de llamadas entrantes y salientes el número telefónico 3871562, cuyo titular resulta ser Filo-
meno Serapio Oxa Galarza, padre del otro encausado; sin embargo, de la revisión de autos,
se advierte que no obra el informe del levantamiento de secreto de las comunicaciones del
referido número telefónico, ni de la empresa “Las Llamosas”, la cual certificaría que dicho
número fue asignado al referido encausado por haber laborado en dicho empresa; asimis-
mo, que revisado las actas del contradictorio, en el estadio procesal correspondiente, no se
advierte que dichas instrumentales hayan sido glosadas por el representante del Ministerio
Público, como es de verse de las sesiones de fecha 11 y 18 de diciembre de 2013; por lo que,
no existe elemento directo o periférico que pueda corroborar de manera certera algún tipo de
vinculación entre ambos encausados.
NOVENO: En este sentido, en el presente caso no se ha desvirtuado fehacientemente la pre-
sunción de inocencia, y por ende no podemos pronunciarnos por la responsabilidad penal
del acusado Valenzuela Babilón por el delito de pornografía infantil, ya que del análisis de
las pruebas aportadas en el proceso sólo se tiene la mera sospecha de que el acusado pudo
haber poseído y/o realizado acciones de intercambio de material pornográfico infantil; que a
partir de esas referencias, débiles en sí mismas, sin mayores datos periféricos adicionales -y
debidamente enlazados- en orden a su presencia u oportunidad física para la comisión del
delito, a la oportunidad material para hacerlo, a una actitud sospechosa o conducta posterior,
y a una mala justificación -que no han sido acreditadas- son evidentemente insuficientes
para concluir que el encausado efectuó algunas de las conductas descritas en el tipo penal
imputado; que, en tal virtud ante la insuficiencia probatoria, es de aplicación el artículo 284°
del Código de Procedimientos Penales, toda vez que lo actuado, no nos permite superar el
estándar probatorio capaz de enervar la presunción de inocencia del imputado, prevista en
el apartado e) del inciso 24) del artículo 2° de la Constitución Política del Estado, deviniendo
por tanto su absolución.
DECISIÓN
Por estos fundamentos; declararon I. NO HABER NULIDAD en la sentencia de fojas mil
doscientos ochenta y seis y siguientes, de fecha quince de enero del dos mil catorce, en el
extremo que condenó a Royer Etduard Oxa Huaytalla como autor del delito contra la Liber-
tad-ofensas al pudor público-posesión, promoción, distribución y exhibición de pornografía
infantil, en agravio de la sociedad y menores de edad en vía de identificación, a cinco años
de pena privativa de libertad, y que fijó la suma de dos mil nuevos soles el monto que por
concepto de reparación civil deberá abonar a favor los agraviados. II. HABER NULIDAD en
la sentencia de fojas mil doscientos ochenta y seis y siguientes, de fecha quince de enero del
dos mil catorce, en el extremo que condenó a Juan Andrés Valenzuela Babilón como autor
del delito contra la Libertad- ofensas al pudor público-posesión, promoción, distribución y
exhibición de pornografía infantil, en agravio de la sociedad y menores de edad en vía de
identificación, a cinco años de pena privativa de libertad; y reformándola: ABSOLVIERON
al encausado Juan Andrés Valenzuela Babilón del citado delito y agraviadas; en consecuen-
cia: ORDENARON se anulen los antecedentes policiales y judiciales del precitado encausado
generados por estos hechos; DISPUSIERON la inmediata libertad del imputado Juan Andrés
Valenzuela Babilón, siempre y cuando, no exista en su contra mandato de detención emanado
de autoridad competente oficiándose vía fax para tal efecto a la Cuarta Sala Penal para Proce-
sos con Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de Lima; y los devolvieron. Interviene
el señor Juez Supremo Morales Parraguez por licencia del señor Juez Supremo Villa Stein.
S. S.
PARIONA PASTRANA / BARRIOS ALVARADO / NEYRA FLORES / MORALES PARRAGUEZ /
CEVALLOS VEGAS