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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD “JOSE ANTONIO PAEZ”
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS
ESCUELA DE DERECHO
CATEDRA: DEONTOLOGIA Y RESPONSABILIDAD DEL ABOGADO

Analisis de la sentencia 733 del T.S.J. en


Sala de Casacion Penal el dia 23/11/15

Sección: 109D1

Integrantes:

Omanayi Villegas C.I. 20.697.316

Milagros Useche C.I. 10.161.019

Mariangela Jiménez C.I. 7.474.410

San Diego, Noviembre del 2018


Como bien especifica la sentencia el día 2/6/2015 se recibió en la Secretaría de
la Sala de Casación Penal solicitud de avocamiento suscrita por el abogado A.D.J.S.,
quien alega actuar en su condición de representante legal de la ciudadana A.D.B.B.,
víctima querellante en la causa seguida a la ciudadana M.J.B.U., por la presunta
perpetración del delito de apropiación indebida calificada y agravada continuada.

Para proseguir con el análisis debemos saber que es un Avocamiento, el cual no


es mas que es una atribución del Tribunal Supremo de Justicia, en cada una de sus Salas,
otorgada legalmente para atraer una causa que se está desarrollando en un tribunal
inferior, constituyendo una institución jurídica que le confiere a este máximo órgano
judicial, la facultad para conocer y decidir, de oficio o a petición de parte, sobre cualquier
expediente o causa.

Esta solicitud de Avocamiento presentada, fue errónea en dos aspectos;

1- La normativa jurídica en la cual se basaba fue derogada con un tiempo


aproximado de 5 años en ese momento (Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia publicada en la gaceta oficial nro. 37942 del 20 de mayo de 2004), a
pesar de ello El tribunal lo adecuo a la respectiva le vigente (Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia de Justicia publicada en la gaceta oficial nro. 39522
del 1° de octubre de 2010); lo cual no excusa del error al abogado al haber
incumplido con su deber al no ofrecerle a su representada un apropiado conjunto
de conocimiento y habilidad, por lo tanto su esmero en la defensa de los intereses
de su representada parecieran caer en la imprudencia.

Teniendo en cuenta lo estipulado en el encabezado del art. 2 de la Ley de Abogados


Vigente (1967): “El ejercicio de la abogacía impone dedicación a estudio de las
disciplinas que impliquen la defensa del derecho, la libertad y de la justicia. …”, Y esto
es evidente al salir en defensa de la ciudadana con una ley derogada.

Esta infracción, tiene que ser conocida por el Tribunal Disciplinarios de los consejos
de Abogados en su primera instancia (61 eiusdem) siempre y cuando no sea luego de los
18 meses de cometido el hecho, como lo establece el art 60 del Código de Ética de
Abogados; el hecho es un falta al deber esencial del abogado de actuar con providez, y
eficiencia (ar.4° ordinal 1 eiusdem). Una vez el tribunal tenga conocimiento del hecho,
y cumplidas las formalidades de la denuncia o acusación, se verificara la acción y de ser
afirmativo se abre la causa, para iniciar la declaración y el proceso de pruebas, lectura
de informes, evacuación de pruebas y posterior decisión final (tomada por la mayoría).
Esta decisión final (sentencia) puede ser apelable, en cambio la amonestación estipulada
(en caso de haberla) es inapelable.

2- El citado profesional del derecho debió acompañar algún documento del que se
advierta la existencia de un poder otorgado por la víctima para que la represente
judicialmente: esto quiere decir, un poder especial otorgado por la victima, para
que demuestre una verdadera representación judicial.

El avocamiento es un proceso judicial, y como tal, tiene sus propios requisitos, entre
ellos esta el que el requirente esté legitimado y debidamente asistido o representado para
solicitarlo. Pero a pesar de ello, nuevamente el tribunal opta por aplicar lo establecido
en la Sala Constitucional la cual dejó constancia de la representación que ostenta el
abogado solicitante respecto de la ciudadana legitimada para actuar, desestimando el
hecho de no haberse presentado con coherencia el poder necesario de representación.

Este en su mayoría fue debido al hecho de que la representada fue en contra de su


Tutor/curador y tuvo que aplicarse la desestimación otorgada por la sentencia nro. 150
dictada por la S. Constitucional del TSJ el 3/3/2015, dicho órgano jurisdiccional dejó
constancia de la revisión de copia certificada de la decisión dictada el quince (15) de
septiembre de 2014, emitida por el Juzgado Octavo de Primera Instancia en Funciones
de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, mediante la
cual se desaplicó el numeral 2 del artículo 481 del Código Penal, por considerarlo
contrario a los artículos 21 (numeral 1), 26, 30, 49 (numeral 2) y 257 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela. Obteniendo así su “adecuada” representación
para la causa en curso.

Teniendo estas dos acciones con el mismo representado, deja en claro el pobre
esfuerzo del abogado con su representado, la falta de conocimiento de las leyes en
vigencia y el error en técnicas de procedimientos elementales en cualquier ámbito, dejan
entredicho el norte que todo abogado debe tener como lo es la búsqueda de justicia.

En este sentido en los casos de avocamiento penal se está ante un solo proceso,
donde deben aplicarse dos procedimientos regulados en leyes diferentes: por una parte,
el avocamiento regido por la ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia y
supletoriamente por el Código de Procedimiento Civil en lo concerniente a los aspectos
procedimentales del avocamiento; y por otra parte, el proceso avocado, al cual se
aplicarán las normas a las que hubiese recurrido el tribunal de la causa avocada para
resolver el asunto sometido a su conocimiento, en esta ocasión, el Código Orgánico
Procesal Penal.

Por otro lado cuando a la Sala, se le presente un escrito solicitando el avocamiento,


deberá resolver la pretensión aplicando la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia, el Código Orgánico Procesal Penal y solo en caso de ausencia de regulación
especial, aplicar el texto adjetivo civil.

Pero también hay que tener en cuenta, la acción ilegal que realiza el abogado
contraparte; al no comunicar la intensión de su asesorado de realizar un hecho ilegítimo,
y al contrario, ocultar este hecho y proseguir con la acción. Cuando el abogado de la
ciudadana M.J.B.U., anexa en su poder judicial de representación la cédula de identidad
N° V-26.672.858, la cual presuntamente le pertenecía a A.D.B.B., cuando a pesar de
que la mencionada anteriormente es venezolana, la misma ha vivido la mayor parte de
su vida en los Estados Unidos de América y nunca ha solicitado la expedición de cédula
de identidad venezolana por lo tanto, la identificación por dicho documento es
inadmisible.

Este hecho incurre directamente en la violación del artículo 28 del Código de Ética
Profesional del Abogado y el artículo 30 numeral 4to de la ley de Abogados, al ejercer
la profesión de manera indebida para encubrir un acto ilegal de parte de su asesorado,
esta infracción será sancionada según el artículo 70 ordinal “a” de la Ley mencionada,
la cual tipifica una multa de 500 mil bolívares o arresto proporcional al hecho. Esta
sanción la aplicara el juez de parroquia o municipio del lugar donde fue realizada la
infracción, cuya copia de decisión será remitida al tribunal disciplinario a requerimiento
del Directorio del Colegio o de la Federación de Colegios del Abogados para su efectiva
ejecución.

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